Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I N C O R R E C T O por Ckonny Nickole

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPITULO 14.

Abrió la puerta de la habitación más grande de la torre siendo recibido por la luz amarilla proveniente del centro en donde el contenido del pergamino que tantos problemas les había provocado se decodificaba una y otra vez intentando cobrar sentido. Un suspiro agotado se escapó de sus labios con solo verlo, pero no era precisamente por culpa del pergamino.

Escuchó con atención el reporte que hacia uno de los ninjas del equipo de investigación sobre los avances que habían obtenido en las últimas horas sintiendo cierta lastima por el sujeto que tan animado relataba sus hallazgos a un imperturbable Naruto que no hacía más que responder con monosílabos manteniendo la mirada fija en algún punto sin importancia.

Shikamaru llevaba el tiempo suficiente trabajando como la mano derecha de Naruto para saber que el hokage no estaba prestando atención.

—Entonces, como le iba a diciendo, ¡Ya estamos cerca de conocer al menos su origen y propósito! —Se emocionó el hombre viendo con orgullo el pergamino decodificado moviéndose entre la luz amarilla— Luego de semanas, por fin estamos cerca. 

Oportunamente, Nara decidió hablar antes de que el sujeto notara la distracción del Hokage — Soy consciente de todo el esfuerzo que han realizado para cumplir con esta tarea. Este pergamino de verdad resultó ser un dolor de cabeza —Comentó viendo por el rabillo del ojo a Naruto que se mantenía ajeno a ellos como si su mente hubiese dejado de funcionar. Volvió a suspirar— Dile a Sasuke que intente traer algo menos problemático la próxima vez.   

Como esperaba, la sola mención del Uchiha provocó una reacción en el hokage haciéndole parpadear varias veces como si acabara de despertar dándose cuenta del lugar en donde se encontraba. Torció una sonrisa al notar la confusión en su rostro.

—Ah, si —Mencionó entonces Naruto ubicándose por fin luego de un minuto— Sasuke tiene un talento nato para meterme en problemas ‘ttebayo.   

Shikamaru entrecerró los ojos ante ese comentario.

—¡Este pergamino fue realmente un gran problema! ¡Grande! ¡Llevo días sin poder dormir! —Reclamó el ninja estirándose graciosamente haciendo que Naruto riera por lo bajo ante esa exageración aun manteniendo su mirada apagada y distante. 

—De todas formas, han hecho un buen trabajo, deberían volver a casa y descansar —Concedió Naruto sintiendo cierta lastima por todo el equipo de investigación que no habían salido del laboratorio desde que les dio la orden de descifrar el pergamino. 

—¡Hokage-sama! —Lloró el hombre agradecido y Shikamaru negó con la cabeza avergonzado por su actitud— Por cierto Hokage-sama, disculpe la intromisión pero creo que usted también debería descansar, no se ve muy bien —Se atrevió a comentar recibiendo una palpada en el hombro por parte de Shikamaru. 

El sujeto se paralizó en su lugar al notar la mirada seria que le dedicaba el estratega haciendo que pasara saliva con dificultad y volteara a mirar en dirección a su hokage para disculparse notando como este había detenido su camino hacia la salida quedándose quieto a unos metros de la puerta. Solo podía ver su espalda, pero pudo reconocer la tensión que parecía apoderarse del Séptimo Hokage, ¿Había dicho algo malo? 

—Ve a decirle al equipo de investigación —Interrumpió sus preocupaciones Shikamaru— Se pondrán felices cuando te escuchen.

—Oh, si… —Mencionó el ninja viendo por el rabillo del ojo al hokage que seguía tieso en su lugar— Seguro.

—Bien.

Shikamaru caminó hacia Naruto y le palmeó la espalda haciéndolo reaccionar para que ambos caminaran hacia la salida conscientes de la mirada confundida del ninja del equipo de investigación sobre ellos hasta que desaparecieron de su campo visual.

Naruto entonces bostezó mientras sus ojos se humedecían demostrando lo fatigado que se encontraba.

—Tiene razón, te ves terrible —Observó Shikamaru caminando a su lado. Naruto sonrió.

—¿Es así?

—Cada día te ves peor… —Le hizo notar el Nara preocupado, guardando silencio unos minutos queriendo estar seguro de las palabras que iba a decir a continuación— No lo he visto últimamente. No me digas que…

El hokage tensó la mirada— No —Negó de inmediato, interrumpiéndolo— Puedo sentir su chakra en la aldea.

—¿Se han peleado? —Anticipó Shikamaru intentando encontrar una explicación al desgaste físico y emocional por el que parecía estar atravesando Naruto, sobre todo porque este se había encerrado desde hace días en su despacho sin intensión aparente de moverse de allí.  

—Puedes llamarlo de esa manera —Respondió repentinamente molesto Naruto.

