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Malfoy Manor por Orseth

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-Jefe te ves muy bien –dijo Gretchen cuando Harry entró a la tienda después de dejar su equipaje.

-Sí, antes parecías Inferi –añadió Johann – de verdad ya estás bien, ese viaje te sentó de maravilla.

-Así es chicos, estoy listo para darle con todo, por lo pronto les aviso que el nuevo proyecto es abrir otra tienda en el mundo mágico.

-Yo no la atenderé –dijo Gretchen me encanta el mundo muggle.

-Ninguno de ustedes la atenderá, serán otros empleados.

-Pues entonces hay mucho trabajo por delante.

-Así es –respondió sonriendo.

 

_______________

 

-Y entonces… -dijo Evie esa noche, sentada en el sofá de la sala con los pies recogidos y una taza de café en la mano- ¿ya eres un mago de nuevo?

-Así es, mira –respondio Draco sacando su varita y levitando su taza a la mesita de centro aunque estuviera muy cerca.

-¡Woow es genial! ¡Haz otro truco!

-No son trucos, son encantamientos.

-No me importa como se llamen, solo hazlos –respondio emocionada como una niña pequeña frente a un mago.

Draco hizo varios encantamientos, feliz también de poder demostrar lo que realmente era.

-Es genial cariño, ahora si te vez feliz.

-Ahora me siento completo –dijo satisfecho- mi pierna también está mucho mejor, dentro de poco dejaré el bastón.

-¿¡De verdad?!

-Sí, ya casi  no me duele.

Evie aplaudió sonriendo para después decir:

-Y todo gracias a Archie.

-Nunca existió un Archie –exclamó cambiando completamente su expresión.

-O Potter o como se llame, es gracias a él que recuperaste tu magia…quien lo iba a decir.

-Sí, quien lo iba a decir.

-Oye pero cuéntame ¿no cogieron ni una vez dentro de tu mansión?

-¡¿Estás loca?! Claro que no.

-¿Y cómo sobrevivió el pobre entonces ahí dentro contigo?

-Porque no soy tan obtuso, sé que hizo mucho por mí.

-¿Y en qué quedaron?

-¿Cómo en qué? en nada por supuesto.

-¿En nada?

-Bueno… -dijo dándole un sorbo a su taza de café mientras se encogía de hombros- amigos… o algo así.

-¿Ya no lo odias?

-No, ya superé eso.

-¿Seguro?

-Sí, somos como amigos… creo, sé que fue una mierda total conmigo pero no puedo seguir detestándolo después de lo que hizo por mí.

-¿En serio?

-Sí, de hecho…-añadió con gesto despreocupado- estas semanas sirvieron para normalizar nuestro trato, ya no me siento incómodo estando con él.

-Me alegra y no es porque él me caiga bien del todo, sino porque ya no te veo conflictuado como estabas… además de que tu humor era una mierda.

-Bueno, pues eso se acabó… bueno no, mi humor sigue siendo una mierda, tampoco esperes milagros.

 

 

_______________

 

 

Ese primer mes, ya con su vida restablecida de nuevo como siempre soñó o al menos casi, pues cuando dejara de usar el bastón sería un día de fiesta, comenzó con los preparativos para su segundo estudio de tatuaje, comenzando con estudiar las técnicas mágicas, así que estaba bastante ocupado, pero no lo suficiente como para no atender a Harry, que iba de vez en vez a ofrecerle artículos nuevos del mercado y también para levantarle pedidos pues los productos de “The Dark Soul” eran bastante buenos y los precios le convenían, así que se convirtió en su único proveedor.

Sus charlas eran lo que podría decirse normales e incluso interesantes, realmente su trato se había nivelado que llegó a sentirse cómodo platicando a solas con él en su oficina.

-¿Cómo vas con la pierna? –preguntó Harry mientras le entregaba su ultimo pedido y se lo mostraba en la oficina.

-Cada vez uso menos el bastón y el terapeuta me ha dicho que en algunas semanas debería dejarlo totalmente.

-¿De verdad? –pregunto sonriendo al tiempo que le entregaba su factura.

-Sí, aunque ya me advirtió que cuando tenga un día muy activo habrá molestias, así que deberé tomarme las cosas con calma.

