JongUp rascaba nervioso la cabeza intercalando su mirada entre la puerta y su amigo sentado en la silla, golpeo el muro desconcertado no podía creer lo que estaba pasando en menos de una semana la desgracia había caído sobre sus hombros se giro para arrodillarse y tomar las manos de su amigo, nuevamente una puerta se había cerrado, trataba de formular las palabras de ayuda que el menor necesitaba pero solo una idea rondaba su cabeza desde hace un par de días, apreso fuertemente los labios decidido a por fin ponerle voz a ese pregunta que aparecido desde el momento que les avisaron que YongNam necesitaba un trasplante de hígado.
—¿Por qué no buscamos al padre de Nam?—Le cuestiono, JunHong no reacciono de la mejor manera debido a que se puso de pie sobresaltado.—Es nuestra última esperanza, sé que te lastimo, sé que lo odias por haberte engañado pero debes comprender que Nam lo necesita, bueno a su hígado ya hemos probado con toda tu familia, con amigos y nadie es compatible ademas es riesgoso con los que se han acercado.—Puso sus manos sobre los hombros del castaño.—Entiendo tu pena pero debes tragarte tu orgullo, tu pena, ese hombre puede tener hermanos, padres que sean compatibles, si el bastardo quiere dinero le daremos todo lo que tenemos pero tu hijo debe salvarse.
—Lo sé, llevo con esa idea desde el momento que el medico hablo sobre el transplante para salvar a Nam.—Su voz se quebró.—Tenia la esperanza de que alguien de mi familia fuera compatible.—Movió nerviosamente los dedos, su mirada se volvió vidriosa.—No debemos buscar al padre de Nam porque sé donde esta en este momento.
JongUp abrió los ojos sorprendido por tan repentina confesión levanto la ceja demostrando las dudas surgidas, Jun se deshizo del agarre para dar un par de vueltas sobre su propio eje, no sabía como ir con YongGuk a pedirle que donará una parte de su cuerpo para salvar a su hijo, fue un tonto esos días pensando en el enfrentamiento con Bang no se percato que aquella extraños síntomas aparecían en su hijo sin ninguna explicación, se fatigaba con facilidad, no quería comer, se culpaba así mismo por haberlo descuidado, era complicado enfrentar a YongGuk explicar la historia desde cero si cuando fue a enfrentarlo por el matrimonio terminó gritándole miles de mentira en la cara, le escupió, que tan cierto ese eso que más rápido cae un hablador que un cojo, actuamos sin pensar por el calor de momento sin detenernos analizar la verdadera situación, somos seres más emocionales que racionales ahora sus errores amenazaban con quitarle lo más querido.
—Fue con él con quien viaje a Tailandia, con él he tenido las citas, engañe a Sun con él.—El rostro de Up se contrata ante las repentinas confesiones, esa parte de Jun no conocía, mentir, traicionar, engañar no iban con su personalidad.—ÉL no me recordaba así que lo use para quitarle la mitad de su fortuna después fui a restregarle en la cara que lo había usado y ahora él se va a casar con el novio que un inicio le obligue dejar.—JongUp iba formando un mapa con las piezas sueltas, recordaba la forma que HimChan hablaba de Zelo, el desprecio que le profesaba.—El padre de YongNam es el CEO de TS, Bang YongGuk
—En verdad tienes que odiarlo para hacerle tanto daño.—Contesto JongUp dejándose caer en la silla donde antes se encontraba su amigo.—No voy a dejar que Nam pague por tus errores o los de su padre ambos han sido culpables por dañarse tanto comprendo la razón porque no quieres volver hablar con él.—Se puso de pie decidido, era el padrino de YongNam por ende debía buscar su bienestar.—Él debe responder por sus pecados y Nam no tiene nada que ver, yo mismo voy arreglar este problema y sé quien puede ayudarme.
El chico salió de la oficina para dirigirse a la empresas TS, sabía quien era capaz de hablar con YongGuk para obligarlo hacerse una prueba de compatibilidad entendía a su amigo, no justificaba su locura llamada venganza pero de cierta manera lo comprendía, él mismo fue espectador del destrozado JunHong que volvió de Tailandia, con un peso extra en los hombros, responsabilidad que un niño de 16 años no podía manejar, un niño haciéndose cargo de otro, recibió mucha ayuda pero también gracias a su esfuerzo, trabajo y dedicación Nam era el niño más feliz sobre el mundo, aquel viejo amor dejo en Jun una herida imposible de sanar o curar, lo marco convirtiéndolo en otra persona, una más fría desconfiada e insegura con sus sentimientos, aterrado a veces del propio contacto con otros humanos, ese hombre se llevo su luz, su alegría, la inocencia.