Llevaba tres días sin saber nada de Sasuke desde el día en que este intentó finalizar con la relación de ambos. Desde entonces su cabeza no dejaba de repetir una y otra vez la escena al punto en que creía estar a un paso de volverse loco.

¿Tan asustado estaba Sasuke de que revelara la relación de ambos como para hacerle saber desesperadamente que aún se mantenía en la aldea? Podía sentir su chakra tan fuerte en un punto especifico de la aldea como si estuviera a su lado. Frunció el ceño.

—Él quiso terminar lo nuestro —Confesó a Shikamaru haciendo que este abriera los ojos sorprendido.

—¿Aceptaste? —Preguntó Shikamaru imaginando que esa era la razón tras el comportamiento de Naruto.

—Por supuesto que no —Respondió Naruto ofendido por la pregunta— Pensar que voy a dejarlo ahora que lo tengo de regreso conmigo es una estupidez ‘ttebayo.

—¿Entonces?

—Entonces está haciendo berrinche, como siempre lo hace cuando no se sale con la suya —Se quejó Naruto pasándose una mano por el cabello— Le dejé en claro que no iba a dejarlo, que no estaba dispuesto a hacerlo y que si él pensaba irse de mi lado otra vez lo confesaría todo…  

Nara tuvo que detenerse un momento para asimilar la información que estaba recibiendo, pero la mirada llena de tristeza y dolor que le dedicaron esos ojos azules no le permitieron hacer mayores comentarios hacia esa amenaza.

El propio Naruto debía sentirse sucio por recurrir a la amenaza con tal de mantener a Sasuke en la aldea.

—No sé qué pudo haber ocasionado que volviera a ponerse en ese plan, pero… —Naruto sintió el nudo en su garganta volver al tiempo que recordaba el rostro desesperanzado en su amante— ¿Tan poco confía en mí? Creí que a pesar de mi amenaza él sabría que nunca haría algo como eso sin su consentimiento, pero allí está ¡Esparciendo su chakra como queriendo que todos en esta aldea sepan de su existencia! ¡ASEGURANDOSE DE HACERME SABER QUE SIGUE AQUÍ PARA MANTENERME CON LA BOCA CERRADA! ¡ES UN BASTARDO! —Gritó apretando los puños con fuerza ante la impotencia— Un maldito egoísta. 

Shikamaru se mordió los labios inquieto. Por primera vez en mucho tiempo creía estar de frente a una situación que no sabía cómo afrontar y mucho menos dar una opinión. Era demasiado problemático para él.

—Si tan solo me dijera abiertamente las cosas que pasan por su cabeza… —Siguió diciendo Naruto con el coraje a flote haciendo que sus pupilas se tiñeran de rojo peligrosamente— Pero él insiste en querer cargar con su propio dolor —Se llevó una mano a su pecho apretando la zona con insistencia— Mientras yo termino sufriendo también por su culpa. Me duele, Shikamaru… —Llamó a su amigo con los ojos aguados— Cuando él sufre, duele tanto ‘ttebayo. 

—Naruto… —Nara se preocupó de inmediato.

—Saber que la persona que amo no es feliz a mi lado, es demasiado para mí.

—Debe haber una solución, Naruto —Quiso animarlo Shikamaru, sintiéndose un estúpido por estar diciendo cosas sin pensar con tal de darle consuelo a su amigo.

Naruto torció una sonrisa fingiendo simpatía— ¿La hay? Porque Sasuke parece no pensar de la misma manera.

Se permitió a sí mismo malinterpretar el silencio de Shikamaru y pensar que este le daba la razón. Su cabeza estaba demasiado abrumada como para ser optimista.

Honestamente, la esperanza a la que se había mantenido aferrado desde el comienzo, parecía haberlo abandonado a su suerte dejándolo a la deriva de su propia miseria que amenazaba con ahogarlo.

¿Cuántas lagrimas habían derramado ya? Más de la que deberían dos personas enamoradas.

Quería entender la situación de la misma manera en que Sasuke lo hacía, pero simplemente no lograba hacerlo.

Pedía disculpas anticipadas, pero todo lo que el Uchiha decía querer proteger podía irse a la mierda si con ello podía asegurar su felicidad junto a la persona que realmente amaba.

“Tú ya fuiste odiado una vez. No quiero que nadie vuelva a maldecirte por mi culpa”

Rió por lo bajo al recordar las palabras de su amante.

Aún si la gente volviese a pisotearlo y escupirle en la cara, él no se arrepentiría de su decisión.

“¿Cómo podría ser odiado por tu culpa?” Le había respondido con toda la sinceridad del mundo. El odio no tenía cabida en un mundo en donde Sasuke estuviese a su lado.

Pero allí estaban ambos nuevamente, perdidos en la indecisión dejándose en manos de su autocompasión como si con ello pudieran sobrellevar la realidad que los acoge y que los recibe cada día cruelmente con los brazos abiertos, recordándoles a ambos la traición que los arrastró hacia ese destino infortunado del que no parecían tener escapatoria.

