Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tokyo Blues por ritsuka10

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Título: Perfect

OTP: BangLo

Canción inspirada en la canción de Perfect de Ed Sheeran.



Una figura alta y delgada ingresa por la entrada de una vieja casa de madera, cuando cruza el umbral se detiene frente a una sala minimalista que solo tiene un viejo sillón frente a una televisión de plasma, rastros de pelo de perro se quedaron botados sobre una manta color azul, cuadros cuelgan de las blancas paredes, dibujos de un mismo rostro pero con diferentes técnicas.  El hombre deja caer las llaves al piso para subir por las escaleras de madera, el interior está lleno de una tenue luz, la cual ingresa por las cortinas y golpea la superficie de las paredes. La persona que usa ropas negras se deja caer sobre una mullida cama con sábanas verdes tenues, se abraza a la almohada para ahogar el llanto, mojá la funda color crema, el silencio se ve interrumpido por los largos gritos de una grave voz.

 

“La cama de sábanas verdes se mueve de forma ruidosa debido a que dos cuerpos retozan apasionadamente sobre ellas, unas largas piernas blancas se han enredado en la cadera  de un hombre de piel morena. Las embestidas se vuelven más profundas cuando sus labios entran en contacto, dedos blancos se aferran a una espalda que posee trazos negros. El sudor se volvió la única prenda cubriendo los cuerpos desnudos que se entregan a las llamas de una lujuria desatada por un par de copas de vino,  objetos que quedaron olvidados sobre la mesa de la cocina en el primer piso. Los gemidos de ambos seres humanos se armoniza en una melodía similar, al igual que sus cuerpos, piezas de un mismo rompecabezas. Palabras obscenas salen de los infantiles labios del menor, un jovencito de piel color nieve, que emite sonrisas al notar el ceño fruncido de su profesor, quien se siente ofendido ante tales atropellos vocales. El olor a sexo se fusiona con el incienso encendido en la sala, con el olor a vainilla desprendiendo de tan perfecto cuerpo. ”

 

La oscuridad ha llenado de tinieblas aquella casa sobre una de las colinas al norte de Inglaterra, una vieja ciudad escondida entre montañas y campos verdes, un par de kilómetros alejados de las costas del frío mar. La luz de la luna es la única invitada que golpea un “nuevo” tapete que tiene escrito “Home” en la entrada, antes de, primer escalón de unas desgastadas escaleras. Los sollozos se han desvanecido ahora la quietud, calma es quien reina en esas paredes de madera vieja. La música del género jazz que meses antes resonó solo quedan las melodías impresas en los recuerdos del dueño de la casa,  las risas se desvanecieron como un copo de nieve se evapora al llegar la primavera. Esa zona tan al norte la estación de las flores se ha ido, simplemente quedan los aires helados del polo norte congelando el alma de seres abandonados.

 

“La luz de las llamas devoraban pedazos de madera llena de calor esa sala, una alta figura envuelta en prendas abrigadoras y suaves comienza a mover sus caderas al ritmo de la música proveniente de América Latina. La sombra negra de tan hermoso ángel se compagina con las formadas por las llamas dentro de esa chimenea hecha de piedra. Una segunda figura sentada sobre el sillón levanta una copa, una risa pegajosa hace acto de presencia, la felicidad se respira y tiene un olor a vainilla con canela, el dulce sabor de un chocolate disfrutado una mañana fria de navidad. El chico de cabellos rubios se deja caer en el regazo del hombre, seis años mayor que él, sus labios se encuentran en un desesperado beso. ”

 

Nuevamente una figura oscura hace acto de presencia, baja por las escaleras y camina hacia la cocina, la luz del foco ilumina el lugar,  mosquitos han aparecido encima de frutas que se han echado a perder. El hombre trata de buscar un vaso limpio pero no encuentra ninguno, parece que todos están sucios dentro de la tarja. Sin importarle mucho gira la rosca de esa botella de whisky que encontró en un de los cajones, el líquido ingresa por la garganta, arde, nada le importa el dolor, cuando se gira para volver por el umbral se percata de una caja de cartón, con plumón negro “Sr Bang” está escrito.

Dudoso el hombre deja la botella sobre la mesa y abre el paquete, una sudadera negra sucia con manchas rojas es el primer objeto que logra sacar, se aferra a la prenda, la abraza, hunde su nariz para percibir el olor pero aquella tenue esencia de vainilla y canela fue sustituida por un aroma a lejía. Com temor el extraño dobla la prenda y la deja acomodada sobre la madera, una mochila llena de lodo aparece, corre los cierres para averiguar el interior, una computadora portátil de dos colores aparece, azul y rojo, intrigado la acomoda a un lado de la sudadera, averigua que la pantalla tiene una rasgadura cruzando de un extremo a otro. Apretó el botón y por arte de magia el dispositivo portátil logra encender. Una mediana sonrisa se formó en ese pálido rostro al descubrir que el fondo de imagen usado era la fotografía de dos hombres sonriendo, ambos eran muy jóvenes sus cabellos eran rubios, uno usaba una capucha y sacaba la lengua denotando su rebelde edad.



