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CUENTOS AL ESTILO VONGOLA por Sayurayaoista

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Notas del capitulo:

Sayura: aqui esta 

Ana: a una hora limite de la entrega para el R27 Fan Club (The chaos club)

Nina: lo terminamos en tiempo record

Xóchitl: disfruten su lemon 

Todas: ¡a leer!

Tsuna sonrió mientras le cambiaba la ropa a su bebito observando su bostezo miro el reloj mientras suspiraba

-papi no llegara esta noche-

El niño se removió mientras Tsuna acariciaba sus cabellos estuvo jugando un rato con el logrando que el infante volviese a reír.

-bueno tal vez llegue mañana, esperemos que no muy tarde-

Lo cargo con cuidado mientras bajaba a cenar, la mansión ya estaba casi terminada así que su esposo no armaría un alboroto.

-solo espero que tu papi no traiga más trabajo al escritorio de mamá-

Pese a los años que llevaban juntos Reborn todavía solía causar algunos desastres y más cuando se metían con su persona o su familia, el solo mencionarlos a ellos lograba que el siempre calmado y calculador Hitman hiciese un desorden al estilo de cualquier anime gore.

Era realmente escalofriante y terminaba por dificultar el trabajo de limpieza y desaparición de restos; al menos a él no le había tocado ver los lindos desastres de su marido.

Tomo su lugar en la mesa mientras observaba la mesa algo vacía, dio un suspiro ya que casi era fin de semana así que solían desaparecer así por unas cuantas horas, y no podía culparlos; él estaba feliz de que sus guardianes formaran sus familias.

-parece que cenaremos solos mi pequeño Aki-

Dos empleadas le acercaron un corral mientras dejaba su bebe acostado en el, las empleadas empezaron a servirle Tsuna sonrió cuando observo a su guardián del sol acompañado de su pareja el guardián de la niebla de Millifore Kikyo, si el chico estaba ahí significaba que Byakuran.

No tuvo que especular más ya que una cabellera blanca hizo su aparición mientras él suspiraba sus viajes al futuro habían logrado que el de cabello blanco no se descarrilara en su propia mente.

Logrando que cuando lo conociesen en su línea de tiempo este se convirtiera en un aliado no en un enemigo.

-Tsu-kun… ¿Dónde está mi Muk-chan? –

El de cabello blanco se acerco al corral mientras jugaba con el pequeño Vongola, Tsuna emitió un suspiro mientras hacia cálculos con la mente.

-lo mande de misión debería regresar el domingo al medio día-

-me quedare aquí entonces-

Tsuna asintió pese a lo que dijera el de ojos lila no cambiaría de opinión, su hijo reclamo su presencia mientras el castaño sonreía terminando de cenar.

-ya te escuché Aki-

-es impaciente como tu esposo-

-quiere dormir, y quiere su cuento-

- ¿cuento? –

-desde que se fue Reborn, Akira no ha podido dormir bien; así que nos dimos a la tarea de contarle un cuento diferente cada noche; uno al estilo Vongola-

-ese niño es muy pequeño aun para escuchar sus historias y más al estilo Vongola-

-no podemos negar que ya ha crecido en la mafia; por que se entere un poquito de ella por medio de cuentos no le causaremos un gran daño-

-eres calculador como siempre Tsu-kun-

-es la única forma de dormirlo-

- ¿Quién se lo contara esta noche Tsuna? –

-yo lo hare; iremos a dormir-

El castaño se levanto luego de que le diesen la mamila de su bebe mientras lo cargaba subiéndolo a su habitación; sonrió mientras jugaba con su bebe dándole besitos en su barriguita, suspiro observando la luna a través de las ventanas.

-esperemos que tu papi no tarde mucho mi amor-

Subió a su habitación mientras acostaba a su bebe en su cuna; y sonreía tomando un libro, ese era su cuento favorito de niño o al menos eso decía su mamá, pensó un poco como hacerlo al estilo Vongola mientras sonreía.

