Absolutamente nadie podía discutir el éxito que Sortilegios Weasley tenían en el mundo europeo al grado de estar buscando la manera de expandirse a Estados Unidos, y ese era el motivó por el que George Weasley estaba en Orlando, Florida.
Ya se había entrevistado con varios empresarios interesados en comprar sus productos, incluso se había abierto la posibilidad de abrir una sucursal ahí. Fred estaría muy satisfecho con los resultados.
Acababa de salir del restaurant y se dirigía a su hotel cuando sintió que alguien lo seguía. Giró hacía atrás pero ya era tardé. Su varita salió volando. Un hechizo aturdidor lo rozo desorientándolo. Sintió como alguien forcejeaba, y luego pasos de alguien que corría antes de perder el sentido
Despertó en la camilla de un hospital mientras dos personas conversaban no muy lejos de él. Desgraciadamente estaba débil aun y volvió a perder la conciencia
- Buenas tardes señor - dijo una voz cuando volvía a despertar - soy el doctor Harrison - ¿Cuál es su nombre?
- George Weasley - dijo este - ¿Qué me paso?
- Lo encontré tirado en un callejón cercano - dijo el medico - al parecer lo asaltaron por la espalda. ¿Tiene familia? ¿Alguien a quien podamos contactar?
- Vivo en Londres - dijo George - solo vine por negocios
- Comprendo - dijo el doctor Harrison - debe descansar su núcleo mágico esta aun muy inestable. Beba esto - dijo acercándole un cuenco a la boca - le ayudara
- Gracias - dijo George después de beber
- Descanse - dijo el medico
Le tomo dos días recuperarse completamente antes que lo dieran de alta. Pensó en enviarle un mensaje a Fred para que no se preocupase pero llego a la conclusión de que conseguiría el efecto contrario.
Durante el tiempo que estuvo en observación forjo una amistad con Sasho Letchkov. El medico lo atendía con gran paciencia y cariño
Una semana después de regresar a Londres recibió una carta del doctor:
"Querido George:
Estoy completamente seguro que lo que en estas líneas confesare le sorprenderá de sobremanera pero me veo en la necesidad de confesar cuanto siento su ausencia durante mis rondas, ya que había acostumbrado de sobremanera a su compañía, nuestras conversaciones durante sus cortos paseos por los jardines del hospital, las bromas que le gastaba a los otros enfermos. Espero recibir su pronta respuesta.
Con cariño
Sasho L."
Fred no daba crédito. Hacia mucho que había descubierto su orientación sexual pero la mantenía en secreto, ya que temía la reacción de su familia. No era un secreto para nadie la aversión que los Weasley sentían hacia las personas de una orientación diferente a la que sus padres les habían enseñado.
Había sido muy duro para George crecer dentro de una familia de pensamientos tan cerrados y más aun ocultárselo a su gemelo.
Pero Sasho estaba al otro lado del planeta y no seria fácil sostener una relación pero lo lograría.
Durante meses se enviaron extensas cartas, donde no hablaban de otra cosa que no fuese la nostalgia que les producía estar separados.
Es por eso que en una de esas cartas Sasho le había pedido visitarlo en su casa ahí en Florida.
Sin embargo George no estaba seguro de dar ese paso. Había sido muy difícil parra todos perder a Molly y Giny, no quería ser el responsable de la inminente ruptura familiar, pero tampoco quería arriesgarse a perder a Sasho
¿Qué hacer? Esa era la gran pregunta
La respuesta llego cierto domingo que él se preparaba para regresar a Londres después de una semana de reuniones en Hong Kong
Había salido a caminar por la antigua Torre del Reloj de la que fue la estación de ferrocarril Kowloon-Canton después de una reunión con un inversionista no muy lejos del lugar.
Estaba viendo algunos aparadores cuando escucho que lo llamaban desde atrás
- ¡Sasho! - dijo George sorprendido
- ¡No sabia que estabas en la ciudad! - Dijo Sasho sonriendo mientras lo abrazaba - parece que Merlín nos quiere decir algo
- ¿Decir algo? - dijo George sonriendo
- Ya sabes - dijo Sasho acariciándole el rostro -, siempre coincidimos y...
- ¿Y...? - susurró George nervioso
En un movimiento rápido se apodero de los labios del pelirrojo mientras le rodeaba la cintura con los brazos
- Amor - dijo George sonriendo - estamos en público
- ¿Si quieres podemos ir a un lugar mas privado? - dijo Sasho
- ¡Sasho! - dijo George completamente rojo en medio de una carcajada
- Vivo cerca - dijo el rubio -. Mi casa es cómoda - le empezó a besar el cuello - ya veras que no te vas arrepentir. Te voy a tratar tal y como te lo mereces
- ¿Y como merezco ser tratado? - dijo George con los ojos cerrados
- ¡ya lo veras! - dijo Sasho apareciéndolos en una habitación a media luz - ¡confía en mi!
- ¿Dónde estamos? - dijo George mirando a su alrededor
- ¡En el paraíso! - le susurró al oído mientras lo acostaba en la cama
A medida que los besos bajan por el cuello y las manos recorren el cuerpo, la ropa de George iba desapareciendo
- ¿Te gusta? - susurro Sasho al oído
- Si, pero... - dijo George intentando detenerlo - no... quiero. No estoy listo
- ¿Y que puedo hacer para que lo estés? - le susurro Sasho
- Dame... ¡Merlín! - grito George cuando sintió como Sasho lo empezó a masturbarlo
- Merlín no es quien te va llevar al cielo - dijo Sasho -, sino yo
Nuevamente su boca fue brutalmente asaltado por el besó mas demandante que hubiese recibido alguna vez. Su ropa desapareció totalmente para profundizar el contacto piel contra piel
- ¡Sasho...! hay algo que... - intento hablar George en medió de un beso - ¡Sasho! - Lo detuvo - escúchame por favor. Tengo miedo. Nunca... nunca he estado... con un hombre
- ¿Qué? - Dijo el rubio sorprendido - ¿tú nunca...?
- No - dijo George totalmente rojo
- Tranquilo - dijo Sasho besándole la frente - yo te voy a cuidar siempre. Conmigo nunca vas a sufrir. Lo prometo
- Júrame que no soy un juego para ti - dijo el pelirrojo
- No tienes idea de lo importante que eres para mi - dijo Sasho besándole el cuello - déjame demostrártelo
- Te amo - fue lo que dijo George antes de dejarse llevar por el momento
El rubio le acaricio los muslos al mismo tiempo mientras se acomodaba entre ellos sin dejar de besarlo. George se abrazó a su cuello mientras se relajaba con las caricias que su entrepierna recibía
Sintió como un hechizo iba directo a su entrepierna y una boca nuevamente era devorada por la del búlgaro
- Se mío - pidió el rubio - entrégate a mi en cuerpo y alma. Por mí parte esto es para siempre ¿Y por el tuyo?
- Soy tuyo - gemía George mientras sentía como el búlgaro se movía tocando el punto que lo hacia literalmente volar - te pertenezco solo a ti
George estaba tan preso de la pasión del momento que no vio la sonrisa depredadora que apareció en los labios del rubió ni como tres hilos salían de cada manos cual si fuese un titiritero
Horas más tardes, parado tras la ventana, Sasho miraba como la lechuza que acaba de enviar se alejaba. Respiro hondo. Era hora de preparar la bienvenida a las nuevas inquilinas de su nuevo harem particular