-Me alegro.

-¿Y tú, como vas?

-Perfecto, como si nada hubiese pasado, ya estoy ocupándome de la nueva tienda ¿Cómo vas con eso?

-Bien, básicamente es lo mismo, solo hay que aprender los encantamientos para aplicar a la tinta para lograr movimiento ¿Cuándo piensas abrir? Recuerda que lo harás después de mi inauguración –añadió firme.

Harry sonrió y se alzó de hombros dispuesto a concederle ese capricho al rubio.

Al término de esa semana, Draco regresó de su visita al hospital y entró directamente a “The Dark Soul”

-¿Esta tu jefe? –pregunto a Gretchen.

-Claro, está en su oficina, pasa.

Draco no había pasado nunca a la oficina de Harry y tampoco pudo evitar dudar un momento pues siempre era Harry quien entraba a su oficina, él nunca lo había ido a buscar.

-Bien –dijo entonces- avísale que voy.

-No hace falta, solo toca, es por ahí, a un lado de la trastienda.

Draco sonrió y entró hasta encontrar la puerta, tocó y recibió la respuesta desde dentro.

-Hola –saludó abriendo sin entrar.

-¡Hola! –exclamó Harry sorprendido al verlo parado frente a su oficina- pasa, pasa.

-¿Qué haces?

-Revisando las facturas que le enviaré a mi contador ¿y a que se debe este milagro? –dijo dejando su computadora a un lado y prestándole toda su atención.

Draco entró y alzó los brazos.

-¿Qué notas? –preguntó sonriente.

-¿Engordaste?

-¡Claro que no! –exclamó ofendido haciendo a Harry reír con ganas.

-¿Y entonces?

-¿De verdad me veo más gordo? –respondió preocupado mientras se miraba el trasero.

-No –dijo sonriendo.

-¿Entonces por qué lo dijiste?

-No traes bastón –dijo entonces sin dejar de sonreír- eso es lo que querías decirme ¿no?

Draco dejó tratar  de mirarse el culo y se acercó sonriendo.

-Así es, aun cojeo un poco y siempre lo haré, pero es muy imperceptible, desde hoy dejo de usar el bastón.

-Felicidades, has trabajado duro.

-Sí, lo he hecho.

-Esto amerita una cerveza.

-¿Ahorita? Es medio día.

-¿Por qué no? por eso somos jefes, vamos –dijo levantándose y dirigiéndose a la puerta.

-¿A dónde vamos?

-A mi departamento, tengo cervezas ahí.

Si Draco nunca había entrado a la oficina de Harry, mucho menos a su casa, pero decidió seguirlo.

-Tengo dos marcas, Flensburger y Mississippi Mud  ¿Cuál prefieres?

-¿Tienes cerveza inglesa? –respondio sentándose en un sofá.

-Por supuesto.

-Pues quiero Mississippi Mud.

-Bien –respondió dirigiéndose a la cocina en tanto Draco miraba curioso a su alrededor encontrando la decoración bastante interesante, era de colores claros y estilo rústico, muy agradable de hecho, le daba un toque hogareño y familiar- ¿limpias tú? O tienes un elfo.

-Limpio yo –respondió regresando con dos botellas en las manos- pero últimamente estoy cada vez más ocupado, creo que terminaré comprándome uno aunque si Hermione me oyera, me asesinaría.

-No veo porqué, conociéndote no vas a tratarlo mal, así que le irá muy bien.

-Eso sí.

-Puedo recomendarte un lugar para adquirirlo.

-Me gustaría, yo nunca he hecho eso y me sentiría raro haciendo eso.

-Avísame y vamos.

-Bien y ahora ¡salud por la jubilación de tu bastón!

-Salud –respondió alzando su botella.

Conversaron un rato más y luego Draco regresó a su casa.

 

________________

 

 

-Ahora vengo –dijo Harry saliendo de detrás del mostrador.

-¿Vas a “La cereza loca”? –preguntó gretchen

-Sí.

-¿Me traes un latte por favor? Y una orden de cup cakes de café por favor ¡ay están deliciosos! Evie me hará engordar.

