-/-/-/- Hace 7 años -/-/-/-
Un pequeño niño de alrededor de 4 años, ataviado con ropas tradicionales sencillas y algo humildes se aferraba a la mujer que discutía con un guardia de aquella casa, la mujer recibió un saco de monedas mientras sonreía y miraba al pequeño.
-Tao, de ahora en adelante vivirás aquí-
- ¿y tú mami? –
-yo no puedo, ¿Quién cuidara a tus hermanos? –
-pero mami-
-se buen niño y obedece al amo Fei-
- ¿amo Fei? –
La mujer no respondió más mientras se daba media vuelta y se iba mientras el guardia tomaba la mano del menor para evitar que huyese.
-vamos pequeño, debes arreglarte-
El hombre lo metió dentro de la mansión era un lugar grande y había muchos guardias con muchas armas; aquello lo asusto, el guardia lo llevo a una recamara con varias mujeres, mientras lo soltaba.
-quítenle esos harapos, y báñenlo; entrara al servicio del amo Fei-
-sí-
Después de patalear un poco, las mucamas lograron ponerle ropa de mejor calidad mientras lo bañaban y arreglaban; después otro hombre lo llevo a una habitación distinta mientras lo empujaba logrando que cayese al suelo.
-arriba la cabeza niño-
- ¡basta! Es muy pequeño aún-
Alzo la mirada mientras observaba a un joven no mayor de 21 años quien tenia un largo cabello negro y ojos brillantes, su quipao era de fina tela y en colores que resaltaban sus facciones; era hermoso; sus ojos se fijaron en el mientras unas manos frías lo levantaban y sacudían el polvo escaso, un pañuelo lo hizo volver en si cuando limpiaron sus lágrimas, las cuales no había notado.
- ¿Cómo te llamas pequeño? –
-Tao-
- ¿Qué edad tienes Tao? –
-acabo de cumplir 4-
La sonrisa del desconocido lo descoloco mientras se sentía apenado, y bajaba la mirada; Fei suspiro mientras miraba al niño de pies a cabeza.
-que ayude en lo que sus capacidades puedan, y solo por 3 horas; en el resto del tiempo puede jugar o vagar por la mansión, sigue siendo un niño al final de cuentas-
-lo que ordene amo-
- ¿amo Fei? –
-si, ahora me llamaras así ¿entiendes? –
-sí-
El niño salió de ahí con mejor ánimo, mientras con el pasar de los días empezaba a tomar confianza y aprender a hacer diferentes cosas dentro de aquella mansión, pero como había indicado Fei no lo dejaban ayudar mucho tiempo y lo dejaban recorrer el lugar de forma libre. En una de sus andanzas vio un hermoso árbol de Sakura en medio de un jardín secreto que no había visto antes; en medio de él una niña pequeña se encontraba tocando una flauta de viento.
Su cuerpo estaba paralizado mientras se acercaba al escuchar tan bella música, la niña alzo su rostro y se quedo sin palabras como cuando vio a Fei por primera vez, piel blanca como la nieve, con labios color durazno y los más brillantes ojos negros que haya podido ver.
Cuando ambos estuvieron frente a frente, la niña se detuvo mientras miraba al chico con curiosidad, sus dedos rozaron la mejilla de Tao mientras este sonreía levemente bastante sonrojado.
-me llamo Tao, soy nuevo por aquí, no te había visto antes-
-soy Mitsuki-
Una mujer abrió la puerta corrediza que no había visto mientras observaba a ambos, la niña hizo una inclinación mientras corría donde la mujer, cayéndose en el proceso.
-te he dicho que no corras niña, una novia fea y llena de marcas no conseguirá un marido-
-lo siento mamá-
-y tú vete de aquí-
Tao reacciono mientras salía de ahí, se apresuro para regresar al corredor principal, mas tarde preguntaría que pasaba.
-no deberías acercarte mucho a ella Tao-
La mucama que estaba a cargo de su cuidado suspiro mientras limpiaba la cara del niño quien hacia un puchero.
