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L’Amant por ritsuka10

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Nuevamente observó un extraño techo después de enfocar la vista reconozco el tapizado que decora la nostálgica habitación trató de moverme pero unos brazos rodeándome por la espalda detienen mis actos, un aliento golpea mi oreja, mi espalda desnuda toca un pecho logró percibir los latidos de un corazón que descansa sería un acto trascendental si ese hombre estuviera despierto no detuvimos nuestra insaciable hambre hasta el amanecer, siendo honesto no creo ser capaz de ponerme de pie temo que mis muslos sean incapaces de sostener el peso del cansancio, trato de comprimir mi fisonomía para encajar más en esos egoístas cadenas que me atan a la sabanas blancas, es tarde porque hace una hora el extraño apago la alarma, su teléfono no ha parado de sonar razón por la cual le quito la pila, es un hombre en toda la extensión de la palabra ¿Es posible que dos personas puedan tener sexo de la forma que hemos tenido? ¿Si las personas somos cada vez más perversas el infierno dedicado a la lujuria en la travesía de Dante será suficiente? he acumulado un sin número de ofensas a las creencias tradicionales pero desde el momento que conocí a este sujeto las he superado con creces.   

—¿Te duele algo?.—cuestiona el hombre de cabellos negros mientras pega más su cuerpo, sus manos vagan por el blanco pecho del menor.— ¿te lastime?  Siendo honesto nunca fui tan salvaje pero tu me conviertes en otra persona.—Confesó girando el rostro de su pareja para mirarlo de frente, mordió su labio inferior.— Eres tan bello, tan hermoso que temo no seas real. 

—Tal vez no sea un ángel sino un demonio que ha venido a incitarte a cometer los peores pecados carnales existentes.— Le contesto con dulzura besando sus labios mientras sacaba los brazos para rodearlo del cuello.— Sospecho que tu jefe va regañarte si llegas tarde.—Sus mejillas se tocaron, se rozaron.— No quiero causarte problemas.

YongGuk se perdió en esas orbes castañas, ese no era él, esa imagen dibujada en aquellas cuencas transparentes, YongGuk nunca faltaba, no se perdía una reunión, no dejaba de contestar las llamadas, no evadir el mundo, responsabilidades, ni deberes, era un cabal caballero que seguía las normes establecidas en las etiquetas que sus padres le agregaron cuando nació, vivía para incrementar la fortuna de la Familia Bang, su objetivo era volverse más poderoso conquistar Asia llenar de honor a sus antepasados pero no, no, esa mascara desaparecía cuando aquellos extraños labios rosas lo llamaban, era un simple hombre cegado por la obsesión de una piel, encaprichado por las facciones de una muñeca descompuesta, una perfecta artesanía. 

—Soy el jefe en ese lugar nadie tendría el valor de reprender mi actitud.—Contestó enredando sus piernas en las largas de su amante.— Que sea bueno contigo no significa que lo sea con otras personas, tú eres diferente.— Lo apreso fuertemente de las caderas.— Mi precioso tesoro. 

—Entonces no salgamos todo el día de estas sabanas temo que si te vas muera de frío.— Le  susurro sensualmente escondiendo el rostro en ese grueso cuello.—Aunque hablamos mucho mientras tenemos sexo creo que no nos hemos presentado correctamente.— Una inocente apareció en su rostro—He leído los diplomas así que tu eres YongGuk.— Sus narices se tocaron, juguetearon.— Mi nombre es JunHong Choi aunque me puedes llamar como desees, tú eres quien ha pagado.

Bang beso los delgados labios de su compañero juraba que algo dentro de su cuerpo explotaba constantemente causando fuegos artificiales que cosquilleaban su vientre, eran como alas arañando su piel aunque sus cuerpo estaban desnudos y percibían el calor contrario no deseaban volver la caricia en una tonada carnal, les agradaba compartir su calidez, fusionarse, ambos creían que a veces esa capa de celular les estorbaba para complementarse más profundamente. 

—JunHong me gusta, es un agradable nombre no sé porque debería llamarte de otra manera.— Cerró los ojos al percibir como el aliento del contrario golpeaba sus clavículas.— ¿No hay problema con tu familia que te quedes fuera de casa? .—Jun apretó los labios gesto que no paso desapercibido por el mayor.— Lo siento si toque una fibra delicada no quiero importunarte. 

—No te preocupes hace muchos años que he aprendido a sobrevivir solo. —Habló honestamente sumergiéndose en el aroma que desprende de ese cuerpo tibio.—Mi padre no aceptó que su querido hijo fuera un marica y ahora menos se sentiría orgulloso de saber que me vendo al mejor postor.—Extrañamente el menor quería ser honesto  por primera vez gritar las palabras que se ahogaban en su garganta.— Nunca habías estado con un hombre ¿Verdad? sé que te sorprendiste cuando me quite la peluca.— Bang asintió mientras sus dedos acariciaban aquella espalda de mármol con parches rojizos.— Eres muy bueno, temo que no podré caminar.

