Ya a pasado mas de un año desde que Fuji y yo nos quedamos en Italia por Sebastián, hace algunas semanas nos dieron sus papales, los que lo hacen nuestro hijo adoptivo, Italia definitivamente es un linda cuidad y todo pero no entiendo el idioma y para serles franco Syusuke sale de tour con el niño todos los días, de suerte el ya habla algo de japonés por lo que con el llevo muy bien.
Ahora podría decir que le debo una grande a este país por que me dio a mi primer hijo y hasta tengo autorización para sacarlo del país, ahora las vacaciones por mas lamentable que sea se tienen que terminar. Lo admito al principio pensé que su adopción no era buena idea que ese capricho se le pasaría a Syusuke, pero me equivoque, poco después que el pequeño aprendió algunas palabras japonesas y comenzó a llevarse mejor conmigo y no era un capricho cualquiera si no un capricho permanente de Fuji, que espero no se le valla cuando tengamos un hijo mas chico que el.
Sebastián resulto ser un chico de esos que no se ven todos los días, su cara de yo no fui encajaba con el, entiendo ahora lo que hizo y espero no lo vuelva a ser, no quiero tener que estar ocupándome de criar de un ladrón. Realmente el es un buen chico, amigable, simpático y que, sobre todo, te respeta. Eso es bueno, espero ser un buen padre para el, no cometeré lo errores que mi padre cometió conmigo, pero espero así también intentare ser un padre modelo, aunque creo que ese puesto ya es de Syusuke, el padre que todo lo deja y no pone limites, en ese caso yo tendría que ser el padre que todo lo prohíbe y a todo le pone un limite por el bien de el.
Aun me acuerdo su carita de felicidad cuando le dijimos que seria nuestro hijo, cuando nos llegaron las ordenes del juez y nosotros nos alegramos mucho de saber eso, sentamos a Sebastián en la mesa, yo dije muy serio, no para asustarlo si no para que no tomara como un juego nuestra charla- Sebastián tenemos algo muy importante que decirte.
-¿Me porte mal?- dijo desanimado.
-No, no, todo lo contrario eres el mejor niño del mundo, te portas muy bien siempre- le elogio Fuji.
-Es sobre tu adopción, el permiso para que sea nuestro hijo, creo que ya sabes sobre eso y lo que la ley decide es lo que se hace.
-Acaso ya no quieren que sea su hijo.
-No, todo lo contrario- dijimos unísono.
-Entonces los señores de la ley no quieren que sea su hijo.
-No, déjanos hablar Sebas- dijo Syusuke sonriendo.
-Las autoridades de Italia nos han dado tu adopción- dije tomando de brazos a Syusuke- ya eres nuestro hijo.
-Si, que bien- comenzó a saltar alegre.
-Sebastián tranquilo- le dijo Syusuke.
-Ahora son mis papás- dijo sentándose en el regazo de Fuji.
-Si, pero eso no es todo, como sabes nosotros no somos italianos sino japoneses, tenemos a nuestras familias en Japón, nuestros trabajos, mejor dicho yo tengo mi trabajo allá por que Syusuke aun no tiene empleo, por que los de la empresa comienzan a sospechar por que te di el cargo de mi secretario tan rápido.
-Entonces ¿Se van a ir a su casa y me van a dejar aquí solito?
-No, no, eso te queríamos decir- le quito su miedo Fuji- como ya somos una linda familia y tu nuestro hijo de ahora en mas estas a nuestro cuidado y por ello, te vas a ir a Japón con nosotros.
-¿Enserio?- dijo con lo ojos iluminados.
-Vas a estudiar allá, tendrás amigos allá, todo de Japón por que eres nuestro hijo, pero tendrás que aprender muy bien a leer y a escribir japonés- dije ajustándome los lentes, para Sebastián seguramente seria difícil adaptarse a ese ambiente teniendo en cuanta que el único idioma que conoce desde que nació es el italiano y solo conocía muy poco de japonés.
-Me voy a esforzar mucho para aprender japonés, voy a ser niño bueno, muy bueno- dijo entusiasmado.
