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Amor entre panas por sue

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Notas del capitulo:

 

Kon nichi wa n.n Gracias por los comentarios, son muy preciados para esta autora… Me he tomado éste capi en honor a la pareja más bella del mundo yaoi en Naruto…. ¿Qué cual es? ¡¡Pues claro que el Leegaa!! Así que aquí tienen, dedicado a todas las fans de esta dulce parejita n.n  

 

 

 

 

- “Ahí está” – Gaara se ocultó detrás de la cerca, su corazón palpitaba tan fuerte que parecía un tambor – “Por Dios, esos pantalones le quedan demasiado…” – comenzó a abanicarse desesperadamente con la mano.   

 

- Oye Neji, recuerda que me vas a prestar lo de biología – agitaba el bate de un lado a otro, llevaba puesto su uniforme del equipo de béisbol que al igual que Neji consistía en una camisa, unos pantalones muy pegados y la típica gorrita.     

 

- Si Lee, ahora estate pendiente que voy a lanzar – mantenía la pelota entre su guante y la otra mano, no evitaba mirar el escultural cuerpo de su amigo de la infancia.    

 

- ¡Yosh! – apretó con fuerza el bate de madera enfocando su vista en la pelota que se iba acercando y en una posición que echó a volar la imaginación de los espectadores Gaara y Neji.    

 

PLAM!!!    

 

La pelota iba demasiado alta, Neji escupió el chicle sin sabor de su boca mientras intentaba seguir con la vista la esfera que marcaba el décimo home run en el día marcado por el Rock.   

 

- No creo que tengas que practicar más Lee, ya con eso barrerás a los otros liceístas.   

 

- ¡¡AUCH!!    

 

- ¿Qué fue eso? – el moreno corrió hasta el lugar y se halló con un Gaara con un mamarro chichón en su cabeza.     

 

- ¡¡Gaara!! ¿Estás bien? – Lee lo tomaba entre sus brazos.   

 

- A…. a…. mm… - su vista nublada pronto captó la imagen de un chico sudado muy cerca de sí – “Debo estar soñando”… si… no te preocupes…   

 

- Me alegro – una sonrisa de lo más bella se formó en su rostro.  

 

Gaara no pudo evitar quedar idiotizado, aquella expresión de Lee era sumamente cautivadora, ambos se dieron una mirada que se enfocó en examinar al otro, estaban demasiado juntos, nunca habían visto al otro tan de cerca, el Hyuuga cruzado de brazos fruncía el entrecejo mientras observaba los fuertes brazos del Rock alrededor del chiquillo.    

 

- Gaara… yo…   

 

- ¡¡Epa Lee!! Estamos ocupados ¿Qué acaso no recuerdas?   

 

Los ojos verdes anteriormente brillosos de excitación, ahora brillaban de furia, sin pena le lanzó una mirada fea al pelilargo que Neji percató a la perfección, pero como siempre Lee no se enteraba de nada.  

 

- Je, je ¿Desde cuando son tan buenos amigos? – se reía mostrando su linda sonrisa y colocando sus manos por detrás de la cabeza.  

 

Los rivales observaron a su amado con una cara y una gota escurridiza en sus cabezas.  

 

Al día siguiente Gaara se levantó muy temprano como de costumbre para irse a la escuela, llevaba sus libretas en la mano, estaba vestido con una de sus camisas favoritas, una negra con muchas tiras que colgaban de la misma, usaba también unos pantalones negros rasgados en ciertas zonas. El chico observaba al suelo recordando a Lee que pasaba por su cabeza en todo momento, suspiró lastimeramente.  

 

- Lee…- no pudo evitar susurrar al viento.  

 

De repente y de la nada apareció Naruto en frente de él, quedándose estático con una sonrisa sádica formada en su infantil rostro.   

 

- Na… ru… to – el ojiceleste tenía cara interrogante.   

 

Sin siquiera saludarlo comenzó un espectáculo privado de personificación con sus manos, como si fuesen marionetas, los personajes Gaara y Lee, dejando al pelirrojo con los ojos como más que abiertos, el catire intentó poner el tono de voz lo más parecida a la perteneciente a cada muchacho.   

