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Stitches por ritsuka10

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YongGuk caminaba de la mano de su pareja quien un par de ocasiones se colgaba de su brazo para besar su mejilla derecha, no estaba acostumbrado a esas muestras de cariño tan publicas pero después de una buena ronda de sexo su humor mejoro considerablemente, acompaño a su novio hasta la entrada de uno de los salones de fiesta que fungía como su oficina y centro de reuniones,  ahí lo sujeto fuertemente de la cintura para agacharse y besar sus labios, acaricio su mejilla izquierda con su pulgar mientras YoungJae se derritió por el contacto en su rostro una sonrisa se dibujó se colgó a su cuello para unir su frente a la del mayor.

—¿Seguro que no quieres entrar? —Le cuestionó mordiendo su labio inferior, Yong negó con un movimiento de cabeza.—Estoy de acuerdo contigo si mis modelos te ven no dejarán de temblar.—Bang levantó la ceja cuestionando esa frase.—A veces das un poco de miedo.

—Tú más que nadie sabe que puedo ser una persona muy dulce ¿No te lo demostré esta mañana? —Contestó bajando una de sus manos a sus glutéos para darle una ligera nalgada causando que el menor se sonrojará.— Creo que a quien distraería es a ti.—Lo guardo fuertemente en sus brazos.—Voy a caminar por la playa mientras tú me vuelves millonario, te busco a la hora de la comida.

El fotógrafo soltó una risa tonta de enamorado para después liberar a su amante y entrar al salón mientras Yong caminaba en dirección a la playa. Bang quería estar o más lejos de su novio y de Zelo, sencillamente buscaba evitar al modelo para no seguir teniendo dudas, la noche anterior fue a la cama con la idea de poseer a ese chico de piel blanca, el sueño erótico, sus recuerdos lo confundieron para llevarlo a pelear con la persona que compartía una hermosa relación, se supone que es un adulto maduro que supero sus estupideces de adolescente, debía mantener la cabeza fría, los sentimientos regulados y la cordura al ritmo de su edad, lamentablemente ese niño de cabellos negros, mirada diabólica, labios tentadores y piel de ángel lo incitaban a volverse en el monstruo que juró esconder en el closet, hace años lo cerró bajo llave con la esperanza de no volver a necesitarlo durante su vagancia por la arena se quito la camisa que llevaba para quedarse solamente con una playera blanca sin mangas desde que se volvió CEO usaba camisas de manga larga y cuello para ocultar sus tatuajes, el estigma lo perseguía, dibujos sobre la piel son sinónimos de “rebeldes” y maleantes en el mundo de los hombre que ahora se codeaba metió las manos en los bolsillos de su short azul, unos lentes negros y una gorra protegían su rostro,  enfilo sus ojos para toparse con un viejo conocido, un pequeño amigo en cuestión de segundo olvido todo.

—Hola ¿Te puedo ayudar? —Le cuestionó a un niño que usaba un short azul con una playera estampada de flores, el niño levantó la mirada para encontrarse con el dueño de aquel cuestionamiento.—  Soy tu viejo amigo yakuza.—Nam asintió con la cabeza para pasarle una cubeta con arena, el niño trataba de construir un castillo.—Necesitamos mojar un poco la arena ¿Tú mamá Jun? —Nam torció los labios recordando que en ese lugar no debía llamar a mamá de esa manera por lo cual señalo a su niñera, una amiga de Sun.—Wow es muy bonita ¿Puedo saber tu nombre?

—No tengo permitido hablar con extraños pero pareces buena persona aunque seas un yakuza, mi nombre es YongNam.—Estiró su mano educadamente mientras Bang lo saludaba, cuando su piel entró en contacto un suave calor provoco cosquillas en su estomago.— Eres muy bueno Sr Yakuza. —Grito emocionado al ver que su compañero comenzaba a crear una torre.— ¿Podemos hacer una más grande? 

