Bang se quitaba la chamarra al igual que la camisa para solo dejar la playera negra sin mangas que llevaba debajo se giro para mirar de frente a su compañero que lo observaba fijamente, le regalo una sonrisa, estiro su mano para sujetar la barbilla del chico de cabellos grises, se encontraban en un pequeño cuarto donde el favorito del sitio se preparaba antes de cada pelea, JunHong beso el dedo del hombre contestando su gesto con una mediana sonrisa había visto al rival de su pareja, tenía una altura superior a los dos metros su masa muscular era lo doble que Guk, su mirada le causo temor, un poco de miedo, las manos de JunHong acariciaron el rostro del mayor,se deslizaron por sus masculinas facciones rozando con la punta de sus dedos aquellos labios, no le agradaba la idea de verlo lastimado, apoyaba su decisión, lo animaba en los combates pero en lo más profundo de su ser tenia miedo de que lo lastimaran, había escuchado desagradables historias sobre peleadores que tuvieron terribles heridas que los dejaron con alguna discapacidades, quedaron en coma o sencillamente murieron por una mala caída.
—Voy a estar bien.— Le susurro no necesitaba escuchar lo que sus ojos le gritaban.— Lo peor que puede pasar es que muera—Jun frunció la frente.— Es una broma.— Acerco sus labios a los del menor para besarlos, lo sujeto de la cadera.— Ademas todavía te queda mi hermano ¿no?
JunHong trato de contestar pero las palabras se ahogaban en su garganta ¿Si Guk desaparecía él podría reemplazarlo con Nam? en un inicio la pregunta podría ser la más tonta con la respuesta más obvia pero en ese segundo dudaba, Nam era un increíble sujeto, YongGuk salió por la puerta para dirigirse al pasillo que lo llevaba a la jaula donde su enemigo lo esperaba, saludo al publico, levanto los brazos para que la gente lo siguiera, lo apoyara, podía escuchar su sobrenombre ser coreado por la mitad de los presentes, dio un par de brincos con las manos puestas frente a su rostro, el competidor lanzo el primer golpe al cual Guk logro esquivar, apoyo su cadera a la izquierda hacia adelante para adelantar su pierna, extendió su brazo izquierdo ejecutando un perfecto jab que logró que su rival retrocediera pero Yong lo persiguió para aplicarle un par de uppercut, ambos puños son utilizados como gancho que se lanzan de abajo hacia arriba golpeando el mentón, tórax del enorme hombre que contraataco con un par de patadas en el costado.
—Tal vez por fin encontramos el rival perfecto para nuestro querido Jepp Blackman.— Grito el MC enloqueciendo a los presentes.—Wow que golpe.
Bang recibía un puño cerrado directamente en la mandíbula, se cubrió el rostro para contestar el golpe dandole una patada lateral logrando alejarlo, se acomodo el antifaz para volver atacar, esta vez dio una serie repetida de ganchos que se fueron estampando en la boca del estómago del contrario pero una patada lateral envío al más bajito al otro extremo de la jaula, rozando con un alambre que se encontraba fuera de lugar, la camisa de Guk se rasgo de ese extremo y se mancho de un liquido carmín, una cortada superficial apareció, Jun que miraba por la ventana se pego más al vidrio, los gritos de emoción captaron su atención en ese segundo se sentía impactado por la forma que el ser humano disfruta la desgracia de su semejante, la forma que gritan por ver más sangre, más dolor, los presentes de la primera fila se pegaban a las valla de la jaula sacudiéndola para animar a los peleadores a destrozarse como dos bestias, sus ojos se enfocaron al momento que su amante levanta la rodilla para golpear el abdomen de su rival, le daba un puñetazo en el rostro, sus dedos se mancharon de un líquido carmín, Jun apreto los párpados por un minuto aquel espectáculo le pareció despreciable, su respiración se detuvo cuando el enemigo de Guk en el suelo le dio una patada en la rodilla obligándolo a caer al piso, los gritos lo animaron a volver a mirar, ambos hombres tenían los labios partidos, el más alto llevaba la ceja abierta.
—Es momento que tu chico gane.—La voz de Maslo se deslizo por el ruido de los presentes.—Hoy se ha llevado el doble porque dejo que lo tumbaron un par de ocasiones alargando el espectáculo..—El hombre saco un cigarrillo.— Deberías dejar de venir a ver las peleas mientras más te involucras sentimentalmente con él menos soportas verlo.— Le dio una calada al cigarrillo dejando escapar nubes grises de sus labios.— El hombre con el que hizo el trato es bastante ambicioso así que ha decidió agregar más detalles a las peleas.
