Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I N C O R R E C T O por Ckonny Nickole

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

CAPITULO 16.

Estaba atrasado.

— Sasuke…

Y Sasuke lo sabía, pero no le importaba en lo más mínimo. Había asuntos más importantes que atender primero.

Naruto hizo amago de querer sostenerle la cintura, pero el Uchiha se lo impidió adueñándose de sus muñecas— No toques.

Una sonrisa tiró de los labios del hokage mientras apreciaba a su desnudo amante sentado sobre su pelvis. Los lujuriosos ojos azules se concentraron en seguir los caminos que dejaban las gotas de sudor cayendo sobre esa piel blanca como la leche, dándole un aspecto más brillante y apetitoso.

— Ahh…

Mordió sus labios inquieto ante aquel gemido erótico que le erizó la piel — Mh, Sasuke…

El mencionado movió sus preciosos labios enrojecidos por sus propios dientes en medio de un beso apasionado para dedicarle una sonrisa de superioridad mientras no paraba de moverse animadamente de arriba abajo sobre su pelvis que ya comenzaba a palpitar, ansioso por terminar dentro del delicioso interior de Sasuke Uchiha.

—¿Aún te preocupa la hora, usuratonkachi? — Preguntó Sasuke, inclinando la mitad de su cuerpo hacia adelante dejando que sus pezones erizados rozaran el pecho de Naruto tentativamente.

—¿A quién diablos le importa llegar tarde al trabajo? — Cuestionó Naruto lleno de deseo— Porque a mí no ‘ttebayo.    

Antes de que Sasuke siquiera pudiera burlarse, Naruto se adueñó de su boca recorriendo con su lengua la cavidad ajena al tiempo que movía su pelvis hacia arriba intentando golpear más profundo, logrando dar con el punto que hizo a Sasuke fruncir el ceño y apretar los ojos reprimiendo el vergonzoso gemido que se perdió en su garganta.

Aprovechando la momentánea distracción del otro se apoderó finalmente de su cadera y lo empujó hacia atrás tomando el control nuevamente. Sasuke en lugar de quejarse alzó ambas piernas a voluntad doblando sus rodillas en los hombros de Naruto.

— Mierda… — Se quejó Sasuke irremediablemente al sentir el pene de Naruto golpear duramente en el lugar que más le gustaba— Naruto…

— Si, Sasuke… — Respondió el hokage sabiendo lo que el otro quería pedirle, golpeando varias veces ese lugar especial que hacía contraer aquellas paredes anales sobre su miembro en respuesta al placer— Ya casi…  

—¡Ah!

Naruto sonrió complacido ante la visión perversa y lujuriosa que le regalaba el Uchiha debajo de él, completamente abierto y excitado, con ese color rosa tan adorable cubriendo desde sus mejillas hasta sus orejas. Tan rosa y atrayente como la punta de ese pene lleno de su propio líquido pre seminal.

Llevó una de sus manos hacia el miembro del Uchiha haciendo que este se removiera inquieto por el placer, sintiendo como rápidamente algo comenzaba a bajar hacia su parte baja.

— N-naruto…

“Mierda” El hokage movió su mano al ritmo de las penetraciones notando como el interior de Sasuke comenzaba a contraerse anticipando el orgasmo.

Consciente de su propio orgasmo acercándose, salió por completo del caliente interior unos segundos antes de volver a meterla de una sola estocada logrando tocar la resbalosa próstata de Sasuke que gruñó ante el orgasmo, alzando parte de su pecho y tensando cada músculo de su cuerpo que se removía inquieto por los espasmos.

Naruto frunció el ceño ante el apretón que de pronto sintió sobre su miembro provocando que se corriera en el interior de Sasuke antes de dejarse caer hacia adelante, apoyando la cabeza en el pecho agitado del Uchiha que intentaba recuperar la respiración.

— Salte… — Pidió Sasuke con la voz entrecortada, estirando sus piernas medias acalambradas.

— Mh… no… quedémonos así un poco más — Pidió Naruto, comenzando a llenarle el pecho de besos, deteniéndose a jugar con los exquisitos pezones que tenía a su disposición haciendo que Sasuke le jalará sin mucha fuerza de un mechón de cabello en reprimenda.

El Uchiha suspiró, intentando recuperar sus sentidos, con la mirada fija en el techo del antiguo departamento de Naruto que este aún conservaba y que ahora volvía a ser su hogar.

El sonido proveniente del reloj de pared decorando una de las paredes de la habitación llamó su atención e irremediablemente ladeó una sonrisa complacido al reparar en la hora.

— Estas media hora atrasado — Informó el Uchiha y casi rio por el bufido que escuchó venir por parte de Naruto— Si te vas ahora quizás no te regañen los viejos del consejo.  

— Claro, ahora te preocupas por eso, teme — Se quejó Naruto alzando ambas manos para apretar las mejillas del Uchiha obligándolo a estirar los labios en los cuales depositó un cariñoso beso— Te recuerdo que podría estar en este preciso momento sentado en mi oficina cumpliendo con mi deber como el ser humano responsable que soy, pero no. Su majestad tuvo que distraerme ‘ttebayo.  

Sasuke alzó una ceja ante ese reclamo— ¿Esperaste tener tu semen resbalando entre mis piernas para salir con esto?

Los ojos de Naruto se abrieron ampliamente al tiempo que su rostro se volvía rojo de la vergüenza —  Mierda, Sasuke, no hables así o…  

Oh, Sasuke entendió lo que el otro parecía advertirle cuando sintió moverse aquella parte de la anatomía de Naruto que seguía en su interior.

¿Cuántas veces lo habían hecho esa mañana? Seguro que lo suficiente como para considerar seriamente dormir por lo que resta del día, lamentando el hecho de que Naruto no pudiera hacerle compañía.

Sasuke negó con la cabeza ante la nueva succión en su cuello — No más, es tarde.

— Mh… — Musitó Naruto, ignorándolo— Aún hay tiempo ‘ttebayo.

— Claro que no — Volvió a negarse el Uchiha logrando apartarlo.

Naruto frunció los labios dándole un aspecto infantil a su maduro rostro— ¿Quién fue el que estuvo seduciéndome desde el desayuno?

— No estoy seguro — Fingió demencia Sasuke, libre de culpa, haciendo que Naruto exclamara un “teme” por lo bajo.

El Uchiha observó orgulloso el desastre que habían provocado en la habitación en medio de su pasión desenfrenada que no parecía dispuesta a apagarse. Sus ojos negros se concentraron en la pobre planta que yacía en el suelo con toda su tierra desparramada al igual que los restos del recipiente que la contenía. Naruto había sido demasiado impulsivo al arrojar la maceta sin tacto alguno con su brazo en un intento desesperado por despejar la superficie de la mesa para follarle allí. Sasuke no podría ver con buenos ojos esa pequeña mesa por un tiempo, había sido demasiado incómodo encontrar la forma correcta de apoyarse mientras Naruto le embestía salvajemente desde atrás.

Cuando sintió nuevamente los suaves besos llenando su cuello hasta sacarle un suspiro, volvió hacia el rostro de su amante que le sonreía contento.

¿Cuánto tiempo llevaban sintiéndose así de dichosos? El calor de esos brazos no podrían ser más reconfortantes.

Una semana.

Solo había pasado una semana desde que habían decidido dejar de mentir hacia sus seres queridos para estar con la persona que realmente amaban. Sasuke sentía que el tiempo era incluso más que el que realmente había pasado. 

Como si ya hubiese pasado una vida completa junto a Naruto.

