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What no one tells you about love por Elisse

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Notas del capitulo:

Hola chic@s espero que se encuentren muy bien, nuevamente perdon por la demora, actualizar semanalmente es mas dificil de lo que crei jaja...pero a cambio, subire capitulos mas largos :D bueno, sin mas, espero que lo disfruten!

Por cierto, cuidense mucho, no se como esten viviendo esto de la cuarentena...pero tomen sus precauciones. ¡cuidense!

 

CAPITULO 9

Después de que llegamos a casa, hice la cena y vimos una película, no recuerdo muy bien de que iba si soy honesta, mi mente había estado divagando en cosas al azar, pero al parecer ella disfrutaba de ese tipo de películas, donde hay un amor prohibido. Después de que la película terminara esperé a que Ali se fuera a su recamara para dormir y yo pudiera acomodarme en el sofá para intentar hacer lo mismo.

- ¿qué haces? -me miró con curiosidad.

- ¿mm? Pues…dormir un poco, creo -respondí.

- ¿en el sofá? -se cruzó de brazos.

- ¿Qué? ¿tu amante puede venir en la noche y verme? ¿debo dormir en la tina del baño? -respondí con sarcasmo.

- ¿Qué? No seas tonta -rio- ¿no vas a dormir conmigo? -me tomó de la mano haciendo que me levantara.

-No hace falta, puedo dormir en el sofá.

-por supuesto que no- dijo sin soltarme - ¿qué clase de prometida duerme en el sofá y no en la cama con su amante?

-las falsas -respondí.

-bien -soltó mi mano- esta bien, no voy a obligarte, puedes dormir donde sea que quieras -me dio la espalda-

¿estaba molesta? No tenía idea…pero no estaba de humor para algo así, mañana por la mañana podría contentarla. Sin decir otra palabra se dirigió a su cuarto mientras yo me acomodaba en el sofá, no era lo mejor del mundo, pero podía pasar ahí la noche, cerré los ojos unos segundos y una almohada fue arrojada hacia mi cara.

- ¿Qué dem…? -me levanté clavando mi mirada en la entrada de la habitación de Ali.

-podría dolerte el cuello -dijo para después lanzarme una manta.

- ¡hey…Ali! -dije quitando la manta de mi cara.

-que descanses…-dijo y finalmente regresó a su cuarto.

-que descanses…-suspire levemente. -y gracias…-acomodé la almohada para poder usarla, la habitación era cálida, no era necesaria la manta, pero aun así decidí usarla, desprendía un suave aroma a lavanda mientras que la almohada olía delicadamente a su shampoo, aunque no era un aroma que me hiciera sentir tranquila del todo…me hacía sentir ajena a todo esto, después de unos minutos en silencio, cerré los ojos.

-Alex…despierta…

Pude escuchar a alguien llamándome

-cariño…despierta…

Extrañamente mis parpados pesaban, no podía abrir mis ojos, sin embargo, aquella voz se volvía más fuerte.

-amor…despierta…-una sensación cálida sobre mi mejilla me hizo abrir los ojos. -vamos bebe… ¿estás despierta?

-esa voz…-apenas abrí los ojos, mis lagrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas, esa delgada figura frente a mi…de piel blanca y mirada celeste…de verdad estaba frente a mi…

-oh cariño, no llores…-acarició mi mejilla.

- ¿R-Rouxi…? ¿pero…cómo? -mis piernas temblaban, pero eso no me impidió lanzarme hacia ella para abrazarla fuertemente.

-tranquila…-acarició mi cabello. -por favor, no llores…

-Rouxi…-de verdad era ella, me aferré a ella fuertemente. -¡te extrañe tanto…!

-oh mi amor…no debes preocuparte, yo siempre voy a estar aquí…-se apartó un poco y colocó su mano sobre mi pecho. -escucha…lo estás haciendo muy bien mi amor...no debes olvidar quién eres… eres en verdad increíble -sonrió.

No pude evitar seguir derramando lágrimas, esa sonrisa tan bella…tan hermosa…que se me clavaba en el pecho…era idéntica a la que me dedicó la última vez que pude sostenerla en brazos.

