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El doncel indomable por Elbuhoconlentes

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Notas del capitulo:

Que les puedo decir estoy más que feliz, está es la primera historia que llega asu fin, les agradezco inmenzamente a todos los lectores que formaron parte de ella, el simple hecho de que leyeran un cap Fue lo mejor para mi, gracias por todos sus comentarios y bueno espero que les agrade el final.

 

quiero agradecer  a " beta fer " por ayudarme con la historia.

 

mil gracias a todos !!!! 

Una boda en el presente honra el amor del pasado…
 
Naruto no lo podía creer, le era impresionante lo coprichoso que podía llegar a ser el destino, la vida y hasta tal vez el universo entero, tantos días le pasaron con aquel sufrimiento que de a poco perforaban su corazón, casi como aquella gota de agua, que totalmente inofensiva, cae sobre la piedra sin acción aparente, pero que con el pasar de los años va dejando una cicatriz en ella, tan visible, tan real, tan sorprendente, eso mismo le había ocurrido, día tras día su corazón sufría, anhelando, deseando y orando para que el amor regresará a su vida, y pasaron tantos años, que en un punto, pensaba si no era mejor rezar para que la resignación llegara a el, desesperadamente intentaba convencerse de que a veces, simplemente el amor no podía hacerle frente al destino, y claro que dolió cuando lo pensó, dolía malditamente a cada segundo, dolía en cada palpitar al recordarlo, dolía con cada suspiro que por su recuerdo liberaba, dolía en sus pensamientos, y el dolor es un agente que te acobarda, el dolor te hace creer que es mejor no luchar por algo, para no seguir “sufriendo” , y peor aún, una vez que piensas que no mereces ese dolor, llega la cobardia, y ella casi se planta al lado tuyo, susurrando apenas a tu alma, ¿para que seguir adelante?, ¿por qué tienes que ser fuerte?, y las preguntas inundan una a una la mente, ahogando cualquier rastro de esperanza, es entonces cuando el corazón sale a la lucha, por qué la mente es débil pero los sentimientos no, y te muestra aquellos momentos de felicidad que viviste, y aquello podría ser un simple trozo de madera que le mantenga a flote, y de él se aferró, se aferró como ahora se aferraba al cuerpo de sasuke. Para sentir su calor, para sentir su presencia, para sentir esa ola de sentimientos que se transmitían, se aferró también a menma, sin intentar siquiera entender la grandeza de lo que es ser padre. Ahora solo quería disfrutar de ellos, quería tomarlos de la mano y caminar todo sendero que la vida les pusiera adelante, pero juntos.
 
Y para sasuke era lo mismo, las ideas pasaban por su mente tan rápido como si de ralampagos se tratasen, cimbrando su ser completo, liberando en el una mezcla de emociones , alegría, la alegría de ver a esa persona amada, la alegría de saberla suya aún con el pasar de los años, la alegría de poder estrecharla entre sus brazos, angustia, la angustia de no saber qué pasaría después, la angustia de pensar en poder tenerlo, la angustia de que el tiempo pudiese haber mermado más de lo que a simple vista se era capaz de notar, tristeza , la tristeza de recordar los errores, de saber los malos entendidos y de pensar en que las cosas podían ser diferentes. Y si, el azabache debía aceptar,  que sentía vergüenza, por qué en ese punto no sabía si era el, si era menma, o el mismo Naruto quien lloraba tan fuerte, o tal vez , era que el llanto de los tres se mezclaba en una sinfonía que a pesar de lo desafinada, a pesar de la poca coordinación, y los sentimientos por la que brotaba, venía a ser como aquella canción de cuna, que en medio de la noche tenebrosa y oscura, una madre canta a su pequeño, haciendo que su corazón se tranquilice y pueda regresar a la calma. 
 
