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-Comida para vampiro- *los cachorros saben mejor* por serenituegt

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Capitulo: 5 Hoy           

Joey saco de sus ropajes, la misma daga, con la que él. Había amenazado al pequeño de ojos violeta. El silencio se apodero de los presentes, ya que la situación era algo escandalosa.

Pero aun así Joey sujeto con fuerza la daga, contra la garganta del peli-azul. El punzante estaba tan afilado, que el cuello del lobo sangraba, y solo lo estaba rosando...

Mokuba trago seco, pues la sangre lo llamaba, con su seductor aroma.

-“¡Qué crees, que haces!” –gruño el lobo azul. Pero rápidamente el rubio le contesto-

-¡No te muevas o te rebano la garganta! –Joey estaba algo agresivo. Ya que esa noche, se había vuelto un juego de azar-

-“Yo solo te diré”... ¡Si esa perra, le ha hecho algo a Yugi!  “Tú” y “tu amiguito” sufrirán las consecuencias. –Joey era referente, al pene del peli-azul. Pero esté parresia no importarle. Sino al contrario; ya que repentinamente sonrió-

-Tu amigo... en este instante, ya debe de estar muerto. Lo más seguro es que Tea... lo haya descuartizado –el tono del lobo, era irónico y burlón. Pero joey le contesto de la misma manera-...

Pues con rapidez, clavo la daga en un costado del susodicho. Y este se dobló del dolor y por el desgarramiento...

-Entonces yo te descuartizare a ti. Y are que esa perra, se trague toda tu carne –el rubio tomo por los cabellos al grande y ubico la daga en su cuello. Pues los otros lobos, iban a su rescate-

-Ni se les ocurra, porque soy capaz de hacerlo –los lobos se quedaron quietos. Pero al acecho, esperando un descuido del rubio-

Mokuba por su parte, estaba admirado por la determinación del rubio, y se pegunto. ¿Cuánto quiere a ese pequeño lobo?... ¿Y de que es capaz, por el violeta?... simplemente sus preguntas no podían ser contestadas. Más le dejaban claro, que el amor de un lobo era más fuerte, que cualquier cosa, que él hubiera conocido.

-¡Que es lo que aremos!... –dijo Mokuba, mientras pasaba enfrente de los lobos-

Joey miro insólitamente al vampiro... –Tú aun quieres ayudarme –exclamo con tartamudeo el rubio. Y el azabache le contesto con alegría-

-¡Claro!... ahora somos amigos... y los amigos se ayudan. –Mokuba sonreía, y parecía feliz. Mas este pequeño tenia, otras intenciones ocultas...

-Quiero encontrar a Yugi... Para así escondernos, hasta que lleguen nuestros padres... cuando ellos lleguen, estaremos seguros, y estos malditos, no nos harán daño. El abuelo de Yugi es el jefe del consejo. Y cuando se entere de esto... Este mal parido, jamás será líder de manada

Mokuba sonrió pues al parecer su plan, sería más fácil de lo esperado. ¿Pero?... Que tenía en mente este bello azabache...

-¡Muy bien!... entonces solo necesito un poco de sangre y podre ayudarte –Joey dejo que él pequeño se acercara, hasta él-

Y así de puntillas el azabache pudo alcanzar la mejilla del rubio. Para sin más, lamer la sangre amena del licántropo, ¡la cual por cierto escurría de una de sus comisuras!.

Más tan repentino acto, causo que el rostro de Joey se prendiera, pues este se había sonrojado... 

Mokuba sonrió con arrogancia, y lentamente dijo unas palabras, cerca del oído del rubio. –Por qué te has puesto de esta manera... solo es un poco de sangre...

El susurro del azabache, erizo los bellos del licántropo. Algo le estaba sucediendo al oji-miel, mas no estaba en posición de ponerse a analizar... ¡en su lugar solo dijo! – ¿Por qué has hecho eso?... eso se sintió extraño –las últimas palabras las dijo con tartamudeo-

Pero Mokuba ya no siguió con su juego, y se enfocó en su verdadero objetivo; dejando salir así una risita un poco infantil.

-¡¿Que vas a hacer?!... –pregunto el licántropo con un poco de inseguridad. Ya que no se fiaba del todo.

