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Cuanto me haces falta por Arteemisse

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Notas del capitulo:

¡Hola, hola!

Aqui un nuevo capítulo de mi historia...

Espero que les guste, y también espero sus reviews...

¡Hasta la proxima!

 

Era un momento realmente impresionante; la luz del sol acariciaba suavemente la superficie del agua, y los peces saltaban con regocijo.
Todos estábamos sentados en una enorme manta de cuadros blancos y rojos, disfrutando de una deliciosa merienda; era un precioso día, o al menos no para mí.

– ¡Ahhh! ¡Es un hermoso día para ir al lago ¡¿No lo crees, Natsu? —exclamo Jellal-san, colocando su brazo en los hombros del pelirrosa.

– ¡Si! ¡Es un bellísimo día! —dijo este, recargando su cabeza en el hombro de su esposo.

– Mmm… No más que tú—musito el peliazul, dándole un beso en la frente al pelirrosa.

– Basta, me avergüenzas—dijo, poniéndose de pie—I-iré acompañar a Harumi y Aki un rato—y se fue corriendo.

– ¡Alcánzame mamá! —exclamaba Harumi, mientras corría a las orillas del lago; llevando a su hermanito de la mano.

– ¡No escaparan de mí, pequeñajos! –decía Natsu; mientras perseguía a los pequeños.

– ¡Ahhh! ¡es tan hermoso! —musito el peliazul, mientras veía la linda escena.

– Gracias por permitirnos acompañarle, Jellal-san—exclamo Erza, mientras agachaba la cabeza.

– ¡No hay de que! Después de todo no podía permitir que se quedaran solos en casa sin hacer nada; además, es más lindo salir todos juntos, ¿No creen? –dijo con una sonrisa.

– ¡Si, es mucho mejor! —exclamo Juvia, mientras me miraba con furia.

Desde que le dije eso ayer, dimos por terminada nuestra relación; puede que para mí no haya sido muy importante, pero para ella si lo fue.

– Bien, muy pronto se hará de noche; así que tenemos que empezar a recoger todas nuestras cosas, bien… veamos…– dijo Jellal-san, mientras empezaba a guardar todo lo que se encontraba a su alcance.

Me parecía muy encantador ver a mi Natsu corriendo detrás de los mocosos; pero me molestaba que se pasara de cariñoso con Jellal-san.

– Ya es hora de irnos, ¡Natsu, Aki, Harumi! ¡Ya es hora de volver a casa! —exclamo Jellal-san; dirigiendo la mirada hacia el trio de pelirrosas, quienes se encontraban jugando a las orillas del lago.

– ¡¡¡¡¡¡NO!!!!!!—exclamaron entre risas dos de los pelirrosas.

– ¿A no? Entonces… le diré a Driant-san que no les de postre después de la cena; ¿Que dicen ahora? –

– Como que me dieron ganas de ir a casa; ¿Y a ti mamá? – exclamo la mocosa, tomando la mano del pelirrosa; mientras el niño solo asentia.

– A-aaa mi tambien, jejeje–  musito Natsu; colocándose al lado de su esposo.

– Bien hecho; vamos a casa—

– ¡Aye! —

Todo el camino estuvo lleno de las risas de Natsu, Aki y Harumi; quienes se divertían haciéndole bromas a Jellal-san.

Era un hermoso paisaje, aunque nada de esto se podía comparar con la belleza incomparable de Natsu.
El sol caía suavemente entre sus rosados cabellos, y acariciaba cálidamente su suave piel acaramelada; era una hermosa vista, y agradezco al cielo que yo puedo verlo.

--¡Bienvenidos! Jellal-sama, Natsu-sama; ¿Cómo estuvo su día de campo? —exclamo su mayordomo, Driant-sama; haciendo una reverencia al abrir la puerta.

--¡Estuvo genial! ¡Te contare los detalles después de darme un baño! —musito el pelirrosa, dándole un beso en la mejilla.

--¡Yo tambien! ¡Yo tambien! —decía una sonriente Harumi, mientras se aferraba a la pierna de Driant-san; mientras el otro hacia lo mismo.

--Sería un placer de oír su hermosa voz durante todo el día; por favor, permítanme escucharles—exclamo este, besando la mano del pelirrosa.

--E-está bien; v-volveré en unos minutos, vamos; Harumi, Aki—dijo este, tomando la mano de cada uno de sus hijos.

--¡Si mami! -- exclamo la enana; mientras los tres entraban a la casa.

--¡Ahh! Pueden ir a sus habitaciones a ducharse, en un momento más daremos inicio con la cena; yo iré personalmente a avisarle, Jellal-sama—dijo el mayordomo, haciendo un pequeño gesto de respeto.

--Está bien; los veré a la hora de la cena, ¿Vale? —exclamo el peliazul, subiendo hacia su habitación, seguido por Driant-san.