Y qué decir de menma, que aún que incapaz de entender todo lo que sentía, era testigo de lo maravilloso de la vida, cuanta razón tenía su padre óbito, pues no había sentido nunca algo como lo que ahora tenía a su corazón eufórico, cuanto le agradecía por aquellas pláticas, por su tiempo, por sus enseñanzas, pero sobretodo, cuanto agradecía por ese corazón tan noble y honorable que latío  en su pecho, por qué óbito jamás lucho por alejarlo de su padre, jamás utilizó como ventaja el poder tenerlos cerca, jamás dejo de luchar por la idea de que debían reencontrarse, y menma estaba seguro de que era el mismísimo óbito, aquel que los guió durante su trayecto, aquel que durante las frías y crueles noches les observaba desde alguna estrella o Lucero, por fin entendía, las palabras de su padre sasuke el día en que óbito partió de la tierra para vivir en aquel mundo donde las nubes serían su nuevo suelo. .
“ El es todo un caballero, uno capaz de seguir peleando a nuestro lado, capaz de seguirnos protegiendo, y de ahora en adelante, levantaremos la vista al cielo para sonreírle y decirle que al igual que el nosotros también le amamos” . 
El joven también entendió en ese momento la tristeza de Naruto, quien mejor que el para darse cuenta, de que óbito era un ser único? , un ser que busco siempre la felicidad de todos por qué simplemente eso le hacía feliz a el.
 
Y el tiempo de desahogos, fue sucumbiendo poco a poco, hasta que llegó el momento de las alegrías y las sonrisas, donde ahora las palabras se formaban un tras la otra esperando salir y ser escuchadas, y el joven veía a sus padres con aquellas sonrisas tan sinceras, les escuchaba hablar y entre frases también les veía besarse.
 
Ciertamente Naruto seguía encantado con sasuke, aquel doncel que recordaba delgaducho, ahora poseía un cuerpo más robusto, pero eso le enamoraba aún más, tanto como las finas arrugas que de apoco parecían comenzar a instalarse en su rostro, llevó sus dedos hasta el cabello del azabache, aquellas hebras seguían igual de finas, suaves y delicadas al tacto, pero ahora eran más valiosas, pues el tiempo comenzaba a dejar sus marcas en ellas, y de ahora en adelante adoraría cada cabello que bajo su mirada y su atención se volviera plateado, notó que sasuke también analizaba los cambios que el mismo había tenido, un poco de vergüenza y miedo fue la primera ola de sensaciones al sentirse bajo la mirada de aquellos echizantes ojos negros. ¿ Qué pensaría sasuke ahora que notara que el cabello rubio, aquel del que tanto se jactaba por ser un iman para donceles y mujeres, ahora luciera un color deslavado, perdiendo algo de vitalidad y con ello abandonando algunas de las zonas que antes cubría en su frente?. Qué pensaría ahora que aquel cuerpo fuerte, que presumía de los músculos que bajo su piel se marcaban ahora era solo un buen recuerdo? Pues solo quedaba alguno que otro rasgo de aquellos tiempos. Y más preocupante aún, que reacción tendría sasuke al ver aquella cicatriz en su rodilla, que venía a ser un hundimiento de carne y piel, que deformaba completamente la forma del muslo y la rodilla, con aquel color entre rojizo y café, que a el mismo le avergonzaba ver y que no solo mermaba el aspecto físico sino también el funcional? ,  sasuke estaría dispuesto a caminar a su lado, con su mano entre lazada a la suya, sin tener vergüenza del como les miraría la gente ante esa tan extraña y evidente cogera? 
 
