YoungJae abrazaba fuertemente al hombre delante de él después de tanto tiempo lo volvía ver, a tocar, se aferro a esa espalda sus ojos se fragmentaron en varios pedazos, ¿Tal vez no era correcto sujetarlo con esa fuerza? ¿Si se sentía intimidado por su efusividad? esas preguntas saltaron de su mente temeroso quiso retroceder, fuertes manos se aferraron a su cadera imposibilitando su huida, aquel cálido aliento golpeando su oreja lo transportaba a otra época una donde ese actor de clase mundial es solo su mejor amigo, su confidente, compañero de juegos esos años donde no les importaba el futuro, raramente pensaban en el presente y claro no les preocupaba el pasado lo esencial era su compañía por ello le dolió separarse, el menor culpaba a su preferencia sexual por el alejamiento del pelinegro, su “anormal” forma de vida era la razón de tantos problemas.
—Creo te gusto mi sorpresa.—Le susurro al oído escondiendo el rostro en el arco de su cuello.—Extrañaba tu olor, tu calor, ahora todo es tan familiar es como si nunca me hubiese ido.—Lo apretó con más fuerza se quedaba sin aliento al tenerlo tan cerca sin fuerzas para continuar corriendo.—Mi precioso JaeJae no has cambiado en nada.—La tormenta llego a su fin, solo quedaron destrozos a su paso pero el bello amanecer es una bendita relajante, llena de paz.—Siempre serás mi piedra de toque cuando me sentía frustrado, temeroso solo miraba las fotos de nuestra niñez, tú alentando cuando formaba parte del equipo de fútbol, el regazo donde llore cuando mi primera novia me abandono, los brazos que me reconfortaron al momento de perder a mis abuelos, tú, tus bellos ojos, tu preciosa sonrisa.—Lo sujeto por el rostro llevando sus gruesos labios aquellos párpados que se cerraban impidiendo a las latosas lagrimas escapar.—Me levantaba con más energía porque sabía que si fallaba tus brazos estarían esperándome en casa para jalarme las orejas y darme el apoyo que necesito.
—Tú pequeño punk regresas con el corazón roto por tu segundo matrimonio fallido si creías que no te regañara te equivocas.—Abrió los ojos para pellizcar esa morena mejilla.—Eres un dolor de cabeza, causas que me preocupe por tus arrebatos de felicidad, el matrimonio no es un juego tomado a la ligera.—Se colgó a su cuello, sus frentes se unieron.—Aquí esta mi niño llorón, ese tragón conquistador de corazones.—Lo acuso con una mueca de superioridad.—Te fuiste a “conquistar el mundo” sin siquiera acordarte de mi, se suponía que éramos los mejores amigos.—No quería reclamarle pero debía resolver la duda nacida en su pecho desde hace un par de años.—¿por qué te fuiste? ¿por mi? ¿por qué soy gay?
DaeHyun no conocía la respuesta aunque él mismo se la formulo ciento de veces, en el tiempo transcurrido él nunca encontró la respuesta exacta para justificar su cobardía esa fue la razón principal por que no se volvió a contactar con su mejor amigo aunque había una conexión de su huida con el hecho de que u día al ir a visitarlo a su departamento lo encontró teniendo sexo con un hombre, sin duda fue un shock emocional el ver como gemía entre las sábanas cuando un extraño lo penetraba, esas imágenes le causaron las peores pesadillas, Jae nunca supo de esa ocasión pero sin duda causaría un grave problema en el actor, la forma que vio a su amigo sometido debajo de su CEO, las palabras que usaba para llamarlo, la confesión de amor a mitad de un sesión de sexo le abrieron los ojos, ese era el secreto de su mejor amigo por ellos huia de las chicas cuando cursaban la preparatoria, se sintió defraudado ¿Por qué no le había dicho sobre su orientación? ¿Por qué ocultarla? ¿Desconfiaba de él? sus sentimientos se mezclaron en la incertidumbre, rabia, celos, una bizarra sensación amarga le provoco querer vomitar en aquella ocasión,pero esa fue la formula que por un tiempo funcionó para calmar sus remordimientos de conciencia, una excusa barata que intentaría desgastar hasta no pensar en una más real.
