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Blue: Cruel intentions por ritsuka10

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Un jovencito de cabellos negros de unos escasos 15 años se escondía detrás de un muro, sus ojos se cerraban continuamente tratando de detener el flujo de lágrimas,  sujetaba fuertemente con la mano izquierda el estómago, peleaba para que el aire llenara sus pulmones, trataba de recobrar la estabilidad después de una carrera. Su cabeza daba vueltas a tal grado de marear, debía sostenerse de la pared para no caer, para no desfallecer.

 

El omega minutos antes presenció como su, supuesto novio, se besaba apasionadamente con una chica rubia cuando los enfrentó el beta simplemente lo ignoró como si fuese un loco desubicado que reclamaba sobre una relación inexistente.  JongUp alcanzó al infiel por el el hombro para exigirle una explicación pero fue lanzado lejos gracias a un golpe en el pecho,  fue humillado por su condición biológica, lo atacaron a tal grado de usar palabras altisonantes  Aunque defendió su dignidad, su orgullo como persona pero las respuestas y ataques mermaron su autoconfianza, se dio por vencido y salió corriendo porque no soportaba que su “novio” no reconocería su relación.

 

JongUp con ese beta llevaban un año de noviazgo,  eran una pareja, fue su primer gran amor. El mayor era dulce, amable, lo trataba con respeto y dignidad, lo veía como su igual, no como una casta inferior. Lamentablemente esas muestras de amor fueron dentro de cuatro paredes y nunca en el exterior.  La verdad saltó antes su ojos, el cuadro final se completó. Ahora tendía que todo fue mentira, solo usaba su cuerpo, por ello nunca hubo citas en lugares públicos solo encuentros sexuales dentro de una habitación de hotel.

 

Las lágrimas resbalaron por sus mejillas, fue imposible retener el llanto, enamorarnos es conferir una responsabilidad en otra persona, le damos un pedazo de nuestra propia alma . Quedamos a merced de las frívolas decisiones de extraños. “  

 

 

Ese primer amor roto tuvo que crear en el omega un filtro para detectar a mentiroso pero no fue a si, la propia naturaleza inocente y llena de esperanzas lo llevó a toparse con manipuladores. Sujetos que solo mermaron su autoestima y llenaron de humo su cabeza.  Llegó a un punto donde simplemente creyó que lo único que podía ofrecer a sus amantes era aquello uardo entre sus piernas, un objeto donde liberan el estrés casta superiores.

 

JongUp metía las manos en los bolsillos de su chaqueta, esa noche no tenía planeado volver a casa, o mejor dicho al departamento que compartía con aquel alfa que lo compró. Después de recibir el mensaje donde le avisaba que no iría a cenar dejo los ingredientes a medias, no se preocupó por recoger el desorden creado simplemente se dispuso a salir de ese lugar donde sentía ahogarse. Deambulo por varias calles, sus pies dolían por caminar sin rumbo pero por más que pensaba no encontraba una solución a eliminar sus sentimientos, por ello se propuso aceptar sin reparos su plan, aseguraría su futuro. Tomaría ventaja de su situación.

 

Aún le costaba entender que no era amado por ese increíble ser humano, llamado Kim HimChan, pero ese era su problema, elevó sobre un pedestal a ser mortal. El alfa le mintió, le engaño, lo uso para una estúpida venganza debía comenzar admitir que todo lo dicho por el alfa eran falacias, fingía, en lo más profundo de su ser debía ser un monstruo sin sentimientos. Solo un bastardo sería capaz de verlo a los ojos y mentir de forma tan despreciable. Era momento de que él también viera en esa relación un negocio de ganar—ganar.

 




Un chico de cabellos negros azotaba la puerta de madera, ingresaba a la habitación apretando los dientes con fuerza, lanzó su chaqueta sobre la cama, jalo un poco las hebras de su cabeza aunque trataba de respirar con calma simplemente le era imposible. No estaba tranquilo, ni siquiera lograba articular palabra debido a su rabia, estaba celoso, sí, lo admitía por milésima vez, no soportaba ver a DaeHyun con el nuevo juguete de su hermano. Un hueco se formaba en su estómago a tal grado de provocar náuseas profundas. Sus dedos surcaron por las hebras negras para alborotar la zona.

 

La puerta nuevamente se abrió dando paso a una figura más alta, su cabellos castaños se pegaban a su frente debido al agua, su ropa estaba empapada. El beta regaba el jardín hasta que su nuevo amigo se le unió, entre juegos ambos terminaron mojados sobre el césped se revolcaron con falsas peleas. Se divertían como dos niños a quienes su padres les prohíben tener diversión conjunta pero contra cualquier regla, se vuelven unidos . El omega fue regañado por mantener una actitud cariñosa hacia beta, lo mismo le sucedió al mayor con su amante pero ambos omitieron las quejas para volverse cercanos.

 

—No te atrevas a tocarme.—Le argumentó el menor al ver la intenciones del beta por abrazarlo.—Debo volver al trabajo solo venía a compañarte a comer pero veo que no me necesitas.—El alfa volvió a tomar su chaqueta con intenciones de regresar al centro comercial pero una mano lo detuvo.— ¿Qué quieres?

 

—Dame 5 minutos en lo que me cambio y podemos comer juntos.—Comentan extasiado, su corazón aún saltaba de emoción por las bromas hechas hacia el omega combinada con la alegría de ver a YoungJae cargado de celos.—Por favor Jae deberías divertirte un poco más.

