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Stitches por ritsuka10

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Bang miraba su reflejo en el espejo no quería ir a Tailandia, no, no a ese lugar donde sus pesadillas parecían cobrar más fuerza, sus temores se volvían tangibles y sus miedos tenían rostro o mejor dicho una vieja fotografía impresa en su cabeza, los remordimientos lo consumen por dentro pero Zelo le rogó ir, la forma que lo miró, le susurró esas palabras deseaba regresar a ese sitio con él, los últimos días fueron el guión perfecto de una novela rosa creada por alguna autora de las vieja guardia, cada segundo a  su lado  valía la pena, su sonrisa, sus labios, el sabor de esa boca que lo elevaba al mismo cielo, el deseo era un  necesidad básica pero hasta el momento se conformaba con besos, caricias sin llegar a más era increíble que la bestia que habitaba en su interior fuera domada con dulces palabras, con migajas, era un animal salvaje domado por un ángel, eso era Zelo para el CEO, un ángel no por su apariencia sino por toda la aura que lo rodeaba, sin duda lo amaba más de lo que un día creyó ser capaz de hacerlo.

—No puedo creer que vayas a regresar a Tailandia ¿Estás seguro de volver?— Un peliplateado le cuestionaba al CEO quien terminaba de arreglarse, el director se encontraba sentado sobre la cama.— Deberías cambiar el destino, no me gusta ese sitio para ti.—Se puso de pie molesto acercándose a su amigo.—Me encanta que te veas tan feliz con Zelo pero no puedes volver aTailandia, no a ese sitio.

—Por favor Him no soy un niño pequeño, he superado mis adicciones, soy demasiado fuerte para amedrentarme por pesadillas.— Se giro para enfrentarlo.— Deja de tratarme como un enfermo porque no lo soy entiende que no hay nada que pueda doblegarme, supere la muerte de mis padres, un intento de suicido, mi adicción a las drogas  —Him dio un paso hacia atrás le agradaba verlo tan poderoso pero aquella armadura era consecuencia de que su corazón estaba lleno de felicidad.—Con Zelo a mi lado todo será diferente, te lo dije antes no voy ahogarme en mi pasado, lo que hice bien serán puntos extras y todo lo malo que fui tarde o temprano estoy dispuesto a enfrentar el cobró.

El pepliplatedo dejo escapar un suspiro rogaba que ese famoso Zelo fuera una agradable persona que supiera valorar lo que su amigo estaba haciendo, lamentablemente para él la situación con JongUp no era sencilla habían peleado después de que se encontraron con Baekhyun donde este no dejo de coquetear con JongUp quien al ser cuestionado por esos coqueteos admitió que Bak era o fue, uno de sus tantos amantes, Him no era una blanca paloma pero tampoco fue mujeriego, respetaba su vida en pareja, un noviazgo estable, lo celos lo volvieron loco por lo cual terminaron discutiendo o mejor dicho el vice presidente le reprocho la vida alocada que en el pasado llevo el coreógrafo. 

 

Zelo abrazaba a su hijo dando vueltas por toda la sala moviéndose al ritmo de la música deseaba tanto llevarlo con él a Tailandia, viajar como una familia, en ese viaje quería que Bang aceptará su pasado, su deseo de venganza continuaba viviendo pero a veces se debatía si hablar con la verdad o continuar mintiendo, engañando para que Jepp pagará por sus errores ¿Era conveniente darle una segunda oportunidad? después del viaje decidiría que hacer con su vida, madre e hijo se dejaron caer sobre uno de lo sillones abrazados.

—Mami te diviertes mucho y me traes juguetes.—Le gritaba emocionado besando las mejillas de su madre quien reía fascinado.— Te quiero mucho.

