“Hey, eres más ardiente de lo que creía”
Esa ronca y risueña voz había dicho aquello mientras se vestían. El olor a sexo inundando los sentidos de ambos. La cama deshecha y las mujeres en el baño duchándose.
Solo eran ellos dos en ese momento.
Menma sintió el peso de Charasuke apegándose a su espalda, un suave beso que le erizó la piel se posó sobre su nuca a medida que el olor extraño y exquisito que anteriormente creyó que era su perfume le confundía los sentidos.
—Parece que ellas no te satisficieron —Se atrevió a decir mirando por sobre el hombro al Uchiha que no parecía querer soltar el repentino abrazo que lo ponía nervioso. Menma se removió para hacer notar su incomodidad.
—Ains, que amargado —Se quejó el otro, soltándolo— Y yo que iba a decir que se me antojaba otro beso…
— ¿Qué mierda?
— ¡Menma, no me juzgues! ¡Estoy seguro de que no soy el único aquí que quiere volver a besar al otro!
Exasperado, Menma se levantó de la orilla de la cama para ver al chico sobre esta que le devolvía la mirada despreocupado.
¿Lo estaba diciendo en serio?
Menma no era la clase de persona que se quedaba con la duda y mucho menos con algo como eso, así que abrió la boca en plan de cuestionar las palabras del moreno pero fue interrumpido por el sonido de la puerta del baño abriéndose.
— ¡Eso fue divertido!
— ¡Deberíamos repetirlo!
Las voces femeninas le resultaron tan molestas. Charasuke no parecía incomodo sin embargo.
—Lo que tú quieras —Concedió el Uchiha levantándose de la cama para acomodar un mechón de cabello a una del cuarteto consiguiendo que las demás chillaran.
Rodó los ojos y buscó sus cosas para irse.
—Ehm… disculpe —Una voz detrás suyo le hizo voltear hacia la chica sonrojada que le hablaba— Tú y él —Señaló ella a Charasuke— ¿Son pareja?
Su semblante indiferente se mantuvo en su rostro.
— ¿Qué?
— ¡Oh! Es que… por la forma en que se miraban mientras lo hacíamos me hizo pensar que tal vez ustedes…
Desconectó su cerebro media fracción de segundos para procesar lo que la chica estaba diciendo ¿De qué manera se miraban?
Arqueó una ceja y la chica de inmediato comenzó a disculparse creyendo que había dicho algo malo.
—Alucinas —Fue lo único que respondió antes de salir por la puerta escuchando los gritos de Charasuke detrás suyo exigiendo que no lo dejara solo.
Que se pudra. Continuó caminando con una sensación extraña en el estómago ¿Salir Chara y él? ¿En qué diablos pensaba esa chica que decía aquello? De seguro seguía borracha y por eso dijo cosas sin sentido.
“¡Estoy seguro de que no soy el único aquí que quiere volver a besar al otro!”
Se detuvo en medio de la calle. Sus labios parecieron sufrir de un repentino ataque cosquilleante al recordar el beso de la noche anterior. Los labios finos y suaves posándose sobre los suyos, acariciándolos. La lengua húmeda y caliente saliendo a jugar con la suya propia enrollándose sin oponer resistencia unos minutos antes de separarse y decir a través de estos labios…
— ¡Menma!
El mencionado salió de su estupor encontrándose con Charasuke viéndolo molesto. Al parecer había estado persiguiéndolo desde que salió.
Gruñó molesto.
— ¡¿Por qué huyes?! ¡Estábamos hablando de algo!
—No me apetece hablar más contigo hoy —Respondió dispuesto a marcharse hasta que sintió que lo jalaban con fuerza de la manga de su chaqueta— Charasuke —Advirtió.
—Hablo en serio, Menma.
No entendió muy bien que era exactamente lo que quería decir con eso hasta que esas manos pálidas lo agarraron del rostro obligándolo a voltearse para únicamente recibir un nuevo beso por parte del de ojos negros.
La acción lo tomó desprevenido, de lo contrario se hubiese apartado bajo la excusa de siempre de que no quería nada con un puto tipo.
Sus azules ojos se abrieron exasperados y gruñó en medio del beso. Las sensaciones producidas por esa simple caricia parecían estar fuera de este mundo. Sus labios entibiaron al contacto de los contrarios, la fragancia fresca y siempre embriagante de Charasuke podía olerse mejor al estar tan cerca el uno del otro. Todo el ambiente pareció llenarse del aroma natural del Uchiha y el cosquilleo en el estómago y manos le hacían notar que la situación le gustaba como le incomodaba.
Cuando Charasuke se percató que no recibía respuesta por parte de Menma se alejó para verlo enojado.