Hacia mucho tiempo en un reino lejano vivía un rey junto a su esposa esta estaba embarazada; cuando el bebé nació el rey hizo una fiesta invitando a todos los del reino; junto a ellos invito a las tres hadas mágicas Hayato el hada de la sabiduría, Squalo el hada de la guerra y Dino el hada de la belleza.

Las hadas sonrieron mientras se acercaban a la cuna del pequeño infante mientras cada una sacaba sus varitas para entregarle un don al pequeño bebe.

-yo el hada Hayato te entregare el don de la sabiduría; cuando seas grande podras tomar las decisiones más difíciles con un corazón noble y sabio-

-yo el hada Dino te entregare el don de la belleza tanto tu rostro como tu voz, todo tú será un conjunto de gracia y belleza-

-yo el hada Squalo te daré el don de patear a quien quieras-

- ¡Squalo! –

- ¿Qué? –

-eso no es un buen don para un bebe-

-piensa en otra cosa-

-aguados-

Mientras el hada pensaba apareció en la fiesta una invitada no deseada, una bruja malvada que no había sido invitada a la fiesta Bianchi el hada de la codicia; pese a que los guardias intentaron detenerla quedaron petrificados el rey no podía hacer nada la hada sonrió al acercarse a la cuna del infante.

-eres hermoso, yo Bianchi el hada de la codicia dejare caer mi maldición sobre ti cuando cumplas 16 años te pincharas con el uso de una rueca y morirás-

Intentaron detenerla, pero cuando menos se lo esperaron ella había desaparecido, todos miraron a las hadas mientras ellas se observaban entre si Hayato se acerco mientras bajaba la mirada.

-no podemos deshacer el hechizo, su magia es más fuerte que la nuestra-

-pero podemos cambiarlo, cuando cumplas 16 años no morirás, dormirás durante 10 años hasta que te den un beso de amor verdadero-

Todos miraron a Squalo que había otorgado su don en favor del pequeño príncipe, la fiesta acabo mientras el rey mandaba a quemar todas las ruecas del castillo, sin saber que más hacer para proteger a su hijo. Las hadas se acercaron mientras empujaban a Hayato frente al rey y este hablaba.

-rey, nosotros hemos hablado; queremos llevarnos al príncipe-

-no queremos separarlo de ustedes-

-pero no hay ninguna garantía de que Bianchi se quede tranquila y lo más probable es que quiera vengarse del príncipe-

-está bien-

-gracias su majestad, lo devolveremos cuando el príncipe cumpla 16 años-

Su esposa lloraba mientras observaba con temor como su hijo era llevado por aquellas hadas; Hayato lo acerco mientras ella le daba un ultimo beso y sin más los tres se fueron llevando consigo la preciosa carga.

Los años pasaron y tal como se los otorgaron el joven Tsuna había crecido con todas las cualidades que le dieron, ellos habían tenido que adaptarse a las usanzas humanas lo cual no era muy difícil; incluso Squalo lo había entrenado de forma personal quería que el príncipe supiera defenderse; ese día era el cumpleaños número 16 del príncipe; ellos querían darle algo antes de revelarle toda la verdad y llevarlo con sus padres verdaderos.

-Tsuna-

- ¿Qué sucede Haya-san? –

- ¿podrías ir por fresas? –

- ¿ahora? –

- ¿prefieres entrenar conmigo? –

-voy por las fresas-

-toma ponte esta capa y recuerda-

-no hablar con extraños-

- ¿o? –

-golpearlos de ser necesario-

-perfecto, ve por las fresas ya-

El chico salió bien cubierto mientras las hadas se miraban transformándose aquello no podían hacerlo en su forma humana aun eran algo torpes, empezaron a lanzar hechizos mientras organizaban una pequeña fiesta.

