Tres meses habían pasado desde la noche en la cual la vida de todos en pacto de sangre cambio, tres meses sin saber el paradero de su amado wólfram, sin ver sus sonrisas, escuchar su angelical voz, sin respirar su aroma, sin tocar su piel, en resumen tres meses sin el amor de su vida.
Para nadie fue tan fuerte la ausencia del rubio, que para Yuri, desde hace tres meses que no sonríe, que no puede dormir, que no puede respirar sin sentir la angustia de pensar en que estará pasando su amado, su hijo, ¿vivirán? O… ¡no! Aunque muchos ya den por muerto a wólfram el no, algo dentro del le dice que su rubio esta en algún lugar vivo.
-su majestad – un soldado interrumpió en la estancia, donde el moreno se encontraba firmando unos papeles del reino.
-¿Qué pasa?- pregunto sin detenerse de su labor.
-su hija… ha venido – al escuchar tales palabras se detuvo, hasta el momento nadie le había avisado a Greta cual era la situación. Aunque era obvio que pronto se enteraría.
-hazla pasar y que nadie nos moleste.- el soldado salió a cumplir con la orden del rey, dejando entrar a la estancia a una joven muy angustiada.
-¡padre!- Greta corrió hasta el moreno abrazándolo, ya no era la pequeña niña que Yuri adopto, se había convertido en una joven hermosa de 17 años gobernadora de zurita- ¡dime que es mentira!... ¡papa wólfram! – la joven se refugiaba en los brazos de su padre llorando.
-Greta… perdóname, es verdad lo que te contaron. Hace tres meses que no se sabe nada de wólfram.
-¡¿Por qué no me dijeron nada?! ¡Soy su hija!... tengo derecho –Yuri desvió la mirada de la mejor. La cual se alejo un poco de su padre esperando una respuesta.
-hija, ahora eres la reina de zurita, no quería angustiarte con esto. Creía que pronto lo hallaríamos pero – el moreno paso su mano por el cabello con desesperación - ¡nada! Aun no se sabe su paradero… perdóname, te falle
-¿padre?... ¿Qué paso esa noche?, nadie me lo ha querido decir- Yuri dudo en hablar, mas al ver la determinación en su pequeña le indico que se sentara en el sillón de la estancia.
-fue mi culpa – confeso - … esa noche discutí con wólfram, me desquite de mi mal humor con él, y rompí el compromiso aun cuando el-
-¡¿Qué?! No, Yuri – el moreno le hizo una señal para que lo dejara continuar a lo cual la joven accedió.
-después de que se fue… nos enteramos de que wólfram estaba esperando un hijo… mío por supuesto – explico con una mueca de tristeza.
-… u-un hijo-murmuro sorprendida. Bajo la cabeza con tristeza, su papa había desaparecido junto a su hermano, aunque no fuera de sangre así lo sentía ella.
-si… yo y wólfram – no sabía cómo explicarle a su inocente hija, el cómo habían pasado las cosas- … bueno nosotros, teníamos esa clase de relación. Mas ahora me arrepiento de no haber sido lo suficientemente fuerte como para afrontar mis sentimientos.
-¡padre!... te conozco mejor que nadie. Veo que estas sufriendo por ese error – Yuri se sorprendió de las palabras de su hija, pensó que esta lo odiaría cuando se enterara-… mandare una nota a zurita, te prestare mi ejercito. Con mi ayuda tal vez lo encontremos.
-Greta- por primera vez desde que perdió a wólfram, lloro desde el fondo de su corazón, la menor sentía las lagrimas de su padre mojar su pecho donde estaba acurrucado.
-lloremos nuestra perdida, que mañana el sol saldrá papa – Greta junto a su padre lloraron ese día, la ausencia del sol que los iluminaba. Mas no lloraron una perdida sino una separación pues estaban decididos a recuperarlos vivos, fuera lo que fuera.
