Situado en el subsuelo de la ciudad de Londres, a miles de metros de profundidad de la superficie, el edificio del Ministerio de Magia constaba de nueve pisos, donde se encontraban repartidos sus ocho departamentos principales, encargados de todos los asuntos relacionados con la comunidad mágica de Inglaterra.
Hasta hacia unos meses existían tres maneras de ingresar en él. La primera, y más usada por los empleados, era la de las chimeneas que hay en la planta principal, que estaban conectadas a la Red Flu. La segunda, era entrar en una cabina telefónica en desuso que se encontraba en una de las calles de Londres y que funcionaba como un ascensor, permitiendo bajar hasta la planta principal del edificio. Dicha entrada se reservaba principalmente para visitantes. El visitante debía entrar en la cabina y marcar 62442 en el teléfono que contiene; hecho esto, una voz femenina se dirigiría al visitante pidiéndole que diga su nombre y el motivo por el que visita el ministerio. Una vez que el visitante proporcionaba esta información, el teléfono le concedía una pequeña identificación cuadrada de plata que consignaba dicha información, para uso del visitante, quien debía enganchársela en la ropa. Hecho esto, la voz femenina informaba al visitante que, una vez dentro del Ministerio, debía dirigirse al mostrador de seguridad que había al final del Atrio para someterse a un chequeo de seguridad y entregar su varita para que la examinen y dejar constancia de que se ingresó con ella al Ministerio. Luego, la cabina se hundía bajo tierra hasta llegar al Atrio.
Finalmente, la última manera de entrar en él, consistía en meter los pies dentro de los retretes de unos baños públicos en el subsuelo, y tirando de la cadena se aparecía en una de las chimeneas del primer piso del ministerio. En el Primer piso se encontraba el Ministerio de Magia y Personal De Apoyo, la Secretaría del Ministro la Subsecretaría del Ministro y la oficina del Asistente Junior del Ministro de Magia, la oficina del Jefe de la Comisión de Registro de Nacidos Muggles. En el segundo piso estaba el departamento de seguridad mágica Oficina del Uso Incorrecto de la Magia, la Oficina para la Detección y Confiscación de Falsificación de los Hechizos Defensivos y Objetos de Protección, el Servicios Administrativos del Wizengamot y la Oficina de los Aurores. La tercera planta albergaba el Departamento de Accidentes y Catástrofes Mágicas, el Escuadrón de Reversión de Magia Accidental, el Comité de Disculpas a los Muggles y la Sede de los Desmemorizadores. En el cuarto piso está el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. El quinto piso está destinado para Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Un piso más arriba estaba Departamento de Deporte y Juegos Mágicos. El Atrio dominada el octavo piso, mientras que el noveno piso era el Departamento de los Misterios
Sin embargo desde hacía unas semanas, esa organización se había redistribuido, y los mortífagos más allegados a la pareja gobernante ocupaban esos puestos, aunque no para sembrar el terror como el bando de la luz tanto había pregonado en su momento, sino todo lo contrario. Bajo el nuevo régimen, y totalmente apoyado por su Alfa, Harry había lanzado una serie de leyes que amparaban a los Omegas y les daba los mismos derechos que sus parejas, protegiéndolos de los abusos de estas.
A pesar de todo existían muchos, de todas las castas, que aun influenciados por “el bando de la luz”, veían dichos cambios con malos ojos y consideraban que los Omegas no deberían tener los mismos derechos de los Alfas, por lo que se habían organizado para entrar al Ministerio y tomarlo por asalto, liderados por Sirius Black
La noche del dieciocho de junio era la perfecta para que la orden llevara a cabo sus planes, por lo que cerca de las diez de la noche exactamente un grupo de magos y brujas, entre los que se encontraban Ron y Ginny Weasley, Hermione Granger, Neville Longbottom, Luna Lovegood, Sirius Black, Remus Lupin, Teddy Black Lupin, Horace Slughorn y James Potter bajaron en sus escobas al Nivel Nueve del Ministerio por el pasillo hasta el Departamento de Misterios, que estaba completamente vacío. Encontraron en la habitación con 12 puertas idénticas de color negro sin tiradores. Cuando cada puerta detrás de ellos se cerró, las paredes giraron y las puertas volvieron a diferentes lugares.
