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¿Tú? ¡No puede ser! por Liss83

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Notas del capitulo:

Me van a matar y con justa razon. Ayer cuando iva subir el capitulo final, me di cuenta que faltaba esto. Les aseguro que el retraso vale la pena. Disfrutenlo

 
 
 
La vida en la mansión Riddel era toda una aventura. Tom jamás se imagino que intentando someter y humillar a su peor enemigo, él se convertiría en su juguete, porque eso era, un juguete, un títere en las manos del niño que venció, porque si tenia que ser honesto, Harry Potter lo dominaba completamente con sus piernas torneadas, su cintura bien definida y esa lengua que sabia hacer maravillas, pero que si se descuidaba podía ser más mortal que Nagini y un avada juntos. Harry y la familia que habían formado eran todo para él. Quien diría que haber hecho aquel Horrocruxe con la muerte de aquel sacristán en Albania semanas antes de la batalla en Hogwarts lo llevaría a conocer el amor.  
 
 
 
La llegada de Merope, su tercer bebé, a sus vidas había sido una gran alegría para la familia y sus más allegados, pero no queriendo que Harry se sobrecargue con la crianza de los niños, Tom era quién se levantaba por las noches si la niña despertaba. Esto le brindaba la ventaja de contemplar a cierto pelinegro dormir. A veces no soportaba la tentación y echaba un vistazo dentro de los sueños de su amante. 
 
 
 
Una de esas noches en la que intentaba no ceder ante la curiosidad, escucho claramente como de labios de la reina salía:
 
 
 
- Giny, mi amor, perdóname. Yo no quería qué murieras. Llévame, llévame contigo. Giny. Giny. Giny
 
 
 
Harry despertó y se sentó en  la cama, lo primero que vio fueron dos esmeraldas clavados en él sobre una tés blanca. Distinguió claramente el dolor en ella y no necesito preguntar la razón. En ese momento Merope despertó nuevamente, y esta vez fue Harry quien la cargo para hacerla dormir nuevamente cantándole una suave nana. Al volver a la cama vio a Tom quien nuevamente había conciliado el sueño.
 
 
 