—Se supone que cuando alguien te besa debes responderle o algo… —Alegó el moreno con las mejillas tiñéndose de un suave rojo debido a la vergüenza— No quedarte como idiota sin moverte —Añadió.
—El único idiota aquí eres tú.
Menma estaba seguro, segurísimo, de que Chara solo buscaba molestarlo, es más, desde el día en que lo conoció de seguro este le puso el ojo encima para fastidiarlo…
— ¿Por qué dices eso?
… Aunque ahora estaba dudando de eso. La dolida mirada del Uchiha lo desconcertó ¿Por qué Charasuke lo miraba de esa forma?
— ¿Por qué? Porque eres un rarito —Respondió Menma sin mucho tacto, no eligiendo las palabras adecuadas para hacerle saber al otro la confusión que le causaba su personalidad.
De todas formas no tuvo tiempo para aclarar nada porque Charasuke Uchiha, el chico con cara de niña y complejo de mujer le soltó tal puñetazo en la cara que le recalcó con creces que a pesar de todo seguía siendo un hombre, y pegaba jodidamente fuerte.
— ¡¿Qué diablos te pasa?! —Le gritó indignado, sujetándose la nariz que creía fracturada mientras veía al otro chico desaparecer en la esquina a paso rápido— Con una mierda…
Incluso el golpe pareció ser diferente a los demás que alguna vez recibió en su vida. No sabía por qué le removía tanto la consciencia y a la vez su puta bilis que parecía encogerse y apretarse causándole una sensación aún más incómoda que su nariz punzando por el dolor del golpe.
Por primera vez en mucho tiempo, creyó completamente necesario buscar ayuda.
La necesitaba con urgencia.
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Su madre hacia muchísimo tiempo que le hinchaba los huevos para que asistiera a las sesiones con el psicólogo que habían contratado para tratar su caso, y que a pesar que jamás mostró algún avance solía verlo a menudo por insistencia de sus padres que seguían metiéndose en su vida. Nunca le tomó real importancia a esas sesiones estúpidas hasta ese día en especial, dos semanas más tarde desde el atentado hacia su nariz por parte del estúpido Charasuke que no paraba de evitarlo. Si aparecía en el trabajo este le pedía a otro cajero atenderlo, se iba antes del café o simplemente no se presentaba a trabajar. Lo mismo con los clubes que solía frecuentar y que ahora parecían haber quedado en el olvido por este.
La situación era molesta y a la vez triste. Si, triste, pensar que la única persona que probablemente podría permitirle vivir la vida disfrutando de todos los places que esta ofrece no quería cruzar su camino con él otra vez, era deprimente.
Y carajo, con lo que le costó aceptar que Charasuke le gustaba, se le ponían más dificultades en el camino.
—Cómo vas desinteresado por la vida, el olor de esa persona al parecer se te hace interesante por el hecho de que nunca prestaste atención a otros antes —Fue Chouji, su psicólogo, quien lo sacó de sus pensamientos. El tipo alto y ejercitado dio a conocer su diagnóstico mientras anotaba en su portapapeles— Me interesa saber cómo es ese olor que percibes.
—Es como una patada en el estómago —Respondió sin pensar, nuevamente sin usar las palabras adecuadas.
—Hum, entonces dices que su olor es ¿Intolerable?
—No, es estupendo —Aclaró.
Comenzó a sentirse estúpido por las incoherencias que parecía decir frente al psicólogo.
—No te estoy entendiendo Menma, joder, y eso que no eres mi paciente más estúpido —“¿Quién podría ser más estúpido que Shikamaru?” Menma conocía demasiado bien al paciente estrella de Chouji.
—Joder tú, ese imbécil es difícil de describir con una mierda. Su presencia es como una patada en las bolas, pero no de esa forma dolorosa sino más bien excitante —Si, eso era lo que realmente pensaba de Charasuke y se avergonzaba de ello.
Chouji analizó por lo que creyó ser el minuto más largo de su vida antes de concluir con un —Te lo quieres tirar.
—Si—Admitió con sinceridad.
— ¿Y por qué no lo has…?
—Porque es un hombre…
—Un hombre que te hace sentir diferente y hace tu vida más divertida —Interrumpió el psicólogo haciéndole notar lo que obviamente ya sabía pero que aún le costaba admitir.
—Tsk.
— ¿Entonces el problema es? —Insistió Chouji moviendo el lápiz entre sus dedos.
—Que es un bastardo que no entiendo, no sé qué mierda pasa con su cabeza ¡Su puta vida es un caos!