-Rouxi… ¿Por qué…? -exclamé entre lágrimas. -de verdad no puedo con esto…no importa cuánto tiempo pase…yo no soy capaz de…

-cariño- me interrumpió. - estoy muy orgullosa de ti en verdad, eres alguien increíble, y aunque fue corto el tiempo…de verdad me hiciste sentir la persona más afortunada de todo el mundo -Me abrazó. Y juraría por mi vida que podía sentir su perfume inundando mi olfato. -nunca olvides lo mucho que te amo -sonrió. -debes ser fuerte ¿entiendes? Debes seguir…y mostrarles a todos lo increíble que eres.

- ¡no…! En verdad no puedo hacer esto sin ti…yo no…-mi pecho se agitaba, me estaba desesperando.

-debes hacerlo, yo siempre voy a cuidarte mi amor -besó suavemente mi mejilla. -siempre…-una luz al fondo comenzaba a intensificarse hasta el punto de segarme.

-Rouxi... ¡Rouxi! ¡espera! ¡por favor…!

-Alex…Alex… ¡Alex…!

Me levante muy agitada, mi cuerpo sudaba frio, mis manos temblaban y mis lagrimas…mis lagrimas no dejaban de brotar.

-Alex… ¿Qué ocurre? -me sujetaron suavemente del hombro.

Exaltada aparté su mano con la mía usando algo de fuerza, sin caer en cuenta de quien se trataba. -¡aléjate! -grité.

-¡Alex! ¡cálmate! -me tomó de las muñecas- ¡soy yo!

-¡no! ¡déjame en paz! -grité.

Forcejeamos un poco hasta que ella se colocó sobre mí, ella usaba la fuerza que tenía para sujetar mis manos a los costados de mi cabeza. -está bien…-respiramos agitadas. -todo está bien. -fue solo un mal sueño…

El nudo en mi garganta no me permitía decir algo, después de unos minutos más mis fuerzas abandonaron mi cuerpo y dejé de forcejear.

-tranquila…aquí estoy- relajó su cuerpo y se acomodó sobre el mío recargando su cabeza sobre mi pecho. -todo estará bien -repitió.

No sé cuánto tiempo permanecimos de esa manera. Despertaba por momentos y Ali se aferraba un poco más a mi para calmarme. Unas cuantas horas después el sol salió, su luz se filtraba por una fina ranura de las cortinas.

Me moví un poco, sin poderlo evitar terminé por despertar a Ali, que permanecía abrazada a mí.

-mmm… ¿ya es de mañana? -dijo aun adormilada.

-Ali yo…-fui interrumpida por un par de golpes. Alguien llamaba a la puerta

-¿señorita Sellers? -dijeron desde el otro lado.

-¿qué pasa…? -bostezó.

-bueno…verá…

-ah…vale vale, dame un momento -se levantó torpemente y caminó hacia la puerta.

Parecía que era su asistente, aproveche el momento para dirigirme al baño.

-¿que fue todo eso…? -me miré en el espejo. Ojeras y ojos hinchados no eran algo raro en mí. Abrí la llave del agua y enjuagué mi cara con agua fría.

-¿estás bien?

-si …yo -me gire un poco para mirar a Ali quien se encontraba recargada en el marco de la puerta. Trague saliva -lo siento yo…-aprete mis puños-

-¿Por qué te disculpas? -me miró confundida. - ¿Alex?

Me acerque a ella y acaricie sus brazos, pasando mis dedos encima de las marcas rojas que en ellos había.

-¿esto? No es nada -sonrió. -debió pasar ayer mientras forcejeábamos -rascó su mejilla. -en todo caso, yo debería disculparme -tomó mis muñecas. -tal vez…use más fuerza de la que debía-

Apenas había notado que mis muñecas estaban un poco moradas.

-¿quieres hablar sobre eso? -acarició mi mejilla.

-estoy bien…tranquila -me forcé a sonreír

-no hace falta que te guardes todo eso ¿sabes? -me abrazó.

Guarde silencio.

-vaya…mmm -aclaró su garganta. -¿Por qué no desayunamos? Debo bajar a mi oficina unas horas, pero volveré para que comamos algo ¿Qué te parece?

-no hace falta…en serio, no debes saltarte el trabajo solo por mi -me aparte un poco.

-pff…nada de eso, vendré por ti y comeremos juntas antes de que deba volver a esclavizarme por un par de horas más. -me tomó de la mano y caminamos hacia el comedor.

