Titulo: Pray (nueva canción del album Noir)
Género: Dramático
Parejas: BangLo
“ Señor Jesús. Tú eres mi justicia así como yo soy tu pecado. Has tomado sobre Ti todo todo lo que soy y me has dado y cubierto con todo lo que tú eres, tomaste sobre ti lo que tú no eres y me diste lo que no soy ” Martín Lutero
Mis pesados párpados se separan lentamente mi cabeza da vueltas, el estado causado por el consumo de alcohol me ahoga, me enferma las entrañas invitándome a desalojar su interior, trato de ponerme de pie para después terminar agachado sobre mi abdomen, el aire frío del Otoño colándose por las viejas paredes congelan mi piel desnuda echó un vistazo a mi alrededor, es una habitación vieja dentro de una abandonada casa, acondicionada para funcionar como la guarida de unos prófugos amantes, extiendo las palmas de mis manos frente a mis ojos, hay rastro de sangre seca caigo de rodillas en el piso, sufro de raspones, el aire escapa de mis pulmones en forma de un suspiro lastimero, sin darme cuenta las lágrimas corren por mis mejillas, junto mis manos haciendo una plegaria, ¿Por Qué los hijos deben pagar los errores de los padres? ¿Porqué vivir con las cicatrices? Ellos cometieron el pecado, ellos merecen pisar las fauces del infierno, ¿Porqué amargar nuestro futuro con los errores de su pasado?, cierro los ojos fuertemente para elevar mis rezos al cielo para que mi Dios los escuche.
—Por favor dame fuerza para no caer, por favor dame sabiduría para alejar las cosas malas, por favor dame amor. —Pongo total énfasis para que la mantra tome fuerza, destierre el odio en mi alma, la liberé.—En esta oscuridad, un camino brillante por favor ilumina, en lugar de furia y temor dame una larga paz, por favor dame fuerza. ”
Deshago mi posición de suplica para golpear el piso, sumerjo las uñas debajo de la madera, astillas se clavan, la piel se pinta roja, no, no, el dolor físico no puede tapar la herida mortal que cubre mi corazón, la grieta negra abierta en mi alma, como hoyo negro consume mi identidad , la bestia dormida grita, aúlla, ladra como un animal herido de muerte, lleva un camino de sangre detrás de sus patas, las arrastra por el fango, sumergido a causa de los demonios.
Un hombre de cuello de tortuga sacude tranquilamente el regazo de sus piernas mientras observa la oficina del Director, en aquel colegio católico comenzará a laborar como profesor de música, el hombre lucia nervioso a sus escasos 24 años era un recién graduado de la Universidad, desde niño su vocación fue mostrarle a las personas lo maravillosas que eran las melodías creadas por prodigiosas mentes, selecciono también esa ciudad porque tenia una misión, se giro para observar la entrada de un hombre de aspecto bastante cansado, era un reverendo de unos 50 años.
—Señor Bang es un placer que haya elegido nuestro colegio, he escuchado por la alta gerencia que competimos contra muchos Institutos por usted.— Comentó con una calmada sonrisa, sus facciones cansadas demostraron su débil salud.— Le hemos asignado varios grupos pero quiero invitarlo a ser el tutor principal del club de música, tenemos talentosos jóvenes, Dios ha guiado su mano para aceptar nuestra invitación ahora lo guiara a usted para mostrarles el camino correcto a sus alumnos.
—He crecido bajo las guías de nuestro Señor.—Contestó firmemente, con una aura casi angelical, hay seres humanos naciendo con la estrella de David guiando sus pasos, perfectos seres, incorruptibles, la pureza en sus palabras son reflejo de la pulcritud de sus mentes.— Dios me aceptó en su seno cuando fui abandonado, ha borrado mis odios, limpiado mis culpas para que sea el pastor guiando su rebaño.