—Si ya me contaste algo así —Recordó el psicólogo— Deberías traerlo a la consulta, podría tratar de ayudarlo con ese caos que dices que tiene, pero más importante… —Hizo una pausa en la que se acercó un poco más a su paciente— A ti te atrae por esa razón.
Menma frunció el ceño— Explícate carajo, me va a explotar la puta cabeza.
—Él es diferente a todas las personas que has conocido, no lo entiendes y te cuesta seguirle el ritmo por lo que subconscientemente buscar comprender que es eso diferente que el tipo tiene de los demás…
—Cara de niña, personalidad mujeriega y un poco afeminado —Interrumpió.
—Sigue siendo un hombre —Le cortó de vuelta el psicólogo— Así que deja de inventar cosas para hacer sentir mejor a tu heterosexualidad —No permitió que Menma rechistara— Te gusta tanto el tipo que todo lo que lo rodea se te hace interesante. Como tu psicólogo te recomiendo que no desaproveches la oportunidad —La cara de Menma era un poema por lo que creyó necesario añadir— Podría ser la única vez en tu vida que te ocurra algo así.
Esas palabras en lugar de hacerlo sentir mejor le cayeron como balde de agua fría. Chouji tenía razón y él cagándola con su “Porque eres un rarito”, ya había pensado que fue por eso que Chara parecía odiarlo y tal vez se lo merecía pero ahora fue plenamente consciente de ella.
Era un estúpido ¿Y ahora qué rayos haría si el Uchiha no le volvía a dar la oportunidad de disfrutar junto a él? Mierda… Antes jamás le había dado vueltas a un asunto tanto como con el moreno.
Sufrir de anhedonia nunca había sido fácil, pero ahora que conocía la excepción a su problema parecía que su vida se volviese aún más difícil de sobrellevar.
— ¡Sensei! —La voz del paciente idiota de Chouji (que en secreto es el mejor amigo de este) fue su señal para largarse sin agradecerle al psicólogo.
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Esa noche en particular se le antojó salir a dar una vuelta en su motocicleta sin rumbo fijo. Quizás salir por la ciudad sin motivo en mente podría causarle algún grado de satisfacción desconocido.
Mientras conducía se le cruzó por la cabeza una idea desagradable pero que no podía ignorar: ¿Y si dejaba de fijarse en chicas y lo hacía en hombres ahora? Quizás no era Charasuke la única excepción a su “enfermedad “como había concluido su psicólogo, tal vez, solo tal vez si bateaba para el otro lado encontraría la solución a todo. Aunque de solo pensarlo le hacía fruncir el ceño enojado y tener las terribles ganas de doblar violentamente con la motocicleta para estamparse en una casa buscando morir. Pero a pesar de todo sabía que en el fondo (muy en el fondo porque no estaba dispuesto a admitirlo abiertamente) el único tipo en el que podría fijarse era Charasuke.
Se estacionó fuera del primer bar que encontró a las afueras de Konoha. El cual apenas entró se percató que era un bar gay bastante singular. ¿La vida le estaba dando una señal o qué mierda? No pudo evitar ponerse de mal humor, y a diferencia de la reacción normal que tendría cualquier persona al entrar por primera vez a un lugar así él simplemente no pareció llamarle la atención de nada ni nadie, por más extravagante que estuvieran vestido varios tipos ahí y que eran bastante difíciles de ignorar.
Fue hacia la barra como siempre mientras daba un barrido con la mirada el lugar entero. Luces de colores, un montón de tipos pasándola bien. Nada de su interés. A lo lejos vio un tipo vestido de chica al cual si bien tenía cara de niña no le produjo absolutamente nada aparte de rechazo, en comparación a como ocurrió cuando vio al Uchiha vestido de esa forma.
“Joder, deja de pensar en ese tipo” Se reprendió a sí mismo.
No quería admitirlo pero estaba algo decepcionado por no encontrar algún otro sujeto que despertara aunque sea un poco su curiosidad, por lo que no le quedaba más que resignarse a admitir por una vez por todas que el problema era él mismo y no el puto mundo como solía decir siempre. Él y el bastardo de Charasuke Uchiha cuyo nombre real no recordaba del todo.
Estaba por irse hasta que la voz ronca que reconoció de inmediato llegó a sus oídos con un tono extraño de manera que fue imposible ignorar. Volteó a ver hacia la esquina en donde creía que provenía la voz encontrándose efectivamente al maldito que había estado evitándolo durante dos semanas forcejeando con un sujeto al que no podía verle el rostro porque estaba a espaldas de él.
—Déjame, te dije que tenía novio —Dijo Charasuke intentando soltarse del agarre en sus muñecas tratando de mantener la compostura y no causar un escándalo.