—No, no me molesta que te gusten los hombres me sentía decepcionado que nunca me hubieses hablado sobre so.—Mintió a medias separándose del menor.—Éramos los mejores amigos ¿Por qué me lo ocultaste? ¿tenias miedo de mi reacción?—Lo volvió a resguardar en sus brazos.—Me sentí defraudado por no haber sido lo suficiente buen amigo par ganar tu confianza.
Bang verificaba que su maleta tuviera todas las cosas que usaría en la Isla, YoungJae viajó un par de días antes con el fin de preparar el escenario para los modelos que tomarían el vuelo más adelante, rasco su cabeza fastidiado honestamente no se encontraba muy emocionado de viajar a ese sitio ¿tal vez tomo la decisión muy apresurada ? odiaba eso de él, ser indeciso, sus sentimientos por YoungJae no lo llevaban a cometer locuras, lo quería, lo adoraba pero algo le faltaba a esa relación un aderezo para obligarlo a pasar a la siguiente etapa, HimChan le recalcaba continuamente su indecisión impidiéndole comprometerse, Bang estuvo apunto de pedirle matrimonio a Jae en el pasado pero su mejor amigo Kim lo animo a desistir para no cometer tal estupidez, “no puedes casarte con alguien porque estas aburrido o por costumbre, no es justo para él” negó con la cabeza tal vez era momento de terminar su relación o elevarla a un nivel superior, no estaba seguro cual elegir, se dirigió al aeropuerto donde agradeció saber que su plan tuvo éxito ningún reportero o fan se veía a varios kilómetros a la redonda caminó tranquilamente por el sitio dirigiéndose a la sala de espera que le correspondía donde tomó lugar en una esquina acomodo sus lentes negros y extendió el periódico que llevaba debajo del brazo para leerlo.
JunHong ampliaba su sonrisa al darse cuenta que no había paparazzis o fans esperándolo en el aeropuerto sujeto fuertemente la mano del pequeño que fungía como su acompañante estrella aunque fueran vestidos para pasar desapercibidos temía ser descubierto, se agacho para tomar en sus brazos al pequeño niño quien llevaba una bolsita colgando de su cuello dentro de la misma saco una galleta para comerla, Jun rodó los ojos, su hijo era tan distinto a él, a veces se comportaba más maduro no era bueno haciendo amigos debido a su extrema timidez o decía que no le importaba involucrarse con extraños.
—Recuerda que no debes llamarme Mamá.—Le susurro robándole un pedazo de galleta.—Tienes que llamarme hyung ¿Entendido?.— El niño asintió mientras llevaba el pedazo de su bocadillo que sobraba a su boca.— Creo que nuestra sala es la del fondo, ten cuidado te estas manchando la ropa.—Le reprimió pero el niño le regalo una mirada asesina.— ¿Sigues enojado? .—El pequeño no contesto continuo mordisqueando otra galleta que saco de la bolsita.—Cariño debes entender que no podíamos traernos a “Panfila” y a “Topacio” además van estar bien cuidados en el centro de mascotas.
Dejó escapar el aire resignado tal vez fisicamente su hijo no tuviera sus rasgos pero en caprichoso y testarudo se parecía a él, se dirigieron a la sala correspondiente mientras arrastraban su montón de maletas ambos personajes les gustaba vestir a la moda por ello sus equipajes se encontraban a punto de explotar cuando llegaron el pelinegro se dirigió al grupo de modelos que se encontraban en una zona alejada del publico en general, no le agradaba la idea de saludarlos, dejó escapar el aire resignado, era su obligación social tratar de ser educado antes de llegar con ellos bajó a su hijo sabía que Nam no estaba de humor para dejar que sus cachetes regordetes fueran pellizcados.
—Mira ahí esta Hyorin-noona ve a esperar con ella.—Le susurró al oído a su hijo quien hacia un puchero, Nam miró la dirección que señalaba el dedo de su madre, la mujer estaba sentada en una esquina con otras chicas conversando.— O ¿Quieres que te presente con los modelos?