—Yo también te adoro.—Le contesto el hombre incorporando su cuerpo para sentarse debido a que su padre se asomaba por el umbral,.—¿Ya llegó el taxi?.—El hombre asintió.—Bueno cariño debes portarte bien JongUp dijo que mañana te va a llevar al parque quiero que te portes bien.—Nam asintió recibiendo otro caloroso beso, Jun se puso de pie para tomar su maleta se acercó a su madre quien le regalaba una mirada acusatoria.— Mamá cuidate y deja de pensar en malas cosas, no soy un niño haciendo travesuras, Papá cuidate y los quiero a los tres.

 

Tailandia

JunHong se quitaba los lentes de Sol para admirar la belleza natural de la playa Phuket, sin duda habían pasado seis años pero el sitio continua manteniendo su magia intacta, se giro al sentir unos brazos rodearlo por la cintura se encontró con unos labios besando su blanca mejilla, admiro el perfil del atacante, era distinto al fantasma de su pasado, el cabello negro golpeaba su frente, sus ojos escondidos detrás de los vidrios polarizados de los lentes de Sol que usaba le daban un aire bastante sexi, su sonrisa se ampliaba mostrando sus encías negras pensó en un inicio que sería como la primera vez, pero no, era distinto, Jepp fue más errático con sus muestras de amor, más voluble en sus acciones mientras que Bang era constante, seguro y estable, se giro para tomar el rostro del mayor y besarlo, necesitaba de ese intimo contacto, esa caricia que le recordará que estaba vivo, no era un sueño, no una fantasía más en la fila de sueños transformados en pesadillas.

—¿Habías visitado Tailandia antes? .—Cuestionó el ahora castaño, Jun había decidido dejar el cabello negro debido a que creía que lo hacia ver demasiado serio, por una extraña razón anhelaba brillar, ser un Sol, una luz que fulminará el ambiente a su alrededor dejando ciegos a los presentes.— Yo vine hace unos años, mi tía vive en una zona cercana tiene una pequeño negocio de comida y fui mesero por mis vacaciones, casi dos meses.

—Que interesante, de seguro fuiste el mesero más sexi y guapo de la zona, ¿Dejaste muchos corazones rotos?.—Jun levantó los hombros restando importancia al asunto, Bang hizo más fuerte el agarre.—Yo también vine hace un tiempo pero no recuerdo mucho, cuando fui joven visite muchos sitios pero en ninguno encontré algo importante para mi todos eran iguales.—La mirada del modelo se enfocó en las orbes cafés del mayor.— Cada puerto era un escape para mi terrible soledad buscando un refugio, el que nunca tuve hasta ahora que te tengo en mis brazos.

Nuevamente una sombra empañaba la mirada de Jun, cada día confirmaba que Bang o Jepp no lo recordaba, fue uno de tantos puertos que visitó, cada uno similar al otro, un niño tonto entregando el corazón a un capitán de barco experto en mentir, olvido las dos semanas que pasaron juntos en una de esas villas, Jun le suplico al CEO reservar una parecida a la de hace seis años tenía la esperanza que el hombre se negará pero Guk no se inmuto y acepto sin reparos, es como si nada de ese sitio se le hiciera familiar aunque el Jun de ahora fuera feliz por ese renovado Bang, el niño de 16 años  atrapado en su pasado odiaba, bufaba furioso por haber sido olvidado cuando para él fue la época que marco su vida, dolía saber que fue solo un hoyo donde Jepp descargo su frustración, uno más de una lista infinita que Jepp tuvo en su juventud es como si dos seres se enfrentaran el uno contra el otro, el adorable, tierno e inocente Jun tenía a su lado a un jugador sádico, manipulador y cruel hombre mientras el actual egoísta, desconfiado JunHong mantenía las manos entrelazadas a un recto, prudente y amoroso ser vivo, ninguna pareja merecía a su respectivo compañero, momentos inoportunos, destinos cruzados en el tiempo menos indicado, los sentimientos encontrados amargaban la boca de Zelo a tal punto de revolver su estomago.

—He escuchado algunas anécdotas de ti sobre tu época rebelde ¿Que tanto son ciertos esos rumores?.—Le cuestionó Jun mientras tomaba asiento en una camastro para admirar el paisaje, el cielo azul con manchones blancos se reflejaba en la transparente agua.— ¿Tuviste muchos amantes?  de seguro dejaste unos cuentos corazones rotos ¿Verdad?