El castaño levantó la vista para besar una barbilla morena su lengua se deslizo hasta llegar a la comisura de sus labios, nuevamente se encontraron inmersos en un desesperado beso, Bang se colocó encima de su presa para arrinconarla entre las almohadas acercó su boca, comenzó una esparcir castos besos por cada rincón de esa máscara de porcelana, Jun creía haber muerto esa noche en ese callejón de mala muerte, en esa asqueroso lugar donde se escondía de proxeneta ahora se encontraba en el cielo, no sabía porque tuvo acceso al paraíso cuando acumulo un sin número de faltas que ofendieron a cualquier Dios. 

—No creo que sea un buen plan quedarnos dentro de estas cuatro paredes mejor vamos al centro comercial.—Habló cerrando los ojos para dejar descansar su mejilla en el pecho desnudo del castaño.—Ayer compre te algo de ropa pero es conveniente que vayas tú a seleccionarla.— Sus manos acariciaban los brazos que lo rodeaban.— Temo que si seguimos de esta manera te haré mucho daño.

El pelinegro saltó fuera de la cama para invitar a su compañero acompañarlo, Jun al tratar de ponerse de pie sus rodillas lo traicionaron así que su comprador tuvo que sostenerlo de la cadera para que no cayera sus mejillas se sonrojaron, ¿Qué se necesita para que dos personas pierdan el pudor ante la desnudez del contrario?  ¿Confianza? ¿Deseo?, tal vez, ¿Amor? la respuesta depende de cada individuo de sus perjuicios, de sus creencias, para Bang solo bastaba la confianza en si mismo nunca anhelo lascivamente ver la piel expuesta de sus anteriores parejas todos los moldes eran similares, no despertaban la perversión ni la curiosidad para JunHong ese acto se volvió mecánico, sin chiste, a veces odiaba ser observado como un objeto puesto en una vitrina para ser devorado por animales cegados por el deseo, por primera vez le fascinaba ser objeto de estudio porque el contrario no lo hacía con morbo sino era una sensación diferente, distinta era como un orgulloso lobo merodeando a su presa, una que buscaba ser comida, Bang lo cargó en los brazos para llevarlo a la bañera.

 

Jun quedó sorprendido al ver a su compañero usando esa ropa, sus pantalones de mezclilla rotos con una chamarra negra y el gorro cubriendo su cabeza, abrió los ojos denotando su incredulidad ante tal outfit, era diferente al hombre que una noche llego a dormir a su lado. 

—¿Que sucede? .—Pregunto intrigado acercandose al chico par tomarlo por la cintura para unir sus labios.—Te quedo perfecta la ropa pero quiero conocer tu estilo.

—Es raro verte con esas prendas los trajes te hacen ver más imponente ahora luces como alguien normal.— Confesó recibiendo un pellizco en su mejilla izquierda.— El traje te hace lucir más sexi pero  me gustas uses lo que uses.— Soltó una risa cuando sus labios fueron atacados salvajemente.—El vago YongGuk parece peligroso y me gusta vivir al limite.

La pareja salió del departamento para dirigirse al estacionamiento donde subieron a un auto último modelo, el castaño miraba fascinado la ciudad cuando pasaban por una calle concurrida las personas volteaban a ver la carrocería de ese Porsche de última generación agradecida que los vidrios fueran polarizados porque se sonrojaría ante aquellas curiosas miradas,  cuando se detuvieron en un semáforo se acercó al mayor para besar la comisura de sus labios llevaba un par de minutos en no probarlos, JunHong usaba un pantalón de mezclilla, una camisa blanca y una chaqueta gris con mangas rojas de igual manera llevaba una bufanda de color en su cuello para cubrir un poco los mordiscos que su amo había dejado marcados, el auto arranco cuando la luz fue verde Jun volvió la vista al camino pero su mano fue atrapada por la del mayor ese contacto despertó ciento de ramificaciones eléctricas en su vientre.

—Me fascina la música que tienes ¿Eres producto o algo asi ? escuche que tienes muchos demos aunque la letra no es tan buena.—Habló honestamente llevo la mano libre a sus labios no quería incomodar a su cliente.—Lo siento, no quise ofenderte.

—Eres la primera persona que me lo dice sin tacto eres brutalmente honesto y eso me agrada mucho.—Llevo la mano del menor  a sus labios para besarla.—Traté de ser creador de música pero mis letras son un asco así que me retiré ahora administro la empresa de la Familia para eso no se necesita mucho corazón solo tener mano dura.—Confesó era increíble la forma que podía hablar sin tener miedo de ser juzgado.—Sino tuvieras que dedicarte  a esto ¿Qué te gustaría ser?  ¿Cuál son tus sueños?

