--Ahh… --estire mis brazos, quitando toda la tensión que tenía encima—Paz y tranquilidad…--
--¡Oye tú, maldito asalta cunas! ¡Ven ayudar a cargar esto! –y un rubio demonio arruina mi paz.
--No soy un asalta cunas, Deidara, además, Itachi tambien es mayor que tu…--
--Sí, pero solo por 2 años, no por 13; maldito asalta cunas, roba niños, lolicon…--
--¿De qué hablan, Dei-nii? —decía Naruto, saliendo del auto, cargando con el zorro maldito.
--Nada, nada; no estábamos hablando de nada, ¿cierto, Sasuke? —murmuro mirándome con enojo, haciéndome sentir un escalofrió en la columna.
--N-no hablábamos de nada, Naru; solo decíamos lo grande que esta el hotel—
--Sí que es grande, ¿Crees que aceptaran a Kuu-chan? —dijo mi rubio, mirando al zorrito con un puchero.
--Es obvio que aceptaran, Naru—que no lo hagan, que no lo hagan, que no lo hagan.
--Lo sé, Kuu-chan es la cosa más adorable del mundo, ¿Verdad, Dei-nii? —
--Si, como digas—Deidara estaba algo distraído, mientras sacaba sus cosas del auto.
--¿Quieres que te ayude a cargar tus cosas, Dei-nii? —Naru se acercó al rubio malvado, tratando de cargar de sus pesadas maletas.
--No debes hacer eso, Naru-chan; una mujer o doncel embarazado no debe cargar nada pesado—decía mamá, abriendo la puerta de su auto.
--Para eso tenemos a los hombres… Itachi, ¿Podrías cargar mis cosas por favor? —dijo Deidara, viendo a mi hermano “tiernamente”, o eso creo…
--Por supuesto, mi amor…--e Itachi sonriéndole idiotamente, como siempre…
--Gracias, cariño…--y paso una imagen de película, Itachi abrazaba a Deidara mientras se besaban en frente de todos.
--¡Wow! ¿Se encendió el día o qué? —exclamo Sai, apareciéndose al lado de mí.
--¡¡¡¿QUE DEMONIOS HACEN USTEDES DOS AQUÍ?!!!—
--Bueno, escuche por departe de Ino, que dijo Sakura que había escuchado por parte de Tsunade que estaba espiando del otro lado de la puerta de tu oficina que te ibas a ir de vacaciones—
--Y Sai decidió seguirte por todo el camino hasta aquí, alegando que no lo necesitarían en el hospital en estos 4 días…--Gaara se veía avergonzado; lo conozco y sé que él nunca haría eso…
Aunque no diré nada de su esposo.
--Ahh… ¿Por qué nunca puedo deshacerme de ustedes? —
--Porque nos amas…--
--Sí, sí; sigue pensando en eso…--
--Bueno, ya que estamos aquí, mis niños y yo iremos a ver nuestra habitación, ¿Nos acompañas, Gaara-chan? –mi madre se veía emocionada, hace mucho que no salimos de vacaciones en familia.
--Con gusto señora Mikoto—los únicos tres donceles se sonrieron entre ellos, seguidos por mi madre, quien daba saltitos de susto.
--¡Hey! ¿No nos van a ayudar a cargar las cosas? —digo, solo somos 4 y nada más Kurama tiene 2 maletas…
--Los donceles embarazados no deben cargar cosas pesadas—
--Pero Deidara no está embarazado—y pido al cielo que nunca lo este.
--Dije que no y punto; nos vemos más tarde cariño—mamá beso la mejilla de mi padre, y guio a los otros al hotel.
--¿Vas a dejar que se vayan así nada más? —¡Tardaremos un día en llevar todo esto al cuarto!
--Hijo, si tu madre dijo que no, es no; ahora ayúdame a cargar esto—ahora sé de donde saco Itachi lo masoquista.
************************
--Bien cariño, gracias por traer el equipaje, se merecen una cena deliciosa—bueno, mencionando el hecho de que ya se hizo de noche y al fin terminamos de traer todo el equipaje… Sí, me merezco una grande y deliciosa cena—Ya asigné las habitaciones, la tuya es la de la puerta azul…--
--Si mamá…--ya no tenía demasiadas fuerzas, y una pelea con Mikoto Uchiha me quitaría todas las que me sobraban.
Tome con pesadez la bendita y única maleta que traía, caminando lentamente hasta mi cuarto…
Me había tomado tiempo, pero encontré un hotel perfecto para poder decirles a mis padres sobre mi compromiso.
