Una semana había pasado desde que Steve lo había abandonado, porque eso era lo que el Marine había hecho con él, lo había usado por una noche y luego lo había tirado al rincón mas olvidado de su vida. Lo único que le había faltado había sido dejar dinero sobre la mesita de noche. Ni una maldita llamada. Ya había dejado de llorar y se había resignado a su realidad. Había hablado con Miller, y ella le había aconsejado no irse de la casa, ya que sería contraproducente para el caso. Haría lo que fuera por su hija, incluso seguir lastimándose a diario
Ese día se había levantado temprano y se había alistado. Había hecho todo lo que estaba en sus manos para estar con su hija y si las leyes le negaban su derecho, la raptaría y desaparecería para siempre, total ya no tenía nada que perder. Chin había pasado por él y lo había llevado al juzgado, ya que no se encontraba en condiciones de conducir. Allá se había encontrado con Kamekona, Max y Joe. Su abogada le dijo que estuviera tranquilo porque tenía grandes posibilidades de ganar.
Quince minutos después la juez entro a la sala y el juicio empezó. Los testimonios iban y venían. Rachel lloro diciendo lo que había sufrido al lado de rubio y eso no cambiaba ahora que intentaba poner a su hija en su contra. Alego ser una madre abnegada que había sido totalmente amedrentada por la nueva pareja de su ex marido, que por cierto era un hombre violento. Se llamó a los empleados de la casa que aseguraron la madre extraordinaria que era su patrona. Los amigos de Danny dieron fe de que el rubio era un padre paciente y cariñoso. Mientras que él dijo que su hija lo era todo para él. Su emoción fue tanta al hablar de ella que no pudo evitar llorar frente a todos la traición que había vivido. Todo se inclinaba hacia Rachel, y él estaba quedando como el monstruo que no se había preocupado por ella en su momento, y no lo hacia por su hija ahora.
Danny se sentía solo y pequeñito en medio de ese mar de gente que solo lo quería ver desangrar hasta morir. Quería gritar, olvidarse del formalismo y de ser necesario rebajarse frente a todos. Ya no podía más y lo primero que hizo en cuanto la juez dio un recesó corrió al baño y se quito la corbata. Se lavo la cara y el agua se mesclo con sus lágrimas. Kono entro rato después para decirle que el juicio se iba a reanudar. Al salir del baño lo primero que fue dos trajes de gala de la Marina. No sabia como sentirse cuando ambos giraron a mirarlo. Catherine le susurro algo a Steve al oído y este asintió. Luego le beso la mejilla y salió después de mover la cabeza en su dirección a forma de saludo.
Lentamente Steve se acercó y lo tomo de la mano. Danny intento zafarse pero Steve no se dejó amedrentar y lo arrastro de vuelta al baño. Ni bien entraron lo tomo de la cintura y lo beso con pasión, tanto que solo parecía una extensión del último que le había dado. Danny se abrazo al cuello del Marine como si esa fuera la única manera de sobrevivir. Sus lágrimas cayeron sin que lo pueda evitar y después de uno minutos se separaron. Steve le limpio sus lágrimas y lo abrazo contra su pecho.
- ¿Es esto lo qué me ofreces, Steve? – dijo Danny – ser tu juguete cuando ella….
- Tú no eres un juguete – dijo Steve
- Estábamos en la cama cuando ella te llamo y tú corriste a su lado – dijo llorando –, desapareces por una semana y te presentas el día más triste de mi vida, de su mano, para arrastrarme a un apestoso baño y besarme como si yo fuese…
- El amor de mi vida – interrumpe Steve –, porque es lo que eres. Mi gran amor. Mi único amor
- No me mientas – suplico Danny
- Entiendo que desde tu perspectiva todo se ve mal – dijo Steve limpiándole las lágrimas – pero te aseguro que es todo lo contrario. Te lo voy a pedir una vez más Danno, confía en mí solo unos minutos más y vamos a salir con Grace de aquí, juntos, para ser una familia. Tú, yo, monito y…
- ¿Y Catherine? – dijo el rubio molesto
- Solo una vez más – Steve suplico – vivamos esta aventura juntos
- ¿Cuál es el plan? – dijo Danny sabiendo cual era el suyo – seguro incluye hacer explotar algo
- Tu corazón de felicidad. Mira, el plan es que tomes mi mano y pase lo que pase ahí adentro, no me sueltes – dijo Steve por lo que Danny lo miro sorprendido –. Sé que vas a tener el impulso de gritar, de hacer mil cosas…
- ¿Qué pasa Steve? – dijo el rubio ahora nervioso
- …pero necesito que te mantengas en silencio – le agarro la mano y entrelazo sus dedos –. Aprieta mi mano si no puedes más, si quieres rompe los huesos de mi mano, pero no hables.