--¡Bien, escuchen todos! —musito mi jefa, con tono autoritario—Tenemos que mejorar nuestro comportamiento si queremos firmar un contrato para cuando finalice la semana; así que, no digan nada ofensivo o que haga sentir mal a Natsu-san, Aki-chan y Harumi-chan; o si no, toda nuestra operación podría salir mal—

--Así es, y ustedes podrían terminar despedidos; ¿¡Entienden!?—exclamo Laxus-san con fuerza.

--¡S-si señor! —respondimos al unísono Juvia y yo.

--¡Ahora vayan a cambiarse! ¡Esta es nuestra oportunidad de agradarle más a Jellal-san! –dijo Erza, de manera autoritaria.

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Cuando terminé de arreglarme, decidí dar una vuelta alrededor de la casa, (o mansión, es lo mismo); era demasiado impresionante, había una infinidad de pasillos y puertas; y cada uno te llevaba a hermosos lugares.

Tanta era mi impresión; que termine perdiéndome dentro de ese laberinto de mármol pulido.

Busqué incansablemente hasta que di con el jardín trasero; al parecer llevaba más de una hora dando vueltas por la casa; ya que afuera ya había obscurecido, y el cielo comenzaba a pintarse de estrellas.

El jardín era precioso; había flores de distintos tipos y colores, el pasto era verde y tenía un aroma a recién cortado, y a todo esto le rodeaba un hermoso riachuelo artificial; que se dirigía hacia el centro del mismo, en donde se encontraba una fuente de peces multicolores.

Quede anonado con tan maravilloso paisaje, hasta que sentí una mano en mi hombro.

--¿Estás bien? —exclamo el pelirrosa; con un tono de preocupación.

--A-Ahhhh, N-natsu-san, ehhh… si e-estoy bien—promulgué algo sorprendido; no podía creer con quien me vine a topar en mi paseo nocturno.

--¡Me alegro!, ¿Qué haces aquí?... Ahhh…--

--Gray, mi nombre es Gray Fullbuster—

--Ahh... Gracias; entonces… ¿Qué haces aquí, Gray-san? —

--Lo siento, pero es que estaba dando un pequeño paseo alrededor de la casa; y al parecer me perdí un poco--

--No te preocupes, a mí me pasa todo el tiempo; nunca he logrado recordar todos las habitaciones y pasillos de esta casa—

--Y no es de saber por qué; cualquiera en esta casa tan enorme se perdería, ¿no? —

--En realidad… todos los empleados saben cómo ubicarse en esta casa; tambien Harumi y Jellal, después de todo es su casa, ¿no?; no sé por qué, pero eso me hace sentir un poco mal—exclamo con algo de tristeza; pareciera como si fuera a llorar.

--Ahh… ¿Natsu-san? ¿Se encuentra bien? —

--S-sí; lo siento, solo me estaba dejando llevar por mis pensamientos--

--E-está bien—

Después de eso, nadie se atrevió a hablar.

Era una hermosa noche; después de todo, en unos cuantos días más tendría que volver a la ciudad; tenía que aprovechar mi estadía aquí todo lo que me fuera posible.

Mi vista se posaba sobre cada maravilla de este jardín; no podía creer que existiera algo así en el mundo.

--Y no ha visto el de nuestra casa en Paris, es como tres veces del tamaño de este—exclamo el pelirrosa; esbozando una sonrisa.

Honestamente, si hubiera sido otra persona; tal vez pensaría que Natsu estaba presumiendo; pero su voz denotaba admiración, sin ningún rastro de malicia ni altanería.

Me quede mirándolo durante algunos minutos; su cabello se movía con el viento, y la luz de la luna se posaba con suavidad sobre su piel. Traía puesto un Yukata color olivo, con algunos toques dorados; que remarcaban su esbelta figura; era un banquete para los ojos, con solo verlo me olvidaba de todo lo demás.

Mi cerebro me decía “Di algo”, pero mis labios no respondían; decidí tomar aire, para armarme de valor para soltar lo que quería decir.

--Ahhh… Natsu-san… yo…--

--¡Nya! —

--¿Happy? —exclamo el pelirrosa, con un tono de curiosidad y preocupación--¿Qué estás haciendo acá? Se supone que deberías haberte quedado con Lucy—

Espera, espera; ¿¡HAPPY!?, ¿¡LUCY!?

--Oh, lo lamento; él es Happy, mi querida mascota—dijo este, mostrándome a la pequeña bola de pelos azul.

--Sí, creo que ya nos conocemos—musite con melancolía.

Happy fue el regalo que le di a Natsu cuando cumplimos cuatro años de ser pareja; no pensaba que aun seguiría vivo.

--¿A sí? ¿Qué bien?, ¿pero cómo? —exclamo con curiosidad.

--Bueno… yo…--

--¿Si…, Gray-san…? —

Tenía que decírselo; decirle que le conocía desde hacía tiempo; que él era mi cielo, mi luz; mi todo.

Que era el amor de mi vida; mi razón de ser.

--Natsu, yo te conocí antes de que perdieras la memoria--

Notas finales:

Tambien se pública en wattpad; el link esta en mi perfil...

¡¡Shao!!


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