Era un Bungaló de tres habitaciones, cocina, comedor, sala y un enorme televisor de pantalla gigante.
Todo un paraíso.
Se suponía que solo seriamos mi familia, Deidara, Naruto y yo; pero al parecer tendríamos dos invitados más; bien, ellos dormirán en el suelo.
--Hola hermanito…--lo primero que vi al abrir la puerta fue a Itachi, cortándose las uñas de los pies sobre la cama.
--¡¡¡¡MAMA!!!! ¡¡¡Itachi está en mi habitación!!!--¿Qué? Si tenía a alguien que me defendiera lo iba a aprovechar.
--¡¡ESO NO ES CIERTO!! ¡¡ESA ES MI HABITACIÓN!!—para tener casi 38, Itachi seguía siendo un inmaduro.
--¡Ya dejen de gritar! ¡Naruto y Kurama están dormidos! ¿Acaso quieren despertarlos? —Deidara se veía un poco asustado, pero tenía razón.
Despertar a Naruto ocasionaría que Kurama despertara, y eso no sería lindo.
--No…--
--Los chicos dormirán en una habitación, y mis niños en otra…--decía mamá, picando verduras como si nada.
--¿¡QUE!? Pero si yo había pedido cuartos matrimoniales—esto no me cuadra...
--Pues no lo sé, cariño; Deidara fue el que pidió registro y solo estaba esta habitación—
Miré a Deidara, y después vi su burlona sonrisa.
Maldito…
--¿Y tú y papa donde dormirán? —
--Hay una habitación al lado de la de Naruto, ahí nos quedaremos tu padre y yo…--
¿Qué? Pero si solo veo dos habitaciones… a no ser que…
--¿Qué? ¿¡PORQUE DEMONIOS HAY UNA HABITACION PARA NIÑOS!?—odio esas cosas, no puedes salir de la habitación sin pasar por la de tus padres.
--No lo sé, pero para nosotros es un milagro; así tu madre y yo podremos cuidar a Naru de tus sucias y pervertidas manos—bueno, que tu padre te tache de pervertido no es una buena señal.
--Yo no soy un pervertido—
--Hijo, eres cirujano, y siempre lave tu ropa; ¿Quieres que le cuente a Naru que era lo que encontraba ahí? —no era un buen punto, pero tenía algo a favor.
--No, no; déjalo así…--
--Bien, ahora lávate las manos, me ayudaras a preparar la cena—
--Ahh…--mátenme…
---***---***---***---***---***---***---***---***---***---***---
Bien, despertar con los pies de tu hermano en la cara no era lindo.
--¡¡¿POR QUE DEMONIOS ESTAS EN MI CAMA?!!—con amor tire de la sábana, haciendo que el idiota callera al suelo.
--Auch… Creo que me confundí de cama por la noche, no veía muy bien por la oscuridad…--Itachi se sobaba la cabeza, haciendo muecas de dolor.
--Bien, por lo menos no hiciste nada malo…--
--¿Se podrían callar ustedes dos? Me duele mucho mi todo…--voltee a la cama de Sai, quien se escuchaba algo ¿Dolido?
--¿Qué fue lo que paso? Te escuchas raro…--
--Intente entrar al cuarto de Gaara por la noche, logre escabullirme de mis tíos, pero… Deidara…--vi como el cobertor que le tapaba temblaba un poco, en verdad que ese rubio demonio le había hecho algo.
--¿Qué fue lo que te hizo? ¡¡OH MI DIOS!!—
--Ya no soy guapo…--
--En verdad te dejo igual, tal vez debió golpearte más fuerte…—
--No es gracioso, Sasuke…--
Sai tenía un enorme moretón en el estómago, un hematoma en la cabeza y parecía necesitar una reconstrucción “ahí” abajo.
--¿Y cómo demonios llegaste aquí? —digo, no se pudo venir arrastrando.
--Deidara me cargo y me trajo hasta aquí…--
--Entonces no era un sueño, yo sabía que mi olfato seguía igual de bien que siempre—Itachi me da asco, enserio.
--Bien, dejando esto de lado; que Gaara no descubra que intentaste entrar a su habitación en la noche, y tu… no sé, cuida que Deidara no utilice a nadie más como saco de boxeo…--
--¿A dónde vas? —
--Me daré un baño y bajare a recepción; tengo una cena que planear…--
--¡Suerte! —
--Igual…--
Bueno, ambos la necesitarían…
Estar con Deidara Namikaze todo un fin de semana bajo el mismo techo…
¡¡Que alguien nos libre!!