YongNam negó enérgicamente con la cabeza para caminar en dirección a la amiga de su padre la sala de espera era pequeña pero cada pasajero se encontraba en su mundo que no percibían la presencia de otras personas, Bang tenia el rostro escondido detrás de las paginas de su periódico con los audífonos puestos se había puesto el gorro de su chaqueta y de esa manera escondía una parte de su cara, Hyorin esperaba al pequeño Nam que llegara a su lado pero una repentina llamada le obligó a quitarle los ojos, Nam cuando daba un paso se enredo con su agujeta y para no caer rasgo el periódico de un hombre quien dio un pequeño brinco asustado fue entonces que sus miradas se cruzaron, Bang deslizo el armazón de los lentes de Sol por su nariz para observar a su pequeño atacante.
—Lo siento señor Yakkuza.— Se disculpó rápidamente el pequeño al notar el gesto de molestia de ese hombre que lucia como el personaje de alguna película de la mafia japonesa, Nam abrió su mochila rápidamente y saco una galleta.—Por favor no corte mi dedo.
Bang levantó la ceja en señal de duda miró al niño descubriendo la razón de su tropiezo llevaba las agujetas desatadas se agacho para acomodarlas sin prestar atención a tan singular apodo.
—Debes tener más cuidado puedes causarte una herida.—Le habló tratando de sonar dulce algo complicado con su grave tono de voz .—¿De que se supone que es tu galleta?.—Preguntó intrigado al ver tan inusual figura, era la extraña mutación de un gato y un oso, no le encontraba forma.— ¿Por que me miras tanto? ¿Estas enojado?
—Es un tiger.—Le contesto inflando las mejillas pero sin apartar la vista del hombre. — Debes usar el poder de tu imaginación como dice mi mami Jun.—El niño tomo el rostro del hombre.—Entrecierra los ojos y veras que es un tiger.—Bang se quito completamente los lentes para seguir las órdenes de tan testarudo chiquillo.— Sr. Yakuza tal vez usted no tiene imaginación porque es hombre malo.
Bang se sintió ofendido por tal comentario torció los labios bastante enfadado ¿por qué tenia que aguantar esos insultos? ¿Por qué le decía Yakuza? bueno en el pasado muchos amigos le comentaron que esa expresión de molestia que siempre llevaba lo hacia ver como el jefe de la mafia agregando el tatuaje que llevaba en el pecho muchos pensarían que un realidad era un delincuente, pasados unos segundos descubrió que esa galleta tenia la forma de un tiger le dio una mordida descubriendo que aunque el aspecto era de dudosa calidad el sabor era impecable.
—Tienes razón y no he perdido el poder de mi imaginación.— Le habló para guardar esas pequeñas manos entre las suyas.—¿Dónde esta tu mamá? no debes andar solo en un lugar como estos.—Una extraña sensación corrió por su columna vertebral al verse reflejado en esas limpias orbes—¿quieres que te ayude a encontrar a mamá Jun?
El pequeño negó enérgicamente con la cabeza mientras miraba sorprendido al hombre una sensación parecida a cuando estaba con su mamá surgió en su corazón causando que latiera precipitadamente, una voz llamándolo captó su atención Bang también escucho a la mujer así que rápidamente se colocó los lentes y levanto otra hoja de su periódico no quería ser reconocido,odiaba captar la atención, detestaba los protocolos ademas había reconocido la voz, era Hyorin una de las estrellas principales de su empresa.
—Namie vamos que te están buscando ¿espero no estés molestando a las personas?—El pequeño negó con la cabeza para estirar su brazo y ser arrastrado al mar de personas.—Mira ahí está tu hyung, parece que se ha logrado escapar de sus compañeros vamos con él.
JunHong ondeaba la mano para animarlo ir con él, el niño corrió rápidamente para ser guardado en sus brazos lucia bastante feliz hecho que emocionó al modelo caminaron al otro extremo donde un par de asientos los esperaba, la sala comenzaba a llenarse de personas al verlo tan contento se animo a cuestionar su estado.
—Anda dime ¿Porqué estas tan contento? —Le preguntaba dulcemente haciendo pucheros pegando su frente, el modelo llevaba un chaqueta con gorro ademas lentes negros que impidián ser descubierto.— Vamos dile a tu mamá porque no sigues enojado.
