El mar de irlanda: aguas que unen corazones y destinos. Y el muelle que consolida un nuevo futuro.
En algún lugar del mar de irlanda…
A sasuke los días le pasaban con lentitud, él intentaba mantenerse tranquilo pero le era inútil, y más en días como ese, cómo hacerlo cuando frente a él, tenía todo ese poder que se demostraba al máximo, como si el mar y el cielo , sabiendo del temor que guardaba su corazón se hubieran puesto de acuerdo para amedrentar sus ánimos de seguir adelante en busca de la felicidad prometida, junto a esos dos seres que tanto amaba, pues las fuertes olas mecían el barco en el que viajaban como si de una hoja seca se tratara, con el viento soplando con fuerza descomunal, y los truenos cimbrando el cielo y el mar, al menos en ellos quedaban las palabras de su hermano shisui, “ es un barco vikingo, de los más fuertes y rápidos”. Pues ahora más que nunca deseaba que eso fuera cierto. El doncel paseo la vista por toda la superficie, veía que no solo él estaba preocupado por la situación, veía como los demás hombres contratados para el viaje, se esforzaban por revertir los efectos de la tempestad, que sin miramientos, azotaba las olas una y otra vez en el frente del barco, y aquella visión infundía miedo, miedo de ver cómo el dragón de madera tallado en el frente, casi era cubierto por completo, para luego resurgir casi escupiendo agua, y sasuke escuchaba los gritos de itachi, que le indicaban ponerse a salvo, pero cómo podía dejar que otros lucharán por lo que él quería? Cómo podía simplemente esperar en la comodidad mientras otros arriesgaban todo?, así que tomó aquella cuerda que se había soltado de un mástil, con esfuerzo camino sobre la mojada madera que ayudada por los movimientos bruscos del barco lo tiraban al suelo una y otra vez.
- Maldicion sasuke, hazme caso, ve aún lugar seguro, - le gritaba itachi que aferrado al timón del barco, luchaba junto a otro hombre por moverlo a donde ellos deseaban.
- La vela esta suelta – gritóen respuesta el azabache, que vio como itachi analizaba aquella vela que revoloteaba al viento con el peligro de rasgarse.
- Lleva la cuerda, pero no te atrevas a subir tu. – le amenazo su hermano al ver la decisión de sasuke en su mirada.
El azabache iba a volver a caer, cuando sintió otro cuerpo ayudarle a mantener el equilibrio, y sintió miedo y alivio al mismo tiempo, pues hinata con terror en su rostro se esforzaba por soportar el peso del doncel.
- Vamos, ata la cuerda, necesitamos que el barco siga a flote para encontrar a menma.. – le hablo la mujer con su voz fina y temblorosa, y sasuke recobró valor y fuerza, si esa mujer que jamás había vivido una situación cómo está se esforzaba por mantenerse en pie, con tal de lograr y alcanzar aquello que quería, como podía el ser débil ante sus propios miedos, y ahí supo que así el barco se hiciera pedazos ellos se aferrarían a algunas de las maderas solo para mantenerse con vida, e indudablemente seguiría adelante con su búsqueda, se alegraba de saber que no solo él estaba inmerso en esa lucha, se alegraba de saber que su gente estaba ahí para apoyarlo.
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Y sasuke subió por el mástil, bajo la atenta e iracunda mirada de itachi, que no sabía a quién prestarle atención ahora, si a su hermano que colgaba desde lo alto, o a hinata cuyo cuerpo había resbalado y ahora se deslizaba de un lado al otro a la par que lo hacía el barco, e itachi dejo de ayudar a aquel hombre, se lanzó sobre el piso de madera para alcanzar a la mujer la protegió entre sus brazos antes de que esta golpeara la espalda contra una de las paredes, y tan pronto pudo , la puso en pie y la ayudo a ir aún lugar más seguro, ato a la mujer desde la cintura a dicha pared y sin ser consciente, acaricio con delicadeza un raspón que sangraba en la frente de hinata, recordando a esa loca familia que tenía, desde su padre, que aún con su edad era capas de lanzarse a cualquier batalla con tal de proteger sus ideales, con sus hermanos, uno , un loco de los viajes en alta mar, que tomaba rutas desconocidas solo para llegar a algún nuevo lugar, con ese doncel, que necio e indomable actuaba de la forma que quería siempre sin obedecer a nadie, con su sobrino que basta con decir era igual a sasuke y ahora con esa mujer que frente a él le veía temerosa por lo sucedido, y a pesar De eso no parecía haber arrepentimiento en su mirada, así que ahí estaba el nuevo miembro de la familia : hinata que con todo y la delicadeza de una pequeña flor, era capas de lanzarse al peor de los embrollos, y el estaba dispuesto a lanzarse con ella, solo le sonrió antes de ir por sasuke, que había amarrado la cuerda pero ahora colgaba de una altura no mortal pero si considerable.
