-Está muy cerca del centro – pasa a la siguiente imagen – demasiado alejado – trata de pasar a la siguiente imagen pero ya no hay más.
-¿Es todo? – no parece molesto, solo irritado.
-Traje más de 40 opciones – me mira de la misma manera.
-Busca con más ganas Young Saeng.
-¡Lo hice muy bien! – levanta sus manos y las pone frente a mi como si estuviera deteniéndome.
-No grites. Es muy temprano.
-Tú eres el que me llamo – y es totalmente cierto. Una llamada suya a las 7 am me hizo abandonar mis sabanas y aventurarme a su apartamento. Apenas había dormido unas horas luego de terminar super tarde el dichoso programa y ser asediados por periodistas al salir del lugar.
-Y me arrepiento – empieza a reír de la nada pero luego para – Mierda. Aún estoy soñando.
-Kyu Jong – me mira confundido – vuelve a revisar mis opciones cuando estés despierto ¿SI? – Asiente aún confundido, saca su teléfono y yo saco el jugo que traigo de dentro de mi mochila. Le aparto la Tablet que me encargaron en la empresa y empiezo a revisar su horario.
-¿Qué hay para ho… ¿Tienes más de eso? – se interrumpe a si mismo con la última pregunta. Por primera vez tiene una sonrisa en el rostro al hablarme.
-¿Te gustan las naranjas? – pregunto mirando mi envase.
-Me gusta ese jugo de naranja.
-Es lo mismo.
-Claro que no ¿Tienes más? – pregunta insistente, su vista viaja hasta mi mochila – Si no tienes ve a comprarme algunos.
-¿Qué? Sabes lo difícil que es encontrar estos… - dejo mi botella a un costado y empiezo a buscar en mi mochila, encuentro uno y me lo quita ni bien lo ve - ¿Te gustan mucho? – asiente aún sonriente.
-Sí, pero no las disfruto tan seguido, tú lo has dicho. Son difíciles de encontrar, pero Hyo…. – su rostro se ensombrece – No importa. ¿Qué tenemos para hoy?
-Solo programas de radio, ah… ¿Cuándo quieres mudarte? Hoy la mitad de las opciones dejan de estar libres.
-Entonces buscaras más.
-Primero revisa bien lo que traje – pone los ojos en blanco – Pero antes, ve a alistarte. Debemos estar en el estudio de grabación una hora antes – vuelve a parecer irritado.
-¿Con que exactamente iremos? - su pregunto no me sorprende pero a la vez lo hace.
-La empresa me dio un auto. Siempre es así.
-Ya lo sé pero ¿Tú sabes conducir?
-Claro que sé – le muestro las llaves del auto que me encargaron esta mañana y sonrió feliz. Desaparece dentro de su departamento con el jugo en la mano, yo sigo revisando sus actividades – El martes y miércoles lo dedicamos a la grabación de la película y… el viernes al dorama - ¿Kyu Jong aparecía en un dorama?, lo último que supe de él fue que sacaba un disco y la película. De inmediato busco en mi teléfono su nombre. Resulta que interpreta a un millonario envuelto en negocios turbios que deja aquella vida gracias a su coprotagonista, una mujer que… ¿Hara? Sigo avanzando y descubro que el dorama apenas se empezara a grabar está semana y es de lo más esperado del año – La pareja del año que ha cautivado…
-Quiero más – Suelto mi teléfono sin querer al escucharlo.
-¡Me asustaste! – Él es quien recoge mi teléfono y levanta una ceja al ver la pantalla.
-¿Estás interesado en Hara? – no entiendo su pregunta hasta que veo la pantalla también, el perfil de Hara está abierto y yo ahora parezco un acosador.
-Claro que no, te dije que tengo novia. Estaba viendo el asunto de tu nuevo dorama.
-Claaaro – sonríe como burlándose, estoy tan tentado a sacarle la lengua y darle un buen golpe – Quiero más – me muestra la botella vacía del jugo de hace rato y suelto un largo suspiro porque tendré que hacer maravillas para encontrar más.
-Te dije que son difíciles de encontrar.
-¿De dónde las conseguiste tú? – apenas escucho su pregunta, ha vuelto a internarse en su departamento.
-Me los regalo mi novia.
-Pues pídele más.
-Claro que no – de hecho me asusta la idea de que Nicole descubra para quien realmente son y decida enviar paquetes del bendito jugo.
-No estaba preguntando Young Saeng – vuelve a salir, está llevando unos pantalones negros ajustados y una camisa de colores que de hecho resulta quedarle muy bien.
-Ya pero…
-Ya casi son las 9. Vámonos - y se va de inmediato, solo así. Aun vamos bien -¿Trabajas bien bajo presión? – la pregunta me ha sorprendido cuando íbamos ya en un cómodo silencio por más de 10 minutos.
-¿Disculpa?