El personaje misterioso no soporta la luz de su pasado, se pone de pie orgulloso para dar un par de vueltas sobre su propio eje, despeinó su cabello desesperado porque los recuerdos se aglomeraban en su mente, al momento de cerrar los ojos lo miraba, a él, a ese rayo de Sol iluminando la habitación, ese calor corriendo por su cuerpo pero al despertar solo estaba la oscuridad y frialdad de la realidad. Volvió la vista a la pantalla, su dedos se deslizaron por el teclado, su atención se enfocó en un video guardado un día antes que bastardos sin cerebro le arrebataran la felicidad. El hombre detuvo sus acciones, miedoso de ver lo que se podría encontrar en ese archivo con extensión .avi, habían peleado antes de su viaje, no una fuerte sino un enfrentamiento, la razón era la misma desde que se conocieron. Ni con los años lograron vencer esa situación agobiante. Con dedos temblorosos presiono play y el video comenzó a reproducirse.

 

La grabación inicia con un chico recostado en una cama, su cabello negro, su cara está recién lavada, usa un short corto negro, camisa blanca con la imagen de un tazón de ramen estampada. El material gráfico es grabado desde un celular movil, el chico con piercing en la nariz esboza una temerosa sonrisa, trata de esconderse en las almohadas.

 

—Hola cariño. —La voz aguda salta de golpe, el corazón del hombre mirando la grabación se detiene. — Estoy tentado a enviarte otro video hablando de lo que hago pero supongo que debes estar ocupado. —Su rostro se vuelve algo triste, sus facciones se endurecen. —Sé que me comporto como un niño cuando ya tengo 28 años. —Mira al techo dejando ver su hermoso rostro, pequeñas imperfecciones se reflejan, ese detalle es lo maravillos enamorarnos de lo imperfecto. —Pero tú me haz vuelto alguien tan caprichoso que a veces me es imposible madurar.

 

Lágrimas corrieron por las mejillas del hombre que maravillado observaba ese video desconocido, las muecas chistosas, la música al fondo invitaba al protagonista a moverse de forma encantadora. Bang se quedó sin voz, la garganta se cerró, sus temblorosos dedos siguieron esa figura deseaba tanto traspasar la pantalla, el tiempo, el espacio para estar a lado de ese chico.

 

 

—Siempre peleamos por lo mismo, no quería hacerlo esta vez, no antes de mi viaje. —Un puchero se forma en sus labios rosas. —YongGuk hemos dejado tantas cosas en Corea para estar juntos, mi Familia estuvo a punto de meterte a prisión cuando nos encontraron en mi habitación.— Una sonrisa de culpa se formó en esos infantiles facciones.—  Eras el nuevo profesor.—Sus mejillas se sonrojaron, trató de ocultarse detrás de las almohadas. —Me has demostrado tu amor con muchas acciones pero sabes que necesito de más, hay veces que simplemente estoy cansado de adivinar lo que piensas, trato de no malinterpretar pero.— El chico mordió la uña de su de dedo índice nerviosamente.—Hemos pasado 12 años juntos y siento que no abres tu corazón, te encierras en tu mundo y me ignoras, odio eso Yong. —Posó su barbilla sobre la almohada y miró fijamente la cámara.— No me dejes atrás, soy tu amante, tu compañero.—El chico mostró una tímida sonrisa . —Soy el amor de tu vida.

 

 

El hombre entre las sombras se vio contagiado por tan inocente gesto e imitó la mueca, gotas saladas ya formaban un camino descendente por el cuello grueso, las prendas negras se humedecieron. Las palpitaciones en su pecho se tensaron volviéndose más lentas, los sollozos se calmaron al escuchar por las bocinas sonrisas que tanto extrañaba, melodías que le faltaban a ese tranquila casa.  El chico de la grabación comenzaba a moverse nerviosamente, a esconderse bajo las cobijas, sus palabras eran alegorías a sus noches cargadas de sexo y pasión.   

 

 

—Quiero volver a casa.— Comentó saliendo de las cobijas, colocando la mejilla sobre la almohada blanca.—Deseo volver a dormir en tus brazos.—Un nuevo suspiro escapó de aquellos labios rosas.—He terminado mis deberes en Corea y pronto regresaré a ti.