- Estoy abajo – fue lo único que itachi le gritó, y sin dudarlo sasuke se soltó, el golpe fue fuerte apresar de que su hermano amortiguó gran parte de este, y de ahí en adelante no supo más.
Fue a la noche cuando el despertó, entre el frío de la noche, los murmullos y el olor a comida recién calentada, y vio a hinata a su lado sonriéndole, e indicándole con la mirada en donde estaba itachi que junto a varios hombres seguían buscando y reparando los daños en la nave, que a pesar de haberse enfrentado a dicha tormenta parecía ser inmune a la destruccion pues de una vela suelta, y un par de tablones rotos no pasaba. Y sasuke agradecía por ello, agradecía que el barco fuera lo suficientemente fuerte para llevar con el la voluntad herida que le quedaba.
- Crees que ellos hayan visto esto?- le preguntó hinata con la vista perdida en la inmensidad del cielo que sereno y pacífico simulaba ser ajeno al maltrato que les había hecho – por qué yo jamás en vida lo había hecho. Y pienso, que aún con todos los peligros a valido la pena.
- Estoy seguro de ello, - le dijo sasuke mientras la abrazaba – menma y Naruto lo vieron, y estoy seguro que tambien pensaron en nosotros en esos momentos..
- Llegarás a ellos, lo haremos. - le refirió la mujer- puedo sentirlo en mi corazón, en el cielo, y en las estrellas, tal vez pienses que es una locura, pero mi esposo solía decir, que las estrellas bailan de alegría cuando algo bueno se avecina, y ellas bailan… - le dijo señalando las miles de estrellas que sobre en manto oscuro tililaban sin descanso brindando un espectáculo por demás bello.
- Y que más decía tu esposo? – preguntó itachi. Que llego a cubrirlos con una gruesa manta.
- Bueno, - respondió algo avergonzada la mujer- también decía que ellas bailaban por el gusto de saber de un nuevo inicio- le miro a los ojos e itachi le sonrió.
- Entonces tu esposo era muy sabio, - fue su alegre respuesta, antes de colocar su mano en el hombro de la mujer.
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Y los días en el mar siguieron pasando, entre las situaciones más exasperantes hasta aquellas que les hacían ver una paz y belleza solo comparadas con estar en el paraíso, y sasuke , con cada noche que pasaba oraba a sus dioses por qué le dejaran tomar en sus manos aquella oportunidad tan ansiada, e inclusive algunas noches soñaba con el rubio, sonriendo frente a él y tomando sus manos con delicadeza antes de decirle un, té amo y en esos instantes se levantaba de golpe deseando que todo fuera real, pero todo quedaba en solo un sueño maravilloso, de ahí su problema de insomnio que lo obligaba a solo dormir un par de horas por la noche.