- ¿Por qué? ¿Quién es? –
-ella es la sobrina del amo Fei, y su futura esposa por cómo van las cosas-
- ¡pero es más pequeña que yo! –
-baja la voz Tao, así se hacen las cosas en el mundo-
-pero ella es bonita-
La mujer miro al ensoñador niño mientras suspiro y negó con la cabeza, lo acostó mientras esperaba que el siguiente día llegase y el pequeño Tao olvidase el asunto; pero el tiempo comenzó a pasar y la relación de ambos niños se hacía más fuerte.
-eres muy bonita Mitsuki-
-ustedes dos vengan-
Ambos niños se quedaron estáticos al ver frente a ellos a Fei quien solo les hizo una seña para que guardaran silencio y lo siguieron.
-tío Fei yo…-
-tranquila no le diré nada a tu mamá-
Eso los tranquilizo a ambos, en el tiempo que llevaba conociendo a Mitsuki que se reducía a cuatro meses se había dado cuenta que Huan la madre de menor era muy estricta en su educación, canto, cocina, tejido, música, fiesta del té, tradiciones japonesas y chinas, caligrafía; e incluso idiomas, era demasiado, pero parecía que la niña aprendía todo de una manera sorprendentemente rápida; pero aun así a veces alguna tarea se le complicaba y era donde Huan perdía la cabeza.
Encerraba a su amiga por horas incluso hubo una ocasión donde la encerró todo un día completo porque no hacia los pasos correctos de la ceremonia del té, miro al frente mientras llegaban a la biblioteca de aquel lugar.
-impresionante-
Tao miro a su amiga mientras sonreía, se vía completamente feliz; sus ojos mostraban un brillo único mientras su sonrisa era pura.
-puedes tomar el que gustes-
-gracias Tio Fei-
La niña corrió adentro mientras Tao intentaba alcanzarla siendo detenido por Fei su mirada estaba seria mientras le hacia una seña para que lo siguiese, entraron a un pequeño comedor donde ambos se sentaron.
- ¿quieres a mi sobrina? –
- ¿eh? –
-cierto tienes 4 ¿te agrada Mitsuki? –
-sí, me agrada mucho; quisiera que fuera mi amiga siempre-
-bien, entonces tendrás que entrenar mucho-
- ¿amo Fei? –
-quiero que seas el guardián de mi sobrina, debes protegerla de todo y contra todo, incluso contra su propia madre-
Tao no entendía bien a que refería, pero simplemente asintió mientras Fei sonreía, dejo a los niños reunirse mientras los observaba con atención; si aquello prosperaba bueno ya imaginaba la cara de Huan cuando supiese que no se casaría con su propia sobrina.
-cuídenlos, y que Tao entrene a partir de mañana 2 horas de las tres que trabaja-
-si amo Fei-
Los años comenzaron a pasar y tal como lo había dicho Fei, la relación de esos dos se volvía algo más que mera amistad; aunque seguían siendo niños y jugaban, reían, y se ensuciaban. Fei observaba aquello con buenos ojos quería cambiar aquella estúpida regla que le pedía o mas bien dicho forzaba a casarse con su sobrina y para ello tendría que empezar por el consejo y la madre de la niña; tomo su decisión y los mando a llamar incluidos a Tao y Mitsuki.
-amo Fei-
-Fei-sama-
Mitsuki permanecía en silencio con sus ahora 8 años era un conjunto de belleza e inteligencia pese a que su madre se había molestado mucho por ello y la había castigado severamente, Tao pudo comprobar eso cuando la sostuvo en brazos pálida y demacrada después de dos días, pero aquello basto para que Fei le quitara aquella privacidad con la que educaba a la niña y lograra liberarla un poco.