-Tsuna no es una chica, no veo él porque del vestido-

-se verá lindo-

-nos matara cuando lo vea-

-más si lo ve en color rosa-

-pero es bonito-

-es un chico, azul-

-rosa-

-azul-

Una leve discusión empezó en la casa de las hadas mientras tanto Tsuna caminaba tranquilamente por el bosque aquella era la única oportunidad que tenía para salir, aquellos tres eran muy sobre protectores y casi nunca salía de casa. Empezó a caminar sin un rumbo fijo aquel bosque era su hogar inclusive Squalo le había enseñado a moverse por él, llego hasta el rio mientras buscaba que no hubiera cazadores cerca; se desvistió mientras se metía al agua, al fin y al cabo, aquellos tres querían que hiciera tiempo, no era por nada, pero su “intuición” le indicaba que algo tramaban.

El chico nado un rato mientras disfrutaba de sentir su piel mojada, los minutos pasaron y sin ser consiente una tropa se acercaba a donde se encontraba; volteo al escuchar el relinchido de un caballo y se sonrojo mientras entraba más en el agua al ver a un cazador sobre un caballo blanco; este portaba una armadura sin casco lo que le permitía ver unas facciones fuertes, cabello negro con un extraño peinado y patillas en forma de espiral; sus ojos era negros como la noche.

- ¿estás bien chico? –

-si-

El príncipe se escondió en el agua al escuchar el ruido de caballos mientras el cazador se adelantaba, y evitaba que los demás lo viesen; el castaño aprovecho aquel momento para salir y vestirse rápidamente se coloco la capa mientras huía.

- ¡hey! espera, al menos agradece-

El chico se dio la vuelta dejando sin aliento al cazador que bajo del caballo, acercándose al menor; el castaño puso una actitud defensiva y el cazador alzo las manos en señal de paz; el de ojos negros no podía creer lo que había frente a sí un ángel, un ángel mojado cuya ropa se transparentaba dejando ver las finas facciones de su cuerpo.

-gracias por alejarlos-

- ¿Cómo te llamas? –

-Tsuna-

El chico sonrió dejando aun más embobado al de cabello negro, el sonido de una trompeta lo hizo reaccionar mientras suspiraba.

-me llamo Reborn soy guardia y cazador del príncipe Xanxus-

El cazador monto en su caballo mientras se colocaba su casco Tsuna lo observo irse mientras se sonrojaba con fuerza; sentía su corazón latir y no sabía porque, regreso a casa de forma rápida evitando toparse con las tropas de Xanxus; llego a casa mientras una sonrisa boba adornaba sus labios.

Dentro de esta las hadas habían tomado su forma humana ya mientras le veían llegar, la sonrisa se les borro del rostro al verlo completamente mojado mientras sonreía bobamente, sus labios tarareaban una canción mientras un leve sonrojo cubría sus mejillas.

- ¿Qué sucedió Tsuna? –

-estas muy feliz-

-tuve un encuentro, extraño pero maravilloso a la vez; era realmente apuesto-

- ¿Quién? –

-el guardia del príncipe Xanxus, de nombre Reborn, sus ojos me miraban haciendo que mi corazón palpitara con fuerza-

Tsuna estaba demasiado feliz pero las hadas estaban preocupadas aquel rey, aquel rey era el prometido de Tsuna más parecía que este se había enamorado de la persona equivocada Squalo desapareció todo a excepción del pastel mientras suspiraba tomando las manos del chico.

-hay algo que debemos decirte-

Mientras tanto en otro lugar del bosque un hada malvada observaba a través de su espejo la cabaña de las hadas se había mantenido al tanto del joven desde que era un niño pese a los intentos de aquellas hadas bobas de protegerlo; su plan estaba casi terminado.

