Habían pasado varias semanas desde aquella conversación entre Danny y Catherine. Todos habían notado el ambiente tenso en el cuartel, y Catherine habría jurado que más de una vez Steve había estado a punto de llamarla a su oficina para hablar del tema. Ya estaba harta de esa situación y ese día le pondría fin a todas las indirectas que le había lanzado al comandante todos esos meses. Eran dos personas adultas que tenían derecho a darse una oportunidad, y algo le decía que tener sexo con Steve sería una experiencia inolvidable
Dado que esa semana tan solo habían tenido dos casos, el papeleo ya estaba terminado. Catherine se retoco el maquillaje, abrió otro botón de su camisa para pronunciar aun mas su escote y cepillo su pelo. Se hecho algo de perfume detrás de la oreja y al cuello. Fingió trabajar en su computador hasta que vio a Danny hacerle una seña a Steve y salir por la puerta principal. Era hora de actuar
Se puso de pie y con paso seguro camino hasta la puerta. Salió de su oficina y sonrió. Esa seria la mejor noche de su vida. No dejaría descansar a Steve hasta el medio día, por lo menos
Estaba ya a la mitad de la trayectoria entre su oficina y la del comandante cuando un hombre alto de cabello castaño pero con bastantes canas entro. Cargaba un precioso bebe de piel blanca y mejillas sonrojadas, pelo era castaño muy claro. Se notaba que estaba feliz, pues lanzaba pequeños grititos. Al lado izquierdo del hombre estaba una niña castaña clara de unos nueve años, de rostro muy dulce, pero por alguna razón su mirada le recordaba a alguien, ya que era bastante intimidante. Mientras que en el lado derecho del hombre estaba un niño rubio de ojos verdes y piel blanca vestido de vaquero de unos seis años aproximadamente
- Buenas tardes – dijo el hombre – soy John McGarrett
- El padre de Steve – dijo Catherine sonriendo por lo que él asintió – y ellos son…
- Papi – grito el niño corriendo hacia lugar por donde había vuelto a aparecer Danny
- Hola campeón – dijo el rubio abrazándolo – ¿Qué tal tu día?
- Me saque diez en matemáticas – dijo el niño feliz – y la maestra dijo que podría tener este fin de semana al hámster
- Felicidades – dijo Danny abrazándolo nuevamente
- ¿Qué es ese coro de ángeles que estoy escuchando? – dijo Steve saliendo de su oficina
- ¡Papá! – esta vez fue la niña quien corrió feliz pero hacia el Marín que la levanto en brazo y la hizo girar – siiiii – grito entre carcajadas
- ¿Y donde esta el bebe mas hermoso? – dijo acercándose a John mientras Charles corría abrazar a su padre – ven aquí – dijo tomándolo en brazo y llenándolo de besos – gracias John
- Son mis nietos – dijo este sonriendo mientras Steve se acercaba para besar al bebe y abrazar a su padre – mi obligación es malcriarlos
- Pues lo haces muy bien – dijo Steve mientras Grace lanzaba carcajadas por las cosquillas que Danny le hacia
- Yo… este… – dijo Catherine
- Cat – dijo Steve – te presento oficialmente a mi familia. Mi padre, John McGarrett
- Mucho gusto – dijo este estrechándole la mano
- A Danny, mi esposo, ya lo conoces – dijo abrazando a Danny por los hombros y besándole el cabello –. Mi compañero. Mi amigo. Mi ancla. Mi cable a tierra. Mi amor. Mi todo. Y ellos son – dijo señalando a los niños – Grace, Charles y Ethan McGarrett Williams
- ¿Esposo? ¿Hijos? – dijo sorprendida
- Dentro de unas semanas cumpliremos quince años de pareja y once de casados – dijo Danny mirando a los ojos de Steve sonriendo
- Los primeros quince años – dijo Steve – de muchos mas
- Felicidades – dijo esta con una sonrisa forzada
- Gracias – dijo Danny haciéndole cosquilla a Ethan – eso te gusta ¿no?
- Yo me voy – dijo John sonriendo – diviértanse
- Gracias viejo – dijo Steve
- Gracias John – dijo Danny sonriendo y este asiente antes de irse
- ¿Y ahora que hacemos? – dijo Steve
- ¡A la playa! – grito Grace
- ¡Al parque! – dijo Charles
- ¡A escalar! – dijo Steve y los niños empezaron a discutir entre ellos
- ¿Y tú que dices, Ethan? – este lanzo un pequeño gritó feliz – me parece una excelente idea. A casa – dijo Danny y los otros protestaron – ¿Tienen algo contra mi descanso?
- Casa no, papi – dijo Charles suplicante
- Por favor – dijo Grace con carita triste
- Danno… – susurro Steve
- ¿Y la ropa? – dijo el rubio –, hay que arreglar la casa, niños
- Nosotros lo haremos – dijo Steve – ¿cierto cadetes?
- Señor, si señor – gritaron los niños al unísono
- ¿De verdad quieren ser Marines? – dijo Danny y los niños se miraron entre si encogiendo los hombros – Es tu culpa – dijo Danny señalando a Steve y este sonrió – traumaste a mis hijos
- Aun no decidimos donde iremos – dijo Charles
- ¡Vamos a la playa! – grito Grace
- ¡No, al parque! – dijo Charles
- ¡Montaña! – dijo Steve
- Insisto, ¿casa? – dijo Danny
- ¡No! – dijeron a coro Steve, Grace y Charlie empezando a discutir entre ellos nuevamente
- Okey okey – dijo Danny sonriendo – casa descartada
- Primero vamos al restaurante del tío Kamekona – dijo Charlie
- Pero papi tiene que cuidarse – dijo Grace
- ¿Escuchaste? ¿Escuchaste? – dijo Steve
- Déjenme en paz mi comida – dijo Danny con Ethan en brazo y todos volvieron a hablar – silencio. Primero iremos a comer algo donde el tío Kamekona. Luego iremos al parque – y Grace grito feliz mientras Charles la miraba molesto – en la noche y mañana temprano arreglaremos la casa y lavaremos la ropa, entre todos – recalco y los otros intentaron hablar – y esta fuera de discusión – por lo que Steve ý sus hijos exhalaron –, luego iremos a escalar
- Pero papi… – protesto Charles
- Y el domingo iremos todo el día a la playa – dijo Danny sonriendo –. Ahora vamos a comer donde Kamekona
- ¿Y tu colesterol? – dijo Steve
- Te he dicho mil veces que dejes en paz mi colesterol – protesto Danny encaminándose a la salida
- No me gusta que no cuides tu vida – dijo Steve
- Mi vida corre mas peligro siendo tu compañero – protesto Danny empezando una nueva discusión
Desde su oficina Catherine miraba todo en completo silencio mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas