Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi niño pequeño, inocente hombre-lobo por Shinjimasu

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Antes pensaba que las personas que sufrían por amor exageraban demasiado, incluso me burlaba de aquellos que se deprimían por haber terminado con su pareja, pero quizá lo hacía porque nunca me había visto envuelto en una situación como esta.

Ahora entendía lo que en verdad representa sacrificarse por alguien para que pudiera ser feliz.

Dentro del amor hay cientos de significados diferentes. Algunos autores lo manejan como algo meramente natural e indispensable para la vida mientras que otros lo toman como un castigo del que todos estamos condenados, pero a fin de cuentas creo que cada quien decide cómo quiere vivirlo.

De mi parte no fue la manera más sencilla. Decidí el camino difícil y por ello, a pesar de que en una relación ambas partes tienen la misma responsabilidad, ésta vez la persona que amo sufrió demasiado. Aunque ahora realmente me pregunto si esto era una relación desde el principio: nunca dejamos nada en claro, y a pesar de que Shin me amaba de una manera sincera, yo no sabía si sentía lo mismo por él hasta el momento en el que ya no lo tuve cerca.

Hay quienes dicen que dentro de la relación siempre hay alguien que da más y cuando hay una pelea es quien perdona primero, porque es quien ama más; antes creía que eso era solo una tontería, pero ahora que Shin me había perdonado entendí que era completamente cierto.

Creí que todo había acabado cuando llegué a mi auto y él no me había detenido. En parte lo entendí, porque no merecía que yo me comportara de esa manera cuando él me había dado todo lo que tenía. Sin embargo, cuando sentí sus brazos rodeándome por la espalda entendí que realmente no lo merecía. Shin era demasiado para mí, pero a pesar de que estaba consciente de que no podría darle tanto como él me daba, estaba dispuesto a dar mi mayor esfuerzo para hacerlo sentir bien.

Esta vez no lo dejaría escapar de nuevo.

Subimos al auto y nos fue imposible contenernos por más tiempo. Habían pasado más de tres meses desde que nos habíamos separado, y a pesar de que había mucho más que decir solo nos pudimos expresar mediante caricias en ese momento.

Cuando estuve entre sus brazos me sentí renovado, como si una parte de mi energía vital regresara  a mi cuerpo después de mucho tiempo de estar ausente.

El roce de sus manos me resultó tan melancólico en ese momento que sentí impulsos de llorar de nuevo, pero me contuve mientras me repetía una y otra vez que ahora todo estaría bien. Sus labios me resultaban extrañamente más irresistibles que antes, por lo que en más de una ocasión tuve que alejarme de improvisto para poder respirar bien.

Sin embargo, y a pesar de que lo deseaba dentro de mí cuanto antes, le impedí continuar. No podía descargar todo mi deseo dentro del auto, así que conduje hasta llegar a casa.

El trayecto se me hizo eterno en verdad, pero cuando por fin estuvimos en casa no pudimos esperar más: apenas me dio tiempo de cerrar la puerta justo cuando Shin me sostuvo en sus brazos y me llevó hasta la habitación.

-Lo siento Hideki-san- me dijo en voz baja a un lado de mi mejilla –No quiero ser imprudente-

-Está bien- respondí sujetándolo con cariño –Solo… déjame sentirte-

De verdad debía estar muy mal en ese momento como para haberle dicho eso, pero no me importó del todo porque era verdad: yo quería abrazarlo, besarlo, acariciarlo… quería todo de él.

Había pasado tanto tiempo que cada delicado roce de sus dedos creaba una sensación explosiva en mi cuerpo, como si se tratara de la primera vez que uníamos nuestros cuerpos.

No me di cuenta del momento en el que arrasó con mi ropa sino hasta que podía sentir sus manos paseándose libremente por todo mi cuerpo, tocándome con cariño.

-Hideki-san- me llamó sin soltarme –En todo este tiempo no te has tocado ¿Verdad?- preguntó mientras llevaba sus manos directamente a mi ya endurecido miembro.