-Este no es momento, para preguntar eso. Tu amigo corre peligro, y lo mejor es que vayas a buscarlo...

Joey sintió un sobre salto, pues era verdad que Yugi, estaba en peligro... –Está bien dejare todo en tus manos. Solo te pido que no mates a nadie... Ya que ellos solo siguen ordenes, de estos dos bastardos...

El rubio jaloneo al de pelo-azul, y comenzó a caminar por el bosque en búsqueda de su mejor amigo... pero algo en su pecho le indicaba que se apresurara, o jamás lo volvería a ver.

Con su agilidad de caza, encontró vestigio con facilidad. Al parecer Yugi corría como en demonizado. Y eso lo puso aún más nervioso. Ya  Yugi no tenía alguna destreza en la pelea.

Continuaron caminando entre la obscuridad, hasta que noto algo inusual. Al parecer las huellas de la perra habían desaparecido... y en su lugar unas garras gigantes, aparecían...

El licántropo empalideció, y comenzó a caminar sin el lobo azul. Por un momento olvido su plan inicial, el cual era intercambiar rehenes.

Con sigilo y cuidado... Joey se continuó guiando por las huella. Pero Joey podía ver más que un simple rastro. Él sabía que Yugi se había tropezado, y que tal vez estaba mal herido.

El cachorro llego hasta el final de las huellas y escucho un ruido... tenía que ir con cuidado, pues la perra lo descubriría y no podría ayudar al pequeño...

Se escondió entre la maleza de un arbusto. Y comenzó a observar la situación... mas lo primero que vio no le gusto en absoluto...

Ya que unos ojos rojos, lo tenían helado... el cachorro sintió miedo. Y se preguntó, por  un breve minuto... “¿si esa cosa había, desaparecido a la perra?”... ¡Y después de exterminarla!... siguió con el pequeño...

Los ojos de Joey se nublaron por un aguacero de lágrimas... pero con su brazo las limpio, y gruño... No sabía que era esa vestía, pero estaba dispuesto a vengar a su amigo.

Despavoridamente salió de su escondite, y se lanzó sobre la vestía... “¡pero oh sorpresa!”... Pues el cachorro, solo había a tacado a un pequeño zorro...

Joey se sorprendió y quedo confundido... ¡¿solo era un zorro?!... pensó y comenzó a mirar a su alrededor...

Lo primero con lo que se topó, fue con una gran cantidad de huesos, cubiertos de sangre; piel de lobo por donde mirase. Y una que otra, rama destrozada... Más esto al rubio, no le parecía coherente.

No se notaban rastros de lucha o de más persecución. Así que con rapidez descarto, que el pequeño lobo, estuviera enredo en esta situación...

Suspiro y empezó a mirar al cielo, que lentamente comenzaba aclarar  -¡Yugi!...  –dijo al aire, pues trataba de encontrar su aroma en el aire-

Pero como si el destino se burlara de él. Lo único que olfateaba, era el aroma de un vampiro. Que no sé encontraba lejos de él. De hecho el susodicho se acercaba a gran velocidad.

Joey sintió miedo y con premura, se revolcó en la sangre y fango que estaba por doquier; trepo a un árbol y solo espero al vampiro que se aproximaba...

El oji-miel calmo sus latidos y su respiración era sucumbida. Sus bellos ojos solo estaban a la perspectiva....

Mas el vampiro que se avecinaba, era ni más ni menos, que el dueño de unos ojos hile. Que solo deseaba encontrar a su pequeño hermano.

El nosferatu por un gran trayecto se guio por el aroma de un lobo. El cual era hechizante, como refrescante... Kaiba olvido la vibrante, sensación que causaban los lobos. Así que estaba ansioso de encontrarse cara a cara con un licántropo...

Mas esto resulto un poco más complicado, pues el lobito sabía como esconder su pista, como aroma. Así que el vampiro llego al lugar recurrente, con dificultad.

El castaño mostraba un rostro algo perspectivo, su divinos fanales, te seducían con su brillante frio, sus labios te seducían para, que tu rogaras por ellos. Y su cuerpo, solo te hacia la invitación a un baile de placer...

Con sensualidad el moreno pasó su mano, entre sus cabellos de la frente. Cerro sus ojos y suspiro; una sonrisa de frustración ladeo sus blandos labios. Pero con firmeza, y cruzando los brazos dijo...