Y el rubio fue rescatado de aquellos atroces pensamientos, pues la voz de sasuke le llamaba una y otra vez hasta que entro en su mente y le hizo salir..
- Naruto, la gente nos está observando – fue lo que sasuke le dijo, y el rubio noto aquel hermoso sonrojo de vergüenza en el azabache.
- Es la envidia de ver a dos personas que se aman reencontrarse – le contestó en un intento por hacer de menos la situación. 
- Entonces creo que ya han sentido mucha – apuntó sasuke mientras le regalaba un beso más. – será mejor no causar tanto alboroto – mencionó sasuke al tiempo que tomaba fuerte la mano de menma que comenzaba a levantarse . – tu jovencito, sube al barco, hinata e itachi te esperan – menma volvió la mirada hasta Naruto implorando con ella por ayuda.
- Sasuke, antes de eso quisiera pasar tiempo con los dos, no crees que los castigos y regaños pueden esperar? – y ante la pregunta del rubio, sasuke se sintió débil, claro que todo podía esperar, el mismísimo mundo podía esperar, el doncel simplemente asintió, soltando del agarre a menma.  – quiero llevarlos a casa, deben comer algo antes de descansar y después si tú a si lo quieres, podremos platicar hasta saber el más mínimo detalle de nuestras vidas. 
- Si – fue todo lo que sasuke contestó . 
 
Itachi y hinata fueron los que organizaron todo, contrataron tres carruajes para su transporte, dejaron uno de ellos ser ocupado solo por Naruto y sasuke,  ya que hinata ayudada de itachi, impidió todo intento de menma por viajar con ellos, los adultos sabían que la pareja necesitaba de tiempo a solas, pero no mentirían, también querían tener la oportunidad de hacerle unas cuantas preguntas al joven, el segundo carruaje fue abordado por ellos tres , y en el último se transportaban algunas de las pertenencias que llevaban consigo. 
Sasuke viajaba en aquel carruaje sentado al lado de Naruto, sus manos no se separaban en ningún momento, ni cuando el azabache casi con infantiles impulsos se asomaba por la ventana, maravillado con aquella ciudad de calles empedradas y banquetas estrechas, la algarabia de las personas en este lugar distaba de las de irlanda, aquí todos iban con un caminar apresurado  y con sus mentes muy alejadas de sus cuerpos, le sorprendía también las vestimentas, parecían tan ostentosas, las mujeres usaban tal vez el mejor de sus vestidos, mientras algunos de los donceles usaban largas túnicas muy bien portadas y de telas que parecían ser finas, o en su caso, vestían algún traje, que realzaba la anatomía de sus cuerpos, adornando las telas con algunos pliegues u holanes que venían a endulzar el conjunto.
 
- Es tan… diferente – mencionó aún asombrado sasuke.
- Lo sé – le contestó Naruto mientras lo veía con ternura.
- Mira eso – le dijo sasuke impresionado al pasar por una tienda donde la ropa se exibhiba atea vez de los aparadores . 
- Quieres ver un poco de la ciudad? – le preguntó el rubio y sasuke asintió con algo de vergüenza, 
Así que el rubio pidió al hombre del carruaje parar  por un momento, dejo  que los otros carruajes les alcanzarán y luego les dio las indicaciones necesarias para que llegaran hasta la mansión, no se sintió preocupado pues sabía que menma serviría de guía, así que ellos dos caminaron por las banquetas en la asombrosa Londres, bajo la mirada de sus ciudadanos, qué tal vez atraídos por la visión de aquel doncel de una altura tan extraña, quien vestía un pantalón café, de tela que parecía rígida al tacto, con unos simples botines desgastados por el uso, una sencilla y nada elegante camisa blanca, gruesa y sin adornos, con el cabello suelto, que a pesar de no llevar arreglo alguno caía completamente liso hasta la altura de sus hombros, y este sujetaba con fuerza el brazo del rubio, haciendo la función de apoyo, pues este último, a pesar de ir bien vestido, y ser un hombre presentable, caminaba con un raro tambaleó, manteniendo siempre una de sus piernas con una rigidez casi extrema, pero las miradas de todas esas personas a  pesar de ser agudas cuál punta de aguja, no lograba reventar la burbuja que los cubría, pues inmersos en su platica el mundo les era totalmente ajeno, y Naruto se sentía más que cómodo, pensando que jamás utilizaría aquel bastón de nuevo, que importaba si tenía que ir de rodillas con tal de estar al lado de sasuke,  y el azabache por su parte, sabía que no debía cambiar nada de él, pues  Naruto le aceptaba, y Londres les ofrecía un espectáculo nuevo en cada esquina, ellos se tomaron todo el tiempo que sintieron necesario, visitando tiendas de ropa, en las que no compraban nada pero se divertían con las distintas apariencias que adoptaban, visitaron también algunas tiendas de muebles y ya más entrada la tarde, descansaron en lo que parecía un restaurante,  y el sol poco a poco se fue ocultando, advirtiéndoles con ello que debían volver a aquella casa.
 