-Y a mí un capuchino y un sándwich de atún –añadió johann.

-Perfecto ¿algo más?

 

______________

 

 

-Yo soy el jefe, yo no tengo porqué hacer estos mandados –refunfuñó mientras cruzaba la calle y contaba el dinero que le habían dado sus empleados.

Aunque había probado los productos de la cafetería, nunca había ido en persona, así que entró mirando curioso el interior encontrando algunas de las mesas ocupadas.

-Hola –dijo una hermosa pelirroja peinada con una trenza francesa que resaltaba sus facciones- bienvenido.

-Hola –respondio acercándose al mostrador- quiero un pedido para llevar por favor.

-Claro.

-Un latte y una orden de cup cakes de…

-¿Café? –interrumpió sonriendo.

-Sí.

-Entonces son para Gretchen,

-Ajá, también un capuchino y un sándwich de atún.

-Y ese es para Johann.

-Sí.

-Enseguida te los preparo.

Mientras ella ponía manos a la obra, él se sentó en un banquillo a esperar.

-¿Y tú?

-¿Yo?

-¿Tú no vas a querer nada?

-¡Oh si! Pero espero a que termines.

Evie comenzó a preparar el pedido mientras lo miraba discretamente, nunca lo había visto tan de cerca y se le hacía tan raro tratarlo sabiendo que pasaron meses conviviendo todos los días y él nunca había hablado con ella personalmente después de todo el embrollo aquel, lo vio sacar su celular y mirarlo mientras esperaba.

-Archie.

-¿Sí? –respondio alzando la cabeza cayendo en cuenta al instante de lo que acababa de hacer- Oh…

Evie sonrió mientras decía:

-Anja llevará tu pedido, es mi nueva chica, lo que tú vas a tomar, lo tomarás aquí.

Harry asintió en silencio sintiendo como si el mismísimo profesor Snape le hubiera dado la orden de quedarse quieto; diez minutos después la empleada de Evie salió camino a la tienda de Harry.

-¿Y qué vas a querer?

-Yo… mmm…

-No voy a envenenarte.

-No estoy seguro de eso.

Evie rio con más ganas diciendo:

-Recuerdo que te encantaba el pastel de chocolate con nuez, acabo de salir uno del horno y recién lo decoré, es la receta secreta de mi abuela, es fantástico, te serviré una rebanada ¿y de tomar que quieres?

-Un americano está bien.

-¿No prefieres un inglés?

-¿Cómo?

Evie sonrió sin decir nada más, puso manos a la obra y cinco minutos después se encontraban en la mesa más alejada.

Harry sonrió nervioso mientras hundía su tenedor en la fragante rebanada de pastel, se sentía nervioso y escrutado por aquellos inquisitivos ojos azules.

-¿Seguro no le pusiste nada raro?

-Solo polvo de cucaracha y un escupitajo –respondio alzándose de hombros.

Harry sonrió y se llevó a la boca el trozo de pastel.

-Quedó destruido cuando te fuiste –dijo ella entonces tomando también un café.

-Lo sé.

-Pero si no eras tú, hubiese sido cualquiera.

-Ese era el plan.

-Y ese plan no incluía regresarle su magia.

-Pues no… Qué –añadió  cuando ella se quedó callada.

El clavo su mirada  mientras ella tomaba su café en silencio; Evie nunca había visto ojos verdes como aquellos, de mirada tan profunda.

-Qué bonitos ojos –pensó sonriendo- mejor que aquellos ojos  color miel.

-Siento haberte engañado a ti también.

-Pues no te veo muy sentido, hasta ahora me diriges la palabra, solo cuando necesitaste café -Harry no dijo nada, eso era cierto y la verdad es que la había estado evitando- es raro pensar que tú y yo ya hemos platicado mucho anteriormente y que ahora somos prácticamente extraños.

-Todo este plan fue necesario –dijo él entonces- tú no sabes lo que significaba que ese mago volviera a la vida, el que Draco cayera como una víctima nunca fue mi intención aunque eso también fuese inevitable… yo lamenté mucho el haberlo tenido que engañar.

-Sí, eso fue lo que él me contó que le dijiste.