-Está bien, está bien- dije mirándolo saltar en las piernas de Syusuke.
Hace poco tuve una platica muy productiva con Sebastián, le comente sobre mi pasado como el buchou de una escuela que gano el torneo nacional de tenis de Japón y sobre mis logros académicos, le hable de los torneos en los participe, mis lesiones, mis peores enemigos Sanada y Atobe, e incluso le hable de mis derrotas, aunque aun creo que a Atobe le podía ganar si no hubiera sido por el problema de huesos que tenia en ese tiempo. El quedo intrigado y le agrado mucho saber ello y me pido que le hablara sobre el tenis, sus reglas y todo eso.
Pensar que lo creí que a Sebastián solo le iba a gustar ver tenis o jugar con una pelota, ¡Como me equivoque! Al día siguiente de nuestra platica me llevo por tiendas deportivas y me hizo comprarle tres raquetas de todos los tamaños, mas de diez pelotas e incluso ropa para que jugara al tenis conmigo, ahora se por que los padre prefieren hijos que jueguen al fútbol, al voleibol o al básquet , es por el dinero, le sugerí varias veces que opte por esos deportes para los que solo hay que comprar un par de zapatillas, remeras y una pelota, pero hizo berrinche en cada tienda para que le compre raquetas, pelotas, cinta para la raqueta y muñequeras, lo bueno es que me pido a mi que le enseñara y a Fuji.
Para la vuelta a casa tendríamos que hacer muchos cambios, comenzando por el espacio, tendría que pedirle a la madre de Syusuke, por mas lamentable para el y para mi agrado, que se volviera a su casa con su marido por que la habitación donde ella dormía seria de Sebastián, ya que quedaba en frente de nosotros además que teníamos que comprarle cosa como la cama, juguetes y hasta libros para que comience sus estudios lo mas pronto posible, pero una sorpresa nos esperaba.
Cuando llegamos a la casa, después de un pequeño tour por Tokio para Sebastián, al entrar nos encontramos con la casa totalmente oscura, encendí la luz y de pronto toda mi familia, la de Syusuke, menos los hijos de Yumiko y nuestros amigos saltaron gritando “sorpresa” Sebastián se asusto con ello y comenzó a llorar en las piernas de Syusuke, quien lo alzo y comenzó con el trabajo de tranquilizarlo.
Eiji se acerco a Syusuke y dijo- nya no llores Sebas, mira soy Eiji ¿Te acuerdas de mi?
Sebastián lo miro detenidamente y luego sonriendo dijo- señor neko.
-Nya si, el señor neko te vino a ver- asintió el neko del año.
-He fuji, no me lo vas a presentar- grito desde atrás Yuushi Oshitari quien estaba junto con el gato de Hyotei, Gakuto Mukahi, lo mas raro de todo era que hasta ese momento Eiji y Gakuto no había peleado.
Yuuta se nos acerco y comenzó a hacerle caras graciosas a Sebastián, luego de hacerlo reír dijo- Hola, soy el hermanito de tu papá, dime tío Yuuta.
-No era que no te gustaba que te dijeran el hermanito, hermanito- dijo Syusuke sonriendo.
-Si, pero no lo volveré a repetir, no te hagas ilusiones aniki.
-Hijo, ahora si tienes un trabajo- dijo el señor Fuji acercándosenos.
-¿Cuál?
-Pues ahora eres padre, un trabajo de lo más reconfortante y productivo.
Con todo eso, todos rieron, pasó una hora hasta que Sebastián comenzó a hablar con sus primos y luego adaptarse un poco al ambiente familiar, se amigo con mi abuelo y hasta con Momo y Echizen, todavía no podía creer que todo Seigaku estaba allí solo por el y que así también estaban Saeki, el par de Hyotei y el bello durmiente de Hyotei, quien vino por que Atobe se lo ordeno con un regalo supuestamente que venia de el.