El regreso fue tranquilo, las emociones se habían permitido un descanso, por lo que ya podían platicar de temas menos elaborados pero que los seguía haciendo disfrutar de la mutua compañía, al llegar a la mansión, nuevamente algunos sentimientos afloraron, los padres de Naruto fueron esta vez los protagonistas, entre un ambiente agradable, la noche por fin los alcanzo, ahora Naruto estaba solo en su habitación, con el corazón nuevamente agitado, pues a solo unos metros de él se había dispuesto la habitación de sasuke, cuanto ansiaba dormir rodeado de su calor, dormir con la embriagadora fragancia de su ser, pero no quería apresurar las cosas, ya había cometido una vez ese error y no quería caer de nuevo en el y después de todo eran diesciseis años de tiempo lo que los separaba, por su ventana una leve brisa entraba, el canto de los grillos intentaba arrullarle, y la tenue luz de la luna, le hacía de compañía como esperando con ello alejar sus miedos, pero la inquietud seguía ahí, constante y voluntariosa, dispuesta a no dar marcha atrás, en su afán de hacerlo levantarse para ir en busca de sasuke,  lo hizo, el rubio se levantó decidido, en su corazón la seguridad de que sería bien recibido en el lecho de sasuke, le daba las fuerzas para bombear cada vez más fuerte, haciendo que el rubio casi pudiera escuchar cada latido, camino hasta la puerta y giró la perilla de esta. 
Todo su valor, toda su seguridad se vio disminuida ante la visión que tenían sus ojos, podía haber algo más hermoso en el mundo?, y , realmente el lo merecía?, sasuke le miró con aquellos ojos negros en los que aún se reflejaba la promesa de que la vida a su lado era la mejor de las aventuras, le sonrió con aquellos labios, que dispuestos a entregar su aliento, serían una fuerza arrolladora que les permitiría salir a flote de cualquier problema, el doncel extendió sus brazos para rodear su cuello, el sentimiento que ese gesto  contenía, la voluntad de un corazón qué aún herido y agotado, buscaría hasta el final siempre estar a su lado,  con sus labios unidos en un beso que infundía cariño y deseo, con los brazos rodeando el cuerpo contrario, formando un escudo en contra de todo lo alguna vez sucedido, Naruto camino con cuidado, dando paso tras paso hasta llegar a su cama, el momento fue mágico, ver a sasuke recostado en ella, iluminado por la tenue luz, que realzaba el misterio y belleza por demás natural, no perdió tiempo y se colocó sobre el , dejo descansar su cabeza sobre el pecho del azabache, quien con delicadas caricias peinaba una y otra vez sus cabellos. 
- Espere tanto para poder tenerte en mis brazos – le hablo el rubio. Mientras que una que otra lagrima salía de sus ojos.
- Y yo soñé tanto con esto – le respondió el azabache – pero ahora, el tiempo de espera ha terminado, y todo sueño se ha vuelto realidad… ya no hay nada a lo que temerle, ahora estamos juntos, y si en este momento la muerte se presentará ante nosotros, creo que tendría miedo de siquiera intentar separarnos. – Naruto beso la mano de sasuke.
- Como puedes ser tan valiente , como puedes no temerle al futuro – pregunto el rubio. Y el azabache le sonrió antes de contestarle.
- No soy valiente, y claro que le temo al futuro, pero, he vivido temiendo lo suficiente como para saber, que el presente es lo único importante, y si en el estás tú y menma, entonces es como ser invencible. 
 
