JunHong buscaba entre las colchas algunos juguetes de los gemelos, esa mañana por primera vez el estrés no lo consumía, había terminado la época de exámenes, ese espacio que cualquier estudiante de Universidad disfruta al ver que ha terminado su temporada más pesada e inicia la siguiente ronda, un tiempo muerto para recobrar fuerzas. Bang salió del baño usando una elegante camisa de rayas horizontales de distintos colores, pantalones blancos y un saco, su cabello se encontraba perfectamente peinado.
—Luces muy guapo. —Comentó atónito el rubio acercándose a su pareja para acomodar el cuello del saco.— ¿Reunión?
—Sí, las chicas de Sistar vienen a escuchar algunas de mis canciones. —Contestó abrazando por la cintura al menor, acercó sus labios para besarlo.—Me fascina ver esos labios formando un puchero. —Besó tranquilamente esa mueca de descontento.— Te quiero.
JunHong profundizó el beso, se aferró a su cuello. La integrantes de Sistar eran hermosas y el tipo ideal de su marido, ya anteriormente lo escuchó hablar maravillas sobre sus cualidades vocales como cantantes, muy pocas idols despiertan su admiración y respeto. El miedo es una emoción normal cuando se teme perder a quien amas pero también se vuelve un veneno incoloro cuando se convierten en celos. La falta de aire los separó, Bang acarició el rostro de su esposo lo observó profundamente para después regalarle una sensual sonrisa con la cual el menor casi se derrite.
YongGuk emitía una tímida sonrisa al escuchar las palabras cargadas de halagos que cuatro hermosas mujeres dejaban escapar por sus labios, sus mejillas se sonrojaron hacía tiempo desde que las mujeres dejaron de conquistarlo debido a que su marido era bastante posesivo y se ponía de un humor terrible cuando las chicas lo acosaban. La mirada del compositor se dirigió a SoYu a quien le regaló un movimiento de cabeza al igual que una mediana sonrisa, la chica contestó de la misma manera.
La pareja se conoció en la secundaria donde tuvieron una increíble atracción, comenzaron a salir como amigos interesados en la música y después como pareja, para ambos fue su primer romance, el cual duró casi todo la fase estudiantil. Terminaron rompiendo a culpa de la firme decisión de SoYu en volverse Idol, situación que rompió el frágil corazón del compositor.
La agrupación así como algunos representantes de la empresa continuaron trabajando con Bang, escucharon sus propuestas de igual manera quedaron en varios tratos. Jepp Blackman, como se conocía a Guk en el bajo mundo artístico prometió grabar una canción a dueto con una de las vocalistas de la agrupación además de que se encargaría de componer otras dos melodías para el próximo álbum completo que Sistar sacaría para conmemorar su aniversario.
La reunión finalizó un par de horas más tarde a lo pactado por lo tanto las cantantes invitaron a su staff y al compositor a cenar en un negocio cercano para celebrar la alianza y como gratitud por su esfuerzo brindado en el próximo comeback. YongGuk nunca tuvo oportunidad de hablar a solas con su ex pareja, situación que agradeció debido a que se encontraba bastante nervioso, volver a ver a la pelinegra despertó viejas heridas así como antiguos recuerdos, pensó estaban extintos pero comprobó que continuaban vigentes pero solo eran viejos aromas sin sentido en su nueva realidad.
—No has cambiado en nada. —Una pelinegra comentó tomando asiento a un lado del compositor, el grupo de amigos cenaban una barbacoa coreana en la mesa del fondo. — Aunque debo admitir que luces más guapo.
—Tú siempre has sido hermosa y lo continuas siendo.—Contestó con una sonrisa, le agradaba volver a verla y saber que cumplia su sueño de ser una artista reconocida. — El destino nos ha vuelto a reunir.
La mujer afirmó con una nostálgica sonrisa para recargar un poco su cabeza en el hombro del hombre. Los amores del pasado son un dulce recuerdo que se mantiene congelado en nuestro corazón, los susurros del corazón son historias mudas que encuentran el sonido perfecto cuando el destino los toca. La pareja inició una conversación que remarcó su pasado de estudiantes, sus aventuras, los sueños de adolescentes a los que aspiraban alcanzar, cuántas estrellas buscaban tocar con las manos.
Bang perdió noción del tiempo olvidando la promesa que le hizo a su esposo de enviar un mensaje avisando cuando llegara tarde a casa.