El castaño llevo el dedo a su barbilla llevaba varios años sin tener esperanza sin sentirse con el privilegio de soñar, de imaginar otra vida, un futuro, se removió nervioso no quería pensar en un futuro que nunca tendría ¿para que crear castillo? si después se derrumban como los hechos en la arena tarde o temprano las olas del mar los desaparecerán, los volverán polvo y nadie los recordará, tener fantasías, expectativas, solo hiere a los seres humanos, la esperanza es un cáncer que deja sin aliento a una sociedad.

—No sé, creo que tener tanto sexo ha borrado mis sueños.—Habla tratando de ser gracioso pero no, no era un chiste su sittuación era una patética existencia lo que vivia.— No quiero soñar con aquello que nunca tendré.

—Podría ser tu Sugar Daddy.—Jun levantó la ceja cuestionando ese termino.—Son hombres que les pagan a chicas mientras ellas ofrecen servicios de compañía, no solo es sexo sino sirven como “novias”  si yo pudiera pagarte un sueño ¿Cual sería?.—El auto se dirigió al sótano del centro comercial donde se estaciono.— Si el contrato que tenemos por una semana se extendiera a un tiempo indefinido ¿Qué aspirarías ser?

La pregunta se quedo en el aire para que el menor la analizará no le desagradaba sino todo lo contrario era como seguir el guión de la película que Julia Roberts protagonizo hace muchos años antes, JunHong quiso reírse de si mismo cuando esa idea cruzó su mente la vida no es tan simple como los productores la muestran en sus Blockbuster, los sentimientos son complicados, bizarros y enfermos, Bang abrazó por la espalda al chico colocando la barbilla en su hombro parecía no importarle que las personas giraran a verlos, Jun bajó la cabeza sus mejillas se pintaban rojas, se tranquilizo cuando sintió una boina en su cabeza agradecido el gesto, la pareja caminó por el centro comercial para ingresar a un negocio donde vendían ropa de etiqueta y lujo una empleada se acerco a atenderlos.  

Sus labios se encontraban nuevamente inmersos en una guerra de poder el menor con su vasta experiencia anhelaba doblegar a su amante que siendo un inexperto pero con carácter fuerte no se dejaba dominar, sus caderas rozaban peligrosamente, sus evidentes excitaciones se acariciaban debajo de la ropa que poco a poco se volvía más justa, molesta e indeseable, ¿Cuál es la linea que  separa del instinto animal a la lógica humana? en ese preciso  momento ninguno de los dos podía pensar claramente, las voces provenientes fuera de ese minúsculo cuarto eran alarmas recordándoles el lugar donde se encontraban, reglas morales establecidas que no debían romper sino querían ser acusados de inmorales.

—Si nos descubren será un escandallo.—Susurro extasiado el menor tratando de alejar a su pareja.—Solo te pedí que me pasaras un pantalón no que vinieras a verificar como me queda.— Su cuello sufrió las consecuencias de detener el beso.— No quiero que tu nombre se ve afectado en un evento de esta índole.

—Nadie va decir algo, no se los permitiré, tú tienes la culpa por ser tan perfecto, tan aperitivo.— Sus manos se deslizaron dentro de los pantalones del chico para acariciar su entrepierna.—Dices que me detenga pero no dejas de rozar tu cuerpo con el mío.—Se acercó a su oído, las mejillas de Jun se pintaron color carmín mordió su labio inferior impidiendo que extraños sonidos escaparan de ellos.—Mi pequeño pervertido tu boca dice no mientras tu cuerpo no dejar de rogar por que lo toque.—Sus dedos fueron desabotonando la camisa.—¿A quien debo escuchar?

JunHong abrió las palmas de sus manos para rasgar el tapiz de la pared que se encontraba a su espalda, no sabía que contestar nunca había ido a esos elegantes centros comerciales ni había paseado con una pareja, mucho menos había tenido sexo en lugares públicos su vida se basaba en dormir en diminutos cuartos de hoteles de mala muerte durante el día mientras por las noches vagaba por callejones donde los drogadictos, vagabundos y prostituíos recorren con la esperanza de ganarse un centavo, no se opuso dejó que ese extraño lo acariciará, lo besará, ¿Qué ganaba con negarse? no siempre fue condescendiente con sus clientes de hecho llego a pelearse con algunos cuando lo obligan a degenerar más su condición como ser humano, aunque después el castigo por su proxeneta era peor pero deseaba ser dominado por YongGuk, cumplir cada uno de los caprichos de ese niño grande.