Tsuna había perdido la sonrisa mientras sus ojos se cristalizaban, las hadas se sentían fatal mientras observaban al castaño entrar a su habitación sin mirarlos; por su parte el rey y la reina se preparaban para la llegada de su hijo habían hecho una fiesta Iemitsu se había comunicado con el rey Nono padre del príncipe Xanxus al fin después de 16 años ambos se iban a conocer y poco después se casarían.

Tsuna estaba decaído cuando salió de la casa junto a las hadas que lo habían protegido, la capa no lograba ocultar aquel rostro de profunda tristeza; Bianchi sonrió mientras también hacia su movimiento saliendo de su castillo, quería estar en primer lugar cuando sus planes dieran resultado, se vengaría después de casi 20 años por la perdida de sus hermosas alas.

Iemitsu la había cazado cuando era más joven, cuando los humanos no entendían que no eran enemigos; y le había robado sus preciosas alas; Tsuna era el medio para recuperarlas y hacer caer al rey. Tsuna y la comitiva llegaron al palacio, el castaño observo el lugar mientras suspiraba como desearía no ser de la realeza, justo tenía que enamorarse a primera vista y justo no podía.

El castaño fingió una sonrisa al ver a aquellos quienes eran sus padres, la sonrisa se volvió real cuando observo a su madre llorar mientras limpiaba sus lágrimas, el encuentro con Iemitsu fue un poco más seco, era su padre quien lo había comprometido en matrimonio con quien no quería.

La fiesta empezó poco después, lo llevaron a un cuarto enorme donde lo vistieron de gala su padre le informo que el rey junto a su hijo, estarían ahí; las hadas le habían dado su espacio mientras Tsuna miraba a través de la ventana la llegada de los invitados.

-parece que alguien esta infeliz-

Se levanto de golpe al escuchar aquella voz mientras buscaba de donde provenía, la puerta de su habitación se abrió mientras entraba en una especie de trance siguiéndola. En la recepción las hadas se ponían en alerta.

-Bianchi-

- ¡el príncipe! –

Justo en el mismo momento la guardia del rey Nono llegaba al palacio mientras bajaban de sus caballos, Iemitsu los recibía ajeno al peligro que su hijo estaba corriendo; las hadas llegaron hasta ellos informándoles del peligro mientras el príncipe Xanxus mandaba a su mejor hombre, pese a todo su padre lo mando a él.

Ambos subieron por los pasillos del castillo en busca del pequeño príncipe; Tsuna llego hasta una parte algo oscura mientras salía del trance preguntándose porque estaba ahí frente a él vio a una anciana que hilaba con una rueca algo vieja.

­- ¿Qué es eso? –

-solo una vieja rueca mágica pequeño príncipe-

- ¿mágica? –

-si tocas el huso te concederá el deseo que más quieras-

 Tsuna miro a la mujer mientras se acercaba a aquella maquina sus dedos llegaron al huso mientras se pinchaba, la puerta se abrió mientras observaba a sus hadas y a dos personas, una de ellas era Reborn sonrió mientras sus ojos se cerraban y caía dormido; Reborn se movió rápidamente alcanzando a sostenerlo, el tiempo se congelo mientras la vieja reía maniáticamente transformándose en Bianchi; el resto del palacio empezó a quedarse dormido. Reborn estaba enojado tomo su espada mientras perseguía al hada, Xanxus por su parte tomo al chico llevándolo de regreso a su habitación mientras lo recostaba en ella.

- ¿Qué hacemos ahora? –

-pronto el hechizo estará completo y todos terminaran dormidos-

-un beso…de amor verdadero-

Los hados miraron a Xanxus quien alzo las manos mientras negaba con la cabeza, el chico le inspiraba ternura, pero nada más allá; lo conoció de bebe inclusivo lo considero su hermano menor.