Jun no contesto ya que su ultimo aliento fue contenido al ver que Bang derribaba a su rival con un par de patadas en la cara dejando que este cayera al piso noqueado.
—Prefiero verlo con mis ojos que esperar en casa.— Le contesto mirando como Jepp era felicitado y caminaba de regreso al cuarto donde se preparaba.— Siempre estaré a su lado.
Jun corrió hacia el cuarto donde Bang ya estaba lavando su rostro al igual que sus manos, Jun saco un botiquín para indicarle al mayor que tomara asiento, había aprendido primeros auxilios en el centro de rehabilitación en un inicio creyó inútiles esos conocimientos pero ahora los agradecía, saco algodón con desinfectante para limpiar algunas heridas, Bang tenia el labio partido un ligero moretón en la mandíbula, rasguños y golpes en el dorso, espalda, abdomen, no se había roto una costilla por lo que agradeció a la suerte, el ruido del exterior desapareció, el sonido de sus corazones latiendo fue la única melodía que inundo el lugar.
—Si un día desapareces no me queda nada.—Comentó el menor acercando sus labios.— Tu eres único, te amo a ti no a tu hermano.
Sus labios se unieron un beso, una sonrisa de autosuficiencia se dibujo en el rostro del mayor quien jalo al menor para obligarlo a sentarse en su regazo lo sujeto fuertemente de la espalda, estaba hambriento por sus besos, por sus caricias, mordió sus clavículas mientras Jun se quitaba su chamarra, su camisa quedando desnudo de la parte superior para continuar devorando los labios del mayor.
DaeHyun arrinconaba en una esquina del elevador de servicio a su amante, sus manos se deslizaban por debajo de su camisa arañando aquella piel canela, YoungJe colgaba del cuello del mayor mordiendo su labio, abrió más las piernas permitiendo que el peligro lograra acariciarlo por encima las puertas se abrieron y la pareja salió para caminar hacia su departamento DaeHyun besaba la nuca del menor so sujetaba fuertemente de la cadera dejándole notar su terrible erección que trataba de escapar fuera de sus pantalones, Jae restregaba más su trasero cuando se hacia el tonto abriendo la puerta cuando logro su objetivo dejo escapar una risa para iniciar una carrera hacia la recamara, en el interior del cuarto el mayor lo sujeto por la cintura para lanzarlo a la cama colocándose encima de él, le saco la chamarra seguido por la camiseta dejándolo completamente desnudo de la parte superior, sus labios se unieron en un desesperado beso, sus lenguas se entrelazaron, se disfrutaron mutuamente del calor que desprendían sus cuerpos.
—Parece que alguien continua contento por el cigarro que le di. —Le susurro DaeHyun obligándolo a darse la vuelta para morder sus hombros. —Tu piel es tan suave, sabe a sal. —Comentó deslizando su lengua por su columna vertebral.—Anda deshazte de el pantalón.
El menor siguio la sugerencia así que se desabrocho el cinturón deslizo sus pantalones junto con su ropa interior por sus piernas para lanzarlos en el piso colocándose nuevamente boca abajo sobre la cama, DaeHyun saco un par de objetos de su ropero mientras caminaba de regreso lanzo la chamarra al piso, se deshizo de su camisa se monto encima de su amante a quien comenzó a besar, inicio con los hombros, continuo con el omoplato para terminar en la espalda baja, Jae se arqueo al percibir como una lengua se abría paso entre sus glúteos, unos manos se deslizaban por sus muslos acariciándolos, apretándolos, los gemidos escapaban de su garganta no se apenaba sino todo lo contrario disfrutaba de esa sonora melodía que era capaz de crear cuando una lengua se introducía en su entrada, araño las sábanas.
—Levanta tu cadera para verte mejor. —Le ordenó besando su mejilla mordiendo su oreja, el menor siguió la instrucción abriendo más las piernas. —Wow se nota que estas urgido. —le molesto incorporándose un poco en sus dedos vertió el liquido que contenía un frasco, antes sustraído de un mueble. —¿Cuantos alcanzare a introducir hoy ? ¿Apostamos?
Jae mordio su labio inferior al sentir al primero, le seguir un segundo, su espalda se contrajo al percibir unos dientes clavados en sus muslos, un ligero grito salió de sus labios apretados, un tercero lo obligo a contraer su abdomen, el mayor no facilitaba su situación ya que los movía de manera circular continuando con un cuarto sus paredes se contrajeron deseaba más contacto por lo cual comenzó a moverse, a gemir, suplicando por algo más grande que satisficiera su hambre.
—No, no más. —Rogó entrecortádamente girando un poco su cabeza para ver la cara de su verdugo. —Te necesito a ti, no más dedos, entra en mi, por favor. —Dijo en un puchero causando que la erección de Dae se hiciera más dolorosa. —Hazlo sin nada, solo esta vez.
