Salimos del edificio donde minutos antes Young Saeng había presentado los papeles para su admisión a la universidad, no había estado emocionado al hacerlo ni este día, ni cuando los había preparado, ni cuando estudiaba para prepararse, algo le pasaba y era muy notable.
-¿Solji está en casa? – era una pregunta muy simple pero que conllevaba muchas cosas.
-¿Cómo sabes que puedo responderte? - me dio una sonrisa triste, una que no recibía hace tiempo.
-Kyu – dijo reemplazando aquello por un puchero, sonreí y asentí. Ambos habían estado tan distanciados desde que Young Saeng había abandonado el tratamiento o así lo llamaba ella. Eso ya hace tanto tiempo…
-Salió – no detalle a donde y él no lo pidió.
Al llegar al estacionamiento Young Saeng busco su nuevo auto, cuando lo encontramos nos quedamos mirándolo unos momentos.
¿Debía decírselo?
-Kyu… - giro y pareció que iba a decirme algo, pero luego dio un largo suspiro y me sorprendió juntando nuestros labios. No lo aparte y ni siquiera me moví, deje que el terminara el beso que había empezado hasta que al hacerlo varias imágenes cruzaron por mi cabeza - ¿Tú... me amas? – dijo de pronto, otra vez él me había sorprendido.
-Lo hago – respondí seguro besando su frente tratando de ignorar lo que había visto hace unos segundos. Tratando de ocultar mi emoción.
-Young Saeng – saco las llaves del chico con rapidez y con estas entro en el- ¿Lo sabias? – ingrese al auto de inmediato y quede en el lado del copiloto, sin quitarle la mirada de encima – Lo sabias – dije ya convencido, quería sonreír y a la vez golpearme por ser tan egoísta - Podrías evitarlo - dije sin entender su expresión tan tranquila.
-No tiene sentido – me lanzo una sonrisa tranquila, tan diferente a una de hace unos minutos.
-¿Y Solji? – encogió los hombros como si le hubiera preguntado por algo no tan importante.
-Ella ya no me soporta Kyu – no le di la razón pero tampoco trate de alentarlo en que ese no era el caso – Tú…si – termino la frase como una pregunta y asentí para tranquilizarlo, él acelero sin notarlo, su respiración y el auto – Gracias Kyu… - dijo antes de que un auto impactara con el suyo, él perdió la conciencia de inmediato sin dejar que vea una sonrisa más. Salí del auto observando el gran choque, el auto de Young Saeng estaba más que destrozado y rogaba porque Young Saeng estuviera ya sin vida. No quería que pasara por aquel dolor, quería que el viniera hasta mí. Y volví a sonreír sintiéndome aún más egoísta.
*
Años antes
-¿Tienes poderes o algo así? - pregunte lleno de curiosidad, me mantenía abrazando su cuerpo luego de haber llegado de la escuela - Sé que sí, pero sabes cuantos... cuales... - él me miro con una gran sonrisa asintiendo. Esa sonrisa que hacía que olvidara las preocupaciones, que en la escuela era el señalado para golpear, que Solji ya no se sentía como mi hermana desde que pensaba que tenía un amigo imaginario o que iba en serio con este, que las cosas no eran tan malas con él a mi lado. Su sonrisa me lo decía.
-Te mostré ya varios - dijo calmado, recordé nuestro primer beso de hace ya unos años. Me acerque a él sin poder evitarlo y fui el primero en iniciar otro. Pude ver algo muy aterrador ahí.
-¿Ves el futuro? - pregunte de inmediato al separarnos - él negó aun sonriendo. Le creí pero no borré las imágenes de aquel día. Era yo en un accidente, era yo muerto.