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Me before you por ritsuka10

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YongGuk recargaba su cabeza en el respaldo del asiento, había sido una dura experiencia el llegar a la Oficina soportar las miradas curiosas que lo devoraban a la lejanía, lo escaneaban de arriba hacia abajo comprobando su discapacidad, deseo tanto que Jun caminara a su lado, sentir su calidad sonrisa darle fuerza para continuar, escuchar su voz colarse por sus oídos pero ya era demasiado dependiente a él para obligarlo a dar la caminata de la deshorna, el comité quedo sorprendido por su aparición en primera instancia se sintió intimidado pero con el avance del tiempo recupero su fuerza hubo un segundo que olvido su desventaja, volvió a ser como antes, el señor, amo de esa empresa aunque las voces viperinas cuando dio un recorrido por las instalaciones resonaban en su cabeza, una que otra broma estaba seguro se dijo en su honor pero debía volver a ser quien fue, hay veces que solo estamos hartos de ser los cobardes de la novela, los nefastos personajes que siempre necesitan ser rescatados, hay un limite para la mediocridad y él estaba tocando fondo, abrió los ojos al sentir una mano sobre su hombro YoungJae le regalaba una radiante sonrisa, agradecía a sus amigos, hay veces que los lazos de amistad se vuelves de sangre, ese pelirrojo junto a HimChan eran sus hermanos.   

  —Me siento tan orgulloso de ti ahora mereces pasar lo que resta de la  tarde con tu querido JunHongie.—Le habló en tono de burla, el hombre rodó los ojos fastidio últimamente el pelirrojo no dejaba de hacer burla sobre su amistad con el menor.—Hablaré maravillas de ti para que el niño te trate como el rey que eres.—Dejó escapar un suspiro dejando caer en el respaldo para pegar su cabeza con la del mayor.—HimChan siente muchos celos de Jun porque sabe que tienes cierta atracción por él, hay algo en ese chiquillo que activa tu buen humor, no es malo volver amar.—Le confesó.—Sé que Dana sería feliz de verte volver a iniciar una nueva relación.

—Solo siento cariño y atracción por las personas rotas cuando él este bien esa extraña magia que me atrae a él desaparecerá.—Contesto rogando porque sus palabras se volvieran verdad, le aterraba creer que tenía sentimientos por ese chiquillo.—No puedo sentir nada por él, sería un grave error ya que he mentido demasiado.

Un nudo se formo en la garganta del pelirrojo ahora mantenía un bizarro romance con DaeHyun, ninguno confesó honestamente sus sentimientos solo hablaban sobre la atracción, deseo que se liberaba en sus cuerpos, se besaban y su amistad se volvía más solida pero sin duda aquella relación crecía en una base formada por mentiras, engaños, que tal vez terminaría minando un romance verdadero, sus miedos desaparecieron cuando arribaron a la mansión ayudo al mayor a bajar del auto y sentarse en la silla de ruedas en teoría Bang debía llegar a la hora de la comida pero por algunos percances tuvo que quedarse hasta muy tarde en la oficina, una extraña vibra se poso en sus hombros al entrar por la puerta y caminar hacia el comedor de pronto el ruido de risas arribaron a sus oídos ambos individuos se dirigieron al origen de tales gritos de euforia descubriendo a una agradable pareja deslizarse en el patio trasero sobre una patineta, ahí estaba JunHong disfrutando una dulce tarde con YongNam, instintivamente llevo su vista a la reacción de Guk, era obvio que esa escena no le agrado al CEO, apretaba las manos en un puño bastante perturbado.

—¿Qué haces aquí, YongNam?—Fueron las primeras palabras que se formaron en la boca de un bastante molesto Guk, el mencionado soltó al rubio quien dibujo una sonrisa al ver a los recién llegados.—¿Porqué no me avisaste que vendrías de visita?.

—Tu humor no ha mejorado desde la última vez que nos encontramos te lo dije Junnie mi hermano es un ermitaño que no estaría contento con mi visita.—El pelinegro que usaba una camisa corta le indico al rubio pasando el brazo por sus hombros.—A mi también me da gusto de verte.—Deshizo el agarre para agacharse y darle un abrazo a su hermano quien contesto de manera fría.—Creo tenemos mucho de que hablar.—Le susurro al oído sin que la escucharan los otros dos individuos.—Dile a tu prostituta que se lleve a Junnie ya que necesitas aclararme muchas cosas.