Shikamaru no parecía tener intensión de refutar o hacer comentarios reconfortantes por lo que siguió caminando en dirección al despacho que había reemplazado su hogar.

Hogar… Como si pudiese llamar así al lugar en donde había intentado llenar el vacío que le dejó la partida del amor de su vida a base de mentiras.

Se detuvo un momento revisando su reflejo en una de las ventanas del pasillo. La imagen que este le devolvía era tan lamentable que no pudo reconocerse de inmediato, ¿Dónde había ido su imagen brillante? Estaba seguro de que la perdió el día en que permitió que Sasuke se marchara delante de sus ojos sin más razones de las que pudo haberle exigido si tan solo se hubiese atrevido.

El reflejo en el cristal estaba lejos de ser lo que el recordaba que fue en algún momento.

Tensó la mandíbula y controló las lágrimas como llevaba haciéndolo desde hace días. Todo en él podía estar dañado por culpa de Sasuke y, aun así, seguía amándolo como estúpido.

—¿Por qué tenemos que ser así? Teme —Preguntó al aire tocando el cristal con sus dedos odiando la imagen de él mismo. La imagen de un hombre lamentable.

Se quedó ahí, a pasos de su despacho, admirando su aldea. Sus ojos estaban fijos en aquel punto que parecía llamarlo desesperadamente y que él se negaba a responder orgulloso.

Le había prometido a Sasuke que iría tras de él las veces que fueran necesarias, pero por una ocasión quería que el Uchiha fuera el que lo buscara para así reparar un poco el orgullo que siempre perdía ante él.

Un sonido proveniente de su despacho lo sacó de sus pensamientos descubriendo a su hijo que abría la puerta del despacho con una expresión cabreada. Inmediatamente se preguntó cuánto tiempo llevaba Boruto allí.

—¿Boruto? —Preguntó sorprendido, pero intentó aparentar tranquilidad delante de este para no preocuparlo.

Antes de que siquiera pudiera articular otra palabra un fuerte golpe en el estómago le hizo doblegarse de dolor. Escupió algo que parecía querer salir desesperadamente de su cuerpo por culpa del golpe y se quedó viendo al menor descolocado ante su inesperada actitud.

—¡¿PORQUÉ DEMONIOS NO ENTRABAS DE UNA VEZ?! ¡INTENTÉ SER PACIENTE, PERO YA ESTOY HARTO DE TODO ESTO!

Naruto abrió los ojos sorprendido al ver el puño de su hijo en dirección hacia su rostro por lo que rápidamente lo atrapó impidiendo el golpe — ¡¿Qué diablos?!

—¡ESO DEBERÍA DECIR YO ‘TTEBASA!

Algo en ese reclamo le hizo sobresaltar y más cuando notó el temblor en el brazo de su hijo haciendo que lo soltara como si este quemara. Un fuerte sentido de urgencia se apoderó de su cuerpo en anticipación — Boruto…

—Desde cuando… —Comenzó a decir Boruto en voz baja por culpa de los sentimientos revueltos que le imposibilitan el habla— ¡¿DESDE CUANDO TÚ Y SASUKE-SAN ESTÁN SALIENDO A ESCONDIDAS?!

“No quiero que nadie vuelva a maldecirte por mi culpa” Las palabras de Sasuke volvieron a su cabeza al tener delante la razón por la que su amante había decidido terminar la relación entre ambos.

Su hijo los había descubierto y Naruto no sabía cómo sentirse al respecto.

Notó como el menor intentaba mantenerse tranquilo fallando miserablemente, lo cual provocó que una imagen del pasado de él mismo se reflejara en Boruto recordándole lo parecidos que eran en algunas ocasiones por el lazo sanguíneo que compartían— Yo… no quería creerlo, pero… —Murmuraba Boruto enredándose en sus propias palabras— Era imposible negarlo… siempre, siempre había notado algo extraño entre ustedes dos, pero nunca creí…

Naruto entrecerró los ojos sintiendo cierto dolor al escuchar como a su hijo se le cortaba la voz por culpa de las lágrimas. Instintivamente quiso acercarse, pero Boruto apenas notó sus intenciones dio varios pasos atrás rechazándolo.

—¿Desde cuándo? —Repitió su pregunta Boruto.

—Desde siempre ‘ttebayo —Respondió con sinceridad Naruto incapaz de continuar con la mentira. Observó como los ojos de Boruto se abrían enormemente— Yo siempre he estado enamorado de Sasuke. 

A pesar de que Boruto le miraba como si acabara de golpearlo, se sintió aliviado de poder expresar lo tanto había querido decirle. Él, quien siempre procuraba no lastimar a los demás con sus acciones, no le importó ser cruel en esa oportunidad ante la desesperación de su alma por finalizar toda esa farsa que había formado delante de todos.  