 

- ¡Oh Lee! – Hablaba la mano derecha a la otra – te amo.   

 

- Yo también te amo pelo de zanahoria – la mano izquierda imitaba a Lee.   

 

El pelirrojo quedó estático, lo único que tenía movimiento en su cuerpo era la ceja que titilaba ante lo que veían sus ojos.    

 

- muack… muack – juntaba sus manos imitando besos y se movía como loco - … oh Lee… je, je – no pudo evitar reírse -llévame a un hotel.    

 

Gaara cerró los puños intentando contenerse, el tic continuaba insistente, el catire continúo con el juego con un tono de voz y que varonil como la de Lee, pues la de Gaara la colocaba cual voz de chica.   

 

- Si, lo haremos toda la noche je, je… pero tú serás la mujer – el ojiazul dejó de jugar cuando Gaara se lanzó al ataque.    

 

- ¡¡¡Narutoooooooo!!  

 

***

 

 

 

  Dentro del aula de clase de noveno grado, el Uzumaki descansaba en su pupitre sin moverse y con un morado alrededor de uno de sus azules ojos.   

 

- ¿Por qué a mí? – exclamaba el chico, sus pensamientos se enfocaron en lo forma en que había escuchado al pelirrojo mencionar a su pana de quinto – “Creo que a Gaara le gusta Lee… je, je esto va a estar bueno”   

 

- Psss… Naruto…. Pss – llamaba el Nara por lo bajo.   

 

- “Me pregunto si Lee sabrá…. no, ese chamo ni se da cuenta de que Neji…”  

 

PLINC!!  

 

De la cabeza de Naruto se deslizaba directo al suelo lo que parecía un trozo de tiza blanca.  - ¡¡¿Quién fue…?!!    

 

- Señor Uzumaki, si mi clase no le importa puede irse – Asuma mantenía un libro de física en las manos y otra tiza con su nombre escrito en uno de los bordes – pero recuerde que va mal en esta materia, después no venga a pedir otra oportunidad.   

 

- Je, je, lo siento – sonreía fingido.  

 

- “Que tonto es” – Shikamaru quien desde hacía rato intentaba advertir a su amigo que el profe lo tenía pillado.   

 

En el receso Shikamaru y Naruto se hallaban en la cantina, aquel era el momento preferido del catire pues su pana le brindaba hasta donde le diera la imaginación.   

 

- Quiero una pepsi y una empanada y un Doritos y una torta y… - llevaba con sus dedos la cuenta como niño de preescolar.  

 

- Esta bien, te compraré lo que me pides – el pelicastaño estaba recostado en la cantina mientras bebía un poco de agua – Señora…me da…  

 

Sus ojos no pudieron apartarse de la chica que se hallaba atendiendo ¿Dónde estaba la vieja amargada que siempre lo trataba a las patadas? Era obvio que había sido despedida.  

 

- ¡No soy señora! ¡Soy señorita!   

 

- Pero que…   

 

- “¿Qué hace ella aquí?” – Se preguntó Naruto a sí mismo al reconocer a la chica – “¿De donde la conozco? Su rostro me parece familiar pero no recuerdo quien es… ¿Quién es?... ¿Quién es?...”  

 

- Si no me dices que quieres no podré ayudarte a conseguirlo.   

 

La cosa empeoró cuando notó el delantal que llevaba puesto, apresaba sus senos por lo que estos se notaban demasiado, la ojiverde sonrió.   

 

- ¿Quieres una bolsa para la baba?   

 

- Ja ¿Por qué las mujeres piensan de ese modo?   

 

- Porque siempre nos andan mirando los pechos.   

 

- Je, sólo estoy un poco confuso ¿Qué no estaba aquí otra persona? – el Nara se apoyó de la ventanilla quedando más cerca de la muchacha.   

 

- Tuvo un problema con uno que otro chiquillo y decidió renunciar, estoy consiente que trabajar con chicos no es trabajo fácil, pero voy a poner mi mayor esfuerzo para lograrlo – la rubia guiñó uno de sus verdes ojos dando un gesto más que sensual.    