Unos minutos más tarde y un par de intentos fallidos, Ali preparó un poco de pan francés y malteada de chocolate.

-mamá siempre las preparaba para mi cuando tenía un mal día -colocó un plato y un vaso frente a mí. -no digas que las odias si no las has probado -me amenazó con un cucharon.

Di un mordisco, era dulce, suave y crujiente a la vez.

-¿y bien? -dijo sonriendo-

-le falta canela…-le di un sorbo a mi malteada.

-¡tu…pequeña…! -se recargo sobre la barra.

-pffft….hahaha…-comencé a reír.

-¿ah? ¿te volviste loca? -me miró curiosa-

-está muy buena…increíblemente dulce…pero buena -di otro bocado.

-¿ah sí? -me miró extrañada.

-si…hahaha…-respiré profundo. -gracias Ali…-tome su mano.

-¿por las tostadas? Hay más en el sartén si quieres -sonrió.

-no…por lo de anoche…gracias por acompañarme, no tenías que hacerlo…incluso lastime tus brazos -dije apenada.

-hey, no es nada, en serio, si preguntan diré que tuve una noche de sexo salvaje con mi prometida -me guiño un ojo.

-¿Qué? ¡estás loca! -solté su mano-

-¿Qué? No es una mentira del todo haha…vamos, termina tu desayuno.

Después del desayuno Ali entró al baño para darse una ducha. Entré a su habitación para buscar mi maleta.

-¿Dónde las deje…? -rebusque entre mi ropa y un par de libros, hasta dar con un frasco pequeño de tapa azul. -esto debería evitar que tenga sueños así nuevamente…al menos por ahora -suspiré.

Tomé algunas pastillas de su interior, después de tragarlas me recosté un momento en la cama de Ali, debido a que no había logrado dormir mucho anoche el cansancio me venció, haciéndome dormir unos momentos hasta que sentí el peso de algo hundir suavemente el colchón.

-hey…el baño está libre -dijo Ali con voz suave. - ¿o prefieres dormir un poco más?

Sin abrir mis ojos tantee un poco la situación, definitivamente estaba sobre mí, sus rodillas estaban a la altura de mis caderas, mientras que sus manos descansaban a lados de mi cabeza.

-hueles bien…-aspire un poco de su perfume.

-¿te gusta? -se acercó a mi cuello, su respiración sobre mi cuello me hacía cosquillas.

-mmm…-mis manos paseaban por sus caderas, no hizo falta mirarla para adivinar que no llevaba puesto nada.

-que atrevida es señorita Pierce -besó mi cuello arrancándome un pequeño suspiro.

Sin decir palabra, unió sus labios a los míos, era un beso lento, mis manos se detuvieron al llegar a sus muslos, los apreté suavemente, ella fue profundizando el beso hasta encontrarnos en una pequeña batalla por ver quien tendría el control.

-te deseo tanto…-gruño por lo bajo. -¿podemos…?

Mi mente estaba en blanco, aún estaba un poco confundida por aquel sueño, pero no era un robot sin sentimientos, mi cuerpo comenzaba a reaccionar. No sabía el porqué, pero no quería detener aquello, mi mente divagaba, pero era como si mi cuerpo actuara por sí mismo.

Mis manos hicieron un pequeño recorrido, partiendo desde sus muslos…pasando por sus caderas y finalmente deteniéndose sobre sus pechos, los apreté un poco causando que se estremeciera, su piel estaba un poco fría y había aun pequeñas gotas cubriendo su cuerpo.

-el calor que desprende tu cuerpo…se siente tan bien…-se recostó sobre mí, su pecho sobre el mío se sincronizaba al respirar.

Su rostro se escondía en mi cuello, tomó mi mano y la dirigió hacia su entrepierna.

-ahh…-soltó un pequeño gemido al sentir el tacto frio de mis dedos.

-¿no tenías que ir a trabajar? -cuestione mientras comenzaba a hacer movimientos suaves sobre su intimidad.

-ahh…si, pero…puede esperar un poco más -se aferró al cuello de mi sudadera.

-¿segura…? -mis dedos exploraban la zona con tranquilidad, sintiendo su humedad marcando movimientos circulares sobre su clítoris.

-ah…si…por favor…-sus piernas se separaron un poco más para que pudiera moverme libremente.