Los miembros de la Orden del Fénix pasaron por uno, que resultó ser la Sala de Cerebros y regresaron a la Sala de Entrada para probar otra, que resultó ser la Cámara de la Muerte. La siguiente puerta que intentaron era Cámara del amor que no se abriría por ningún medio de encantamiento, pero la siguiente habitación, la Cámara del Tiempo, contenía las luces brillantes del pasado de Harry. Sueños. Una vez en esta sala, tomaron otra puerta, la Sala de las Profecías, pero al llegar a la pared trasera vacía y silenciosa
- ¡No es esta! – grito Sirius furioso
- Pero yo creí… – dijo James nervioso
- La oficina del Ministro siempre estuvo en el primer piso – grito Ginny
- ¡Harry mismo les sugirió cambiarla! – dijo James temblando de miedo – ¡te lo juro Alfa!
- Yo también escuche eso – dijo Remus tímidamente
- Papi, cállate – ordeno Teddy –. Esto es cosas de Alfas
- ¡Cuidado! – grito James empujando a Teddy antes que un hechizo golpeara al chico.
- Maldiciones de seguridad – dijo Luna con una voz casi angelical
- Tengan cuidado – dijo James
- Llévame a su oficina, Cornamenta – dijo Sirius
- Es por acá Alfa – dijo el Omega
Todos se escondieron justo cuando Crabbe Snr y Rabastan se abrieron paso. Mientras comenzaban a buscar, Hermione aturdió a Crabbe Snr dejándolo inconsciente. Ron, luego atacó a Rabastan cuando intentó usar la Maldición asesina sobre Hermione. Neville accidentalmente desarmó a Rabastan y a Hermione, pero antes de que Rabastan pudiera recuperar su varita, Teddy lo aturdió a él. Lo golpearon en una campana que hizo que su cabeza se convirtiera en la de un bebé, y luego en un adulto, continuamente envejeciendo y rejuveneciendo.
Luego, se toparon con una oficina fuera de la Cámara del Tiempo, donde instantáneamente fueron golpeados con Encantamiento obstaculizador por Antonin Dolohov y Jugson. Hermione luego usó un Encantamiento silenciador en Dolohov para evitar que alertara a los otros Mortífagos a su ubicación, y Ginny colocó a Jugson en una Maldición de parálisis de cuerpo entero. Dolohov golpeó a Hermione con una maldición que lanzó un látigo de llama púrpura, que la incapacitó para el resto de la batalla. Ron había sido golpeado por una maldición que lo confundió mucho, posiblemente el Encantamiento confundus y el tobillo de Ginny se rompió, dejándola pálida y en estado de shock. Habían logrado alejarse de los Mortífagos persiguiéndolos porque Luna usó la Maldición reductora en una maqueta del Planeta Plutón en la Cámara del espacio para separar a sus perseguidores. Mientras los estudiantes se reagruparon, los mortífagos también lo hicieron, sacando a muchos de su número de hechizos incapacitantes.
El grupo fue descubierto por algunos de los Mortífagos en la entrada circular con muchas puertas. Volvieron a la Cámara del cerebro y James, Remus y Sirius intentaron sellar las puertas, pero los Mortífagos lograron entrar cuando Lucius golpeó una de las puertas con una maldición explosiva. Luna fue atacada con un Encantamiento aturdidor, enviándola al aire antes de golpear un escritorio y caer al suelo, fuera de combate; y Ron, en su estado confuso, convocó un cerebro del tanque y resultó herido al intentar estrangularlo. Teddy luego usó un Encantamiento seccionador para tratar de liberar a Ron de los cerebros atacantes, y en el mismo momento Ginny recibió de Mulciber un hechizo aturdidor en la cara. En un intento desesperado de alejar a los Mortífagos de sus amigos heridos, James corrió hacia la Cámara de la Muerte, donde fue acorralado por el resto de los Mortífagos. Sirius Black, Nymphadora Tonks, Remus Lupin, Horace Slughorn y Cho Chang de la Orden del Fénix llegaron, y la batalla se reanudó.