 

El hombre de ojeras pauso la imagen para ser capaz de observar esa mediana sonrisa dibujarse en un rostro cansado, pero radiante de ganas de existir, de continuar luchando por su derecho. Jun fue quien decidió irse a vivir a ese lejano lugar, él quien sugirió crear su propio mundo, si su Familia les daba la espalda, la sociedad coreana los juzgaba como “pervertidos”, un grupo de personas que nunca trataron de entenderlos. Bang simplemente se dejó llevar por esas frases, por la única promesa de estar juntos, solo ellos dos en su propio mundo, no les faltaba nada si se tenían el uno al otro. Cuando dos almas no encuentran cabida en la mente cuadrada de una sociedad simplemente deben salir de esa caja y detenerse a observar el horizonte, el mundo está lleno de cientos, miles de áreas donde crecer.

La figura caminó nuevamente por las escaleras en dirección a su habitación, acomodo la computadora en uno de los extremos de la cama, se quitó el abrigo, los zapatos los lanzó lejos, miró por la ventana, una tormenta comenzó a golpear el vidrio, dibujo una mediana sonrisa, trato de llorar pero estaba seco, vacío por la inmensa necesidad de salir corriendo y enfrentarse a la lluvia. Sería la repetición de la escena de hace tres días cuando su móvil sonó y la voz de Junseo le anunció la peor de sus pesadillas, él había muerto, su rayo de Sol desapareció en un accidente de auto. Unos chicos hacen un “live” mientras conducían ebrios, chocaron con un taxi que se dirigía al aeropuerto de Incheon, el pasajero volvía a casa después de visitar a su madre enferma.  

El hombre al recostarse en la cama volvió a presionar play al video, la cantarina voz de un chico inundó esa habitación.  

 

El chico volvía a emitir un discurso de temas variados, sonreía, se escondía detrás de las cobijas, jugaba con su cabello,  inflaba las mejillas, de pronto sacó una computadora portátil, una canción dío inicio. El hombre que miraba las imágenes por una pantalla estiró el brazo, delgados dedos dibujaron el contorno, lágrimas caían nuevamente por ese pálido rostro,  

 

—Esta vez no renunciaré a ti, pero cariño, solo bésame lentamente.— Jun cantaba animadamente, el hombre en las sombras lo imitaba en balbuceos. —Tu corazón es todo lo que poseo, y en tus ojos, tú sostienes el mío.

 

La canción continuó, el protagonista del video fue cerrando los ojos, la música melosa fue la única en continuar invadiendo la soledad, las letras cargadas de amor daban migajas de esperanzas, de calor. Eran promesas falsas, vacíos pactos que no podían cumplirse, esa pareja no podía compartir el mismo espacio, en un tiempo similar porque uno de ellos se evaporó, su alma no poseía un cuerpo caliente, ahora solo era una cascara vacía.  

 

—Cariño, estoy bailando en la oscuridad, contigo entre mis brazos, descalzos sobre la hierba, escuchando nuestra canción favorita.—La gruesa voz de Bang repetía con anunciando el final de la canción, solo el silencio conjugada a una pausa respiración del protagonista del video.—Tengo fe en lo que veo,  ahora sé que he conocido a un ángel en persona, y él se ve perfecta.— YongGuk enfatizó mirando a ese chico dormir a través de una pantalla de alta definición, su pecho bajaba y subía. — No, yo no me merezco esto. Esta noche estás perfecto.

 

Bang YongGuk una vez leyó en algún sitio, en un artículo, que la forma de saber si en realidad amabas a alguien era verlo dormir, saber que aún cuando no cruzas una palabra, ni tu mirada se conecta, hay una extraña magia rodeandolos,  cuentas los latidos de su corazón, percibes su respiración, el saber que estaba vivo, existe en el mismo plano, no era un sueño efímero, ese era el significado del verdadero amor. Bang desde la primera noche se mantuvo quieto mirando el rostro del jovencito de 17 años, de su alumno caer en el mundo de los sueños mientras descansaba en el sofá de su departamento. No sabía que pasaría con él después  de esa noche, aún no superaba su pérdida, dolía, estaba solo no mas picnics en la colina componiendo canciones, no más peleas por la bañera, no más bailes exóticos a mitad de la sala con canciones en español, no risas al tratar de cocinar un nuevo platillo, se terminaron las peleas en los paseos sobre aquella motocicleta. ¿Qué se hace después de perder tu mundo? ¿Como se supera la soledad?  ¿Cómo se aprende a vivir sin el amor de tu vida? Bang no creía estar listo para contestar a esas preguntas. Al final nadie sabe cómo enfrentar la muerte de su ser amado.

 

 

 










Notas finales:

Espero les guste este mini oneshot, lo hago con mucho cariño, gracias por sus reviews !!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).