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Stitches por ritsuka10

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Bang giraba furioso el volante de su auto debía ser mentira lo dicho por HimChan, tuvo que ser un malentendido quizá su amigo había malinterpretado las palabras dichas por esa estilista, tal vez Zelo tenía novia pero eso no significaba que le mintiera, tal vez por ser una chica el modelo no pudo dejarla, tal vez por ser una persona más frágil necesitaba tiempo, muchos tal vez, demasiados quizá que no justificaban la situación por más que maldicierá las palabras de su mejor amigo confiaba en él, nunca en el pasado hubo situación para dudar de su buen juicio,  estaciono el auto junto a un  parque donde siempre se quedaba de ver con Zelo, saco el celular para marcarle fue enviado instantáneamente al buzón de voz, jalo su cabello dudoso ¿Si Zelo contestaba que debía preguntar? no pudo crear algún cuestionamiento que cubriera sus miedos,  salió del auto para tomar aire se doblo sobre sus rodillas tenía miedo, le asustaba verse como un idiota, abandonado y relegado como él tantas veces dejo a sus ex amantes, del mismo modo que hizo a un lado a YoungJae ¿Por fin recibirá el castigo merecido? trago en seco tembloroso de la respuesta que su subconsciente formulaba dio un par de vueltas por la plaza principal tratando de calmar su mente de pronto choco con un pequeño.

—Hola amigo yakuza.—Miró asombrado al infante que usaba una camisa llamativa y llevaba un algodón de azúcar en las manos su expresión de alegría se deformo para crear un cuestionamiento.—¿Te duele algo? Pareces herido.—Nam sujeto el rostro del mayor quien se había arrodillado para observar de cerca a su amigo, Bang negó con la cabeza.— ¿Buscas a alguien? ¿Vives cerca? ¿Tu pandilla te sigue?

—Haces muchas preguntas, si busco a una persona que amo, no vivo por este rumbo y no tengo una pandilla.—Bang se calmo un poco al verse reflejado en aquejas limpias orbes, Nam abrió los ojos sorprendido para ofrecer un poco de su algodón de azúcar.—Gracias ¿estas solo?.—Bang comio el pedazo ofrecido y el niño negó mordiendo el dulce.—Vamos a buscar a tus padres pueden estar  preocupados por ti.

Nam lo detuvo para regalarle una mirada de complice al hombre quien fue arrastrado detrás de unos arbustos, recorrieron el parque entre esos enorme árboles YongGuk se percibía como un idiota al ser jalado como un pedazo de cartón fuera, en unos minutos anduvo sin entender a donde iba el chico pero de pronto vieron a lo lejos a una pareja sentada sobre una banca, la chica tenia la cabeza recargada en el hombro del hombre quien acariciaba sus cabellos, lucían como una bella foto de dos enamorados le causo una cálida emoción saber que ese niño provenía de tan bella y joven pareja, esa angelical aura quizá se debía al hermoso entorno donde creció.

—Ahí esta mi mami.—Dijo emocionado Nam llevando sus dedos a la boca recordaba que no debía llamar de esa manera a  Jun frente a extraños .— !Oh mi papá le va a dar un beso!.—El niño tapo sus ojos sonrojado.—Mi papi dice que no debo ver eso hasta que sea mayor pero me gusta saber que se quieren.

Guk quedó enternecido por la inocencia del pequeño enfoco mejor la vista para admirar a la dulce pareja por un movimiento el chico dejo caer la gorra que cubría su cabeza mostrando sus cabellos castaños, fue entonces que observo el perfil mejor del hombre, era Zelo, era la persona que días antes se había entregado a él aquel que retozo en sus brazos gimiendo por más, ese chico nunca le dijo que lo amaba, las palabras de Him recobraron vida, era verdad Zelo tenia una relación estable por ese beso no parecía terminar con ella, no existía fractura en tan perfecto noviazgo, se giro para alejarse de la escena pero una mano lo detuvo.

—¿Te vas a ir?.—Le cuestionó triste ya que era muy feliz de volver a encontrar a su amigo Yakuza.—¿Quieres conocer a mi mami? ¿Ya no vas a buscar a la persona que quieres?

—Lo siento pero temo que esa persona no existe—Le contestó pellizcando sus mejillas arrodillándose una vez más para mirarlo a los ojos.—Debes ir con tus padres antes de que se asusten por no verte.—Beso su frente, su mirada se quebró.—Tus padres se quieren mucho ¿Verdad?.—Nam asintió sin comprender la situación.—Espero seas muy feliz.