—Vivi muchos excesos cuando era un adolescente me perdí en los peores vicios pero después de que mi abuelo enfermará decidí tomar las riendas de mi vida—Le contestó Bang vertiendo en una copa con hielos algo de whisky, le ofreció al menor pero este se negó a beber por lo cual dejo una bebida preparada sobre la mesa, Bang no quería revelar su negro pasado.— Salí con muchos chicos o chicas pero ninguno tuvo un peso importante en mi vida, siendo honesto era un tipo playboy aunque todo cambio hasta.—Mordió su labio superior dudoso de contestar.—YoungJae fue especial, él me ayudo a ser la persona que ahora soy.

JunHong se removió nervioso en su asiento no le agradaba escuchar sobre YoungJae, le fastidiada darse cuenta que el nombre de JunHong no llegaba a la cabeza del CEO cuando le cuestionaba sobre personas que trascendieron su pasado, cuando hablaba de alguien importante el nombre del fotógrafo aparecía, ese hecho lo irritaba, lo enfurecía, él quería ser quien marcó su pasado porque para él Jepp lo fue, su primer amor, su primer dolor, el padre de su único hijo todo ese tiempo viviendo con miedo por culpa de él, temiendo estar con otro hombre por el temor de ser tratado como un juguete mientras que Bang vanagloriaba a un desconocido, a su peor enemigo, ahora YoungJae era el rival de Zelo por que JunHong no aparecía en el vocabulario de Bang no merecía mención o un segundo de sus viejos pensamientos, le dolía porque en lo más profundo de su pecho ese Jun continuaba  ¿Queriendo a Jepp? o solo tal vez buscaba que sus sentimientos fueran correspondidos por una sola vez, ese antaño amor no muriera sin ser recordado, quedando como una amarga pesadilla. 

—Yo me enamoré mucho de alguien en el pasado, wow no sabes como me hacia sentir, era tan cool, tan salvaje, tan condenadamente sexi que no me importo nada más que estar a su lado, yo era muy joven creí en todas las palabras que él me dijo.—Jun se incorporó para dirigirse a un costado de Bang y recargarse sobre el balcón que rodeaba la terraza.— Fui un estúpido por que ese chico solo me uso como una prostituta barata para botarme después cuando no me necesito.—Se giró para admirar el perfil de su pareja, Bang trago en seco odiaba admitir que él en su pasado fue un bastardo egoísta. —Desde ese día decidí que no dejaría conquistarme por chicos que tengan una bella sonrisa y una aura carismática, “todos mienten” esa es la frase que no debo olvidar.

Bang se tomó de un sorbo el whisky, en su pasado fue como ese hombre que Jun describía un chico que usaba a los inocentes jovencitas o jovencitos para satisfacer sus deseos carnales, los hechizaba con dulce palabras para después darse la vuelta y apuñarlos, ¿Qué pensaría Zelo de él si confesará la verdad? ¿Lo odiaría? el temor lo congelo, no, no podía perder ese tesoro, no después de pelear por él,  era la primera vez en toda su vida que tenia miedo de no ser capaz de retener a su lado a la persona que amaba, ser repudiado por sus errores, ser enjuiciado y por fin recibir el merecido castigo que el destino, como el karma le prepararon.

—No puedo cambiar tu pasado ni borrar tus miedos pero deseo que creas en mi.—Lo jalo de la mano para guardarlo en sus brazos, lo sujeto de la barbilla para acercarse a sus labios.—No miento, te quiero Zelo, te quiero.— “Te quiero JunHong”, esa misma frase dicha por los mismos labios es distinto tiempo la voz suena igual ¿Ambos mienten? se cuestiona Jun.— Confía en mi.