Pero esa mañana sin saberlo todo fue diferente, completamente noqueado por el cansancio acumulado, no fue un sueño lo que lo hizo despertar de golpe, fue más bien el crujir del barco y el leve cimbrar que tubo, lo que le indicó que habían llegado, al fin habían llegado y su corazón ya brincaba como queriendo salir de su pecho, y salió con rapidez, dejando solo algunos segundos para que su vista se acostumbrará a la claridad, y vio a itachi parado frente a la rampa de descenso, lo vio explorar todo con vista inquisitiva, e inmediatamente a su mente vino la idea de que se habían equivocado de lugar. Sintió miedo y caminó hasta su hermano que ahora tenía la vista fija en algo que parecía haberlo sorprendido. Y al seguir la dirección hasta el lugar en el que itachi parecía haberse perdido. fue su mente, su corazón, o tal vez su ser completo quien intentaba convencerlo de que aquello era real, y sintió como sus latidos se detuvieron por un momento, se sintió sin fuerzas, ya no quería más falsas esperanzas, y mucho menos sueños que parecieran reales y que al final, se esfumaran como la más delicada neblina, dejando en el, solo el vacío de ver su sueño roto…
En la actualidad…
La cena había sido de lo más placentera, entre risas y momentos melancólicos pero alegres las horas les pasaron sin piedad alguna, los abuelos de menma se retiraron a su habitación, no sin antes disponer de una de ellas para el doncel, Naruto también ayudó en la labor de instalarlo, así que al final, menma yacía sentado en el centro de la cama con la espalda recargada sobre la gran cabecera, mientras su padre estaba frente a él en un sillón de suaves cojines. El nerviosismo del rubio era más que evidente, tronaba las articulaciones de sus dedos o movía las piernas y pies en movimientos constantes, pero menma no soltaba palabra alguna simplemente lo miraba, con esos ojos tan azules esos ojos que eran idénticos a los suyos, el rubio entendió entonces, que su hijo esperaba que el comenzará la conversación, y así con su nerviosismo e impaciencia lo hizo.
- Óbito, de que enfermo? – le preguntó inseguro el rubio.
- Vamos, no tienes que engañarme, en verdad eso es lo que deseas saber en este momento? – le contestó el joven, y Naruto enrojeció un poco al sentirse descubierto.
- Yo… no quiero que pienses que me es algo sin importancia – comenzó a hablar Naruto, - pero tienes razón en este momento, mi mente solo piensa en sasuke , en si es posible volver a verle, si en verdad está vez el destino no jugará con nosotros, y , debo aceptar también que tengo miedo hijo, tengo miedo, por qué , perdí las esperanzas y con ello me di por vencido en la tarea de buscarle, pero solo pensaba en tu padre siendo feliz al lado de óbito, - una vez más la voz del rubio empezaba a quebrarse – solía imaginarlos juntos, tomados de la mano mientras recorrían alguna de esas hermosas playas, los imaginaba siendo una familia, con un par de hijos idénticos a ellos… y yo, - Naruto se vio en la necesidad de levantarse y caminar para intentar calmar el llanto que amenazaba con aparecer, “ desde cuando me volví tan débil” pensaba mientras con fuerza secaba sus lágrimas, - y yo estaba seguro de que ya no había lugar para mí en su vida, no tienes idea de las veces que fui hasta el puerto, esperando a algún barco que me llevara de nuevo a vivir aquel sueño, pero cuando estaba ahí, mi cuerpo no avanzaba, me quedaba estático presa del miedo, mirando al horizonte, con la estupida idea en mi cabeza, la idea de encontrarlo pero que ya no fuera mío… - el rubio nuevamente se había dejado caer en aquel sillón y menma en respuesta se levanto de la cama cubierto en una sabana, se acurruco al lado de su padre y también le cubrió con esta.
- El hacia lo mismo, - le aseguró el pelo negro y Naruto levantó su rostro – cuando salíamos a caminar por los campos, él miraba al cielo, mi padre óbito y yo solíamos contemplarlo, pues los minutos solían pasarle pero el se sumergía en sus pensamientos, y cuando visitábamos las playas, lejos de admirar la belleza de estás, lejos de observar las olas que chocaban contra la arena, o de divertirse viendo a las aves surcar los vientos, antes de todo eso, el clavaba la vista en el horizonte, y sabes, óbito solía decirme en esos momentos, que no solo los pensamientos de mi padre volaban buscando encontrar su origen, él decía, que también su corazón salía de su cuerpo, esperando para volver a demostrar aquello que tenía guardado, - menma abrazo un poco más a Naruto, que sentía su corazón calmarse a causa del calor de su hijo - al principio sentía envidia de eso, envidia de ti, por qué pensaba, “como mi padre puede seguirle amando si nos ha abandonado”. Pero después simplemente me di cuenta, tú eres parte de el, su corazón esta tan ligado al tuyo que son uno mismo, y también debo aceptar que óbito, fue el que más se empeñó por qué no negara que yo era producto de aquellos sentimientos, entonces mi perspectiva cambio, por qué las siguientes veces que veía a mi padre sasuke perderse en sus sentimientos y pensamientos de aquella forma, también me di cuenta de que temía, temía a exactamente lo mismo que tú temes ahora, y ese temor le genera sufrimiento - la mano de menma tomó con delicadeza el rostro de su padre y lo giro hasta el suyo para poder verle de frente – yo, no puedo asegurarte nada, yo no sé si el destino dejará que se reúnan de nuevo, yo solo te puedo decir padre, que luchare hasta el final para que así sea, que aún si todo está en contra, jamás perderé el deseo y valor de luchar por qué suceda, así que padre, lo que si puedo asegurarte es que mañana a primera hora, tomare tu mano y saldremos de esta casa, solo nosotros dos acompañados de nuestros anhelos, llegaremos al puerto y esperaremos aquel barco que traiga consigo la oportunidad de un nuevo inicio, y de no ser así, nosotros mismos forjaremos la oportunidad que necesitamos. Por qué las dudas siempre existirán, los errores estarán presentes en todo el camino, pero al final de cuentas en nuestras manos está el ir más allá de ellos.- y Naruto abrazo a su hijo, se sentía tan débil con aquellas palabaras, tan descubierto, sentía que los papeles habían cambiado, que era menma quien lo protegería de sus miedos, y el lo seguiría por aquel camino seguro. Y en aquella revolución de sentimientos solo un par de palabras salieron de sus labios.
