El cielo negro, lloraba la pérdida de un gran ser humano en ese lugar. Todos se encontraban reunidos en el cementerio ubicado a las afueras de arcadia. Al lugar habían acudido muchos pueblerinos así como la familia real y amigos.
Por pedido de wólfram, Darck seria sepultado al lado de su amado Dailan y su difunta abuela. No había nadie que no lloraba en ese momento, los sollozos de la gente que lo quería inundaba el lugar, Yuri sostenía a su amado wólfram quien no podía creer el final de su amigo. Se culpaba de su muerte al igual que el azabache quien nunca se perdonaría no haber estado allí.
El momento en que bajaban el ataúd, causo conmoción en varios presentes, el doncel y su hija eran apresados por el maou quien lloraba junto a sus amados. La joven lidia y Miriam eran abrazadas por su madre. Mientras que murata decía unas palabras de adiós que no lograban calmar el dolor de los presentes.
Poco a poco todos se fueron retirando, dejando solamente a la pareja real. Quienes estaban por dejar las flores junto a su ultimo adiós.
Yuri fue el primero en acercarse a donde descansaba el peliblanco- espero que seas feliz junto a la persona que amas, este no es un adiós si no un hasta luego- murmuró dejando un ramo de rosas para acercarse hacia su pareja- wolf… es tiempo.
-lo sé- musito con sus ojos rojos de tanto llorar, apenas habían pasado 3 días desde aquello y el no dejaba de lamentarse- ¿puedes adelantarte? Quiero estar a solas… por favor- pidió al ver la indecisión de su prometido
-está bien. Amor… se fuerte- antes de irse beso la cabecera del doncel quien lo miro partir para después enfocarse en la tumba delante de él.
-d-darck- llamo dejando su cuerpo caer en la fresca tierra, mientras sus lagrimas se desbordaban sin pena hacer visto- p-perdóname, s-si yo h-hubiera s-sido más fuerte, sino hubiera escapado del castillo… t-tu nunca, ¡no hubieras muerto!- su vos quebrada sonaba en medio del silencio- ¿Por qué me salvaste? ¡Por que! Sniff… conocerme fue tu desgracia... Perdón. Daría todo por ser yo el que estuviera enterrado allí… Darck, Darck, Darck… no me dejes- suplicaba sabiendo que era inútil. Su amigo ya no estaba allí.
-¿enserio crees que él piensa eso?- cuestiono una vos conocida, haciendo que el rubio volteara algo asustado.
-¡shinou-heika!- nombro limpiándose las lágrimas que descendían por sus mejillas.
-dime mi querido, Bielefeld. Enserio crees que el te recrimina su muerte- volvió a cuestionar en un tono algo serio.
-f-fue mi culpa- respondió sin saber que mas decir.
-se ve que no lo conocías también- estas palabras sorprendieron al menor- el ahora podrá ser feliz. Cumplió con su venganza para poder seguir a su amado… yo creo que él está feliz y quiere que tu lo seas- menciono viendo cómo el contrario miraba la lapida con una pequeña sonrisa.
-t-tiene razón… el me lo pidió antes de irse… Darck. Gracias por salvarme- haciendo una reverencia se marcho al lado de su pareja dispuesto a vivir por los dos. “seré feliz Darck, así que tu también debes serlo… mi amigo querido”
Shinou con confianza se acerco al lecho donde habían sepultado al peliblanco- tu ya has pagado el precio de tu felicidad solo espera…. Falta poco para que seas feliz- musito desapareciendo del lugar mientras leía la escritura en su lapida:
“aquí yace un amigo, un hermano, una persona que con su carisma y buen humor se gano el corazón de muchos que lloramos su partida.
Mi querido amigo, se feliz al lado de quienes amaste en vida. Que nosotros esperaremos el día en que nos volveremos a ver.
Hasta pronto, Darck Vazquet”.
******** 2 meses después************
El día tan esperado para muchos había llegado. Todas las sirvientas y soldados corrían de un lado a otro. Con cada minuto la unión mas deseaba por el reino entero se acercaba.
En las afueras del templo. Un joven azabache caminaba como león enjaulado de un lado a otro. Pensando en banalidades para tranquilizarse. Todos quienes pasaban se quedaban mirando la escena aunque admitían que se veía sumamente apuesto con ese traje negro de smoking y su cabello algo largo peinado hacia atrás de forma sensual.