—¿Señor están bien todo?.—La voz de un hombre detuvo los actos de la pareja seguido por un golpe a la puerta del probador.— Solo una persona puede estar dentro del probador por favor respeten las reglas del establecimiento. 

—Estamos bien.—Contestó Bang con voz de ultratumba que congeló la piel de Jun, no lucía contento, ni amable, se separó para arreglar sus ropas.—No debe recordarme las normas de mí propio negocio.—Guk abrió la puerta para salir y enfrentar al sujeto a sus espaldas una empleada que los atendió se encontraba.— Me puedes traer la chaqueta negra del probador principal, lo camisa blanca y los jeans azul marino de la esquina, dese prisa en lugar de acusar a sus clientes debería atenderlos mejor.— Bang se bajo la gorra de la chaqueta para mostrar su rostro.—¿No lo cree gerente?

El hombre no tardo en reconocer al extraño, afirmó con la cabeza regañando a la pobre chica para que continuara con su trabajo mientras se disculpaba con el dueño del almacén después de unos segundos JunHong mostró su rostro detrás de la puerta había escuchado la manera tan cruel como se dirigió a sus subordinados, su voz era la de un capataz latigueando a los perezosos obreros que cansados los obliga a continuar, era como si dos personas vivieran en el mismo cuerpo.

—Nosotros tuvimos la culpa.—Dijo tranquilamente entrelazando su mano con la del mayor.—Ellos no tienen la culpa de que estuvieras caliente y quisieras abusar de mi.—Se acerca  a su pecho para besar su barbilla.— Soy un pobre e indefenso conejo en las garras de un salvaje lobo.—Bang emitió una sonrisa por la voz falsa que imita el castaño.— Debo admitir que fue excitante verte ser el chico malo de la historia.

—Te lo dije antes a que sea amable contigo no significa que deba serlo con el resto de las personas, tu eres especial.—Le dio un rápido beso en los labios.— Deja de tentarme con esa pretenciosa mirada.—EL carraspeo de una garganta captó su atención.—Déjelos en el sillón no quiero que nos siga ayudando en verdad es un estorbo su presencia. 

La chica dejo las prendas en el sillón para salir corriendo, Jun le dio un ligero codazo al hombre continuaba sorprendido de la manera tan fría que trataba al resto de los seres vivos, es como si no tuviera alma o sangre en el cuerpo trato de mover sus dedos pero recordó que estaban entrelazados a los de ese hombre, el tacto era tibio una extraña corriente lo electrificaba, se giro para tocar sus labios, lo beso dulcemente tal vez él era una muñeca rota mancillada por asquerosos y sucias manos pero anhelaba calentar ese corazón, su instinto le gritaba mantenerse de esa manera al hombre, compartir un poco de la luz que todavía lograba mantener en su pecho. 

—Vamos a ver las gorras quiero un par.—Acomodo el gorro del hombre.— Necesito ropa interior aunque contigo a mi lado no duré mucho puesta.—Ambos se sonrojaron, sus labios se volvieron e encontrar.—También muero de hambre, wow en la entrada vi una tienda de perfumes, oh un cepillo de dientes me urge. 

Bang fue creando una lista mental de las mercancías que debían comprar era la primera vez en pasar una mañana en compras ni siquiera por él perdía tiempo en tiendas, solo le asignaba a su secretaria recoger la ropa que encargaba por medio de catálogos, los utensilios personales eran proporcionados por empleado él no se preocupaba por pequeñeces, era obvio que nunca fue acompañante de compras de alguna novia mejor dicho no tuvo novias formales en el pasado, detestaba perder el tiempo en tonterías su deber era estar en su empresa trabajando para ser el mejor, el numero uno, se detuvo frente a un aparador donde su figura se dibujaba sus manos estaban llenas de bolsas de compras, ese hombre no era él, él no desperdiciaba sus mañanas en negocios que no le traerán ganancias, las acciones que efectuaba a lado de ese niño eran perdidas, saldo negativo.

—Tu fuiste quien despertó a este demonio comprados compulsivo así que debes seguir.—El castaño sujeto la mano del pelinegro para arrastrarlo al interior de otra tienda.—¿Te arrepentiste?

—Nunca.—Contesto seriamente para detener el andar de su compañero y obligatorio a mirarlo a la cara.—Tú no eres un error.

 

Notas finales:

GRACIAS POR EL APOYO!! Este fic no tiene mucha historia solo son escenas lindas que hace mucho tiempo tenía ganas de escribir xD espero no decepcionarlas!! más adelante tendremos algo de daeJae y HimUp, que les pareccio?? les debo el lemon xD en el próximo cap tendremos algo de amor en la oficina!! 


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