Los ruidos del popote eran muy molestos, parecía que inclusive quería sorber el vaso.
-Oye Kuroko, tengo más dinero así que siempre podemos ir a comprar otra.
-Está bien, con esta es suficiente.
-No parece –Kagami deposito un beso en su mejilla –Yo te comprare todos los batidos que quieras.
-Si…
-Oye que pasa.
-No pasa nada.
-Te conozco Kuroko, tienes algo, dime que pasa.
-No es nada Kagami-kun.
Ellos estaban sobre el piso de la casa de Kagami, el mayor recargado en el sillón, entre sus piernas tenía a Kuroko y lo abrazaba mientras este frenético bebía su batido.
-Tenemos 2 años de estar saliendo, dime que pasa.
-No es nada.
-Entonces no te dejare hasta que me digas que pasa –Se agacho un poco hasta su cuello y comenzó a dar leves mordidas, acción que hizo que Kuroko se contrajera .
-¿Enserio quieres retarme?
-¡No!, discúlpeme por favor… -Kuroko rio un poco.
-Ayer fui por los resultados al doctor…
-¿Y qué te dijo? –Kuroko se quedó en silencio –Oye Kuroko, no me asustes así por favor.
-No es nada grave.
-Entonces dime.
-Te digo que no es grave.
-Si no lo es dime.
-….
Kagami se quitó de donde estaba y se puso frente a él, mirándolo.
-Sea lo que sea, me quedare contigo.
-Kagami-kun...
Kagami tomo sus manos y las apretó fuertemente esperando la respuesta.
-El doctor dijo que soy doncel.
Kagami se le quedo viendo serio.
-Puedo embarazarme.
La mirada seguía fija en el menor .
-¿Co…como…?
-Kagami-kun, cuando tú metes tu pene a mí…
-¡¡YA SE COMO, YA SE COMO, NO TIENES PORQUE EXPLICARLO AHORA!!
-Kagami-kun es tan inocente, que me veo en la necesidad de explicarle.
-¿Inocente yo?
-Eres la persona más inocente que eh conocido.
-Y…. ¿Qué hay de cuando te hago gritar y gemir? –Un leve sonrojo se logró ver en Kagami, Kuroko conservo su aspecto calmado.
-Entonces ahí ya no está Kagami-kun, sino Taiga-kun.
Kagami lo tomo de su mejilla con una mano y lo acerco a su rostro, quedaron a milímetros.
-No me provoques así.
-No te estoy provocando Taiga-kun.
-sabes lo que pasa cuando me llamas por mi nombre.
-¿Qué se supone que pase…. –Kagami le dio una mirada seria, pero su cara estaba totalmente sonrojada -…Taiga-kun?
Kagami se abalanzó sobre él y comenzó a besarlo frenéticamente, sus lenguas exploraban cada parte de la boca del otro, algo que adoraba Kagami era que sus besos tuvieran sabor a vainilla.
-No solo eres la persona que más amo, sino que además me darás hijos –Lo abrazo tan fuerte que sus cuerpo prácticamente parecían uno.
-Si es que sigues conmigo.
-No seas tonto, tú y yo siempre estaremos juntos, te lo prometí el día que te hice mío y ahora reafirmo mi promesa. Siempre estaré contigo, nunca te dejare, nunca.
-Kagami-kun…
-Ahora es “Taiga” ¿Recuerdas Tetsuya?
La cara de Kuroko estaba totalmente sonrojada, Kagami se agacho a su cuello y comenzó a lamerlo, con su lengua recorrió hasta su mentón y luego llego a su boca, depositando un gentil beso.
-Te amare para siempre…
Entonces abrió los ojos, estaba en su habitación ¿Cómo había llegado ahí? De seguro Natsu lo había encontrado y se lo había llevado, trato de sentarse pero no pudo, lo que hizo que se fuera de lado. Miro al frente y miro muchas tarjetas decorativas con dibujos infantiles y hiraganas mal escritas, cosas como “Recupérate sensei” “Te extrañamos” “te queremos mucho sensei” y más se lograban leer, ¿Qué estaba pasando?...
Natsu entro por la puerta con un té y pastillas.
-Ah, despertaste.
-¿Qué paso?
-Eso quiero que tú me expliques.
-¿Cuánto tiempo llevo así?
-3 Días, pudiste haber despertado desde el primero pero el doctor prefirió dormirte.
-¿Por qué?
-No solo eso –Puso él te en la mesita de noche –Si no que está muy atento a que despiertes, todos los días viene.
-Es un doctor, solo hace su trabajo.
-No por eso Kuroko-san, él quiere que tú rindas una denuncia.
-¿Denuncia?
-Tuviste un desgarre… por violación –El doctor salió detrás de Natsu, le miraba con preocupación.
El los miro un momento, luego desvió la mirada.
-El que me guste un poco duro ¿Es malo? –Lo estaba encubriendo.
-¿Seguro fue eso?
-Solo quiero descansar…
El doctor se volteó para con Natsu y comenzó a darle instrucciones de como tomar sus medicamentos y por cuanto tiempo.