-Es verdad –exclamó con firmeza- sufrí terriblemente al ver su rostro de dolor ese día frente a Malfoy Manor pero no había opción, hice lo que tenía que hacer.

Evie continuó mirándolo en silencio por unos instantes más.

-Te odié terriblemente –dijo al fin- pero ya superé eso, vi lo que hiciste por Draco y eso no lo hace cualquier arrepentido… arriesgaste tu vida incluso.

-Sólo le regresé su magia.

Evie sonrió mientras lo veía comer.

-¿De verdad lo amas?

-¿Eso importa?

-¿Por qué sigues aquí? Bien podrías haber regresado a ser policía.

-Auror.

-Auror, policía, panadero, lo que sea…

Aunque Evie le caía muy bien, también estaba cansado de tratar de justificarse,  así que solo dijo:

-Ya no puedo ser auror, además me gusta lo que hago ahora.

Ella se dio cuenta de que él no iba a hablar más sobre eso, así que ya no insistió más en ese asunto.

-Bueno… -dijo suspirando- Si era inevitable que esto sucediera, entonces lo mejor fue que lo hicieras tú –Harry se alzó de hombros por toda respuesta mientras comía su pastel- él buscó sobrevivir  a sí mismo y lo logró, venció muchos obstáculos teniendo todo en contra, realizó su gran sueño y estaba contento por eso, pero le faltaba algo para sentirse completo de nuevo… él es feliz otra vez y en parte es gracias a ti –Harry alzó la cara al oírla decir lo último- Gracias.

Se quedó desconcertado al oírla, entonces una pareja se levantó pidiendo la cuenta.

-Buen provecho –dijo ella levantándose- la casa invita.

-Gracias.

-Y toma –añadió dándole una tarjeta- cuando necesites un pedido, hazlo por teléfono, así el jefe no tendrá que venir por los almuerzos de sus empleados.

Harry sonrió mientras ella se iba.

 

______________

 

 

 

Y cuatro meses después, finalmente Draco tuvo listo su estudio de tatuajes en el mundo mágico.

-¡Qué emoción! –Exclamó Evie en el departamento de Draco- ¡Será la primera vez que vea el mundo mágico!.... porque vas a invitarme ¿cierto?

-¿Tú qué crees perris? –respondió sentado frente a su computadora.

-¿Ya tienes a los tatuadores?

-Sí.

-¿Y están guapos?

-Obvio, son un hombre y una mujer y ambos están divinos –respondio sonriendo- y en recepción estará otro chico que también es una chuleta a punto de la mordida –añadió chupándose un dedo- también contraté un gerente.

-¿Un gerente?

-Sí, un mago relacionado con muggles también.

-¿Y eso porqué?

-Para que administre ambos negocios.

-Pero tú ya haces eso.

-Exactamente, si me ocupo de ambos negocios ya no me quedará tiempo para tatuar y no quiero dejar eso después de haber luchado tanto para hacer lo que me gusta, obvio las decisiones importantes las tomaré yo.

-Ya veo.

-La inauguración es en dos semanas, la publicidad ya está repartida y habrá una presentación musical.

-¿¡Presentación musical?! ¿Y de quien? –preguntó dando palmaditas.

-“Los troles babeantes”

-¿Quién? –volvió a preguntar dejando de aplaudir lentamente.

-Es un grupo muy popular en el mundo mágico, tocan rock alternativo… veamos, bebidas y bocadillos listos… mmm ¿Qué más me falta?

-¿Invitar a Harry Potter?

-El ya está invitado.

-¿En serio?

Draco volteó a mirarla.

-Deja de sonreír como retrasada, él es un invitado más y listo.

-Oh vamos, no me dirás que no te mueve ni un poquito.

-¿De qué hablas? Él y yo quedamos en  términos amistosos.

-Pero hay chance de otros términos ¿no?

Draco la miró de nuevo extrañado.

-¿Qué te pasa? Primero lo odiabas a muerte ¿y ahora quieres que me vivamos juntos para siempre?

-Ya entendí que no tuvo opción y además resarció sus pecados con creces, eso sólo lo hace alguien muy, muy enamorado.

-Mira querida, te falta mucho para ser una celestina, así que deja eso.