Después de estimularla unos cuantos minutos más, mis dedos entraron lentamente en su interior, era cálido y húmedo, mis dedos entraban y salían sin prisa.

-ahh…Alex, por favor…-gimió.

Saqué mis dedos de su interior para poder tomarla de las caderas y apoyarla sobre mi rodilla que había elevado previamente a su altura. No esperó más, comprendió enseguida la situación y comenzó a frotar su intimidad contra mi rodilla gimiendo sugerentemente, con una mano la ayudaba a moverse y con la otra tomé su barbilla.

-estas muy caliente… ¿sabes? -sonreí relamiendo mis labios.

-oh...cállate…-me besó. Esta vez lo hizo más desesperada, jugaba con mi lengua y mordisqueaba mis labios, su aliento caliente se fundía con el mío.

Una fina capa de sudor cubría nuestros cuerpos, masajeaba sus pechos mientras continuaba frotándose contra mí, unos momentos más tarde su cuerpo se tensó al sentir una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo, había llegado a su ansiado orgasmo. Su cabeza descansaba sobre mi pecho mientras intentaba recobrar la calma.

-¿Qué pasa? ¿fue demasiado para ti, lindura? -acaricie su espalda.

-¿Cómo es que eres tan buena…? -dijo aun faltándole el aliento.

-¿Qué puedo decirte? -sonreí. -creo que alguien tendrá que tomar otro baño -reí.

-valió totalmente la pena -dijo ya un poco más tranquila. Permanecimos así por unos minutos -bueno es cierto…-se estiró un poco -no puedo bajar a trabajar así. -se levantó para dirigirse al baño nuevamente.

-¿Qué? ¿es todo? -la miré.

-¿de qué hablas? -río curiosa.

-¿solo me querías para desahogarte? -fingí molestia mientras me sentaba en la horilla de la cama.

-oh vamos…-se acercó nuevamente. -¿Qué pasa? ¿Te sientes sola? ¿no fuiste tu quien me dijo que debería bañarme? -se sentó en mis piernas rodeando mi cuello con sus brazos.

-no he dicho que ya puedes irte… ¿o sí? -acerque mis labios a los suyos.

-bueno…siempre puedo quedarme un rato más -sonrió cómplice de mi mirada.

Se apartó un poco para quitar mi sudadera, desabrochó mi sostén y se dispuso a jugar con mis pechos.

-no tan rápido. -giré nuestros cuerpos para recostarnos sobre la cama nuevamente, esta vez quedando sobre ella.

-vaya…que atrevida. -se abrazó a mi cuello nuevamente.

-espero que no tengas algo muy importante por hacer -desabroche mi pantalón.

-mmm…puedo averiguarlo más tarde -mordió su labio. -déjame ayudarte con eso -dijo mientras bajaba mi pantalón y el resto de mi ropa. -mucho mejor- sonrió.

Tomé su pierna y la coloqué alrededor de mi cintura, el calor de nuestras intimidades se unía en una sola, sus uñas se clavaban en mi espalda, provocando que mi piel se erizara, comencé a mover mis caderas de adelante hacia atrás, uniendo nuestras intimidades por breves instantes cargados de placer.

-ahh…Alex…-gimió.

Mis movimientos comenzaron a ser más rudos, estaba ya muy excitada, lamí su pecho hasta dejar erectos sus pezones, sudábamos mientras seguíamos el ritmo que le había impuesto, su mano arrugaba las sabanas intentando mantener el control.

-ahh…Ali…-embestía con más fuerza. -estoy por…

-ahh…más rápido…por favor…-suplicó.

Seguí con más fuerza hasta que finalmente llegué al orgasmo, gruñí al sentir esa placentera sensación recorriendo mi cuerpo, me detuve unos segundos y continúe hasta que Ali alcanzó el orgasmo también.

-vaya…-me deje caer sobre la cama.

-eso fue…increíble -jadeó.

-si que lo fue…-dije tratando de recobrar el aliento, mi cuerpo se sentía muy pesado, pero al mismo tiempo relajado, mi pecho subía y bajaba mientras intentaba calmar mi respiración.

-¿Qué pasa? ¿ya tuviste suficiente? -giró su cuerpo suavemente para mirarme.