Horas depuse cuando todos e fueron solo nos quedamos los tres solos, Sebastián armo en la sala los trenes y las pistas de autos que le habían regalado mientras los dos padres ordenábamos la casa, ¿Quién le dijo a todos que hagan una fiesta sorpresa para que después los que limpien seamos nosotros? Lo único bueno de todo era que con todo lo que le habían regalado al niño la habitación de el ya estaba llena de juguetes y adornos para niños de su edad. La limpieza fue agotante pero cuando terminamos Syusuke sugirió que saliéramos a dar una vuelta en la camioneta ya que hacia mucho que no salíamos en ella, yo solo accedí, quizás tenia razón y teníamos que despejarnos un poco, de paso le dábamos otro tour por la cuidad a Sebastián.
Cuando íbamos en la camioneta, sin darme cuanta entramos a la villa donde vivía Syusuke, de pronto vi a un niño, como un poco mas chico que sebas, mirar la camioneta en movimiento y alejarse, cuando Syusuke se dio cuenta del niño me grito- para Mitsu Obedecí no muy seguro, Fuji se bajo a prisa y volvió con el niño en brazos y me miro con cara de ángel- mitsu…
-No- dije de una- Ya tenemos a Sebastián.
-No, aunque si quiero, te presento a Seisuke, el fue quien me hizo dejar la droga, Seisuke el es de quien te hable, el hombre al que amo mucho.
-Hola- dijo mirándome muy decaído.
-¿Estas bien?- le pregunto Sebastián desde atrás- Oto-san no se ve nada bien.
-Si, verdad, ¿Te duele algo Seisuke?- le dijo preocupado, Seisuke no respondió si no que se puso a llorar- No llores y dile que te pasa a tu amigo Syusuke.
-Me duele, me duele- dijo entre llantos.
-CALMA- grite molesto, auque no era necesario tenia que callarlo de algún modo y ese fue el único que se me ocurrió- ¿Qué te duele?
-Ahí- dijo marcando donde Syusuke le agarraba.
Inmediatamente syusuke le soltó y levanto la ropa- Seisuke ¿Qué te paso?- dijo asustado al ver las marcas que tenia, parecía haber sido golpeado.
-No quiero, no quiero volver allí.
-¿A dónde?- preguntamos unísono Fuji y yo.
-Al orfanato, es conserje me golpea siempre y dice que nadie me quiere y nunca me querrán por que nací siendo niño malo, Syusuke no quiero volver.
-No llores, tranquilo, nadie mas te va a pegar-dijo maldiciéndome por dentro por ser tan condescendiente con el que sufre- Sebastián ¿Quieres tener un hermanito?
-Si- dijo muy animado, al menos se lo adoptaba todos felices menos yo.
-Viste, no llores mas, ya tiene dos papás y un hermanito italiano.
-¿Tu eres de Italia?- dijo ilusionado mirando a Sebastián.
-si queride hermanito muche juto- Dijo mostrándole su idioma, aunque Seisuke no le entendió.
-No entendí- dijo desanimado.
-Dije, si querido hermanito, mucho gusto.- aclaro la duda el mio hijo italiano (creo que lo dije bien, ¿lo dije bien maxi anime?
Maxi anime: yo que se, solo se algunas palabras italianas que están en las postales de mi abuelo, no tengo idea)
-Vamos a festejar entonces, ¿Quién quiere ir a comer deliciosas y suculentas hamburguesas?- animo Syusuke, sabiendo que Seisuke aun estaba a cargo del orfanato, seguramente esperando que todo saliera tal como salio con Sebastián.
Conduje hasta el automóvil saliendo a toda prisa del lugar, mi máximo miedo allí era que alguien se avivara y nos robara con tan solo abrir las puertas. Sebastián se saco su campera para dársela a Seisuke así se abrigara algo ya que su ropa estaba toda sucia y rotosa, lo único de el que parecía estar bien eran sus pantalones cortos y las zapatillas que tenia ya que solo estaban sucias.
Llegamos a una de las tantas sucursales de uno de los restaurantes de comida rápida en el país, Syusuke cuando lo vio se quedo quieto y estático- no quiero entrar allí.