- ¿Tan grave es? – dijo el rubio nervioso
- Danny, Steve – dijo Lu entrando –, ya es hora
- Recuérdalo amor – dijo Steve –, estoy aquí, contigo – y por primera vez en días Danny sonrió sinceramente
Se lavo la cara y respiro hondo. Tal como se lo pidió Steve lo agarro de la mano dispuesto a pasar así el resto de su vida, o al menos unos minutos mas. Volvieron a la corte y el juicio se reanudo. La parte demandada dijo tener nuevas pruebas por lo que se le dio espacio para presentarlas. Al principio el abogado de Rachel protesto contra ello pero tuvo que dejar que se presenten, ya que Stand dijo que por ellos no había problemas, Rachel iba protestar pero fue callada por su marido cuando este le pregunto si tenía algo que ocultar. Los videos de Grace haciéndose cargo de la casa y maltratada por su madre conmocionaron a toda la corte. No eran los que Danny había visto antes, estos eran más fuertes. En ellos Rachel la golpeaba con una varilla de fierro en lugares específicos que no quedaban a la vista. La encerraba en una habitación pequeña y no le daba alimentos llamándola “niña mala”. También se veía como maltrataba al pequeño Charlie golpeándolo, gritándole, no aseándolo por lo que el niño lloraba durante horas mientras ella leía revistas o nadaba en la piscina. Todos los presentes estaban indignados y lo murmuraban. Rachel miraba furiosa a Danny que tenía los ojos cerrados, pero una lágrima se le escapaba
- ¡Todo esto es tu culpa! – grito la mujer y Steve sintió como Danny se tensaba –. Si hubiese sido un poco más hombre y saber atender a tu familia. Darnos a Grace y a mí lo que necesitábamos, pero no, siempre fuiste un mediocre que ahora me quiere quitar a mi hija
- Ahí se equivoca la señora Edwards – intervino Helen poniéndose de pie – mi cliente no quiere quitarle la custodia de su hija. No su señoría. Mi cliente exige la custodia definitiva de sus dos hijos, Grace Williams y Charlie Edwards
- No hables – le susurro Steve cuando Danny quiso decir algo – confía en mi
- Orden – dijo la juez – en la sala. Orden en la sala. Abogada ¿se da cuenta de que su cliente pide la custodia de un niño que no es suyo? – pregunto sorprendido
- Eso es lo que la señora Edwards hizo creer a todos, señora juez – dijo Helen presentando unos papeles a la juez –, ya que le oculto a mi cliente su paternidad sobre este sin importarle que la vida del menor dependiera de ello, dado que sufre HLH y precisa con suma urgencia un trasplante de medula. Trasplante que es muy probable que solo mi cliente sea el único posible donador – toda la sala estallo en protesta
- Es mentira – grito Rachel –. Stand es el padre de Charlie
- Orden – dijo la juez – en la sala. Orden en la sala.
- ¿Steve? – dijo Danny mirándolo sorprendido – ¿Tú sabias eso?
- Luego amor – dijo Steve abrazándolo –, luego. Confía en mi
- El señor Edwards escucho accidentalmente una conversación de su esposa con una amiga – intervino Thomas Smith, el abogado de los Edwards – donde esta decía tener la certeza de que su ex marido era el padre biológico del menor, pero que prefería buscar la medula compatible por otro lado antes de aceptar públicamente la paternidad del señor Williams
- Charlie es tu hijo – dijo la mujer desesperada – ¡tu hijo! ¿Cómo puedes dudarlo?
