Todos conversaban entre risas en la sala principal de cinco cuando el teléfono del comandante empezó a vibrar
- Disculpen – dijo y se alejo
- ¿Y tú Danny? – dijo Lori – ¿Cómo llegaste a la isla o eres de aquí?
- No – dijo este sonriendo – soy de Nueva Jersey. Me mude poco antes de graduarme de preparatoria. Mi hermano ficho para el equipo de futbol americano de la universidad de Oahu y mamá no quiso dejarlo solo. En el colegio conocí a los chicos
- Buenos tiempos aquellos – dijo Cho mirándolo
- Si – suspiro el rubio –. Tú y Steve se fugaban de clase solo para ir a surfear
- Y tú, siempre mirándonos por encima del hombro, niño bonito – dijo Chin abrazando a su compañero
- Te tapabas completo – dijo Cho con una carcajada –, un poco mas y usabas corbata.
- Hey – grito Danny –, fue lo que me enseñaron en casa. Además no es mi culpa tener una piel tan sensible – se defendió
- Bueno chicos – dijo Steve regresando – creo que es hora de irnos
- Súper – grito Danny – tengo un par de cosas que hacer en casa
- ¿O que consentir? – dijo Cho
- También – dijo Danny sonriendo
- ¿Tienes mascotas Danny? – pregunto Lori intrigada
- Sip – dijo este con una sonrisa picara mirando hacia su jefe – un Doberman con actitud de rottweiler
- No compite con mi Angora Turco – dijo Steve sonriendo con malicia
- Uy – dijo Catherine – ustedes no pueden salir a pasear juntos con sus mascotas ¿no?
- Para nada, pero si los dejas encerrados en una habitación – dijo Cho – se llevan muy bien
- Tu cheque va llegar con un gran descuento – sentencio Steve
- Te sugiero prima – dijo Chin – que hables con las verdaderas cabezas de cinco cero
- ¿Las verdaderas cabezas? – pregunto Catherine y los primos lanzaron una carcajada
- Largo de aquí – dijo Steve sonriendo
- Yo también me tengo que ir – dijo Cho mirando la hora
- Danny ¿Quieres que te…? – dijo Lori pero este no la escuchó ya que salió discutiendo con Steve
- Muero de hambre, prima – dijo Chin
- Vamos al puesto de Kamekona – sugirió Cho
- ¿Vienen chicas? – dijo Cho
- Claro – dijo Lori sonriendo –. Podemos hablarle a Danny para que nos alcance allá – los primos la miraron con las cejas levantadas –, y a Steve, obviamente
- No creo que los chicos puedan – dijo Chin saliendo del lugar – el padre de Steve acaba de volver de Japón…, sin contar que el hermano de Danny esta de visita en la isla
- No importa – dijo Cho –, además quiero descansar de sus peleas. Ya me tienen harta
- Solo se aman – dijo Chin sonriendo
- Pues que se amen en la habitación de un hotel – dijo Cho –, no en frente mío
- ¿Y que tiempo llevan de relación? – pregunto Catherine
- Fue amor a primera vista – dijo Cho sonriendo por lo que Chin lanzo una carcajada
- Yo diría a primeros balazos – dijo Chin
- ¿Entonces que? – dijo Cho – ¿vamos al puesto de Kamekona?
- Claro – dijeron la chicas
Tanto Lori como Catherine habían ido antes y les agradaba el lugar. La playa era hermosa y la comida realmente deliciosa. Aunque la morena no dejaba de pensar que esa salida sería más divertida si Steve estuviese allí. A último momento Max se les había unido y no dejaba de hablarle de ciencia, a pesar de que ella insistía en fingir no entender ni un ápice
- Max – dijo Lori – ¿tú sabes donde vive Danny?
- En el 2727 de Piikoi en Maikiki – dijo este – ¿por que?
- Es bueno siempre saber la dirección de los compañeros – dijo ella sonriendo
“Así que Piikoi 2727” pensó la rubia. Conocía la zona, así que le haría una visita pronto para tomar ese trago que había quedado pendiente hacia unos días
Cuando llego al día siguiente a la oficina se encontró con Steve y Danny sentados en el lobby conversando amenamente mientras bebían café y anotaban algo
- Buenos días chicos – dijo sonriendo ni bien entro al lugar
- Hola – dijo Steve
- Wau – dijo Danny sonriendo mientras la miraba detenidamente – hoy te vez radiante
- Muchas gracias – dijo ella sonrojada
- Cuéntame de ti – dijo con una sonrisa coqueta Danny –, no se. ¿Estás en alguna relación?
- Aun no – dijo ella sonriendo también de manera coqueta – pero hay alguien que me interesa. Y mucho – Steve le hizo una bulla en medio de carcajadas
- No te rías, animal – le dijo Danny golpeándole el pecho
- Perdón – dijo Steve sonriendo mientras se acariciaba el pecho – pero no sé porque ese gesto me recordó a alguien
- ¿A quién? – dijo Danny cruzando los brazos a la altura del pecho
- A mi hermoso Angora – dijo Steve sonriendo
- Idiota – dijo Danny sonrojado e intentando a su oficina
- Ven aquí – dijo Steve sonriendo –. Se nota que necesitas un abrazo
- Suéltame – exigía Danny entre los brazos del seal, cuando su celular sonó – tengo que contestar
- Eres mi peluche – dijo el comándate
- ¡Animal! – protestaba el detective – me vas ahogar. Williams – escucho – ¿Qué? ¿cómo fue que…? – escucho – salgo para allá – sus lágrimas caían
- ¿Qué paso? – dijo Steve preocupado justo cuando Chin entraba al lugar
- Le dio fiebre a… – dijo Danny cerrando los ojos –. Sabía que no debía llevarlo hoy. ¿Qué clase de…?
- Hey, hey – dijo Steve agarrándolo suavemente de las mejillas – estará bien ¿sí? Vamos. Chin por favor…
- No te preocupes – dijo este – avísanos cualquier cosa
Salieron de prisa, mientras los cinco ceros se miraban entre si
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