JongUp observaba fijamente la forma que el mayor tallaba su espalda sin mucho éxito dejó escapar un suspiro para ofrecerse a tallarla en su lugar no deseaba emitir palabra ya que si lo hacia el mayor podría detectar que le faltaba aire, negaba con la cabeza, se odiaba a si mismo por tener malos pensamientos, recordó la vez que cacho a sus padres tomando un año, tal vez esa extraña sensación en su vientre se debía que sus padres eran gays pero era consciente que las preferencias no se aprendían o heredaban.
—No talles tan fuerte mi piel es sensible.— Se quejó falsamente HimChan logrando que el menor diera un salto.— Se nota que no estas acostumbrado a tocar a otras personas.— Se giro para detener la labor del menor quien estaba sonrojado hasta las orejas.— Somos hombres no tienes porque sentir vergüenza deja de comportarte como un maldito marica, créeme que no tengas esas torcidas tendencias.
—Tienes muchas cicatrices.— Fue lo único que logró articular.— Lo lamento suelo decir las cosas sin pensarlo.
El mayor emitió una sonrisa llevando su mirada a las diferentes marcas añejas que su piel contenía hacia mucho tiempo que no las admiraba de hecho odiaba recordarlas, eran el significado de su debilidad, de su cobardía aunque había otras que él mismo se había causado de alguna u otra forma eran signos de su poca voluntad para enfrentar los problemas.
—No me llevo bien con mi padrastro además siempre he sido muy inquieto.— Se excuso dándole la espalda al menor y salir de la tina de baño.—Hay personas que tenemos poca memoria así que necesitamos un recuerdo que perdure para no olvidar nuestros errores.— Cerro la boca para pensar mejor sus palabras una falsa sonrisa se formo en sus labios, se giro para quitarse la toalla.— Debemos darnos prisa o llegaras tarde a casa
Up se tapó automáticamente los ojos sonrojado por lo que llegaría a ver despacio separo los dedos que tapaban sus orbes para ver a su compañero completamente desnudo trago en seco para después zambullirse en el agua sencillamente esa tarde era la más incómoda de su vida debido a que algo en su propia entrepierna había crecido tuvo que pasar varios minutos para tranquilizarse sabía que el mayor lo había hecho para terminar la conversación pero las últimas palabras no dejaban de resonar en su cabeza, al ver que su emoción bajaba decidió salir y cambiarse en silencio, HimChan parecía incomodo durante el trayecto para llegar al hogar del menor lo acompaño hasta una esquina antes durante el trayecto hablaron de banalidades sin tocar el tema de los baños o las cicatrices.
—Hyung.— Dijo nerviosamente el menor quedando frente al mencionado.—Si quieres tener recuerdos que perduren para toda la vida prueba con las fotografías.—Saco su celular para enviar algo.—Yo no olvido fácilmente las cosas.
HimChan verificó el mensaje que tenía en su bandeja de entrada, Up corrió en dirección a su casa sin voltear atrás debido a que sus mejillas estaban rojas como un tomate, Him observó el archivo adjunto, era una foto de ambos en el baño público una sonrisa se dibujó en su rostro, ese chico era especial, su inocencia lo sorprendía día con día de cierta manera parecía tener una aura de dulzura que lo invitaba a confiarle sus más profundos secretos guardo el aparato para darse media vuelta e ir a su hogar, a su infierno personal.
YoungJae se dejaba caer en la cama entre carcajadas Daehyun se encontraba encima de él haciéndole cosquillas después de terminar sus deberes escolares habían tratado de hacer algunos movimientos de Parkour pero terminaron peleado fuercitas por lo que el perdedor tenía que recibir una tanda de cosquillas, el mayor se dejo caer a un lado del menor para tomar aire ninguno de los dos dejaba de reír, por primera vez no se sentían solos o presionados.
—Se supone que terminamos de recoger el tiradero y haz hecho nuevamente un desastre. —Le regaño Jae girando para quedar frente al mayor quien estaba s escasos centímetros.— Eres un niño malo que no merece el postre.
—No te voy a dejar ir a casa.— Le contesto sentándose encima del menor apresando las muñecas con sus manos.— Ha sido la mejor tarde de mi vida siempre estaba sólo pero por primera vez alguien me acompaño.— DaeHyun se dejo caer sobre Jae colocando su rostro en el arco de su cuello.— Gracias por ser mi amigo, Him siempre esta ocupado con sus “asuntos” y Bang.— Dejo escapar un suspiro.— Su trabajo le absorbe tanto que no puedo culparlo.
Jae se mantuvo quieto con aliento del mayor golpeado su cuello, su respiración se entrecortaba al verse tan cerca a una persona que no formará parte de su familia jamas en lo que llevaba de vida había experimentado la relación de un mejor amigo, en el colegio todos huían de él, de su paranoica madre aunque de cierta manera Jae tampoco puso empeño en crear relaciones fuera de la Escuela, se dejaba llevar por su negatividad, pasado los segundos se sintió extraño por tener a un individuo sobre de él.
—Quítate de encima pesas mucho.— Le grito pellizcando sus mejillas.— DaeChun les voy a contar a todos que trataste de abusar de mi.— Le molestaba con pucheros.— Bang y Him no te van bajar de marica, anda me pones nervioso.
—Wow si que eres tímido.— Dijo acercando sus labios a ese cuello de piel canela.— ¿Has estado con alguien antes?.— Jae negó enérgicamente.— No es tan complicado solo debes dejarte llevar.— Unió sus labios a ese cuello el menor se tensó y Dae soltó una carcajada al ver la piel roja.— Eres un idiota jamás te haría algo,eres mi mejor amigo desde ahora.
Los ojos de YoungJae se abrieron como platos al notar que tenía una pequeña casa de campaña en sus pantalones agradeció que Dae se dejará caer a su costado, su molestia se hizo presente al escuchar aquellas carcajadas, no podía creer que tuviera esa clase de reacciones con una caricia hecha por un hombre.
—¿enserio te excitaste? .—Le cuestionó a mitad del mar de risas desbocadas que escapaban de la boca del mayor quien se retorcía fascinado.—Eso te pasa por no salir más seguido.— Continuaba haciéndose bolita en la cama riendo.— Este fin de semana que vayamos a Warrior te presentare unas chicas que te acostumbres al contacto.
—Eres un idiota.— Le gritó sonrojado lanzándole una almohada su excitación había desaparecido al escuchar las carcajadas del mayor.—Quiero molestarme contigo pero tal vez tengas razón, necesito conocer más gente y acostumbrarme a que me toquen.
Jae también acompañó en las risas a su nuevo mejor amigo le fascinaba la sensación que lo rodeaba, era un aire de complicidad que nunca antes alguien había compartido, una amistad de esas que se ven en la televisión, inolvidables, que son para siempre adoraba el sonido que Dae creaba al momento de reír, era simplemente feliz a su lado haciendo tonterías, estúpidas como dos tontos.
—Nunca más estarás solo.— Hablo al notar que el silencia acechaba a su alrededor.— Solo debes recordar que yo estoy un par de pisos abajo, reprendido en una cárcel.— Cerró los ojos estiró su brazo hasta que sus dedos tocaron los del contrario.— No estás solo, yo puedo quedarme a tu lado, soy desde hoy tu mejor amigo.
JunHong no apartaba su vista del hombre sentado aun lado de él, sus padres lo habían invitado a cenar después de llevar a su primogénito a casa, la excusa que utilizaron fue que Jun necesitaba más entrenamiento debido a que la temporada de torneos iniciaría pronto, trataba de apartar sus ojos de ese amable rostro pero era imposible debido a que estaba maravillado por la forma que sus padres caían en sus redes teñidas de encanto, de perfección, descubrió que era un perfecto hechizero.
—Mis padres murieron en un accidente y mis abuelos se han hecho cargo de nosotros.— Añadió al ser cuestionado sobre su familia un silencio se hizo presente.— Somos tres, mi hermana mayor se ido a vivir con su novio, solo quedamos mi hermano gemelo mayor y yo.— Un nudo se formó en la garganta del menor.— Creo que debo ser honestos con ustedes, no tengo nada que esconder así que no veo problema en contarles sobre mi Familia.
Los padres de Jun dejaron de comer para ver fijamente a ese hombre que anhelaban que guiara a su hijo por el buen camino, el señor Choi era un hombre apegado a las buenas costumbres, a la rectitud, a la moral, admiraba a las personas que labraban su camino para un mejor futuro.
—Jun llego tarde porque se quedó ayudarme en mi trabajo temporal.— Bang se puso de pie haciendo una reverencia.— Me siento culpable al mentir por ello me disculpo.—Levanto el rostro.— Pero tengo la férrea condición que un trabajo duro puede darle la disciplina que JunHong necesita, por esa razón pido su permiso para que él continue acompañándome.
—Nuestro hijo no sería un buen empleado, tal vez el día de hoy trabajo pero lo conozco y sé que tarde o temprano se dará por vencido.— Intervino el Sr. Choi dando un sorbo a su agua.— Mi hijo no tiene voluntad, no es alguien confiable, que no te deje pantalla su cara de niño bueno.—Limpio la comisura de sus labios con la servilleta. —Lamentablemente hemos descubierto que no es bueno para algo, solo un niño al que le hemos dado todo sin pedirle nada. —Se formó una torcida sonrisa en su cara.—Temo que tarde o temprano te va decepcionar como a todos.
Jun apretó sus manos formando un puño por debajo de la mesa, su padre jamás le perdonaría su debilidad jamás confiaría en sus palabras, en sus promesas, aunque quisiera odiarlo no podía cuando el hombre tenia razones suficientes para dudar de su voluntad bajo la mirada odiaba ser un niño pero no dejaba de comportarse como tal, metiéndose en problemas estúpidos, dejando que las personas a su alrededor arreglen sus desastres, a veces solo se odiaba a si mismo, quería gritar, patalear, volver hacer un berrinche por ser un mocoso malcriado.
—Tal vez tenga razón pero hasta este momento él no ha hecho nada para perder mi confianza.— La grave voz de Bang interrumpió el silencio.— Debería dejar que yo mismo compruebe sus palabras Sr. Choi durante mi vida he aprendido a no darme por vencido en la primera negativa.
Jun se puso de pie haciendo también una reverencia.
—Por favor padre deja que trabaje con hyung.— Su tono carecia del típico tono de desafío que siempre usaba.—Quiero aprender a ganarse su confianza demostrar que he cambiado.
El sr Choi se quedó impresionado por el comportamiento del menor aún con esas palabras no podía confiar en él pero no quería quedar mal con ese chico que tanto había despertado su respeto, un suspiro de resignación escapo de sus labios para después dejar la mesa y dirigirse a su habitación, la Sra Choi tradujo la actitud de su esposo como un si, los tres restantes comensales terminaron su respectiva cena, Jun acompaño al mayor a la salida mientras bajaban por elevador se coloco a su lado mirando fijamente el techo un nudo estaba en su garganta impidiendo expresar sus pensamientos.
—Gracias.— Dijo en un susurro con ahora la avista puesta en sus pies, el mayor iba a su lado recargado en el muro.— Pero creo que te voy a defraudar, no soy bueno con las rutinas, me aburren.
—Jamas pude tener una cena Familiar, ya fuera porque mi abuelo trabajaba o mi abuela estaba muy cansada, no siempre he sido el estudiante estrella.— Hablo llevando sus dedos a ese cabello negro para despeinarse.— Sé lo que es rogar por una segunda oportunidad, tú padre jamás te la dará así que solo debes tomarla para ti.—Guardo silencio por un segundo.— Tú date un segundo chance para volver a confiar en ti y en tus acciones.