-su majestad, es mejor que se calme- pidió conrad riendo por dentro.
-¡¿cómo quieres que me calme?! En unos minutos me caso ¡me caso! No es cualquier cosa… ¡¿y si wólfram huye con un apuesto rico?!- grito el maou atrayendo la mirada de los invitados a él.
-jaja papa eso no pasara- menciono Greta acercándose, calmando el corazón de su padre adoptivo- yo tengo a mi hermanito. El no se iría sin el- comento como si nada mientras mecía en sus brazos al pequeño doncel quien traía puesto un hermoso traje blanco.
-ahh ustedes dejen de asustarlo- reprendió murata llegando a donde su amigo el cual estaba en un trance- ¡shibuya!
-¿eh? ¡¡ahh!! ¿Qué?
-concéntrate. Tienes que entrar en el templo. Ha llegado la hora- aviso con una sonrisa al ver a su mejor amigo en esas condiciones.
-¡sí! Ahh que nervios... Conrad deja de reírte- amenazo callando a su futuro cuñado- vamos. Antes de que termine calvo- pidió entrando al templo.
Murata junto con a la madre de Yuri se encargaban de acomodar a los invitados. Mas con cada minuto los nervios del azabache estaban a flor de piel.
-hijo es mejor que dejes de dar vueltas, o harás un agujero en el piso
-¡padre! No me pida eso… ¿Dónde está wólfram? No lo eh visto en todo el día- menciono mirando con necesidad la puerta mientras su hermano y padre le hacían compañía
-yuu-chan ¿estás seguro de esto? ¿No te están obligando?- cuestiono seriamente shori, deseando sacar de ahí a su hermano.
-¡shori! No digas eso. Me caso porque amo a MI prometido además nuestro hijo merece crecer al lado nuestro como dios manda- respondió seriamente pero con un brillo de ilusión en su rostro.
-entiendo, te deseo que seas feliz- susurro antes de retirarse con su padre a sus asientos.
-por favor. Tomen asiento. La ceremonia está por comenzar- aviso el gran sabio haciendo que todos tomaran sus lugares correspondientes.
Por un segundo el silencio predomino en el templo. O eso fue hasta que las dos puertas de maderas se abrieron dejando apreciar a un Ángel siendo llevado hacia el altar por su tío waltorana.
-“bishonen”- pensó por segunda vez Yuri al ver a su casi esposo. Wólfram lucía un traje militar blanco conformado por unos pantalones ajustados a sus esbeltas piernas. Y un saco del mismo color que caía grácilmente en sus hombros haciéndolo ver más deseable. Su conjunto era sostenido por un cinturón ajustando su pequeña cintura. En el cuello llevaba un hermoso collar de correa color jade y lucia una boina militar azul cielo con detalles blancos… un Ángel sin lugar a dudas.
Nadie podía apartar la mirada del doncel que entraba. Algunos lo miraban con cariño. Otros con deseos mientras que otros con resignación al saber que esa belleza ya tenía dueño.
-… nervioso sobrino- cuestiono en voz baja el gobernante de Bielefeld.
-sí. Mucho- respondió apretando el agarre en el brazo del mayor- pero estoy seguro de esto.
-… se feliz, te lo mereces- murmuro antes de llegar con el azabache quien seguía anonadado ante la visión que le brindaban- más le vale hacerlo feliz su majestad- advirtió pasándole la mano de su sobrino.
- lo hare hasta mi último aliento- respondió sin apartar la mirada de su prometido quien sintió sus mejillas arder.
-se que lo hará- sin más se retiro a sentarse en su lugar correspondiente.
-luces hermoso- comento Yuri colocándose en sus lugares mientras murata lo veía mal por hablar.
-estamos aquí reunido. Para unir la vida de dos seres que se aman con todo el corazón. El día de hoy, no solamente unirán sus cuerpos y vidas sino que también sus almas serán una sola. Bajo la bendición de shinou, yo les pregunto Yuri shibuya, wólfram von Bielefeld. ¿Están seguros de esto?
-si, lo estamos- respondieron ambos al tiempo que sus manos se entrelazaban discretamente.