-Sal de donde te encuentres... Estoy seguro que aun sigues aquí... Ya que escucho un frágil palpite, de tu corazón...

El rubio se sorprendió, y solo trato de no exponerse, pues seguro de sus habilidades se quedó en el lugar. –Y ahora qué hago –pensó el rubio, que solo se pegaba al árbol, para no ser notado-

Pero como dice el dicho, la curiosidad mato al gato. En este caso al cachorro, ya que el rubio se movió, para mirar al maldito chupasangre.

El leve movimiento, fue captado por los ojos muertos del castaño. Y sin basilar se lanzó al árbol... quedando así, a unos cuantos centímetros del licántropo...

Joey palideció y trago seco, pues el chupasangre lo observaba con ferocidad ¡o!... tal vez con...

El vampiro sonrió y solo miro a la creatura frente a él... El cual parecía un pequeño niño, pero esto lo pasó. Pues algo lo embriago

Esos ojos... esos ojos lo miraban con suplica. Pero que le suplicaban, pensó el...

Dio un paso hacia delante y el lobo se respigo; causando gracia al moreno. Mas una vez más esos ojos lo atrajeron... En realidad Kaiba se estaba divirtiendo.

El pequeño lobo estaba bañado de lodo como por sangre y su torso estaba descubierto. Con el lodazal de su cuerpo, apenas se podían distinguir algunos mechones del dorado cabello que poseía.

Seto no considero al rubio una amenaza, ya que sus piernas templaban. Pero su rostro parecía asustar al pequeño...

-Estoy buscando a mi hermano... el salió de caza, ase algunas horas y no ha regresado –el susurro del moreno fue intenso- pues en un parpadeo, había acorralado al bello lobito.

El árbol era lo único que impedía la huida del rubio... Kaiba sintió un escalofrió en su cuerpo, y sin esperar más. Tomo al lobo entre sus brazos. Joey lo empujo, pero el oji-azul capturo sus labios... forzándolo así al beso más excitante de toda su pulgosa vida...

Los labios del licántropo se tornaron de un color rojiso, el aire le faltaba y el chupasangre, solo paseaba sus manos, entre su delicado cuerpo.

Joey se despabilo y con fuerza golpeo al vampiro... Ambos cayeron del árbol, pero solo el lobo golpeo con el suelo. El nosferatu miro al lobo y rio con arrogancia...

-No te hagas ilusiones, solo te e besado, para poder robar tus recuerdos...

El rubio alzo la mirada y miro al oji-azul, el cual se burlaba de él... –Maldito gruño el licántropo... como te atreves, maldito bastardo...

Joey se levantó con furia, y se lanzó sobre el moreno; más el vampiro con la rodilla lo golpeo... –No deberías apresurarte perro... Acaso quieres provocarme... solo piensa, que ahora se todo sobre tu manada y tu enano amigo...

Los ojos miel se abrieron – ¡Qué!... –pensó el cachorro, mientras el otro se colocaba a su nivel-

-Es mejor que vengas con migo, si sabes lo que te conviene...

Kaiba comenzó a caminar y con miedo Joey lo siguió... Tenía que ser obediente, hasta que ese maldito chupasangre no fuera un peligro, para la manada....

El amanecer llego como todos los días y en una tienda, cerca de la hoguera. Dos lobos retozaban de placer...

-¡Tristán!... no pares... solo mételo con más fuerza...  –el chico que decía estas excitantes palabras era un moreno de cabello negro y ojos jade. El cual se encontraba en selo y claro, este solo deseaba ser satisfecho por su amante-

Por otro lado su amante solo deseaba terminar, pues tenían toda la noche en eso....

El jio-jade se encontraba en cuatro, parando el trasero al aire. Mientras restregaba su rostro en el suelo...

-¡Duke!... eres muy seductor, pero ya no tengo energía, estoy agotado. Recuerda que soy el niñero de esos dos cachorros, ¡y bueno!... ellos no son nada tranquilos, me la paso persiguiéndolos, por todas partes.

El peli-negro se levantó y lamio la comisura del castaño y solo sonrió... –Pero ahora estoy en celo, y si no me sáxeas, buscare a otro macho...