JunHong miraba por quinta vez la pantalla del celular odiaba que su esposo olvidará cumplir su promesa, le era imposible dormir sin saber que se encontraba bien. Sus nervios estaban de punta porque generalmente el hombre cumplía con los acuerdos, cerró los ojos tratando de reconciliar el sueño pero fue un intento en vano. Alcanzó el móvil para marcar el contacto número 1 de sus favoritos, mordió su labio inferior al entablar conexión, pero el tiempo de espera caducó, volvió a repetir los pasos un par de veces obteniendo el mismo resultado, el receptor no contestaba la llamada cuando estaba apunto de darse por vencido, y despertar a todos los amigos de Bang, por fin contestaron.
—Lo lamento.—Una voz entre cortada contestaba atropelladamente, Bang trataba de alejarse del resto de personas.—No tardaré en llegar a casa.
Unas risas femeninas se colaron por el auricular atrapando la atención de Jun, quien salió de las cobijas para sentarse. Su nivel de ira incrementa a cada segundo, primero su esposo no le llamó para avisar su retraso, segundo no contestó las primeras llamadas y ahora esas voces lo sacaban de quicio.
—Para la próxima ten la amabilidad de mandar un mensaje.— Su tono de voz era frío y se denotaba su molestia a kilómetros. —Sabes que no puedo dormir sino sé que estás bien.
Bang chasqueo la lengua desesperado no tenía justificación para no haber enviado un mensaje. La conversación fue interrumpida, una de las chicas del staff se acercaba a Bang para indicarle que se uniera a la conversación y que después se comunicaba con su madre para dar el reporte de su vida social. El resto de chicos continuaron lanzando bromas situación que incomodó al compositor, por los nervios no alcanzó a colocar la mano en la bocina e impedir a su esposo escuchar toda la conversación por ello decidió terminar la llamada de golpe. El compositor no era bueno tomando decisiones bajo presión, conocía a su esposo y cualquier palabra que saliera de su boca podría ser usada en su contra.
Junie dejó escapar un quejido, odiaba imaginarse a su esposo rodeado de hermosas cantantes, se metió debajo de las cobijas tratando de dormir pero los celos se colaron en su mente volviendo un caos y maquinando historias absurdas. Era la primera vez que ese hombre le cortaba la llamada sin ninguna justificación, en su cabeza aparecieron imágenes de sensuales mujeres ofreciéndose a su esposo quien terminaba cediendo a sus deseos carnales, lanzó una par de pantaletas para volver a salir de la cama.
Bang cerró los ojos para guardar el móvil y ponerse de pie, ese movimiento quizá le costaría dormir un mes completo en el sofá de la sala, lo tendrían a dieta sin carne y además de encargarse de los pañales de los gemelos. Hizo una reverencia anunciando su partida, poco le importaron las bromas y frases relacionadas al hecho de ser un mandilón, cuando escapaba por el pasillo se topó con SoYu quien también finaliza una llamada telefónica.
—Es tarde.—Indicó el caballero con un movimiento de manos señalando su inexistente reloj, se puso el saco.— Creo nos veremos seguido así que esto no es una despedida.
Bang estiró la mano para sellar la promesa pero la mujer se colgó a su cuello, lo rodeo con ambos brazos para sujetarlo fuertemente susurrando que se encontraba feliz, el destino fue piadoso con ella al volver a ponerlo en su camino. El hombre correspondió a la muestra de cariño con cierto grado de ternura, el aroma de su perfume era el mismo usado en su adolescencia, los recuerdos de un lejano pasado lo sacudieron, no dejamos de amar a las personas simplemente aprendemos a vivir sin ellas.
JunHong miraba el techo, la habitación se encontraba en penumbras pasaron 20 minutos desde la llamada con su esposo que fue cortada intencionalmente. El menor se hizo bolita abrazando sus piernas le enfermaba recordar la forma tan fría que le colgaron, a sus oídos llegó el ruido de una puerta abriéndose apretó los párpados fuertemente para fingir dormir.
YongGuk ingreso a la habitación de puntillas tratando de hacer el menor ruido posible, emitió una perversa sonrisa al observar el rostro de su amante iluminado por un rayo de luna colándose por la ventana. Bang subió a la cama para arrinconar a su esposo, beso su frente bajó por sus ojos, nariz hasta llegar a su boca.
—Apestas a alcohol y humo de cigarro.—El rubio se quejó lanzando lejos a su marido.—Mañana debo despertar temprano.—Su tono de voz denotaba su furia comprimida.— No estoy de animos.
