Yuuta no tardo mucho en recuperarse, creo que paso solo una semana en casa y luego bum, ya estaba bien, se recupero y se fue de nuevo al internado, pero ya no estaba solo, Tezuka estaba a mi lado y no me dejaba muy solo, incluso dormía conmigo ya que su promesa le impedía separarse de mi, a pesar de su compañía sentía que algo me faltaba, el amor de alguien de mi familia, si estaba mi madre y mi padre, pero los veía muy poco por lo que esa soledad por parte de mi familia siempre iba a estar.
La escuela estaba algo cambiada, desde hacia tres días, de pronto sentía que todos me miraban extrañados y se susurraban cosas a espaldas mías, era como que algo sabían que yo no y eso me asustaba. Pero tenia a Tezuka para defenderme, como jefe y señor del consejo estudiantil, bueno, ya se que exagero, como presidente del consejo el comenzó a averiguar que pasaba pero no obtenía respuestas concretas, hasta el almuerzo cuando los rumores comenzaron a rondar casi a toda voz.
Estábamos todo el club de tenis en la cafetería intentando darnos una idea de lo que pasaba, nadie de mi entorno entendía nada, Inui había estado averiguando pero no consiguió datos suficientes y Momo solo había conseguido fragmentos muy poco convincentes y sin sentido.
-Es extraño, ¿no tiene nada de sentido?- dijo mi buen amigo Inui intentando unir los mini datos recogidos, los cuales no le ayudaban mucho.
-Fuji-sempai, según se lo que pasa es algo serio, algo sobre usted y un tal alto castaño, cara…dijeron algo de tímido pero malvado.
-Tezuka no es tímido- dije mirando a mi querido novio- no entiendo nada.
De pronto se escucho un ruido de que alguien se había tropezado y dejo caer su almuerzo, me acerque para ver que pasaba y me sorprendí, ahí estaba mi hermano menor, apretando fuertemente su puño, parecía que iba a llorar, pero no quería expresarse, me le acerque y le levante la cara- Ototo- dije sorprendido.
-Aniki…
-¿Por qué no me dijiste que regresaste? Ademas no te veo en…
-Quería sorprenderte, quería primero entrar al club de tenis y volverme titular por mi mismo.
-Acaso no te fuiste para dejar de ser mi sombra.
-Es que Tezuka-Kun me dijo una gran verdad, al irme solo mostré que no era resentimiento sino miedo por no poder llegar a ser nada, regrese para poder enfrentar ese miedo e intentar desde aquí ser yo mismo, yo huí, ya no quiero huir mas, ya no mas.
Lo ayude a levantarse y lo abrase- entiendo, entiendo- luego mire a mi alrededor, me había dado cuanta de lo que todos hacían, susurraban “el hermanito de Fuji”, recordé mi octavo año y el sufrimiento de Yuuta, decidido a no cometer el mismo error grite- el se llama Yuuta, Fuji Yuuta.
Todos en la cafetería se quedaron mirándome, Tezuka se nos acerco y nos hizo un ademán para que no sentáramos en la mesa, yo le seguí y le di mi almuerzo a Yuuta, ya que el de el estaba por el piso, el lo recibió y comenzó a comer en silencio.
-Nya…
-Di algo objetivo- dijo Tezuka con su típica cara de enfado.
-Nya, bueno, Fujiko…si a ti yo te llamo Fujiko, ¿Cómo lo llamo a el?
-Llámalo por su nombre- sugerí dándole a mi hermano una palmada en la espalda.
-Eso es valor- susurro Tezuka.
-¿Cómo que Yuuta fue un cobarde al abandonar el Seigaku por no querer seguir siendo mi sombra?- pregunte mirándolo con enojo, ya van dos falta la tercera no se la perdonare.
-Fuji, lo que hizo fue huir de un problema no enfrentarlo, bien pudo quedarse y demostrar que el era mas fuerte y persistente y lograr mas que lo que tu si se lo proponía.