Fue sasuke quien en un momento tomo el rostro de Naruto entre sus manos, guió su cara hasta la suya, y beso sus labios con una pasión desenfrenada,  sus alientos los llenaban de calor, de fortaleza, las caricias no se hicieron esperar y una tras otra, ayudaba a sus cuerpos a despojarse de aquello que les estorbaba, que importaba si el tiempo cambiaba la forma de un cuerpo?, que importaba si algunas zonas perdían la elasticidad o firmeza que en la juventud tenían?, y teniendo frente a frente la desnudes no solo de sus cuerpo si no también de sus almas comenzaron a amarse,  pues sabían, que lejos de la apariencia de algo tan efímero como lo era la belleza de lo físico, lo más importante era mantener la belleza de los sentimientos,
 
- Te amo, te amo tanto, tú eres mi vida, cada latido de mi corazón es por tu causa, cada pensamiento tiene su origen en ti, y por ti quiero vivir -  el rubio repartía besos sobre sasuke, - quiero amar todo de ti, tu cuerpo, tu alma, que seamos uno, verte vivir, disfrutar, reír y llorar, pero a mi lado, quiero poder sostener tus manos, quiero que nuestra vida juntos sea larga y llena de dicha, que los años nos pasen, dejando su huella en nosotros para a si poder ver cómo te vuelves aún más hermoso.
 
Y en ese acto casi divino,  donde sus pieles hablaban un lenguaje diferente, Aquellas cicatrices que antes eran evidentes ahora no  significaban nada,  sasuke beso con cariño aquella zona en la pierna del rubio, besos que sanaban, besos que aceptaban, besos que venían a demostrar una vez más lo grande que el amor volvía a una persona, el rubio hizo lo mismo con aquellas cicatrices que atravesaban el abdomen y espalda del doncel, incluso beso con ansias aquellas estrías que habían quedado grabadas.
Y esa noche Naruto recorrió con sus labios la piel de sasuke, que cubierto en la más fina y sensual capa de sudor se ofrecía a el, con la seguridad de que eran el uno para el otro, los labios de Naruto también tocaron aquellos aún delicados pezones, que le brindaban un placer casi absoluto, beso su abdomen hasta detenerse  a la altura de su miembro, y le resultó fantástica la idea, lo hizo suyo metiéndolo en su boca, dejando que su lengua acariciara cada suave espacio, se permitió recorrer aquel pene desde su base hasta su punta, sin desesperacion ni morbo, simplemente amando, amando cada gemido de sasuke, amando cada contracción en su cuerpo, amando la forma en que su espalda se arqueaba en busca de más contacto, dejo de prestar atención a aquella zona por un momento, y volvió a besar al azabache, la forma en que ambos correspondían a sus muestras de afecto iba más allá de lo humanamente posible, y en la reacción más natural y normal sasuke abrió sus piernas , dandole la bienvenida al cuerpo del rubio, cuyas cadera se acoplaban perfecto entre ellas, la unión de ambos fue sublime, enviando miles de sensaciones atraves de sus cuerpos que en solo un segundo los recorriéron de pies a cabeza, Naruto pudo sentir con la nitidez de la realidad que vivía, el como su pene se abría paso en la carne del azabache, sintió la calidez y la humedad rodearlo, el placer y la familiaridad, no fue consiente de que sus lágrimas brotaban, pues el placer no solo parecía derretir su cuerpo, si no también su corazón, en sasuke una reacción igual se había dado, sus miradas se cruzaron, casi hablando con ellas, un beso más volvió a unirlos al tiempo que Naruto comenzaba con las embestidas , cada vez más rápidas, cada vez más profundas, cada vez más necesitadas, pero siempre correspondidas. 
La noche fue perfecta, entre el olor y calor que inundaron la habitación, entre los sonidos y las declaraciones de amor, entre aquella forma en que se acoplaban fundiendo sus cuerpos en uno mismo, en esa forma en la que sus corazones presa de la emoción y el momento , latían con rapidez pero corrdinados, y sobre la cama, que ofrecía un sitio seguro y la intimidad necesaria, se dejaban ver dos siluetas que delineadas por  el efecto de luz y sombra disfrutaban del placer de amarse, pues Naruto estaba sentado en ella, con el cuerpo de sasuke sobre el, sus espaldas rectas solo se encorvaban un poco cada vez que subían y bajaban, en aquel ritmo que marcaba su unión, y Naruto tenía rodeadas las caderas del azabache que como en una danza también se movían de atrás hacia adelante, en aquella pocision el rubio tenía a su alcance aquellas marcadas montañas de tejido que adornadas por los pezones recibían con gusto y apremio cada uno de sus besos, el orgasmo les llego, como un premio a todo lo vivido, como el broche de oro con el que se aseguraban, de que el tiempo no había borrado nada,entre jadeos  y respiraciones forzadas  lo qué resto de la noche la pasaron con  sus cuerpos desnudos y sus piernas enredadas entre ellas, mientras se permitían soñar en la tranquilidad de volver a estar juntos, una sabana se negaba a cubrirlos por completo, como si su intención fuera no esconder aquello que había pasado. Y a la manaña siguiente aquello seguía siendo solo  su secreto, un secreto del que disfrutaban dedicándose miradas y sonrisas furtivas, con pequeñas caricias y roces.
 