Jun llevo su mirada al perfil del mayor quien tenia los ojos puestos en la puerta del elevador por más que deseaba comprenderlo no encontraba el instructivo para descifrar sus acciones, una ligera sacudida lo perturbo observando que el elevador se detenía y las luces se apagaron, aquel pequeño espacio se sumió en una terrible oscuridad, logro captar el la respiración entre cortada de su compañero, se preguntaba si ¿Él también le temía a los lugares cerrados?
—Odio los elevadores.— Confesó tratando de recordar los consejos que una vez le dio su tutora del grupo de apoyo.— Cuando era pequeño me quede encerrado por error en un closet después de esconderme por berrinche .— Lograba ver el perfil del mayor sabía que también estaba sufriendo. —¿le tienes miedo a la oscuridad?
—No.—Contesto agresivamente moviendo la cabeza.— No le temo a los lugares encerrados o a la oscuridad, odio no poder ver lo que hay delante de mi aborrezco no saber que va pasar mañana, la incertidumbre que se forma en tu estómago por no conocer tu futuro por depender de las decisiones de alguien más.— Su corazón comenzó a calmarse.— Odio el el color negro que impide a mis ojos ver más adelante, esa situación que me pega al piso impidiéndome caminar, soy alguien que prefiera saber las malas noticias para preparar un plan A, un B y hasta un C, .—Se giro para topar sus mirada con la del menor que lo observaba fijamente aún con la escasa luz lograba verlo.— Si un día alguien me quiere traicionar quiero que lo haga de frente que me provoque una herida profunda en el pecho a que vaya rasgando lentamente por la espalda.
Jun trago pausado estiró su mano hasta rozar sus dedos con los del mayor no se imaginaba las situaciones tan crueles que tuvo que pasar para volverse tan intransigente, era un hombre cálido como el tacto de su piel pero también un ser frío al momento de ser traicionado, levanto la vista al notar que el mayor apretaba su mano fuertemente, ya no lo miraba ya que los ojos de Guk estaban puestos hacia adelante, sumergidos en ese mar negro llamado oscuridad.
—No puedo decirte quien esta frente a ti por que soy un ciego como tu pero si te puedo asegurar quien esta a tu lado.—Susurro el menor volviendo su mirada a la oscura habitación su miedo había desaparecido.— ¿Ahora quien es el marica?
Las luces del elevador se encendieron y continuo con su camino descendiendo lentamente, Bang soltó la mano de su pupilo dando un par de pasos a un lado para separarse del él.
—Sigues siendo tu con esa cara de niña que tienes.— le contestó con una sonrisa.— Te comportas como una muñequita .— Las puertas del elevador se abrieron, Bang se acercó a la frente del grisáceo para darle un pequeño golpe.— No seas imbécil, esto se llama compañerismo, es solidaridad, no confundas las cosas.— Pellizco las mejillas rojas del menor.—Sé un hombre y deja de comportarte como un mocoso.
Jun se separo para afirma con la cabeza, Bang se dio media vuelta para salir sin girarse solo cuando escucho al aparato ascender se atrevió a mirar las puertas ahora cerradas llevo sus ojos a la mano que había sujetado la del chico negó con la cabeza sacando aquellas extrañas telarañas que amenazaban en crecer en su cerebro.
HimChan llego a su casa descubriendo a su madre dormida en la sala tomo asiento a su lado para acariciar aquel cabello negro que tanto adoraba, la mujer tenía la cara escondida en el respaldo del mueble pero al girarse dejo al descubierto su labio lastimado, una conocida rabia despertó del interior del joven de un salto caminó a donde estaba el causante de tal herida, el hombre de unos 40 años se encontraba sentado en su sillón al ver al pelinegro colgó el teléfono donde minutos antes mantenía una conversación.
—Maldito bastardo que le hiciste a mi madres, te lo advertí.— Le escupió dirigiéndose a él dispuesto a golpearlo pero el hombre era 10 centímetros más alto y más robusto.— No te tengo miedo.