- Gracias hijo – mencionó con amor desbordante. Y menma solo respondió a su abrazo.
Apestar de sus nervios ellos, padre e hijo se permitieron disfrutar de aquel momento , de sentir el calor y el cariño de sus cuerpos. De abrazarse y con la mirada decirse aquello que en palabras era difícil explicar, de reunir fuerzas para la retar de nuevo al destino y a la vida, y para menma era el momento para aliviar la preocupación que llevaba a cuestas, una preocupación que no compartiría con su padre, pues tenía que ver con todo lo que podía pasar durante un viaje tan largo en barco, y también con el hecho de que básicamente había orillado a su padre sasuke a dar un salto de fe, dejando aquella nota en la que le pedía , alcanzarlo en aquel puerto de Inglaterra, cuando el mismo no tenía la seguridad de encontrar al rubio.
Pero en un suspiro se liberó de aquellos pensamientos, que ya de nada le servía mantener rondando en su cabeza, pero como siempre la ironía del destino le haría recordar parte de su odiasea.
- Menma, aún no te lo he preguntado, pero creo que es el momento, como llegaste aquí y como diste conmigo? – el joven se tensó ante la pregunta de su padre, mientras meditaba viendo al suelo – menma? – volvió a presionar el rubio.
- Yo… veras, vine en el barco que el tío shisui me regalo – Naruto abrió grandes los ojos, sin poder creer lo que escuchaba.
- De que hablas?, entonces quien tomó el mando de la embarcación? Quién era el capitán? , menma, contéstame por favor – le exigió con preocupación Naruto al ver que su hijo se levantaba de aquel sillón.
- Yo papa, yo… era el capitán del barco, - le respondió con orgullo el joven.
- Hijo, yo, me moleste al saber los riesgos por los que pudiste pasar al ser un doncel en esa tripulación, ahora no puedo ni imaginar cómo es que lograste ser capitán, estoy sorprendido y asustado hijo, eres demasiado joven para guiar toda una tripulación!, - Naruto también se había puesto de pie ante la noticia.
- Padre, e navegado en barco desde los siete años , cuando cumplí los catorce navegue solo hasta el sur de Irlanda, claro que después me castigaron, pero fue ahí que me di cuenta que podía realizar este viaje, incluso varios de mis amigos me han acompañado. - Naruto, masageo su frente e intento respirar varias veces para tranquilizarse, tenía ganas de regañar a su hijo y de castigarlo, y cuando su mente repetía “ mis amigos me han acompañado” , sentía la tensión de su cuerpo aumentar, seguramente para esos chicos el viaje había sido solo un juego.
- Bien, ahora dime, como diste conmigo? – preguntó Naruto con una mirada de escrutinio, y noto de inmediato el nerviosismo y leve sonrojo en su hijo.
- Prometes que ayudaras a que mi castigo sea menor? – le preguntó el joven sintiéndose entre la espada y la pared.
- Menmaaa! – contestó Naruto ya exasperado.