Bang asintió ayudando al niño a llenar los cubos con arena y mojándolos con algo de agua que llevaba con sus manos, por primera vez en su vida sentía un gran alivio, una paz inundando su alma, sin problemas relacionados con la empresa, remordimientos por sus pesadillas, molestia por no lograr entender a las personas a su alrededor, miedo de incomodar al resto por su actitud, ese pequeño no lo juzgaba, disfrutaba de su compañía ambos rieron cuando una torre se cayó, saltaron emocionados al terminar un pozo alrededor del min-castillo, marcaban dibujos en la muralla que lo protegía, por un segundo el CEO se imagino que ese chiquillo era su hijo ambos esperaban porque su “madre” acabará con sus labores, con YoungJae era fácil imaginarse un futuro de ese estilo, solo él lo entendió, lo ha soportado por tantos años pensar en Zelo era una tontería, un juego que podría costarle una estable relación, la compañía de un ser maravilloso, no quería volver a ser Jepp Blackman, se prometio a si mismo no lastimar o herir otra vez a un ser humano como al chico de sus pesadillas, a ese niño de cabello rosa que llora en una esquina, no, sujeto fuertemente su cabeza como sus manos abiertas, un dolor punzante lo partía en dos, se arrodillo sobre la arena debía olvidar esas imágenes el pasado se tenía que borrar si quería tener un futuro ¿Qué caso tenia volver a revivir lo que una vez había muerto?.

—Sana, sana colita de rana sino sanas hoy sanaras mañana.—Cantó el menor tocando las cienes del mayor para después abrazarlo.— Mi mamá a veces también se siente mal, también toca su cabeza como si tuviera un gran dolor.—Nam confesaba, la expresión que el hombre puso le recordó a su mamá cuando trataba de recordar como era su papá.—No te preocupes todo va estar bien Sr. Yakuza.

—Gracias, no te preocupes mi pequeño amigo.—Le contesto recargando su mejilla en la palma derecha abierta del niño quien emitió una sonrisa.—Hemos estado demasiado tiempo en el Sol es momento que vayas con mamá, es tarde y debes comer algo.

Nam se quedo mirando fijamente a ese hombre ahora que se había quitado los lentes lograba dibujar su silueta en esas orbes cafés, los tatuajes en su pecho en un inicio lo asustaron pero no reflejaban maldad o violencia, su nuevo amigo era distinto, era un tonto que tenia una pegajosa sonrisa donde mostraba sus encías negras, de un rápido impulso lo abrazo fuertemente por el cuello, ¿Su padre pudo ser un hombre como él? su aroma era el de canela con menta, refrescante, picoso pero a la vez dulce,  se aferro fuertemente a esa espalda en un inicio le pareció extraña la acción a Bang pero al poco tiempo olvido la lógica, adoraba tener  a ese pequeño ser entre sus brazos, es como si formará parte de su cuerpo ¿De esa forma un padre percibe a su hijo? se cuestionó para ponerse de pie y girar con el niño quería escucharlo reír, ser feliz, por que él lo estaba siendo, fue por esa razón que decidió llevarlo a comer cuando caminaba con él recordó a la supuesta “madre” pero esta se presento como niñera y junto con una mentira creada por Nam les permitió ir solos a un negocio de hamburguesas solos, sin saberlo padre e hijo compartían por primera vez una comida, risas y un agradable momento que duró casi todo el día donde el hombre de negocios olvido su estatus como individuo responsable y novio devoto.   

 

 

JunHong tocaba la pantalla de su celular mirando la foto de su hijo que posaba con una rana en su mano derecha y una tortuga en la izquierda, Topacio y Pánfila, cuando sus ojos se topaban con esa sonrisa sus dudas aparecían multiplicándose vertiginosamente, llevar acabo su venganza significaría volverse en la persona que tanto una vez odio, llevó su mirada a YoungJae que daba indicaciones apresuradamente, le agradaba ese chico, su forma amable de ser, lo competitivo que era,  su venganza lo afectaría eran daños colaterales  ¿No? también en el pasado YongNam lo fue, rasco su cabeza desesperado quería una señal del cielo para saber si era una buena decisión provocar un rompimiento entre YongGuk y Jae, su respuesta llego en los brazos de un repartidor que llevaba un gigante arreglo de rosas, blancas, rojas, todos los tonos adoraban tan bello regalo, el caos en el set se detuvo para admirar tan perfecto detalle, las mejillas del fotógrafo se pintaron rojas al aceptar el obsequio que fue dejado en una de las mesas, “So you can keep me,Inside the pocketof your ripped jeans, holdin' me closer, 'Til our eyes meet, You won't ever be alone, Wait for me to come home” el pelirrojo no pudo evitar sonreír como un idiota al momento que olía las flores, el resto del staff continuo con sus labores, por inercia JunHong se puso de pie caminando hacia esa escena que corroía su interior apretó fuertemente su mano derecha formando un puño, ¿Molesto? ¿Celoso? era imposible detestaba a Bang, ¿Qué le importaba que le enviará flores a su novio? apretó los dientes mordiendo su lengua ¿Por qué Jepp era de esa forma ahora? lo maldijo cientos, miles de veces desde lo más profundo de su ser.