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En el pueblo de arcadia las labores comenzaban como cada día, al salir el sol. Los niños iban a la escuela y las amas de casa al mercado. En ese lugar no había delincuencia era como un pequeño lugar de tranquilidad. Pero nunca faltaba algún vándalo que se quisiera pasar de listo.
-¡déjame en paz!-gritaba una joven al ser acorralada, por un pretendiente en un callejón.
-¡ya dame el sí!... sabes que me gustas y mucho Lidia. ¿Ándale? Tu y yo sabemos que te gustara -el tipo cada vez se apegaba mas al cuerpo de la joven quien lo miraba aterrada.
-John déjame… ya te dije que no quiero nada de ti- el moreno se aproximo para besarla a la fuerza mas fue detenido por una mano- ¿Eh?
-la joven le dijo que no. ¿Acaso no sabes lo que significa?- de una patada lo alejo de la chica quien lo miraba sonrojada- ¿Estás bien lidia?
-si... Gracias- la joven desvio su miraba con un pequeña sonrisa en los labios
-maldito ¿Quién te crees que eres? – en un arrebato de ira, John trato de golpearlo por la espalda, mas no contaba con que ese tipo fuera tan fuerte dejándolo fuera de combate con un solo golpe.
El joven tomo la mano de la chica dejando en el callejón a John quien solo trataba de levantarse sin fuerzas.
-¿segura que estas bien?- preguntaba el joven sonriéndole de manera consoladora.
-si... Llegaste a tiempo Darck
-menos mal, vine a traerle este jarabe a tu mama, me dijeron que Miriam está enferma.- explicaba el albino, mientras se encaminaban a la casa de la joven.
-si… apenas tiene 12 años pero se enferma con frecuencia-se notaba la preocupación en la vos de la castaña.
-espero que con esto se cure... Ya es tarde ¿te importa si te lo dejo a ti? Es que me tengo que ir.
-¿Eh? ¿Por qué tan pronto?... ¡quédate a desayunar conmigo!- la joven lo sujetaba de la camisa en un intento de detenerlo
-lidia. Me tengo que ir – con algo de calma retiro la mano de la chica para después salir corriendo rumbo a su casa dejando a la joven claramente molesta por su actitud.
No muy lejos de hay un chico observaba la escena mientras se sostenía del estomago por los golpes.
-maldito presumido… te juro que me las cobrare, esta me la pagaras- murmuro antes de desaparecer de la vista.
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Por los verdes prados de la colina corría desesperado un joven albino, debido al suceso ocurrido se le había hecho tarde para desayunar con su temperamental amigo. Solo recordar cómo se puso la última vez que llego tarde le provoco un escalofrió.
Regla numero 1 nunca hacer esperar a un doncel embarazado con cambios de humor.
Lástima que la había olvidado justamente hoy.
Al llegar a la casa, se detuvo en la puerta respiro con calma y se dispuso a entrar con una sonrisa.
-¡ya lle- un cuchillo paso volando a su lado clavándose en la puerta de madera- gue…-susurro viendo el cuchillo tambalearse en la madera.
-maldito, ¡¿Por qué tardaste tanto?! ¿Tienes idea de lo difícil que es cocinar? Como para que te dignes a no llegar. Ahora por tu culpa la comida se enfrió.- preguntaba un rubio enojado, con un delantal y un sartén en la mano. Mientras a su lado estaba una mesa con la “comida” servida.
-jeje es que… veras “gracias a dios”- el miedo no lo dejaba formular esa oración que a los oídos del rubio sonarían a mentiras, aunque agradecía no tener que probar esas cosas que wólfram denominaba “comida” aun le sorprendía seguir vivo.
-¿crees que no me doy cuenta? – lagrimas brotaban de los ojos del rubio-… sniff no te gusta... mi comida ¿es eso verdad?... ¡yo que me esfuerzo por preparártela! Sniff eres malo.