—Entonces, por qué tú…

—Porque somos idiotas.

Dio un paso hacia adelante y Boruto se cubrió el rostro con el antebrazo escondiendo su mirada dolida de él. Naruto mordió sus labios sin saber cómo consolar al menor que era completamente inocente de sus acciones egoístas.

—Y-yo… los vi, en el baño —Dijo Boruto recordando lo impactado que había estado cuando los descubrió a ambos— Quería ir hacia ti y exigir una respuesta, pero… me quedé como idiota viéndolos, aun sabiendo que estaba mal, yo seguí ahí incapaz de interrumpirlos… —Boruto mostró su rostro ante su padre dejándole ver las lágrimas que empapaban su rostro— ¡Seguí ahí viendo lo que siempre estuvo en frente de mí! En el fondo siempre lo supe, siempre ‘ttebasa, pero… yo no sabía qué hacer… 

—Boruto —Insistió Naruto en acercarse sintiendo las palabras del menor traspasar su pecho dolorosamente.

—¡NO! ¡NO NECESITO QUE SIENTAS LÁSTIMA POR MÍ!

Naruto se detuvo en seco ante esas palabras.

—Yo…

—¡NO DIGAS NADA, JODER! —Lo cortó Boruto enojado, con su pequeño cuerpo temblando entre el coraje y la tristeza— ¡Yo sé que lo amas! —Le gritó haciendo que el Hokage se sobresaltara— ¡QUERIA MOSTRARME MÁS COMPRENSIVO, PERO NO PUEDO! ¡La verdad es que quiero darte una paliza ‘ttebasa! —Siguió llorando Boruto negando con la cabeza varias veces mientras admiraba a la persona de la que siempre buscó un reconocimiento.

—¡Boruto! —Le gritó Naruto tomándolo del brazo para que dejara de apartarlo y lo atrajo hacia su cuerpo luchando contra el menor que intentaba apartarse desesperadamente hasta que no pudo seguir resistiéndose y terminó por aferrarse a él— Nunca quise mentirles, tampoco quería que te enteraras de esa manera, yo solo… no sabía como hacerles saber lo que estaba sucediendo sin que termináramos en esta situación. Fui un completo imbécil por no haberles dicho de inmediato, pero… —Dejándose guiar por el llanto del menor le abrazó sorprendiéndose de que este no lo rechazara— No importa lo que pase, tú y Himawari seguirán siendo mis hijos. Así como Hinata seguirá siendo su madre ‘ttebayo.

En el momento que Boruto lloró escandalosamente apegado a él, como un niño pequeño al que le habían arrebatado todo su mundo sintió que el suyo se venía abajo también comprendiendo el miedo que Sasuke había intentado expresarle.  

El miedo de la realidad golpeándole fuertemente una vez más.

Era un completo imbécil…. Lloró también, disculpándose una y otra vez con el menor y con todos a su alrededor, aunque no hubiese nadie aparte de Boruto que le escuchara, por dejar que las cosas se salieran de las manos.

Pero no se arrepentía.

Si había un Dios en el cielo, él estaba seguro de que este sabía lo mucho que no se arrepentiría de escoger a Sasuke por sobre todo lo demás. 

Si su hijo terminaba odiándolo lo aceptaría, aunque doliese, porque era consciente de que esa era una de las tantas consecuencias que comenzarían a caer poco a poco sobre él.

Pensó en Himawari, su hija que siempre estaba ahí esperándolo con una sonrisa sincera. ¿Al menos podrían permitirle mantener, aunque sea un poco, el cariño de su niña?

“Es injusto”. Pensó en medio del llanto que compartía con Boruto que se aferraba a él como si temiese que desapareciera. Era injusto que a pesar de haber dedicado toda su vida a mantener la felicidad de las demás por sobre la de él mismo tuviese que seguir sufriendo como si realmente fuera el único que podría cargar con todo ese odio.

¿No merecía, aunque sea un poco de felicidad también? ¿O acaso él, quien nació maldito, no tenía derecho a intentarlo como una recompensa de sus actos?

Una sombra pasó rápido ante su mirada llamando su atención y él se quedó ahí viendo hacia el frente con los sollozos de Boruto escuchándose de fondo. No había nada en ese lugar, pero, así como Sasuke lo había mencionado en algún momento, creía que alguien lo estaba observando con atención.

Alguien lo estaba juzgando.

De pronto, la sombra invisible provocada por su propia mente perturbada tomó la forma de aquello que más deseaba en el mundo, recordándole el motivo por el que había terminado allí después de todo.

La imagen de Sasuke delante de él no era más que una simple ilusión, pero con solo verlo sintió volver la determinación que perdía cada vez que no estaban juntos haciéndole sentir preparado para hacerle frente a todas las consecuencias que él había declarado aceptar.

Fueran las que fueran, había tomado una decisión y nadie, ni el mismo Sasuke le haría cambiar de parecer, ahora más que nunca.

