CapÃtulo N° 8
—lo lamento...se parecen algo en lo fÃsico pero su asento es diferente...— permanecÃa sonrojado al notar lo amable que era este chico...no era familia de Daisuke, no podÃa serlo! Alguno de los dos debÃa ser adoptado...estaba seguro.
—n...no...no me han...presentado la casa...Daisuke...ha estado ocupado hoy y sinceramente no se con quien más hablar...se lo agradezco— le dedicó una pequeña sonrisa el extraño mientras caminaba a su lado oyendo atentamente lo que decÃa...realmente era agradable pero...quizá si se enteraba que era un chico también lo odiaria y lo tratarÃa mal.
-Oh si, si... es que yo no me crÃe aquà en japón si no en italia.- Dice con una sonrisa orgullosa y apenas escuchó que la joven esposa no habÃa sido presentada con la casa le ofreció cual caballero su brazo para que lo tomara.
-En ese caso te guiaré onee-san.- se refirió a Tsubaki como se supone deberÃa hacerlo al ser ella la esposa de un "jefe", no es que estuviera coqueteando realmente con ella, pero le era imposible no ser amable y un poco seductor con las damas, esta en su parte italiana en su sangre.- Y no te preocupes por mi hermano, el siempre esta ocupado.-
Poco a poco le fue guiando por el intrincad laberinto de pasillos y habitaciones que era esa casa, habia un baño al estilo japones hermoso, un par de cocinas, salas y habitaciones para invitados e incluso un pequeño dojo.- Y espero no les moleste en su vida marital, ya que de momento vivo aquà también.
—vi....vivirás...aquÃ?— Aquellas palabras le habÃan sorprendido...y aliviado de gran manera.
Si ese chico vivÃa allÃ...bueno, no importaba si este no se llevara bien con el, el simple hecho de pensar que Daisuke no le harÃa nada...indebido ni doloroso estando este hombre cerca, provoco que por primera vez su sonrisa fuera sincera, de completa felicidad y algo de tranquilidad.
-_por supuesto que no...seguramente el estará ocupado como siempre y aún más ahora...además de que noté que...somos...algo incompatibles...por eso, tener a alguien más aquà será muy grato, al menos para mi.
—Muchas gracias, me acabas de alegrar mi estadÃa— dejo de mirarlo para tratar de no parecer tan sospechosa su actitud.
No podÃa llegar y decir —lo lamento pero soy un chico que lo obligaron a casarse con tu hermano, el que me odia a muerte y me violó en la noche de bodas— Eso no serÃa grato de oÃr...
CapÃtulo N° 8
—lo lamento...se parecen algo en lo fÃsico pero su asento es diferente...— permanecÃa sonrojado al notar lo amable que era este chico...no era familia de Daisuke, no podÃa serlo! Alguno de los dos debÃa ser adoptado...estaba seguro.
—n...no...no me han...presentado la casa...Daisuke...ha estado ocupado hoy y sinceramente no se con quien más hablar...se lo agradezco— le dedicó una pequeña sonrisa el extraño mientras caminaba a su lado oyendo atentamente lo que decÃa...realmente era agradable pero...quizá si se enteraba que era un chico también lo odiaria y lo tratarÃa mal.
-Oh si, si... es que yo no me crÃe aquà en japón si no en italia.- Dice con una sonrisa orgullosa y apenas escuchó que la joven esposa no habÃa sido presentada con la casa le ofreció cual caballero su brazo para que lo tomara.
-En ese caso te guiaré onee-san.- se refirió a Tsubaki como se supone deberÃa hacerlo al ser ella la esposa de un "jefe", no es que estuviera coqueteando realmente con ella, pero le era imposible no ser amable y un poco seductor con las damas, esta en su parte italiana en su sangre.- Y no te preocupes por mi hermano, el siempre esta ocupado.-
Poco a poco le fue guiando por el intrincad laberinto de pasillos y habitaciones que era esa casa, habia un baño al estilo japones hermoso, un par de cocinas, salas y habitaciones para invitados e incluso un pequeño dojo.- Y espero no les moleste en su vida marital, ya que de momento vivo aquà también.
—vi....vivirás...aquÃ?— Aquellas palabras le habÃan sorprendido...y aliviado de gran manera.
Si ese chico vivÃa allÃ...bueno, no importaba si este no se llevara bien con el, el simple hecho de pensar que Daisuke no le harÃa nada...indebido ni doloroso estando este hombre cerca, provoco que por primera vez su sonrisa fuera sincera, de completa felicidad y algo de tranquilidad.
-_por supuesto que no...seguramente el estará ocupado como siempre y aún más ahora...además de que noté que...somos...algo incompatibles...por eso, tener a alguien más aquà será muy grato, al menos para mi.
—Muchas gracias, me acabas de alegrar mi estadÃa— dejo de mirarlo para tratar de no parecer tan sospechosa su actitud.
No podÃa llegar y decir —lo lamento pero soy un chico que lo obligaron a casarse con tu hermano, el que me odia a muerte y me violó en la noche de bodas— Eso no serÃa grato de oÃr...
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