—Oh vamos, siempre dices eso y nunca he visto a ese tipo, debes estar mintiendo. Te vi con una chica días atrás.
—Eso a ti no te importa, que me sueltes.
—Ya estoy harto de estarte rogando siendo que se nota las intenciones que tienes al venir aquí, anda. Seré gentil.
Menma en un principio iba a ignorar la situación e iba a irse sin más para evitarse topar con el estúpido Uchiha que lo ha estado evitando por días y ahora aparecía justo en donde él, así como la facilidad que tenía Chara para escabullirse también la tenía para aparecerse de la nada, ¿Qué acaso lo estaba siguiendo? Pero cuando notó que en realidad la situación si era seria pues el forcejeo entro esos dos comenzó a hacerse más brusco no resistió y fue hacia ellos para soltarle un puñetazo al tipo desconocido sin previo aviso.
—Te dijo que lo dejaras imbécil, ¿Qué eres sordo? —Chasqueó la lengua enojado y ante la mirada de asombro de Charasuke que parecía no creer que estaba ahí lo agarró de la cintura atrayéndolo hacia él— Si vuelves a tocarlo, te mato —Advirtió enserio. Demasiado enserio.
El tipo se limpió la sangre del labio mandándole una mirada a Charasuke antes de decir—Así que si tenías novio eh.
El Uchiha pareció salir de su estupor y sin siquiera mirarlo se abrazó a él.
—Sí, lo tengo. Y tiene muy mal carácter —Afirmó mandándole una sonrisa divertida. Menma reviró los ojos molesto por el cosquilleo conocido en su estómago.
—Vamosnos de esta mierda.
No pensó mucho en agarrar a Charasuke del brazo y arrastrarlo consigo hacia la salida, no sin empujar con el hombro al tipo fastidioso de antes.
Una vez afuera chasqueó la lengua con desaprobación. No debió haberse metido en eso.
— ¿Qué carajo haces aquí? —Demandó saber de inmediato pensando seriamente en que Charasuke a lo mejor si lo estaba siguiendo.
El Uchiha le miró confundido antes de responder.
—Pero… si yo vivo aquí.
—Tsk, enserio… —No tenía ganas de bromas en ese momento. La presencia del moreno le pareció extrañamente molesta. La imagen viva del tipo forcejando con este no quería irse de su cabeza— No me toques los cojones, ¿Qué carajo haces aquí? —Volvió a preguntar con un tono más ronco de voz claramente molesto. Clara señal de que mejor sería que no le siguiera tocando los cojones, por lo menos, no de esa forma no sexual.
—Ya te dije vivo aquí —Charasuke se cruzó de brazos molestándose también porque no le creían— Mi novia es la que vive en el centro de Konoha…
—Tu novia, tu novia —Repitió Menma burlándose— ¿Cómo sé que ese supuesta novia de la cual te importa una mierda no es en realidad un hombre, eh?
La pregunta pareció descolocar a Uchiha pues abrió sus hermosos ojos negros más de lo normal, claro expresión de sorpresa.
—Porqué tu…
—Ese tipo lo dijo —Cabeceó hacia la puerta del bar— Dijo que tu tenías un novio, ¿O dirás que miento para zafarte?
—Oh, eso.
¿Qué con “eso”? Se pasó una mano por el cabello frustrado mientras esperaba la respuesta de Charasuke que no paraba de mirarlo con una sonrisa animada.
— ¿Estas celoso?
Esa pregunta no se la esperó en un millón de años. Menma se volteó hacia él frunciendo el ceño.
— ¿Por qué debería, estúpido?
El mohín disgustado que formaron esos delgados labios del Uchiha le hicieron notar que esa no era la respuesta que esperaba. Gruñó por lo bajo, ¿Por qué Charasuke aparecía metiéndolo en situaciones incomodas? Pareciera que ese fuera su talento oculto.
Pasaron varios minutos en silencio hasta que Menma sacó un cigarrillo para fumarlo, no le ofreció a Charasuke y a este parecía no importarle en realidad. Los ojos azules observaron por sobre el hombro como el Uchiha parecía haberse sumido en su mundo otra vez, igual que en aquella ocasión en la que se atrevió a decirle que quizás no eran las chicas lo que le gustaba al Uchiha, sino que las cosas que estas usaban.
—Me voy —Prefirió romper el silencio yendo hacia su motocicleta. Esta vez no sería Charasuke quien lo dejara solo.
Estaba consciente de que era una estupidez de su parte y estaba yendo en contra de las recomendaciones de su psicólogo y de sus propios deseos. Quería quedarse, tomar al Uchiha ahí mismo y decirle mientras le miraba fijamente a esos ojos misteriosos ojos hermosos que quería follárselo hasta no dejarlo caminar en semanas.