Como si fuera la chispa que faltara para terminar de encender el fuego que crecía fuertemente en su pecho, Boruto dejó de llorar apartándose suavemente de él para decirle lo que sería el permiso de entrada a una vida sin mentiras.

— No me importa lo que hagas… —Murmuró el menor esquivando su mirada completamente avergonzado de su desliz— Pero no quiero que sigas mintiéndole a mamá.

El brillo sincero en los ojos de Boruto, libres de remordimientos, le hicieron apretar los puños con fuerza mientras una sonrisa tiró de sus labios con seguridad.

Porque aún si el mundo se venía encima, él no retrocedería.

Y si tenía que seguir peleando para lograr obtener la felicidad que tanto ansiaba, lo haría sin dudar.

Porque Naruto Uzumaki odiaba perder y él se aseguraría de no perder a nadie en su vida.

Se aseguraría de que las cosas funcionaran a como dé lugar.

.

.

.

De joven tenía un sueño y era caminar al lado de la persona que amaba.

Ella había logrado convertirse en el ninja que era ahora gracias a él, a quien cuyos pasos había seguido desde atrás, admirando su espalda brillante y su determinación imparable. 

Él quien nunca se rendía.

Él quien le había dado la oportunidad de amarlo.

—¿Hablas enserio?

Él quien sabía en el fondo nunca la había amado de la misma manera como ella lo hacía.

 Cuando la persona sentada delante de ella asintió mirándola con una determinación que tanto había admirado en el pasado supo que no le quedaba más que rendirse ante lo inevitable, consciente de que no obtendría nada resistiéndose ante la verdad que le presentaban cruelmente y de la que ella había intentado ignorarla desesperadamente.

—¿Desde hace cuánto tiempo? —Preguntó Hinata, con la mirada fija en los dedos de su mano evitando ver directamente a su esposo para no desmoronarse.

Naruto suspiró ante la pregunta que ya había tenido que responder con anterioridad, pero no podía enojarse con Hinata — Desde que volvió a la aldea —Respondió con más detalle que con Boruto consciente de que ella merecía saber toda la verdad.  

Hyuga se llevó una mano a la boca comenzando a sollozar — ¿Dejaste que entrara a nuestra casa para reírse de mí?

—¡No! —Negó de inmediato el rubio completamente alterado por esa acusación— Yo no quería que eso pasara, si hubiese podido evitarlo lo habría hecho ‘ttebayo.

—Pero aun así dejaste entrar a tu amante a nuestra casa, Naruto-kun —Reclamó ella angustiada— ¿Cuánto tiempo más ibas a esperar para decírmelo?

Expulsó todo el aire retenido en su pecho deteniéndose unos momentos para analizar la pregunta que le hacían ante la atenta mirada de su esposa que no lograba terminar de asimilar todo lo que estaba ocurriendo de un momento a otro.

—Quien sabe —Respondió con sinceridad Naruto incapaz de encontrar una respuesta más concreta— Lo más seguro, el tiempo que hubiese tardado la culpa en terminar de carcomerme por dentro.  

Hinata se alzó en su silla y antes de que siquiera pudiera preverlo le soltó una cachetada que le volteó el rostro. Llevó su mano instintivamente a su rostro sintiendo el calor acumularse en la zona. Si bien había esperado un golpe, no creyó que su dulce mujer realmente lo hiciera.

Lejos de sentirse molesto sonrió orgulloso al darse cuenta de que la mujer que alguna vez había sido tan insegura y sumisa había madurado lo suficiente como hacerle frente al hombre que tanto había amado.

Si, estaba bien. Se lo merecía. Hinata podía golpearlo todo lo que quisiera y él se encargaría de recibir cada golpe completamente orgulloso de ella.

—¿Qué pasará con nuestra familia? — Preguntó entonces Hinata con la misma mano que había usado para golpearlo posándose sobre su boca con una expresión completamente sorprendida ante su propio comportamiento. De no ser por la sensación cosquilleante que debió haberle quedado en la mano, no habría creído que realmente había golpeado a su esposo.

Naruto pudo notar como su esposa reprimía la preocupación que emergía luego de golpearlo haciendo que negara con la cabeza queriendo hacerle saber que no debía preocuparse por él. Ya no más— Sin importar como sean las cosas, ustedes seguirán siendo mi familia ‘ttebayo.

Hinata entornó los ojos, probablemente molesta por su descaro al decir algo como eso después de que él mismo le había pedido el divorcio para estar con Sasuke, pero la molestia en esos ojos blancos pasó a segundo plano dejando que la tristeza fuera el protagonista en ellos llenándola de lagrimas que no merecía.

—De verdad, lo siento Hinata.

La mencionada negó con la cabeza, incapaz de decir algo con palabras, pero Naruto entendió el mensaje.