- Fingir que las cosas no ocurren, no hará que desaparezcan – dijo Harry con voz suave
- No sé a qué te refieres – dijo Tom sin abrir los ojos
- ¿Hablo en dormido? – Se sienta en la cama – solo esa sería la explicación de tu comportamiento
- ¿Qué comportamiento, Harry? – dijo el lord con voz cansina –. Mañana tengo una reunión con el primer ministro muggle y necesito estar descansado. Vamos a dormir
- Te pones así siempre que sueño con Giny – dijo Harry con voz baja – ¿Tienes celo de una muerta?
- ¿Y tú? ¿Aun la amas? – pregunto Tom con un siseo
- Si – dijo con voz firme después de pensarlo unos minutos – aun amo a Giny
- ¿Cómo…? – susurro el Lord sorprendido – yo controlo…
- Hace mucho no lo haces y ni tú mismo te diste cuenta – dijo Harry tomándole las manos – entre nosotros hay algo real, Tom. Nació el amor, pero ocupas  solo el noventa y siete por ciento de mi corazón
- ¿noventa y siete por ciento? – dijo Tom con voz triste
- Deja algo para mis padrinos y mis amigos – protesto Harry sonriendo 
- ¿Y… nuestros hijos? – dijo Tom mirándolo
- Obviamente están incluidos en el noventa y siete por ciento – dijo topándole los labios con los suyos
- ¿En el otro tres por ciento esta ella? – susurro el Lord
- Si – dijo Harry bajando el rostro – y ahí se va quedar por siempre. Fue mi primer amor y eso es inolvidable. No se puede cambiar
- Como quisiera tenerte entero, los Slyffering no compartimos – protesto 
- ¿Tienes celos de tus hijos? – pregunto Harry sonriendo sorprendido
- No – dijo el Lord evitando mirarlo
- Tom – dijo el menor abrazándose a él – ellos son parte de este amor. No la competencia. En todo caso si llegasen a ser competencia seria la mía, por como los mimas. Si ese trio resulta revoltoso son tus genes, no los míos
- Claro, como no – dijo el Lord rodando los ojos 
- Si mal no recuerdo el que quiere dominar el mundo mágico eres tú, no yo – protesto Harry – por lo tanto lo revoltoso es de tu lado no del mío
- No sé si te suenan los merodeadores – dijo Tom mientras Harry empezaba a acariciarle el pecho
- No te atrevas a culpar a mis padres – dijo Harry mientras lo tiraba de espalda en la cama y sentándose en sus piernas –. Y por cierto, sueño con ver resurgir a los merodeadores en Hogwarts
- ¿Crees que el colegio sobreviva? – dijo el Lord mientras tanto su túnica como la de Harry desaparecía
- Por supuesto – dijo Harry  cerrando los ojos al sentir como le acariciaban los muslos desnudos y abría las piernas para  que Tom se acomode entre ellos – yo les voy a enseñar, además mis padrinos y Ron harán su parte, sin contar a… ¡Neville! – grito al sentir como los dedos entraban por su ano y lo excitaban como si fuera la primera vez
- ¿Gritaste el nombre de ese… en medio de un orgasmo? – siseo el Lord
- ¡Es tu culpa! – dijo Harry pasándose las manos por la cara
- Disculpa… – siseo nuevamente el Lord
- ¡Me hiciste llegar a un orgasmo en medio de una discusión! ¿Qué esperabas? – lo hizo girar y se sentó ahorcadas sobre él – pero yo sé cómo vengarme por eso
- ¿Desde cuándo los Gryffindors son vengativo? – dijo sintiendo el aliento del menor sobre su órgano viril, ya despierto. Se mordió el labio inferior con los ojos cerrados
- Si mal no recuerdo… desde este momento – susurro sobre el miembro, lanzándole un oleaje de placer a través de su cuerpo hasta su espina dorsal. Y sin más trago de una sola toda la torre de carne hasta la base haciéndolo lanzar un grito de placer mientras se le nublaba la vista, haciéndolo ver mil colores. Minutos después no pudo evitar descargarse en la boca del Gryffindord
- Merlín – susurro el rey del Mundo Mágico
- No grites – dijo Harry riendo aun con el órgano sexual entre su labios – despertarás a los niños y apenas empezamos
- Me vas a matar así – dijo mientras Harry le besaba el pecho
- ¿Sobreviviste a dos guerras mágicas y ahora no te crees capaz de aguantar una noche de amor con tu reina? – le susurro Harry al oído al Lord - ¿Cuándo te entro lo cobarde? ¿O ya estas viejo para esto?
- ¿Cobarde? ¿Viejo? – dijo el Lord intentando tener más contactos – Eres tú el insolente, y ven acá, que te voy a enseñar un par de cosas – gruño tomándolo de la cintura y haciéndolo girar para quedar sobre él – y por cierto, insonoricé el cuarto y la cuna de Merope, así que puedes gritar a gusto
- ¡Lo tenías todo preparado! – dijo sonriendo el niño que vivió 
- Por supuesto, soy un Slyffering – susurro mientras esparcía besos sobre el vientre plano de su amante – así que alista esa garganta… – termino mientras le acariciaba los muslos
- Eso sí que no, mi Lord – he impulsándose con los pies, Harry se giró quedando sobre este que no había mermado su lívido ni un milímetro – quien va alistar esa garganta es usted
 
 
 
Y si más se dejó caer, haciendo que la virilidad del Lord entrara de una sola vez en él. Ambos gritaron al unísono dejándose llevar por un placer sin precedente para ambos.
 
 
 
Horas más tardes, con sus necesidades primarias satisfechas, según el Lord, Harry contemplaba la luna desde la comodidad del pecho de su amante. Sin proponérselo dejo escapar un suspiro de sus labios. Hacia unos meses Hermione había encontrado en la biblioteca en Grimmauld Place un antiguo ritual y por alguna razón se había encaprichado con uno en especial
 
 
 