El chico tomo la mano de su amante y la coloco en su miembro, incitándolo a que lo tocara... – ¡vamos!... yo solo quiero apaciguar, este ardor en mi piel... Además... quiero quedar preñado por ti... así mis padres, no se opondrán a lo nuestro...

Tristán cerró los ojos y comenzó a masajear a su sexy amante. Sabía que esos lobitos, no harían nada malo, por un rato así que sin más comenzó a besar el cuello del peli-negro. Y este solo se retorció, pues la lengua del moreno lo excitaba...

-Tristán, quiero que me penetres con fuerza,... quiero que me rompas en dos... –el moreno tomo las piernas del oji-jade que enredaba sus brazos, en su cuello. Lo levantó y sin prepararlo lo penetro, con rudeza y salvajismo. Causando le un dolor punzante, pero a la vez delicioso...

Con cada minuto, el peli-negro se acostumbraba al gran pene, que entraba y salía de él... Duke se encontraba sobre excitado y sonrojado de tantas embestida... pero siendo un lobo feroz, lo único que deseaba, era continuar...

Pero después de unos segundos, su próstata no aguanto más y se corrió como manguera en el pecho de su novio... el orgasmo del oji-jade, contrajo su entrada, como su cuerpo. Y tensando todo su cuerpo, oprimió el pene del castaño... la presión fue tan grande. Que Tristán también consiguió un orgasmo, el peli-negro quedo lleno del semen del Cataño. El cual salía de susodicho.

Una vez que estuvo afuera, él oji-jade llevo su mano a su entrada y metió un dedo hay. Toco todo lo que pudo y comenzó a ser círculos a dentro...

-Lo tienes enorme... me has hecho un gran ahueró

El castaño se tubo, pues estaba cansado y el jade se recostó en su pecho... – ¡Cuando descanses!... podemos hacerlo de nuevo –el tono del jade era, suplicante. Era su primera brama y claro el jade solo quería más y más. Ya que no sabía cuándo parar.

Tristan ríos... –No puedo creer, que quieras, quedar embarazado en tu primera brama

Pero Duke solo se quedó dormido y no escucho las palabras de su macho.

Continuara>>> 

Capitulo: 5 Hoy           

Joey saco de sus ropajes, la misma daga, con la que él. Había amenazado al pequeño de ojos violeta. El silencio se apodero de los presentes, ya que la situación era algo escandalosa.

Pero aun así Joey sujeto con fuerza la daga, contra la garganta del peli-azul. El punzante estaba tan afilado, que el cuello del lobo sangraba, y solo lo estaba rosando...

Mokuba trago seco, pues la sangre lo llamaba, con su seductor aroma.

-“¡Qué crees, que haces!” –gruño el lobo azul. Pero rápidamente el rubio le contesto-

-¡No te muevas o te rebano la garganta! –Joey estaba algo agresivo. Ya que esa noche, se había vuelto un juego de azar-

-“Yo solo te diré”... ¡Si esa perra, le ha hecho algo a Yugi!  “Tú” y “tu amiguito” sufrirán las consecuencias. –Joey era referente, al pene del peli-azul. Pero esté parresia no importarle. Sino al contrario; ya que repentinamente sonrió-

-Tu amigo... en este instante, ya debe de estar muerto. Lo más seguro es que Tea... lo haya descuartizado –el tono del lobo, era irónico y burlón. Pero joey le contesto de la misma manera-...

Pues con rapidez, clavo la daga en un costado del susodicho. Y este se dobló del dolor y por el desgarramiento...

-Entonces yo te descuartizare a ti. Y are que esa perra, se trague toda tu carne –el rubio tomo por los cabellos al grande y ubico la daga en su cuello. Pues los otros lobos, iban a su rescate-

-Ni se les ocurra, porque soy capaz de hacerlo –los lobos se quedaron quietos. Pero al acecho, esperando un descuido del rubio-

Mokuba por su parte, estaba admirado por la determinación del rubio, y se pegunto. ¿Cuánto quiere a ese pequeño lobo?... ¿Y de que es capaz, por el violeta?... simplemente sus preguntas no podían ser contestadas. Más le dejaban claro, que el amor de un lobo era más fuerte, que cualquier cosa, que él hubiera conocido.