— Entonces, ¿Tengo que ir a trabajar? — Preguntó Naruto sin muchos ánimos de apartarse de su lado.

Sasuke asintió en afirmación, levantándose lentamente haciendo que Naruto se hiciera hacia atrás apartándose de él — Tienes. La aldea no va a gobernarse sola.  

Naruto solo soltó un largo bostezo de cansancio al recordar el montón de papeles que debían estar esperando ansiosos por ser timbrados. Estaba claro que con el tiempo que llevaba de retraso tendría que tomar horas extras ese día.

— Hum, sí. Aunque siempre puedo pedirle ayuda a la abuela Tsunade y Kakashi-sensei ‘ttebayo — Recordó más para darse ánimos a sí mismo que por contradecir a Sasuke.  

El hokage entró a la regadera para darse una ducha rápida antes de enlistarse para ir a trabajar de una vez. Solo llevaba media hora de retraso, nada que no pudiera excusar fácilmente.

Tomó su capa de hokage pasándola por sobre sus hombros y se detuvo un momento frente al espejo de cuerpo completo que había comprado recientemente.

Sonrió orgulloso a la imagen que le devolvía el cristal. Una imagen de sí mismo completamente diferente a la que había visto hace ya varios días atrás. 

Toda la miseria que en algún momento se había apoderado de su cuerpo había desaparecido para dejar que la dicha iluminara cada poro en su piel devolviéndole su característico aspecto juvenil y enérgico que hacía sonreír a las personas a su alrededor.

Tocó su cabello superficialmente notando lo mucho que había crecido en tan poco tiempo. Inconscientemente había decidido no cortárselo sabiendo que Sasuke le gustaría más así, aunque en el fondo también lo hacía en un intento de recordar y reconstruir el pasado junto a este.

Reconstruir el tiempo que perdieron por culpa de sus malentendidos.

Suspiró con pesar al recordar esa parte amarga en la historia de ambos que aún no cicatrizaba y que aún estaba lejos de hacerlo.

Aún quedaba una espina presionando dolorosamente contra su piel impidiéndole ser feliz completamente.

—¿Vamos a Ichiraku ramen cuando termine el trabajo?

Los ojos filosos de Sasuke parecieron traspasarlo unos segundos ante la pregunta. Naruto simplemente se tragó el reciente malestar que se apoderaba de su cuerpo anticipando la respuesta de su pareja.

— Ya veremos — Respondió ambiguamente el Uchiha, sabiendo que Naruto entendería que tras sus palabras había una clara negativa a su invitación.  

Naruto no quiso decir nada más y caminó hacia la puerta de entrada seguido de Sasuke que marcó claramente una distancia entre ambos.

— Bueno, supongo que te veo más tarde — Se rascó la nuca el hokage aguantándose las ganas de darle un beso de despedida al Uchiha que tenía la mirada lejos de él, atento a su alrededor, provocándole un sentimiento amargo difícil de ignorar— Nos vemos, Sasuke.  

— Nos vemos — Se despidió de vuelta Sasuke con ese tono distante y frio que usaba con los demás.  

Apretó sus labios inconscientemente y no añadió nada más, decidiéndose que era mejor irse de una vez e ignorar el comportamiento de su pareja.

Las cosas bellas guardan terribles espinas. 

Intentó pensar en los momentos que había compartido con Sasuke recientemente para evitar que su perturbada consciencia volviera a hacer acto de aparición arruinando su efímera felicidad.

La efímera felicidad que le provocaban sus momentos con Sasuke, amándose abiertamente y sin tapujos dentro de las cuatro paredes de su hogar…

Porque Sasuke no dejaba amarlo en el mundo exterior.

Su amor que creía ser tan puro y hermoso parecía volverse una mancha oscura y horripilante que debía permanecer oculta del mundo real, dejando que solo unos pocos fueran testigos de su pecado.

Alzó la cabeza hacia la montaña de los hokages que se imponía orgullosa en medio de los edificios de la nueva Konoha y se detuvo a mirar su propio rostro esculpido al lado del de Kakashi.

Su sueño estaba ahí, juzgándolo desde lo alto.

“¿Por qué no eres feliz? Estas aquí, en el lugar que siempre deseaste estar junto a la persona que más amas en el mundo” Si la roca pudiera cobrar vida para él, estaba seguro de que esas hubiesen sido sus palabras.

Una pareja pasó junto a él, demasiado concentrados en el otro como para reparar en su presencia y Naruto no hizo más que observarlos con atención hasta que desaparecieron de su campo visual.

Ellos se veían tan felices y despreocupados, hablando cómodamente mientras caminan apegados, diciéndole al mundo que se aman. Dejándole claro al mundo que ellos son la pareja que en algún futuro cercano bendecirían esa misma tierra por la que caminan de la mano con el fruto de su amor, una nueva generación que repetiría el ciclo alegre de sus padres eternamente.  

Naruto los envidió en secreto sin poder evitarlo, pero su cálido corazón incapaz de ver con malos ojos la felicidad de otros, le hizo sonreír de todas formas orgulloso de la paz que había alcanzado su amada aldea luego de tantos años de penurias.  

“¿Será que yo podré alcanzar la paz también algún día? ‘ttebayo” Se preguntó, retomando su marcha hacia su despacho con un sabor extraño en la boca al notar como algo que había comenzado a ser cosa de unos pocos parecía haberse expandido rápidamente a los demás.

Toda su vida tuvo que soportar todo tipo de miradas sobre él y recientemente, estas habían vuelto inexplicablemente.

Ahí, siguiéndolo con atención como si fuera una divinidad que acababa de caer a la tierra. Sentía todos esos ojos mirándolo sutilmente, temiendo ser descubiertos.

Frunció el ceño y se apresuró en su camino buscando alejarse de la incómoda situación que lo traía devuelta al pasado.

Después de una semana, Naruto sentía que comenzaba a entender el miedo aparentemente injustificado que Sasuke guardaba hacia la gente de Konoha, cuando de pronto se encontró a sí mismo siendo nuevamente la atracción de la aldea.

Shikamaru le había intentado apaciguar antes diciéndole que estaba imaginando cosas, pero Naruto estaba seguro de que esas miradas insistentes sobre él eran reales, lo suficiente como para ponerle los pelos de punta. Es que no importaba el lugar o la hora, cada vez que paseaba por la aldea era lo mismo.

Todos le veían atentamente, tan atentos a sus movimientos como cuando era el niño al que despreciaban, murmurando cosas a sus espaldas. 

Pero a diferencia del pasado, no era solo desprecio lo que podía sentir viniendo por parte de los aldeanos, había mucho más allí oculto entre sus fingidas miradas de discreción.

Curiosidad, burla, comprensión, tristeza, molestia… Podía sentir de todo cayendo repentinamente sobre sus hombros.

Era aterrador.

Sabía que tanto Hinata como Sakura no harían algún comentario al respecto del repentino quiebre entre sus familias. Tampoco creía que sus hijos fueran abiertamente a decir algo tan pronto.

Y no es como si pudiera dudar de su pareja, quien era demasiado consciente de la interacción entre ambos cuando estaban en público, cuidando meticulosamente cualquier detalle que pudiera levantar la más mínima sospecha.

Entonces, ¿Cómo es que de pronto toda la aldea parecía conocer los detalles íntimos de su vida personal?  

“Las personas pueden ser muy crueles cuando les das la posibilidad”

Negó frenéticamente alejando la voz de Sasuke de su cabeza.

Recargó la espalda en su cómoda silla y se volteó junto a esta para observar la aldea que dejaba ver el gran ventanal delante de él con pesar. Podía sentir las miradas de todos aquellos que se movían como hormigas por toda la aldea fijas en él.