************************
--¡¡YA NO ME QUEDA NADA!!—estaba molesto, muy molesto.
--Naruto, por favor; este kimono te quedaba perfecto por la mañana, yo sé que si te queda—Dei-nii cargaba con ese hermoso trozo de tela anaranjado con dorado, tratando de convencerme para usarlo, pero yo no quería…
--Si no va Kuu-chan, yo no voy—
--Naruto, entiende que no dejan entrar animales ahí; ahora ponte el maldito traje o te obligare a ponértelo—
--Oblígame—
************************
--Perdonen por la tardanza, Naruto aún no decidía que ponerse—y ahí estaba yo, al lado de Dei-nii, con ese kimono naranja puesto.
--Te vez precioso cariño—Dei-nii tenía puesto igual un kimono, solo que color rojo con negro.
--Eso es obvio, amor; aunque tu estas ardiente—
--¿Podrían dejar sus escenitas para después? Tenemos que entrar al restaurante—Sasuke se veía guapísimo con ese traje gris oxford, su perfectamente ajustada corbata naranja y un sexy aire de superioridad.
Necesitare una servilleta…
--Sí, sí; aguafiestas, ya entramos…--
--¡Wow! Te ves sumamente hermoso, Naruto—Sasuke me dio un pequeño beso en los labios, dejándome impregnado por el olor de su colonia.
--Y tú te ves arrebatador cariño, necesitare unas cadenas para no dejarte ir—
--Te equivocas, yo seré el que necesite cadenas para eso—
--Ya veremos, Sasu…--
--Me acompaña, señorito—Sasuke me ofreció un brazo de manera elegante, haciendo que le tomara.
--Con gusto, señor—
Ambos reímos un poco, entrando lentamente a ese enorme restaurante.
************************
Me puse de pie, frente a toda mi familia, golpeando suavemente una copa con una cuchara.
--Su atención por favor—estaba nervioso, muy nervioso; al fin comenzaba la función.
--¿Qué sucede hijo? –todos me miraban, y me daban ganas de desmayarme (Ya tenía practica con eso), pero la mano de Naruto sobre la mía me daba las fuerzas para seguir.
--Mamá, papá, hermano, cuñado, personas no deseadas; Naruto y yo tenemos una noticia que darles…--
--¿Y es…? —
Tome aire, una… dos… tres…
--Naruto y yo nos vamos a casar—tome a Naruto de la cintura, o lo que podía, obligándolo a pararse de esa silla.
--¡¡¡KYAAAAAAA!!! ¡¡NO PUEDO CREERLO!!! ¡¡¡KYAAAAAAA!!!—mamá se veía emocionada, y mucho--¡¡SE LO CONTARE A TODOS!!—no creía que fuera cierto, pero mi madre tomo su celular y gritaba como loca cada vez que decía que nos casaríamos.
--Felicidades hijo, más te vale cuidarlo bien—¿Soy solo yo, o mi padre quiere a Naruto mas que a mí?
--Ya lo sabíamos—exclamaron mis más grandes entrometidos a la vez.
--Cuídalo Uchiha, si no yo mismo te golpeare y torturare hasta matarte—no sé por qué, pero no dudaba que lo hiciera.
--¡No es justo! Primero embarazas a tu novio, y después te casaras con él—mi hermano me veía con reproche, y un puchero muy marcado--¡Deidara! ¡Hagámoslo sin condón y luego nos casamos! –
--Cierra la boca maldito idiota, agradece que tus padres están aquí o si no te mataría—no perdí mi oportunidad de tomar una fotografía de Deidara sonrojado, esto en verdad valdría oro.
Pasamos el resto de la cena entre agradecimientos de todos los comensales, peleas de Deidara e Itachi, miradas asesinas de mi padre, un par de melosos Sai y Gaara dándose de comer en la boca, y Naruto y yo tomándonos de las manos por debajo del mantel, mirándonos como si no hubiera un final.
En verdad que amaba esto.
************************
--Al parecer todo salió bien—ambos mirábamos el mar, iluminado por la luz de la luna; Naruto frente a mí, tomando mis manos sobre el lugar donde estaban nuestros hijos.
--Sí, eso creo…--
--Ya no puedo esperar para casarnos, Naruto…--
--Yo tampoco, Sasuke…--
Faltaba poco, muy poco; para que pronto dejara de ser Naruto Uzumaki, y se convirtiera en Naruto Uchiha.
Y ya no puedo esperar tanto.