-jaja…me dejaste un poco sin aliento -reí.

-vaya hasta que hago algo bien contigo jajaja -se estiró y miro hacia la mesita de noche donde descansaba un reloj. -mierda…-se levantó rápido.

-¿Qué pasa? ¿todo bien? -me incorpore sobre la cama.

-ah…si si, todo bien -entró rápidamente al baño para lavar su cuerpo, unos minutos más tarde salió con un atuendo demasiado profesional para mi gusto, aunque por un demonio, ¿porque todo lo que se ponía esta mujer la hacía lucir sensual? -debo acudir a una reunión en unos minutos -decía mientras se ponía un par de aretes. -¿estarás bien? -me miró un poco seria.

-claro que sí, no tengo 5 años ¿sabes? -alce mi ceja. -si no te molesta tomare una ducha también.

-claro que no me molesta -se acercó y besó mi mejilla. -puedes disponer totalmente de lo que haya aquí, si quieres salir, llama a James para que te lleve, y si prefieres dar una vuelta abajo asegúrate de no coquetearle a mis empleadas ¿bien?

-hey jaja… ¿por quién demonios me tomas?

-bueno, no quiero rumores por ahí acerca de mi prometida seduciendo a mis empleadas -tomó su celular. -si necesitas algo, llámame ¿ok?

-si mamá, pondré el seguro y no dejaré entrar a nadie -rodé los ojos.

-bien -revolvió mi cabello.

-¡hey! -exclame.

-nos veremos más tarde -se despidió y salió en camino a su reunión.

-genial…sola otra vez -suspiré. Busqué algo de ropa limpia, tomé el pequeño frasco y me dirigí al baño. - ¿qué demonios significa todo esto…? ¿Por qué…? ¿Por qué tuve que tener ese sueño justo ahora? -esperé a que la tina se llenara con agua caliente, entré esperando que me ayudara a relajarme. -Rouxi… ¿Qué debo hacer? -tomé un par de pastillas más y las tragué. -como esperas que siga adelante si…si nadie es como tú, nadie va a entenderme ni la mitad de bien como tú lo hacías…nadie me hará sentir tranquila como tú lo hacías…la ansiedad que siento…me volverá loca.

Miré mis muñecas, estaban moradas…no dolían, pero me hacían pensar en la manera en la que Ali se aferró a mi…la forma en la que me abrazó para calmarme.

-¿Por qué hiciste eso? …-tomé tanto aire como pude y me sumergí en la tina. Pasaban los segundos…incluso un par de minutos, hasta que mis pulmones cedieron y me obligaron a salir nuevamente. -por dios… ¿Qué debo hacer? -me abracé a mis rodillas. -mi corazón duele el pensar en Rouxi…la extraño tanto…pero mi cuerpo…reacciona tan fácilmente a las caricias de Allison…al hacerlo con ella…mi cuerpo lo disfruta, pero mi corazón duele… ¿Por qué? No podría entregarme a ella o a ninguna otra, aunque lo intente…-comenzaba a marearme debido a las pastillas que había ingerido, pero no tenía fuerza para salir de la tina, quería permanecer ahí tanto como me fuera posible. -¿Por qué estoy preocupándome tanto por esto? Seguramente ella ni siquiera siente algo por mí, todo esto solo es una farsa. ¿Por qué me preocupo tanto por esto? -tomé aire y me sumergí nuevamente.

-Alex…Alex…

Salí algo aturdida, de la impresión incluso tragué un poco de agua, miré en todas direcciones, pero estaba totalmente vacío. -genial, ahora escucho voces…-Sali de la tina. -y hablo conmigo misma ja…dios…debo salir de aquí.

Tomé unos jeans de color azul que estaban algo rasgados, una camisa blanca y un suéter gris obscuro que me quedaba un poco grande, tomé unos zapatos negros casuales y unas gafas negras de Ali para ocultar mis ojeras, me miré en el espejo. -mm…creo que esto me servirá al menos para mezclarme un poco entre los empleados de Ali -suspiré. -¿Cómo puede tener un pent-house en el edificio en el que trabaja? ¿acaso es una adicta al trabajo? -arquee una ceja. -seguramente lo es. -busqué mi teléfono. -está bien que salga a dar una vuelta ¿no? No soy una especie de…prisionera. -Sali decidida a buscar el ascensor, lo cual no fue difícil estaba justo frente a la puerta del pent-house, una vez dentro pulse el botón que se supone me llevaría a la primera planta, pero en su lugar…me llevó a no sé dónde.