Sus labios se encontraron en un desesperado beso, Zelo confiaba en Bang o eso quería hacer pero JunHong no en Jepp, porque ahora descubrir que todo su pasado fue el guión de una pelicula barata, usado, manipulado, el terror que sufrió fue real, se colgó a su cuello, si Bang no aceptaba su oscuro pasado era igual o peor que Jepp, ambos mentían, ambos eran magníficos actores que interpretan su papel para obtener su preciado premio, continuaba anhelando un reconocimiento por sus cobardes acciones sin embargo ese objetivo sería incansable si primero el CEO no lo recordaba, hay veces que el amor es tan intenso como el odio, ambos aspectos te ciegan, te arrebatan el aliento pero sus conflictos desaparecieron en el modelo cuando sus labios se encontraron en el ansiado beso aunque el menor se mantuviera ahogado en sentimientos encontrados el deseo lo drogaba, adormecida para invitarlo a entrar a un sueño que humedecía su entrepierna, una lengua se coló por su cavidad bucal mientras era arrastrado para ser  recostado sobre el camastro, el Sol comenzaba a esconderse en el horizonte detrás de una sábana azul, las manos varoniles del mayor comenzaron a vagar por la camisa para ir lentamente liberando botón por botón de sus respectivos ojales cuando el pecho quedo descubierto se detuvo admirar tan perfecta presentación humana, sus gruesos labios se dirigieron aquella desnuda piel, la marcaron, besaron, lamieron y mordieron, los gemidos escaparon de los pequeños labios rosas de JunHong quien se ahogaba en el calor nacido de su interior, había olvidado que su cuerpo hervía ante las caricias maestras de ese hombre, fue el primero, el único que lo hizo sentirse completo con sus largos dedos torpes fue levantando la camisa de su compañero para sacarla por su cabeza, admiraron esos tatuajes, esas marcas negras.

—Eres tan sexi.—Le susurró al oído, una confesión que saltó en su cabeza pero se reprimió por escapar por sus labios se incorporo un poco para aferrarse del cuello de Bang que se había sentado a su costado.—Hace muchos años que no estoy con un hombre tal vez he olvidado lo que se siente.

—No te preocupes mis caricias serán una nueva sensación, no debes recordar solo experimentar.—Le contestó lamiendo el contorno de su oreja mientras sus manos se deslizaban por el short para desabotonarlo, la prenda se deslizo por esos muslos blancos junto con la ropa interior quedando desnudo a la vista de una noche estrellada.— Eres hermoso, creo muchas personas te lo han dicho, eres un modelo excepcional pero hay algo distinto en ti que me vuelve loco.—Recostó al menor para levantarse y admirarlo hundió la nariz en ese pecho desnudo.—Tu aroma es una droga a la que me he vuelto adicto.—Detuvo su inspección en el ombligo del menor donde hundió la punta de su lengua .—Parece que te gusta ser admirado.

La mano derecha de Bang se dirigió a la entrepierna de Jun  para atrapar la excitación que se levantaba goteante, Jun se dejo caer en el respaldo llevando una de sus manos a su frente mordiendo su labio inferior, hacia mucho, pero mucho tiempo que no se veía envuelto en un calor que lo derretía por dentro, lo sumergía en un calor sobrecogido, no lo quemaba solo lo sofocaba en la más dulce caricia jamas experimentada, aquellos dedos masajeandolo, labios besando su vientre, sus muslos, automáticamente separó las piernas, tiempo atrás su odio suprimió los recuerdos donde su cuerpo sucumbía ante el placer proporcionado por esa boca, un sonoro gemido escapo de su garganta llevo la palma de su mano a sus labios cuando percibió que sus muslos eran mordidos, levanto un poco la cabeza para mirar hacia abajo sin duda se arrepentió al poco tiempo ya que observo como la punta de la lengua de Bang entraba en contacto con la punta de su erección, su vientre se contrajo con seguidos espasmos, una descarga eléctrica lo sacudió sin duda ese hombre era un maestro, un artista con esa adictiva lengua sabia moverse, elevándolo a la locura.