“¿Por qué disculparse?” Parecía que quería decir y él la admiró derrumbarse en silencio porque era lo único que podía hacer por ella en ese momento.

—A pesar de que yo siempre me esforcé en ser alguien para ti —Mencionó entonces Hinata al notar que Naruto comenzaba a avanzar hacia el pasillo para seguramente sacar sus cosas. Naruto se detuvo para escucharla — ¿Nunca logré, aunque sea, tener un pequeño lugar en tu corazón? 

Naruto volteó a verla sorprendiéndose de lo cerca que se encontraban de repente el uno del otro, pues Hinata se había acercado lo suficiente como para hacerle frente cuando este le respondiera.

Si, de verdad estaba orgulloso de ella.

Estiró la mano, apoyándola en su hombro intentando transmitirle tantas cosas que sus labios eran incapaces de decir temiendo lastimarla aun más de lo que ya lo había hecho— Te quiero Hinata, aunque ame a otra persona, yo realmente te quiero por haberme dado la familia que tanto deseé en el pasado y por haber permanecido pacientemente a mi lado todo este tiempo.

Hinata levantó nuevamente su mano únicamente para apoyarla sobre la de su esposo apretándola con un poco de fuerza antes de retirarla. Naruto no necesitó más para saber que ella, pese a todo el dolor que le estaba provocando, confiaba en la sinceridad de sus palabras y por, sobre todo, ella no lo odiaba por hacerla a un lado.

—Te ayudo a empacar.

Su rostro se crispó y no pudo hacer otra cosa más que fingir una sonrisa de la misma manera en que lo hacia esa amable mujer que pese a todas circunstancias siempre había querido verlo feliz, aun si eso significara que tendría que irse de su lado con otra persona.

—Lo siento, Hinata… Lo siento, lo siento…

Empezó a decir una y otra vez a una muda Hinata que solo se limitaba a sonreír en un intento fallido por mostrarse fuerte mientras se empecinaban en empacar las cosas en medio de lagrimas silenciosas que no parecían estar de acuerdo con su ruptura, pero que aun así estaba sucediendo.

Hinata le entregó todas sus pertenencias selladas en un pergamino y él solo pudo estirar la mano aceptándolo mientras admiraba lo que se sentía ser la ultima vez que vería aquella sonrisa amable que le recibió durante años en la puerta del que fue su hogar, dispuesta a intentar que su amor cubriera todos los problemas que pudiese haber tenido durante el día.

Naruto de verdad la quería y era plenamente consciente de que la seguiría queriendo a pesar de todo, aunque no fuera de la misma manera en la que ella lo quería a él.

Quiso volver a disculparse, pero Hinata se lo impidió acariciándole la mejilla, atesorando su cercanía que desde ese día no era más de ella.

—Buena suerte, Naruto-kun.

La voz frágil de Hinata retumbó en sus oídos al tiempo que abría los ojos sorprendido al sentir unos tibios labios posarse en su boca por última vez. Sonrió permitiendo el contacto, dejando que en ese beso ella se llenara de todos los recuerdos que habían compartido juntos opacando cualquier remordimiento que pudiera haber entre ellos. Un toque inocente y sin malas intenciones que solo duró un minuto antes de que la misma Hinata diera por finalizada la caricia volteándose rápidamente para darle la espalda y así no tener que alargar más aquella despedida indeseada. 

De todas formas, Naruto se acercó a ella para abrazarla acogedoramente con sus brazos— Nos vemos, Hinata.

Ella no le respondió y él tampoco quería que lo hiciera. La soltó suavemente para marcharse, quedándose fuera del terreno de su residencia para admirarla hasta que desapareció detrás de la puerta del que ya no era su hogar.

Aspiró hondamente y apretó el pergamino en su mano mientras pensaba en lo que vendría a continuación.

Allá, escondido orgullosamente en su propia desdicha mientras lo llama con insistencia esperando que acuda a su rescate. Naruto no dudó en atender el llamado e ir tras de esa persona que no hacia más llamarlo con su chakra dispersándose por todo el antiguo barrio Uchiha queriendo captar su atención desde hace días.

Sonrió en medio de su marcha sin poder evitarlo imaginando el escándalo que probablemente su amante armaría cuando le contara lo que acababa de hacer y a la vez, sintiéndose estúpido por no haber ido con él desde el principio en lugar de haberse quedado en su despacho esperando tontamente que el Uchiha viniera a disculparse. Sasuke Uchiha a pesar de los años, seguía siendo lo suficientemente orgulloso como para admitir que había cometido un error y eso era tan gracioso como desesperante para él.

Se adentró sigilosamente dentro del antiguo barrio Uchiha que tantas veces había insistido a Sasuke en reconstruir para que dejara de verse como un santuario a la desdicha, dejándose guiar por el atrayente chakra que parecía abrazarlo en cada paso que daba hasta llegar al portador de esa energía maravillosa.