-mmm…ok, admito que esto no era parte del plan -miré a mi alrededor. -¿Qué piso es este? Mmm…-antes de poder volver al ascensor, pude escuchar a alguien decir mi nombre

-¿señorita Pierce? -una voz familiar llamó mi atención. -Señorita Pierce ¿Qué hace aquí? -era Cristina, la asistente de Allison.

-¡hey! Cristina…cuanto tiempo -rasqué mi mejilla.

-¿Qué hace aquí? -repitió.

-am…bueno, verás…-miré a mi alrededor, tras cerciorarme de que no hubiera nadie cerca le indiqué con mi mano que se acercara. -estoy tratando de escapar de este lugar.

-¿Qué? ¿escapar? Puedo entender porque, pero debe saber que eso no le será fácil, la señorita Sellers tiene ojos en todos lados. Nada se le escapa -añadió.

-diablos…suena a que hablas en serio, y yo solo quería gastarte una pequeña broma -rasque mi mejilla mientras su rostro se tornaba de color rojo.

-¿Qué dice…? ¿una broma? Señorita…le agradecería que no bromee así conmigo -cubrió su rostro. -podría ser despedida por semejante cosa.

-hey, cálmate -le di unas palmaditas en el hombro. -solo bromeaba contigo. Discúlpame ¿sí?... Mira, no era una mentira del todo -expliqué. -si quería salir un rato, pero termine perdiéndome.

-oh…ya veo, ¿necesita que la acompañe a la puerta? -miró su reloj.

-¿segura? Parece que debes llegar a algún sitio.

-no bueno…solo iba a almorzar, pero puedo acompañarla antes.

-¿de verdad? Bueno…a decir verdad solo iba a deambular por allí, ¿qué tal si te invito el almuerzo?

-no no, no puedo aceptar…podría meterme en problemas.

-oh vamos, que clase de problemas podrías tener. Vamos -la tome suavemente del brazo.

POV Allison ~

Había sido una reunión bastante aburrida, ni siquiera sé porque debía estar aquí en primer lugar, en vez de salir corriendo de mi habitación para llegar a esta tonta reunión, pude quedarme con Alex -sonreí. -solo hablamos sobre las ganancias que habíamos tenido este año, las fechas límite para las publicaciones de la revista y…ok, si era algo importante, pero me hubiera gustado pasar más tiempo en casa.

-entonces señorita Sellers ¿Cuándo saldrá? -una voz ronca se dirigió a mí.

-¿ah? … ¿salir? -levante la mirada.

-sabemos que está ocupada por las preparaciones de su compromiso con la señorita Pierce, pero no podemos posponer la sesión de fotos para la revista, y como siempre, contamos con que usted asista a esa sesión para cerciorarse de que todo salga bien. -explicó

-ah…si si, por supuesto que iré -reí nerviosa. Lo había olvidado completamente. -solo debo informar a mi asistente para que tenga todo listo.

-me alegra escuchar eso.

-por cierto… ¿Dónde se supone que será esa fantástica sesión de fotos? -dije algo nerviosa.

-¿mmm? Acordamos que sería en Londres, ¿lo olvidó?

-oh no no, claro que no -rasqué mi mejilla. -saldé mañana temprano. -me levante de mi asiento, acción que el resto repitió, uno a uno comenzó a salir de la sala, dejándome sola en cuestión de minutos. -bueno…pudo ser peor -me deje caer nuevamente en mi silla. -tal vez ella quiera ir ahí conmigo…aunque no le gustan mucho este tipo de cosas, y seguramente estaré muy ocupada y no podré pasar mucho tiempo con ella -suspiré. -bueno, por ahora llamare a Cristina para que aliste las cosas.

POV Alex~

-y entonces Mad tomo su malteada y la arrojo sobre aquel idiota jajaja…-reí mientras comía mis papas fritas.

-el parece ser alguien agradable. -dijo Cristina después de darle un sorbo a su te.

-si que lo es jaja…mm, por cierto Cristina. -enarque una ceja.

-¿si? -acomodó sus gafas y me miró.