-¿Cómo me preguntas eso?- me queje

-Porque ya estás muy duro aquí- sonrió

No pude responderle, en verdad deseaba estar con él -¿Quieres dejar de jugar y hacerlo de una buena vez?-

Shin se volteó para quedar frente a mí, juntando nuestros labios en un beso. Por un momento no se escuchó más que el sonido del suave crujir de nuestras bocas, pero estaba claro que aquello solo representaba el principio de nuestra apasionante primera noche.

Acaricié sus orejas mientras se separaba de mi rostro, marcando dulces besos en por mi cuerpo mientras bajaba por mi pecho, jugando con su lengua en mis pezones hasta llegar a mi abdomen, hincándose de frente.

-Shin…-

-Hideki-san- respondió él mientras sujetaba mi miembro justo frente a su rostro. Quise decirle que se detuviera, pero el insaciable deseo de mi cuerpo me obligó a quedarme callado, sintiendo cómo comenzaba a lamerlo, acariciando la punta, jugueteando con sus dedos en la base mientras su lengua recorría con oscilatorios movimientos en la zona del frenillo, causándome constantes y pequeños espasmos.

-Sh-Shin…- gemí mientras lo tomaba por sus hombros –Voy a… voy a venirme-

-Entonces hazlo- susurró  -No importa-

Prosiguió, acariciando suavemente mis testículos, dando suaves masajes para estimular aún más mi liberación. No pasó mucho hasta que por fin lo hice, derramándome en su boca.

Alcancé a verlo sonreír para después alzar un poco su rostro, chocando su nariz en mi abdomen hasta llegar a mi pecho, subiendo hasta mi cuello mientras comenzaba a abrazarme. Lo miré de frente cuando por fin llegó hasta mi rostro, obligándome a ver sus brillantes ojos mirándome de esa misma manera, obligándome a hacer lo que él quería, burlándose de mí.

Lo sujeté por su rostro, probándome en su boca  mientras suavemente me enderezaba para sentarme en sus piernas. No detuvimos el jugueteo de nuestras bocas mientras me acomodaba entre sus piernas. Shin me sujetó por la cadera, acariciándome mientras bajaba lentamente hasta mis glúteos para apretarlos y alzarme, acomodándome sobre su miembro.

-Shin…- jadeé al romper por unos segundos nuestro intenso beso. Gemí vergonzosamente al sentir cómo entraba en mi cuerpo y comenzaba a moverse. Me sentía diferente a otras ocasiones y sabía que no duraría mucho tiempo así.

-Hideki-san…- me llamó abrazándome –Te amo-

-Y yo a ti- respondí en voz baja, aferrándome a su espalda.

-S-Shin…- jadeé aferrándome a su espalda –Más lento…-

-No puedo Hideki-san- me respondió –Esta vez no puedo parar- agregó mordiendo mi cuello.

Clavé mis dedos suavemente en su espalda mientras la hormigueante sensación terminaba por embargarme, haciéndome experimentar un intenso orgasmo, seguido del de Shin.

Me aferré a él con fuerza mientras la intensa sensación me recorría, dejando escapar un vergonzoso sonido de mi boca, mismo que él opacó al besarme.

Nos recostamos sobre la cama aún sin separarnos, terminando por saciar el apetito voraz que teníamos uno del otro hasta que ya fue imposible mantenernos firmes.

-Tu aguante subió, lobito- le dije en burla mientras me colocaba sobre su pecho

-Hideki-san es muy lindo, no puedo evitar querer devorarlo-

-Quizá debas aprender a no jugar con tu comida-

-Podría, pero eso le quitaría la emoción- me sonrió para abrazarme

-Me pregunto si algún día dejarás de ser tan obstinado- respondí acercándome a su rostro para besarlo, pero antes de que pudiera tocar sus labios la puerta de la habitación se abrió del golpe.

Nunca esperé que pasara eso.

Notas finales:

¡Mañana último capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).