Observó a Sasuke sentado en el pasillo de lo que fue su antigua casa, la estructura más grande del barrio que perteneció alguna vez al líder de la policía de Konoha. El chakra a su alrededor comenzó a disiparse hasta volver a un nivel común haciéndole entender que él se había percatado de su presencia.

Lentamente caminó hacia Sasuke creyendo que seguía enojado y por ende no iniciaría la conversación, pero antes de que siquiera pudiese acomodarse a su lado Sasuke se volteó para verlo haciendo que se detuviera en seco. Esos ojos negros y profundos parecían estar cargados de tantas cosas que no lograba comprender haciéndole sentir acongojado por unos instantes y más al reparar en la tonalidad rojiza que había adquirido la piel alrededor de estos resaltándolos más que antes.

—Perdóname —Dijo entonces Naruto, yendo hacia él para abrazarlo queriendo consolarlo como si esa fuera el único propósito en su vida— Sé que debí haber venido antes, pero mi orgullo estaba demasiado herido como para considerar darte el gusto ‘ttebayo.

Sasuke no respondió, dedicándose simplemente a acariciarle la espalda a modo de corresponder el abrazo que había estado esperando durante días, dejándose reconfortar por esa presencia que tanto le había faltado. La luz que ilumina su oscura y solitaria vida.

Ante la falta de palabras Naruto lo observó de frente, notando todos esos detalles en el rostro del otro que le hacían ver lo mal que la había pasado desde la ultima vez que se habían visto. Repasó con sus pulgares las ojeras bajo esos ojos como si quisiera borrarlas con su cariño.

—Sasuke… —Lo llamó entonces luego de unos momentos de silencio en el que solo se habían mirado, reconociéndose—Vámonos, solo tú y yo.

Como era de esperar el Uchiha le observó como si se hubiese vuelto loco y no tardó en hacérselo notar — ¿Qué dices? 

—Que nos fuguemos ‘ttebayo —Repitió con una sonrisa sincera que hizo que Sasuke tomara distancia de él, azorado.

—¿Esta es la mejor solución que se te pudo ocurrir? —Cuestionó el Uchiha impaciente, sin creer lo que Naruto soltaba como si nada— ¿Qué pasará con tu familia, Naruto? ¿Y tu trabajo? No puedes tomar una decisión así tan a la li…

—Hinata está de acuerdo con que yo esté a tu lado —Interrumpió Naruto bruscamente notando como el pánico comenzaba a atravesar el rostro de su amante al entender el mensaje entrelineas. 

El brazo del Uchiha instintivamente se alzó dispuesto a golpearlo por lo que había hecho, pero él alcanzó a detenerlo antes de que siquiera pudiera rozarle la nariz —Dime que no lo hiciste —Ordenó Sasuke frunciendo el ceño con clara molestia.

Naruto le sostuvo la mirada haciendo que el otro maldijera por lo bajo — Acabo de hablar con ella ‘ttebayo. No tenia sentido seguir ocultándolo ahora que Boruto nos descubrió.

Por muy alerta que estuviera no esperó un ataque directo del chidori nagashi que le recorrió el cuerpo entero paralizándolo unos momentos y haciendo que retrocediera varios metros de Sasuke mientras este apretaba los dientes entre la rabia y el temor.

—Maldito —Se quejó Naruto viéndole molesto también dejando salir parte del chakra de Kurama para dejar en claro que no estaba jugando.

—No te me acerques.

—¡Por el amor de dios, Sasuke! —Se quejó Naruto poniendo los ojos en blanco ante la testarudez de su amante— ¡Deja este maldito drama de una vez!

El Uchiha bajó la mirada, intentando evitar a toda costa la de Naruto — No puedo creer que hayas hecho tal cosa —Reclamó apretando los ojos con fuerza al igual que su puño antes de gritarle— ¡No puedo creer que estés dispuesto a hacer tanto por mí! ¡Tu vida es mucho más importante que la mía! ¡¿Qué no lo entiendes?! ¡Estaba intentando protegerte, inepto! 

Naruto rió por la bajo, negando con la cabeza ante los reclamos de este y aprovechando el momento de distracción lo atrapó entre sus brazos haciendo presión con el chakra de Kurama para evitar que siquiera tuviera la oportunidad de volver a atacarlo. Sasuke de inmediato comenzó a forcejear.

—Yo estoy dispuesto a todo por ti —Afirmó con determinación notando como el cuerpo de Sasuke se paralizaba ante sus palabras entumeciéndose entre sus brazos— ¿Y tú lo estas por mí?

La pregunta de Naruto le hizo morderse los labios ante lo repentino del asunto y no tardó en entender que le estaba dejando la responsabilidad a él de elegir el destino de ambos sobre sus hombros, lo cual no hacia más que ponerlo terriblemente inquieto, como también egoístamente dichoso al saber que tenia la posibilidad de tener todo lo que quería a su alcance. 

