Tras varias semanas de la discusión entre los lores de la Gran Bretaña mágica, las cosas se habían calmado ligeramente, se podría decir que estaban en una tregua silenciosa, “por ahora” pensaba Harry. Nagini, sin embargó era quien estaba pagando los gastos de guerra, pues Harry se había encargado de que su comida se redujera a solamente una pequeña cría de rata cada siete u ocho días, y eso si estaba de buen humor. Nagini le reclamaba constantemente aquel maltrato, a lo que Harry le respondía que ya bastante había comido en el ministerio por un año entero y que “agradeciera” la rata que le llegaba. Cuando la serpiente se quejaba con el lord, este esquivaba el tema recordando alguna reunión de último momento y desapareciendo al instante por horas.
Ese día sin embargo, el lord no había tenido un buen día precisamente, algunos magos estaban haciendo protestas esporádicas a las afueras del ministerio en contra del decreto de pociones fertilizantes en hombres, y solo quería un momento de paz, cosa que no encontraba en su propia casa en medio de una guerra mas que declarada entre esos dos, por lo que con un potente “silencio” los cayo a ambos, mientras era victima de dos miradas mas que asesinas que le hubiese taladrado si él no fuese quien era.
- Muy bien, creo que tanta pelea se debe a… - dijo el lord, pero fue interrumpido por dos siseos simultáneos
- ¡…Él! - acompañados de un brazo y una cabeza que se señalaban mutuamente
- ¡Basta! – alzó la voz el lord golpeando su escritorio y los otros dos al instante callaron – ya no puedo mas con ustedes. Nagini, déjanos solos – ordeno el lord, pero la serpiente iba protestar - ¡Ahora! - exigió este, por lo que su mascota salió lanzando insultos en parsél. – Muy bien Harry, estas decidido a hacerme la vida un infierno, pues bien yo también se jugar a eso. Vamos
- ¿Dónde? – pregunto Harry nervioso
- Ya veras
El lord lo tomo de la cintura y los apareció en un descampado, desde donde se veía La Madriguera
- ¿Qué hacemos aquí? - pregunto nervioso
- Usa la legermancia – sugirió el lord con malicia – después de todo ese viejo come caramelo ordeno que se te den clases exclusivas ¿o no? Ya lo recuerdo, jamás aprendiste a dominar tu mente. – Harry grito agarrándose la cabeza mientras el lord lo sostenía por la cintura.
El hogar de los Weasley era un desasosiego total. El golpe que los mortifagos les habían dado fue tan certero que seguían en estado de shock. Por lo que no tuvieron ninguna oportunidad cuando la puerta se abrió de golpe dejando pasar a los mismos lores en persona
- Buenos días – y todos los miembros de la familia sintieron la imperiosa necesidad de postrarse -. Muy bien, cielo escoge tu nueva mascota – dijo el lord con una sonrisa
Todos los presentes perdieron el color del rostro cuando un collar de esclavitud apareció entre las manos de Harry. Este los miro uno por uno durante un largo tiempo, mientras los pelirrojos contenían la respiración. Tenia muy presente la conversación sostenida con el Lord minutos antes
- ¿Y si me niego? – desafío Harry
- O tomas un esclavo o se muere toda la familia – sentencio encogiendo los hombros – tú eliges
- Harry – dijo el lord – ¿A quién eliges?
El nombrado tragó saliva, respiró hondo y dijo cerrando los ojos:
- Bill Weasley
El collar desapareció de las manos de Harry para aparecer en el cuello del nombrado. Este lanzo un grito de dolor cayendo de rodillas, mientras paulatinamente sus lamentos se convertían en aullidos
- ¡No! – grito Flour cayendo de rodillas al lado de su marido – pog favog, mis señoges, mi magido no – suplicaba la joven llorando, mientras lo abraza y este aullaba
- Lléveme a mí – suplico Molly arrodillándose ante Harry – pero mi hijo no – lloraba la mujer
- Quítate mujer – ordeno el Lord empujándola -. Bueno querida, vamos tengo mucho trabajo – dijo mirando a Harry.
Este miraba en silencio como Fleur se aferraba a Bill y lo supo en ese instante, si quería salvar al menos a dos de sus amigos, tendría que empezar a ser más Slyffering
- Quiero otra mascota – dijo sorprendiendo a todos los presentes
- ¿Qué cosa? – dijo el Lord entrecerrando los ojos
Armándose de valor, se acercó a su némesis y lo miro fijamente a los ojo besándolo suavemente en los labios. Tom no pudo mantenerse firme en su determinación de no dejarse llevar por el momento y lo abrazo por la cintura. Después de un momento se separaron uniendo sus frentes.
- Por favor – suplico Harry asiendo pucheros
El Lord miro a la muchacha y de pronto se sintió triunfante
- La muchacha tiene dueño
Harry examino el collar y sonrió de forma radiante diciendo:
- Es de Pansy. Si se la pides ella me la dará, soy la reina ¿o no?
Y allí estaba, su lado oscuro en una pulseta mano a mano con el mago más oscuro de todos los tiempos y juro por el mismísimo Merlín que no se detendría hasta conseguir lo que quería
- Llévatelos – dijo el Lord – ya veré como compenso a Pansy
- Gracias cielo
El lord mando un patronus a Severus ordenándole que haga los trámites pertinentes para que Delacour sea propiedad de Harry. Veinte minutos después el nombre en el collar de la esclava paso de Pansy Parkinson a Harry Potter.
Cuando Harry salió de la madriguera del brazo del Lord, agarraba firmemente dos correas de las que esteban atados dos de sus amigos y miembros de una familia que el mismo contribuyo a destruir.
Estaba decidido poco a poco liberaría a todos sus amigos aunque para eso tuviera ser una verdadera reina para el mundo mágico