Nam asintió de un impulso abrazo al extraño para alejarse corriendo hacia donde su mamá Jun lo llamaba, al llegar con él fue recibido por besos de la pareja que lo mimaban cariñosamente, Bang se quedó un segundo parado admirando esa escena, Zelo parecía no tener un ápice de remordimiento o culpa, sonreía como nunca lo había hecho, eran una gran familia, una admirable familia, mientras él solo representaba un viejo juego mordió su labio furioso y dejo de hacerlo hasta que el sabor a hierro llego a sus pupilas gustativas, era un imbécil, un total idiota por creer en palabras de un desconocido, fue embrujado, envenenado, “todos mienten” que tan cierta era esa frase que  Zelo le dijo, deseaba ir hacia ese hombre y ¿Matarlo?, si, Jepp la bestia habitando su interior anhelaba verlo sangrar, sufrir, llorar pero entonces recordaba el rostro de alegría de Nam, no, no debía hacer más grande ese circulo de violencia encendió el auto con furia apretando el acelerador no existiría una revancha no porque aún con el dolor continuara amando al malagradecido sino por ese niño con mirada limpia y sonrisa inocente, él no debía pagar por los pecados de su padre, si Zelo solo quería su dinero pues que se lo quedará ya había tenido suficiente de él, que disfrutará de su fortuna pero nunca más se lo volvería a topar, no buscarlo, no llamarlo, desde ese segundo tenía prohibido pensar en él.

 

JunHong giro el rostro a los arboles donde su hijo apareció el rechinido de unas llantas sobre el pavimento capto su atención algo pesado se posó sobre su pecho que le imposibilito respirar, tenia remordimientos, si, muchos por estar abrazando, besando a Sun cuando sus pensamientos estaban con otra persona pero no sabía como liberarse  necesitaba tiempo para aclarar su cabeza, el viaje fue la peor decisión porque ahora sus recuerdos se mezclaban con los de hace seis años, volvió a caminar cuando sintió que sus manos eran jaladas por su novia y su hijo si tan solo no se hubiese cruzado nuevamente con ese hombre no tendría dudas, ni miedos su vida sería normal, monótona sin mariposas revoloteando su estomago.

 

La puertas de un elegante elevador se abrieron, del interior una zigzagueando figura salió, el hombre llevaba una botella de whisky en la mano derecha mientras con la otra se sostenía de los muros blancos del pasillo no paraba de sonreír, su camisa estaba desfajada, el saco como la corbata se perdieron en los distintos bares que paso antes de llegar a casa miró por los ventanales, se sorprendió al saber que la noche había llegado sin él darse cuenta, descubrió su reflejo en el vidrio fue entonces que soltó una carcajada que inundo el desolado laberinto, se reía de si mismo, hace años juró no volver a caer en la tentación de perderse en el alcohol ahora estaba con el rostro lleno de moretones, peleo con un tipo en el segundo bar al que entro trató de romperle la cara, descargar la rabia que Jepp acumuló en los nudillos que tuvo que apretar al ver como Zelo besaba a esa mujer, tantas veces las ganas de ir a su casa a enfrentarlo se presentaron pero YongGuk lo detenía, le recordaba a ese pequeño de sonrisa inocente, golpeo el muro tratando calmar el dolor interno con el daño físico, no sabia a quien acudir no tenia muchos amigos y con el único que sabia escucharlo lo había dejado con la mejilla morada, en ese momento deseaba que alguien lo abrazará se detestaba a si mismo por ser tan frágil, por tener una alma de porcelana fácil de romperse, fue un ciego, un estúpido incrédulo, cuanta razón tenia Zelo cuando le argumentaba el amor a primera vista no existía, las personas no pueden enamorarse de otros seres sin conocerlos, golpeo la pared asqueado de si mismo, en esos segundos recordaba la razón porque tal ves se abrió el estomago hace un seis años, porque se odiaba a si mismo, anhelaba poder tener una goma y borrar su pasado, quien era, ser alguien diferente, comenzar de cero, quitarse ese rostro y comprar un nuevo para que cada vez que se viera al espejo no sintiera esas tremendas ganas de vomitar pero era imposible, el pasado nunca se disolverá, siempre nos perseguirá como un recordatorio de quien somos, una etiqueta que nos pesará hasta el último día de nuestras vidas, cuando llego a su puerta se encontró a alguien sentando en el piso con la espalda recargada en la puerta, rápidamente dejo caer lo que llevaba en las manos para abrazarlo.

—YoungJae has vuelto.— Cuanto bien le hacia sentir ese cuerpo en sus brazos.—YoungJae perdóname.—El pelirrojo se colgó del cuello del mayor tratando de comprender esa repentina muestra de cariño.—Perdóname por todo el daño que te hice.

—YongGuk estoy de vuelta, he regresado a casa.—Le susurro con lagrimas rodando por sus mejillas aferrándose desesperado al mayor que se dejo caer a su lado.—He vuelto por ti.—Sus mejillas húmedas eran la consecuencia del dolor comprimido esos días.—Te quiero YongGuk, te quiero.

