Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Breathless: Sin aliento por Shinjimasu

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando volví a  casa no me sorprendí al darme cuenta de que nadie me esperaba. Eso ya era cosa de todos los días y de alguna manera me había acostumbrado.

Arrojé mi saco al sillón junto a  mi corbata, avanzando hacia la cocina para prepararme algo de café. Había tenido un día pesado, pero aun así tenía trabajo por hacer.

Mientras acomodaba mis cosas me puse a pensar un momento en Chika.

Goto tenía razón en lo que me había dicho en la mañana, ese chico parecía no haber cambiado mucho desde que éramos niños. Incluso ahora se veía demasiado… frágil.

Él siempre había sido un chico sencillo e inocente, no era muy alto y era de los más pequeños de edad (solo un par de años menos que yo)  por lo que era acosado por los demás chicos, llegando a tal grado que en más de una ocasión lo golpearon al salir de la escuela. A pesar de tener un hermano mayor, él no parecía muy atento a lo que pudiera pasarle; y fue en una ocasión así cuando por fin no pude soportar más el daño que le causaban y terminé por defenderlo ante esos chicos. Siempre estuvo agradecido conmigo por eso, pero creo que a estas alturas ya se habrá olvidado de ello.

Pasaron algunas horas hasta que decidí irme a dormir para evitar que me quedara fatigado de nuevo. Puse el despertador para evitar que se me hiciera tarde de nuevo y me metí a la cama, pero cuando la campana sonó creí que no había dormido en lo absoluto, e incluso pensé que había sonado mucho antes, pero no, solo se trataba de mi triste realidad.

Minami seguía dormida y no pensaba despertarla, así que me bañé y me alisté para encontrarme con Chika en la tienda. Cuando llegué él estaba de espaldas acomodando unas cajas.

-¿Chika?- lo llamé para evitar asustarlo.

-Daisuke…- me llamó sorprendido –Buenos días…lo lamento mucho, pero creo que no podremos salir hoy. Llegó mercancía y debo acomodarla-

Se veía nervioso, con la misma actitud que los últimos días, o cual causó que me inquietara lo suficiente como para insistirle.

-No me dijiste eso ayer-

-Sí, bueno, yo tampoco sabía que llegaría hoy-

Por alguna razón eso no me convenció. Levanté la tabla que daba paso a la parte de atrás del mostrador donde él estaba y me planté a su lado –Chika, espero que esto no sea una excusa para no salir conmigo-

-¿Por qué haría eso?- preguntó sin verme.

-No lo sé, tú dímelo- respondí -¿Acaso te molesta el que esté aquí de nuevo?-

-Nada de eso- me dijo cuándo lo obligué a que me mirara de frente.

-¿Entonces qué es, Chika?-

Él trató de no mirarme a los ojos –Lo siento Daisuke, pero estoy ocupado…- respondió dándose la vuelta para irse, pero antes de que lo lograra lo sujeté por su muñeca, haciéndolo retroceder mientras le provocaba un pequeño quejido.

-De nuevo tratas de huir-

-Eso duele…- se quejó apretando sus ojos.

Cuando me dijo eso entendí que algo no estaba bien, no lo estaba sujetando con fuerza en lo absoluto. Lo miré y alcé su manga para poder ver su muñeca. Justo en la parte en la que lo sujetaba había un gran moretón acompañado con unas marcas rojas.

No oculté mi sorpresa y subí más su manga, encontrando marcas en todo lo largo de su brazo.

-Chika- lo llamé serio -¿Quién te hizo esto?-

-No es nada- me dijo sin mirarme.

-¿Cómo que “no es nada”?- respondí molesto -¿Quién lo hizo?-

-Estoy bien…-

-¡No, no lo estás!- exclamé sujetándolo con fuerza -¿Cómo puedes dejar que alguien te haga esto? Por favor Chika ¡Ya no eres un niño! ¡No puedes permitir que se aprovechen de ti! ¡Comienza a actuar como un adulto de una buena vez!-

Él comenzó a sollozar –Me estás lastimando-

Lo solté entonces. Me había excedido un poco –Chika…-

-Lo siento, pero tengo cosas que hacer- lloró mientras escapaba hacia dentro de la casa.