—Mientes.—Le contestó el hombre sujetándolo de los cabellos para obligarlo a doblegarse después le dio un golpe en el estómago.— Nunca dejaras de tenerme miedo.— HimChan cayó al piso tratando de recuperar el aire pero una patada lo sorprendió.— Si no quieres que le haga más daño es mejor que te largues.—Le gritó colocando su pie encima de la espalda del pelinegro.— Tenemos un trato, si haces lo que digo no la tocaré.—le dio otra patada en el costado. —Tú eres el causante de que yo siempre este enojado con ella, si tu desapareces la trataré bien ¿Te vas a largar?
HimChan movió la cabeza afirmando las palabras antes dichas, se puso de pie como pudo para tomar su mochila y salir del departamento corrió hacia las escaleras para subir a la azotea donde tenía su refugio temporal desde que era niño siempre fue lo mismo salir corriendo para no sufrir de más humillaciones para no ser la carga que siempre le represento a su madre, se dejo caer en un viejo colchón que tenia sobre el sucio piso cegado por la ira golpeo la pared causando leves heridas en los nudillos, le era imposible llorar, las lagrimas habían desaparecido de su mente ahora solo el dolor era la forma que expresaba su tristeza, su miedo, su alegría, saco el móvil al abrirlo se encontró con la foto enviada por Up, busco su número para llamarlo pero en un segundo recapacito así que mejor marco al contacto que tenia el nombre de Margot.
—¿estas sola? .—Preguntó la respuesta fue inmediata.— Llego en cinco minutos a tu casa.
Se puso de pie para salir corriendo con sus nudillos lastimados
Daehyun caminaba por las calles de su colonia había ido a comprar algo de leche así como unos comestibles guardo la lista que Jae le había hecho una sonrisa se formo en sus labios al recordar las caras del menor cuando discutían porque el mayor no quería comprar fruta o alimentos sanos camino por la calle tranquilamente pero al pasar por una esquina noto que estaban varios chicos, los ignoro pero aquellos lo reconocieron al instante.
—Mira si tenemos al hijo del maldito tramposo de Druken Jung.— Hablo uno de los pandilleros enfrentando al menor quien lo ignoro completamente.— ¿otra vez el cobarde de tu padre huyo a esconderse?
—¿Qué se siente ser hijo de un bastardo ladrón? — Le cuestionó otro a empujándolo por la espalda.— ¿Anda dinos maldito mocoso ratero como su padre
—Mejor guarden sus palabras sino quieren hacerme enojar.— Les grito el menor haciéndoles frente .—No se metan conmigo sino quieren salir lastimados.
—Veamos si el gatito puede defenderse ya que su cobarde padre se escondió para no enfrentarse a sus enemigos.— Añadió otro joven que tenia un peinado de mohicano.— Este es un aviso para tu maldito padre de parte de Mr Dong.
Varios chicos rodearon al jovén de cabellos castaños quien trato de defenderse como pudo pero era obvio que sus fuerzas no se comparaban con la banda de pandilleros, las bolsas de supermercados fueron a dar al piso el contenido fue pisoteado por los pandilleros aquellos productos comprados con cariño fueron destrozados por pies rabiosos, DaeHyun abrió la puerta de su departamento para dejarse caer en un viejo sillón que se encontraba mal colocado en una parte de la estancia, tocaba su abdomen adolorido apreto los ojos fuertemente unas terribles ganas de llorar surgieron de su pecho, no le dolían los moretones surgidos en su piel o las heridas causadas lo que desataba su rabia era los sentimientos confusos que se despertaba en su cabeza.
—¿Como se puede odiar a la persona que ha estado siempre a tu lado? —Balbuceo golpeando el sillón.— ¿Como se puede sentir vergüenza por alguien a quien se supone debes admirar? —Escondió su rostro entre las costuras del mueble.— Padre hubo tantas veces el pasado que te respetaba y anhelaba ser como tu pero ahora solo me decepciones, destruyes la imagen que una vez tuve de ti.