-ese tonto que va a luchar contra el hada esta perdidamente enamorado de Tsuna, pude notarlo cuando lo tomo en sus brazos; ese hombro no se ha preocupado por nadie más que por mí y por sí mismo-

Los hados estaban sorprendidos mientras asentían, Xanxus empezó a caer dormido y ellos corrieron para darle alcance a Reborn quien había acorralado a Bianchi la cual había recuperado sus alas con lo ultimo que les quedaba de fuerzas le proporcionaron un escudo y una espada mientras evitaban que cayese dormido.

-rápido porque nuestra magia no durara mucho-

-si-

-clávala en su pecho así quedara petrificada-

La batalla inicio mientras el caballero Reborn luchaba con todas sus fuerzas por aquel chico que robo su aliento y su duro corazón con solo una mirada; verlo desmayarse le hizo enfadar mientras atacaba con toda la fiereza de su corazón; en un golpe logro derribar a la mujer mientras clavaba la espada; los hados cayeron casi dormidos mientras sonreían.

Squalo se levanto con las últimas fuerzas que le quedaban mientras llamaba la atención del mayor, este sostuvo al hado mientras sentía que el sueño lo vencía.

-el hechizo se romperá con un beso de amor verdadero; debes besarlo o dormirá 10 años-

Reborn dejo al hado mientras corría combatiendo contra su sueño subiendo por las torres del castillo hasta hallar la habitación de Tsuna, al entrar pudo verlo totalmente dormido se veía simplemente perfecto, se acerco casi vencido mientras juntaba su frente con la del menor.

-Tsuna, despierta-

Reborn no resistió más quedándose dormido al lado de su amado, pasaron unos minutos en los que no ocurrió nada, pero poco después un brillo cubrió el castillo empezando por la habitación del joven quien empezó a abrir sus ojos lentamente observando al hombre a su lado.

-Reborn-

Despertó mientras removía al mayor, quien también empezó a despertar mientras sonreían al verse, Tsuna se sonrojo al recordar lo que le había dicho Squalo solo un beso de amor verdadero lo despertaría de su sueño; eso significaba que Reborn; toco sus labios mientras desviaba la vista escuchado la risa del de cabello negro volteo para reclamarle recibiendo un beso más, pero esta vez más apasionado, Reborn coló su lenga en la boca del menor provocándole un gemidito.

-sigo aquí-

Tsuna se sonrojo al ver al príncipe Xanxus sentado cerca de la puerta observándolos mientras ocultaba su rostro en el pecho de Reborn.

-príncipe Xanxus yo…-

-no digas nada, cuídalo bien Reborn; ahora si me disculpan iré a buscar a un hado rebelde que me ha rechazado tres veces ya-

Xanxus salió de ahí mientras aquel par volvía a comerse a besos, cuando todo mundo despertó Nono solo pudo reír al ver a su hijo cargando a una de las tres hadas mientras Iemitsu hacia un drama porque su pequeño había huido con el guardia de este; Nana consolaba a su marido mientras se sentía feliz, tiempo después y asegurándose de que no los iban a separar el príncipe regreso en estado mientras su madre sonreía empezando a organizar el bautizo de su nieto.

Tsuna acobijo a su pequeño que dormía plácidamente mientras se recostaba en la cama cerrando los ojos, una persona se coló por la venta mientras se acercaba al menor robándole un beso en los labios.

-mi príncipe-

-mi caballero-

Reborn sonrió mientras Tsuna se abrazaba a su cuello, se habían necesitado tanto; ambos comenzaron un beso que al pasar de los minutos se torno apasionado, la puerta se abrió dando paso a Byakuya quien sonrió pese al aura casi homicida del hitman.

-solo ignórenme, me llevare al peque antes de que le generen un trauma de por vida-

El de cabello blanco saco la cuna de ahí mientras cerraba, Tsuna rio halando a su esposo por la corbata mientras dejaba salir sus instintos; Reborn se sorprendió de la desesperación con la que abría su camisa, y se dejó hacer sacándole la playera a Tsuna.