Definitivamente aterrador.

— Séptimo.

—¡Shikamaru! — Inmediatamente, Naruto saltó de su silla contento al escuchar la voz de su consejero personal sabiendo que este le haría compañía por las horas restantes que quedaran de trabajo.

Shikamaru alzó una ceja curioso por la actitud del otro— ¿Tiene algo que contarme, Hokage-sama?

—¿Eh? — Naruto pestañeó un par de veces confundido— ¡Agh! ¿Qué acaso no puedo estar feliz de verte? ‘ttebayo.

El Nara omitió cualquier comentario sarcástico al respecto y simplemente se dedicó a encogerse de hombros libre de toda acusación— Como sea —Le restó importancia lanzando los papeles que traía en las manos sobre el escritorio delante de Naruto— Solo intenta no decirlo abiertamente. Viejo, no quiero imaginar lo que me podría hacer ese tipo si llegara a escucharte decir algo tan fácil de malinterpretar como “estoy feliz de verte” — Señaló Shikamaru imaginándose frente a un celoso Uchiha girando las aspas del sharingan con el que le provocaría la peor tortura psicológica que podría conocer en su vida.

Naruto hizo un mohín con los labios antes de adoptar una expresión aterrada coincidiendo con su amigo. Disimuladamente empezó a reparar en los rincones de su oficina como si temiera descubrir que su pareja los estuviera escuchando en secreto. Tembló también.

— Entonces, ¿Qué es esto? — Cambió el tema Naruto fijándose en los nuevos papeles que Shikamaru había traído comenzando a leerlos rápidamente. Su expresión concentrada pasó a una de sorpresa a medida que iba avanzando en la lectura.

— Creemos estar cerca — Comentó Shikamaru— Esta vez, vamos a lograrlo. Aún no desciframos el mensaje completo, pero a partir de lo que hemos recopilado tenemos la teoría de que se trata de una especie de sello.  

—¿Sello? —Cuestionó Naruto atento a las palabras del otro mientras verificaba todos los detalles del reporte relacionado con el pergamino que Sasuke había traído de las ruinas de Kaguya. Se detuvo en un punto específico del reporte, releyéndolo varias veces— ¿Presencia de chakra desconocida? ¿Están seguros de que algo así es posible?

Shikamaru asintió en afirmación— Eso también es algo que nos sorprendió en un comienzo y nos detuvo por varios días para comprobar que los datos no fueran erróneos. Definitivamente, es chakra lo que pudimos percibir, es por ello que creemos que se trata de algún sello —Sin querer Nara puso una expresión de cansancio al recordar los muchos problemas que les ocasionó el descubrir una pequeña porción de chakra almacenada en el pergamino.  

Naruto endureció la mirada mientras recordaba a la propia Kaguya y a Momoshiki— Supongo que no es algo tan descabellado si proviene de los Otsutsuki y es por esa razón que no debemos bajar la guardia. Si realmente ese pergamino resulta ser un sello, tendremos que ser cuidadosos ‘ttebayo.

— Si ya el sello nos está dando tantos problemas, no quiero ni imaginar los que podría ocasionarnos lo que sea que estuviera resguardando.  

Por su cabeza pasó la imagen de una Konoha destruida por un enemigo desconocido haciendo a Naruto fruncir el ceño— Shikamaru — Llamó el hokage, con la voz seria al igual que su expresión— Sé cuidadoso. No quiero muertes innecesarias provocadas por algo que se pudo evitar desde el comienzo. No debemos tentar a la suerte y poner en riesgo a la aldea por una investigación ‘ttebayo.

Shikamaru observó al hokage timbrar el reporte de la investigación con más fuerza de la que debería— Quédate tranquilo, seré el primero en abandonar la investigación si veo que las cosas se ponen turbias. No quiero más problemas en mi vida a diferencia de ti. 

Naruto rió sin poder evitarlo, creyendo completamente en las palabras de su consejero mientras le extendía las hojas para que las tomara de vuelta, pero no las soltó como debió hacerlo y se mantuvo sujetando las hojas con su mano derecha viendo a Shikamaru alzar una ceja interrogante.

— Los aldeanos ¿Lo saben? —Se atrevió a preguntar Naruto por fin lo que desde un comienzo quería saber.  

“Hablando de problemas” Se lamentó Nara por no haber dejado simplemente los papeles ahí para luego volver a buscarlos y así impedir tocar cualquier tema incómodo que incluyera a Naruto y a su caótica vida personal.

Suspiró — No creo que sepan los detalles sucios tras tu divorcio.  

— ¡Hey! —Se quejó Naruto inmediatamente, con las mejillas rojas por la vergüenza.

Shikamaru le ignoró— No diría que lo saben ciertamente, más bien diría que lo sospechan. Ha habido muchos rumores circulando sobre ti desde siempre, pero aumentaron significativamente desde que Sasuke volvió a la aldea.

—¿Qué rumores…? —Preguntó temeroso Naruto de lo que sea que estuvieran inventando a sus espaldas justo como en el pasado.

— Rumores relacionados a tu pésima vida familiar, nada muy apartado de la realidad —Informó Nara con simpatía y crueldad, pero sin atreverse a dar todos los detalles— Se especulan muchas cosas y todas llegan a la conclusión de que Hinata y tú decidieron tomar caminos separados al no poder sobrellevar la apretada agenda de Hokage que te mantiene alejada de tu familia. Si te hace sentir mejor, nadie parece culparte por ello, es más, todos parecen ansiosos de comprobar que esa es la razón por la que ya no vas a casa y en su lugar te alojas en tu antiguo departamento.

— Que malditos —Se quejó Naruto, sintiéndose como si fuera alguna especie de objeto de apuestas— ¿Qué hay de Sasuke y Sakura-chan?

Shikamaru se encogió de hombros— ¿Puede la gente especular sobre la funcionalidad de una pareja que lleva más de una década sin verse? A nadie le sorprendería saber que no están juntos.

Naruto sonrió ante esa verdad sin poder evitarlo.

Y se supone que Kakashi te considera el más bueno” Se burló Kurama dentro de él ante la felicidad indescriptible que se apoderaba de su cuerpo por saber que nadie nunca había considerado a Sakura y Sasuke una pareja. No refutó, él había dejado claro que también se permitía ser cruel a veces, sobre todo porque la mayoría de las veces su “crueldad” no eran más que simples pensamientos de los que nadie, salvo Kurama, se enteraría.

— Entonces es por eso… —Murmuró Naruto comprendiendo de pronto la razón tras la atención que parecía atraer en los aldeanos, pero su expresión mostraba tanto alivio como decepción, lo cual Shikamaru notó sin esfuerzo.

—¿Creías que sospechaban de tu relación con Sasuke?  

Naruto respingó en su lugar y guardó silencio ante la pregunta sin saber cómo responder exactamente.

— No es así, para ellos ustedes dos son solo buenos amigos.

—¿Quién en su sano juicio creería que Sasuke y yo somos solo amigos? ‘ttebayo —Gruñó Naruto ligeramente molesto— Estoy seguro que incluso el menos agudo se daría cuenta de mis sentimientos con todo lo que siempre he hecho por él. Todos sabían que mi vida giraba en torno a Sasuke incluso antes de que yo mismo fuera consciente de ello ‘ttebayo.

— Sí, es una gran amistad —Se burló Shikamaru haciendo que Naruto se pasara una mano por todo el cabello— Deberías estar aliviado, creí que habías acordado con Sasuke no decir nada por el momento —Mencionó entonces el Nara sabiendo de antemano que estaba inmiscuyendo en donde no debía. Es que por más que intentaba entender a esos dos, más se perdía.