- Bueno, analice las cosas y caí en cuenta que mi padre óbito, no pudo encontrarte por qué no daba nada de valor a cambio de información, y bueno, para sumarle dificultades hablamos el inglés con pésimo acento, así que, está de más decir qué tal vez muy pocas personas le entendían y las pocas que lo hacían no se veían beneficiados con ayudarle , así que mi padre estaba solo buscando a un hombre en el medio de la extensa Inglaterra – Naruto se quedo sin palabras hasta que segundos después reaccióno de nuevo.
- Entiendo eso, ahora dime, qué cosas de valor trajiste tu? – preguntó el rubio y menma suspiró resignado.
- Algunas cosas de los viajes del tío shisui, - Naruto le miro exigiendo ser más específico así que menma continuó hablando- algunas esculturas de algo llamado “ jade”, también algunos utensilios de porcelana, unos cuantos adornos de plata, unas joyas pequeñas de oro, algunas telas de seda de colores únicos, - el chico hizo una pausa para recordar- también algunas alfombras, unas cuantas madejas de hilos dorados, algunas armas de empuñaduras incrustadas, y el barco. – Naruto ya se había dejado caer en el sillón, cubriéndose el rostro y negando con la cabeza una y otra vez.
- Menma, cuanto de eso entregaste , - preguntó casi deseando que la respuesta fuera corta.
- Todo – contestó su hijo y el se sintió desfallecer, si de verdad veía a sasuke de nuevo estaba seguro que el rostro del azabache mostraría más ira, que el de itachi el día que le dio aquella paliza. Y si ninguno de esos hermanos lo mataba, lo haría shisui pues en algún momento se conocerían.
- Ay menma, como saldremos de esto? – le preguntó el rubio temiendo por lo que podría suceder – y tus amigos? , digo tu tripulación?.
- Ellos se hospedaron en una casa, estaban felices de estar ahí, dijeron que ya se habían echo amigos de algunas de las mujeres que les atendían, solo les deje el dinero sucifiente y bueno yo vine a buscarte. – Naruto ya no tenía más emociones que mostrar, más gestos en su rostro por formar, simplemente abrazo a menma.
- El barco? – le preguntó más por inercia que por calmar su duda,
- En algún muelle supongo, - le contestó el pelo negro. Naruto solo suspiro.
- Y valió la pena todo hasta ahora? – volvió a cuestionar el rubio.
- Bueno, creo que mi padre sasuke hubiese dado hasta la isla de Irlanda si fuera posible con tal de volver a verte. – contestó el menor , ambos se sonrieron y disfrutaron de una nueva calma.
Esta vez ambos se quedaron dormidos en aquel sillón, el primero en sucumbir al cansancio fue el más joven, que ya en sueños veía a su padre y tíos viéndole con rostro de enojo mientras ideaban algún terrorifico castigo tal vez esta vez sería duplicar sus horas de lecciones con la tía hinata, y bueno en esta ocasión debía reconocer que lo merecía, solo esperaba que el tío shisui no le prohibiera salir con el a navegar pero en sus sueños también veía a sus padres reunidos después de tanto tiempo e inconscientemente, suspiraba ajeno al hecho de que su padre era testigo de aquellos suspiros, Naruto por su parte, solo repetía una y otra vez todo lo sucedido en su vida hasta el presente día, y al detenerse a pensar en eso dejo escapar algunas risas, quién diría que tendría un hijo, y que ese hijo fuera la viva imagen de su sasuke, llegando una mañana sin anunciarse, causando un revuelo y enfrentándose a sus guardias e incluso hiriendo a alguno de ellos, pero más pensaba en como su hijo simplemente se lanzó a la aventura, y el como había dejado a su paso cosas muy valiosas, tantas cosas pudieron haber sucedido, como que simplemente le engañaran con tal de obtener los bienes o incluso que les hubiesen robado y hecho daño, y sumido en sus pensamientos no fue consciente del momento en que el también cayó dormido.
Y fue antes de los primeros rayos del sol que sintió como alguien lo movía empujando uno de sus hombros, se puso en pie lo más rápido que pudo arrepintiéndose al momento al sentir la punzada de dolor en su rodilla, y sintió las manos de su hijo ayudarlo a mantenerse en pie.
- Es hora – le dijo su hijo señalando con la mirada a la ventana que dejaba ver la oscuridad previa al amanecer
- Si – fue lo único que respondió Naruto que ya sentía su corazón ser víctima del nerviosismo.
- Solo arréglate un poco, - le sonrió el menor – en cinco minutos te estaré esperando en la entrada, - y menma salió de la habitación,.