-Eras y seguirás siendo una zorra –continuó ella poniéndole las manos en los hombros y hablándole al oído- no me digas que no te mueres por zorrear de nuevo.

-Puede ser pero con quien menos zorrearía en el mundo sería con él.

-¿Por qué no? ¿Qué no monta rico? –preguntó impaciente tomando una silla y sentándose en el borde mirándolo ansiosa.

-Pues sí, debo admitir que si –respondio sin dejar de teclear en su computador.

-¿Y el tamaño? -Una involuntaria sonrisa asomó a los labios de Draco quien mantenía la vista fija en la pantalla- ¿estaba bien?... ¡anda perra, cuéntame!

-Pues si –admitió ante las risitas de ella- es de verga grande.

-¿Y no quieres volver a probarla?

-No.

-¡Ay vamos, a mi no me engañas! No has probado pito en ¿Cuánto?... ¿casi dos años?

-Cómo sea, si quiero pito de nuevo, no será el de él… además, sino mal recuerdo, la última vez que me aconsejaste sobre amores fue precisamente con Archie ¿recuerdas? –Dijo volteando al verla- tus consejos querida, son una soberana caca.

Evie hizo una mueca por respuesta en tanto él se levantaba.

-Solo me falta mi invitado de honor.

-¿Invitado de honor?... ¿Quién?

-¿No es ese tu teléfono? –respondio señalando un celular que timbraba sobre el sofá.

-¡Oh es cierto! –Exclamó apresurándose a contestar- si mamá, ya voy… tengo que irme, mamá tiene una cena con su grupo de amigos y debo cuidar a Debbie.

-Nos vemos mañana.

-Adiós perra.

-Adiós zorra.

Cuando ella se fue, él miró su reloj viendo que ya casi eran las nueve de la noche, así que sonriendo buscó en sus contactos y oprimió para una video llamada.

-¿Hola? –Draco sonrió cuando vio el rostro extrañado en la pequeña pantalla- ¿¡Koby?!

-Hola Rob ¿cómo estás?

-¡¿Y cómo he de estar?! ¡Sorprendido de verte! ¿Cómo estas, ya estás bien, estas a salvo?

Draco sonrió al ver el rostro conocido del tatuador y se dio cuenta de cuánto cariño le tenía a ese hombre que prácticamente le había salvado la vida.

-Estoy bien, tengo muchas cosas que platicarte.

-Lo imagino hombre, lo imagino ¿pero esta llamada no es peligrosa?

-No y justamente sobre eso quiero hablarte también, mis problemas sobre eso quedaron atrás.

-Qué bueno ¿cómo sucedió?

-Por teléfono no acabaríamos, por eso quiero invitarte a visitarme y a estar presente en la inauguración de mi segundo estudio de tatuaje.

-¿¡Segundo?!

-Sí Rob, segundo.

-¿Cuándo es?

-Dentro de dos semanas, te aviso para que hagas espacio y no hagas citas para una semana entera.

-¿Una semana? ¿Pues a donde me piensas invitar? –preguntó riendo.

-A Alemania.

-¿Qué, oí bien?

-Oíste muy bien, estoy en Alemania y quiero que aceptes una invitación a pasar unos días aquí, me gustaría invitar a Débora y al Dennis…. Pero necesito acapararte y no sería justo para ellos, ya habrá otra ocasión.

-¿Pero a Alemania? –pregunto de nuevo impresionado.

-Sí, el pasaje y hospedaje corren por mi cuenta, por favor di que sí.

-Hombre, es… yo pues… estoy impresionado, es la verdad, me has dejado sin palabras.

-Piénsalo por favor.

-No hay nada que pensar, me avisaste con tiempo y puedo reajustar mi agenda, además ¿Quién desperdicia un viaje así?

Draco sonrió al ver que el último y más importante detalle estaba concluido.

-Entonces te enviaré la información un par de días antes ¿vale?

-Vale, ya me contarás todo, muero de curiosidad.

-Ya lo creo, nos vemos en dos semanas, cuídate.

-Cuídate también, adiós.

-Adiós.

 

______________

 

 

 

 

 

Notas finales:

Hasta la proxima!!!


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