Los dos seres se abrazaron a mitad de ese nostálgico pasillo, Bang se llenaba de esa voz diciendo que lo quería, necesitaba tanto esas palabras, esos brazos, ese calor para no morir de frío, para que las heridas dejaran de sangrar y el auto odio disminuyera porque aun exista un ser humano capaz de amarlo con tantos defectos, uno verdadero ángel que aún después de lastimarlo llegaba con los brazos abiertos brindándole la protección perdida. 

Bang descansaba recostado a lo largo del sofá  mientras YoungJae se acomodo sobre una mesa ambos continuaban en silencio después de ese repentino reencuentro lleno de lagrimas, sollozos y palabras de perdón ninguno de los dos logró articular una palabra, YoungJae tenia la esperanza que el estado de Bang se debiera a su perdida pero sería un pensamiento tan egoísta y poco probable ademas estaba en ese sitio porque HimChan le llamó, le rogó para que buscará al CEO no le cuestionó el porque pero su deber era estar a su lado, él también había sido abandonado, temía que Bang también haya descubierto que su espejismo fue una fantasía, una broma del destino para recordarles valorar su relación, ellos nacieron para estar juntos.

—Después de Jeju fui a Japón con DaeHyun,  tenias razón. —Una tímida sonrisa apareció en los labios del fotógrafo quien novia nerviosamente sus dedos.— Yo continuaba enamorado de él aunque muchas veces te jure no sentir nada en realidad había algo inconcluso entre nosotros.—Confesó con la mirada fija en el piso.—En un inicio él correspondió a mis sentimientos, me confesó que me quería no te imaginas lo feliz que fui, Yong te ame y amo pero con él todo era distinto, me sentía flotar.—La lagrimas aparecieron resbalando por sus mejillas.—Dios que idiota fui, en verdad merezco lo que me ha pasado.—Mordió su labio inferior tratando de controlar los espasmos que recorrían su columna vertebral.—Simplemente una mañana desapareció, se fue sin dejar una nota trate de contactarlo pero como la vez pasada no me contesto, lo espere dos días sentado en la cama sin moverme pero él nunca volvió.—Bang se incorporo para sentarse frente al pelirrojo.— Esta mañana me llamo Him dijo que me necesitabas en ese momento supe que yo también a ti.—Trato de limpiar el llanto pero fue imposible este comenzaba a volver como una tormenta.—Fuimos unos tontos Yong, nos enamoramos de espejismos, fantasías, tonterías.

—YoungJae, mi hermoso Youngjae.—Se hinco para poner la cabeza sobre el regazo del mencionado.—En verdad merezco lo que me ha pasado por la manera tan cruel que te trate, por ser un desconsiderado por fin estoy pagando el daño que le hice a las personas que me amaban.—Jae se percato que su ropa se humedecía ¿Acaso Bang lloraba? era la primera vez que presenciaba tal evento.— Si, me enamore de una mentira de piel blanca y ojos brillantes pero solo fue una ilusión.—Comenzó a sollozar como un niño pequeño, como la vez que perdió a sus padres y lloró en el regazo de su hermana.— Fui el juguete de un niño mimado, perdóname Jae, perdóname si alguna vez te lastime juro que ahora lo estoy pagando nunca había sentido tanto dolor.—Jae arropo al mayor, lo comprendía, lo entendía ambos sentían el mimo dolor, fueron heridos, usados, —Quédate conmigo, yo cuidaré de ti por favor deja que yo reparé el daño que DaeHyun dejo en tu cuerpo y tu serás la cura para el veneno que Zelo me insertó. 

Sus miradas se cruzaron, fue entonces que sus labios se reencontraron el sabor era salado, ambos continuaban llorando con el corazón roto, pusieron sus ilusiones en las manos de dos personas que nunca corresponderían a sus sentimientos, crearon castillos en el cielo, sin bases sólidas que le dieran estabilidad por lo tanto aquella pila de naipes desapareció a la primera ráfaga, Bang se puso de pie para cargar al pelirrojo su lengua buscaba borrar cada rastro de lagrma impresa en tan perfectas facciones, lo llevo hasta la habitación donde lo recostó cuidadosamente se puso encima de él, sus dedos delinearon el contorno de su rostro, como en los viejos tiempos, él era la calma a mitad de una tormenta, su pie de apoyo, con él dejaba de ser Jepp y se transformaba en YongGuk, su fiel compañero, amigo y perfecto amante.