Bang llevó la mirada al pelirrojo para indicarle que sacara de ahí a Jun.

—Jun  ¿Que te parece si vamos a tu habitación? ellos tienen mucho de que hablar.—Intervino el pelirrojo sujetando el brazo de un confundido rubio.—Anda no debemos intervenir en cuestiones familiares.

El mencionado se dirigió con el menor a su recamara mientras andaba no olvidaba la forma que las facciones en el rostro de YongGuk se dibujaron, no estaba contento con ver a su hermano gemelo, era todo lo contrario  parecía fastidiado, cansado de la escena que presenciaron, Jun era muy manejable y Nam un habido encantador de serpientes cuando llegaron a su destino se lanzo directamente sobre su amigo abrazándolo por la espalda.

—Ellos no se llevan bien que digamos.—Habló el pelirrojo saltando sobre la cama para encender la televisión invitó al rubio acompañarlo, sin formar palabras sabía las dudas que se creaban en la cabeza de JunHong.—Sus padres se divorciaron cuando eran pequeños, Nam vivió fuera de Corea con su madre mientras Guk se quedó con su padre para hacerse cargo de la empresa, no crecieron en el mismo hogar aunque pasaron vacaciones juntos.

—Nam me agradó.—Dijo honestamente algo en ese chico le había fascinado, no lo creía mal sujeto sino todo lo contrario el día lo había pasado jugando y divirtendose.—Creo se parecen más de lo que piensas.

YoungJae no contradijo al menor ciertamente su relación con Nam se encontraba desgastada ya que no lo bajaba de zorra, golfo, parásito, el sujeto tenía la firme creencia que él solo estaba con YongGuk por su dinero, porque le convenía, era normal que creyera eso cuando el CEO le pagaba todo pero Bang era de esa manera, desapegado del dinero, era amo y señor de TS, un hombre de negocios estupendo, orgulloso, frío y calculador pero debajo de esa capa era un humano bondadoso, amable y caritativo, esa parte Nam la etiquetaba como debilidad, según él no sabía elegir sus amistades.

 

El hombre de la silla de ruedas chasqueo la lengua al ver como su hermano mayor recorría la habitación, no lo odiaba sino todo lo contrario lo admiraba, respetaba y quería pero sus diferencias con el paso de tiempo se volvieron un océano separándolos,  muchas vacaciones en su niñez y adolescencia las paso a su lado y con su madre en el extranjero ambos eran respetables personajes de la clase alta, tenían muy bien arraigados los ideales clasistas, era personas buenas pero sin duda la soberbia creo raíces fuertes en sus pensamientos mientras que él y su padre no cultivaban ese amor al dinero, eran hombres trabajadores que siempre peleaban por volverse mas fuertes y devolverle a la comunidad un poco.

—Sabes que odio que te expreses de esa manera de YoungJae.—Fue la primeras palabras que alcanzo articular.—No vamos a pelear más por ese tema pero espero no olvides que debes dirigirte con respeto hacia mis amigos.—El pelinegro que revisaba el sitio se detenía en su inspección.—¿De que hablaste con JunHong?

—Hace unos meses cuando el medico te dijo que no volverías a caminar pensé que tomarías la peor de las decisiones, en verdad por un segundo te imagine suicidándote por ello tenía miedo de dejarte volver a Corea pero sabía que solo aquí rodeado por .—Se mordió la lengua.— “tus amigos” mejorarías pero ahora estas metido en este maldito lió.—Soltó mirando fijamente sobre la chimenea de la esquina el espacio en blanco.—Ahí estaba una foto de tu boda, Dana lucia su hermoso vestido blanco y tu una enorme sonrisa ¿Que haz hecho?—Se giro para mirar a su hermano detrás de su escritorio.—Ese niño se presento ante mi como tu cuñado, es el hermano menor de tu prometida HyoSung ¿Quien diablos es ella? —Caminó hacia donde estaba su hermano menor.— Tú solo tuviste una prometida que hace más de cinco años se volvió tu esposa después madre de tu querida hija Hana.

Todo el día YongNam paso el tiempo con ese rubio para cuestionarle sobre su estancia en esa casa, bueno esa fue su excusa inicial pero solo unas horas con él le bastaron para saber que el hormigueo en su estomago significaba algo más ¿Amor a primera vista? si, esa fue la respuesta instantánea jamás le había sucedido tal evento, en sus años se había visto tan estúpidamente embobado por la presencia de otro ser humano, él no quería que ese amor saltando de la nada naciera de una mentira.