Naruto solo permaneció ahí en pie viendo la puerta por la que su hijo había salido, sintiendo todo tan irreal, temiendo por que fuera solo el mejor de los sueños, o en el peor de los casos , la mejor de las alucinaciones, como aquellas que sufría cuando su rodilla invadida por la pús e infección, hacia arder su cuerpo en temperatura, dejándole ver pequeños fragmentos de los momentos felices que vivió junto a sasuke, volvió la mirada al sillón en el que había dormido y como un faro en la oscuridad sus ojos recuperaron la seguridad al ver sobre este el bolso de su hijo, con aquellos escritos de la mano del azabache, tomó el bolso sintiendo la textura del mismo su solides, lo real que era, lo dejo caer mientras con rapidez se hacía de su bastón , juraría que casi troto hasta su habitación cambio sus ropas lavo sus rostro y boca, peino sus cabellos y volvió por el bolso, al salir de la mansión, en la última de las rejas vio el cuerpo de menma siendo iluminado por la leve claridad que se avecinaba, le vio jugar con una pequeña rama , que partía una y otra vez por la mitad hasta que cada trozo fue tan pequeño que se vio en la necesidad de desecharlos, y caminó hasta el, tomándolo por la mano, y como si de una profecía se tratara ambos salían de aquel lugar juntos.
El viaje al puerto duró apenas algunas horas, horas que increíblemente pasaban lentas y agonizantes, en el carruaje que contrataron, los dos se miraban de vez en cuando pero no pronunciaban palabra alguna, la verdad es que los nervios y el miedo se había apoderado de ellos, bastaba con ver la expresión en sus rostros y el sudor de sus frentes y manos, el carruaje en el que viajaban se detuvo , indicando así que habían llegado, Naruto y su hijo bajaron de este, el nuevo clima los recibió golpeándolos con una brisa cálida y salada, el rubio bajaba con cuidado , sin embargo menma pasó a su lado y bajo con la rapidez de un caballo desbocado, y el rubio le vio correr directo al puerto, el no se quedo atrás, ayudado del bastón caminaba lo más rápido que podía, escuchando a su espalda como aquel hombre le indicaba que la paga que había dejado sobrepasaba por mucho la cuota, pero Naruto no volvió, ni siquiera se detuvo, alcanzó a menma y juntos vieron, como un barco de dimensiones considerables anclaba casi frente a ellos, el crujir de las maderas, el revoloteo de la tela de aquellas velas, los gritos de los de abordo, todo absolutamente todo le parecía ir más lento, ayudándolo a detallar cada forma de aquel navío, que en la parte delantera llevaba tallada la cabeza y hocico de un dragon, sintió a menma aferrarse a su brazo y sintió el leve temblor en su cuerpo, esa era la señal de que ese barco era el que esperaban, su atención se centró en el sonido de pasos , pasos pesados y firmes que parecían retumbar en la madera, y después distinguió a aquel hombre alto y fuerte que desde su altura analizaba todo a su alrededor con vista segura y amenazante, y no sólo Naruto parecía sentirlo, pues mucha de la gente en el puerto se había detenido a ver, tal vez por la mera presencia de dicha persona, o por qué aquel barco era una mezcla de arquitectura Noruega, por lo que ver un barco posiblemente “vikingo” no era algo que se vería normalmente, pronto aquel hombre los divisó, su mirada cambio a una de asombro e incredulidad.
- Itachi – susurró sin poder creerlo el rubio.
- Si, y está molesto –respondió el más joven, pero Naruto no pudo contestar, a pesar de querer hacerlo, y en un momento de cobardia imploro a su dios, solo un par de segundos más de preparación a lo que vendría.
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Y su corazón latió aún más rápido, sus lágrimas cayeron, la respiración se le entrecortó, sintió sus piernas débiles, y algo helado le recorría el cuerpo completo, cuando vio aparecer tras de itachi a su amor,a aquel ser tan bello que a lo largo de los años le acompañó en cada sueño y pensamiento, aquel ser por el que su corazón seguía latiendo fuerte y Gallardo, cuando sus ojos reconocieron aquellas facciones ahora maduras pero igual de delicadas, qué tal vez maltratadas por el sol ahora exhibían una piel un tanto morena pero no por ello menos hermosa, cuando a pesar de que algunos de los cabellos que se movían inquietos por efecto de la brisa que los mecía sin piedad y que en su memoria eran negros como el más profundo de los abismos ahora lucían destellos blanquecinos, como si de hilos finos de plata se tratarán, cuando los ojos hermosos de sasuke con todo y las arrugas que ahora comenzaban a aparecer en el le miraron. Con el mismo brillo de su ser indomito y único, Y Naruto llevó sus manos a su boca, ahogando tal vez un gemido de emoción, y vio a sasuke hacer lo mismo, mientras ambas miradas se mantenían fijas y vio a sasuke derramar lágrimas y lo vio casi desfallecer y ser apoyado por itachi.