-dijiste que saldrías a almorzar, pero, solo pediste un té y una ensalada -mire su plato.

-si, bueno, esto es lo que suelo almorzar, trabajo en una revista de moda, hay ciertas apariencias que debemos mantener los empleados.

-¿Qué tontería es esa jaja? Nadie engorda por comerse una hamburguesa en el almuerzo, además eres muy joven para preocuparte por esas cosas, sin mencionar que tienes una linda figura.

-¿Qué cosas dice? Está comprometida, no debería hacerle cumplidos a alguien más -agachó la mirada. -además la señorita Sellers es…-fue interrumpida por el tono de llamada de su teléfono. -mmm… ¿hola? -contestó.

[hey, Cristina, necesito que arregles unas cosas]

-claro, ¿Qué cosas necesita?

[bueno, en primer lugar, no sé porque no me recordaste lo de la sesión de fotos en Londres]

-bueno sobre eso…me pidió que no la molestara. -se defendió tímidamente.

[como sea, necesito que llames a las modelos, confirmes la hora de la sesión, llames al camarógrafo y no olvides hablar con Demian, necesito los atuendos listos, ¿entendiste?]

-ah…si por supuesto -intentaba tomar nota sobre una servilleta. ¿necesita algo más?

[oh si, podrías decirle a la señorita Pierce que tal vez tarde un poco más, que no es necesario que me espere para comer algo]

-c-claro…yo le diré su mensaje -tragó saliva.

[oh, y dile que no deambule sola por las calles, llama a James si es necesario, te espero en mi oficina, no tardes]

-hey, ¿Qué te pasa? Pareces un fantasma -bromee.

-mm, bueno ya debo irme…-buscó dinero en su bolsillo.

-hey, dije que yo pagaría ¿ok? -me levante para sacar mi cartera.

-gracias…mm, por cierto, la señorita Sellers me pidió que le dijera que no la esperara para almorzar…y que no deambule sola por las calles

-¿Qué? ¿Cómo supo que…? -la mire sorprendida.

-se lo dije…tiene ojos en todos lados -recogió sus cosas. -nos vemos…-hizo una pequeña reverencia y se marchó.

-cielos…-suspire. - ¿Cómo lo hizo? …bueno, no importa, daré una vuelta para distraerme.

Después de pagar la cuenta comencé a caminar por ahí, si, ignoré totalmente la advertencia de Allison, pero viví aquí un tiempo también, no había nada de qué preocuparse.

Esta ciudad seguía exactamente igual, la única diferencia era que las tiendas las hacían cada vez más grandes, estaban por todos lados en realidad.

Sin notarlo caminé hasta llegar a un pequeño café…lucia tan familiar, los adornos, las mesitas afuera…y por supuesto lo era…era el lugar al que muchas veces fui a recoger a Rouxi después del trabajo, sentí una punzada en el pecho…di media vuelta conteniendo mis lágrimas, seguí hasta llegar a un pequeño parque, descanse un momento sentada en la orilla de una gran fuente, el lugar era tranquilo no había mucha gente, aunque tal vez se debía a que todos estaban en sus trabajos.

-de verdad te has ido…Rouxi -mire hacia el cielo.

POV ALLISON

-cristina, ¿llamaste a Demian?

-mm, si, dice que puede pasar por su estudio para revisar los atuendos de las modelos.

-vale, ¿confirmaste ya con las modelos?

-sí, todo está en orden -afirmó.

-bueno, eso espero -dije sin levantar la vista, seguía mirando la pila de papeles sobre mi escritorio. -¿de dónde salió todo esto? -suspire. -Cristina…

-¿si? -se acercó a mi escritorio.

-tráeme un café por favor, el más cargado que tengan, creo que esto tomara bastante tiempo -me recargue en el respaldo de mi silla.

-mmm…claro, en seguida se lo traigo -salió apresurada de mi oficina.

POV ALEX

-de verdad no puedo creer que te fueras…-aprete mis puños tratando de contener mis lágrimas.

-vaya…espero que no se haga costumbre entre nosotras encontrarnos cuando pasas por un mal momento.

-¿Qué? -enfoque mi vista para tratar de identificar a la persona que me había sacado de mis pensamientos.

-oh…disculpa, no quise molestarte…-dijo una chica de cabello corto parada frente a mí.