 

Un leve enrojecimiento se marcó en las mejillas del pelicastaño, Naruto al notar el rubor infló los cachetes y se dio la vuelta para no ver más la escena.   

 

- Y… dime ¿estas trabajando para mantener a tu familia? – Shikamaru trataba de sacar conversa mientras dejaba a la chica continuar atendiendo a sus compañeros – ¿Eso no debería hacerlo tu marido?   

 

- ¿Eh? ¿No te bastó con llamarme señora? Las mujeres trabajamos porque nos gusta además… estoy libre y sin compromiso – otro guiño y otro sonrojo por parte del Nara.   

 

- Claro, si te gustan las viejas – mencionó por lo bajo Naruto.   

 

- En realidad estoy aquí porque me parece la mejor forma para aprender a cómo tratar a los jóvenes, mi hermano estudia en éste liceo y mientras trato de mejorar para él podré verlo diario, sólo que es por medio día porque también trabajo de noche.   

 

- Que bueno – el pelicastaño medio sonrió.   

 

- ¿Cómo te llamas? Me gustaría conocer más de ti ahora que te he contado un poco de mí.  

 

- Shikamaru Nara… ¿y tú eres…?   

 

- Sabaku no… Sabaku no Temari.   

 

Shikamaru quedó de piedra, aquella chica era pariente de su rival.   

 

- ¡¡Ya me acordé!! – el catire se daba un leve toque en la frente – es la mujer que llegó a la casa de Gaara luego de que nos besáramos.    

 

- ¡¡¡¿Qué tú y Gaara qué en dónde?!!! – el asombro en el Nara era inminente.    

 

- Eh… veras… puedo explicarlo… lo que pasa es que… - el Uzumaki movía sus manos de un lado a otro mientras sudaba nervioso – era de mentiritas… estábamos… estábamos… jugando, si eso, jugando – con una sonrisa fingida.   

 

- ¿A que jugaban? Si llego más tarde los encuentro más que sin camisa – Temari intervenía.  

 

- Naruto “ya lo entiendo, por eso él aquel día mi padre me dijo que andaba sin camisa…” – el pelicastaño puso una expresión serena y sacó un billete de alto valor de su cartera - ¿Podrías por favor darle todo lo que quiera a éste mal amigo?     

 

- Será todo un placer.  

 

- “Ay no ¿Por qué siempre me salen las cosas al revés?” – Naruto soltaba una lagrimilla mientras hacía un puchero – No seas tan cruel conmigo Shika.    

 

Terminada las clases el pelirrojo fue interceptado por Temari, rechazó la invitación de ir a comer porque según él no se hallaba con ánimos, como siempre la depresión lo atacaba de nuevo. Mientras salía rumbo a su casa, Gaara escuchó sin querer lo último de una conversación entre Ten Ten y Neji.   

 

- Si, porque Lee va a ir a la piscina hoy y no puede venir – mencionaba la chica – tiene una competencia pronto.   

 

 - Ese Lee, anda metido e inscrito en todos lados.   

 

- “Lee… ¿En una piscina?” – el corazón del pelirrojo palpitaba con insistencia, imaginando al moreno saliendo de la piscina totalmente mojado – No, que va, esto no me lo pierdo.   

 

Luego de ir a varios gimnasios, encontró a Lee en una piscina botada por el quinto coño, los esfuerzos por encontrarlo valieron la pena, el moreno nadaba de una forma encantadora, miraba como los músculos bien formados resaltaban por tales movimientos.   

 

- Aaaaaah – El Rock sacaba la cabeza del agua alzando su mojado cabello, gotas cristalinas se elevaban con el mismo dándole un aspecto sexy que Gaara no pudo evitar notar, se quedó ahí de pie, observándolo, paralizado por la escena erótica que se estaba llevando a cabo en aquel instante

 

- ¿Gaara?   

 

- ¡! – el ojiceleste reaccionó – Ho… la… Lee…   

 

- No sabía que venías a éste lugar – el moreno recostó sus brazos fuera de la piscina mientras que sus piernas y parte de su torso seguían sumergidos.   

 

- No… yo… - desvió la mirada al notar que no podía soportar ver de frente a aquel muchacho.  