Naruto hizo crujir sus nudillos con una expresión distraída, como si con eso intentara ocultar la molestia que le causaba seguir escondiendo su relación con Sasuke aun cuando habían resuelto el problema con sus familias. Su parte irracional y egoísta le seguía insistiendo que la idea de esperar a un momento adecuado era innecesaria y que simplemente lo echara todo por la borda esperando un buen desenlace.  

Pero Sasuke ya había decidido quedarse allí con él, apoyando su nuevo sueño de proteger a esa aldea que tanto le hizo sufrir en el pasado. Debía ser suficiente con eso, ¿Entonces por qué seguía esperando por más?

Él había elegido buscar una alternativa entre tenerlo todo y no tener nada, pero allí estaba creyendo que merecía finalmente tenerlo todo.

Sin dudas el ser humano era codicioso por naturaleza.

Observó a Shikamaru unos segundos, pensando en la pregunta que creía solo él podía responder— ¿Cómo crees que reaccionará la gente cuando se entere?

Nara permitió ver la sorpresa en su rostro, más no intentó mostrarse comprensivo u horrorizado por la idea, entendiendo el fuerte deseo que Naruto parecía guardar para sí mismo— No lo sé —Respondió sinceramente bajando la mirada apenado por no poder darle la respuesta que el otro parecía necesitar con desesperación— La verdad es que, si lo supiera, te habría ayudado desde el comienzo.

Naruto bajó la cabeza también, sobrepasado, sintiéndose culpable por desear mostrar abiertamente su amor frente a los demás sin pensar en lo que aquello podría provocar en sus vidas.

¿Iban a condenarlo por estar enamorado?  Ni siquiera las personas que habían sido parte de su familia lo hicieron, ¿Por qué los demás se creerían con el derecho a señalarle con el dedo?

“Eres un monstruo…”

“Aléjate de mí”

“Las personas pueden ser muy crueles cuando les das la posibilidad. Si pudieron odiar a un pobre niño que puso a disposición su vida sin elección para salvar a un montón de gente sellando un demonio en su interior, ¿Por qué no odiar a la misma persona por amar a alguien que no es con quien se casó?”

Ah, esa última voz, tan maravillosa como espeluznante ¿Sería que Sasuke realmente tenía razón?

No podía hacer más que esperar ansioso el día en que pudiera comprobarlo.

Shikamaru notó que Naruto estaba ausente por lo que se limitó a hacer una leve reverencia antes de dirigirse hacia la puerta que fue abierta antes de que él siquiera pudiera tocar la manija.

— Sakura —Mencionó Nara sorprendido de ver a la mujer que desde hacía días no la veía poner un pie en ese lugar.  

Como era de esperarse Naruto salió de su ensimismo al escuchar el nombre de su antigua compañera de equipo, a la cual había estado evitando de la misma manera en que Sakura lo hacía con él. No por desprecio, ni rencor, sino por respeto a tomar un tiempo antes de aclarar las cosas entre ellos.

Sakura apretó los papeles que traía entre sus brazos— Hey Shikamaru, escuché que te buscaban en el laboratorio de investigación —Avisó Haruno con simpatía, aunque en el fondo estuviera sufriendo a causa de los sentimientos encontrados que le provocaban estar frente a un Naruto que evitaba con la mirada.  

El Nara se rascó la nuca con una expresión de evidente fastidio— Maldición, le prometí a Temari que estaría en casa temprano hoy —Se quejó el consejero lamentando su suerte, pues si requerían de su presencia en ese lugar era porque habían descubierto algo nuevo.

Shikamaru no tardó en notar que cierta tensión formándose ligeramente a su alrededor que sin dudas aumentaría de manera peligrosa cuando no estuviera cerca. Observó por el rabillo del ojo al hokage que mantenía la mirada fija en Sakura mientras esta seguía evitándolo. Suspiró, ese era un asunto en el que no pensaba entrometerse.

— Buena suerte —Le deseó a Sakura cuando pasó por su lado haciendo que esta respingara sorprendida en su lugar en medio del sonido de la puerta cerrándose.

Naruto se levantó de su asiento apenas Shikamaru salió de la oficina y sin que Sakura tuviera tiempo de darse cuenta ya estaba delante de ella viéndola con una expresión que Haruno no supo cómo interpretar.

— Sakura-chan —Dijo entonces Naruto, pero antes de que pudiera añadir algo más salió volando en dirección hacia su escritorio por culpa del golpe que Sakura no pudo evitar.

Viendo los papeles volar desparramados en el aire, Naruto no se quejó, simplemente apoyó una mano sobre la zona golpeada que punzaba peligrosamente, agradeciendo que la mujer no haya usado ni la mitad de la fuerza que creyó que usaría cuando estuvieran frente a frente.  

Sakura respiró agitadamente y se quedó estática en su lugar unos segundos antes de caminar hacia él. Naruto al notar las intenciones de la mujer, cerró los ojos esperando un nuevo golpe.

— Serás idiota.

Haruno admiró como los grandes ojos azules de su amigo se abrían sorprendidos por tenerla tan cerca, inclinada delante de él con una expresión comprensiva en medio de lágrimas mudas.  

— Sakura-chan… —Naruto estiró los brazos hacia ella y la abrazó, siendo correspondido por Sakura que lloró sobre su hombro como si hubiese estado reteniéndolo desde hace días— Yo…

— No — Lo cortó Sakura— No digas nada… no quiero oírlo…

Naruto entrecerró los ojos con culpa y se guardó sus disculpas dejando que la mujer se desahogara.

— Son unos idiotas –Dijo Sakura apartándose lentamente de su amigo para darle una leve bofetada sin fuerza que ni siquiera hizo pestañear a Naruto— Los idiotas que más quiero en la vida.

— Sakura-chan —Naruto se sorprendió ante esa declaración inesperada que provocó que su cuerpo temblara levemente. Sakura le sonrió y él le devolvió la sonrisa entendiendo claramente todo lo que había pasado entre ambos, lamentándose no haber podido darse cuenta antes lo que su amiga había intentado hacer— Tú lo sabias.

— Lo sabía —Afirmó Sakura— Y lo aceptaba.

— Te comportaste como una perra conmigo a propósito ‘ttebayo —Soltó sin tacto Naruto haciendo que Sakura riera mientras se limpiaba las lágrimas recordando su comportamiento anterior.  

— Sentí que si intervenía de alguna manera… — Se detuvo un momento para frotarse los ojos, quitando todo rastro de humedad de ellos para hacerle frente a Naruto— Que, si te ponía en aprietos, actuarías de una vez terminando con toda esa farsa que tanto intentaban mantener en pie.  

Naruto bajó la mirada apenado por no haber comprendido las verdaderas intenciones tras el comportamiento aparentemente egoísta de su amiga que a pesar de todo solo buscó ayudarlos, pero ellos terminaron haciéndola a un lado como siempre solían hacerlo.

— Supongo que tenía demasiadas cosas en qué pensar antes de actuar realmente —Confesó Naruto.  

—¿En los motivos tras la inseguridad de Sasuke-kun? —Cuestionó Sakura, tan aguda como solo ella podía ser. Naruto asintió con la cabeza en respuesta— Tú eres la fuente de su inseguridad.  

Naruto que había abierto la boca para decir algo la cerró inmediatamente quedándose mudo de la impresión.