—Lo siento cariño.—Susurró sensualmente acercando su boca a la oreja del rubio.—Me entretuve pero …
Nuevamente Jun lanzaba lejos a su esposo, estaba cansado de no lograr dormir, irritado porque su llamada fue cortada abruptamente y su marido actuaba como si nada. El universitario en ese momento tenía todo el derecho de hacer un berrinche, ni los mimos del mayor, sus besos o sensual aroma lograrían calmar su furia interna.
Bang salió de la cama fastidiado y expectante de la próxima tormenta a desatarse en esa habitación, se quitó el saco, camisa para quedar desnudo de la parte superior, se sentó en el borde de la cama, se giró hacia su esposo, quien se hizo un ovillo en uno de los extremos tratando de ignorarlo.
—Voy hacer un dueto y las chicas de Sistar me dejaran trabajar en su álbum de aniversario.—Mencionó al aire, se sacó los pantalones para ponerse de pie y buscar en el closet su pijama, dejo la ropa sucia en el cesto. —Solo salimos a festejar y perdí la noción del tiempo.
El silencio reino en el lecho nupcial, Jun escuchaba atento a esas confesiones pero continuaba herido, molesto y fastidiado aunque quisiera entender en ese preciso instante su cordura escapó por la ventana ahuyentada por los voraces celos. YongGuk terminó de cambiarse para ingresar a la cama pero el pie del rubio le impidió avanzar en sus movimientos.
—Estoy cansado. —Dijo el rubio saliendo de su escondite para tomar una almohada y una cobija. — No quiero que duermas conmigo.
Bang se quedó estático con las dos objetos que cada mano observando cómo su esposo volvía a enrollarse en las cobijas. Él también estaba abatido, el día fue pesado entre grabaciones, conversaciones, el agotamiento mental fue demasiado dejó caer ambos objetos para volver a tratar de acostarse en la cama pero Jun se lo impidió.
—Pase el día trabajando y merezco descansar.— El hombre por primera vez elevaba el tono de su voz. Jun se hizo bolita ignorando al mayor.—¿Por Qué eres tan caprichoso?
No hubo respuesta a esa pregunta lanzada al aire. El menor de los Choi se envolvió en su cobija haciéndose un ovillo en la orilla de la cama tratando de estar lo más alejado de su esposo. Bang estiró la mano tratando de tocar una espalda pero desistió, cerró los dedos formando un puño, no quería dormir sin arreglar su situación, se animó nuevamente a estirar el brazo para tocar los rubios cabellos saliendo de las cobijas, con delicadeza los acaricio. JunHong se había quedado dormido al segundo de sentir a Bang en la misma cama aunque le exigió irse en lo más profundo no lo quería lejos, necesitaba de su calor para descansar, para por fin dormir.
YongGuk abrió los ojos al escuchar los lloriqueos de los gemelos, apretó fuertemente su cabeza con las almohadas aunque era uno de los mejores bebedores esa mañana la resaca le daba un golpe bajo. Abrió los párpados observando cómo su esposo estaba de pie junto a las cunas atendiendo a los bebés. Jun usaba un ajustado pantalón negro con parches de distintas marcas y una camisa blanca. Bang observó esa alta figura, capturó cada gesto, movimiento, descubriendo al ser más hermoso sobre la tierra, fue un idiota al cortar la llamada pero no quería en ese momento escuchar su monólogo de reclamaciones. Un suspiro quedo atorado en sus pulmones en esos fugaces momentos recordaba las razones porque aceptó casarse, Jun era el hombre ideal para él, joven, hermoso, con una mente maleable y una inocencia celestial.
—Siento lo de ayer.—Comentó saliendo de las cobijas para acercarse a la cuna.—Disculpa JunHong.—Besó el hombro de su esposo para abrazarlo por la cintura.—No se volverá a repetir.
—No me gusta que me cuelguen.—Habló apretando los ojos para acomodar al gemelo en la cuna y girarse a ver de frente a su esposo.—Voy tarde.
Bang soltó al chico de cabellos rubios quien se despidió de sus hijos con un beso en la frente. Antes de que este escapará Bang lo volvió a detener de la mano pero el rubio se negó a mirarlo por ello fue soltado.