- Ante estos hechos – continuo Smith – el señor Edwards se contactó con el comandante McGarrett, quien le facilito cabellos del señor Williams. Se hicieron cuatro pruebas diferentes en dos laboratorios diferentes
- ¿cuatro pruebas? – pregunto la juez
- Si señor – dijo Smith –, cuatro pruebas. En cada laboratorio se hicieron dos. Una del menor con el señor Edwards y otra con el señor Williams. En ambas el resultado fue el mismo. El señor Williams es el padre biológico del menor
- Orden – dijo la juez – en la sala. Orden en la sala.
- Es por eso que el señor Edwards – continúo Smith – renuncia a sus derechos sobre el menor Charles Edwards en favor del señor Danniel Williams – Danny mira a Steve sonriendo sorprendido –. Pero quiere dejar constancia ante esta corte que no es falta de amor hacia este, sino todo lo contrario, y solo está viendo por su bienestar
- ¡Es mi hijo! – grito Rachel –. No es su custodia la que está en juego
- Basta – dijo la juez golpeando su martillo –, basta. Abogada Smith ¿está segura que su cliente está dispuesto a asumir su responsabilidad como padre del menor?
- Si su señoría – dijo Helen
- Esta corte entrara en receso de diez minutos – dictamino la juez – para que el jurado delibere
- Danny, no me hagas esto – suplico Rachel acercándose llorando – No me quites a Grace, por favor
- Te acuerdas que te dije que dejaras que Danny viera a Grace por las buenas – dijo Steve sonriendo – o convencería a Danny que desista de exigir que le devuelvan el derecho de ver a su hija dos días a la semana, ¿ya vez? Lo logre. Y también veo que no seguiste mi consejo, no cuidaste a Charlie. Qué pena.
Al regresar el jurado a la sala, se reinició la sesión
- Señores del jurado – dijo la juez – ¿tienen el veredicto?
- Si señoría – dijo el presidente del jurado y le entrega un papel al oficial quien a su vez se lo entrega a la juez quien lo lee
- Tiene la palabra – dijo la juez
- Este jurado considera que lo más recomendable para los menores Grace Williams y Charles Edwards – dijo el presidente del jurado – es que se le entregue su custodia definitiva a su padre biológico, Danniel Williams – todos aplaudieron mientras Rachel gritaba desesperada – y se sentencia a la demandante a cinco años en la penitenciaria de Honolulu por abuso infantil, una vez cumplida su condena no podrá acercarse nuevamente a los menores – todos gritaron más eufóricos aun – orden en la sala – dijo la juez.
- ¡No! ¡No! ¡Son mis hijos! – gritaba Rachel – ¡No me los pueden quitar!
- Se levanta la sesión – ordena la juez golpeando su martillo
- Felicidades – dijo Helen dándole la mano a Steve y a Danny que se abrazaron sonriendo felices
- Gracias – dijo Danny emocionado –. gracias
- Steve lo hizo todo – dijo ella sonriendo
- Gracias – dijo Danny besándolo
- ¿Ves que tenías que confiar en mí? – dijo Steve acariciándole el rostro –. Te amo
- Y yo a ti – dijo Danny sonriendo –, Neanderthal
- Danny, no me hagas esto – suplico Rachel acercándose llorando – llévate a Grace, si quieres, es como tú. Déjame a Charlie
- ¡Estas enferma! – dijo Steve
- No te metas – exigió la mujer – esto es entre mi marido y yo
- ¿Tú marido? – dijo Steve sorprendido – ¡no vuelvas a decir eso nunca más! – exigió el moreno – Danny es mío. Yo si lo amo. En cambio tú…
- ¡Steve – suplico Danny deteniéndolo – olvídalo!