Se puso de pie para ofrecer una reverencia y salir por la puerta principal, mientras andaba por los pasillos saco las hojas donde estaba marcado el cronograma de sus actividades, su objetivo era volverse una guía que ayuda a sus alumnos a inspirarse, los apoya a desarrollar su potencial, a descubrir su talento, porque él moldearía la mente de los agentes que cambiaran al mundo, volverlo un mejor sitio donde vivir, él creció en un lugar donde era el más pequeño, rodeado de sabias mujeres con el firme meta de erradicar la maldad, salvar almas, propagar la palabra de Dios, él no podía volverse en un hombre de Dios como ellas porque conocía sus sucios pecados escondidos debajo de su piel por ello opto por ser maestro, primero conocer de donde provenía, ¿Quienes fueron sus padres?.
“Mis pies descalzos se encuentran desnudos navegando entre el pasto templado, la brisa de la mañana ha dejado una fina capa de agua sobre cada una de las hojas, mi piel es fría como la nieve, blanca, helada como mi alma, llevo una de mis manos a mi labio roto la sangre ha desaparecido pero la hinchazón continúa, el dolor se desvaneció pero la amargura generada continua supurando por cada una de mis células, trato de caminar sobre las vías del tren pero resbalo, mis rodillas sufren por la consecuencia de mi caída, solo llevo una camisa blanca cubriendo mi cuerpo de la parte superior, el pantalón negro esta mojado hasta los tobillos, termino sentado sobre el riel como desearía que esas vías aun estuvieran en servicio colocarme a la mitad para que los discos de hierro atravesaran mi cuerpo, lo partieran en dos, es hasta entonces dejaría de sufrir, por fin ser libre de la prisión en la fui recluido por mi carne, ser libre, olvidar mi nombre, mi origen, vagar por el mundo con la amnesia adherida a mi cabeza, ser quien en realidad soy, ¿porqué debo cargar con las culpas de otros? La Familia no la elegimos y por consecuencia no deberían obligarnos amarla, clavo las uñas en mis antebrazos para causarme un poco de dolor que logré entretener mi mente, la distraiga de la realidad en la cual vivo, olvidar el sabor de sus besos, borrar los rastros de sus caricias, pero más importante que mi corazón deje de latir por él, de pronto salto para ponerme de pie, extender mis brazos.
—¿Puede haber una persona tan desafortunada como yo? .—Gritó a todo pulmón asustando a unas pocas aves.—Ahora no tienes algo donde apoyarte más, no más, al Sol del mañana, no tienes confianza para acercarte. —Miró hacia al horizonte como si se dibujara el fantasma de mi enemigo.—¿Qué es este cielo para ti? en la tragedia de este sueño desesperado, haciéndome caer de rodillas frente a ti, en este río llamado realidad. —La brisa fresca de esa mañana dibujo los ojos de mi verdugo, el causante de volver los días grises. —Rezaré por mi mismo, seré valiente por mí mismo, si quieres sentir mi existencia ahora dilo claramente.
Es cuando me giro para continuar mi camino dandole la espalda al fantasma, dicen que en la próxima vida será lo mismo poco me importa simplemente me he cansado de esta. ”
El profesor Bang ingresa a su tercera clase en su primer día de trabajo, los estudiantes se encuentran en el cuarto semestre de bachillerato, un año antes de decidir que camino profesional tomar, hay eventos predestinados a explotar, cuerpos con la invisible guía de encontrarse, una explosión espacial, sentimientos aflorando por la piel, estrellas colisionando, cuando las miradas de dos individuos se conectan, cuando aleteos se expanden en su abdomen hasta quedarse sin oxigeno que ayude a procesar las ideas, ese instante los astros en la Galaxia se alinean, un evento cada mil años, eso sucedió cuando el profesor Bang conoció la primera vez a su alumno JunHong Choi, desde un inicio el mundo peleaba en su contra pero ellos aún enfrentándose contra sus propios principios no dieron paso atrás.
—Profesor Bang siento molestarlo pero.—Las palabras tropezaban una contra la otra cuando salían por los delgados labios de un rubio.—¿podría enseñarme a tocar el piano? por favor.—Cuando amamos algo debemos movernos, rogar todas las noches no nos ayudará, el Destino no puede siempre arreglar nuestras indecisiones. —Puedo ir a su casa los fines de semana, será pronto el cumpleaños de mi abuela y quiero sorprenderla.
