El sudor recorría su frente mientras en el bosque los agudos instintos de un cazador se activaban, el lobo podía oler a su omega predestinado, estaba en celo y lo necesitaba; hasta sus sensibles oídos llegaban las suplicas del joven vampiro, gruño mientras terminaba de comer guardando un pedazo para llevarlo con su pareja.
Regreso a toda velocidad a la mansión mientras encontraba la capa llena de sangre, la olfateo volviendo a su forma normal, se la coloco cubriendo su desnudez y fue directamente a la habitación del más joven; tecleo la contraseña que se sabia al haberla encontrado de pura “casualidad” y entro las feromonas del joven golpearon su nariz mientras dejaba la comida en la mesa su entrepierna dio un tirón inmediato y sus hormonas dominaron el ambiente.
-alfa-
Tsuna se revolvía en la cama mientras su boca salivaba y veía a Reborn con deseo contenido; el celo estaba avanzado y su mente estaba perdida; de un solo tirón quito el short que traía para observar su miembro necesitado y goteante.
-preséntate a tu alfa-
Tsuna se puso en cuatro mientras colocaba su pecho sobre la cama y con sus manos a cada lado de sus nalgas las abría mostrándole su dulce hoyito a Reborn quien se quitó la capa quedando desnudo, su erección era grande y su nudo también, metió un par de dedos corroborando la lubricación y antes de que el castaño pudiera hablar lo penetro de una sola estocada.
Un gemido lastimero surgió de su boca mientras un hilillo de sangre bajaba por su entrada, el lobo había entrado en él con todo y nudo mientras Tsuna gemía; se mantuvo quieto un momento y empezó a bombear de atrás hacia adelante.
-Alfa…Reborn-
-sí, soy tu alfa-
Los gemidos del joven competían con los gruñidos animales de Reborn quien intentaba controlar su forma animal, no quería lastimar más al joven vampiro. Lo giro mientras alzaba sus piernas y Tsuna las enredaba en sus caderas.
-márcame…alfa-
-si eso quieres-
Lo alzo mientras lo apoyaba contra la pared más cercana sus pies tocando el suelo Reborn halo su cabello mientras mordía con ferocidad, dejo sus colmillos entrar mientras Tsuna lloriqueaba, una luz brillo entre ambos mientras se formaba una especie de tatuaje en su cuello y en el de Reborn.
-te amo Reborn-
El mayor empezó a besarlo suavemente al contrario de sus movimientos bruscos, Tsuna gimió fuerte mientras arqueaba su espalda y terminaba contra la pared, el nudo de Reborn seguía duro así que lo cargo hasta la cama mientras se acostaban en modo “cucharita” y masajeaba su miembro poniéndolo duro de nuevo.
Sus ojos derramaban lagrimas mientras su alfa seguía bombeando su interior, se sentía lleno y complacido mientras apretaba su cuerpo para darle placer a su alfa.
-Reborn…alfa…me corro-
-no te puedes correr aun-
El mayor apretó su punta mientras Tsuna lloriqueaba, mordisqueaba todo a su alcance dejando que su delicada piel llegara a sangrar y se reparara del mismo modo, su nudo se apretó mientras gruñía, el joven vampiro gimió mas fuerte cuando Reborn soltó su sexo y le dejo correrse, el lobo apretó sus caderas con clara seguridad de que dejaría marca y soltó toda su semilla dentro.
El nudo hinchado expulsaba su semilla a borbotones mientras Tsuna jadeaba debido a calor, cuando termino lo abrazo bien mientras esperaban a que su nudo se deshinchara, Reborn fue el primero en recuperar la conciencia totalmente mientras lamia el cuello de Tsuna ahora ese pequeñajo sabría que era bueno.
Miro el tatuaje en su cuello mientras sonreía aquello mostraba una luna creciente lo beso suavemente y se quedó dormido, Tsuna despertó avanzada la noche mientras sentía dolor en el trasero se movió escuchando un gruñido a su lado y se sorprendió; giro con brusquedad aguantando un gemido y pudo ver a Reborn, el lobo dormía a su lado con el pecho desnudo y cientos de arañazos y mordidas en él, alzo las sabanas mientras daba el grito menos masculino en su vida.
-Hiee-
El lobo abrió los ojos mientras se desperezaba y buscaba al pequeño vampiro quien se había caído de la cama, lo alzo en brazos y miro el reloj; era muy temprano todavía.
-no hagas escandalo dame-Tsuna; es temprano aun-
Lo abrazo a si mientras Tsuna trataba de alejarse sin más remedio libero sus hormonas para calmar a su uke.