— Tú solías decir que Sasuke-kun te había traicionado, pero para él, fue todo lo contrario —Sakura suavizó su expresión al recordar lo tristeza con la que Sasuke solía mirar a Naruto cuando volvía de vez en cuando de una misión— Después de todo, tú fuiste el primero en casarte con otra persona, dejando atrás todo el amor que juraste hacia él alguna vez.

Sakura era una persona tan frágil como poderosa. Una persona que podría infringir tanto daño como bienestar.

Naruto se hizo hacia atrás hasta chocar con su escritorio y se dejó caer pesadamente, llevándose ambas manos hacia su cabeza como si doliera.

Es cierto, él era el causante de toda esa inseguridad que cubría a Sasuke.

El Sasuke que había sido traicionado tantas veces por sus seres queridos y que con él no fue la excepción.

Sasuke pudo haberse marchado de la aldea sin dar razones, pero no fue la persona que primero desechó todos sus sentimientos para aventurarse a encontrar la felicidad con otra persona.

Naruto se llevó una mano a la boca soportando una arcada que cruzó por su garganta al imaginarse él mismo en la posición de su pareja.

Imaginándose a él mismo viendo como el amor de su vida te reemplaza fácilmente con otra persona, haciéndote parecer un simple capricho de juventud con el que no valía la pena formar un futuro a su lado.

Horrible.

Era horrible.

La realidad siempre era tan horrible.

Mientras más iba entendiendo los motivos tras la insistencia de Sasuke en guardar el secreto de ambos, más cruel se sentía al haberlo presionado tan de pronto a aceptarlo de vuelta. Aunque no se arrepintiera de su decisión, se sentía cruel por volver hacia él después de haber dejado que pasara tanto tiempo.

— Pero…  

Escuchó la voz de Sakura lejana, pero aun así clara y concisa, haciendo que levantara la mirada hasta toparse con los confiados ojos verdes de la mujer recordándole la razón por la que cuando niño le gustaba tanto.

Esa mujer obstinada y aparentemente egoísta…

— Así como tú eres el causante de su inseguridad. Eres el único que puede destruirla, Naruto.

… Estaba tan llena de calidez y buenos deseos hacia los demás.

Las palabras de ella se repitieron en su cabeza una y otra vez mientras sentía que las vendas de su brazo derecho de pronto se volvían más apretadas de lo normal. Estiró su mano vendada y la observó ante Sakura.

“¿Amarme es tu tortura?” Si, Sasuke, lo es.

Porque no hay nadie más que él que pudiera hacerlo sentir tan miserable como lleno de vida.

Apretó su mano con fuerza volviéndola puño haciendo que las vendas que la cubrían presionaran contra su piel dolorosamente, recordándole que había sobrevivido. 

Recordándole que ellos ya habían sobrevivido una vez a su propia destrucción.

Naruto sonrió y Sakura se sintió aliviada por ello consciente de que no debía preocuparse desde ahora en adelante.  

— Gracias, Sakura-chan.

Sakura se guardó el “¿Por qué agradeces?” que siempre salía de sus labios irremediablemente. Pero esta vez, aceptó esas palabras con orgullo.

Quizás ella nunca pudo estar a la par de Naruto y Sasuke, pero al menos, podría seguir cuidando de ellos por lo que le quedara de vida.

Naruto se volteó hacia su aldea que parecía tenerlo en la mira.

Todas esas personas no eran más que personajes secundarios intentando comprender la trama de la historia de la que formaban parte.

Que siguieran viéndolo.

¡Se encargaría de que pronto todos vieran lo feliz que era junto a Sasuke sin temor a las consecuencias!

.

.

.

Gente moviéndose a su alrededor.

Gente riendo despreocupada, felices. Ajenos a todos los males que sucedían a sus espaldas.

Gente que nunca conocerían lo que es estar solo, abandonado a su suerte en un mundo demasiado grande.

Él los detestaba, a todos ellos. Por más que quisiera negarlo, él nunca dejaría de odiar a esa aldea que había encontrado la prosperidad sobre la sangre de toda su familia.

Konoha. La aldea que odiaba profundamente, pero que era amada por las personas más preciadas para él. Empezando por Itachi y terminando en Naruto.

Algo irónico y demasiado cruel. Pensar que él despreciaba el lugar que ellos amaban.

Admiró, sentado desde lo alto de un edificio cualquiera, la totalidad de la nueva Konoha que era tan desconocida para él. Alzó su mano y la mantuvo allí mientras seguía con la mirada el trayecto de esas personas que no eran más que hormigas insignificantes para él. Hormigas que fácilmente podría deshacer con un solo ataque de su mano, desapareciendo así todos los problemas que podrían ocasionarle a su relación con Naruto. 

— Pensé que estarías en el despacho del Séptimo.  

Sasuke bajó la mano al escuchar la voz familiar tras de él y se volteó a ver a Sarada que lo veía desde una distancia claramente marcada entre ambos.

Era la primera vez que veía a su hija desde que había resuelto las cosas con Sakura. Sasuke había intentado buscarla, pero Sarada se había empecinado en evitarlo por lo que no le quedó otra opción más que ser paciente y esperar a que la menor estuviera lista para enfrentarlo.

— Él es el hokage, no yo.  

— Una vez lo escuché decir que tú también eras el hokage. Uno que defendía a Konoha desde las sombras —Mencionó Sarada viéndolo dubitativo antes de acercarse, acortando la distancia entre ambos.

Sasuke la observó en silencio hasta que estuvo a su lado. La expresión tensa en la chica cambió a una de repentina sorpresa y encanto por el paisaje de su aldea que tan gloriosa se veía a sus ojos desde ese lugar. Sasuke simplemente guardó silencio, concentrándose en la rutina de los aldeanos ruidosos que no paraban de moverse, reconociendo varias parejas que interactuaban entre ellos libremente delante de los demás.

— Papá — Dijo entonces Sarada, consciente de que Sasuke estaba esperando a que ella rompiera el silencio— ¿Me quieres?

La expresión de desconcierto que puso el mayor hizo que Sarada bajara la cabeza apenada y mordiera sus labios imaginando la posible respuesta a su pregunta.

— Sí —Respondió Sasuke después de unos segundos, esperando que su hija alzara la mirada para sonreírle levemente con sinceridad— Puede que no sea el padre que quieres que sea y que por ello no pueda darte la familia que realmente mereces, pero siempre tendrás mi apoyo, Sarada.  

La chica, que había estado luchando consigo mismas durante varios días, encontró por fin el alivio que necesitaba para salir adelante justo como su madre repetía que haría.

Al principio creyó que la reciente determinación en Sakura no era más que una farsa con la que intentaba esconder el profundo dolor por el abandono de su padre, pero ahora, que estaba delante de esa persona, podía entender de dónde venía tal determinación.  Lo que no te mata te hace más fuerte, dicen por ahí. Su madre lo tenía claro y ella también.

— Creí que me odiabas —Se atrevió a decir Sasuke sin mirarla, con la mirada nuevamente abajo, ahora pendiente de una pareja joven que caminaba de la mano en medio de una multitud que ni volteó a verlos.

Sarada notó la distracción en el mayor haciendo que volteara en la misma dirección, sonrojándose un poco al descubrir lo que él estaba viendo con tanta atención— Si mamá no lo hace, ¿Qué derecho tengo yo de hacerlo? No es como si hubiese convivido mucho contigo de todas formas.  

Sasuke torció una sonrisa ante esa crueldad mal controlada pero no mencionó nada al respecto. Su hija tenía razón después de todo.

— Hey, papá. Tú y el Séptimo ¿Son pareja? —Preguntó con nerviosismo la menor sonrojándose hasta las orejas por la imagen mental que cruzó por su cabeza.