-todos aquí tenemos en cuenta el contrato que nos relaciona ¿no es así? –
-su futura boda con la princesa del Bashiee-
- ¿Qué hace un plebeyo aquí? –
-es mi guardián madre-
-cállate, Fei-sama no te ha dado permiso de hablar-
-sí-
-soy el líder de Bashiee así que mi voluntad es absoluta, he pensado mucho las cosas así que he tomado una importante decisión…no me casare con Mitsuki-
El consejo y la sala en general se quedo en silencio mientras Mitsuki miraba a Fei sorprendida derramando un par de lágrimas se había resignado a su destino condenado, pero ahora, Fei se acerco a ella limpiando aquellas gotas traicioneras mientras observaba al resto.
-es una niña y es mi sobrina, no la veo de otra forma-
El consejo de ancianos comenzó a protestar mientras Tao vigilaba de cerca a Huan quien permanecía callada y con los puños apretados, el sonido del seguro de un arma paro la discusión mientras observaban al chiquillo de 9 años quien protegía con su cuerpo a Mitsuki mientras le apuntaba a Huan quien tenía una filosa daga en sus manos.
-baja el arma Huan, no permitiré que lastimes a Mitsuki-
Fei permanecía mortalmente serio mientras toda el aura a su alrededor gritaba peligro, la mujer palideció mientras soltaba el arma que cayó al piso con un golpe metálico. Fei llamo a un par de guardias mientras se llevaban a la mujer quien se dejo hacer, reviso a ambos niños quienes parecían bien y suspiro.
-Tao lleva a mi sobrina a su habitación y quédate para cuidarla-
-si amo Fei-
Ambos niños subieron mientras la pequeña abria la puerta para tirarse en la cama, y ponerse a llorar Tao cerro detrás de ella mientras suspiraba guardando el arma Mitsuki ya le había dicho varias veces que, porque cargaba aquella cosa, que su mismo tío le había dado; que era peligrosa y ya había visto muchas muertes en ese sitio.
-Mitsuki-
Tao se sentó al borde de la cama mientras acariciaba el cabello de la niña, ella se había hecho un ovillo en las cobijas mientras lloraba. Cuando pudo calmar un poco se quito las cobijas mientras observaba al mayor.
- ¿Por qué me odia Tao? –
-no lo sé, tia Huan es…extraña-
-no la llames así, aunque te lo haya ordenado; no lo merece-
-sigue siendo tu mama Mitsuki-
-NO una verdadera mamá no debería odiarme así, prefiero quedarme sola-
-no estás sola, estoy aquí-
Mitsuki miro al chico quien parecía a punto de querer llorar mientras este la abrazaba, sabía que Tao había sido recogido por su tío Fei pero nada más.
-a veces las mamas hacen cosas que nosotros no entendemos-
-nunca he preguntado Tao, pero ¿Dónde está tu mamá? –
-en casa supongo-
-no comprendo-
-fui el ultimo de 8 niños, mis padres eran muy pobres, papá murió cuando un gran barco no vio su pequeña embarcación; junto con él iban dos de mis hermanos quienes también murieron-
-Tao-
-esta bien, fue cuando era muy bebé no los recuerdo; mamá trabaja de noche y día para alimentarnos, pero no era suficiente; por eso ella me trajo aquí, Fei-sama le dio dinero a cambio de mis servicios y le da cierta cantidad por mi estancia aquí, la odie mucho tiempo, pero Fei-sama me hizo ver que estaba desesperada y que mis hermanos no tenían que comer-
El niño bajo la mirada mientras apretaba los puños recordaba cuando Fei lo llevo a ver a su madre esta lo había colmado de besos y abrazos diciéndole que había salvado a su familia, sus hermanos mayores también sonreían e iban a la escuela, así que por el bien de su familia decidido quedarse con Fei.
-también estoy contigo Tao-
-mi princesa-
Mitsuki se sonrojo mientras Tao se tapaba la boca aquel mote solo se lo daba en sus pensamientos, la niña sonrió mientras con las mejillas coloreadas besaba la mejilla del más alto.