—Mami cuando sea grande seré muy guapo.—Le contestó emocionado golpeando con ambas manos el rostro blanco de su mamá con ternura.—En verdad mamá voy ser extremadamente guapo mi papá también lo era ¿Verdad?.—Jun se quedó frío como un cubo de hielo a mitad de la Antártida siempre trataba de evadir el tema, poco a poco asintió dudoso.— Yeahhh Hyorin-noona se va enamorar de mi cuando crezca.—Levantó los brazos emocionados llenando de besos las mejillas sonrojadas de su madre.—Mamá seré como papá y conquistaré a los ángeles como él te conquisto.
JunHong no pudo evitar soltar una pequeña risa ahora recordaba que su hijo estaba enamorado de Hyorin , una de las cantantes más guapas de Corea aunque esas palabras le ayudaron a olvidar el amargo sabor no le permitió olvidar que su hijo cada año crecía más y era consiente del medio que lo rodeaba, la curiosidad por conocer el rostro, vida, nombre del hombre que le ayudo a darle la vida era un temor constante que atormentaba su alma ¿Como postergar lo inevitable? ya unos meses antes le rogó por mostrarle una foto de él, algo que Jun no pudo hacer debido a que no conservaba ningún retrato de Jepp Blackman, solo recordar ese nombre le causaba un desagradable sabor de boca, su estomago se revolvía, era consiente que ese fue el sobrenombre que el bastardo uso para aprovecharse de él, no tenía ni idea como se llamaba en realidad, mordió su labio inferior frustrado no quería que su hijo creciera idolatrando a un bastardo pero tampoco buscaba que supiera la verdad aún no sabía que respuesta dar a tal encrucijada, mientras el padre de Nam se debatía mentalmente el pequeño no dejaba de recordar la vez que escucho, a escondidas, como su mamá dijo que su padre fue un hombre malo que lo hizo llorar, Namie recordaba que su abuelo miraba películas de muchos disparos donde los malos los llamaban yakuzas así que creyó que su padre lo fue, él quería creer que su papá no fue una persona tan mala, tal vez si no hubiese muerto se hubiese convertido en bueno y ahora cuidaría de ellos. Los pasajeros comenzaron a subir al avión con tranquilidad mientras lo hacían Bang caminaba con la mirada baja no buscaba ser reconocido acomodo el gorro que lo cubria pero cuando levantó la mirada se encontró a lo lejos con la sonriente cara del niño que minutos antes le había regalado una bizarra y deliciosa galleta, el pequeño era cargado por un hombre bastante alto no alcanzaba a ver su perfil, mejor dicho no le intereso conocer al padre, el pequeño ondeaba su mano mientras con la otra se sujetaba del cuello de su madre, sus miradas se vieron interrumpidas por el mar de personas ademas que sus asientos se encontraban en posiciones opuestas.
NewSun caminaba entre el grupo de modelos que arribaba a la recepción del Lotte Hotel Nankok elevo la mano para que Jun que cargaba a un adormilado niño la mirará ambos dieron un paso para disminuir la distancia que los separaba el modelo se encontró con su novia para darle al pequeño y casto beso en la mejilla.
—Se durmió cuando el avión aterrizo ¿Puedes llevarlo a mi habitación?.—Le cuestionó, la chica afirmó tomando al pequeño en sus brazos.—Debo ir a saludar a YoungJae-huyng para que me de el horario de las sesiones cuando terminé subiré ¿puedo mandarte la comida o quieres bajar?
—Mejor envía algo a tu habitación me quedaré a cuidar a Namie.—Comentó con una sonrisa.—Ya vi tu habitación y es una suite hermosa así que quiero disfrutar de la vista.—Le saco la lengua emocionada.—Son las ventajas de ser tu novia.
Jun asintió con la cabeza mientras sonreía, a veces tenia la sensación que ellos parecían más amigos que novios a ninguno de los dos parecía fascinado por una relación sexual, claro que mantenían encuentros pero era ocasionales cuando salían era más un paseo familiar que una cita amorosa caminó hacia la recepción para encargar que subieran las maletas a su suite después se dirigió al restaurant donde le indicaron se encontraba el staff de producción al ingresar lo primero que capto su mirada fue el fotógrafo que lo llamaba emocionado, al encontrase le abrazo.
—Espero hayas disfrutado el vuelo en este momento todavía nos faltan afinar detalles así que hoy puedes disfrutar del lugar.— Agrego emocionado mientras dirigía su vista al hombre que aparecía entre las puertas a espaldas del pelinegro.— Cariño si has venido.—Se separó del modelo para correr hacia su amante y besarlo salvajemente.—Te extrañé, la verdad dude que vinieras acompañarme.