—Sí.

— Hum —Sarada se negó a ahondar en detalles temiendo estar metiéndose demasiado en algo que no le incumbía, pero de todas formas dijo lo que tenía en mente sin poder evitarlo— Es que no parecen una.

Los ojos de Sasuke se abrieron un poco más de lo normal ante esa afirmación que lejos de provocarle el alivio que creyó que sentiría causó que algo en su estómago se removiera con incomodidad.

—¿Por qué lo dices? — Preguntó, intentando deshacerse de la extraña sensación que parecía apretar ahora contra su pecho.

— Porque es cierto, o al menos así es como lo veo yo. Ustedes parecen ser la clase amigos que cometieron un delito juntos que no quieren que nadie descubra.  Lo cual no entiendo.  

Sasuke entrecerró ligeramente el ceño, preguntándose cuantas personas más pensaban de la misma manera que Sarada.

Eso estaba bien, ¿No? Eso era precisamente lo quería que todos pensaran de ellos.

Entonces, ¿Por qué se sentía tan mal?

Él le había pedido continuar con esa mentira estúpida que los había llevado a ambos a provocar sufrimiento en donde no debían, bajo la excusa de querer proteger el sueño de Naruto, pero ¿Realmente valía la pena el esfuerzo?

La pareja que llevaba rato observando se puso en marcha por fin, dejando atrás aquel banquillo en el que habían estado abrazándose, disfrutando de la compañía del otro e irremediablemente se preguntó si tal vez Naruto pronto comenzaría a verlo más como a un confidente amigo que como su pareja ante su egoísta negativa a dejar que el resto supiera de su relación. 

¿Por qué tenía que ser así? ¿Valía realmente la pena mantenerlo en secreto?

Las personas a su alrededor estaban formando una vida lejos de ellos, ¿Siquiera llamarían la atención si caminaban juntos, conversando sobre cualquier idiotez con las que Naruto solía iniciar las conversaciones en medio de miradas cálidas y sonrisas reconfortantes?

— Sabes —Siguió diciendo Sarada, consciente de lo que su padre observaba con una envidia palpable— No entiendo por qué debería ser así —Dio su opinión claramente— Durante toda la semana he estado esperando la ocasión de verlos juntos con mis propios ojos, pero lo único que he podido ver es la enorme pared que se construye entre ambos. Yo realmente esperaba verte feliz junto a la persona que amas, papá. ¿Por qué entonces te ves tan triste en su lugar? 

Esa era una pregunta que no estaba muy seguro de cómo responder.

Sí, se supone que ellos habían decidido aclarar las cosas con su familia para por fin estar juntos, pero en su lugar, seguían atrapados en la misma miseria que los perseguía desde hacía tiempo.

 “No temas, Sasuke. Avancemos por este camino juntos”

Pero él seguía temiendo por el futuro incierto que les esperaba a ambos.

“Los demás pueden esperar para saber lo nuestro ‘ttebayo”

“Mentiroso” Dijo ante el recuerdo de las palabras de su pareja que sabía que eran solo mentiras con las que intentaba no presionarlo. Mentiras con las que Naruto ocultaba sus inmensas ganas de gritarle al mundo entero lo muy enamorado que estaba de él y que Sasuke podía ver claramente en cada mirada que le dedicaba cuando estaban en público.

Cuando Sasuke se empecinaba en aparentar algo que no eran. A pesar de todo, seguía siendo un egoísta.

— Sarada — Llamó a su hija que respingó al escuchar su nombre— Gracias.

La menor sonrió después de unos segundos de confusión recordándole tanto a Sakura.

Observó nuevamente a la aldea, queriendo ver qué era lo que estaba haciendo aquella pareja que había llamado tanto su atención, pero no pudo encontrarla en medio de la cantidad de personas que comenzaban a caminar en dirección a sus hogares.

Tan tranquilos.

Tan felices y a gusto con sus vidas.

Tan libres.

Él también quería sentirse así. Igual que esas personas que tanto rencor les tenia, y a la vez, tanto temor en lo profundo de su corazón.  

.

 

.

.

Apagó la luz y se tomó un momento para disfrutar de la tranquilidad que traía consigo la oscuridad de la noche, esperando que la penumbra se llevara sus atolondrados pensamientos. Pero no ocurrió en esa ocasión. 

Había algo inusual en esa noche difícil de describir.

El aire frio y ligero con el que solía recibirle el exterior cada vez que salía de la torre camino a su hogar se sentía pesado e incómodo, como si fuera una advertencia.

Estuvo a punto de dar un paso atrás y devolverse a su despacho cuando notó a la persona que estaba esperando por él fuera del edificio, haciendo que su expresión seria cambiara drásticamente a una de felicidad, olvidándose del mal presentimiento que había experimentado.

—¡Sasuke! — Lo llamó contento de verlo, acercándose con toda la intensión de darle un abrazo que el Uchiha evitó, estirando su mano para marcar una distancia entre ambos. Naruto luchó contra el malestar que le provocó ese rechazo sabiendo que se debía al hecho de estar expuestos al aire libre— ¿Viniste por mí? — Preguntó Naruto fingiendo una sonrisa.

Entonces Sasuke se dio cuenta de lo que había hecho inconscientemente, bajando la mano que apretó en puño molesto consigo mismo por su actuar. La tristeza en los ojos de Naruto era más que notoria para él— Dijiste que querías ir a Ichiraku.

Apenas escuchó el nombre de su restaurante favorito Naruto deshizo todo rastro de amargura— ¿Eh? Pensé que no querías que…

— Solo vamos, tengo hambre —Lo cortó Sasuke de inmediato antes de que él mismo se arrepintiera de su decisión— Que salgamos a comer juntos un día no puede ser tan terrible —Se atrevió a decir cuando le dio la espalda a su pareja.

Naruto que no salía de su asombro tardó unos instantes en seguirlo, completamente sorprendido por el cambio repentino de actitud en el Uchiha.

“Demonios, me siento tan feliz con tan poco ‘ttebayo” Pensó sintiéndose repentinamente un estúpido enamorado mientras caminaba a su lado en dirección a su restaurante favorito.

No obstante, no pudo hundirse en su dicha por mucho tiempo, pues de nuevo pudo sentir las miradas sobre él poniéndolo terriblemente tenso y la mirada fría de Sasuke dejaba en claro que no era ajeno a lo que sucedía a su alrededor. Sin embargo, no iba a permitir que el morbo de la gente arruinara su momento con Sasuke.

No iba a permitir que algo tan insignificante alimentara la inseguridad que Sasuke Uchiha cargaba en su espalda.

—¡Vamos a beber! —Exclamó animado Naruto tratando de generar entusiasmo entre ambos al tiempo que pasaba un brazo por sus hombros, lo cual provocó que el cuerpo de Sasuke se tensara visiblemente, pero no reclamó por ello y Naruto no podía estar más feliz con eso.

La sonrisa de Ayame los recibió como era la costumbre, ofreciéndole una buena mesa para ambos mientras les aseguraba que traería sus pedidos lo más pronto posible. Sasuke se mantuvo en silencio en todo momento, limitándose a responder cuando debía hacerlo hasta que la mujer desapareció de su vista.

— Estas tenso — Comentó Naruto con una sonrisa simpática mientras le servía un poco de sake a su amante para que se relajara un poco.  

— Este lugar es diferente al que recuerdo —Mencionó Sasuke en respuesta, intentando controlar el estado de alerta que crecía rápidamente al estar rodeado de tantas personas.

Naruto asintió con la cabeza dándole la razón mientras bebía un trago— Es así, pero, el sabor sigue siendo el mismo y es lo que importa ‘ttebayo.