Mientras crecemos adquirimos experiencia quien se vuelve la madre de la ciencia, cuando la inexperiencia es la hija de la inocencia, esos dos seres nunca antes tocaron los dulces, embriagantes sabores de una pasión, el amor purifica lo que el mundo le ha robado a la inocencia, la magia los envolvió, los guardo en una burbuja donde solo ellos existían sin prestar atención a su alrededor, ¿Quién puede tener pensamientos sucios de dos ángeles? nadie en ese sitio se imagino la locura desatada en sus cuerpos.
“Las mentiras, los engaños destrozan vínculos, dañan lazos entretejidos por años, es incorrecto, inmoral iniciar algo sobre una “mentira blanca”, lo sabía, lo sospechaba, clicle tan barato, un recurso utilizado en las producciones con bajo presupuesto pero acepte, lo deje entrar a mi casa, mi tiempo fue valorado sólo cuando él estaba a mi lado, me volví dependiente de sus acciones, ansioso de que mis ojos se cruzaran con sus orbes grises a la hora del recreo, el intercambio de tímidos saludos en los pasillos, era un vagabundo siempre mendigando por “ocasionales” miradas furtivas, vigilando día y noche por la ventana del portal de mi casa, contando los minutos que faltaban para estar en su compañía, los segundos que necesitaría para saciar mi voraz hambre, nunca fue suficiente, jamás mi apetito fue satisfecho, no me bastaban con nuestras pieles rozando en aleatorios momentos, de mezclar mi aliento cuando conversábamos a la luz de la luna, nada era suficiente, era un codicioso queriendo siempre verme reflejado en ti, la bestia en mi interior despertó tú interrumpiste su sueño eterno al cual lo encadené, me pongo de pie para admirar la vacía habitación, despeino mi cabello con salvajismo, lo siento tanto, perdóname, nunca quise poner un dedo encima tuyo, pero soy un bruto animal que ha sufrido de una redada, una brisa helada recorre mi columna vertebral tomo la primera prenda sobre el piso, es un suéter de osos, un infantil regalo de navidad, no puedo dejar que nuestra historia tenga un trágico final. ”
Cuando dos cuerpos fueron creadas de la misma costilla su destino es sellado, ni la naturaleza, creencia de la sociedad de mente cuadrada lograra separarlos, el Destino ha fungido un solo camino, uno compartido, dos enredaderas predestinadas a fusionar sus brazos a largo tiempo, de esa manera aquella mañana del 25 de Diciembre un alumno toco a primera hora la puerta de una casa a las afueras de esa lejana localidad, ingreso envuelto en la brisca fría de un crudo invierno, mostró en su manos extendidas una caja envuelta en papel luminoso simulando la época donde los católicos festejan el nacimiento de su Salvador.
—Es mi presente de navidad por favor acéptalo.—Habló con la valentía dada por esos meses de amistad, por los pequeños gestos que leídos entre lineas dan significado al más pequeño movimiento.— Lo he comprado con mucho cariño.
—Yo también tengo algo para ti—El mayor hizo lo mismo extendiendo una pequeña caja los presentes fueron intercambiados, la punta de sus dedos chocaron liberando una carga eléctrica por su figura—Feliz Navidad y lo siento.— El hombre dejo caer el obsequio para sujetar al menor por la cintura y besarlo.— No quiero irme al infierno sin haber probado tus labios, he soñado con el sabor.—Le susurró pegado a su frente.—Nada se ha comparado a mis fantasías, sentirte tan real me ha vuelto un vicioso.— Introdujo su lengua temeroso de ser alejado pero fue lo contrario, el menor también dejó caer la ofrenda para aferrarse a su espalda.— No es lujuria es algo más profundo, un sentimientos cavando hacia adentro.
La puerta de esa pequeña casa se cerro para esconder en su interior el avance de un profundo romance, los humanos anhelamos lo que no se puede tener, somos fanáticos de lo prohibido, el amor inocente nacido en dos almas puras se convirtió en un encuentro de pieles sucumbiendo a su calor, sus pensamientos quizá no eran los correctos, sus agitados corazones les demostraban lo contrario.