—Ahora que lo recuerdo HyoSung era una de las chicas que murió en el accidente donde también pereció tu esposa e hija.—Tomo asiento en la silla para mirar de frente a su hermano.—YongGuk sé lo que estas tratando de hacer, crees que si tomas el lugar de la hermana mayor de ese niño podrás librarte de la culpa pero debes entender que no es lo correcto, mentirle no solucionara nada.—Mordió su labio inferior.—Ese niño piensa que fuiste el dulce amante de su hermana pero quizá ni siquiera la conociste, amabas demasiado a Dana para poner tus ojos en otro ser humano todo lo que haces es para libertare de la culpa pero no es la forma.

—Jun tiene problemas, serios problemas y no sabia como ayudarlo.—Le contesto fastidiado levantando la barbilla orgulloso.— Sé lo que estoy haciendo y créeme es lo correcto ademas no tienes ningún derecho de venir a juzgarme eres mi hermano mayor y como tal te respeto pero no pido tu aprobación para mis decisiones.—Su voz se volvió mas tensa, calculadora.—Te prohibo decirle una palabra a Jun, no abrirás tu boca sino quieres perder el ingreso mensual que tienes por parte de la empresa después de la muerte de mi padre yo soy quien decido si recibes ayuda económica o no.

Nam torció los labios, odiaba la maldita arrogancia de su hermano menor, su padre había decidido dejar toda su fortuna a su amado y pequeño hijo sin tomar lo en cuenta, no le gustaba la idea de mentirle a Jun por el momento era la única manera de mantenerse a su lado, a veces no reconocía a Guk después del accidente se volvió en alguien más voluble, más quisquilloso, masoquista, un ermitaño caprichoso lleno de dinero tener a un prostituto y a un arribista como mejores amigos le servia como sus tapaderas, los odiaba a ambos, ellos fueron la causa principal de sus discusiones con su hermano menor, él siempre los defendía a capa y espalda sin ver que solo estaban a su lado por el dinero, por ser el heredero de la fortuna Bang, su única manera de estar Jun era respetar sus normas, había decidido ir a Corea para abrirle los ojos sobre sus amigos pero ahora también quería conquistar a ese chico. 

—No le diré nada a JunHong pero hay un limite para tus mentiras Guk.—Le sentenció poniéndose de pie.—Entiendo que lo recogieras por lástima y para callar tus remordimientos, las mentiras lastiman más que la propia verdad.—Mordió su labio inferior.—Es injusto para Dana y Hana ser olvidadas o remplazadas por el recuerdo de una mujer que no conocías, por un falso romance.

 

 

Los cuatro personajes cenaban los platillos recién despachados, YongGuk había solicitado servicio a la cadena de comida Chin más popular y cara de la zona, en la cabecera de la mesa el  dueño de mansión a su derecha descansaba JunHong mientras a las izquierda YoungJae, a YongNam no le agradaba encontrarse del mismo extremo que el zorro simplemente le causaba asco su presencia,  con las pocas horas de convivir con ese trio descubrió algo inusual; su hermano menor estaba demasiado unido a ese nuevo chiquillo de cabello rubios,  lo escuchaba, hacia caso a sus consejos, por un momento le recordó el instante cuando YongGuk le presentó a su amada  Dana  esa peculiar forma de asentir a sus caprichos, a sus deseos, de reojo vigiló a su compañero de a lado parecía no ser el único en haber detectado ese bizarro comportamiento. 

—¿Ahora vives aquí Yoo? Bueno en el pasado cuando fuiste pareja de mi hermano lo hiciste ¿No? .—Le cuestiono al pelirrojo quien se giro sorprendido por la pregunta.— ¿hace cuantos años estas con él? ¿10 años? ser pareja para después amigos y aún al perder a su prometida sigues con él.—YoungJae entrecerró los ojos odiaba cuando le recriminaba seguir con Bang por su dinero.—Anteriormente pensaba que era por su dinero pero creo que aguantarlo después del accidente demuestra lo mucho que lo amas.