Dobe.

—¡Hey! —Se quejó divertido por el insulto y juguetonamente le golpeó la rodilla con el pie bajo la mesa— No sé qué te hizo cambiar de parecer, pero estoy realmente feliz de tenerte conmigo ahora mismo.

Sasuke se mordió los labios inquieto y frunció ligeramente la nariz ante las palabras comprometedoras que Naruto decía como si nada. Su paranoia le hizo voltear en varias direcciones buscando algún indicio de que alguien los hubiera escuchado, pero todos aquellos que parecían estar observándolos desde que llegaron desviaron la mirada a otro lugar aparentando ser ajenos a ellos. 

Naruto tampoco tardó en notar la incomodidad que había provocado en Sasuke sintiendo la necesidad de agregar algo más para remediar la situación— Hacia mucho tiempo que no comía ramen con alguien ‘ttebayo.

El Uchiha soltó todo el aire que tenía retenido en sus pulmones ante sus palabras— No sé si creer una mentira como esa.

—¡Agh! —Definitivamente Sasuke no había tragado el anzuelo e hizo un mohín demostrando lo molesto que estaba por eso. Bueno, tampoco mentía del todo, solía comer ramen instantáneo junto a Shikamaru, pero no iba tan a menudo a Ichiraku como antes.

La adorada hija de Teuchi volvió con su pedido haciendo que la incomodidad bajara un poco ante la presencia de la comida que no tardaron en probar, concentrándose en ello unos momentos.

— Ah~ siempre tan delicioso —Exclamó Naruto manchándose parte de la barbilla con la sopa haciendo que Sasuke negara con la cabeza pidiendo paciencia.

—Se supone que eres un adulto, ten más cuidado al comer —Regañó extendiendo su mano con la que tomó una servilleta dispuesto a limpiar los rastros de comida en el rostro de su amante pero se detuvo en seco cuando escuchó la risita de una persona a lo lejos dándose cuenta de lo que estaba haciendo— Límpiate —Dijo, dejando caer la servilleta delante de Naruto mientras él veía hacia atrás comprobando que para entonces las personas parecían verlos aún más descaradamente que antes.

— No seas malo —Se quejó Naruto limpiándose y una de sus cejas rubias se alzó cuando Sasuke dejó cualquier intento de seguir comiendo por estar concentrado en algo que desconocía.

Algo que él mismo había estado ignorando a propósito.

— Sasuke —Llamó su atención consciente de lo que podría provocar la situación— Hey, mirame…

—¿Por qué nos están mirando? —Preguntó Sasuke a secas, sin darle a Naruto lo que quería.

Naruto buscó la mano de Sasuke sobre la mesa para tomarla con la suya, pero este lo apartó como si su tacto quemara.

— Tranquilo, no pasa nada ‘ttebayo.

Pero Sasuke no podía confiar en sus palabras cuando de pronto los murmullos incomprensibles a su alrededor se volvían más ruidosos a medida que ambos interactuaban.

Naruto volvió a intentar desviar su atención, pero él no le escuchó, demasiado consciente de su alrededor.

Demasiado consciente de esas personas que no eran las sombras a las que estaba acostumbrado a ver.

Podía sentir las miradas interrogantes de varios comensales fijos en ellos, estudiando cada uno de sus movimientos como si estuvieran buscando la más mínima oportunidad para atacarlos.

Los palillos que había vuelto a tomar en un intento de sobrepasar la situación cayeron al suelo ruidosamente cuando un claro “Parece que es verdad lo que decían del Séptimo” llegó a sus oídos.  Tan claro como si se lo hubiesen dicho de frente.

Sus ojos se agrandaron y Naruto pudo reconocer el tinte rojo que se apoderaba de ellos de forma alarmante.

Quizás fue su expresión ensombrecida o el hecho de que llevaba varios minutos sin responder a ninguno de los intentos de Naruto por traerlo de vuelta hacia él, pero antes de que el propio Sasuke se pusiera de pie dispuesto a marcharse lejos de esas miradas que parecían juzgarlo, Naruto se levantó primero, tomándolo del brazo para jalarlo con él hacia la salida apresuradamente y antes de que siquiera pudiera decir algo de un momento a otro la tierra bajo sus pies se transformó en la madera de la habitación de Naruto.

Se habían teletransportado.

— Está bien — Dijo entonces Naruto, una vez estuvieron solos los dos, lanzando el kunai que había usado para moverse de lugar lejos de ambos para ir hacia su amante y abrazarlo fuertemente entre sus brazos.

Sasuke recargó la cabeza en su hombro, queriendo apartar todas esas miradas que le perseguían en su cabeza— Ellos lo saben… — Aseguró con la voz lejana.

Naruto le acarició el cabello al igual que su espalda para reconfortarlo— No. Aun no ‘ttebayo.

— Nos estaban viendo — Le hizo notar Sasuke— Estaban diciendo cosas sobre nosotros.

— Quizás —Se atrevió a decir Naruto sin mala intención— Pero nada sobre nuestra relación.

Sasuke reconoció el pesar guardado entre líneas por lo que alzó el rostro para ver a su amante que entrecerraba sus ojos dolido en el fondo por su actitud.

— Shikamaru me dijo que solo son rumores los que circulan entre ellos, todos sobre mi divorcio con Hinata —Le informó pacientemente, esperando que con eso pudiera tranquilizarse, aunque en el fondo el propio Naruto necesitaba hacerlo, temiendo que su determinación flaqueara ante la enorme inseguridad que Sasuke mantenía entre ambos, impidiéndoles avanzar— Aparentemente, ellos solo nos ven como unos muy buenos amigos ‘ttebayo — Agregó con una risita triste.

“Ustedes parecen ser la clase amigos que cometieron un delito juntos que no quieren que nadie descubra”

Ah, de nuevo ese malestar. Se aferró a Naruto con fuerza provocando que este soltara un gemido de dolor, preocupándose de inmediato.

—¿Qué sucede?

— Tú, ¿Me consideras más tu amigo o tu pareja?

—¡¿Qué diablos?!

Naruto le apartó con fuerza, sosteniéndolo de los brazos, obligándolo a verlo de frente. Su mirada fiera e indignada se quedó atrás cuando notó el miedo marcado en ese hermoso rostro que tantas cosas le ocultaba.

—¿Qué diablos estas diciendo? — Volvió a preguntar Naruto.

— No lo sé… — Confesó Sasuke confundido, con las emociones revueltas y sus pensamientos nublándole la razón— Siento que estoy de vuelta en el pasado, sin saber hacia dónde ir, Naruto. No quiero que la gente sepa de lo nuestro, pero tampoco quiero que me vean como tú amigo.  

El hokage entrecerró los ojos sopesando esas palabras — No soy tu amigo — Aseguró con convicción— Soy tu pareja, Sasuke. Soy la persona que te ama y que amas ¡Soy la persona que no puede esperar el día en que todos en esta aldea sepan lo mucho que te amo ‘ttebayo!

Sasuke crispó el rostro y Naruto se lanzó a besarlo violentamente, arrastrándolo por la habitación hasta chocar con la ventana de su cuarto, en la que Sasuke recargó la espalda sin importarle que el vidrio pudiera romperse a causa de la presión.

— Lo sé, Naruto. Lo sé — Confesó Sasuke en medio del beso, dejando que la lengua contraria se colara en su cavidad bucal interrumpiendo sus palabras y le quitara el aliento.  