-¡no! Amo tu comida – con algo de pesar tomo el plato donde venia una mezcla viviente. Tomo el tenedor y llevo esa desconocida sustancia a su boca.- bff… s-sabe d-deliciosa… - trataba de sonar convincente pero su rostro no lo apoyaba- sabes wolf… creo que mejor yo cocino.
Regla numero dos… nunca ofender la comida de un histérico rubio.
-¡¿estás diciendo que lo hice mal?! – preguntaba ahora ya no llorando sino con una mirada aniquiladora.
-¡no! Es solo que…. Mira ¡tu pancita está creciendo y-
-¡¿ahora me estás diciendo gordo?!-
¿Hace falta mencionar la tercera regla?
– Maldito – wólfram tomo el sartén pero antes de atinar un golpe con él, lo soto para sostener su cabeza y caer de rodillas al suelo –ahh
-¡wólfram!… wólfram… wólfram- cada vez la voz de su compañero se escucha más lejos y su vista se nublaba y voces extrañas se internaban en su conciencia
-Yuri…
-¡ya me hartaste! Entiéndelo ¡no te amo! No eres nada para mi es más, me molesta tu presencia.
-no… Yuri yo…
-¡cállate! Este compromiso se acabo.
-yo te amo Yuri nosotros vamos a-
-¡¿Qué no lo entiendes?! Nunca podre amar a un hombre… es asqueroso
-¿Qué sucede?
-el compromiso se acabo
-¡Darck! Has que se detenga… no quiero escuchar esto… ¡deténganse!- el rubio se sostenía con fuerza la cabeza mientras gruesas lagrimas bajaban por sus mejillas, el albino lo abrazaba mas no sabía cómo detenerlo.
-¡¿Qué haces?! Déjame ir… ¡Yuri!
-wólfram, déjalo ir, se acabo el no te ama, mereces ser feliz con alguien que te valore
-pero yo…
-entiéndelo es por tu bien
-por favor, ayúdenme… Darck me duele mucho aquí- el rubio apretaba su pecho para calmar el dolor de su alma- no… puedo mas- el joven doncel callo en los brazos del oji miel agotado por el esfuerzo emocional.
Darck lo tomo en brazos y llevo a la cama donde recostó y velo su sueño
-no sé quien sea ese tal Yuri… pero no dejare que te vuelva a lastimar. Te lo prometo- el albino depósito un beso en la mano del rubio antes de salir en busca de unas hierbas que necesitaba, a pesar de que dudo debido a que quedaba lejos y llegaría hasta el anochecer.
Al ver es estado del menor tomo la mejor decisión, agarro una mochila junto con frascos y la espada que su padre le heredo antes de morir. Volteo a ver al rubio y coloco el arma al borde de la cama para después marcharse rumo al bosque vecino. Dejándolo solo en la casa.
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En el castillo de pacto de sangre más específicamente la habitación real, Yuri se preparaba para dormir. Mas algo lo molestaba desde hace algunas horas tenía una opresión en el pecho que no lo dejaba en paz.
-adelante – formulo al escuchar que alguien tocaba la puerta.- conrad pasa
-su majestad- se anuncio
-conrad ¿hay noticias sobre él?- preguntaba esperanzado como todos los días
-no –negó- yosak en estos momentos está revisando pueblo por pueblo, en busca de algún naufrago o persona extraña que haya aparecido últimamente
-entiendo.. ¿Qué pueblos visitara?
- por el momento está en Berling, luego tiene planeado seguir la ruta sur llegando a los siguientes pueblos: Alquir, Rumbialg, Flortiw, Arcadia y Ghunder. Cualquier señal de mi hermano no lo informara
-¿Cuánto tiempo le llevara recorer esos países
- tarda aproximadamente dos semanas en cada uno-explico
-¡es demasiado! A este paso nunca lo hallaremos.
-Yuri. Te recuerdo que lo pueden tener en contra de su voluntad, yosak revisara casa por casa de ser necesario, es el tiempo necesario-
-… está bien- Yuri bajo el rostro cohibido, esa maldita sensación no se le quitaba.