—No te contengas nadie nos ve o escucha.—Le susurro con voz ronca, Bang estiró la mano para liberar la de Jun, los gemidos aumentaron de intensidad.— Adoro el tono de tu voz.—Lamió la extensión, la recorrió desde la base hasta la punta.—Eres delicioso.—Susurro dirigiendo la punta de su lengua hacia su entrada donde la introdujo salvajemente, la columna de Jun colapso .— ¿Te gusta? ¿Continuo?

—Si, sigue.—Contesto con voz entrecortada en ese segundo olvido sus miedos, temores u odios, ese el es efecto de un orgasmo entrando en contacto con tu cerebro, funciona como un corrector que nos sumerge en el placer ayudando a olvidar los males, libera una morfina que nos mantiene flotando en el aire.—Hace tanto tiempo que no me sentía tan bien.—Volvió a confesar su honesta boca.—Eres muy bueno.

El halago exploto en el pecho de Bang para expandirlo, agrandarlo como la erección en su pantalón, insertó profundamente su lengua en esa húmeda entrada, se deleito por ese sabor ¿Sucio?, si, las locuras, las aventuras no siempre viene de un elegante sitio cuando se trata de sexo, no todo es impuro, blanco o negro, Jun abrió las piernas llevo sus dedos a ese cabello negro, lo acaricio, no era rubio como en el pasado quiso atraer los recuerdos de Jepp besándolo, haciéndolo suyo, le fue imposible porque esas nuevas sensaciones suprimían las viejas heridas, Jun había olvidado la definición de la palabra “placer” ya que lo ligaba al amargo recuerdo de su perdida de inocencia un quejido escapo de sus labios cuando su entrepierna se vio sola, abandonada levantó la mirada para observar como su compañero se ponía de pie, se quitó los pantalones quedando también desnudo, mordió su labio inferior, un pequeño hilo de saliva corría por la comisura fue entonces que admiro la excitación de Bang, esa nueva imagen, el paso de los años desaparecieron ese recuerdo no lo encontraba en el catalogo de mentiras pero anhelaba agregar tan otorgada en su nuevo álbum de memorias, el CEO toco su propia excitación para estirarla más, presumía su hombría, un acto natural todos en un determinado momento nos gusta sentirnos deseados por la persona que mueve nuestro mundo, ser admirados, sentir aquellos ojos devorando cada extensión de tu figura, es parte del calentamiento previo para el gran juego,    

—¿Te gusta lo que ves?.—Cuestionó coquetamente el hombre colocandose entre las piernas de Jun, beso sus labios, el menor asintió sonrojado.—Eres un autentico ángel.—Las mejillas rojas aumentaron de tonalidad, Jun no podía dominar las reacciones de su cuerpo es como si volviera a ser un adolescente en su primera cita, su primera relación.—Te quiero Zelo, te quiero.—Le susurro besándolo, sus excitaciones rozaron peligrosamente.—Mi hermoso Sunshine.

—Quiero más—Contestaba cegado por el deseo, dominado por el calor aumentando en su piel, quemándolo por dentro levanto las caderas para hacer el roce más caótico, lo volvía loco ese toque, su piel hirviendo llevo sus labios al cuello de ese hombre, lo marco, rojos chupetones hicieron acto de presencia, se aferro a su espalda.—Me perteneces YongGuk, eres mío.—Le gritaba orgullosamente mientras sus pezones eran atacados, chupados sin tregua.—No voy a dejarte ir, ahora que eres mío no pienso volver a perderte.—Su cabeza era un caos, se estaba volviendo loco por la presión en su pecho, la temperatura corporal aumentando los recuerdos siendo suprimidos por esas nuevas reacciones químicas explotando en cada célula recordándole que estaba vivo.—YongGuk, YongGuk.