- ¿ansioso? –

-llevo una semana esperándote, ¿tu que crees? –

-mm, me hare responsable por ello-

-tienes que…es una orden-

Ambos se callaron mientras Reborn bajaba al cuello de su esposo mordiéndolo con cierta rudeza provocando un gemido más fuerte, remarcando la marca ya puesta anteriormente después de ello bajo por el pecho torturando los botones de Tsuna que gemía sin control; este por su parte acariciaba el torso bien formado de su marido.

-ngh Reborn-

Tsuna temblaba en manos de ese hombre que llego a su vida no de la mejor forma y al cual le tuvo miedo un par de años, para después darse cuenta de que se había enamorado perdidamente de él; gimió cuando Reborn coló la mano debajo de su pantalón de pijama, tomando su humedecida erección.

-tú…ngh-

-estas mojado-

-no…digas…eso-

Su voz se deshacía en gemidos mientras su amado torturador lo llevaba al clímax de forma rápida, pudo escuchar la risa del mayor mientras veía completamente rojo como lamia sus dedos.

-eso fue rápido-

-una semana Reborn-

Tsuna gimió mientras sentía sus manos siendo atadas a la cabecera de la cama con la corbata de su esposo quien sonrió de lado haciéndole un striptease privado a su querido castaño; el decimo Vongola fue despojado de sus pantalones junto a su ropa interior mirando con deseo aquel rico pedazo de carne entre las piernas de Reborn pese a que aun le daba un poco de vergüenza se saboreó.

- ¿lo quieres? –

-si-

-eres un pervertido-

-tú me hiciste así-

-y me encanta-

-solo métemelo y ya-

-desesperado-

Su espalda se arqueo al sentir un liquido frio entre sus piernas mientras un olor dulzón como de fresa llegaba a su nariz, dio un quejidito cuando dos dedos de Reborn profanaron su entrada mientras se acostumbraba a la intromisión, pese al dolor su deseo era más; así que pronto sus caderas empezaron a moverse.

-más-

-como gustes-

Reborn sustituyo sus dedos mientras se ubicaba entre las piernas de Tsuna marcando todo su torso, separo sus piernas llevándolas al pecho ajeno mientras entraba de una poderosa estocada él también había resentido el paso del tiempo, el grito de Tsuna embriago sus oídos mientras sentía su cuerpo temblar y sin esperar empezó a embestirlo.

-angh-

El decimo capo de la Vongola no podía hacer más que gemir mordió su labio mientras intentaba acallar esos vergonzosos sonidos, aunque sabía que media mansión había escuchado su grito anterior los labios de su esposo evitaron que siguiera mordiéndose mientras le robaban aliento en un beso francés.

-déjame oírte, mi querido y sucio esposo-

El castaño observo los ojos de Reborn aquel par de pozos negros que brillaban con lujuria indicando que su portador había perdido la cordura, si más remedio empezó a gemir sintiendo como su pareja embestía más fuerte motivado por sus gemidos y jadeos.

-más…Reborn…por favor-

El sonido de sus pieles chocar era lo único que podía escucharse en aquella habitación mientras el jefe intentaba deshacerse del amarre en sus muñecas; pese a ser el pasivo no estaba de más jugar un rato en posición activa, tuvo que recurrir a sus llamas para que la corbata de su esposo se desintegrara Reborn observo este hecho, pero antes de que pudiera hacer algo Tsuna hizo gala de su agilidad invirtiendo las posiciones.

El castaño gimo al sentir el miembro del otro aun más dentro mientras empezaba a montarle apoyado en su fuerte tórax; le había aprendido uno que otro consejo a Kyoya pese a que su guardián de la nube fuera algo rejego nadie podía contra su mirada de cachorro abandonado.

El de ojos negros tomo sus caderas mientras lo ayudaba haciendo aun más notorio aquel sonido de chapoteo, Reborn sabía que Tsuna había perdido la cordura tanto o más que él; así que cuando palmeo uno de los blancos glúteos no le extraño escuchar un gemido.