-¿pasa algo?- indago el castaño al verlo preocupado.
-no, es solo un malestar... Aquí – apunto a su pecho- como si algo fuera a pasar – rápidamente negó con la cabeza- todo estará bien… tiene que estarlo
-Yuri…
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En el monte yumba, un joven albino había terminado de recolectar lo necesario para tratar al rubio, y tener repuestos para los pueblerinos. Con algo de ansiedad de encamino rumbo a su casa.
Llevaba varios tipos de hierbas curativas, tranquilizantes, analgésicas. Miro la luna algo estaba mal, el bosque estaba muy tranquilo… eso era un mal augurio.
Una corazonada no lo dejaba en paz. En vez de tomar el camino habitual decidió usar un atajo tenía que llegar rápido a la casa y cerciorarse de que wólfram estaba bien.
Sin importarle lo peligroso del atajo se desvió rumbo s su casa
-wólfram…
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En la cabaña de la colina, un joven doncel abría sus ojos después de un día completo de dormir. Se sentía agotado emocionalmente, sus ojos le dolían debido al llanto sentía como si de momento le hubieran quitado toda la felicidad.
-¿Por qué?- se pregunto-… Yuri ¿Por qué esas palabras que escuche me lastimaron tanto?- una pequeña lagrima bajo hasta perderse en su mentón- ¿Qué significábamos nosotros para ti?- se preguntaba abrazando su pequeño vientre- quiero recordar… necesito hacerlo. Este dolor me está matando… necesito saber… si lo que escuche era verdad. Si él no me amaba como creo que yo lo hago. ¿Eh? ¿Y-Yo amarlo? p-pero ni lo conozco… entonces.. Que siento, porque no puedo ver su rostro pero su voz es suficiente para mover mi mundo.
Un ruido en la puerta se escucho sacándolo de sus pensamientos.
-¿Darck? – el rubio se levanto, solamente traía una camisa que le llegaba hasta debajo de sus muslos - ¿Darck? Estas ahí – preguntaban mientras se encaminaba a la puerta.
Al llegar a esta la abrió, hallando vacio su alrededor. Salió un momento al exterior buscando al albino con la mirada más nada. Por lo que decidió entrar al sentir el frio acogedor.
Entro a la estancia cerrando la puerta tras de él. Mas sintió un viento helado en la nuca, más antes de reaccionar alguien le sostenía desde atrás. Forcejeó pero fue inútil. Ese sujeto era fuerte.
-valla, valla. Un doncel- exclamaba el extraño con malicia en la voz- yo que venía a cobrar mis asuntos con ese idiota de Darck, y mira… valla que bien guardadito se lo tenía.
-¡suéltame! ¿Quién eres? ¡Déjame!- por mas que se movía nada lograba.
-tranquilo preciso… tu me ayudaras a desquitar mi enojo- susurro a su oído mientras colaba sus manos en esa única prenda- ¿eh? ¡Vaya! Ese tipo no pierde el tiempo… un doncel prendado
-…- la cara de wólfram cambio al terror ¿Qué pensaba hacerle ese sujeto?
-cariño, no lo tomes personal pero después de violarte te venderé al mejor postor. ¿Cuándo no darían por semejante belleza? – al escuchar eso trato nuevamente de correr, más un golpe lo hizo callar.
John lo tomo en brazos dirigiéndose a la cama donde lo aventó sin delicadezas mientras desabrochaba los botones de su propia camisa.
Wólfram al ver una oportunidad de correr lo intento más el sujeto lo volvió a derribar sujetado sus muñecas con fuerzas.
-no hullas… que nadie vendrá a rescatare, resígnate hoy serás mi puta personal. Cariño
Sentir las manos y lengua de ese asqueroso ser sobre su persona, le quitaba el alma era lo peor que le había pasado. Poco a poco dejo de forcejear rindiéndose. Sin la esperanza de que alguien llegara lo le quedo resignación
Continuara…..