Bang volvió a golpear ligeramente la mesa ante la sorpresa de sus amigos todo el día estuvo ideando un plan para reconciliarse con su esposo pero ninguna idea buena surgía. YoungJae se acomodo en las piernas de su pareja, pasaban de las 7 de la tarde y ese día decidieron cerrar el local un poco más temprano de lo normal. DaeHyun abrazo a su pareja por la cintura para posar la barbilla sobre el hombro del pelinegro.
—Los gemelos pueden quedarse con nosotros.— Indicó Jae estirando la mano para posarla sobre la de su amigo.— Habla con tu esposo y arreglen el malentendido.
—Gracias.—Suspiro fastidiado el mayor.— No entiendo porqué tenemos tantos problemas y ustedes casi no pelean.
La pareja esbozo una sonrisa. Claro que ellos tenían peleas aun con tantos años DaeHyun no podía controlar su coquetería y a YoungJae le costaba ser honesto con sus sentimientos, ellos discutían como todas las parejas, la ventaja que poseían era el tiempo de conocerse, casi toda una vida y años de enfrentamientos les ayudó a mantener una relación madura. Para Bang y Jun era triplemente más complicada buscaban ser padres, profesionistas y esposos en un corto tiempo. La diferencia de edad, el poco tiempo de conocerse más el compromiso con sus hijos aumentaban un grado alto de complejidad.
—Debes tener paciencia, Jun es joven y no puede controlar sus emociones.— Comentó relajado DaeHyun besando el hombro de su novio.— Eres su primera relación formal.
Bang jalo su cabello, por ser el mayor y con más experiencia debía aprender a dirigir esa relación se puso de pie para alcanzar a sus hijos que jugaban en las andaderas, apretó botones y jugó un rato con ellos. DaeHyun abrazaba por la cintura a su novio, besaba su cuello, mejillas, solo estaban ellos 5 en el establecimiento por ello la pareja se dejo mimar mutuamente.
JunHong caminaba con la vista puesta en el piso, ese día había sido horrible ya que pasó la mayor parte del tiempo debatiéndose en enviarle un mensaje o no a su marido. Tuvo la oportunidad de avanzar en muchos proyectos pero su cabeza a veces se pierde pensando en Bang, no era cómodo estar peleado con él, se arrepentía de la escena en la mañana pero el control de sus celos se escapaba de sus manos. Una figura detuvo su andar al levantar la vista se encontró con su esposo.
Bang usaba un pantalón de mezclilla ajustado, una camisa corta ambas prendas de color negro junto con una chamarra de cuero, lucía bastante guapo y salvaje. Un suspiro escapó de los labios de JunHong al notar como el extraño sujetaba su mano invitándolo a seguirlo, llegaron a un estacionamiento donde una motoneta los esperaba el rubio no pudo evitar lanzar una risa. La pareja montó sobre aquel transporte motorizado, Jun se agarró fuertemente de la espalda de su esposo, el miedo y coraje desaparecieron con el paso de los minutos.
El Sol se escondia a la lejania dejando una neblina negra apoderrse de la ciudad, el ruido de coches aglomerandose en las vias principales se hicieron presentes, una pareja recorria las calles en una anticuada moto. Bang nunca expreso alguna palabra solo se dejo llevar por la calidez de esos brazos rodeando su cintura, la respiración de Jun golpeaba su cuello, una vez mas se sentia vivo.
El final del viaje era frente a un mirador donde se podía obervar la ciudad en su pelnitud, JunHon bajo quitñandose el casco, se sorprendió por la vista dejo el objeto sobre el muro de un metro de alto para después posar sus manos y recargarse a observar tan bella estampa.
— Lo siento Junnie. — La voz grave de Bang se coló por los oidos del rubio quien psercibio como unas manos lo sujetaban por la espalda.— No se volverá a repetir.— Los dedos se aferraron al abdomen del menor.
JunHong se giro para pasar sus brazos por encima del cuello de su esposo, tuvo suficiente de castigarlo con su indiferencia, el cual resultaba ser una arma de doble filo no solo lo lastimaba a Bang sino también a Él. Los labios de ambos personajes se encontraban separados por centimetros que fueron desapareciendo al unirse, se besaron hasta quedarse sin el aliento suficiente para llenar los pulmones. Las manos del mayor bajaron hacia los gluteos donde se sjeto fuertemente.
—Solo quiero un mensaje o llamada diciendo que llegarás tarde.— Repitio entre ssurros el menor deslizando su lengua en el interior de la boca del mayor.— No vuelvas a colgarme.