-mi príncipe-
-Mitsuki-
-hagamos una promesa Tao, sin importar que suceda siempre estaremos juntos-
La de ojos brillantes le mostro su dedo meñique con una cara muy seria que hizo sonreír al mayor, y tras entrelazar sus dedos, sellaron aquella promesa infantil; después se dedicaron a jugar hasta que se quedaron dormidos; abrazados el uno al otro.
Dos años después se desataría una tragedia, aquella que los llevo a separarse; Tao vigilaba el perímetro mientras Mitsuki leía tranquilamente en el jardín, la niña suspiro al ver a su compañero trepado en un árbol.
-Tao baja de ahí-
-pero mi princesa-
-solo baja-
Cuando el joven estuvo en el suelo la chica suspiro, bajando el libro solo lo necesario para verlo.
-podrías traerme algún bocadillo, esta interesante esto-
-por supuesto mi princesa-
-deberías dejar de mimarla Tao, está perdiendo sus modales-
- ¡tío Fei! / ¡Fei-sama! –
Ambos se levantaron haciendo una reverencia cuando había adultos cerca Mitsuki parecía asustarse y se comportaba de modo más sumiso. La pequeña se levanto mientras se acercaba al mayor y le ofrecía la silla mientras ella se sentaba en un pequeño cojín.
-buena niña-
Tao suspiro era la costumbre mientras se retiraba para traer el bocadillo de Mitsuki, los guardias de Fei los cuidarían a ambos; paso por la cocina, pero antes de entrar pudo ver a la mamá de Mitsuki entrar a una habitación, seguía educando a su hija de vez en cuando, pero Fei la mantenía apartada de la menor.
Algo en ella no le gustaba así que decidió seguirla, la mujer se metió a una habitación sigilosamente mientras el se quedaba para escucharlo, la mujer pareció hacer una llamada mientras conforme más hablaba más se asustaba.
-serán 200 000 mil yenes, tiene 10 años y es heredera de Bashiee; pueden usarla de cebo para Fei-
Tao decidió no escuchar más la tensión en Bashiee era notable, y no había forma de pedir ayuda; Fei-sama ya estaba bajo mucha tensión así que recordó a uno de los guardias que podía ayudarle después de mover ciertas cosas logro que Mitsuki fuera llevada a Japón con Asami Ryuichi, pero no conto con que Huan se enteraría de sus planes y todo se fuera al carajo, Huan utilizaría su único transporte para vender a su hermosa princesa.
-/-/-/- Actualidad -/-/-/-
-y eso es todo, Mitsuki es mi prioridad-
Reid sonrió mientras observaba al chico, no parecía malo y pese a que portaba un arma; sus ojos destilaban un brillo de inocencia común a su edad; cuando Aaron se enterase cubrió una risa sabiendo que su prometido y futuro esposo era posesivo y celoso, si se enteraba que aquella pequeña que ambos amaban tenía un “pretendiente” ardería Troya.
Tocaron tres veces en la puerta mientras Tao la observaba contesto con dos toquidos y le respondieron con cuatro más, la puerta se abrió mostrando a Fei quien sostenía uno de sus hombros ensangrentados.
-ya paso-
- ¡amo Fei! –
- ¡Fei! –
Reid lo ayudo a apoyarse mientras salían de ahí los daños a la mansión eran mínimos, pero las ventanas y puertas se mantenían cerradas iba a abrir una, pero Tao lo detuvo sus ojos tristes le indicaban que no debía ver, ambos llegaron a la habitación del mayor mientras Reid lo recostaba en la cama.
-Tao busca un botiquín-
-no es nada-
-te curare-
El chico corrió y trajo una caja blanca Spencer saco vendajes y otras cosas que lo podían ayudar y comenzó retirando la parte superior del quipao, sus ojos detallaron aquel abdomen firme, pero negó con la cabeza concentrándose en la herida.
-tus manos son cálidas-
-no es la primera vez que curo algo así, mantente quieto-