 mientras desayunaban, un tema en especial mantenía a sasuke con la emoción de un niño pequeño, Naruto le reveló que su querido susano vivía en esa misma casa, fue una acción inmediata en la que el doncel se puso en pie, y sin conocer aquel lugar , recorrió con urgencia sus pasillos, hasta por fin salir, frente a él, los establos no llamaron su atención, fue directo  hasta el gran campo que hacía de patio trasero,  ahí estaba el ahora viejo caballo, viéndolo de frente, con aquella presencia solo digna de el. y el caballo avanzó con calma hasta llegar a su lado, las manos del doncel fueron directo a acariciar su frente y susano recibió el gesto con gusto.
 
- Jamás lo pude montar – les interrumpió Naruto – tampoco pude dejarlo en algún establo, casi podía ver su alma secarse cuando lo hacía, siempre pensé, que es como un castigo para el, tener que estar a mi lado, pues lo suyo es el verde de aquellos infinitos campos, el azul del interminable cielo, la compañía de las montañas, el riesgo de los acantilados, y la belleza de las playas …  y sé que, por más grande que sea este patio, el se siente aprisionado. – Naruto bajo por un momento la mirada, cuanto odiaba sentirse cobarde, cuanto odiaba serlo -  también se, que tú te sentirás de la misma forma si te pido quedarte aquí, en Londres conmigo. – termino de hablar con algo de tristeza. Pero sasuke lo tomo de la barbilla haciéndolo que levantara el rostro, en ese momento Naruto recordó lo alto que era su amado, hasta cierto punto le era cómico que el tuviese que echar la cabeza para atrás con tal de verle directo a los ojos.
- Nunca, nunca pienses en eso, - sasuke beso la frente del rubio – para mi, en este momento, estar a tu lado es ser libre, - le sonrió antes de agachar su cuerpo frente a el rubio, con  una rodilla apoyada en el suelo, una mano en el corazón y la otra sosteniendo la mano de Naruto continuó hablando – yo te amo, lo entendí con el tiempo, lo sentí aún en la distancia, dependo de ti para sentirme completo, por eso, ahora que te tengo frente a mi…  lord Naruto de Inglaterra – el rubio no pudo evitar sonreír en parte por nervios y en parte por la escena que tenía frente a él – le pido me acepte a mi, sasuke uchiha de irlanda, como su esposo, no puedo prometerle que su vida a mi lado será tranquila, pero si puedo asegurarle que lo amare a cada segundo , - Naruto se agachó quedando a la altura del doncel, con algunas lágrimas que ya escurrían en sus mejillas -  que juntos buscaremos la felicidad, pero también sabremos afrontar los malos tiempos, que nuestra familia permanecerá unida siempre por el lazo de amor que tenemos y… - sasuke fue incapaz de terminar de hablar pues Naruto le había besado.
- Estás loco? Yo debía proponerte matrimonio a ti, - dijo el rubio con emoción al tiempo que volvía a besarlo , - así que sasuke uchiha, más te vale que esta vez me aceptes a mi, Naruto namikaze como tu esposo, de lo contrario prometo que te cargare y te encerraré en nuestra habitación, y te llenare de tanto amor que no tendrás otra opción más que aceptar mi propuesta – termino de hablar y luego lo abrazo. 
 