Bang ingreso a su casa con el cansancio pegado a su cuerpo necesitaba por primera vez dormir más de 3 horas se escurre por la sala, la cual solo era un cuarto vacío con algunos viejos muebles repletos de portarretratos enfoco sus ojos en la imagen de una pareja que estaba tomada de las manos, la mujer llevaba un vestido blanco y el hombre un traje negro ambos lucían felices, una perfecta pareja escondiendo detrás de esa sonrisa sus debilidades.
—Si tan solo hubiesen pensado antes de actuar.— Hablo seriamente poniendo boca abajo el retrato.— Sé que me iré al infierno pero agradezco que hayan muerto en el accidente.
— ¿YongGuk? .—La voz de su gemelo lo saco de sus pensamientos, el mencionado volvió su rostro a mirarlo.— ¿Estas bien? —Cuestionó recibiendo una respuesta afirmativa.— ¿Quieres de comer? .—Negó inmediatamente acomodando la foto de sus abuelos.— Entonces ve a descansar.
El menor se dirigió a su habitación no sin antes darle las buenas noches a su abuela que descansaba en su cama, le dio un beso en la frente para después dejarse caer en su rincón en aquel cuarto que compartía con su hermano mayor cerró los ojos tratando de concentrarse pero el recuerdo de Jun tocando su mano lo mantuvo despierto un par de horas hasta que al final su cansancio fue mayor.
El famoso fin de semana llegó para los integrantes de BAP y a base de mentiras lograron que los tres menores convencieran a sus respectivos padres de dejarlos pasar el fin de semana en un campamento armado por sus distintos clubes a los que estaban inscritos, todos se encontraban en una vieja bodega que en el pasado fue usada como taller mecánico pero ahora solo acumulaba polvo, Jun notó que ese sitio lo usaban como entrenamiento debido a que capto varios instrumentos, al fondo había un vieja escalera por donde subieron llevándolos a un viejo departamento que solo contenía unos desgastados sillones, una puerta que llevaba a un baño y eso era todo, esa habitación estaba limpia para sorpresa de todos.
—Hay que cambiarnos.— Ordenó Bang sacando unas cajas de un mueble, Him se dejaba caer en un sillón mientras que Dae buscaba algo de comida en un pequeño refrigerador que estaba en una esquina.— Regalos para los chicos nuevos de parte de nuestro viejo patrocinador.
—¿tenemos uno sin haber iniciado el torneo? .— Preguntó emocionado JunHong tomando la ropa que le pasaba el mayor quien asintió— Wow son geniales las chamarras.
— BAP tiene historia en los torneos y claro que contamos con patrocinadores que confían en nuestras habilidades, prueben la ropa.— les ordenó Himchan poniéndose de pie para quitarse la sudadera que llevaba.— ¿Qué pasa?
—Nos vamos a desvestir aqui todos ? .—Cuestionó sonrojado YoungJae.— ¿No hay un vestidor ?
—No seas nena JaeJae.— Le molestó Dae quitándose los pantalones.— Al final todos tenemos lo mismo, bueno algunos más que otros.—Comento agarrando su entrepierna estando en bóxers causando que el castaño se sonrojara.— Eres tan fácil de molestar al rato te voy a presentar un par de chicas para que dejes de actuar como marica.
Young no dijo nada solo se limito a cambiarse, Jun se estaba probando la ropa en silencio pero de reojo miraba al mayor del grupo no había visto su tatuaje completo ni el que tenía en la espalda trataba de contener su respiración pero desde la noche que sus manos se tocaron no podía apartar la sensación cálida que despertó en su pecho, Up ya no sentía vergüenza al cambiarse delante de HimChan debido a que el mayor había tomado como hábito ir después de terminar el entrenamiento a los baños públicos razón por la cual estaba acostumbrado. Los seis terminaron vestidos y arreglados para ir a Warrior, usaban pantalones y camisas sin mangas color negras, tenis del mismo tono al estilo converse y una chaqueta de estoperoles, Jun había hecho rollitos su cabello, viéndose tierno antes de salir Him les mostró el mapa para llegar al sitio, debido a que harían el recorrido ya que se desplazarían por medio del Parkour.