CAPITULO 17 – FINAL.
La densa nube de humo se expandió rápidamente por cada rincón de Konoha impidiendo ver claramente lo que sucedía alrededor. Los aldeanos salieron de sus casas en alerta ante el temblor que provocó la repentina explosión que interrumpió la calma de aquella noche que él había sentido diferente de lo usual.
—¿Qué es? —Preguntó a Sasuke quien corría a su lado en medio del humo. Las explosiones comenzaron a sonar una tras otra provocando que su ceño se frunciera preocupado— Kurama.
“Si” Respondió el zorro de inmediato, entregando el chakra necesario para activar el modo Biju.
Los ojos feroces de Sasuke brillaban en medio de la oscuridad moviéndose de un lado a otro a medida que iba distinguiendo chakras cercanos— Es en la torre. Puedo ver una gran cantidad de chakra desde allí.
—Mierda.
Naruto aceleró el paso viendo como varios de los ninjas que habían comenzado a seguirlo desde atrás se detenían ante el nuevo temblor que remeció la tierra en medio de un ruido mucho más fuerte que el anterior.
Escuchó la voz de Temari proveniente de algún punto cercano en medio de la marcha y seguido de ello rápidamente el humo comenzó a disiparse ante la fuerza de su abanico permitiéndole ver la situación a su alrededor, específicamente en toda la zona cercana a la torre Hokage. Se detuvo sorprendido al ver como una de las nuevas torres construidas cercanas a su despacho había sido destruida casi por completo al igual que toda la extensión cercana a esta.
Ese era el territorio que ocupaba el laboratorio de investigación.
—¡Shikamaru! —Gritó Naruto cuando reconoció a lo lejos el cuerpo de su amigo debajo de unos escombros que no tardó en remover para comprobar su estado— ¡Shikamaru! ¡Hey!
El Nara tosió con dificultad al escuchar que lo llamaban viendo a Naruto que lo sostiene con cuidado— Séptimo…
—¿Qué ha pasado? —Preguntó Naruto preocupado, tratando de reincorporar el cuerpo de su amigo, pero Shikamaru negó con la cabeza adolorido.
—He fallado —Informó entonces Shikamaru para luego toser a causa del humo que había alcanzado a aspirar— … Se salió de control antes de que siquiera pudiera impedirlo.
—¿Qué se ha salido de control? ¡Hey! —Insistió Naruto en mantenerlo despierto al ver que Shikamaru estaba a un pie de la inconsciencia.
Sasuke, quien había permanecido cerca de Naruto en todo momento, no dejó de buscar la fuente de energía que había identificado a lo lejos.
Energía que emergió de pronto desde arriba haciendo que abriera los ojos sorprendido— ¡NARUTO, ARRIBA!
Inmediatamente, Naruto alzó la cabeza y se movió esquivando el ataque de la extraña figura que apareció cerca de ambos. No pudo responder al ataque por estar sosteniendo el cuerpo inconsciente de Shikamaru por lo que solo se quedó viendo como Sasuke intentó golpear a la criatura de apariencia familiar.
—Otsutsuki —Gruñó Sasuke al sujeto que se les quedó viendo con gracia. Como si fueran criaturas divertidas que no dudaría en lastimar.
—Oh, ¿Me conoces? —Exclamó sorprendido la criatura de piel pálida.
Naruto que había logrado dejar a Shikamaru en manos del antiguo equipo diez se paró a su lado observando también a ese ser con el ceño fruncido— Él era lo que estaba sellado dentro del pergamino.
Sasuke puso la mano sobre su espada sin quitar la mirada del enemigo que acababa de aparecer. A sus oídos llegaron las voces de la gente de la aldea que estaba demasiado cerca de ellos— Hay que sacarlos de aquí.
Naruto asintió viendo hacia el escuadrón ninja que mantenía la distancia detrás de ellos— ¡Saquen a los civiles! —Ordenó y casi al instante Otsutsuki rió como si hubiese dicho algo divertido. Al voltear nuevamente hacia él pudo notar que veía a las personas asustadas con regocijo.
Antes de que siquiera pudiera hacer un movimiento Naruto extendió una porción de chakra de Kurama frente a la gente para protegerla de cualquier ataque mientras los ninjas se ponían en acción y acataban su orden.
—Que chakra más maravilloso —Detalló Otsutsuki con la mirada sedienta— Esto es lo que estaba buscando.
—Pues lástima, no está a la venta ‘ttebayo.
De un movimiento rápido el sujeto se movió hacia él estirando el brazo para agarrarlo, pero Sasuke lo impidió apareciendo de frente, bloqueando el golpe con su espada que comenzó a drenar chakra.
—No estoy interesado en ti —Se quejó Otsutsuki molesto por la interrupción.
Sasuke no gastó tiempo en responder e intentó golpearlo una y otra vez con su espada que Otsutsuki bloqueó en cada oportunidad.