Los aplausos se hicieron presentes, sonrojando a aquellos dos adultos que veían a los padres de Naruto llorar abrazados, a itachi y hinata sonreírles mientras sus manos estaban entrelazadas y a menma con un gesto indescifrable en el rostro.
 
Tiempo después…
 
Sasuke mentiría si dijera que Londres no era bella, también mentiría si negara que extrañaba su tierra, su irlanda, pero, el sentimiento de estar en su hogar, sobre pasaba todos los demás, pues su hogar estaba al lado de Naruto, cerró los ojos intentando contener sus nervios, al tiempo que menma le ayudaba a vestir.
 
- Papa podrías dejar de moverte? – casi le exigió su hijo, pues trataba de abrochar los botones de aquella camisa Que sasuke utilizaría para la boda. 
- No puedo hijo estoy nervioso, - le contestó el azabache al tiempo que volvía a cambiar de pocision.
- Vamos papa, no es como si Naruto fuera a huir del compromiso, de hecho creo que ya ha venido un par de veces a preguntar si estás listo. 
- Lo sé, pero no puedo evitarlo, - le contestó.
- Bueno, al menos ya termine – le indicó el menor.
 
Y muy diferente a lo que pensó en un principio, el día de su boda había llegado, y aún que dicho evento no sería en un castillo, con un inmenso salón lleno de comida e invitados, ni mucho menos los ostentosos títulos de nobleza de por medio, Sasuke salió tomado del brazo de su hijo, en la puerta principal, un carruaje le esperaba, este se detuvo frente a la mansión, de el descendió Naruto, si bien su vestimenta era formal, no era en extremo elegante, su sonrisa era lo que más lucia, camino con pasos lentos, la luz del sol iluminaba el día alegrando el ambiente, y sasuke lo vio extender su mano cuando estuvo frente a él, menma los abrazo y beso a ambos  así que solo momentos después , sasuke, Naruto y menma caminaban uno al lado del otro, hasta abordar el carruaje que adornado en flores blancas, robaba la mirada de todos a su paso, el destino pactado, fue simple, ellos no necesitaban de grandes ceremonias, les bastaba con los buenos deseos de sus seres queridos, y la aprobación de los dioses.
 