—El CEO Bang es un hombre esplendoroso.— Articulo tratando de no sonar herido o amargado como en ese momento se sentía.— Se ve de carácter fuerte pero es una tierna paloma, un encanto con la persona que ama.

—¿Flores? ¿Guk? —Cuestionó negando con la cabeza y haciendo una x con ambos manos.—Olvídalo Guk no es de los chicos que manda flores, “una perdida de tiempo, dinero y un cliché viejo”.—Remedo a su novio para volver a formar una sonrisa en su rostro.—Este regalo es de DaeHyun, mi mejor amigo.—Jae le mostró la imagen que iba dentro de ese sobre con la tarjeta, era una fotografía de él con DaeHyun cuando eran unos chicos de 15 años.—Mi hermoso cachetón es todo un galán cuando se trata de …

—Hacer sonreír al ser más bello de este mundo.—Una tercera voz apareció en al conversación el extraño extendió los brazos para cargar a su amigo que terminó aferrando de su cuello.—Me puedo acostumbrar a que me recibas de esta manera.—Hundió su nariz en el pecho del pelirrojo/castaño.—Hueles delicioso, siempre me siento en casa cuando me abrazas sin dejarme respirar.

JunHong dio un par de pasos hacia atrás sorprendido por la reciente escena, Jae ¿Estaba enamorado de ese actor? la respuesta era más que obvia, la forma de verlo, de aferrarse a el, nuevamente una punzada se formo en su pecho si continuaba con su plan no habían daños colaterales tal vez era lo que esa relación a sus espaldas necesitaba, sería un héroe, un cupido para que por fin el fotógrafo se diera cuenta de sus sentimientos hacia el actor quien evidentemente moría por él,  sus piernas se movieron rápidamente y sin darse cuenta se encontraba corriendo por la orilla de la arena sin saber a donde ir, la brisa golpeaba su rostro ¿Porqué estaba tan confuso? ¿Por qué las dudas se expanden en su cuerpo? ¿Por qué no podía darle vuelta a la hoja? ¿Por qué no olvidar la venganza? de pronto se detuvo al otro extremo se encontró con la imagen que nunca lograría sacar de su cabeza.

YongGuk estaba sentado sobre la orilla de la playa junto a la montaña de arena que horas antes fue un bello castillo pero que las olas habían destrozado, era la metáfora perfecta sobre los sueños de los humanos, piezas magistrales que pueden tomar horas, días, años en crearse pero por un capricho del destino de un minuto a otro desaparecen volviéndose polvo que el viento se llevará, de esa manera la resolución del CEO se esfumo ya que al girar su rostro se encontró con un extraño pelinegro que corría en traje blanco, segundos antes contemplaba la idea de darle el anillo de compromiso a YoungJae para formar una familia, tener un hijo como el chiquillo que horas antes jugó, completar su proceso de ser un hombre respetable, cerrar el circulo, tirar la llave del cerrojo que guardaba a Jepp Blackman pero al ver esa piel blanca siendo acariciada por los rayos del astro rey que comenzaba a esconderse en el horizonte supo que era imposible, él no era un hombre respetable, no un humano de principios sino una bestia guiada por sus instintos, se puso de pie para caminar en dirección del modelo quien se mantuvo quieto con la respiración agitada.

—Parece que Dios me ha concedido el deseo que tanto llevo rogándole desde el segundo que escapaste de mi lado ayer.—Habló el hombre de tatuajes acercándose al modelo quien fijo sus ojos en esos trazos, viejos conocidos.—Temo que seas una aparición resultado de mis desvaríos, me has dejado sin aliento.—Se detuvo al encontrarse frente a él, estiró su mano para acariciar su mejilla derecha pero Jun se lo impidió.— Eres real porque en mis sueños cedes a mi toque o mejor dicho aceptas tu naturaleza.