Bang llevó la punta de su excitación a la entrada del menor para tentarlo a volverse más loco,  sumergirlo en el placer de sus caricias, el efecto fue el deseado Jun ronroneo como un gato ansiando ser alimentado, nuevamente se encontraron sus labios, sus miradas se fundieron eran dos viejas amigas, una bizarra sensación en sus vientres aparecieron es como un dejavu, una escena ya vivida o vista en el pasado, escondida en el baúl de los objetos olvidados pero cuando se abre llena de calor la sala ambos eran temerosos seres para sacar a flote los pensamientos que asechaban su subconsciente, Jun no quería amargar el momento y Bang no deseaba recordar el demonio que fue, sus narices se tocaron, un momento cursi en una escena candente, sus labios cerrados se conectaron, una magia extraña emergió en el ambiente, es como esa sensación cuando las flores de cerezo aparecen en tu manga favorito, llenando de misticismo el ambiente, magia especial, cuando JunHong percibió que la excitación de Bang se acercaba más a su entrada recordó a Nam, el medico en el pasado le comentó que el embarazo masculino era un milagro debido a que se necesitaba que dos hombres fueran compatibles, sus genes, su naturaleza debía encajar perfectamente para lograr tan raro evento de la naturaleza aunque en el más recóndito escondite de su loca mente la idea de volver a tener un hijo de ese hombre no le parecía tan descabellada.

—¿Puedes usar un preservativo? .—Su pregunta fue tonta, dicha en tono infantil que causo que Bang explotará de ternura.—Soy una persona precavida.—Susurro anhelando esconder su rostro detrás de sus manos abiertas, su cara era tan roja como la replica exacta de un tomate.— No me mires de esa manera tienes ¿Verdad?

Bang asintió salto fuera del camastro para colocarse de pie sacar una tira de su cartera, con YoungJae no usaba ya que eran únicos y exclusivos, ese hecho con Zelo despertó un extraño calor cuando abrió el paquete se percato que Jun se lo arrebataba dando a entender que él se lo quería poner observo como el modelo se ponía de pie para arrodilles frente al mayor, llevó el plástico a la boca para colocar la protección con la misma, un grave gemido salió de su pecho ese movimiento fue tan erótico sentir esos pequeños labios por encima de una tela de plástico sobre su hombría despertaba más su salvaje hambre, tan deliciosamente tentador, cuando percibió que el menor termino con su trabajo lo tomo de lo hombros dirigiendo al camastro donde se puso encima de él, sus labios se encontraron, las sensaciones dejavu no se detenían pero no los asustaban porque todas esas nuevas imágenes eran el presente y los mantenían ocupados viviendo ese momento olvidando el pasado, se encontraron hambrientos de más contacto, de más roces que los llevará a fusionarse en un solo ser, poco a poco el mayor fue ingresando en el interior de su amado quien se fue aferrando a su espalda hasta clavar las uñas dejando heridas a flor de piel. 

—Tranquilo todo va estar bien.—Le susurro al oído para besar su mejilla derecha.— Yo estoy a tu lado.—Beso sus labios, mordió el inferior e introdujo su lengua.—Soy tuyo Zelo, soy completamente tuyo.

Jun separó más sus piernas las envolvió en la cadera de Bang, el placer floreció en su vientre, podía sentir como goteaba su entrepierna ante cada embestida, la forma que su entrada se contraía por cada estocada, el placer es la sensación más vieja, que viene en el paquete default de la naturaleza humana, sentir placer por el sexo nos separa de los animales quienes lo hacen para aumentar  el número de su  especie mientras los “hombres” lo hacemos porque deseamos que la endorfinas que libera nuestro cerebro durante el acto nos droguen, exploten en cada núcleo de nuestras células para llevarnos a tocar el cielo, percibir el anhelado orgasmo, ese instante donde olvidas la realidad te sumerges en una total fantasía de solo percibes tranquilidad, las embestidas continuaban, Jun anhelaba desaparecer de esa delgada capa de plástico que los separaba quería una fusión completa, ser uno mismo ser, los gemidos de Bang se apoderaron del sitio el hombre no lograba descifrar los constantes orgasmos que experimentaba cuando esa apretada entrada lo succionaba, es como si perteneciera a ese lugar, abrió las piernas de Jun para admirar la forma que salía-entraba de su cuerpo, esos muslos contrayéndose con su mano derecha comenzó a masturbarlo para que juntos llegaran al objetivo que en momentos parecía cercano pero nuevamente un ciclo continuo iniciaba, gemidos, palabras sin sentido escapando de los labios de ambos amantes, cada uno en su mundo pero sumergidos en el mismo universo, los segundos formaron varios minutos que pasados fueron ayudando a llegar que llegaran al limite, la primera mezcla de fluidos, continuaron más contactos, más escenas eróticas de películas para mayores de 18 recreadas a la perfección, es como si tuvieran el hambre de un hoyo negro, insaciable, infinita.        