-por favor prosigan con sus votos- con la mirada murata les indico que podían comenzar.
-… yo wólfram von Bielefeld, tomo por esposo a su majestad Yuri. Juro amarlo con todo mi ser hasta los últimos días de mi existir. Sé que el destino nos deparara muchas pruebas pero si estoy contigo nada me importa- el rubio tomo la mano de su pareja colocando un anillo en el dedo anular, mientras que Yuri lo miraba con ganas de besarlo ahí mismo.
-es tu turno shibuya- menciono murata al ver que no hablaba.
- yo, Yuri shibuya tomo a su excelencia wólfram como mi consorte real, pero mas importante como la persona con la cual compartiré esta y las vidas que siga. Porque si de algo estoy seguro es que ni la misma muerte podrá separarnos- sentencio colocando el anillo a su pareja. Quien estaba llorando por lo oído.
-en tal caso lo que aquí se ha unido, nadie podrá separarlos, los declaro consortes reales, shibuya puedes besarlo- todos los presentes aplaudieron mientras las madres y algunos presentes lloraban conmovidos. Mas esto no fue visto por los ahora esposo quienes apenas mencionaron eso, tomaron posesión de los labios ajenos en un beso lleno de amor.
-¡vivan los novios!-gritaron los invitados haciéndolos separar ambos sonrojados. Sabían que ese sería el inicio de su nueva vida junto.
``````````````````````````````
La fiesta fue hermosa, “la mejor del siglo” según cheri-sama. Todos los invitados quedaron impresionados ante la elegancia y belleza del salón, los arreglos florales y el GRAN pastel de 15 pisos. Pues el consorte real no tendría un pastel de bodas menor al del rey Francis.
El sol se oponía en las montañas, dando paso a la noche. Toda la velada la pareja de recién casados bailo sin despegarse, Greta presento formalmente a Rinji quien pidió su mano en matrimonio. Miko y cheri-sama se encargaron de cuidar al pequeño Dailan el cual era una belleza según todo el reino entero.
La velada estaba por finalizar, los invitados bebían bailaban y se divertían sanamente, todo el mundo estaba tan metido en sus asuntos que no vieron cuando el doncel ahora consorte real se llevaba jalando de la corbata a su amado esposo.
``````````````````````````````````
Por los pasillos del castillo, una pareja de recién casados se dirigía a su habitación mientras se comían a besos, sin importarle tropezar con todo a su paso. La lengua de Yuri paso de la cavidad bocal al exquisito cuello de su amante mientras este le jalaba la cortaba para despojarla de esa prenda.
Por fin habían llegado a su destino: la habitación real. Ambos quedados asombrados al verla tan distinta. El lugar entero estaba iluminado por velas mientras la luz de la luna se colaba por la ventaba, en la cama había un corazón de rosas mientras en el suelo globos rojos metalizados les daba un toque tierno.
-es hermoso- murmuro wólfram viendo el resultado del trabajo de su madre y suegra.
-mi amado esposo. ¿Me permite proseguir?- cuestiono pícaramente el azabache, mas el rubio estaba decidido hacer algo inolvidable esa noche.
-sí, pero… ponte cómodo ahora vuelvo- dejando algo confundido a Yuri el rubio corrió hacia el baño.
-bueno- sin más que hacer opto por sacarse los zapatos y camisa dejando su negro pantalón sobre su piel. A decir verdad su amiguito ya estaba algo despierto solamente con esa sección de besos franceses- ya tardo- murmuro a los 10 minutos de espera-¿wolf? ¿Estás bien?- cuestiono dispuesto a levantarse de la cama, mas antes de hacerlo la puerta se abrió dándole un flechazo directo a su entrepierna, por la visión otorgada.
-¿te gusta?- cuestiono dando una vuelta mostrando su cuerpo adornado por un corto negligé el cual era blanco corto hasta los muslos. Con tiras de encaje. En las piernas usaba dos medias negras que eran sostenidas y adheridas a la trusa con unos tirantes, obviamente todo esto fue un regalo de las madres.
-¿que si me gusta?- el azabache se levanto lentamente, caminando hacia su pareja, para atraerla a sus brazos posesivamente- mira como me pusiste- con un movimiento de las caderas restregó su evidente erección contra la virginidad del menor.