—Hola amor, es raro que me visites en la oficina ¿Up que sucede?.—Cuestionó el hombre quien recibía a su pareja con un beso en las mejillas.—Luces bastante preocupado ¿estas bien?
—HimChan confías en mi ¿Verdad?.—El mayor asintió con miedo sujetando los hombros del menor.—Nunca te mentiría, ni ocultaría cosas tú mismo haz dicho que soy brutalmente honesto.—A Him no le agradaban esas palabras muchos menos la forma que su pareja temblaba.—Lo que voy a confesarte es la verdad, tú mismo lo comprobaras.
HimChan golpeo despacio la madera, una pastosa voz grave le indicio pasar, se encontró a su amigo inmerso en la lectura de varios documentos había aumentado su carga de trabajo para tener la mente ocupada, pasaba más tiempo con YoungJae pero en los momentos que estaba solo sabía que su mejor amigo se sumergía en sus terribles pensamientos, esos donde no quería compartir, apretó los labios para jalar la silla y sentarse frente a ese enorme escritorio, sin perder un segundo de vista los movimientos del CEO, la verdad lo devastaría, esa cruel confesión que estaba apunto de salir de su boca sería la confirmación de los peores miedos de ese hombre, él era la única persona que conocía las pesadillas que Guk tenía por culpa de Jepp, aquellas donde un monstruo demostraba su verdadero rostro.
—¿Qué sucede?.—Bang detuvo sus movimientos para enfocar los ojos en el rostro de su amigo.— ¿Ha pasado algo? Hime no me gusta la forma que me miras.—Dejo los papeles sobre la carpeta para prestarle atención.— Habla, no me gusta el drama.
—El hijo de Zelo esta muy grave en el Hospital y necesita un transplante.—Confesó sin saber como formular la verdadera razón de su estancia en esa oficina.—En verdad necesita ayuda, Up ha venido a soltar tu ayuda YongGuk
El mencionado salto fuera de su silla jalando su cabello, no soportaba la mención de ese nombre, era agobiante saber que ese chico continuaba vagando pro el mundo, a veces solo deseaba esconder su recuerdo en lo más profundo de su mente, imaginar que fue una pesadilla, un sueño, uno más que guardaría en el sótano donde el chico de cabellos rosas también descansaba, sus facciones se volvieron duras decidió no fomentar más sentimientos hacia el modelo, su cariño, tiempo, amor serían para su futuro esposo y su hijo, no pensaba regalar odio a ese bastardo que lo uso, le mintió.
—Tiene mucho dinero para comprarle los mejores médicos, hasta un hígado si tanto lo desea.—Contestó fríamente colocando las manos detrás de su espalda.— Nam es un bello niño pero es hijo de él, no me importa lo que pueda sucederles.—Su tono de voz se suavizo la sola mención del infante le causaba una enorme paz interna.—No me hace feliz la noticia pero no detendrá mis planes, ellos no tiene nada que ver conmigo, yo ya tengo una familia de que preocuparme.
HimChan se mantuvo en silencio no quería decirle la verdad recién descubierta, observo como el hombre regresaba a su asiento después de calmarse, era obvio que aún le costaba controlar sus emociones referente a Zelo, aunque sus palabras fueran de desprecio el cariño nacido de esa fugaz relación lo marco para el resto de su vida, ese modelo descubrió un bello tesoro pero él mismo lo destruyo porque YongGuk dejo de ser él para volverse en una versión bizarra y enferma de Jepp, deseoso de venganza pero reprimido, Him sacó su teléfono celular para observar la foto que Up le acaba de enviar, era JunHong con 16 años y el hermoso cabello rosa golpeando su rostro mientras sonríe y se despide en un caótico aeropuerto, el camarógrafo le dio un resumen de lo sucedido a ese niño hace seis años, engañado por un hombre, abandonado por un patán.
—Han intentado con todos los familiares para que sean compatibles pero el tipo de sangre de Nam es muy difícil de encontrar, es igual a la de su padre.—Agrego guardando el teléfono para mirar a su amigo quien torcía las cejas confundido.—Zelo es la madre.—Una corriente fría recorrió la columna vertebral del CEO.—Hace seis años JunHong, el verdadero nombre de Zelo, viajó a Tailandia a pasar las vacaciones con su tía, en ese lugar conoció a alguien, al padre de Nam,—El rostro de Bang se descompuso, Him saco su móvil nuevamente para mostrarle la foto de Jun.—Él tenia el cabello rosa ¿Lo recuerdas?