-Disculpa aceptada – y empieza a reír.
-¿De qué me estoy perdiendo?
-Es algo entre tu madre y yo – aprovecho el semáforo en rojo para parar y mirarlo curioso.
-¿Entre mi madre y tú?
-Exacto. Tu madre y yo – me muestra su sonrisa de conquistador como la llaman - ¿Te molesta que haya algo entre tu madre y yo? – lo miro enojado, bastante. Claro que me molesta, pero no lo digo… al menos no eso.
-Tienes a Hara – rueda los ojos y su sonrisa se va, pero empieza a reír de nuevo.
-Es muy fácil jugar contigo Young Saeng.
-Eres un maldito.
-Debiste ver tu cara de asustado.
-No juegues con eso idiota – se pone serio y yo trato de aguantar su mirada “enojada”, las bocinas empiezan a sonar y me hacen dar cuenta que la luz ha cambiado.
-Aún eres mi asistente Young Saeng, no entiendo tu informalidad – muerdo mi labio inferior aguantando las palabras. Él tiene razón, y eso me enoja mucho - ¿En serio duraste con Hara tanto tiempo?
-Fue cuando tenía 10 años y ella 11, ni siquiera recuerdo que paso. ¿De acuerdo? ELLA estunovia y yotengolamía – lo he dicho rápido, muy rápido. Kyu Jong está riendo de nuevo, eso me está cansando, hartando. Estoy hartándome de él y pensar que mi novia lo ama.
-Eso fue información interesante – llegamos al edificio del programa pero ninguno baja de inmediato – pero me refería a su relación de Jefe-asistente – y luego de decirlo es el primero en salir, otra vez ríe, porque yo me he puesto más rojo que un tomate y me ha visto.
*
*Lo siento, no puedo confirmar eso ahora.
*Bueno chico, yo no guardare el departamento solo por un favor.
*Yo… ash. Está bien, lamento las molestias.
-¿Qué hace ella aquí? – termino la quinta llamada de dueños de edificios esperando aliviar mi enojo pero parece que estoy lejos de eso.
-¿Qué? ¿Dónde estabas?– Kyu Jong aparece tan rápido como desapareció ni bien entro al edificio. Solo había dicho “busca más opciones” y así se había ido... Me está mirando irritado como hace horas, levanta el brazo y me señala a una dirección, es una puerta que está siendo abierta y alguien está entrando. Es Hara.
-No mencionaste que ella estaría presente – susurra, Hara nos ha visto y se acerca con prisa.
-Es porque no debería estar – alcanzo a decirle antes que ella nos alcance, se aferra al brazo de Kyu Jong y hace que este baje un poco para dejar un beso en su mejilla.
-¿Qué haces aquí? – Kyu Jong se encarga de apartarla de inmediato y yo trato de hacerme pequeño, siento que estoy presenciando algo que no debo. Después de todo, tampoco me gustaría que alguien estuviera presente en mis peleas con Nicole.
-¿Qué? Tenemos el programa y… ¿Saeng? ¿Qué haces aquí? – su abrazo me sorprende tanto como el hecho de que sea apartada rápidamente.
-No tenemos ningún programa juntos hoy. Young Saeng…
-Claro que lo tenemos, acorde eso con tu asistente. ¿Dónde está ella? – empieza a divisar a los lados, su mirada llega a toparse conmigo y su molestia está presente.
-¿Por qué sigues aquí?
-¿Por qué sigues tú aquí? – Kyu Jong ha hablado antes que yo, parece tan a la defensiva como ofensiva.
-Te dije que el progra…
-No hay ningún programa Hara. Ya déjame…
-¿Qué? Oye, yo deje claro esto con la niña esa…
-Despedí a la niña esa.
-¿Qué?
-Que eres una tonta, los programas los coordinan tu manager y Hwang Bo. ¿De acuerdo?
-3 minutos – grita alguien, Kyu Jong me mira y hago lo mismo.
-Rápido, ve.
-¿Qué se traen ustedes dos? – Hara ha empezado a sonar molesta, como siempre de hecho.
-Soy su nuevo asistente, ahora estamos ocupados, luego pueden darse mimos y todo lo que quieran – es mi turno de hablar, los separo al llevarme a Kyu Jong del brazo.
-Soy tu novia Kyu – dice ella por última vez.
-Estoy tan tentado a cambiar eso – susurra cuando estamos ya fuera de su vista, hace que lo suelte y empezamos a caminar.
-¿Ustedes pelearon? – No debí preguntar. Kyu Jong parece ya bastante cansado y no duda en desquitarse conmigo.
-No te importa. Consigue cualquier lugar y mueve mis cosas. No te atrevas a decirle a nadie y consígueme una comida decente para cuando termine esto – suelta un largo suspiro antes de entrar a la cabina y su rostro cambia por completo. Está sonriendo como nunca.