“Vuelvo a ponerme de pie sobre mis cansadas rodillas terminaré con mi sufrimiento, él lo susurrado en mis oídos, ha tomada su decisión, lo escuche anoche cuando rezaba por ello me enfrente al amanecer, le grité, reprendí sus cobardes acciones, tirar la toalla cuando más nos necesitamos, antes de él prefiero hacerlo yo, yo podré punto final a esta vieja canción de amor, daría la mitad de mi corazón para borrar las lagrimas que ha derramado, destrozaría mi propia esencia por verlo sonreír una vez mas, vaciaría mi sangre con tal de verlo amar la vida un día mas, siete años nos separan, la diferencia desaparecerá cuando crezcas susurraste en nuestra segunda cita, Dios no creo tenga etiquetado nuestro amor en la instancia de pecado, el amor es la fuente del ser humano, tú eres mi energía, tus labios me lo confesaron cuando me hiciste una vez más tuyo en tu habitación, ambos creíamos ciegamente en esas palabras, yo te daría la fuerza para sostenerte, tú la voluntad para enfrentarte a nuestros amigos vueltos en enemigos, la bestia dormida en tu interior afirmaste haberla dominado usarla a nuestro favor en la batalla final, si, yo correría contigo por estas viejas vías, andaríamos por el mundo con nuestros dedos entrelazados, marcados como los pecadores que somos, con la clasificación de paganos, las leyes terrenales te crucificarán no debían entrar en conflicto con tus creencias en Dios, a diferencia de mi, tu perdías tu fe, yo nunca fui un fanático mis padres me obligaron a comulgar, entrar a un culto donde no tenía voz, voto, creo en algo grandioso fuera de la tierra protegiendo nuestro camino pero desconozco al ente cruel que mis padres, los profesores, los profetas exclaman, la pelea interna liberada en tu atormentada alma me destrozo pedazo a pedazo pero me mantuve firme a tu lado, yo era tu fuente de energía, tu escudo, es lo que hacen los amantes cuando se quieren yo yo, te amo mas de lo permitido, de una forma enferma que a veces me aterra, poco me importaba pensar en mi castigo después de la muerte si ambos somos enviados al infierno te acompañaría por toda la eternidad, llego al punto de partida, el puente que cruza un profundo río cuando era niño venia con mis padres, nunca me dejaron acercarme, demasiado peligroso, una tentadora invitación a la muerte, ahora camino sobre los viejas estructuras, la llamo con mi voz apagada, que venga, me consuma, me lleve con ella porque sin ti simplemente soy nada. ”
El hombre de cabello negro se pone de pie para sacarse la camisa blanca que usa, la lanza en algún punto ciego de su habitación, sus ojos consumen, devoran la figura desnuda, la cual descansa sobre la cama, se acomoda entre sus piernas, sus dedos van caminando de forma ascendente por los manchados muslos, los labios se marcan en el abdomen, el estomago, pecho, clavículas, moretones se van dibujando en ese tapiz transparente, los gemidos se ahogan en un mar de voces provenientes del reproductor de música, el sonido del piano ingresa debajo de su piel, las células entran en estado de explosión cuando sus entrepiernas excitadas se rozan, Jun echa la cabeza hacia atrás, se sumerge en las almohadas mientras dientes se estancan en su largo cuello, procurando no dejar evidencia de sus actos pero uno que otro logra formarse, sus respiraciones se mezclan, miradas cruzadas, una ferviente lengua se abre camino, el menor levanta la cadera, sus manos se clavan en la espalda morena, tatuada de su profesor, sus excitaciones mojadas se acarician.
—En un beso sabrás todo lo que he callado.—Susurro al oído girándolo para después sumergirse en su nuca, embriagarse del aroma a vainilla supurando por esa celestial piel. —Te amo como se aman ciertas cosas oscuras, secretamente entre la sombra y el alma.
—De nadie seré, solo de ti, hasta que mis huesos se vuelvan cenizas, y mi corazón deje de latir.—Sus uñas se clavaron en las sabanas blancas al percibir como algo se introducía en su interior, elevo la cadera por más contacto.—Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas.