-¡Que es lo que aremos!... –dijo Mokuba, mientras pasaba enfrente de los lobos-

Joey miro insólitamente al vampiro... –Tú aun quieres ayudarme –exclamo con tartamudeo el rubio. Y el azabache le contesto con alegría-

-¡Claro!... ahora somos amigos... y los amigos se ayudan. –Mokuba sonreía, y parecía feliz. Mas este pequeño tenia, otras intenciones ocultas...

-Quiero encontrar a Yugi... Para así escondernos, hasta que lleguen nuestros padres... cuando ellos lleguen, estaremos seguros, y estos malditos, no nos harán daño. El abuelo de Yugi es el jefe del consejo. Y cuando se entere de esto... Este mal parido, jamás será líder de manada

Mokuba sonrió pues al parecer su plan, sería más fácil de lo esperado. ¿Pero?... Que tenía en mente este bello azabache...

-¡Muy bien!... entonces solo necesito un poco de sangre y podre ayudarte –Joey dejo que él pequeño se acercara, hasta él-

Y así de puntillas el azabache pudo alcanzar la mejilla del rubio. Para sin más, lamer la sangre amena del licántropo, ¡la cual por cierto escurría de una de sus comisuras!.

Más tan repentino acto, causo que el rostro de Joey se prendiera, pues este se había sonrojado... 

Mokuba sonrió con arrogancia, y lentamente dijo unas palabras, cerca del oído del rubio. –Por qué te has puesto de esta manera... solo es un poco de sangre...

El susurro del azabache, erizo los bellos del licántropo. Algo le estaba sucediendo al oji-miel, mas no estaba en posición de ponerse a analizar... ¡en su lugar solo dijo! – ¿Por qué has hecho eso?... eso se sintió extraño –las últimas palabras las dijo con tartamudeo-

Pero Mokuba ya no siguió con su juego, y se enfocó en su verdadero objetivo; dejando salir así una risita un poco infantil.

-¡¿Que vas a hacer?!... –pregunto el licántropo con un poco de inseguridad. Ya que no se fiaba del todo.

-Este no es momento, para preguntar eso. Tu amigo corre peligro, y lo mejor es que vayas a buscarlo...

Joey sintió un sobre salto, pues era verdad que Yugi, estaba en peligro... –Está bien dejare todo en tus manos. Solo te pido que no mates a nadie... Ya que ellos solo siguen ordenes, de estos dos bastardos...

El rubio jaloneo al de pelo-azul, y comenzó a caminar por el bosque en búsqueda de su mejor amigo... pero algo en su pecho le indicaba que se apresurara, o jamás lo volvería a ver.

Con su agilidad de caza, encontró vestigio con facilidad. Al parecer Yugi corría como en demonizado. Y eso lo puso aún más nervioso. Ya  Yugi no tenía alguna destreza en la pelea.

Continuaron caminando entre la obscuridad, hasta que noto algo inusual. Al parecer las huellas de la perra habían desaparecido... y en su lugar unas garras gigantes, aparecían...

El licántropo empalideció, y comenzó a caminar sin el lobo azul. Por un momento olvido su plan inicial, el cual era intercambiar rehenes.

Con sigilo y cuidado... Joey se continuó guiando por las huella. Pero Joey podía ver más que un simple rastro. Él sabía que Yugi se había tropezado, y que tal vez estaba mal herido.

El cachorro llego hasta el final de las huellas y escucho un ruido... tenía que ir con cuidado, pues la perra lo descubriría y no podría ayudar al pequeño...

Se escondió entre la maleza de un arbusto. Y comenzó a observar la situación... mas lo primero que vio no le gusto en absoluto...

Ya que unos ojos rojos, lo tenían helado... el cachorro sintió miedo. Y se preguntó, por  un breve minuto... “¿si esa cosa había, desaparecido a la perra?”... ¡Y después de exterminarla!... siguió con el pequeño...

Los ojos de Joey se nublaron por un aguacero de lágrimas... pero con su brazo las limpio, y gruño... No sabía que era esa vestía, pero estaba dispuesto a vengar a su amigo.

Despavoridamente salió de su escondite, y se lanzó sobre la vestía... “¡pero oh sorpresa!”... Pues el cachorro, solo había a tacado a un pequeño zorro...