YongNam no era tonto no sacaría a la luz su total desprecio a los amigos de YongGuk debido a que Jun parecía estar unido a ellos, si quería conquistarlo actuaría como el hombre ideal que era, llevo su vista a su hermano menor él solo estaba usando al rubio como sustituto, cualquier otro personaje roto satisfacía su necesidad de remendar algo pero que equivocado estaba ahora era él quien en verdad tenía un agujero, era una persona rota e incompleta, la soberbia lo había cegado continuaba creyéndose un sanador cuando él era un enfermo terminal, un discapacitado incapaz de valerse de si mismo. 

—Guk y yo somos amigos aunque hubo una previa relación amorosa no significa que queramos volver a estar juntos, él solo es amigo, un hermano mayor al que adoro.—Contestó fríamente, le causaba conflicto ver tan educado al mayor de los Bang.—Siempre haz estado en el extranjero así que no conoces como funciona nuestra amistad.— Jun detecto un ligero tono de resentimiento en su amigo, no le agradaba la forma que trataban a Nam.— ¿Y tu tienes alguien a quien amar o solo te interesa la vida amorosa de tu hermano menor ?

—Honestamente no soy tan enamoradizo como mi hermano, ya sabes él te amo, quiso a su prometida, bueno ha tenido muchas parejas.—Recalcó para terminar de captar la atención del rubio.— En mi caso no creía en eso pero temo que he cambiado de idea.—Dirigió sus ojos hacia Jun quien se sonrojo al verse desnudado por esa sensual mirada.—Sospecho el amor a primera vista en verdad existe. 

—Eso es grandioso pero me molesta que hablen de mi vida personal como si no estuviera presente.—Interrumpió YongGuk acomodando los palillos a un lado de su plato fastidiado por tal confesión.— Nunca me ha gustado que ventilen mis sentimientos por ello si quieren seguir hablando de ellos prefiero irme.—Chasqueó molesto  al descubrir el objetivo de su hermano.—Nam si quieres quedarte en la mansión eres bienvenido pero solo espero no rompas ninguna de las normas que te indiqué en mi despacho, como bien tu dices tengo un carácter voluble. 

Limpió sus labios con una servilleta no quería perder los estribos con su hermano ademas estaba bastante cansado de sostener su mascara de líder durante todo el día, pelear esa noche con Nam era el preludio de una batalla perdida, los verdaderos estrategas saben en que momento retirarse, llevó su mirada a Jun que también terminaba sus alimentos, se ponía de pie para seguirlo a la terraza donde siempre disfrutaban del postre, adoraba la rutina a su lado, tan calmada y llena de paz por esa noche quería alejarlo de su hermano mayor.

—Jun ¿Quieres acompañarme a jugar billar? .—Cuestionó de golpe Nam al percatarse que el menor huía como niñero de su hermano.— Es bueno para bajar la cena y sino sabes puedo enseñarte ademas mi hermano es bastante mayor para tener enfermera.  

—Suena bastante divertido Bang-Hyung pero tengo algunas dudas que preguntarle a YongGuk.—Se excuso torpemente, todo el día fue inolvidable con ese nuevo personaje pero simplemente necesitaba pasar tiempo con el CEO, quería preguntarle sobre su día, conversar de temas en pocas palabras estar con él.— Puedes jugar con YoungJaes es muy bueno, él me enseño. 

Una ligera risa escapó de los labios del mencionado,  Nam apretó los labios indignado por haber sido rechazado ademas humillado por uno de sus enemigos, JunHong caminó a un lado de la silla de Guk ambos se dirigieron a la terraza donde la señora Lee les tenía preparado dos rebanadas de pastel, una taza de chocolate y otra de té, el CEO odiaba las cosas dulces pero le fascinaba ver a Jun devorarlas por ello terminaba dandole su parte, era como un niño encantado del sabor de la azúcar,  el rubio se acomodó en el camastro con el plato en su regazo devorando su postre favorito, Guk le daba un sorbo a su té, su corazón simplemente latía de emoción sin comprender bien la razón, hay veces que la felicidad solo nos agobia con un oleaje de origen desconocido, lo único que nos queda es sonreír como un par de idiotas. 

—Si quieres ir a jugar con ellos no tengo problema, tus clases las podemos posponer para mañana.— Comentó seriamente el mayor deseando que el rubio se negará a dejarlo, no lo quería cerca de su hermano.—Como puedes ver he superado mi fobia a ir a la oficina, no estoy deprimido.—El rubio se puso de pie dejando el plato vacío para guardar en sus brazos al pelinegro.—¿Qué haces? 