— Entonces… —Dijo Naruto cuando necesitó recuperar el aliento— ¿Por qué insistes en seguir haciéndolo tan difícil? —Le recriminó, sacando a flote todo el dolor que había mantenido oculto de él— Si era tan difícil, ¿Por qué seguimos en esta aldea?  

Antes de que Sasuke pudiera responder, Naruto lo volteó de frente a la ventana. Los pantalones del Uchiha cayeron de un solo movimiento al suelo.

Sasuke apretó los ojos y apoyó la mejilla en el frio cristal mientras alzaba la cadera anticipando el siguiente movimiento de Naruto que tanteaba su entrada con los dedos— Porque te amo.

Naruto se mordió los labios en un intento desesperado por no caer ante la tentación de alimentar el lado egoísta de Sasuke— Me amas, pero tienes miedo de amarme abiertamente. Me has dado tantas razones, pero ninguna de ellas es lo suficientemente convincente para que deje de lado la esperanza que tengo de vivir en paz contigo, como siempre debió ser.

El Uchiha soltó un gemido lo suficientemente alto como para ponerle los pelos de punta al momento de introducir su miembro dentro de él deteniéndose unos momentos para que el otro se acostumbrara. Cuando Sasuke le devolvió la mirada a través del reflejo de la ventana que comenzaba a empañarse con el aliento del Uchiha empezó el duro vaivén.

— Ahh… —Sasuke tuvo que aferrarse como pudo del resbaloso cristal, notando con espanto lo fácil que sería para cualquiera que pasara por ahí verlos si levantaba la cabeza— No... Naruto…

Naruto lo ignoró golpeándole duramente contra su próstata haciendo que gimiera vergonzosamente en respuesta— Mira… mira nuestra aldea, Sasuke…

El Uchiha acató la orden, alzando su mirada avergonzado para ver aquel lugar iluminado por las luces de las casas.

Para ver aquel lugar que Naruto amaba como a él.

— Este es tu hogar… —Dijo Naruto en su oído, llevando una de sus manos hacia la entrepierna desatendida de Sasuke para masturbarlo al ritmo de las penetraciones provocando que el Uchiha contuviera el aliento— Nuestro hogar. A-aquí no hay nada que pueda lastimarte ‘ttebayo…

— Pero a ti sí —Se atrevió a decir Sasuke entre gemidos, sintiendo el cristal chocando con su rostro en cada movimiento rudo que Naruto le incitaba a seguir— E-ellos… todos ellos ya te han lastimado una vez…

— Y no volverán a hacerlo —Aseguró Naruto con convicción, atento a cada una de las expresiones que hacía Sasuke ante el placer que lo volvía vulnerable. Detuvo el movimiento de la mano con la que masturbaba el pene del otro para llevarla hacia la que Sasuke apoyaba sobre la ventana— Ninguno de ellos volverá a lastimarme. A ninguno de los dos. Ya no soy ese niño indefenso que pueden atormentar a su antojo ‘ttebayo.

Sasuke se guardó el comentario sarcástico que pasó por su cabeza ante esas palabras, sabiendo que de su boca solo saldrían gemidos producto del golpeteo insistente en su próstata.

— Además… —Siguió Naruto, presionando duramente en el interior de Sasuke justo en el lugar que hacía al otro doblegarse del placer. Apartó la mano de la contraria para apoyarla en la barbilla del Uchiha obligándolo a no despegar la mirada de la aldea delante de él— Este lugar, está lleno de gente que nos quiere. No tenemos por qué seguir escondiéndonos. Ya no estamos solos, Sasuke. Ya no más.

En el momento que Naruto pronunció esas palabras, la sangre que se amontonaba en su cabeza bajó rápidamente hacia su parte baja haciéndole tiritar anticipando el orgasmo. 

— No estamos solos, Sasuke.

Sasuke apretó los ojos y se hizo más hacia adelante permitiendo que Naruto golpeara aquel punto que terminó por llevarlo al final, corriéndose contra el cristal en donde su esperma resbaló vergonzosamente hasta el suelo.

En medio de su respiración agitada y su cuerpo tembloroso, sintió a Naruto presionándose contra él antes de que su cavidad se llenara con su esperma. Suspiró, completamente agotado.

Pero su cabeza seguía funcionando a mil por hora, repasando una y otra vez las palabras de Naruto que parecían fundirse en su cerebro, atormentándolo.

Naruto no se apartó luego de culminar. Los cariñosos brazos de su amante le rodearon casi al instante y Sasuke se permitió perderse en la calidez que algo tan simple le producía mientras veía de frente a aquella aldea que tanto odiaba…

Que tanto miedo le hacía sentir.

La aldea a la que se negaba a entregar lo más preciado que tenía.

¿Quién le aseguraría que ese lugar traicionero, que no había dudado en derramar sangre con tal de no arruinar su prosperidad, no le arrebataría a Naruto también?

Naruto… el Naruto que tanto confiaba en ese lugar.

El Naruto que solo sabía mirar hacia adelante.

Aún después de años, seguía envidiando esa determinación inquebrantable que a él tanta falta le hacía.

Esa determinación que podía quemarlo.   

No supo si seguía perdido en el éxtasis del orgasmo, pero creyó ver una luz roja brillante en algún lugar de la aldea, llamando su atención momentáneamente mientras su mente seguía imaginando los posibles escenarios que podrían generarse al dejar al descubierto su relación con Naruto.

Naruto estaba más decidido que nunca y dispuesto a todo por él, ¿Porqué no podía simplemente permitir que Naruto tomara la decisión por ambos esta vez?

— Está helado, vamos a la cama —Propuso Naruto luego de unos minutos de silencio, alzando los pantalones de Sasuke que parecía haberse perdido en sus pensamientos. Suspiró, comenzando a arreglarse su propia ropa.

Sasuke siguió allí, mirando la aldea por ese cristal tan frágil como su propia determinación, preguntándose si era momento de entregarse a lo irremediable y dejar que las cosas simplemente pasaran como estaban destinadas a ser.

— Sasuke —Volvió a llamarlo Naruto comenzando a preocuparse.

En el instante que esos labios pronunciaron su nombre, la luz pareció volverse más fuerte, como si quisiera destacarse entre las demás luces que adornaban la aldea de noche.

Roja, luminosa, que crece rápidamente ante sus ojos que no podían dejar de admirarla.

Entonces lo notó y sus ojos se abrieron con sorpresa— ¡NARUTO!

Su grito se perdió en medio del potente ruido de una explosión que remeció el suelo mientras una tormenta de humo bloqueaba la vista de todo a su paso. 

.

.

.

 

Notas finales:

¡Ya estamos en el penultimo capitulo gente!

¿Pueden creer que ya estemos tan cerca del final? Final que ya está escrito y ansioso por ser leido por ustedes.

De verdad no encuentro las palabras suficientes para agradecer el enorme apoyo que ha tenido este fic ¡Terminaré un fic con 3k en wattpad! Es increible.
El capitulo final trae un regalo especial que estará disponible en wattpad por si quieren ir a verlo

Ahora bien, hay algo que quiero aclarar y remalcar para toda la gente que teme siempre leer un final y que no quiere encontrarse con sorpresa desagradables en él. Miren, con toda seriedad les digo que no habrá ninguna sorpresa desagradable en el final, independiente de lo que suceda, ustedes solo confien en mi, ya saben que me gusta mucho apretarles el estomago y de repente les mando un calmante enorme jajaja

Si mi intensión fuera hacerles sufrir no habria escrito un fic en donde todos los malditos capitulos fueran dramaticos, me lo habria ahorrado hasta el final.
Con eso en mente ¡Esperen el final!

¡Nos vemos pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).