— ¿No tienes nada que decirme? —Ups, Charasuke pareció leerle la mente en ese momento por lo que se apresuró a negar.
—Nada.
Maldición, mientras más trataba con el Uchiha mas se daba cuenta de que en realidad no sabía nada de él, dónde vivía exactamente, ni si tenía o no pareja y cuál era el sexo de este, tampoco sabía que rayos era lo que pasaba por la cabeza del Uchiha. Sin duda, era algo a lo que no estaba acostumbrado y que sea la única persona con la que le causara esa confusión interna lo molestaba.
Encendió la motocicleta dispuesto a largarse, dispuesto a abandonar a la única persona que sabía que podría hacerle realmente vivo.
—Menma, quiero acostarme contigo.
Estaba tan dispuesto a irse hasta que escuchó aquello que le hizo respingar encima de su motocicleta sorprendido. Su boca se abrió sin saber qué decir realmente, ¿Era en serio? ¿O una puta broma? ¿Sería que Chouji lo había buscado y sobornado para decir eso?
—No sé qué mierda pasa por tu cabeza, pero si estás buscando joderme yo…
—No quiero joderte, por lo menos, no en los dos sentidos que esa palabra tiene —Aclaró de inmediato el de ojos negros brillantes que se le acercó para agarrarlo del brazo intentando bajarlo de la motocicleta— Es enserio.
Estaba seguro de que la mueca que estaba haciendo en ese instante dejaba en claro su caos mental. Ahí estaba, la maldita oportunidad que quería y él dudaba como un idiota. Nunca en su vida había dudado tanto en aceptar acostarse con alguien.
Bueno si tomamos en cuenta que ese alguien ahora era el único tipo que con un solo beso, ni siquiera eso, su sola presencia le daba más emoción a su vida pero que en realidad no tenía idea de cómo manejar a esa persona tan complicada, cualquiera dudaría
— ¿Qué mierda quieres de mí? —No es que se estuviera haciendo el rogar. En realidad necesitaba saber a qué diablos estaba jugando el Uchiha.
Chara logró que se bajara de la motocicleta con tanta insistencia y una vez abajo, el Uchiha lo tomó del rostro para besarlo de improviso nuevamente, pero esta vez, en lugar de apartarse como lo hizo con anterioridad le correspondió el beso atrayéndolo más hacia sí por la cintura acariciándole los huesos de la cadera que podía sentir fácilmente por lo delgada que era la camisa del chico. Maldición, su parte baja comenzaba a sentir el efecto de esa caricia consensuada mutuamente.
Pensó que Charasuke se apartaría cuando sintió que este se removía un poco en medio del beso pero después de varios segundos entendió con una mirada cómplice entre ambos que el Uchiha lo que quería era arrastrarlo hacia otro lugar que no fuera la fachada del bar gay.
Se separó un poco, lo suficiente para hablar de la misma forma ruda que siempre sobre los labios ajenos bajo la atenta mirada de esos ojos negros.
— ¿No que estabas enojado conmigo o una mierda así? —Cuestionó para molestarlo, apretándolo tanto a si mismo que Charasuke se aferró a su cuello, abrazándolo con sus brazos para no desestabilizarse.
— ¿Yo? —Preguntó este en respuesta haciéndose el desentendido, besándole suavemente en la comisura de los labios buscando tentarlo.
—Me golpeaste en la nariz, es una suerte que no me la haya fracturado —Mientras decía eso, comenzó a caminar de forma torpe con el moreno hacia el callejón cercano sin despegarse del uno al otro.
Cualquiera diría que parecían de esa clase de parejas acarameladas que caminan como imbéciles pero Menma no pensó en eso en ese momento. El olor de Charasuke lo traía demasiado en las lunas junto a esa risita musical que soltaba el chico al verse aprisionado en sus brazos obligándolo a caminar hacia atrás sin ver hasta que sintió su espalda chocar con la pared de concreto. En ningún momento perdieron el contacto visual el uno del otro.
—Hum… no me acuerdo de eso, ¿Te dolió? —Preguntó Chara refiriéndose al golpe mientras le depositaba un beso en la nariz.
Maldita sea, este tipo…
—Voy a follarte, aquí y ahora —No fue un anuncio sino que una advertencia. Prefería ser directo a dar más vueltas el asunto y no quedar en nada como siempre.
Charasuke solo se rió y lo atrajo más hacia él para volver a besarlo, enrollando su lengua con la suya en un arrebato apasionado.
—Ah… adelante, campeón.