- Vamos dilo de una vez – dijo el Lord después de un rato de silencio en los que Harry había creído erróneamente que este estaba dormido
- No es nada – susurro escondiendo su rostro en el cuello del mayor
- Dilo, no quiero leer tu mente – exhortó Tom – vamos. ¿Qué paso?
- Hace poco Hermione encontró un libro… – dijo un tanto nervioso
- Tu amiga vive encontrando libros – dijo el Lord con pereza 
- Bueno, si… – dijo Harry acariciándole el pecho distraídamente
- Entonces…
- Era sobre enlaces, enlazar la magia de dos personas en un ritual – dijo Harry distraídamente
- Es muy rito muy antiguo – dijo el Lord acariciándole le espalda – He escuchado de él. Es un matrimonio que se realiza ante la magia misma. Una vez realizado no hay marcha atrás
- Eso decía el libro – dijo Harry susurrando nuevamente 
- ¿Te gustaría enlazarte conmigo? – pregunto suavemente
- No puedo mi Lord – contesto el menor sorprendiendo a su pareja – yo… ya no poseo magia – y en sus voz había tanta amargura que Tom Riddel sintió que algo se quebraba dentro suyo
- Claro que sí. Sin el collar, tu magia funcionaria como siempre – dijo sentándose y obligando que Harry también lo haga – Tengo miedo de quitártelo y…
- Hace tiempo, cuando te dije que quería un hogar, lo dije enserio – dijo mirándolo fijamente
- Pues… enlacémonos – dijo el lord con una sonrisa 
- No bromees con eso, Tom – dijo nervioso
- Harry Potter, ¿me harías el honor de enlazarte conmigo? – pregunto este tomándole la mano y besándole el dorso – ¿Qué dices? ¿Quieres enlazarte conmigo?
- Si – susurro el joven – ,sí, sí, sí, claro que si – dijo abrazándose al Lord – prepare personalmente todo
- Entonces en tres días lo haremos – dijo el lord con simpleza
- ¿Qué? – grito el Gryffindor – No. Necesito más tiempo. Hay mucho que preparar. Hacer la lista de invitados. Hablar con mis padrinos. Preparar la recepción. Merlín, nuestros trajes. Las invitaciones. Quiero ir de luna de miel. Voy a necesitar una varita Dejaremos a los niños con mi padrino, así se sienten, mal Severus estará ahí. Te advierto que no cambiare mi apellido, seguiré siendo Potter, claro de Riddel, pero Potter. Tenemos que pedir que nos traigan catálogos de los anillos. Bueno de todo. ¿te gustaría que sea de día o de noche? No, mejor de día para que estén los niños. No podem… 
 
 
 
Harry no pudo seguir porque su, ahora prometido, lo silencio con un apasionado beso. Las manos nuevamente recorrían su cuerpo de arriba abajo, y aunque sabía que tenía un montón se cosas pendientes, nada le impidió perderse en los brazos de su ahora prometido. Aunque ni bien amaneció, toda la mansión se puso a trabajar en los preparativos y el mundo mágico se enteró de las novedades. En las siguientes semanas no se hablaba de otra cosa que el enlace mágico de los lores. Era un ritual que solo pocas familias conocían, todas sangre pura. Empezaba al despertar el alba, los contrayente debían haber pasado la noche en casas separadas, por lo que Harry se quedó con los niños en casa de Severus y Sirius, y el Lord lo hizo en la mansión. Tom nunca creyó que un acontecimiento de esa magnitud pudiese ser preparado en tiempo record, pero así fue y tres días después, todo el mundo mágico veía por pantallas gigantes la entrada de la reina Harry, enfundado en una túnica blanca de corte femenino con bordados de oro, en el pecho a la altura del corazón iba bordado el escudo de la ancestral casa de los Potter entrelazados con el escudo familiar de la familia Riddel, diseñado especialmente para la ocasión por el Lord en persona. Llevaba una capa de varios metros en la cual también se veían ambos emblemas familiares. Entre sus manos llevaba dos lirios blancos, su pelo iba recogido en una coleta baja que enmarcaba unos ojos verdes que reflejaban serenidad y una sonrisa radiante, que nunca nadie le había visto antes. 
Al llegar al altar, precedido por James Riddel, quienes llevaban las argollas matrimoniales, el Lord lo tomo de la mano y lo guio hasta ubicarse frente a la primer ministra, Bellatrix Black, quien ofició la ceremonia. Fueron votos sencillos, pero cargados de amor. Luego ambos tomaron unas varitas que le ofreció su hijo Cadmus, quien entro al mismo tiempo que su hermano James, ambos lanzaron un patronus, tanto la serpiente de Tom como el ciervo de Harry jugaron a perseguirse para luego correr hacia el mago contrario y estrellarse en el pecho de este, envolviendo a los contrayentes en una luz blanca. Desde ese momento cada uno sentiría lo que  sintiese el otro. Cuando uno lanzase un hechizo seria como si el otro también lo hubiese hecho. Su magia ahora era una. 
Al finalizar, con una venia Harry le ofreció su varita, comprada especialmente para la ocasión, a su esposo y al mismo tiempo su collar de sumisión reaparecía alrededor de su cuello. Luego delicadamente Tom le tomo la barbilla y con sonrisas enamoradas unieron sus labios en un beso dulce y tierno, que con el paso de los segundos se hizo intenso y apasionado. Una lluvia de aplauso se escuchó en todo el recinto y los novios tomándose de las manos se giraron a ver a la multitud
 
 
 
 
 
 
 
 
Notas finales:

Mañana si o si el gran final. Aunque si ustedes quieren lo subo esta noche, ya esta terminado. Ustedes deciden


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