Se envolvieron en un vaivén, drogados por la sustancia liberada en su cabeza al momento de llegar al orgasmo, el calor quemando su piel ha tal grado de derretirse y fusionándose, de volverse un solo individuo, el amor no es natural ni antinatural solo es un sentimiento estándar, el sexo, el intercambio de sentimientos de una forma física no debe ser recluida a la idea de procrear, no, esa faceta es la que nos aleja de los animales, como seres capaces de disfrutar ese baile de lujuria por el simple placer que nos provoca, nuevamente los labios de ambos amantes entraron en contacto, se envolvieron en las sabanas para desahogar las bestias contenidas, porque cuando las palabras no bastan el cuerpo debe hablar, gritar aquello oculto debajo de nuestro envoltorio de carne.
Mis piernas se mueven al ritmo que mi cuerpo puede, he llegado a mi limite, mientras mis labios te besaban anoche hablaste de este lugar, la razón por la que deseabas pasar nuestra ultima noche, la despedida idónea de un amor escrito con tinta de sangre en un libro dedicado al propio demonio, perdóname jure no volver hacerlo pero mi naturaleza me arrebato, recé una ultima vez, quizá escuchaste la propuesta que hice al cielo con la esperanza de que borrara mi recuerdo de tu mente, mis labios de tu piel, pasaría el resto de mis años pagando el castigo que ambos creamos con la esperanza de libertarte de mi virus, del veneno carcomiendo tu piel blanca a la cual ha manchado, dejando una huella corrupta, porqué eres un ángel mereciendo entrar al Paraíso, yo soy el demonio, yo la reencarnación del pecado con labios, con rostro propio, por fin llego a las vías del tren ando por las piedras sueltas, no, no me importa el Dios sobre el cielo, ni me atemoriza el castigo de una eternidad atado a los abismos del quinto infierno, no, solo pido por volver a ver tu sonrisa, escuchar tu voz, te veo sentado a la orilla de ese viejo puente, las maderas viejas crujen bajo mis zapatos. ”
Los hijos somos la replica de nuestros padres, o mejor dicho el reflejo de sus deseos condenados en el pasado, Bang no conoció sobre su origen, quien fue su progenitora, la razón porque abandonarlo, ¿le causo dolor dejarlo atrás? ¿Sus problemas la superaban para no poder sostenerlo más? ¿Cargaba con remordimientos? ¿Pensaba en él? tantos cuestionamientos acumulados durante frías navidades que paso sumergido en la profunda soledad, renegado por ser el huérfano, soñar con el calor de un hogar al que le negaron el acceso, paso noches completas analizando su situación hasta llegar aun punto donde simplemente dijo no importarle, pero como buen hijo del hombre al corto tiempo olvido sus juramentos, la curiosidad, la necesidad de ver su pintura completa lo llevo a investigar más, apelar por su carta de reconocimiento, lo necesitaba, decidió aquel viejo poblado por que en una habitante de esa área sus raíces fueron sembradas, una mujer llevaba la cicatriz de haber dejado un hijo a su suerte en la puerta de un convento.
—Por favor Jun baja de ese sitio.— Su voz apagada era la replica de su mente, cansado de pensar, abatido de no encontrar una solución.— No puedes hacerlo.
—En la segunda clase una compañera te pregunto si querías ser cura, tú te negaste dijiste anhelar una Familia, amar como un hombre ¿Porqué has cambiado de opinión?.—Le pregunto sin soltarse de la viga, sus ojos rojos daban indicios de su seca alma no poseía más lagrimas que derramar.— Solo vas a entrar al seminario para alejarte de mi, si yo soy el culpable de la suciedad en tu regazo prefiero purificarte con mi muerte, porque juró que ninguna puerta, muro o espacio lograra alejarme de tu lado.