—¿Qué pasará con la aldea? —Preguntó entonces sin poder evitarlo, dejando que su atormentada consciencia hiciera acto de aparición impidiéndole tomar una decisión apresurada— Ser hokage es tu sueño, no puedes dejarlo. También están tus hijos, ¿Qué pasará con todas esas personas que son parte de tu vida? No puedes simplemente hacerlas a un lado por mí.

Naruto sonrió tranquilo, meditando las palabras de Sasuke — Estuve dispuesto a morir por ti una vez y no me importó la aldea —Aseguró tocándole la mejilla como siempre lo hacía para luego acomodar ese mechón de cabello rebelde que le impedía ver la totalidad del rostro de su amante que no podía ocultar la culpa que le producía permitir que renunciara a tanto con tal de estar a su lado— Mis hijos seguirán siendo mis hijos pase lo que pase, encontraré la forma de hacer que las cosas funcionen entre ellos pero no quiero tener que renunciar a ti para conseguirlo ‘ttebayo. 

Sasuke abrió la boca unos momentos, pero ninguna palabra salió de esta y simplemente volvió a cerrarla acongojado maldiciendo la pequeña felicidad que sentía en su pecho al saberse la prioridad en la vida de Naruto. Le admiró sin poder creerlo ¿Merecía tanta luz en su vida? Él que no era más que un cobarde que preferiría seguir escondiéndose entre las sombras.

¿Cómo es que una persona tan insignificante para ese mundo podía sentirse tan grande con solo tener a Naruto a su lado?

Kakashi había tenido razón después de todo. Era un egoísta que no merecía el amor de Naruto y del cual no se conformaba solo con tener una parte de este. Sasuke lo quería todo o nada y no podía evitar sentirse un estúpido por ello.

Había querido proteger a Naruto, pero terminó siendo al que debían proteger, porque en el fondo siempre esperaba que alguien fuera capaz de resolver las cosas por él. Así como había ido tras Orochimaru buscando que este le facilitara la vida para cumplir con sus propósitos, había esperado que fuera Naruto quien diera el primer paso para estar juntos nuevamente y de la misma manera, había esperado que fuera el propio Naruto quien terminara por resolver el caos que había provocado con su egoísmo.

Aunque pasaran los años, al parecer seguiría dependiendo de ese ninja cabeza hueca que se dejaba guiar completamente por su instinto sin temor hacia adelante. 

Tan diferente de él y tan perfecto al mismo tiempo.

Naruto respingó al sentir el brazo de Sasuke rodeándolo en un abrazo necesitado que no tardó en corresponder, apretándolo con tanta fuerza que fácilmente pudo haberle sacado un gemido de dolor, pero Sasuke estaba lejos de quejarse por ello y simplemente se quedó ahí arrullándolo con su aliento tibio chocando en la sensible piel de su cuello mientras Naruto trazaba caminos imaginarios por toda la espalda del Uchiha esperando pacientemente la decisión de su amante.

Solo los dos, sin prisas. Estaba bien si no escuchaba una respuesta en ese momento, quería seguir disfrutando de la tranquilidad que no habían tenido en mucho tiempo mientras se entretenía detallando cada rincón de esa antigua casa permitiendo que su imaginación volara hacia una infinidad de opciones que Sasuke no pareció ajeno.

Una vida allí, en el antiguo barrio Uchiha, tan lejos como cerca de todos los que quería. No era mala opción, incluso era muchísimo más tentativa que la simple idea largarse hacia cualquier lugar que los acogiera.

Una imagen cruzó por su cabeza repentinamente tranquila, como si por esta nunca hubiesen pasado los peores tormentos, dejándole imaginar cómo sería restaurar esa antigua casa junto a Sasuke, decorando cada rincón al gusto de ambos poniendo especial cuidado en la habitación de invitados en donde sus hijos podrían venir a quedarse cuando quisieran, conviviendo con ellos como una familia. 

Una sonrisa tiró de sus labios y besó suavemente la cabeza de su amado que parecía estar inmerso en sus propios pensamientos completamente ajeno a él.

Lo apretó aún más y hundió la cabeza en la curvatura de su cuello.

Sea cual sea la decisión que tomara Sasuke, él la aceptaría. Así que solo le quedaba esperar.

 

Notas finales:

Holi, holi, ¿Sorprendido de verme en la misma semana? Bueno les cuento, se acuerdan cuando dije que habia sacado la cuenta de cuantos capítulos tendría el fic y dije entre "17 o 16", luego mencioné que 16, pero resulta que efectivamente si serán 17, no sé porqué creí que podia hacer funcionar dos capítulos totalmente diferentes en uno gjsajkgsakn


¡Ahora sí que sí quedan solo dos capitulos más y ya se acaba esta historia!

Muuuuchisimas gracias por todo el apoyo que me han dado con sus comentarios, de verdad lo agradezco *sobs*

¡Nos vemos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).