-mhg. Creo que tendremos que hacer algo al respecto, su majestad- contesto juguetonamente mientras se hincaba en el suelo quedando frente a la erección del mayor.
-mgh ahh wólfram- el rubio tomo el falo sacándolo de su espacio. Para comenzar a masturbarlo lentamente, mientras miraba a los ojos de su esposo- no juegues-ordeno el rey mandándole una mirada de deseo puro.
-ah sí es una orden de su majestad, tengo que obedecer- el doncel abrió su pequeña boca, sacando su cálida extremidad, con la cual lamio todo el largo del falo. Causando descargas de placer en el rey. Sin dejar de lamer y chupar, el rubio masajeaba entre los testículos provocando pequeños gruñidos en su pareja.
-mgh eres muy bueno- no era la primera vez que el rubio le hacia una felación, pero esta vez se estaba ganando el premio al mejor uke- mételo en tu boca amor, no querrás hacer enojar a tu rey ¿Verdad?
- como ordene su majestad- sin decir nada mas el rubio engullo el miembro ajeno sosteniéndolo con sus labios mientras bajaba y subía por el largo del falo. Y su lengua se encargaba de recorrer todo el ancho del mismo. Los gemidos y jadeos del mayor acompañado de esa mamada, hacían que el miembro del rubio despertara en todo su esplendor.
-agh ¿ashig mhi rhey?- cuestiono sin sacar el falo de su boca.
-ahh wolf, ya no aguanto- con cuidado saco su intimidad de la boca ajena, para tomar al menor de la cintura y aventarlo en la suave cama.
El azabache se coloco sobre el menor, el cual estaba boca abajo. Colocándose sobre su cuerpo, mientras frotaba su gran erección, dura y mojada sobre los glúteos del menor quien gimió altamente al sentir esa dura parte.
Las manos de Yuri se introdujeron en la prenda intima, tomando la virginidad de su pareja, comenzó a masturbarla lentamente, haciendo que su rubio mordiera la almohada en un intento de descargar el placer que sentía en el momento.
La lengua del moreno, mordía y chupaba el cuello blanco de su esposo. Mientras seguía en su tarea de atender la entrepierna del mismo. Cuando sintió que el mismo pre semen de su pene dilato la entrada del menor. Le envió una mirada cómplice al mismo pidiendo permiso para proseguir. Recibiendo una afirmación.
Con cuidado de no lastimar a su pareja, Yuri introdujo dos de sus dedos expandiendo la dilatación anal del menor. Sin lastimarlo estiro la piel mientras introducía la cabeza de su miembro haciéndolos jadear a ambos. Sin poder soportarlo, de una sola estocada introdujo su virginidad de una sola vez.
-¡ahhh! Mgh… Y-Yuri. Ma-marcame como tuyo
Un beso obtuvo de respuesta seguido de varias estocadas, certeras a ese punto que hacia enloquecer al menor. El pene de Yuri se movía dentro de sus paredes provocando que perdiera la cordura, los testículos ajenos chocaban contra los glúteos produciendo un sonido sumamente erótico.
Jadeos y gemidos acompañados del nombre ajeno salían de ambos, wólfram mordía su almohada mientras sus caderas se movían contra el colchón manchándolo con su pre semen. Todos los sonidos, aromas, palabras hacían de ese encuentro único. Como en cada ocasión que se entregaban.
Yuri tomaba con posesividad al menor, sus manos manoseaban los glúteos del rubio sin ninguna vergüenza. De su boca salían gruñidos y palabras sucias que prendían la pasión entre ambos.
Sin poder evitarlo, en una estocada profunda wólfram descargo todo su esencia en las sabanas, provocando que sus paredes se estrecharan y apresaran el falo en su interior que no tardo en venirse ante la contracion.
El cuerpo agotado del menor cayó sobre su esposo en un intento de reponer su energía. Sus respiraciones eran agitadas pero aun así no les impidió apoderarse de los labios ajenos en un tierno y lento beso. Cargado de sentimientos.
-Yuri- llamo el rubio mientras se acomodaba en los brazos de su pareja.
-¿Qué paso amor?- cuestiono algo preocupado, pero al ver la sonrisa de su pareja relajo sus músculos.