DaeHyun negó con la cabeza así que prosiguió a bajarse el pantalón y por siguiente a protegerse llevo su excitación a esa entrada donde se fue introduciendo tranquilamente, ese lugar era tibio, húmedo podía percibir las contracciones que el cuerpo de su amante sufrir, Jae pegaba su mejilla en las colchas rasgando la sábana, era como la primera vez, dolía , lastimaba pero al poco tiempo ese sentimientos era remplazado por la lujuria, el deseo, una frenética ráfaga de aire elevándolo al cielo, el sonido de sus cuerpos entrando en contacto, las embestidas, los labios de Dae besando su hombro, unos dedos acariciando su entre pierna, su ego apareció cuando su amante se hundía en un mar de gemidos escapándose por sus gruesos labios.
—Eres tan delicioso, tu piel sabor a canela. —Gimió embistiendo continuamente a su amante. — No llegamos a cinco así que has perdido, pequeño ansioso.
Ambos cuerpos se movían al mismo ritmo, se compaginaban a la perfección ante cada estocada sus gemidos saturaban la habitación, era el inicio de una larga noche, Jae termino manchando la cama mientras el mayor retiraba la protección lanzándola al bote de basura, tenia una caja nueva lista para usarse.
YoungJae se deslizo fuera de la cama dispuesto a preparar el desayuno esa mañana tenia planeado consentir un poco a su amante después de una ruidosa noche, lo escuchaba cantar desde la regadera tenia talento es lo que siempre le repetía, era inmensamente feliz por estar a su lado era la primera relación formal que mantenía con otra persona, encendió la estufa dispuesto ha cocinar algo decente aunque no tenía habilidad alguna para el arte culinario, un ruido capto su atención al momento de voltear un puño cerrado se estampo en su rostro causando que retrocediera y el sartén fuera al piso, trato de ponerse de pie defendiéndose de los golpes, Bang le había enseñado un par de técnicas básicas para defenderse de los bravucones pero en ese instante lo aprendido fue olvidado por la sorpresa generada por el ataque, trato de contestar firmemente la agresión pero el extraño era bastante fuerte lo sujeto por el cabello para arrastrarlo hacia la puerta, DaeHyun salió del baño al escuchar el escándalo había escuchado la voz de su novio avisándole que iba a cocinar en el pasillo lo encontró en el piso siendo pateado por su padre la rabia cegó su cordura se lanzo contra su progenitor dandole un gancho en el abdomen.
—Te dije que te mantuvieras alejado de YoungJae.— Le grito el pelinegro sujetando por el cuello a su padre para pegarlo a la pared.—Quiero que te vayas de mi casa y nunca vuelvas.—Lo volvió a enfrentar mirándolo directamente a los ojos. —No me hagas denunciarte con la policia.
—Vas a dejar a tu padre en la calle por una maldita ramera a quien le abres las piernas para cogértela.— Le contesto enfrentándolo dispuesto a golpearlo, Dae no quería pelear estaba furioso pero era su padre.—¿Qué te ha dado esa zorra para abandonar a tu padre? No puedo creer que me hables de esa manera.
El hombre quedo decepcionado de su hijo debido a que prefería un trasero a la persona que le dio la vida, el ser que cuido de él cuando era niño no tuvieron la mejor relación pero trataban de cuidarse mutuamente, Dae capto esa mirada de decepción le dolía enfrentarse a su única familia pero la homofobia excesiva no era justificable, su padre debía entender que para el amor no existía reglas convencionales sobre genero, raza ni color, con ese distanciamiento trataba de darle tiempo para que se calmará, pensará mejor la situación, ellos volverían a ser el duo fantástico que siempre fueron.
—Eres capaz de acusar a tu propio padre ¿Contesta DaeHyun? .—El hombre lo enfrento lanzando un golpe a su pecho desnudo para alejarlo, Jae se había puesto de pie para alejarse de la escena.— ¿me vas a enviar a la cárcel para que puedas retozar tranquilo con tu puto maricon de mierda.
—Deja de insultarlo, deja de llamarlo de esa manera.—Le enfrento sin soltarlo del cuello, la ira de su padre no se bajaba sino todo lo contrario continuaba elevando hasta ser peligroso.— Lo amo padre ¿Por que no puedes entenderlo?.—El hombre escupió al piso zafando del agarre.— Esto no se trata de ser gay o no, solo es cuestión de amor.