Joey se sorprendió y quedo confundido... ¡¿solo era un zorro?!... pensó y comenzó a mirar a su alrededor...

Lo primero con lo que se topó, fue con una gran cantidad de huesos, cubiertos de sangre; piel de lobo por donde mirase. Y una que otra, rama destrozada... Más esto al rubio, no le parecía coherente.

No se notaban rastros de lucha o de más persecución. Así que con rapidez descarto, que el pequeño lobo, estuviera enredo en esta situación...

Suspiro y empezó a mirar al cielo, que lentamente comenzaba aclarar  -¡Yugi!...  –dijo al aire, pues trataba de encontrar su aroma en el aire-

Pero como si el destino se burlara de él. Lo único que olfateaba, era el aroma de un vampiro. Que no sé encontraba lejos de él. De hecho el susodicho se acercaba a gran velocidad.

Joey sintió miedo y con premura, se revolcó en la sangre y fango que estaba por doquier; trepo a un árbol y solo espero al vampiro que se aproximaba...

El oji-miel calmo sus latidos y su respiración era sucumbida. Sus bellos ojos solo estaban a la perspectiva....

Mas el vampiro que se avecinaba, era ni más ni menos, que el dueño de unos ojos hile. Que solo deseaba encontrar a su pequeño hermano.

El nosferatu por un gran trayecto se guio por el aroma de un lobo. El cual era hechizante, como refrescante... Kaiba olvido la vibrante, sensación que causaban los lobos. Así que estaba ansioso de encontrarse cara a cara con un licántropo...

Mas esto resulto un poco más complicado, pues el lobito sabía como esconder su pista, como aroma. Así que el vampiro llego al lugar recurrente, con dificultad.

El castaño mostraba un rostro algo perspectivo, su divinos fanales, te seducían con su brillante frio, sus labios te seducían para, que tu rogaras por ellos. Y su cuerpo, solo te hacia la invitación a un baile de placer...

Con sensualidad el moreno pasó su mano, entre sus cabellos de la frente. Cerro sus ojos y suspiro; una sonrisa de frustración ladeo sus blandos labios. Pero con firmeza, y cruzando los brazos dijo...

-Sal de donde te encuentres... Estoy seguro que aun sigues aquí... Ya que escucho un frágil palpite, de tu corazón...

El rubio se sorprendió, y solo trato de no exponerse, pues seguro de sus habilidades se quedó en el lugar. –Y ahora qué hago –pensó el rubio, que solo se pegaba al árbol, para no ser notado-

Pero como dice el dicho, la curiosidad mato al gato. En este caso al cachorro, ya que el rubio se movió, para mirar al maldito chupasangre.

El leve movimiento, fue captado por los ojos muertos del castaño. Y sin basilar se lanzó al árbol... quedando así, a unos cuantos centímetros del licántropo...

Joey palideció y trago seco, pues el chupasangre lo observaba con ferocidad ¡o!... tal vez con...

El vampiro sonrió y solo miro a la creatura frente a él... El cual parecía un pequeño niño, pero esto lo pasó. Pues algo lo embriago

Esos ojos... esos ojos lo miraban con suplica. Pero que le suplicaban, pensó el...

Dio un paso hacia delante y el lobo se respigo; causando gracia al moreno. Mas una vez más esos ojos lo atrajeron... En realidad Kaiba se estaba divirtiendo.

El pequeño lobo estaba bañado de lodo como por sangre y su torso estaba descubierto. Con el lodazal de su cuerpo, apenas se podían distinguir algunos mechones del dorado cabello que poseía.

Seto no considero al rubio una amenaza, ya que sus piernas templaban. Pero su rostro parecía asustar al pequeño...

-Estoy buscando a mi hermano... el salió de caza, ase algunas horas y no ha regresado –el susurro del moreno fue intenso- pues en un parpadeo, había acorralado al bello lobito.

El árbol era lo único que impedía la huida del rubio... Kaiba sintió un escalofrió en su cuerpo, y sin esperar más. Tomo al lobo entre sus brazos. Joey lo empujo, pero el oji-azul capturo sus labios... forzándolo así al beso más excitante de toda su pulgosa vida...