Sus ojos eran de color gris, casi podría jurar que llevaba lentes de contacto, y su cabello era plateado, combinaba perfectamente con sus ojos, su figura era delgada, sus rasgos eran finos y su piel…era de un tono blanquecino, en cuanto a su ropa, vestía un pantalón doblado por los tobillos, unos vans negros y una camisa blanca un poco holgada, la mire por varios segundos.

-¿te conozco? -enarque una ceja.

-si, bueno…no, yo…-rascó su mejilla.

-creo que…estas confundida, y además ya debo irme -me levanté y sacudí mi ropa.

-ah, espera -me tomó del brazo.

-hey… ¿podrías soltarme? -la mire fijamente.

-oh, claro, de verdad lo siento -me soltó nerviosa. -no quería ser tan brusca.

-mmm…-tome mi distancia.

-soy una idiota, lo siento. -golpeó su frente. -Comenzare de nuevo ¿sí? Mi nombre es Nicole…Nicole Ridley -me extendió la mano, la miré fijamente estudiando sus movimientos.

-y… ¿de dónde me conoces? -ignoré totalmente su gesto de querer estrechar nuestras manos.

-oh, um, te vi hace unos días en Boston -hizo una mueca como si quisiera recordar más detalles.

-¿Eres una acosadora o algo así?

-¿Qué? No, claro que no jaja…lamento si te hago pensar lo contrario…-sus mejillas se sonrojaron.

-¿quieres un autógrafo o algo así?

-¿Qué? No…no me acerqué por eso -dijo en voz baja.

-¿entonces? ¿Qué es? -cuestione.

-umm, es solo que…cuando te vi…parecías tan triste -clavó sus ojos grisáceos en mí. -intente animarte con un poco de pastel y…-rascó su mejilla.

-¿Qué? …

-si es decir…mi mama siempre decía que las cosas dulces son buenas cuando estas triste y…

-¿estabas observándome? -la interrumpí.

-no yo no diría…quiero decir, tenías una mirada muy triste y…no lo hice para molestarte, tal vez me excedí al dejarte una nota, pero…no me pareció que merecieras poner esa mirada tan triste -explicó. – regresaste días después y…me hizo muy feliz cuando ordenaste más de mi pastel -sonrió emocionada. -le puse algo extra, supuse que ayudaría, dime ¿te gustó?

-¿algo extra? Yo no…-cierto, ese día me encontré con Allison y olvidé por completo el pastel, ni siquiera había podido probarlo. -lo siento…pero no, aquel día no tuve oportunidad de probarlo -admití.

-oh…ya veo -su sonrisa se apagó por unos instantes.

-ah decir verdad…me vendría muy bien un trozo de ese pastel -solté.

-bueno…me encantaría poder ofrecerte una porción, aunque…-miró a su alrededor. -me temo que no podré hacerlo…

-oh…bueno, entiendo

-no porque no quiera, en serio quiero, pero…como podrás ver, no estamos ni siquiera cerca de mi cafetería -río. -vine a Nueva York para comprar más ingredientes ya sabes…

-oh…pero claro -reí nerviosa. -que tonta soy…

-no no, nada de eso, en serio -buscó en su bolsillo y sacó una tarjeta un poco maltratada y me la entregó.

-¿Qué es esto? -la miré.

-bueno, es mi número -sonrió. -Yo debo volver a Boston para atender mi local, pero puedes llamarme cuando estés de regreso, me asegurare de hacer un pastel delicioso para ti ¿ok?

-mm…gracias -guardé la tarjeta en el bolsillo de mi pantalón.

-Nicole… ¡Nicole! -una voz femenina la llamaba a lo lejos. - ¡date prisa!

-ah…esa es mi hermana -sonrió. -debo irme.

-ah…claro entiendo -dije algo confundida por la situación.

-oh…casi lo olvido, no me haz dicho tu nombre -sonrió.

-mmm…soy Alex, Alex Pierce -añadí.

-bueno Alex, espero que te animes pronto -sonrió ampliamente. -estoy segura de que luces incluso más linda cuando sonríes. -sacudió su mano un par de veces dando media vuelta para después marcharse.

-¿Qué acaba de ser todo eso…? -respiré hondo mientras miraba a aquella chica alejarse.

Continuara………………..









 






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