—Pensé que necesitarías que te abrazará.—Le susurro al oído, no quería responder a la pregunta porque honestamente no tenía una razón lógica que justificara su forma de actuar.—Haz hecho un buen trabajo hermano.—Guk contesto el abrazo odiaba que le dijera de esa forma, le lastimaba peor que hubiese decidido ir con su hermano mayor.—Mi hermana estaría orgullosa de ti, ahora eres mi Familia.

Bang cerró los ojos, ese rubio en cuestión de segundos le daba la alegría más grande con su forma tan dulce de actuar pero también apuñalaba su cordura con sus palabras cargadas de frialdad, le recalcaba con cada gesto, sonrisa la forma que lo miraba, era su hermano mayor, el reemplazo de su querida hermana, un pedazo de Familia, aunque él por dentro se ahogara de ganas de besarlo, sentimientos, emociones innecesarias, estúpidas, todas las mañanas peleaban contra ellas desterrando las de su mente, de su cabeza, odiaba creer que después de dos años de haber perdido a su esposa su corazón volviera a latir por alguien más, el rubio se separo volviendo a su sitio, Guk dibujo su figura detalladamente, no, no, no quería ser un objeto de admiración o que el lazo que los uniera fuera sanguíneo como al que estaba atado a Jae o HimChan, aspiraba ser algo más, egoístamente su corazón explotaba en miles de ráfagas arrebatándole el aliento, con su hermano como enemigo en casa le aterraba perder el tesoro descubierto, cuando llego, el instante que los vio reír sobre esa patineta notar un brillo especial en los ojos radiantes del rubio, tenía miedo a la soledad, a perderlo y lo peor es que no se conformaba con ser solo un Familiar.   

—Sabes, no tienes porque reemplazar a tu hermana, quedarte a mi lado solo por lastima no es bueno para ti o para mi.—Contesto fríamente mirando hacia el calmado lago,  sus palabras eran injustas pero era la única forma de sacar el asco producido en su estomago.— Estoy muy cansado así que no estoy de humor.—Se giró para salir del sitio.—Baja a jugar con mi hermano él no soporta a Jae.

JunHong se quedó mudo ante la respuesta de YongGuk, a su rápida huida era la primera vez que lo escuchaba tan enojado, recordó, analizó y repitió sus palabras dichas por varios minutos durante el trayecto lucía bastante contento, ¿Le desagrado el ser abrazado? no, no era la primera vez que lo hacia, entonces mordió su dedo pulgar tratando de encontrar el punto donde arruino la velada salto fuera del camastro para dirigirse a la habitación del CEO, abrió la puerta sin tocar descubriendo que este se estaba desabotonando la camisa se quedo pasmado al descubrir completamente el tatuaje de su pecho, normalmente solo veía las orillas, trazos que escapaban en el cuello de sus camisas, el pelinegro detuvo sus movimientos al descubrir la repentina interrupción, levantó la ceja cuestionando su actitud. 

—Lo siento.—Balbuceo sonrojado, no era la primera vez que miraba a un hombre desnudo ¿Entonces porque sus mejillas estaban rojas? .— Creo que esperare afuera a que termines de cambiarte.

—Por favor no actúes como niño no creo sea al primer hombre que ves semidesnudo.— Le comentó sacando la camisa, le gustaba disfrutar de esa piel blanca pintada de carmín.— ¿Qué sucede ?

El rubio caminó en dirección del pelinegro seguía sin comprender las acciones de su cuerpo actuando por instinto, su mente trabajaba a marchas forzadas para intentar descifrar lo que su pecho había parecido descubrir, si, le había irritado lo dicho por Nam cuando especulo que Guk y Jae tuvieran una relación, él tampoco quería verlo como un Familiar, un hermano mayor, era ilógico, sucio, tonto porque en ese instante en su cabeza la errónea idea de besarlo cruzaba,  trató de desviar la vista a otro punto estuvo con muchos hombres en el pasado pero nunca había percibido animales revoloteando en su vientre, tentado a deslizar la punta de sus dedos por aquellos trazos negros, caminó hacia el mayor embriago por la mirada puesta en esos sensuales ojos, minutos antes escapaban llamas de fuego cargadas por la molestia pero en ese momento tenían un tono distinto, atractivo. 