—Puedo buscar a ese cobarde traerlo para que te pida perdón y hable de frente.—Comentó mirando sus labios, embriagado por el alcohol y por ese aroma que desprendía de su ex amante.—He sido bueno con la persona equivocada, te traté de la peor forma.—Dejo caer su frente en el pecho de Jae.—Pídeme lo que sea, puedo traerlo ante ti obligarlo a que se arrastre hasta conseguir tu perdón.—Se aferro a ese cuerpo.—Jae, mi precioso niño eres al único que debo querer, tu eres mi realidad, amor mío pide y yo lo concederé.   

—Él me abandono sin decir nada, no puedo obligarlo a regresar si él no lo desea, lo conozco y quizá se dio cuento que ha malinterpretado sus sentimientos.—Contestó acariciando el rostro del mayor.— Vamos a casarnos quiero compartir el resto de mi vida contigo.—Bang se incorporó para mirar el rostro de Jae que emitía la primera sonrisa honesta desde el encuentro.—Amor mío el destino nos ha escupido en la cara para gritarnos que debemos estar juntos, te quiero.  

Nuevamente los labios de los ex amantes se encontraron, buscaban desesperadamente encontrar el ungüento que para el dolor de esa herida abierta dejará de lastimarlos, porque un animal herido ataca sin mirar las consecuencias, ese reencuentro era el de un par de rotos corazones que se cerraron a la idea de volver a creer en mariposas o cerdos voladores, se fundieron en un capullo colocando una barrera para no ser nuevamente atacados, sostuvieron sus manos entrelazadas porque solo confiaban en ellos, los demás mentían, engañaban, por eso querían casarse demostrarles a sus verdugos que continuaban de pie, eran invencibles, de hierro, el abandono, la daga clavada en su pecho no dolía, no sangraba pero solo era una fachada, una mentira para ocultar su pena, su vergüenza, por esa razón se entregaron al deseo fusionándose en uno para gritarse a si mismos, ese era el sitio correcto. 

 

Un par de días después.

JunHong mordía su labio nerviosamente desde que habían vuelto de Tailandia, una semana, Bang no se había contactado con él solo tenía un par de llamadas perdidas del lunes pero no quiso responderle porque fue a pasear con Sun y Nam, estaba preocupado porque Bang no volvió a comunicarse un hecho bastante extraño debido a la fascinación que el CEO tenía por acosarlo caminó hacia un cajón de su tocador para sacar los papeles que avalaban que era dueño de la mitad de la fortuna que le correspondía a YongGuk, nunca creyó que el CEO pudiera hacer eso ¿En verdad lo amaba tanto? devolvió rápidamente los papeles al cajón cuando escucho unos pasos, era  JongUp que miraban animadamente una revista trato de lucir tranquilo pero moría por decirle a su amigo sobre Bang sobre el viaje a Tailandia, confesar de una vez por todas que ese hombre era el padre de YongNam.

—Wow no puedo creer que el CEO vaya a casarse.—Jun abrió los ojos para arrebatarle la revista a su amigo ¿Qué clase de locura Bang había hecho?.—Hey Jun con cuidado.— En la foto principal del reportaje estaba una pareja que sonría pero esa imagen no era de él como lo imagino sino de YoungJae.— Tal vez el CEO sea un maldito energúmeno pero sin duda sabe como reconquistar a su amor.

JunHong sujeto  fuertemente su estomago después de tanto tiempo unas terribles ganas de vomitar se hicieron presentes no concebía la idea de volver a perder a YongGuk, Up al percatarse del estado de su amigo lo sostuvo del brazo para llevarlo a la cama donde se sentaron, no comprendía la actitud de su compañero, quien estaba más blanco de lo normal.

—¿Lo acaban de anunciar o es un rumor?.—Le cuestionó al pelinegro quien  lo miraba preocupado.—Tú eres novio de HimChan debes saberlo.

—Kim solo me envió las invitaciones de la boda con la revista dijo que una era para ti y Sun.—Le aviso mostrándole un par de sobres.—Los siento pero el otro domingo que estaba con Nam él llego y pues Sun terminó confesando que era tu novia.— Trataba de armar una respuesta lógica pero la mirada asesina de Jun lo alarmaban.— Creo apenas lo decidieron esta semana, Bang hizo las paces con él y se comprometieron la boda es dentro de unas semanas ¿Por qué te importa?

El castaño se puso de pie tomando la revista y salió corriendo de esa habitación debía enfrentar a ese hombre, de una vez por todas hablar de frente, decir la verdad que se atoraba en su pecho junto con todo el llanto, el dolor y el sabor amargo de volver a perderlo. 

 

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS!! ESPERO LES GUSTE este capitulo!! el drama se acerca !! preparen pañuelos para el siguien cap, la neta el siguiente escena es la que origino el fanfic xDgracias!! gracias!! cuidense mucho y envio muchos saludos!!


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