Tonks disparó un hechizo aturdidor a Lucius Malfoy, dándole a James y Remus suficiente tiempo para escapar sin ser vistos, pero James fue agarrado por detrás por Walden Macnair. Remus golpeó en el ojo de la máscara del Mortífago, haciéndolo soltar a James, con un "aullido de aturdidor". James luego lo sorprendió, solo para ser acorralado por Dolohov, quien había logrado golpear a Ginny con un Encantamiento obstaculizador. Dolohov después golpeó a Teddy con el Encantamiento de pies danzantes. Antes de que Dolohov pudiera atacar de nuevo, Sirius se estrelló contra él y los dos comenzaron a batirse en duelo. El duelo fue feroz. En un determinado momento todos los mortífagos fueron rodeados por la Orden del Fénix, quedando el grupo literalmente de espaldas al velo de la muerte
- ¡Ríndanse! – ordeno Sirius
- No lo creo – dijo Voldemort apareciendo entre ambos grupos
- ¿Por qué, papi? – dijo Harry con voz dolida – ¿Por qué? Todo lo hice por ti
- Yo nunca te lo pedí – dijo James con voz determinada
- Sabes que esta traición solo se paga con la muerte ¿cierto? – siseo Harry
- ¿Traición? – dijo Sirius con sorna – ¿No crees que esa palabra te describe más a ti?
- Si muestras algo de respeto ahora, quizás lo piense y te tome como mi omega – dijo Teddy en el mismo tomo que su padre mirando a Harry
- Así se habla, hijo – Sirius con su arrogancia tan característica
- Una propuesta interesante – dijo el omega – pero…
- La va rechazar – aseguro James dijo apuntando su varita directamente hacia la cabeza del auror
- ¿Qué crees que haces, grandísimo imbécil…? – grito Sirius furioso
- ¡Ser el omega que siempre debí ser! – dijo James
- ¡Papá! – grito Teddy segundos antes de desaparecer
- ¡Teddy! ¡Teddy! – grito desesperado – ¿Dónde está mi hijo?
- Estará bien – dijo James –, porque a partir de hoy estará muy lejos de ti
- ¡Devuélveme a mi hijo ahora! – exigió Sirius
- De hecho es más mío – dijo Remus apuntando el cuello a Black con la varita – que tuyo
- ¡Remus! – dijo Sirius sorprendido mientras este le arrebataba su varita – ¿Qué crees que haces ?
- Prometer que Teddy se convertirá en el hombre que dejaste de ser hace mucho – dijo Remus
- ¡Soy tu alfa! – grito Sirius – ¡obedéceme!
- ¡Eres un completo imbécil! – dijo James en medio de una carcajada
- ¿Nunca te dijo alguien que si le eres infiel a tu pareja debilitas el lazo? – dijo Remus con una sonrisa
- Y eso empeora si tu pareja es un hombre lobo – dijo James – dime Sirius ¿De verdad creíste que traicionaría a mi hijo por ti? – dijo James en medio de otra carcajada lanzándole la varita al Lord que sonríe con malicia
- Tenías razón James – dijo Remus –, su petulancia lo traiciono – y Sirius lo miro furioso
- ¿Cómo…? – dijo Sirius sorprendido
- James me lo dijo todo desde el primer encuentro – dijo Severus apareciendo – los seguí para asegurarme que no te propasaras nuevamente
- ¡Eras tú el informante anónimo! – dijo Harry mirando a su padre
- ¿Qué puedo decir? – dijo James encogiendo los hombros – solo quería recordar mis días de colegial
- Te arrepentirás – sentencio Sirius
- ¡Cruxius! – dijo Severus – ¡No vuelvas a amenazarlo! – mientras el auror se retorcía de dolor en el suelo
- Avada Kedabra – dijo Tom apuntando a Sirius – que no quede nadie – las maldiciones imperdonables golpearon a cada uno de “los del bando de la luz” – pero entre los gritos, hubo uno que destaco
- ¡James! ¡Papi! – dijeron Severus y James al mismo tiempo
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¿Quién diría que había pasado tanto tiempo desde la batalla en el Ministerio? Era sabido que el proceso seria lento y encontraría resistencia, las personas siempre le temen al cambio, sin importar si son magos o muggles. Muchos del bando de la luz fueron perseguidos, y familia enteras murieron poniendo resistencia, entre ellos los Weasley. Harry no sintió ningún tipo de remordimiento, y por el contrario, se concentró en promover las leyes que amparaban a los Omegas.