 

Un tic nervioso salto en la frente del alfa, la molestia sube de nivel conforme esas palabras toman sentido. Se escapó del agarre, su rostro se contrajo, no, él no podía relajarse ni andar jugando en el jardín como un mocoso, era un alfa, un Bang al que no se le permite comportarse de forma tan vulgar. Las imágenes de DaeHyun con el omega llegaron a su mente, ellos disfrutaban de la vida sin complejos, no cargaban con el peso de un apellido a sus espaldas, aquel que le  susurra cómo debe comportarse.  Evade los intentos de besos pero terminó cediendo, se dejó llevar por esos ojos castaños, el dulce sabor emanando de la mojada boca. Moría de celos por dentro, deseaba ser él quien le diera más alegrías que tristezas, ser alguien inocente y puro como ese niño.  Tenía miedo de que el nuevo juguete de su hermano el arrebatara a quien más amaba.

 

—Tú eres a quien amo.—Le susurró suavemente acercando su boca, lo hechizó con sus gestos para causar risas en el tenso rostro del alafa.—Junnie solo es un amigo.—Jae torció los labios pero brazos rodeando su cintura lo hicieron cambiar de opinión.— Tú eres el amor de mi vida.

 

El beta era consciente de esos celos, esa envidia corriendo la piel interna de su amante. Él anhelaba la libertad de no cargar un apellido, por ello DaeHyun tenía la esperanza que un día YoungJae dejará todo para escapar con él, fueran libres de hacer lo que desearan sin tener que dar explicaciones. Pero eso solo fue una fantasía, un sueño imposible.

 

DaeHyun miró de reojo al sujeto sentado varios lugares detrás del suyo en el tren, ambos personajes sabían quién era cada uno. Ese hombre de actitud sospechosa era el investigador privado, que quizá el mayor de los Bang contrató para seguirlo, ¿Tan ansioso estaba por encontrar a Zelo?

El beta ya no tenía problema porque YongGuk descubriera el paradero del omega. El embarazo iba avanzado y era imposible  hacer algo para impedirlo además si se llegara a presentar usarían la mentira creada para detenerlo. La gente de aquel pueblo creería más en su palabra que la de un desconocido.

YongGuk no volvería a tocar al omega cuando este le dijera que estuvo también con él, su orgullo lo cegarían a tal grado de irse y cortar el lazo. Al único acto que le temía, debido a que Zelo saldría lastimado. Antes de salir de aquella mansión BaekHyun le dio a entender que los hermanos Bang sospechaban de una relación entre el beta y omega, le dolía creer que YoungJae fuerza capaz de caer en los juegos mentales de aquel desalmado mayordomo pero no importaba. No tenía caso limpiar su reputación si la relación no contaba con un final feliz.

 

Esas semanas solo, DaeHyun logró hacer una  retrospectiva personal bastante profunda, con los ojos abiertos entendía que las señales de las mentiras, temores de YoungJae fueron claras desde un inicio. Comprende los arranques de celos que tuvo cuando Zelo llegó a vivir la mansión. Pegó su frente al vidrio de la ventanilla, dibujo una nostálgica sonrisa, que tonto e idealista fue, su “noviazgo” no tenía sentido, para YoungJae fue un consolador de carne.

 

Ahora sabía que el alfa nunca lo amo solo se pego a él porque fue el primer ser humano en mostrarle algo de cariño, quien lo reconfortó cuando tenía miedo, quién lo amo. Ahora que él se iba quizá su lugar podría ser sustituido por JB o cualquier otro personaje que le diera migajas de cariño, alguien que le dijera que en verdad le importaba. DaeHyun esperaba que YoungJae encontrará un dulce alfa que lo amara tanto como una vez él lo hizo. No le deseaba un mal, ni con los años lograría odiarlo pero rogaba para que ese chico encontrará la paz y felicidad , que, quizá no mercia.

 

 

 

 

Un chico de cabellos negros cargaba con ambas  mano una bolsa de pan recién horneado,  el olor a mantequilla inundaba sus fosas nasales, era un cautivante aroma. El aire acariciaba las sedosas hebras, necesitaba un nuevo corte, echó un vistazo a los campos verdes, esa mañana necesitaba caminar un poco, después de la llegada de DaeHyun su estrés se acumulo en los hombros. El beta le advirtió que no tardaría YongGuk en aparecer, el alfa se encontraba en un estado de total desesperación, movió cielo, mar y tierra  por encontrarlo, admitía un cosquilleo extraño lo atacaba en imaginar desesperado a un personaje tan tieso.

 

Un suspiro escapó de sus labios para detenerse, se había alejado mucho del pueblo, se suponía que solo daba un  vuelta para sacudir la cabeza. El panadero del barrio le dio las piezas, por su terquedad de seguir deambulando ahora estaba frio, decidió a volver a casa, por ello se giró. El aroma del viento sufrió un cambio radical ahora estaba enviciado por humo de un cigarrillo. Entonces  a mitad del camino descubrió una figura usando ropa informal y una chaqueta negra. Lucía más delgado y pálido, no era el vibrante moreno de los recuerdos cargados de vida.

 

 

Notas finales:

Espero les guste este mini cap, disculpen la tardanza pero prorno volveré. GRACIAS POR LOS REVIEWS MUCHAS GRACIAS


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