—Sabes que no podemos estar juntos Jun, quiero que seas feliz, deseo verte realizado, hacerte libre de tan pesada carga.—Le comentó estirando su brazo para alcanzarlo pero el menor se negaba a ser tocado prohibiéndole avanzar.—Por favor tienes una oportunidad, eres joven, tu sentimientos se borraran como los copos de nieve se desvanecen cuando la primavera arriva.— En su rostro se reflejaba el miedo, las ansias de alcanzarlo, de tomarlo entre sus brazos, regar besos por sus facciones, decirle que lo amaba.—Quizá si paso el resto de mi vida rogando a Dios pueda a ti liberarte, quiero creer que hay una solución, una cura para el veneno que introduje en ti.
El rubio se negó, no, no hay medicina para el mal desmenuzando su mente, para los tumores tapando sus arterias, su vida se basaba en ese casi año conociéndose, en ese encuentro guiado por las estrellas, YongGuk era todo lo que necesitaba para encontrarle sentido a su banal existencia, sin él su vida no tendría objetivo, levanto la barbilla para mirar de frente al mayor, libero su primera mano, continuo con la del otro lado, las extendió como si fueran alas, una ave en caída libre hacia atrás, solo de esa forma existía una posibilidad de olvidar, y aun temía en su próxima reencarnación tener sueños con el recuerdo de ese hombre.
—No YongGuk, no pienso seguir existiendo sin ti.—Le dijo con voz entrecortada, las lagrimas derramando por sus mejillas blancas, heladas, enfriadas por la brisa cruel del Otoño llegando a su fase final, en esa madrugada del primer día después de una intensa despedida.— Si sigues creyendo que irás al infierno ahí esperare por ti.
Cerró los ojos para dejarse caer, ser devorado en las revueltas olas de un bravío río pero el cuerpo no fue a dar a esas aguas un hombre lo sostenía fuertemente, lo abrazaba, lo mantenía pegados a su pecho con sus ultimas fuerzas.
—Lo siento, perdóname.—Le susurro al oído.—Yo tampoco quiero volverme un cura, no puedo perderte, he decidido dejar mi religión si esa me impide amarte correctamente, no soy el demonio en esta historia, ni tu eres la serpiente reencarnada. —Sus labios besaron sus mejillas, hasta llegar a los del contrario.—Prefiero mi existencia rota, podrida, enferma hasta al ultimo punto, quiero enfermarme, romper todos los tabu, forjar las cadenas que me ataran al lamento eterno pero en mi mente llevare el recuerdo de tu rostro, de nuestro Paraíso recreado en la tierra.—Sus labios se encontraron.— Te amo, Te amo.
Ambos amantes se mantuvieron en esa posición aferrados, al filo de la muerte porque hasta que sintieron el miedo en carne propia entendieron que ellos no eran culpables de los errores de sus padres, el destino es quien simplemente debía pagar la cuota de sus malas acciones, un par de meses antes el profesor Bang recibió una carta del director del Instituto quien después de pedirle de manera encarecida el nombre de la mujer que lo dio a luz había accedido a decir la verdad, en aquella hoja el padre liberaba un secreto que no podía llevar a la tumba, no si la vida de un “buen” hijo de Dios se mantenía en las tinieblas, pobre hombre se dijo a si mismo Bang al sentir culpa por nunca confesar su relación, ambos amantes eran bastantes astutos ocultaron su romance, lo seguían haciendo en ese momento, no hubo voces criticando lo inexistente, a los ojos ciegos de las personas ellos mantenían una estricta relación profesor - alumno, pero su castillo de fantasía se destrozo con la realidad, no solo compartían un lazo amoroso sino también sanguíneo, crecieron, se formaron en el mismo vientre, la señora Choi tuvo una juventud perfecta pero un pequeño descuido la volvió madre, por ende termino regalando su hijo.
—Por favor olvida mis malvados pecados, lo sabes, por favor dame coraje, amor y sabiduría.—La pareja sentada a la mitad de las vías susurraban mientras sus manos se entrelazaban, sus frentes se tocaban.—Así seré capaz de respirar, así seré capaz de depender de algo y vivir.— Sus miradas se cruzaron para volverse a encontrar, sus labios se acariciaron.—Por favor guíame a mi, quien se esta apagando —Su voces se acoplaron, sus manos se soltaron para vagar por las facciones del contrario.—A mí la luz.