-me violaste-
-me llamaste anoche, tu celo se adelanto y tu voz me llamaba; la pude oír en las profundidades del bosque mientras cazaba; eso sucede cuando un alfa y un omega están predestinados-
El jefe se sonrojo mientras golpeaba su pecho sin mucha fuerza, toco su cuello sintiendo aquella marca que lo unía a Reborn mientras suspiraba, no hubiera querido enlazarse así, pero parecía que era inevitable podía sentir las feromonas de Reborn calmándolo.
-ahora serás mi mascota para siempre-
-y tu serás mío por y para siempre mio bellissimo angelo –
-iughh no te pongas cursi-
Reborn rio de forma sarcástica mientras mordía su hombro sacándole un gemido su cuerpo empezó a sentirse caliente y culpo a sus estúpidas hormonas, aunque esta vez no se lo dejaría fácil, saco sus colmillos mientras mordía su cuello drenando su sangre.
-mmm eres un niño malo-
-no soy un niño-
Ambos lucharon entre las sabanas, pero el joven castaño bufo cuando el mayor lo atrapo en la cama sosteniendo sus manos por encima de su cabeza con una sola mano; haciendo uso de su fuerza lobuna, ahora detestaba haberle quitado el collar.
La semana paso relativamente rápido entre sexo y hormonas; cuando Tsuna regreso todos se sorprendieron al sentir su olor.
-Judaime-
-Tsuna-sama-
El mayor se sentó en su posición normal mientras Reborn se sentaba a su izquierda dejándoles ver que sus puestos no cambiarían, pese a que su jefe ya estaba marcado; Reborn seguía siendo el segundo al mando después de Tsuna.
- ¿Qué ven? desayunen rápido; el entrenamiento seguirá después de ello-
Ninguno dijo nada más no querían hacer enfadar a su joven jefe quien les mando una mirada severa; después de ello todos salieron a entrenar y el mañana continuo de forma normal.
-/-/-/-
-así que ya se encontraron-
-eso parece; a este ritmo la leyenda se hará realidad-
-no podemos permitirlo; su hijo no debe nacer-
- ¿y qué haremos mi señor? –
-matar al vampiro con todo y vástago, Bianchi; es hora de que visites a tu hermano-
La mujer de cabello rosa asintió mientras se colocaba una capucha, y después de una breve inclinación salía del lugar, una sonrisa cruel se instalo en los labios del hombre al fin lograría vengarse de aquellas especies que iban contra la ley de Dios.
Solo había necesitado escrituras falsas y un grupo de extremistas quienes tuvieran problemas con ellos; no había sido difícil encontrarlos, aunque ahora con la ayuda de aquel lobo sería más difícil cazarlos; bueno mejor para él; así no seria tan aburrido atravesar sus corazones con una estaca.
-/-/-/-
Reborn supervisaba el entrenamiento de los chicos mientras Tsuna vigilaba los alrededores, se sintió levemente mareado mientras descendía y terminaba por vomitar su desayuno. Toco su vientre sintiendo pulsaciones y regreso a la mansión encerrándose en su habitación.
El lobo podía sentir que algo no andaba bien con su omega así que decidió darles un descanso y subir a ver que pasaba cuando entro pudo ver que Tsuna acomodaba unas almohadas y mantas en el piso a forma de nido y se sorprendió en demasía.
-Tsuna ¿acaso tú? –
-parece que sí, aunque aún no sé cuántos son-
Reborn lo abrazo mientras Tsuna golpeaba su pecho cediendo poco después; detestaba ser mimado pero sus estúpidas hormonas lo pedían, termino de acomodar su nido mientras suspiraba, su cuerpo le dolió mientras iba a vomitar al baño.
-maldición-
El de cabello negro camino hacia él mientras acariciaba su espalda para después pasarle un vaso con agua.
-iremos al médico-
-sabes que soy un vampiro ¿no? –
-lo sé, no iremos a un medico normal-
Una vez caída la tarde Reborn y Tsuna subieron a la habitación que ahora compartían; el de ojos negros saco su capa mientras la colocaba en los hombros del menor, salieron al patio y Reborn tomo su forma de lobo.
-sube-
-no vayas rápido me mareo-
-lo sé-
Tsuna subió al lomo del mayor mientras este se adentraba al bosque, el castaño observaba a las criaturas de la noche ocultarse entre los árboles; ese bosque guardaba lo que quedaban de especies fantásticas; hadas, elfos, las ultimas criaturas mágicas de su especie, pese a su odio a los humanos ellos protegían aquellas criaturas.
-tienen miedo-
-le temen al lobo sobre el que estas montado; solo como animales normales pero mi especie comía a los suyos en tiempos de escases-
Tsuna halo su oreja mientras le mayor gruñía; llegaron a una pequeña cabaña en las profundidades del bosque que el mayor nunca había visto; el de cabello negro regreso a su forma normal y busco un paquete de ropa que siempre estaba a su disposición mientras se vestía el menor observaba sus alrededores.