En  una playa, con el mar y la arena sirviéndoles de vista, con el cielo exhibiendo el más puro color celeste, y el sol actuando como la mejor de las antorchas, se había dispuesto de una carpa  de telas blancas. Debajo de esta fueron acomodadas algunas bancas que si bien no eran vistosas, si realzaban la magia del lugar, por el medio atravesaba un camino de flores blancas, como una  alfombra  por la que caminarían los futuros esposos, los invitados ya les esperaban, los lugares de el frente, minato y kushina, al otro lado, fugaku, itachi y hinata, los tres bajaron del carruaje, caminaron bañados en la cálida y salada brisa, menma camino detrás de ellos, como queriendo grabar aquel momento en lo más profundo de su corazón,  una pequeña mesa había sido dispuesta como altar al sacerdote que oficiaria la ceremonia. Entre las palabras y múltiples bendiciones, aquella unión se vio pactada, no hubo anillos que intercambiar, no hubo ningún bien material que sirviera para eso, no lo necesitaban, pues eran sus almas las que se unían, y de que servía lo material en un lugar donde lo intangible como el amor existia?. Así que como un ritual sagrado que daba fin a dicha ceremonia aquellos dos se besaron, de fondo el ruido de aplausos y las olas del mar al romper sobre la playa  se escuchaba. 
Menma vio a todos levantarse, pero no fueron hasta donde sus padres, pues todos entendían que lo que necesitaban ahora era solo la intimidad de su mutua compañía, el estuvo apunto de ir tras los demás adultos, pero en un llamado silencioso, sus padres le indicaron que su lugar era al lado de ellos, y el joven camino hasta ellos, sintiéndose con el cobijo y protección de esas dos personas, vio a sasuke besar el ramo de flores que tenía entre sus manos, y en un gesto delicado, liberó aquellas flores al mar.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, conocía esa mirada en el rostro sasuke, era la misma mirada de alegría y cariño con la que veía a óbito. 
 
- Gracias óbito, gracias por amarnos de esta forma – fueron las palabras de sasuke, que con una delicada sonrisa veía como el mar por medio de sus suaves olas,  se llevaba a las profundidades aquel ramo que  cumplía la función de mensaje.  
- Gracias por mantener a nuestra familia a salvo, y gracias por guiar su camino, - mencionó Naruto al tiempo que se agachaba para tocar con la punta de sus dedos, la espuma que las olas generaba. – gracias por ser un padre para menma, gracias óbito, gracias por ser un verdadero amigo -   y menma fue incapaz de contener su llanto.
- Gracias por tus consejos, gracias por tu tiempo, gracias por todo padre- le dijo menma. Que estando de rodillas en el arena dejo salir unas cuantas lagrimas – ahora padre, ya estamos juntos, tal como querías, así que más te vale cumplir tu promesa y seguir a nuestro lado. – y Naruto y sasuke se hincaron también en la arena, abrazándose y a menma con ellos.
 
Así que ahí frente al mar, frente al cielo, el sol, y los dioses, aquella familia estaba ahora reunida, y era cierto que faltaba la presencia de óbito en cuerpo, pero eso no aminoraba la presencia de su alma, que con su propia fortaleza, había luchado hasta el final, todo por lograr hacer realidad esa estampa, en donde solo la felicidad tenía cabida, y que importaba el futuro, que importaba el pasado, si todo lo necesario para ser felices lo tenían ahí mismo. 
 
Y así  terminaba aquella historia, en la que  si bien, la vida en un principio parecía haber jugado con ellos de formas caprichosas y por demás crueles y sin sentido, en realidad no eran más que, una forma para verlos reunidos, por qué el destino parecerá injusto y sobre la marcha se tomaran decisiones erradas, pero que sería de la vida sin los errores que te enseñan a valorar y te hacen aprender cada día? 
 
Y en aquella playa, Naruto, sasuke y menma, agradecían por cada instante de tristeza, por cada lágrima, por la felicidad, por cada risa, por cada bienvenida y cada despedida, y era seguro que en algún punto el camino volvería a ponerse difícil, también era seguro que en algún punto habrían nuevas separaciones, pero por ahora solo les bastaba con que ese momento era de ellos, y para ellos, era algo eterno, Naruto volvió su vista hasta sasuke, aquel brillo en su mirada y su piel resplandeciente en felicidad le hicieron sonreír también a el, no cabía duda, la vida era más que misteriosa, y en ella había aún tantas cosas por descubrir y qué mejor que estar en esa aventura junto a aquel doncel que simplemente era… indomable.
 
 
 
Fin
 
 
 
Notas finales:

Mil gracias a todos por su apoyo!!! 

 

Lamento  si hay faltas de ortografía o nombres cambiados.

 

gracias por darle una oportunidad a este fic 


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