- Señores – dijo Helen sonriendo – vamos a ver a los niños
- Felicidades – dijo Stand acercándose
- Yo… gracias – dijo Danny emocionado – no sé cómo…
- Son tus hijos – dijo Stand –, yo solo…
- Danno – dijo Grace lanzándose a sus brazos
- Monito – abrazándola
- Danno no quiero ir con ella – suplico la niña
- Nunca más, mi amor – dijo este – nunca mas
- Miren quien está aquí – dijo Steve con un bebe en brazos
- Charlie – dijo Danny sonriendo emocionado –, hola bebe, soy yo, Danno, tu papá
- Danny – dijo Stand y este lo miro mientras Steve lo abrazaba – yo sé que no tengo derecho a nada, son tus hijos – Danny y Steve se miraron entre si – entiendo si no me quieren cerca… – y su voz se le quebró
- Siempre serás bienvenido en casa – dijo Danny sonriendo
- Mi intención nunca fue alejarte de los niños – dijo Steve
- Seré el mejor tío que puedan tener –, dijo acariciándole el cabello a Charlie – sobre su operación…, me gustaría cubrirla
- No es necesario – dijo Danny
- Por favor – suplico Stand –. Sé que gastaron todos sus ahorros en el restaurant. Ya luego me lo pagan
- Gracias – dijo Danny –, nunca olvidare esto.
- Cuídalos – dijo Stand y se fue
- ¿Nos vamos a casa? – pregunto Danny
- Sobre eso – dijo Steve – Kono te llevara a su casa. Yo pasare luego a recogerlos
- ¿Dónde vas? – dijo Danny nervioso
- Confía en mi – dijo Steve sonriendo mientras le topaba los labio – te amo.
- Steve – dijo Catherine detrás suyo
- ¿Te vas con ella? – susurro Danny
- No seas celoso – dijo Steve sonriendo –, es a ti a quien amo. Cuida a papá por mí – dijo abrazando a Grace –, que no se meta en problemas mientras regreso
- Se queda conmigo – dijo Danny –, no contigo
- Por eso te amo – dijo Steve sonriendo besándole los labios a Danny y la frente a Charlie antes de irse con la teniente
Danny vio que Helen recogía sus cosas por lo que coloco a Charlie en los brazos de Kono y le ordeno a Grace que lo esperara
- ¡Helen! Espera por favor – dijo Danny acercándose cuando está giro para mirarlo – yo… sobre tus honorarios…, se que tomast…
- Steve ya me cancelo – dijo esta sonriendo – no te preocupes. Solo disfruta de lo que la vida te esta regalando
- No entiendo – dijo el rubio confundido – ¿Te canceló? ¿Tú no tomaste el caso para devolverle un favor personal a Steve?
- ¿Un favor? – pregunto la mujer intrigada
- ¿Hace cuanto conoces a Steve? – pregunto Danny intrigado
- Bueno, Steve y yo nos conocemos hace años – dijo ella –. Salimos un tiempo, pero no paso a mayores. Yo conocí a mi esposo, forme mi familia…., ya sabes, quedamos como amigos. Es mas, a veces nos visita en casa. Michel, mi esposo, y Steve terminaron también siendo grandes amigos. Y es que Steve es genial con los niños
- Lo se – dijo Danny sonriendo con su mejor cara de detective
- De hecho, le ofrecí mis servicios como tal, pero dijo que no quería que tú malinterpretaras las cosas – dijo ella
- Te entiendo – dijo Danny
- No te preocupes – dijo la mujer sonriendo
- Una última duda, ¿A cuanto asciende la deuda?
- Eso no te lo puedo decir – dijo Helen – pero barato no fue, eso te lo puedo asegurar. Modestia a parte, mi efectividad cuesta. Lo que si te puedo decir es que no le costo tanto como le hubiese costado a un desconocido
- Gracias Helen – dijo el rubio sonriendo y estrechándole la mano – Muchas, muchas gracias
- Sigue mi consejo – dijo ella sonriendo – no te preocupes por nada y solo disfruta de lo que la vida te está regalando. Permiso