 

- Pero vestido así, o sea toda esa ropa negra que cargas encima…   

 

- No te preocupes, yo no nado.  

 

 - Ah… ¿No te gusta o no sabes?   

 

- La verdad es que no sé… - jugaba con una de las tiras negras de su camisa, la cual tenía bastantes.   

 

- Mmmm… ¿No te gustaría aprender?   

 

- ¿Contigo?... quiero decir… tú me enseñarías como hacerlo – su vista de nuevo recayó en los ojos negros.  

 

- Puedo enseñarte eso y otras cosas, claro, sólo si tú me lo permites.   

 

Las mejillas del Sabaku rápidamente adquirieron color, la sonrisa que le brindaba el muchacho y esas palabras lo hacían excitarse, se sentía igual o incluso más excitado que la vez en la que había besado a su pana Naruto.     

 

- Y… ¿Cómo que me enseñarías? Digo, aparte de nadar – el pelirrojo entrecerraba los ojos y sonreía levemente, coquetear no era su estilo pero estaba en una situación que lo ameritaba.  

 

- No sé, depende de lo que quieras que te muestre… por ejemplo…   

 

El ojiceleste observaba como el moreno terminaba de sacar su varonil cuerpo de la piscina, tuvo una hemorragia nasal al tener vista completa de aquel monumento, el short que estaba usando le daba un aspecto demasiado sexy. 

  

- “Oh my god… la tiene…” – no podía disimular que estaba buceándose la entrepierna.

 

 

   

- ¿? Ah… perdona, es que el cambio de temperatura me afecta, tú sabes – Lee colocaba sus brazos por detrás de la cabeza mientras se reía a carcajadas – si estuviera con las muchachas estaría muerto de la pena y Ten Ten de seguro me marcaría el puño en la mejilla – se frotaba el sitio donde aún sentía un anterior encuentro con la mano de la pelicastaña - que bueno que esto queda entre panas ¿verdad mi amigo?

 

 

   

- si… je – el pelirrojo intentaba ocultar lo que le daba al ver la erección de Lee y más cuando el sin vergüenza comenzó a frotarla por encima de la tela mojada.

 

 

  

- Epa, tranquilo, no hay razón para esto – masajeaba su miembro.

 

 

   

- ¡¡Podrías dejar de hacer eso por el amor de Dios!! – exclamaba Gaara totalmente rojo y claramente agitado.

 

 

   

- ¿Por qué estás tan apenado? ¿Nunca has tenido una erección debido al frío?

 

 

   

- ¡¡Basta!! ¡¡No te oigo soy de palo tengo orejas de pescado!! – tapaba sus oídos con sus manos.

 

 

  

- Ja, ja eso es algo muy de Naruto, creo que tu novio te está pegando su forma de comportarse.

 

 

  

- ¡¿WTF?! ¡¡Él no es mi novio!!

 

 

  

- Pero si…

 

 

 

  

- ¡¡Deja de decir que lo somos!! ¡¡Deja de entrometerte!! ¡¡Deja de ser como eres!!

 

 

   

- … - El moreno se quedó de piedra, no entendía a que se refería ni que quería hacerle entender con esa actitud – Gaara, ¿Qué es lo que te está ocurriendo?

 

 

   

- … - el que calló en ésta ocasión fue el pelirrojo.

 

 

   

- Háblame ¿Qué no confías en mí?

 

 

   

Tuc, tuc, tuc… el corazón del ojiceleste palpitaba a un ritmo elevado, confesar su amor en ese instante le parecía muy precipitado, se sentó en el borde la piscina depositando sus piernas en el agua, sin importarle el agua entrando en el interior hasta mojar sus medias y sus pies, Lee lo imitó y se sentó a su lado.

 

 

   

- Naruto y yo… sólo somos amigos, yo le estoy dando algunas clases nada más, en ningún momento… - recordó la vez en que casi terminan haciendo el amor en su habitación - … hay otra persona que me gusta mucho…

 

 

   

- ¿En serio? Y si no es Naruto… ¿Quién es? ¿Lo conozco? – le colocaba su mano arriba de la suya, un gesto que lo hizo calentarse aún más.