-Estoy en desacuerdo, Yuuta no es ningún cobarde menos un desertor, si se fue, casualmente fue por que aquí en el Seigaku no encantaba razones lógicas para quedarse…
-Miéntele a alguien mas- me interrumpió algo enfadado- claramente siempre se lo vio intentando rebasarte, vencerte para dejar de ser el tal menor fuji y ser Yuuta fuji…para demostrar que el era diferente a ti y por esos cuando estuvo aquí nunca se inscribió al club de tennis, quería ser mejor que tu de algún modo, Mizuki lo convenció que si se iba a St rudolph lograría su meta, pero lo que logro con eso fue demostrar que no podía lograr nada por si solo, menos podía rebasarte al huir del Seigaku.
-Eso no es cierto.
-Mada mada dane Fuji-sempai, creo que tiene razón el buchou cuando me enfrente a el, el mismo dijo que quería vencerle, ser mejor que usted, y demostrar que el no era el hermano menos si no que el mismo, después de ese encuentro y de que le dije que fijara un objetivo mas alto, en su encuentro con Jirou del Hyotei el dijo que lo mas alto que aspiraba ser era vencerle a usted y con eso el feliz.
-Pues ahora Yuuta tienen un nuevo objetivo en tu vida- dije mirándolo.
-¿Qué?- me miro sorprendido.
-Tu objetivo a de ser vencer a Echizen como eres el asesino zurdo a el le tienes que ganar por ser zurdo.
-Enfréntalo tu, yo no tengo nada contra el- me dijo algo molesto.
-Si tienes algo, eres el que vence a los zurdo ryoma es zurdo por lo tanto debes ganarle, es tu prestigió el que corre riesgo si no le ganas.
-Aniki.
-Anda asesino zurdo, tiene que demostrar por que lo eres.
-Supongo que si- dijo mirando a todos- no me gusta la idea de perder mi prestigio como el asesino zurdo.
De malos a buenos tiempos, así es, durante mucho tiempo estaba solo en casa, durante mucho tiempo era abusado por unos chicos mayores, durante mucho tiempo mi promedio de buen alumno comenzó a bajar, durante mucho tiempo mi amor por Tezuka era un sin fin de sueños y deseos que creía nunca se iban a cumplir, durante mucho tiempo pensé que mi vida seguiría ese rumbo de desencuentro y tristeza, pero gracias a un toque del destino, gracias al haberme olvidado unos apuntes de química mejor dicho, logre recuperarme de esa mala pasada de la vida. Logre tener a Yuuta en casa, que no me molesten más los chicos que me robaban el almuerzo, subir mis notas y tener a aquel que deseaba y anhelaba con el cuerpo, la mente y el alma.
Es cierto lo que dicen, después de la tormenta sale el sol, siempre que llovió paro, no todo siempre es malo también existe lo bueno, lo malo a veces tiene algo bueno y lo bueno a veces tiene algo malo, y mi favorito la vida por todo lo malo algo bueno te da. Realmente todo eso que dicen es verdad, hay que ser positivo hacia todo, por que la vida puede cambiar a la vuelta de la esquina, pero como dicen mas vulgarmente, al abrir y cerrar los ojos.
Nunca sabré por que tuve que pasar por todas esas cosas, quizás mi cara de niño bonito y mi actitud del octavo año lograron comenzar aquellos malos tiempos. Ahora que me pongo a pensar todo esto es gracias a Tezuka, el me ayudo a subir mis notas, me regreso la compañía de mi hermano y enfrento a los bravucones sin si quiera pensarlo dos veces, es por eso que lo amo, aunque a partir de hoy cada falta de el tendrá su castigo.
-Fuji ya es hora de irnos ¿Estas listo?
-Si, no me apresures.
-Apúrate un poco llegaremos tarde si sigues moviéndote como tortuga o perezoso.
-Otra falta mas para la colección de faltas de Tezuka Kunimitsu- dije alegre.
-¿Qué?- me pregunto sin entender realmente lo que quise decir.
-Nada, ya estoy listo, vamos Tezuka.
-¿no te olvida nada?- me pregunto mirando mi mochila.
-Apuntes y libros en su lugar, Momo y Ryoma se fueron con Yuuta al Sushi-kawamura, Eiji y Oishi salieron antes a tomando un helado, si todo en orden.
-Me alegro- me sonrió tomándome la mano.
Fin