-¿Por qué?- Dije mirándolo detenidamente.
-Trabaje allí.
-Syusuke ¿Crees que Harry sea gerente?- dijo Seisuke, el ya sabia muy bien esa parte de la historia.
-No lo se y no quiero verlo.
-Entonces vamos a comer a otro lado, allá en frente venden pizza- sugirió Sebastián.
-Comeremos aquí- sentenciando el problema- Tengo cuentas pendientes con el por lo que te hizo Syusuke.
-Mitsu no peles con el por algo pasado, amor no quiero problemas con nadie.
-Nada, nada, le daré su merecido a ese mal viviente.
-Amorcito.
-Ya, no le voy a hacer daño, solo vamos a comer y a mostrarle que tu llegaste mas lejos que el, le refregaras que eres rico y tienes dos hijos, además que eres mucho mas exitoso que el.
-¿Qué quieres que le diga?
-Que eres secretario de mi empresa y nada mas, si quieres dile que eres mi chico.
-Niños por favor pórtense bien que aquí tengo algunos viejos amigos.
-Si- dijeron a la vez los dos emocionados, esperaba que todo saliera bien.
Entramos al lugar, Syusuke y los niños se sentaron en una mesa mientras yo pedía las hamburguesas, cuando yo volví con cuatro charolas de, que ni siquiera sabía que iba a poder llegar a la mesa sin que se me cayeran.
Comenzamos a charlar entretenidamente hasta que la una chica se acerco y vio a Syusuke y dijo asombrada-¡Syusuke!
-Hola Kein- dijo sonriente.
-Pensé que estabas en prisión.
-Salí hace como tres años.
De pronto varios empleados se acercaron a nosotros, hasta lo que estaban trabajando en la cocina y comenzaron a hablar con Syusuke, de pronto un tipo de lentes y traje al parecer nuevo se metió entre la muchedumbre y dijo- Todos a trabajar aun no es hora de su descanso.
-Hola Harry- dijo sonriente Syusuke, aunque algo nervioso.
-Fuji, deberías de estar en prisión por drogadicto.
-Lamento decirte que no soy drogadicto y no lo fui mientras trabaje aquí.
-¿Buscas trabajo? Mira que tengo puesto libre como lavaplatos, es muy poco lo que se gana y además son 12 horas al día...
-Es mi secretario, trabajo solo 6 horas al día y gana muy bien- interrumpí la charla.
-Harry el es mi jefe Tezuka Kunimitsu y ellos los dos mis hijos y los de el Seisuke de cinco y Sebastián de seis.
-Oto-san ¿Tu trabajaste aquí?- pregunto sebas intrigado.
-Si Sebastián, oto-san trabajo aquí por unos meses.
Harry miro con desprecio a Fuji y dijo molesto- bueno, bueno, todo a continuar trabajando, Fuji mucho gusto de verte pero termina rápido por que estas ocupando una mesa que bien podría estar ocupando otro cliente.
-Bueno…
Instintivamente mire con desprecio al tal Harry y dije- si vas a tratar así a tus clientes no sirves como jefe de este lugar, somos clientes amigo no tienes por que tratar así a Syusuke el esta aquí como un cliente mas no como otra cosa.
-Usted no es nadie para…
-El cliente siempre tiene la razón señor, soy ingeniero y líder de una empresa comercial y se todo y mas de lo que tu sabes, así que trátanos bien o are que te despidan, técnicamente tu dependes de mi.
-Usted no es quien para darme ordenes, lárguense de mi local.
-Yo soy Tezuka Kunimitsu trabajo en el consejo regulador de alimento para locales de comida rápida, yo puedo dejarte en la calle si quiero.
-No sabia que podía hacer eso- dijo asombrado Syusuke, ¿Cómo no podía saber eso si técnicamente trabaja conmigo?
-Si puedo Suke y además puedo nombrarte a ti como jefe de este lugar como mi secretario tienes más rango y mucha más experiencia en cálculos y organización empresarial.
-si, que se valla Harry y asuma Syusuke- dijeron todos los empleados en unísono.
Continuara