—¿te gustan? .—Le cuestionó al detectar aquella mirada hipnotizada por sus tatuajes le sorprendió que lo siguiera pero lo excitaba al verlo como una mariposa cegada por la luz.— Me hubiese tatuado todo el cuerpo pero mi padre decía que daban mal aspecto a mi persona si quería ser CEO de la empresa, aún quiero hacerme más solo que desde el accidente lo olvide.— Estiro la mano para atrapar la blanca del menor la dirigió al trazo de tinta negra sobre su pecho.—Me inspiré en el Che Guevara, es una palabra escrita en español, mi padre casi muere de un infarto al verlo pero nunca se opuso dijo que era mi cuerpo solo debía aprender a ocultarlo, en la área que iba a desenvolverme profesionalmente era mal visto. —Cuando la piel de Jun entro en contacto con esa tinta permanente una explosión de fuegos se liberó en cada célula de su cuerpo.— ¿Haz pensado en hacerte uno?

—Si.—Alcanzó articular acercando su rostro a los dibujos.—No sé porque no me sorprenden, eres increíble.—Admitió colocando ambas palmas abiertas sobre el pecho sus dedos caminaron hacia los hombros, brazos.— YongGuk no te veo como un hermano.—Sin saber deseaba confesar ese hecho, acercó su rostro, sus alientos se entre mezclaron, YongGuk llevo su mano a esa barbilla.—Me equivoque de frase la que buscaba decir era, estoy orgulloso de ti.—Sus miradas eran dos polos electromagnéticos atrayendose.— ¿Lo hiciste por mi? ¿Por cumplir mi promesa?.—YongGuk asintió separando los labios, acercando su boca aquella rosada cavidad.—YongGuk yo..

El espacio entre ambos individuos desapareció, se volvió nada, con voraces movimientos aquella boca devoro los suaves labios rosados del rubio que terminó sentándose en su regazo, lo rodeo con los brazos, las manos del CEO se deslizaron hasta la cintura para sujetarse fuertemente de aquella definida figura, introdujo su lengua en la del menor, succiono cada rastro de su sabor, Jun se dejaba llevar por esa enloquecedora sensación consumiéndolo desde el centro de su alma, necesitaba esa caricia, fusionarse con ese personaje, su piel le estorbaba, la idea del mundo rodeándolo le enfermaba, solo lo necesitaba él, solo sus brazos tocándolo como en ese momento lo hacían, odio a sus pulmones y su básica necesidad del oxigeno que lo obligo a separarse,  un pequeño hilo de saliva los unía cuando se volvieron a encontrar en la misma mirada, el pulgar derecho de Bang se abrió espacio hasta llegar a la mejilla izquierda,  volvió a unir sus labios en consecutivos besos castos, Jun contestó deseoso de más contacto.

—No digas nada—Le susurro acercando su frente al notar esos labios moverse para expresar alguna palabra.—No necesitas hablar para decirme lo que sientes, Jun este es nuestro secreto.—Volvió acercar su boca para morder la barbilla blanca.—Te quiero solo para mi y temo si alguien más lo sabe quiera alejarte.— Jun comprendió esas palabras, él deseaba lo mismo.—Mi querido Sunshine.

—Será nuestro secreto.—Imitó el menor llevando sus manos a la espalda del mayor para acariciarlo.—Nadie me alejara de ti.—Confesó hechizado por ese aliento golpeando el contorno de su oreja mientras sus labios se dirigían al moreno cuello.— Mi Bang. 

El día que esos amantes se conocieron tuvieron miedo de mirarse, el día que se besaron pasaron por el pavor de quererse y ahora que supieron sobre el amor tienen miedo de perderse, el silencio fue suprimido por el sonido que haces dos labios mordiéndose, marcando territorio en el cuerpo del contrario, morir de amor es un dolor asumible lo insoportable es el resucitar solo, YonGuk más que nadie conocía ese epitafio, ¿Qué es poesía? se preguntan cuando sus pupilas se dilatan y se encuentran ¿Qué es poesía? se vuelven a cuestionar mudos, Poesía eran ellos dos fusionándose en la hambrienta necesidad de recordarse que se tenia mutuamente, si nada los salva de la muerte, al menos el amor los salve en la vida que les restaba. 

 

Notas finales:

GRACIAS POR LEER, No estoy segura si queden lectoras en esta página, de cualquier manera muchas gracias por todo :) 


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