Y Naruto no se dio cuenta de que su cuerpo ya estaba corriendo, corría por primera vez en años, corría sin sentir dolor en la rodilla , corria con la juventud de su alma renovada, corría simplemente guiado por el sentimiento en su pecho que hacía su corazón palpitar descontrolado como si en cualquier momento pudiese explotar, con la adrenalina que le hacía sentir capaz de volar con tal de sentir la más leve de las caricias de ese doncel, y subió por aquella especie de rampa que semejaba escaleras, pero no logró llegar a sasuke , no lo hizo por qué en medio de su recorrido vio como sasuke también se abalanzaba a el, lo vio despegar ambos pies de aquellas maderas y lo vio arremeter contra su cuerpo con ambos brazos abiertos , y por un momento ambos faltaban envueltos en la burbuja de las emociones, lo siguiente que supo, es que rodaban rampa abajo, con un cuerpo aferrado al de el, pero también sus propios brazos se aferraban al otro, y se detuvieron con brusquedad al llegar al suelo, sin embargo el dolor no existía el miedo tampoco , Naruto yacía boca arriba aún abrazando el cuerpo de sasuke, que levantó la mirada cruzandola con la del rubio, ahí estaban, después de tantos años , después de tantos errores, después de tantos enredos del destino, estaban juntos sintiendo la realidad del presente, habían vencido por sobre todas las probabilidades, solo para sentir el calor de sus cuerpos, el cariño en sus miradas y el amor en sus corazones, simplemente volvieron a fundirse en un abrazo, mientras todos los presentes guardaban silencio ante tal escena, incluso menma ahora lloraba, con un nudo grueso en la garganta y calor en el pecho, por fin entendía aquello “ llorar de felicidad” .
Y los minutos pasaban entre sollozos y llantos, entre besos que deseaban cubrir cada espacio en el rostro de sasuke, que permitió a Naruto sentarse mientras él permanecía hincado a su lado, con sus miradas destellantes en lágrimas que permitían a sus corazones desahogarse.
- Yo… te amo – fue lo primero que sasuke expresó al controlar un poco su llanto.
- Te amo, te amo tanto, - fue la respuesta de Naruto,
Y el tiempo se detuvo para ellos, como apiadándose de aquellos amantes que aún en la distancia se siguieron buscando, se detuvo permitiéndoles sentir que no había prisa alguna, que podían expresar cada una de las palabras que hubiesen guardado para ese momento. Sin embargo el tiempo no sabía que para el amor , las palabras no son necesarias, por lo que Naruto y sasuke simplemente se unieron en un beso, un beso que calentaba sus corazones, arrullándolos en la seguridad de que por fin sus sentimientos eran correspondidos, de que por fin después de tanto podían salir demostrando su grandeza y poder, un beso que intercambiaba sus alientos sedientos de la fuerza contraria y La Paz que está les traía, sedientos de la ilusión por un nuevo futuro, un beso que sellaba cualquier herida en su ser, un beso que venía a pactar, ser la cura de todo.
Y aquel día pintaba a ser único, con el sol resplandeciendo en lo alto, con las olas golpeando fuerte sobre el muelle, lanzando pequeñas gotas de agua que simulaban una brisa de diamantes, pues el sol creaba ese efecto en ella, mientras tenían sobre ellos varios pares de ojos, conocidos y desconocidos que servían de testigo a que el momento era real, con aquel enorme barco que con su estructura simulaba ser el más fiero de los guardianes cuya tarea ahora era proteger a aquella familia que ahora yacía abrazada, aquellas tres personas que entre risas y lágrimas disfrutaban de lo que sería el inicio de una nueva vida… aquellos tres corazones que venían a formar un solo amor.
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