-espera aquí entrare primero-
Reborn trono sus nudillos mientras entraba al lugar, un par de golpes y gritos después la puerta se abrió de una patada y el mayor arrojo al suelo a una persona de cabello chino y lentes.
-deja de ser tan brusco lobo-
-y tu deja de ser tan flojo maldito hechicero, ahora levántate-
El hombre se levanto sacudiendo sus ropas mientras se topaba con una cara poco conocida que lo observaba de forma sarcástica, observándolo bien pudo notar el emblema de la casa Vongola en el anillo que portaba en su dedo y se dio cuenta que se trataba de un vampiro; observo a Reborn incrédulo, pero este solo le hizo un movimiento con la cabeza para que entrasen.
-bienvenidos a mi humilde hogar-
El lugar era algo pequeño, pero estaba adecuado totalmente para cualquier actividad mágica, lleno de velas y demás cosas que le revolvieron el estomago a Tsuna quien se apoyó en el más alto.
- ¿Qué necesitan? –
-una revisión médica Shamal quiero ver que mis hijos estén bien-
- ¿hijos? –
En ese momento cayo en cuenta del olor que producían ambos, se habían enlazado y el omega mantenía el olor del alfa fuertemente en su cuerpo, una vez pasada la sorpresa inicial les pidió que lo siguieran a otra habitación mejor cuidada con una cama y luz artificial.
-acuéstate-
Tsuna lo hizo y el doctor hizo un examen mágico pasando una luz por su vientre logrando que esta rebotase débilmente.
-es muy pequeño aun-
-demasiado, mis instintos fueron los que me hicieron construir un nido-
-por ahora no puedo hacer más Reborn, solo debe alimentarse bien; carne semi cruda y sangre, aun no puedo sentir cuantos son ni de que especie, pero lo más seguro es que a lo mejor sean dos de cada uno; o al menos así pasa en estos casos de mezcla de especies-
El castaño palideció al oír el veredicto del doctor mientras Reborn sonreía con autosuficiencia, recibiendo un golpe en el estomago de su muy enfadado, omega.
-puedo hablar contigo ¿en privado? –
Espérame afuera Tsuna si algo pasa llámame tocando tu marca, el menor asintió pese a su inmensa curiosidad; el tono del de ojos negros no daba lugar a replica y decidió salir al bosque un rato para calmar sus nauseas.
-ha habido algunos incidentes-
- ¿entre especies? –
-cazadores-
Su rostro se volvió serio mientras Shamal lo llevaba a otra habitación donde había partes de algunos seres fallecidos, el lobo olfateo los restos mientras fruncía el entrecejo.
-pensé que se habían extinguido hacía mucho-
-todos lo pensábamos-
-bien, emite una alerta abra toque de queda a partir de las 12.00 p.m; si cualquier criatura los ve mándenme llamar inmediatamente-
-pero Reborn…-
-se que no confía en mí, pero quiero remediar los errores de mis antepasados y protegeré este bosque, el cual también fue mi hogar-
Sintió que su pareja lo llamaba, pero de forma tranquila así que se despidió de Shamal mientras salía del consultorio e iba con Tsuna tomando otro paquete de ropa y entregándoselo al menor se transformo como hombre lobo mientras Tsuna lo montaba.
-cuando cumpla un mes regresen, ya lograre ver cuántos son-
-bien-
Ambos salieron de ahí mientras una mira los seguía desde unos árboles; Reborn pensaba que hacer; como proteger a las demás criaturas del bosque; debía instalar cámaras térmicas y de movimiento, no iba a dejar a aquellas criaturas desprotegidas.
- ¿estás bien? –
La voz de su omega lo saco de sus pensamientos mientras lo dejaba bajar de su lomo se transformo mientras el jefe lo observaba cambiarse notando cicatrices que en su momento no había notado. Las toco, con delicadeza sabiendo que el silencio del lobo era debido a algo importante ahora que estaban conectados podía sentir sus emociones.
-entra, tengo cosas que hacer-
-Reborn…soy tu omega-
-ahí cazadores en el bosque-
Tsuna abrió los ojos sorprendido, los cazadores debían estar extintos o al menos desaparecidos, la ira recorrió sus venas mientras el mayor lo apegaba a su pecho calmándolo con sus hormonas.
-tranquilo, les harás daño a los cachorros; entremos buscare material para colocar trampas; no quiero cazadores cerca de mis hijos-
-que ni se atrevan o les arrancare la cabeza-
El vampiro se calmó mientras entraban, también les avisarían a los demás neófitos para mantener guardias cada cierto tiempo.
-empezaron a moverse-
-excelente-