—Nuevamente con tus frases baratas.—Contestó comenzaba a odiar la distancia que los separaba ¿Porqué?.—Para mi es una desagradable coincidencia encontrarte cuando he tratado de dar un paseo.—No lograba alejar sus ojos de esos trazos negros que sobresalían de la playera del hombre.—Nunca me imagine que un hombre tan “respetable” tuviera el cuerpo lleno de tatuajes como un delincuente cualquiera o será a caco ¿qué lo eres?

Bang esbozo una sonrisa devorando con la mirada al pelinegro, se veía hermoso, apetecible, sensual, su piel entraba en estado de ebullición al solo dibujar esa figura desnuda entre la arena, su cordura se perdía como un grano de arena en una playa, quería tocarlo, besarlo, hacerlo suyo en ese lugar donde las olas del mar los mojaran  ¿Porqué esa maldita lujuria despertaba en su cuerpo? ¿Que clase de brujería creaba ese demonio con rostro de ángel? no tenía intenciones de descubrir el origen solo se dejaba llevar por el instinto para JunHong la situación era un poco distinta quería salir huyendo, esos tatuajes le recordaban su pasado, cuando se encontraban encima suyo apresadolo entre las sabanas, una grave voz golpeando su oído mientras una lengua jugueteaba con su oreja, era un mentiroso si negaba que el recuerdo le parecía desagradable por que en lo más profundo de su ser disfruto los primeros días con ese hombre pero el buen sabor se borraba cuando era sustituido por el amargo toque de la sangre llegando a sus papilas gustativas, Guk intento alcanzar la mano del menor y se alegro al darse cuenta que Jun no se negaba a que sus dedos se rozaran, aquel toque despertó un suave calor en su vientre, el mismo efecto que ese niño inicio en su cuerpo al momento de abrazarlo.

— Tal vez soy un delincuente que usa un traje sastre.—Susurró acercando a su rostro Jun parecía no haberse percatado que el extraño entrelazaba sus dedos. —No quieres escuchar palabras baratas y yo tampoco deseo seguir susurrando huecas frases que se usan para enamorar a tontas adolescentes, tú no eres un niño, tu eres distinto, eres un hombre.—Aquella confesión fue una daga atravesando el pecho de Jun, él fue ¿Una tonta adolescente?.— Me quiero acostar contigo, quiero besarte, llevarte a una habitación y no dejarte salir en lo que resta de la noche.—Sus respiraciones se mezclaron, Jun mordió su labio inferior de manera sensual.—   ¿Qué debo hacer para que me concedas el honor de pretenderte? ¿Qué requisito debo cumplir para alcanzar mi objetivo?

—Te lo dije ayer no soy plato de segunda mesa.—Acercó sus labios al oído del mayor para susurrarle como si pretendiera reprimir un gemido, “Grita mi nombre, gime, gime para mi, no tienes idea del efecto que tu aliento provoca en mi piel”, el corazón de Guk se detuvo por un segundo.—No quiero ser el otro deja a YoungJae, detesto la palabra infidelidad, si quieres tener una oportunidad de que acepte tus frases baratas debes ser libre.—Cuando quiso mover sus dedos se percato que estos se encontraban enlazados a los del mayor ¿En que momento permitió ese movimiento?, sus labios bajaron hacia el cuello del extraño.— ¿Eres capaz de olvidar una relación de años por un sexo ocasional?

Sus labios quedaron impresos en esa piel morena que se erizo ante el contacto, la pregunta clave en la tormenta de dudas donde Bang se hundía ¿Dejar que su castillo de arena se derrumbara ante unas ligeras olas de mar? ese olor a vainilla colándose en sus fosas nasales no le pareció asqueroso, ni vomitivo, era un aroma adictivo, quería más, con su mano libre rodeo la cintura del chico le hizo una zancadilla para terminar en la arena, él encima de ese modelo que abría los ojos sorprendido por la repentino movimiento, la arena humedad se pegaba a su espalda quiso librarse pero unas manos se posaron en cada extremo de su cabeza YongGuk lo miraba fijamente a los ojos, lo tenia apresado con las piernas sobre sus caderas impidiendo cualquier movimiento, una vez más sus alientos se encontraban, se funcionaban, el Sol por fin logró esconderse en el horizonte, las estrellas tintinean al ver que el cielo oscurecía, la fuerza de las olas aumentaba mojando los zapatos del modelo llevándose las gorra del mayor, ellos continuaban inmersos en el intercambio de sentimientos que sus pupilas se gritaban porque sus cerebros eran muy lentos para comprender la razón del que su ritmo cardiaco aumentará. 