-Kuroko-san, no debe tener relaciones por lo menos 2 meses mínimo, por su seguridad.
-Está bien, gracias.
-Con permiso.
Natsu se hizo a un lado y el doctor salió por su cuenta.
-Kuroko-san, te encontré desmayado en el piso, eran tan claras las señales de viola…
-Te estoy diciendo lo que fue, ahora por favor vete y déjame solo.
Ella no protesto, se dio la vuelta y se fue. Kuroko se puso de lado y abrazo su almohada, el soñar como fue cuando le dijo que era doncel… Kagami al final de cuentas no cumplió su la palabra.
-Por favor dime que es broma lo que me acabas de contar.
-No.
-Taiga, ¿Cómo pudiste?
-Solo está muy enojado… Akashi dijo que había abortado a nuestro bebé porque me fui… Tatsuya, ¡no tenía por qué hacer eso!
Himuro le miraba serio, tenía buenas razones pero eso no le justificaba que hubiese violado a alguien, mucho menos a su exnovio.
-¿Y que le dijiste al final? ¿Te fuiste sin más?
-En el momento de mi enojo, le dije que yo nunca había querido al bebé.
-¿Eres idiota? –Kagami dejo caer su cabeza sobre la mesa.
-Me siento la peor mierda.
-Eso eres ahora.
-Aun así, no debió haber matado a mi hijo…
Hubo un silencio, pero la mente de Himuro aun daba batalla, entonces algo se le vino a la cabeza.
-Oye Taiga, exactamente… ¿Qué fue lo que te dijo Akashi?
-¿Exactamente?
-Si.
-Pues… Dijo “Tetsuya aborto al bebé después de que tú los dejaras” algo así…
Himuro se quedó unos minutos más en silencio, entonces miro a Kagami de mala manera.
-¿Te das cuenta que la palabra “aborto” tiene dos sentidos?
-¿De qué hablas?
-La manera en como lo dijo “Tetsuya aborto al bebé” tú lo tomaste como si él lo hubiera abortado, pero también pudo ser que lo aborto por accidente ¿Lo notas?
La cara de Kagami se puso pálida, si lo pensaba era cierto y quizás Akashi lo había dicho con la segunda intención, si Kuroko había abortado por susto, oh por frustración… quien no se lo perdonaría, seria a el mismo.
Dos semanas habían pasado ya, Natsu miraba con preocupación a Kuroko.
-Deberías comer más, me preocupas.
-Estoy bien.
-Estas todo pálido, y más delgado de lo normal.
-Solo no me da mucha hambre.
-Además, te escuche en la mañana vomitar, ¿desayunaste?
-Intente, pero no tengo hambre.
El chico que tenía enfrente no era el mismo Kuroko de hace 2 semanas, aunque el intentara ocultarlo, era más que obvio que se había tratado de una violación, pero si él lo negaba ella no podía ayudar de mucho.
-Mira, para animarte fui a traerte un batido de vainilla, gracias por tu esfuerzo el día de hoy…
-Gracias –Él le sonrió.
Tomo el vaso y a pesad de que no era donde el usualmente lo compraba iba a comenzar a beberlo, pero apenas sintió el olor le dieron náuseas y dio pequeñas arqueadas en señal de que iba a vomitar, Natsu corrió a quitarle el vaso y le dio pequeños golpecitos en la espalda.
-¿Estas bien?
-Lo siento, el olor me causo nauseas.
-Es porque no te has alimentado bien, deberías comer.
-Lo hare apenas pueda –Se pasó una mano por el cabello –Me iré ya, tengo mucho sueño y me gustaría dormir un poco.
-Últimamente pasas mucho tiempo dormido ¿Sabías que dormir mucho es señal de depresión?
-¿Depresión? Yo soy la persona más feliz del mundo ¿No vez? –la miro.
-Claro, es felicidad pura, jaja descansa.
Kuroko se levantó de su escritorio, tomo sus cosas y se dirigió hacia la salida, estaba en verdad cansado, lo único que quería era llegar y dormir, abrió la puerta de su camioneta, se subió y dejo salir un gran suspiro, cerro sus ojos por un momento, necesitaba paz. Al abrirlos vio su reflejo en el espejo, estaba pálido y no había mucho brillo en sus ojos, en verdad se veía enfermo, prendió la camioneta y se dirigió al doctor.
Himuro le dio un golpecito en la cabeza, parecía en verdad preocupado.
-¿Puedes poner más atención en lo que haces por lo menos?
-No tengo mucho interés en mí…
-Déjate de idioteces, el que estés deprimido no es razón para que casi te mueras.
-¿Tú crees? –Himuro suspiro derrotado, miraba su brazo vendado, se lo había lastimado ya que según el reporte de su jefe no puso atención en la labor de rescate y le callo una parte de pared en el hombro, un poco más y hubiera caído en su cabeza.
-Taiga…
-¿Mmm?...
-Te tengo una sorpresa…
Kuroko llego a su casa cansado, tenía que esperar dos horas por los resultados que el doctor le había mandado hacer. Era mucho tiempo así que hizo una cita para recogerlos mañana y se fue directo a su departamento. El entrar y escuchar un silencio sepulcral lo deprimió aún más, quizás Natsu tenía razón y estaba pasando por depresión. Se quedó un momento mirando directamente al piso, ahora que lo recordaba debía ir también a que checaran su cuerpo, un desgarre no era nada bueno.