—Cumplo mis promesas.—Le habló seriamente no se sentía cómodo al tener todas las miradas sobre su persona, contesto el beso con delicadeza.— Me siento como un pez fuera del agua con toda esta gente mirándonos.—Le dijo al oído tratando de guardar las apariencias.—Solo venia a saludarte ¿Quién es él?
JunHong se mantuvo estático en su sitio al escuchar esa voz a su espalda, la reconocía, era tan familiar como si apenas fuera ayer cuando esa misma voz lo llamaba, jamás la olvidaría o sacaría de su mente, era como un veneno corroyendo su interior, un virus que destrozaba cada una de sus células, es imposible borrar el registro vocal del ese asqueroso ser, recordaba la manera que lo llamaba, que gimió a su oído, esa boca que solo saber escupir mentiras que crecen como enredaderas que te van atando a un calabozo y después espinas nacen de sus tallos clavando en tu alma, un desquiciado que ruega por morir pero no cumple su objetivo, le rotura, le humilla, eso fue Jepp Blackman, su verdugo personal.
—Te quiero presentar a Zelo, el modelo más hermoso de Asia.—Jae obligo al mencionado a girarse para mirar de frente a ese hombre que se quitaba los lentes negros y colgaba en el cuello de su camisa.—Zelo te presento al CEO de TS, Bang YongGuk quien también es mi novio.—Presumió orgulloso colgando del brazo del pelinegro mayor.—Es raro que muestre su rostro así que debemos sentirnos bendecidos.
—Es un placer conocerte me han hablado maravillas de ti pareces ser la musa de mu caprichoso novio.—El hombre estiro su mano tratando de sonreír el olor que desprendía el chico de piel blanca le causaba náuseas, vainilla con caramelo.— ¿Estas bien?
Cuando sus miradas se encontraron el temor se asomo en las orbes del chico de piel blanca, era el mismo rostro que trataba de olvidar el paso de los años no afectó sus facciones el cabello negro lo hacía ver más maduro, adulto pero su sonrisa, sus ojos continuaban siendo los mismos, los labios de Jun temblaron sentimientos se entremezclan dentro de su pecho ¿Sorpresa? ¿rabia? ¿Asco? ¿Miedo? no, ninguno de ellos era pero tampoco sabía cuál otro se apoderaba de su ser, su piernas se volvían de papel quería salir corriendo, golpear el pecho de ese hombre, abofetearlo, gritarle o esconderse lejos para que no lo dañara tantas emociones sacudiéndolo a tal grado de no ser capaz de mantenerse de píe llevo automáticamente la palma de su mano a su boca el sabor amargo, las nauseas se desbordaron por su garganta, la sola idea de volver a tocar esa piel lo aterro.
—Lo lamento pero algo me sentó mal.—Se disculpo para salir corriendo del lugar ante la mirada atónita de todos sus piernas no dejaron de moverse hasta que llego al baño donde comenzó a vomitar frustrado, las lágrimas escapaban de sus ojos, —Él en verdad a vuelto aparecer en mi vida.—Los alimentos comidos minutos antes fueron vaciados en esa taza de cerámica blanca.—Él debería de estar muerto ¿Por qué tuve que volver a encontrarlo?
Bajo la tapa para aferrarse del excusado comenzó a gritar desesperado para sentarse en el piso e irse arrinconar en una esquina donde se abrazo a sus rodillas, él estaba vivo, él era real, él había vuelto, el llanto apareció sin que se diera cuenta despeino su cabello desesperado el miedo congelaba sus huesos, el odio surgía como un liquido pegajoso, asquerosos que escapaba por cada puro de su piel, ¿Huir o enfrentarse? ¿Ser un cobarde vivo o un valiente muerto? habían pasado seis años, en todo ese tiempo que había cambiado en aquel ser para volverse en alguien tan distinto, recordaba las palabras de Jae, era el CEO, su novio ¿Qué significaba esa coincidencia? Ese hombre que minutos antes le ofrecía una mano no era el mis que años atrás lo beso sin pedirle permiso, que lo llevo a una habitación envuelto en falsas promesas y mentiras descaradas ¿En verdad era Jepp Blackman?