—Si terminó con él ¿Tendrías sexo conmigo? —Hablo tranquilamente con voz pasmosa, lenta y profunda como si a cada palabra detuviera el tiempo de la huida de su presa.—¿Serías completamente mío? —Guk sumergido su nariz en el arco de ese cuello, saco su lengua tentado a mojar la piel expuesta, un traicionero gemido escapo de la garganta del atacado.—¿Sin estúpidos actos románticos, ni cursis cenas ?   ¿Solo tu y yo encontrándonos en una habitación ? —Jun buscaba calmar su respiración verse sometido por el CEO le causaba una opresión que le imposibilitaba pensar correctamente.—Zelo necesito tu respuesta para decidir si compró mi boleto directo a uno de los infiernos de Dante.

—¿Eres capaz de dejar al hombre que te ha acompañado por años? —Le volvió a preguntar, le repugnaba la respuesta debido a que era una confirmación de que ese hombre seguía siendo una basura como ser humano, cobró fuerza para intercambiar lugares en el movimiento su entrepierna rozo con la contraria.—Veo que si eres capaz de eso si antes sentía asco por ti ahora me repugnas.—Le regalo una mirada de desprecio tratando de huir pero Guk lo sujetó de las muñecas.—Déjame ir o voy a gritar todos se enteraran del asqueroso ser que eres, un bastardo egoísta que por una calentura deja todo.

La frente de YongGuk se frunció, no, no,  ese sentimiento revoloteando en su su estomago no era la lujuria cobrando vida, no era deseo lo que carcomía su mente al encontrarse con él, disfrutaba del sexo a lado de YoungJae como amante nunca tuvo alguna queja sino todo lo contrario lo elevaría en un pedestal por sus artimañas en la cama, aquella obsesión por esa blanca piel encima suya era una atracción más poderosa que la fuerza gravitacional que el Sol ejerce sobre la tierra, levanto la mano para acariciar esa mejilla, su cadera rozo con la excitaba entrepierna de su compañero tal vez anhelaba volverlo suyo pero también existía otra razón quería conocerlo, conversar con él, estúpidos pensamientos cruzaban por su cabeza, enfermos sentimientos que vuelven a las personas idiotas, él nunca se había enamorado, bueno quería a YoungJae era feliz a su lado pero no estaba locamente perdido por él, tantas veces deseo saber el porque se había cortado el abdomen ¿Por qué trato de matarse aquella noche? ¿Por qué deseo morir? cuando se encontraba a centímetros de alcanzar su objetivo se detuvo.

—Me gustas.—Confesó aquella frase no paso por su corrector mental se escapo entre sus labios como la primera frase honesta, verdadera que Jepp le decía a JunHong.—No es solo calentura, tienes razón al pensar que es vil lo que quiero.—Se corrige.—Lo que voy hacer con YoungJae pero no puedo estar a su lado sino dejo de pensar en ti, no tardará en descubrir que has comenzado a ser el actor principal de mis sueños, mis fantasías.

JunHong se puso de pie para salir corriendo sus pantalones estaban mojados, sus piernas no respondían cuando les ordenaba detenerse simplemente su cuerpo reaccionó sin su permiso, esa confesión, la mirada de Bang lo volvían hacer dudar, sus rodillas flaquearon y su rostro fue a dar contra la arena, era un estúpido, un idiota, esa debilidad en su corazón era sinónimo de que continuaba siendo una “adolescente tonta”, una niña que cree en Santa Claus, esas palabras debieron ser mentiras frases pre fabricadas para llevar a ovejas al matadero, tenía que olvidarlas, omitirlas pero por más que se castigaba, se gritaba, su corazón no paraba de latir de emoción, de ¿Felicidad? se sentó sobre la arena para abrazarse a sus piernas ¿Qué clase de masoquista era? cuando daño recibió su cuerpo cuando el cuento de hadas se convirtió en una versión de terror, era un perdedor, un arribista, es lo que ese chico, según amigo de Jepp le dijo cuando Jun le pidió contactarse con él para hablar sobre el embarazo, 100 dólares es todo lo que ese pelinegro le lanzó argumentando que los abortos eran baratos en esa zona, los ex amantes de Jepp eran clientes frecuentes, “Prostituta barata, zorra, cualquiera ” cientos de adjetivos ofensivos fueron los expresados por ese hombre que le negó contactar a Blackman, Bang mentía como Jepp lo hizo al jurarle amor hace seis años, ambos tenían la misma boca, la misma voz, las mentiras eran iguales, dos egoístas hombres en un solo cuerpo no podía darse el lujo de volver a caer ahora más que nunca anhelaba vengarse. 