Los labios del licántropo se tornaron de un color rojiso, el aire le faltaba y el chupasangre, solo paseaba sus manos, entre su delicado cuerpo.

Joey se despabilo y con fuerza golpeo al vampiro... Ambos cayeron del árbol, pero solo el lobo golpeo con el suelo. El nosferatu miro al lobo y rio con arrogancia...

-No te hagas ilusiones, solo te e besado, para poder robar tus recuerdos...

El rubio alzo la mirada y miro al oji-azul, el cual se burlaba de él... –Maldito gruño el licántropo... como te atreves, maldito bastardo...

Joey se levantó con furia, y se lanzó sobre el moreno; más el vampiro con la rodilla lo golpeo... –No deberías apresurarte perro... Acaso quieres provocarme... solo piensa, que ahora se todo sobre tu manada y tu enano amigo...

Los ojos miel se abrieron – ¡Qué!... –pensó el cachorro, mientras el otro se colocaba a su nivel-

-Es mejor que vengas con migo, si sabes lo que te conviene...

Kaiba comenzó a caminar y con miedo Joey lo siguió... Tenía que ser obediente, hasta que ese maldito chupasangre no fuera un peligro, para la manada....

El amanecer llego como todos los días y en una tienda, cerca de la hoguera. Dos lobos retozaban de placer...

-¡Tristán!... no pares... solo mételo con más fuerza...  –el chico que decía estas excitantes palabras era un moreno de cabello negro y ojos jade. El cual se encontraba en selo y claro, este solo deseaba ser satisfecho por su amante-

Por otro lado su amante solo deseaba terminar, pues tenían toda la noche en eso....

El jio-jade se encontraba en cuatro, parando el trasero al aire. Mientras restregaba su rostro en el suelo...

-¡Duke!... eres muy seductor, pero ya no tengo energía, estoy agotado. Recuerda que soy el niñero de esos dos cachorros, ¡y bueno!... ellos no son nada tranquilos, me la paso persiguiéndolos, por todas partes.

El peli-negro se levantó y lamio la comisura del castaño y solo sonrió... –Pero ahora estoy en celo, y si no me sáxeas, buscare a otro macho...

El chico tomo la mano de su amante y la coloco en su miembro, incitándolo a que lo tocara... – ¡vamos!... yo solo quiero apaciguar, este ardor en mi piel... Además... quiero quedar preñado por ti... así mis padres, no se opondrán a lo nuestro...

Tristán cerró los ojos y comenzó a masajear a su sexy amante. Sabía que esos lobitos, no harían nada malo, por un rato así que sin más comenzó a besar el cuello del peli-negro. Y este solo se retorció, pues la lengua del moreno lo excitaba...

-Tristán, quiero que me penetres con fuerza,... quiero que me rompas en dos... –el moreno tomo las piernas del oji-jade que enredaba sus brazos, en su cuello. Lo levantó y sin prepararlo lo penetro, con rudeza y salvajismo. Causando le un dolor punzante, pero a la vez delicioso...

Con cada minuto, el peli-negro se acostumbraba al gran pene, que entraba y salía de él... Duke se encontraba sobre excitado y sonrojado de tantas embestida... pero siendo un lobo feroz, lo único que deseaba, era continuar...

Pero después de unos segundos, su próstata no aguanto más y se corrió como manguera en el pecho de su novio... el orgasmo del oji-jade, contrajo su entrada, como su cuerpo. Y tensando todo su cuerpo, oprimió el pene del castaño... la presión fue tan grande. Que Tristán también consiguió un orgasmo, el peli-negro quedo lleno del semen del Cataño. El cual salía de susodicho.

Una vez que estuvo afuera, él oji-jade llevo su mano a su entrada y metió un dedo hay. Toco todo lo que pudo y comenzó a ser círculos a dentro...

-Lo tienes enorme... me has hecho un gran ahueró

El castaño se tubo, pues estaba cansado y el jade se recostó en su pecho... – ¡Cuando descanses!... podemos hacerlo de nuevo –el tono del jade era, suplicante. Era su primera brama y claro el jade solo quería más y más. Ya que no sabía cuándo parar.

Tristan ríos... –No puedo creer, que quieras, quedar embarazado en tu primera brama

Pero Duke solo se quedó dormido y no escucho las palabras de su macho.

Continuara>>> 


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