 

 

   

- Mjm… en cierto modo, podría decirse que… si, lo conoces, es imposible que no te conozcas a ti mismo.

 

 

   

Pasó un segundo y Lee no captaba, dos segundos y se mantenía en silencio, tres segundos y su sentido común hizo gala en su aparición.

 

 

    

- Y bien… ¿Quién es?

 

 

   

- ¡¿Cómo que quién es?!! – Gaara estaba fúrico, ni Naruto era tan cabeza hueca – ¡¡Eres tú!!

 

 

  

- ¿Yo?

 

 

   

- Si tú – sus mejillas estaban más que pintadas, su respiración dejaba al descubierto su nerviosismo.

 

 

  

- ¿Estas enamorado de mi? Eso si que es extraño.

 

 

   

El corazón de Gaara dio un pálpito más fuerte que todos los anteriores ¿A que venían esas palabras? ¿Era posible que no le tocara nada lo que sentía hacía él? Apretó fuerte los puños mientras bajaba la mirada, ser rechazado ya era costumbre, pero el dolor seguía siendo martirizante, claro ¿Quién se enamoraría de alguien que no se ama a si mismo?

 

 

   

- Yo… - Gaara continuaba escuchándolo cabizbajo – la verdad, siempre me sentí atraído hacía ti, pero como creía que te gustaba mi pana pues… además no me atrevía a decirte lo que me hacías sentir porque te vi muy niño je, je ¿soy muy tonto verdad?

 

 

   

- Un verdadero cabeza de chorlito – sus ojos destellaban ilusionados.

 

 

   

En aquel instante se percataron de lo cerca que estaban, sus manos ya estaban en contacto mutuo y sus respectivas respiraciones chocaban con la piel del otro. Los ojos negros se clavaron en los celestes, algo que provocó más rubor por parte de Gaara, deseó no tener tanta ropa montada encima, a pesar de estar en una época del año en la que se agradece llevar una muda de más sentía un calor inmenso. Cabe mencionar que la erección de Lee de nuevo aparecía en escena.

 

 

  

- Gaara…

 

 

  

- “¿Será que va a… besarme?” – el moreno le acariciaba el blanco rostro, empezó a delinear sus labios – “Si, que me bese, quiero sentirlo, yo lo quiero, lo quiero” – cerró sus ojos y curveó sus labios, sus mejillas continuaban rosadas, esperaba con ansias la sensación de los tibios labios de su amado. Todo era típico de una escenita shojo de amor.

 

 

   

Los ojos blancos se incrustaron en la pareja sentada al borde de la piscina.

 

 

   

- ¡No puede ser! – Neji comenzó a correr hasta los enamorados de Gaara y Lee.

 

 

   

- “Noooooooooooooooooo” – el pelilargo corría como en cámara lenta mientras el moreno se iba acercando más y más.

 

 

   

- “Hace tanto que espero éste momento” – el pelirrojo continuaba con los ojos cerrados y con los labios preparados.

  

- “Nooooooooooooooooooo” – hacía gestos con sus manos y su boca, continuaba corriendo, intentando detener tan preciado beso.

 

 

- “Gaara… mi pequeño niño” – fue acercando sus labios lentamente mientras sostenía el rostro con ambas manos, el agua brillaba por el reflejo del sol que se colaba por las ventanas del gimnasio y el sonido de sus corazones eran la música de fondo… en eso…

 

 

   

PAFF!!!

 

 

  

- ¡¡ECHEN PAJA!! – el Hyuuga empujó al pelirrojo por le espalda de un solo mamonazo haciendo que éste cayera de rollito al agua.

 

 

   

- ¡¡Aaaaaaaaaaaaahhhhh!!

 

 

   

PLASSS!!! El agua salpicó por todos lados.

 

 

   

- ¡¡Gaara!! – Lee se sorprendió ante lo recién acontecido.

 

 

   

- Ja, ja, ja, ja – el Hyuuga se reía divertido al tiempo que observaba que el chico continuaba dentro del agua – que vaina tan buena… - se calló al ver la expresión en el rostro de Lee.