-¿no crees que Yuren es un lindo nombre para un varoncito?- pregunto jugando con sus dedos en el pecho del azabache.
-si es lindo ¿por?- si algo no había cambiado en Yuri es que podía ser extremadamente estúpido cuando se lo trataba.
-ahh- llevando una mano a su frente en signo de resignación, se acerco al oído de su pareja- por que pronto habrá otro bebe en el palacio.
-¡¿ehh?! Eso significa- los ojos del moreno viajaron al vientre del menor quien asintió al ver lo que suponía- ¡¡seré papa!! Un segundo bebe- sin poder contener su alegría abrazo a su pareja llenándola de besos.
Ambos sabían que ese sería el inicio de una nueva vida junto a su pequeño Dailan y el bebe en camino. Mas el destino siempre es muy caprichoso
``````````````````````
Los años pasaron, mas rápido de lo que muchos quisieran. Aunque con ellos muchas cosas cambiaron, el amor de la pareja no disminuyo ni un poco sino que al contrario aumento conforme al paso del tiempo.
Entre esos cambios estaban el que ahora la familia real contaba con dos hijos, Dailan y su hermano menor Yuren, quien a pesar de contar con tan solo 15 años, poseía un porte y seductor dignos de un rey, su cabellera negra era acompañada por unos hermosos ojos jade que conquistaban a quien se le pusiera en frente, su única excepción: kenry.
Este a sorpresas de muchos, era el hijo de shinou y murata. El pequeño de 15 años un par de meses menor a Yuren. Poseía una astucia e inteligencia como sus padres que le hacían inmune a las palabras de cortejo de su futuro rey. Su cabellera rubia oro, atraía a muchos nobles que buscaban seducirlo, mientras que sus ojos azul zafiro casi negro acompañados de unos lentes le hacían ver tan inocente que shinou temía se lo fueran a robar.
Con el paso del tiempo, muchas cosas cambiaron, pero el mayor de todos estaba por venir.
````````````````````````````
En reino apartado de shin mazuko, reinado por mazukos de sangre pura. Un joven de 16 años miraba su ventana añorando algo que desconocía. Desde que tenía uso de la razón le hacía falta algo en su vida pero ¿qué?
-¿hijo? ¿Estás despierto? Necesito hablar contigo- cuestiono su padre interrumpiendo sus pensamientos.
-padre, pasa ¿ocurre algo?- cuestiono el menor, cerrando la ventana
-necesito que alistes tus maletas, haremos un viaje- aviso el hombre algo afligido en su mirada, no quería hacer lo que le pidieron pero era una deuda por saldar.
-¿viaje? ¿A dónde vamos?-cuestiono el menor algo confundido. Nunca había salido del reino o palacio.
-… iremos a shin mazuko
````````````````````````````
En el salón principal se encontraban todos reunidos a petición del antiguo rey shinou. Al parecer daría a conocer una noticia importante y quería que la familia real estuviera ahí sin excepción.
En uno de los sillones, wólfram y Yuri esperaban la llegada de los demás, el moreno no había cambiado demasiado. Su cuerpo y vos se habían desarrollado pero conservaba esa mirada seductora que lo caracterizaba mientras que wólfram, seguía demasiado joven, su cabellera rubia era sostenida por una trenza mientras parte de su cabello caía grácilmente por su rostro.
En el otro extremo del salón estaban Yuren y Dailan divagando sobre temas sin importancia, el mayor ahora poseía 16 años su belleza era digna de admirar, además de su gran corazón y carisma que enamoraban a cualquiera, mientras su hermano era un don Juan, le gustaba ver como la gente lo alagaba y deseaba. Ambos eran completamente diferentes pero aun así su lazo de sangre los hacía inseparables.
-¿y quién fue esta vez?- cuestiono Dailan haciendo énfasis a la zona roja en su rostro, debido a una bofetada.
-mm ¿liza? O era ¿leila? Ah como si importara- respondió el peli negro alzándose los hombros.
-¿Qué le hiciste?
-la deje, hablaba demasiado, era aburrida y sin chiste “que si los zapatos” “que somos la mejor pareja” “¿cuándo nos comprometeremos?” ¡ja! Comprometerme ¿yo? ¡Estaba loca!- respondió rodando los ojos.