La mano temblorosa del CEO sujeto aquel dispositivo para admirar las foto, las imágenes se aglomeraron en su cabeza ahora ese fantasma de cabellos rosados, tenía un rostro, un nombre, un apellido, era real, sus miedos, sus peores temores se volvieron tangibles dejó caer el objeto para correr hacia el baño donde vomito, se daba asco, se arrepentía de su pasado, de sus palabras, actos, simplemente se odiaba a si mismo una vez más, comprendía el odio de ese modelo, las palabras frías que le regalo, lo justificaba, lo apoyaba, se merecía el peor de los infiernos por la forma que lo trató, mientras trataba de quedarse vacío por dentro las lagrimas recorrieron sus mejillas, al termino tomo asiento en el piso donde se abrazó a sus rodillas y comenzó a temblar.
—Lo siento Bang, lo último que deseaba es que comprobaras que tus pesadillas fueran verdad.—El hombre apareció con una toalla para agacharse y limpiar las lagrimas de su amigo así como la comisura de sus labios.—Lo sé, no tienes que hablar.—Le susurro besando su frente mientras Bang balbuceaba una y otra vez “Lo siento, lo siento”.—Lo sé, no tengas miedo todo va estar bien.
—No quería lastimarlo, no era yo.—Formulaba con la mirada llorosa, con espasmos atacando su espalda, temblaba de miedo, de remordimientos.—Nunca quise hacerle daño a ese chico, lo siento tanto. —HimChan lo guardo en sus brazos.—Ahora entiendo porque Zelo me odia, ahora sé que nunca podrá amarme.
El CEO se descomponía en ese instante, los gritos retumbaban en sus oídos, el llanto lo ahogaba hasta quedarse sin aliento, detestaba esos sueños envueltos de imágenes desgarradoras, de violencia y brutalidad, fue un demonio, un verdadero monstruo con piel de oveja ¿Cuántas lagrimas Jun derramaría por su culpa? ¿Cuántas veces fue maldecido por esos perfectos labios rosas? solo imaginarse a Zelo como protagonistas de sus pesadillas lo sumergía en el peor de los infiernos, nadie lograría entender el sufrimiento vivido en carne viva que él soportaba en ese segundo.
YoungJae recorría los pasillos tocando su pequeño vientre que en poco tiempo comenzó abultarse llego a la habitación donde HimChan le dijo que Bang se encontraba, al llegar abrió la puerta para toparse con los dos mayores ambos conversaban tranquilamente, se acerco a Bang para abrazarlo, este le contesto con una mediana sonrisa rápidamente el hombre bajo el rostro hasta el estomago.
—Hola bebé, ahora tienes un hermano mayor.—Le susurro con dulzura se puso de pie para mirar de frente al pelirrojo.— ¿Te encuentras bien?—Jae asintió por teléfono HimChan le informo sobre la situación.—Me hecho los exámenes de compatibilidad y resultaron positivos, el medico ha terminado por hacerme otros estudios y dice que estoy en forma para la cirugía solo esperan a estabilizar a Nam para iniciarla.—Beso la frente del menor.—No he hablado con JunHong.—Jae le sorprendió que ese hombre pudiera leer su silencio pero ambos estaban tan compaginados que a veces no necesitaban hablar para entender lo que el otro siente.— Tienes razón, debo pedirle perdón correctamente.
YoungJae trató de que Bang lo mirara a los ojos pero este rehusaba hacerlo, se sentía avergonzado por su situación actual, era desgastante tratar de hacer frente a sus bajezas como joven, no tenía la confianza del pasado, la relación con Zelo, la verdad de JunHong lo dejaron desarmado, desnudo ante la concurrencia, ahora todo mundo conocía el peor de sus recuerdos esos que trató de ocultar pero es imposible tapar el Sol con un dedo y tarde o temprano la gente se enteraría de la clase de persona que fue.
—Estoy orgulloso de ti.—Le susurro besando sus labios.—Estamos orgullosos de ti.—Llevó la palma de la mano de Bang a su vientre.—Te queremos y sé que harás lo correcto. —Lo guardo en sus brazos.—Tu familia esta a tu lado.