 

 

  

 - ¡¡Pero si él no sabe nadar!! ¡¡Se me ahoga!! ¡¡Se me ahoga!! – el moreno se tiró de una zambullida dentro de la piscina.

 

 

   

- ¿En serio él no…? – Neji se quedó observando, una gotita se deslizaba por su sien.

 

 

   

En eso divisó la silueta de los chicos subiendo a la superficie, Lee salió del agua tomando a un inconsciente pelirrojo entre sus brazos, desesperado se acercó hasta el borde la piscina donde el ojiblanco le ayudó a sacar al gótico empapado.

 

 

   

- ¡¡Hombre!! ¡¡Despierta!! – el pelilargo lo zarandeaba y le movía la cara de un lado a otro, pero nada. Lo agitaba como si fuera de papel.

 

 

  

- ¡¡Apártense!! – el moreno se tronó los dedos, levantó las manos como si estuviera apartando a una multitud a su lado, el ojiblanco se alejó expectante – Yo Hice un curso de primeros auxilios, en momentos como estos sólo se puede hacer una cosa…

 

 

   

Los ojos del Hyuuga casi se desorbitan al ver como los labios de Lee hacían contacto con los del menor, en un intento de respiración boca a boca.

 

 

   

- Vuelve con nosotros Gaara pequeño – exageraba con su dramatismo Lee mientras que al Hyuuga estaba por darle un paro cardíaco – aléjate de la luz.

 

 

   

- “emm… eh…”

 

 

   

La conciencia del pelirrojo regresaba, su vista se volvió nítida y la impresión fue grande cuando se halló con los labios aprisionados, sin pensárselo dos veces tomó al moreno de la nuca y lo empujó hacía sí para profundizar lo que ahora era digno de llamarse beso.

 

 

   

El Rock estaba con los ojos abiertos al máximo, Gaara lo besaba de una manera apasionada sin abrir sus ojos, dejándose llevar por el momento, pronto comenzó a acariciar el rostro del mayor, su cuerpo que anteriormente se había enfriado por el breve chapuzón ahora estaba hirviendo como nunca.

 

 

   

Al necesitar aire y al sentirse un poco incómodo por la lengua de Lee intentando colarse. Se apartó del besó mordiendo el labio inferior del mayor, su vista cayó en la presencia de Neji a su lado, quien lo miraba de un modo que explicaba más de lo que podía ser mencionado.

 

 

   

- ¿Tú… fuiste quien me empujó al agua? – la mirada de Gaara era amenazante, abrazaba el cuerpo frente suyo como si fuera de su propiedad.

 

 

   

La respiración de Lee era algo agitada, trataba de tomar aire ya que se le dificultaba al estar su cuerpo aprisionado por el del otro chico, no hace falta mencionar que en su cuerpo más que desarrollado las hormonas estaban más que alborotadas, estaba sorprendido, él sólo estaba dándole un poco de aire y le salía de pronto con un latazo de esas proporciones.

 

 

   

- Gracias – en el rostro de Gaara se formó una sonrisa.

 

 

   

- ¡! – Neji quedó sin palabras.

 

 

   

En su garganta apareció un nudo, una obstrucción que evitó que vociferara algo, intentó contestarle al pequeño, intentó desafiarlo, pero no pudo, al notar que las manos de Lee comenzaban a cubrirlo su vista se volvió nublosa ¿Iba a llorar por Lee? no le daría el gusto, se dio la vuelta de un sólo golpe sin mirar a la pareja, sacudiendo su largo cabello y alejándose rápidamente.

 

 

   

- ¡¡Neji!! – Lee se percató de que su amigo se había molestado.

   

Gaara se aferró aún más del cuello del moreno, atrapándolo y evitando que intentara ir en busca del Hyuuga, el Rock sólo observaba como su mejor amigo comenzaba a correr y como ligeras gotas cristalinas se perdían en el camino.