 

 

HimChan tocaba delicadamente la puerta de una habitación alcanzaba a escuchar ruidos en el interior que lo pusieron más nervioso pasados unos minutos aquel pedazo de madera se separo del muro dejando ver a un alegre pelinegro, quien no pudo esconder la sorpresa por la repentina visita, las miradas de ambos hombres se cruzaron, las mejillas del rubio/pepliplateado se pintaron carmín al darse cuenta que no pronuncio palabra que solo se mantuvo de pie como un idiota, hipnotizado por la belleza del coreógrafo de la empresa donde laboraba.

—Escuche que acabas de llegar y quise pasar a saludarte.—Logró articular nerviosamente moviendo sus dedos como si le estorbaran.—Bueno debes estar cansado así que me retiro.

—Espera ¿Quieres pasar a tomar algo? hay una vista hermosa de la habitación de Zelo.—Golpeo su cabeza por la tontería que acababa de decir. —Tú debes estar en una mejor habitación.—JongUp no entendía porque perdida sus encantos de conquistador cuando se encontraba a lado de ese hombre, Him se adentró al cuarto.— YoungJae me llamó para ayudarle con algunas cosas ademas creo le falto un modelo.

Hinchan asintió para echar un vistazo al interior de la habitación, la suya era mejor, el director y diseñador conocía sobre la buena amistad que el coreógrafo sostenía con el modelo, gracias a que  Zelo participó en su última colección tuvo la oportunidad de tratar mejor a JongUp, llevaba enamorado de él desde una tarde donde se lo topó en la salida de la empresa pero HimChan no era bueno tratando de conquistar hombres, jamás pensó ser bisexual o algo por el estilo pero la sonrisa de ese chico simplemente lo había cautivado de pronto su vista se vio atrapada por la imagen de un niño brincando sobre la cama, su boca formó una perfecta O.

—Nam se supone que debes estar dormir no brincar sobre las cobijas.—JongUp caminó en dirección a la cama que se encontraba en el fondo para calmar el niño.— Por favor debes calmarte o no te dejaré ver la película que quieres.

Hinchan se mantuvo quieto desde el lugar donde pudiera ver el perfil de ese niño tratando de ser regresado bajo las cobijas, le recordaba a su amigo, a YongGuk cuando era un mocoso que no pronunciaba ni media palabra en el preescolar, fui ahí donde lo conoció,  quería tomarle una foto para mostrársela al CEO, era tan parecido a él  rasco su cabeza sumergido en sus pensamientos   hasta que JongUp toco su mano.

—Lo siento es el hermano menor de una de las estilistas y me pidió cuidarlo en lo que se desocupaba.— Se justificó el menor llevando al hombre a la terraza para mirar el mar.—Le he puesto su película favorita “Mi vecino Totoro” así que no va tardar en dormir o calmarse.

El mayor quiso saber más sobre el niño pero sus cuestionamientos perdieron validez cuando JongUp comenzó hablar de otros temas y se quedó embrujado en el sonido de su voz, ese era el efecto del pelinegro sobre el paliplateado, era una enorme iman borrando su disco duro. 

Notas finales:

Gracias por sus reviews, gracias por seguir leyendo el fic :D SALUDOS Y CUIDENSE <3 

El MV me encanto, la canción, el album es perfecto, es un nuevo estilo y me fascino :D no olviden ver el MV y denle mucho amor

https://www.youtube.com/watch?v=shNpEirACDY

 

 


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