Tras la muerte de Sirius, y trabajando tan de cerca con el Lord, Remus había por fin se había conciliado con su lobo interno, y ello le ayudo mucho a la hora de asumir el control sobre las manadas de hombres lobos de todo el Reino Unido. Al principio los cambios fueron muy difíciles para Teddy, pero en el fondo él siempre había sabido que su padre lastimaba a Remus, y aunque nunca dejaría de amarlo, tenía que reconocer el inmenso daño que le había hecho a su familia.
Esa noche, la Mansión de los Ryddle estaba a oscuras, cuando se apareció en la habitación principal. Respiro hondo y se acercó a la cuna para levantar al pequeño que amenazaba con llorar
- Shh, pequeño – dijo – tranquilo. Ya todo termino. Es hora de que duermas. Mañana tenemos muchas cosas que hacer. Mañana cerraremos una etapa y comenzara la nuestra
***FLASBACK***
Los nervios traicionaban a Harry parado en el pasillo de la mansión mientras Tom observaba en silencio
- Necesita descansar – dijo Madame Pomfrey saliendo de la habitación
- Gracias Merlín – exhalo Harry en un susurro
- Afortunadamente la maldición solo lo rozo sin dejar mayores inconvenientes – dijo la enfermera nerviosa
- ¿Podemos verlo? – dijo Severus
- Los espera – dijo ella
- Muchas gracias Pomfrey – dijo Tom y mujer tembló ligeramente – puedes retirarte – y ella prácticamente corrió fuera del lugar
- Cariño – dijo Harry –, deja de asustar a la gente. Es de mala educación
- Vamos a ver a James – dijo Severus un tanto desesperado
- ¡Vamos, vamos! – dijo Harry prácticamente corriendo dentro mientras los otros dos lo seguían – ¡Papi!
- Mi amor – dijo James sonreía mientras abría los brazos para recibirlo
- ¡Merlín bendito! – dijo Harry poniendo su cabeza sobre el pecho de su gestante – ¡creí que te perdería!
- Eso jamás, mi pequeño – dijo James besando ese cabello alborotado tan parecido al suyo
- Me da gusto verte mejor James – dijo el Lord
- Gracias señor – dijo el hombre
- ¡Tom! ¡Su nombre es Tom! – dijo Harry – ¿Por qué esta casa nadie entiende las cosas?
- No importa – dijo James sonriendo
- ¡Es tu suegro! – dijo Harry
- ¡qué raro suena eso! – dijo James sonriendo
- Te arriesgaste mucho infiltrándote de esa manera en la resistencia – dijo Tom
- Era la única manera de detenerlos – dijo James –. Afortunadamente Severus acepto transmitirle a… Tom lo que iba descubriendo sobre la orden
- Eso fue clave para derrotarlos completamente – dijo Severus sonriendo
- Yo de verdad creí que… – dijo Harry
- Nunca Harry – interrumpió James –, así tus ideas o decisiones no me gusten, yo siempre estaré de tu lado
- ¿Entonces por qué me sigues ocultando que no soy hijo de Lily? – dijo Harry