Un sonido lo saco de sus pensamientos, alguien tocaba la puerta, dejo salir un bufido, de seguro era la señora Sakimori que de nuevo quería saber si podía darle lecciones privadas a su hijo, y esta vez sin preguntar quién era abrió la puerta.
-¿Q-que haces aquí?.... –Kuroko dio un paso hacia atrás.
-Vine a hablar.
La mente de Kuroko aún estaba confundida, y no lo podía asimilar que él estaba ahí.
-No quiero hablar.
-Solo dime lo que paso.
Kagami seguía hablando pero Kuroko no lo podía escuchar, por su mente pasaba lo de hace 2 semanas, y más enzima sus últimas palabras, el no quiso arruinar su vida con un bebé…
-…. Además Tetsuya, lo que dije… en realidad yo…
-No fue nada…
-¿Eh?
-Te fuiste, y fue tanta mi impresión que aborte naturalmente.
-…
-Si eso era lo que querías saber, fue tu culpa Kagami-kun.
La mirada de Kagami se volvió triste.
-No querías una carga, entonces no te la di, nos vemos.
Kuroko empujo hacia atrás a Kagami, este cedió sin ningún problema ni falta de esfuerzo, sin más se echó para atrás, Kuroko cerró la puerta y el mayor seguía sin moverse de ahí.
Aomine caminaba con un pastelillo en su mano, la reacción en su cara era más que feliz, quería que Kuroko fuera el primero en saber que sería papá, quizás la noticia de que sería tío haría cambiara su estado de ánimo, iba en dirección hacia su departamento, en su camino se encontró a Kagami, en verdad se veía enojado. Él podía casi adivinar lo que había pasado.
-A pesad de que te dije muchas veces que lo dejaras en...
-¡¡BASTA!! ¡¡BASTA YA!!... ¡¡TODOS BASTA!! -Gritaba eufórico, en verdad se sentía cansado
-¿Por qué esa cara? -Estaba bien que sufriera, pero su cara de frustración ya era demasiado -... ¿Kagami, que pasó?
Las palabras que acababa de oír no podían ser ciertas, algo le decía que eso era imposible y además, la cara de tranquilidad que mantenía Kuroko, no lo quería aceptar.
Kagami respiraba agitado, por un momento Aomine se compadeció de él.
-Te lo suplico, si tú sabes que paso con mi hijo, dímelo ahora...
-¿Tu hijo?
-Sí, de cuando Tetsu estuvo embarazado.
-¿Tetsu no te ha dicho nada sobre eso?
Kagami guardo silencio, de alguna manera ahora entendía por qué nunca quería decirle donde estaba su niño...
-¿Abortó?... ¿mi hijo murió? ¿Fue como dijo Tetsuya?
Aomine lo miraba desconcertado.
-... ¿Qué te dijo Tetsu?...
Los ojos de Kagami bajaron al piso, su mirada era en verdad lamentable, sea lo que sea que Kuroko le haya dicho debió haber sido duro, y eso para Aomine tampoco había sido justo, cuando volvió los ojos a Kagami sus mejillas... estaban llenas de lágrimas...
-…Mi hijo Aomine…
-¿Qué dijiste?...
-Yo… yo mate a mi hijo… -Su voz se quebraba cada vez más.
Esas palabras llenaron de ira a Aomine.
-¡¡DÉJENSE DE ESTUPIDECES YA LOS DOS!!
Camino hacia la puerta de Kuroko y empezó a tocarla con todas sus fuerzas.
-¡¡ABRE LA PUERTA TETSU, ESTO SE ACABA AHORA!!... ¡¡TETSU… HABRE!!
-Aomine-kun, que pa… -Kagami se veía lamentable
Aomine agarro del brazo a Kuroko y lo hizo caminar hacia adentro, Kagami comenzó a seguirlos.
-Aomine-kun, suéltame por favor, Aomine-k…
Kuroko hacia leves movimientos en forma de quererse zafar, hasta que entraron a la habitación del menor lo soltó, se hizo a un lado para que entrara también Kagami.
-Yo no quiero esto Aomine-kun.
-Escucha esto Tetsu, le dices la verdad oh se la digo yo.
El corazón de Kagami latía cada vez más rápido.
-Él dijo que estuvo ignorando mis mensajes porque no se haría responsable de un bebé que no quería.
Aomine volteo a ver a Kagami de manera acusadora, el pelirrojo dejo salir un suspiro. Volteo a ver a los ojos a Kuroko y este le miraba aun con resentimiento.
-Escucha Tetsuya.
-¡Yo no quiero escuchar ahora nada! –Estaba a punto de salir de la habitación.
Kagami se puso frente a él y lo tomo de los hombros.
-…Ese día por la mañana recibí un mensaje, “Debes volver ahora a América”…
Al ver la situación Aomine se dio la vuelta y cerró la puerta. Él ya había terminado ahí.