 

    

Eran como las cinco de la tarde, el pelirrojo se sentía el ser más feliz del mundo, tenía al chico que le gustaba acompañándolo hasta su casa tomado de la mano, un rubor en sus mejillas le daban un aspecto sumiso y encantador. Se abalanzó sobre el brazo del muchacho sacando a éste de sus pensamientos. No entendía la actitud de Neji, no comprendía porque había actuado de aquella manera, recordó que una vez le dijo que Gaara le atraía y el chico le contestó con un “¿Te olvidas de que a Naruto le gusta? ¿Serías capaz de quitarle el novio a uno de tus amigos?”… no se daba cuenta de que desde el principio el ojiblanco había intentado mantenerlo alejado del pelirrojo.

 

 

   

- Bueno, nos vemos mañana – el moreno agitaba su mano levemente.

 

 

   

- ¡Espera! – Gaara detuvo el caminar del Lee jalándolo de nuevo del brazo - ¿Por qué… no te quedas… en mi casa?

 

 

    

Lee no sabía que contestar, lo había tomado por sorpresa, se sonrojó al pensar que quizás podría llegar a tercera base con el ojiceleste en tan sólo un día, no pudo evitar sonreír.

 

 

   

- No creo que a tus padres les guste que llegues con un extraño.

  

- Yo no… ellos no están, no te preocupes… tengo la casa para mi solo.

 

   

- “Por mi madre… ¿Será esto real?... Dios… ¿Acaso éste es una especie de regalo de tu parte?” – el moreno observaba como el pelirrojo se mordía los labios producto del nerviosismo – “Muy bien, calma, tranquilo… respira… así es, bien, si me quedó en su casa en fijo que no podré soportarlo y terminaré haciéndolo con él, me gusta demasiado y de broma puedo controlarme cuando lo tengo cerca”

 

 

   

- ¿Estas bien?

 

 

   

- ¿Eh?

 

 

   

- Creo que estas sangrando por la nariz – señalaba al muchacho.

 

 

   

- Ah… es por… - se limpió rápidamente.

 

 

    

Beep Beep (celular)

 

 

   

- ¿Alo? – Lee contestaba su móvil – aquí en la urbanización… si… ya voy para la casa… chao

 

 

   

Clin (trancando)

 

 

    

- Je, mi papá acaba de llegar y tengo que ir a hacerle la cena.

 

 

   

- Ah….

 

 

    

El moreno tomó al saba ku no por el mentón, se veía que aquello lo había entristecido.

 

 

    

- Gaara… ¿Quieres ser mi pequeño novio?

 

 

    

- … - las mejillas del ojiverde se colorearon más aún, su corazón comenzó a palpitar fuertemente, sentía que le daría un patatús. Desvió la mirada de tan cercano rostro para evitar desmayarse – s…s….si…. si quiero…

 

 

   

- ¿De verdad? – en los ojos de Lee se notaba un destello – entonces…

 

 

    

El moreno se acercó hasta juntar sus labios con los del otro chico, un beso cálido que fue liderado por el mayor, no quería abusar del pelirrojo así que lo dejó hasta ahí, quedándose excitado y dejando a un Gaara volando entre nubes de algodón.

 

 

    

- Mañana hay un partido de fútbol en el liceo después de clase, quiero que vayas a apoyarme ¿Cuento contigo?

 

 

   

- Ahí estaré.

 

    

   

Gaara sonreía como nunca y como no si el chico que le gustaba era ahora su novio oficial.

 

 

   

- Como eres mi porrista… ¿Cuántas posibilidades hay de que lleves una falda?

 

 

    

- …

 

 

    

- Era broma je, je debes tener lindas piernas… bueno, creo que tendré que esperar un poco más para cerciorarme – guiñó uno de sus bellos ojos.

 

 

   

El ojiverde miraba al chico alejarse con ambas manos por detrás de la cabeza, al éste perderse en la otra esquina, el pelirrojo se subió un poco el pantalón negro que cargaba detallando la blanca piel de sus tobillos.

 

 

   

- ¡¡Ya lo decidí!!... a él es quien quiero entregarle mi virginidad. 

 

  

   

Continuará…

 

 

 

 

 

 

 

  

 

Notas finales:

Vaya, Gaara si que sabe lo que quiere y cuando lo quiere n.n y como no hacer pareja con el bello de Lee *-* ¡Que tierna es esta pareja!... bien, cualquier comentario escríbanlo en un review n.n nos vemos en el próximo episodio… bye bye…

 

 


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