-vamos sucia perrita muévete más-

Tsuna estaba al limite y casi se corre por aquella frase, pero no pudo debido a la mano traviesa de su esposo que apretó su punta provocándole leves lagrimas la sonrisa del otro solo indicaba que había despertado su lado sádico y por mucho que lo negase él, tenía, un lado masoquista que lo complementaba.

Reborn salió de su interior mientras hacia gala de su fuerza poniéndolo en cuatro de forma brusca sobre la cama, embistiéndolo de nueva cuenta tomo su cabello halando su cuello hacia atrás mientras Tsuna se equilibraba con sus manos sobre la cabecera, casi podía observar la sonrisa del mayor y dio un gemido cuando este mordió su hombro con algo de fuerza la suficiente para dejar marca.

-eres…una…bestia-

-calla mi sucia perrita-

Sus ojos lagrimeaban mientras los gritos de placer se hacían presentes sus brazos perdieron fuerza mientras era sostenido de las caderas por su esposo recibiendo unas cuantas nalgadas por haber caído. Después de unos minutos que parecieron horas Reborn se corrió en su interior mientras el lograba correrse sin que lo tocaran.

El decimo capo termino respirando agitado sobre las sabanas con su esposo en la espalda, ambos intentaban regular sus respiraciones mientras sentía los besos suaves del mayor; escucho su risa mientras se giraba un poco.

- ¿Qué sucede? –

El asesino a sueldo le enseño un paquetito plateado entre sus dedos el cual estaba sin abrir mientras el capo abría los ojos, un suspiro salió de sus labios mientras Reborn salía de su interior.

-lo hiciste a propósito-

-no sé de qué hablas-

-sabías que no podía tomar nada por Aki y te aprovechaste de mi deseo para hacerme otro hijo-

-tal vez…pero gemiste muy alto cuando me corrí dentro de ti, así que la culpa no es completamente mía-

-tú…eres un pervertido-

-lo soy-

Tsuna sintió como sus hombros eran besados suavemente, se giró mientras atraía a su pecho la cabeza de Reborn sabía que esto no acabaría ahí y menos tratándose del pervertido hitman, un gemido suave salió de sus destrozadas cuerdas vocales al sentir las mordiditas y lamidas del contrario.

-te amo-

-yo también te amo Tsuna-

El castaño sonrió eran pocas veces que el mayor le decía eso, pero sabia que todas las veces eran sinceras, gimió bajito cuando sus labios fueron tomados en un nuevo beso sintiendo el cuerpo del mayor sobre si mañana no podría caminar y poco le importaba, amaba a ese hombre.

Byakuran observaba al pequeño bebe dormir mientras suspiraba, el infante se aferraba a una camisa de su padre durmiendo plácidamente; negó con la cabeza Tsuna sabía que aquello era suficiente para calmarle, pero le gustaba usar a sus guardianes.

-hola cariño-

Miro al frente donde una neblina se formaba junto a un par de ojos bicolor y una sonrisa; el del tridente se le aventó a sus brazos mientras terminaba completamente rendido; por otro lado Hayato y Takeshi también tenían una apasionada noche, al igual que Ryohei y Kikyo; Dino había secuestrado a su querido novio escuchar los gemidos de su hermano aun eran un trauma para él la mansión Cavallone se hallaba en silencio ya que Dino había insonorizado su habitación previamente; Lambo gemía bajito mientras se aferraba a su novio Colonello ellos habían huido a la mansión arcobaleno pero no habían contado conque los demás estuviesen ahí pese a ello al rubio le importo muy poco así que estaban escondidos mientras lo hacían.

Notas finales:

Sayura: pues bueno 

Ana: con esto termina el reto y el fic

Nina: esperemos que les haya gustado

Xóchitl: los y las queremos mucho nos vemos hasta la proxima 

Todas: bye bye 


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