-¡Chika!- lo llamé en vano, pues él ya se había ido.

Esperé algunos minutos con la esperanza de que saliera, pero era obvio que no lo haría por lo que no tuve otra opción más que la de irme a la oficina.

No lo negaré, estaba muy inquieto. La sola idea de que alguien lastimara a Chika me hacía rabiar, en especial porque debía ser alguien que solo lo hiciera por querer herirlo. Chika no parecía de esos que causaran problemas ¿Entonces por qué agredirlo? ¿Por qué él no me quería decir que había pasado? ¿Tenía miedo? ¿De qué? ¿De quién?

-Vaya, vaya, llegas temprano- me saludó Goto al entrar en mi oficina, alejándome de mis pensamientos sugestivos  -¿Acaso te caíste de la cama?-

-No realmente-

-¿Qué sucede? Traes una cara horrible- me dijo sentándose delante de mi escritorio.

-No tengo un buen presentimiento sobre lo que sucede en este lugar-

-¿Se trata de tu esposa? No te preocupes por ella, pronto se acostumbrará-

-Sería bueno que el problema fuera ella…-

-¿Entonces?-

-Es Chika-

-¿Chika?- preguntó -¿Qué le sucede?-

Suspiré –Creo que alguien le ha estado haciendo daño… o peor aún, amenazando-

-¿Por qué lo dices?-

-Se suponía que hoy desayunaríamos juntos, cuando lo fui a buscar trato de evitarme y después… vi en sus brazos marcas y varios moretones- le dije serio –Como si alguien lo hubiera sujetado o jalado con fuerza para inmovilizarlo o yo que sé-

-¿Y él que te dijo?-

-Que no era nada-

-Pero Daisuke, no lo entiendo- me dijo dándose cuenta de que hablaba muy en serio –No conozco a alguien que pudiera hacerle eso a Chika, él es un chico muy bueno-

-Temo que por lo mismo lo molesten- respondí -¿No sabes de alguien que haya tenido problemas en el bar?-

-No, no que yo sepa. Generalmente las cosas son muy tranquilas ahí-

Suspiré –Entonces no me queda otra opción más que la de ir y hablar con él de nuevo-

-¿Crees que te diga la verdad? Mira que si no quiso hacerlo hoy en la mañana será más difícil ahora-

-Eso no importa, haré que me lo diga: no voy a permitir que lo lastimen en serio, no me lo perdonaría-

-¿Quieres que te acompañe?- preguntó

-Creo que se sentirá más tranquilo si solo habla conmigo-

-Bien- respondió mientras se ponía en pie –Pero por favor no olvides informarme todo lo que te diga. Chika es un buen amigo mío y tampoco puedo permitir que alguien se aproveche de él-

-Lo haré- le dije antes de quedarme solo.

Esa noche salí un poco antes de la hora y me dirigí al bar.

De inmediato supe que en cuanto Chika me vio trató de ignorarme, pero al ser él el único que atendía el lugar, tuvo que hablarme.

-¿Qué le ofrezco?- preguntó limpiando unos vasos sin ponerme mucha atención.

-Evita los formalismos Chika, sabes que no es necesario-

Él no me dijo nada.

-Una cerveza, por favor- pedí. Quizá no era buena idea atacarlo con preguntas tan pronto, primero debería hacerlo confiar en mí y después podría empezar.

Esperé un par de horas, bebiendo solo, desahogando también mis propios problemas con la empresa y mi mujer. A pesar de que había prometido no beber como la vez pasada, me fue imposible y caí de nuevo en eso. Una a una las cervezas se fueron acumulando frente a mí y no me hubiera detenido si Chika no se hubiera negado a traerme la última, ya entrada la madrugada.

-Daisuke, ya no puedo traerte más-

-Pagaré todo lo que beba-

-No es por eso, pero ya fue suficiente- me dijo mientras se metía hacia la bodega.

Miré a mí alrededor. Solo había un par de personas más y parecían dormidos o al menos lo suficientemente ebrios como para no saber en dónde estaban o qué hacían.

Agité mi cabeza para intentar despertar un poco y me puse en pie, siguiendo a Chika sin que se diera cuenta.

Si bien había llegado a ese lugar por un motivo no me iría sin averiguar nada.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).