- si sigues así nunca te enamoraras de verdad- el rubio estaba preocupado por su hermano, sabía que este le gustaba jugar con donceles o chicas, nunca los tomaba enserio, aunque no le parecía no podía meterse en su vida.
-¿enamorarme? Eso nunca va a pasar, eso de pasar el resto de mi vida con una sola persona no va conmigo y punto- sentencio dando por terminada la plática.
- pero...- antes de poder decir algo mas se abrió la puerta, mostrando al gran sabio acompañado de su hijo- ¡kenry!- le llamo, después de todo era su mejor amigo.
El joven al oírlo llamar, le aviso a su “madre” que iría con ella, mientras esta se dirigió con su amigo y consorte.
-¡Dailan! Lamentamos la demora- respondió cordialmente el joven rubio menor mientras ignoraba olímpicamente al menor de los shibuya.
-yahoo. También existo- indico el pelinegro sofriéndole pícaramente.
-buenas tardes su excelencia, como te decía Dailan, mi padre está por llegar- y como si fuera adivino, en ese instante por las grandes puertas se mostro a la figura que invoco la reunión- ¡padre!- el joven doncel, no dudo en acudir a los brazos de su progenitor el cual lo abrazo sobre protectoramente.
-mi niño, espérame con Dailan. Necesito dar un aviso- pidió despeinando al menor el cual asintió, retomando el lugar junto a su amigo.
-¿para qué nos citaste shinou?-cuestiono Yuri levantándose del sillón.
-¿Qué pasa mi elegido? A caso olvidas que tiene tienes una deuda conmigo. Es hora de pagarla
Ante lo escuchado todos se levantaron asustados. Dailan sabía muy bien a que se referían, wólfram y su esposo temía a las palabras del mayor. ¿Cuál sería el precio?
-entiendo- respondió Yuri dando un paso al frente- ¿Qué es lo que quieres?-como si la pregunta le hubiera complacido, sonrió ampliamente esperando que el menor le preguntara eso.
-… tranquilo, es algo simple- nadie confiaba en sus palabras, conocían muy bien esa sonrisa- el día de hoy Dailan shibuya von Bielefeld, quedara comprometido con el primogénito de Vanker, el reino vecino. Convirtiéndose así en su consorte real.
-¡¿Qué?! ¡Está loco! ¿Quiere casar a mi hijo con un desconocido! ¡No!- exploto wólfram histérico ante la idea.
-shinou pídeme cualquier cosa menos eso- pidió el moreno apoyando a su pareja.
-ya he tomado mi decisión, ese matrimonio. No solo unirá los reino sino que también el linaje mazuko. Esto es por el bien del reino- sentencio el mayor.
-acepto- Dailan, se adelanto a sus padres, sabían que ellos nunca lo entregarían- esto es parte de mi deber como príncipe, estaré bien padres. Este precio es poco a comparación de poder haberlos conocidos- el mayor de los shibuya estaba convencido de sus palabras aunque por dentro tenía miedo.
-muy bien me alegro que estén “de acuerdo” porque ellos ya están aquí- indico el mayor sin darles tiempo asimilar la noticia. Las puertas se abrieron dejando pasar a dos reyes, quienes se les veían igual de afligidos que la pareja real.
La mujer poseía una belleza extravagante, sus ojos color ámbar, su cabello rubio cenizo. Mientras su esposo era de cabello castaño claro y ojos azules.
-buenas tardes – saludaron ambos reyes- hijo, ven. Tienes que presentarse ante tu prometido- pidió el mayor haciendo que en la sala entrara un joven que dejo a más de uno en un profundo shock- el es nuestro hijo: Darck vanker.
-un gusto- respondió el menor de cabello blanco como la nieve y ojos amarillos como el sol.
Un segundo, basto para que las miradas de Darck y Dailan se cruzaran despertando esos sentimientos que tenían guardados.
`````````````
El futuro es imprevisto, el amor puede renacer en cada vida buscando a su amado para volver a unirse.
Un amigo que volvió a ver aquel que perdió por azares del destino.
Un rey que lo planeo todo.
Amores y conquistas, pero todo eso… es otra historia
Fin ***********