El hombre adulto negó con la cabeza dandole una patada a la pared la decepción se combinaba con la rabia de perder en un solo momento su hogar y su hijo, no era posible que esa aberración existiera, su hijo, su orgullo no podía ser un amanerado, un maldito gay que anda acostándose con otros hombres, eso no era ser macho, ellos estaban para dominar, le asqueaba tocar a su propio hijo, la idea de imaginarlo en la cama con ese chico le enfermaba, estiro el brazo para darle una cachetada a su propia sangre para después mirar a YoungJae que seguía la escena en silencio.
—Maldito desgraciado ¿Qué le haz hecho a mi hijo?. —Bufaba alterado tratando de golpear al pelinegro quien caminaba de espaldas. —Tu eres el culpable de romper una familia, soy su única Familia quien lo protegido cuando su madre nos abandono, tal vez no soy un padre modelo pero he tratado de ver por su bien.—DaeHyun lo sujeto por la espalda impidiéndole continuar. —DaeHyun porque no puedes abrir los ojos y darte cuenta el error que cometes.
El mencionado no dijo nada se mantuvo quieto su corazón estaba dividido entre dos ideas, dos mundos, dos personas, las únicas que en realidad ha formado lazos fuertes, uno representaba su pasado, un su futuro pero ambos no lograban compaginar su presente noto como la respiración de su padre se pausaba, que se calmara no significaba que se rindiera sino todo lo contrario era el preámbulo para una tormenta, un desastre natural.
—Debes elegir.— Le enfrento girando para mirarlo a los ojos.— Yo o tu maldita puta.— DaeHyun abrió los ojos, no tenia la suficiente voluntad para respaldar una respuesta a ese cuestionamiento, era su padre con el que llevaba viviendo toda su vida o el chico que conoció unos meses.— Anda contesta si te crees tan macho, ten el valor para defender a su zorra o el hombre que te dio la vida.
—No puedes hacerme esto siempre he soportado todo por ti, he aguantado palizas de tus enemigos, escuchar como te acuestas con chicas diferentes todas las noches, mentir para que servicios sociales no me llevaran lejos de ti.—Su mirada se puso vidriosa.— Eres mi padre, mi familia y la personas que bien o mal me ha cuidado.—Miro de reojo a YoungJae que miraba perplejo la escena, su labio estaba partido, un hilo de sangre roja bajaba por su cuello llevaba una playera sin mangas así que se notaban los moretones recién hechos.—He hecho muchas cosas por ti padre y esta es la primera vez que te pido que hagas algo por mi, no llore cuando no llegaste a mi cumpleaños, cuando me abandonaste en navidad, nunca te he reprochado nada, sigues siendo mi ídolo, te quiero padre.—Bajo la mirada.—La respuesta es sencilla.
Una sonrisa de autosatisfacción apareció en el rostro del hombre mayor un nudo se formo en la garganta de YoungJae no odiaba la decisión tomada la comprendía, él también amaba a su madre por encima del daño que le causaba, era su madre, no era capaz de alejarla de su vida aun era un crío que necesitaba de la protección de su progenitora, mantenía una clara empatía hacia su novio.
—Tienes 10 minutos para tomar tus cosas e irte.— La voz de DaeHyun resonó por el pasillo.—Si te atreves a tocar a YoungJae otra vez juro que te denunciaré tengo suficientes pruebas para refundirte por décadas en la cárcel.— El tono de su voz era mecánica sin vida, es como si su alma no estuviera dentro de su cuerpo.—Lo lamento padre pero no puedo dejar a YoungJae debes aprender abrir tu mente y corazón a otras personas.
El hombre se giro para salir por la puerta su orgullo no le permitiría quedarse otro minuto bajo el mismo techo que un traidor y su novio marica, azoto la puerta furioso, por un minuto la idea de aceptar esa relación cruzo por su mente pero en el mismo segundo desapareció, era más el odio, el asco, el miedo al que dirán o como juzgaran a su hijos sus conocidos que el dolor mismo de perder a su único heredero, su cabeza hervía por la decepción, la rabia, sus pensamientos eran plagados de acciones negativas, destructivas pero en ninguna de ellas él o DaeHyun eran los objetivos, ese niño llamado YoungJae cargaba con toda la responsabilidad. Daehyun se giro para mirar a su pareja extendió sus brazos para verificar que estuviera bien.
—No te preocupes solo es un golpe podré apañármelas con mi madre.—Hablo seriamente Jae acariciando el rostro del mayor trataba de mirarlo a los ojos pero este se negaba.— ¿quieres que te prepare algo de comer? Voy hacer..
—Quiero estar solo, él no te va hacer daño.— Contesto seriamente dandole un beso en la frente para dirigirse a su habitación.— Lo lamento pero necesito descansar.
YoungJae solo escucho el sonido de la puerta cerrando a sus espaldas en esa guerra no había un ganador todos escapaban con heridas internas.