 

JunHong abrió los ojos cuando la luz del día se coló por las ventanas se descubrió a si mismo aferrado al pecho desnudo de Bang, los tatuajes seguían siendo los mismos aunque descubrió uno nuevo, uno sobre su omoplato izquierdo ese no lo tenia en el pasado, era una lineas onduladas a lado de una figura que semejaba a un V,  proceso las imágenes en su cabeza recordando que eran los iconos de los signos zodiacales de Aries y Acuario ¿Por que Bang tenia esas dos marcas? anoche quiso cuestionar pero el calor de las caricias borraron sus preguntas, se recargo sobre la base de la cama, al liberar al mayor este se giro para abrazar una almohada fue entonces que Jun pudo ver nuevamente esos dos tatuajes, dirigió sus dedos para delinearlos, tenia preguntar que significaban porque sospechaba cual sería la respuesta, una que lastimará su corazón. 

—No pensé que tuvieras tantos tatuajes ¿Qué significan?.—Hablo al aire no comprendía como sabia que Bang estaba despierto sin mirarlo, el mayor abrió los ojos ante la pregunta.— Viva la revolución sospecho que es por el Che Guevara, la frase del omoplato derecha es tu filosofía de vida ¿Quiza? mientras el de tu brazo es tu fascinación por el arte y esa fibra humanitaria que tienes pero estos ¿Qué significan?

—Mi signo zodiacal es Aries y el de YoungJae Acuario.—Contestó no podía mentir sobre sus tatuajes que siempre fueron recuerdos escritos en tinta para no olvidar su pasado.—Cuando fue nuestro primer aniversario él se los tatuó, él que odiaba marcar su cuerpo, lo hizo como un regalo especial así que en su cumpleaños hice lo mismo, era una manera de recordar que …

Bang se detuvo cuando sintió que Zelo salía de la cama sus pisadas eran fuertes, hace tiempo que descubrió que a su pareja no le gustaba que hablará de su ex novio hacia gestos, bufaba molesto cuando el nombre de ese pelirrojo aparecía en sus labios estiro el brazo para jalar al castaño y arrinconarlo entre las cobijas, uso su fuerza para aplacar la huida del menor se puso encima de él, para besar sus labios, comprendía el deseo de Zelo por ser exclusivo después que ese sujeto destruyera su inocencia mientras besaba esos labios la imagen del chico de cabellos rosas volvió a su mente se detuvo un segundo para guardar en sus brazos a Jun.

—Puedo tatuarme tu nombre en la frente si lo deseas.—Le susurro al oído mientras sus manos vagaban por su cintura.—¿Que debo hacer para demostrarte que eres importante para mi?

—Dame la mitad de tu fortuna.—Le dijo en tono serio, Bang emitió una sonrisa para abrir los brazos y dejar escapar a su presa quien se incorporó para ahora él sentarse sobre su cadera.—Hablo enserio señor que ama el dinero, si me das la mitad significa que la mitad de tu corazón me pertenece, un acto de fe, ciego y sin perjuicios ¿Eres capaz de dar el paso?

 

Notas finales:

espero les guste, he vuelto de mi pequeño viaje, ame Japón, les juro que fue coomo un sueño que espero repetir, bueno saludos a todos, cuidense mucho!! disfruten y no olviden decirme que les parecio??  hay más no se preocupen!! 


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