Naruto se unió rápidamente en un intento de golpear a ese ser junto a Sasuke, pero todos sus ataques fueron bloqueados mandándolos a ambos hacia atrás con un golpe.
—Pensar que hay más de ellos —Murmuró Naruto limpiándose la sangre del labio, siguiendo con la mirada a Sasuke que movía el hombro seguramente adolorido.
—Si Kaguya lo selló en un pergamino, no debe ser una buena señal —Comentó Sasuke con el sharingan brillando más que antes.
—¿Qué opinas? —Preguntó Naruto en guardia, atento a cada movimiento de ese sujeto tan peligroso.
—No puede absorber chakra, pero sí usarlo —Identificó Sasuke con la mirada fija en Otsutsuki— A diferencia de los otros, este parece tener una especie de sello en su ojo izquierdo lo cual explicaría el porqué no absorbió mi chidori cuando lo golpeé con la espada. Sin embargo, puedo ver pequeñas cantidades de chakra dispersándose a su alrededor —Sasuke siguió cada pequeña porción de chakra que se mezclaba en el aire. Era un chakra tan fino como el polvo que de seguro les traería grandes problemas en algún momento.
—Bien, al menos no tendremos que contenernos ‘ttebayo.
—¿Qué tanto murmuran ustedes dos? —Se burló Otsutsuki alzando la mano para producir sobre ella una esfera de chakra que creció rápidamente.
“Eso es…” Naruto abrió los ojos sorprendido al ver su propia técnica en manos del enemigo lo cual lo desconcertó al instante “¿Un especie de rasengan?”
—¡Cuidado!
La advertencia de Sasuke lo sacó de su estupor y alcanzó a bloquear el ataque que iba directo a su dirección.
Una nueva exposición se escuchó ante el impacto de ese rasengan y con ella los gritos de civiles que aún no habían sido evacuados.
—Mierda, tenemos que movernos —Avisó a Sasuke, consciente de que si se quedaban allí muchos saldrían lastimados.
—Entendido —Afirmó el Uchiha adelantándose al Otsutsuki para llamar su atención en medio de golpes.
—¡Eres molesto! —Se quejó la criatura del Uchiha ante los ataques rápidos que le costaba seguir.
Naruto extendió el chakra del zorro para golpearlo con esas extremidades artificiales buscando obtener una oportunidad de golpearlo directamente entre él y Sasuke.
—¡MUY MOLESTOS! —Gritó Otsutsuki sacando chakra de su interior peligrosamente cubriendo su cuerpo con él.
—¡Sasuke! —Le gritó a su pareja quien no tardó entender.
De su mano derecha comenzó a emerger el rasengan mientras Sasuke formaba el chidori con el que complementaria el golpe logrando darle en la zona expuesta que había dejado Otsutsuki en medio de su enojo mandándolo a volar metros atrás, alejándolo de la zona poblada.
—No bajes la guardia —Aconsejó Sasuke atento a los movimientos del enemigo que no creía haber derrotado tan fácil.
Naruto se permitió ver hacia atrás para comprobar cuantas personas seguían allí, frunciendo el ceño al ver que eran más de las que deberían.
—¡Papá! —Gritó Boruto entonces, apareciendo a su lado completamente preocupado.
—Boruto —Se sorprendió de verlo, pero no tuvo tiempo de regañarlo por su imprudencia al escuchar claramente como Sasuke lo llamó advirtiéndole de la nueva descarga de chakra que se acercaba rápidamente hacia ellos.
Lo primero que atinó a hacer fue cubrir a Boruto con su cuerpo al tiempo que dejaba salir el chakra de Kurama para formar una barrera sabiendo que Sasuke no llegaría a tiempo.
La descarga pasó tan fuerte que logró moverlos unos centímetros pese al chakra protegiéndolos que los salvó de ser desintegrados al igual que los edificios que estaban detrás de ellos. Apretó los dientes, rogando que ninguna persona haya estado cerca de ese lugar.
—¿Qué es…?
—¡Boruto! —Se quejó Naruto tomando al menor por los hombros para que lo viera— Tienes que salir de aquí.
Boruto apretó los dientes, impotente— ¡Pero…!
—¡No hay peros! —Lo calló Naruto— ¡HAZ LO QUE DIGO!
Kakashi apareció a su lado de un momento a otro interponiéndose entre la nueva descarga de chakra que no había visto venir y que logró repeler con su raikiri, sin embargo, cayó de rodillas al suelo luciendo increíblemente agotado.
—Estas en combate, Naruto —Lo regañó el Sexto.
—¡Kakashi-sensei!
—Hay una barrera bloqueando la salida a Konoha —Informó Kakashi con seriedad— Y un campo gravitacional alrededor de este lugar, todos exceptuando a unos pocos no pueden moverse.
Naruto abrió los ojos con sorpresa entendiendo la razón por la que varios ninjas y civiles se había quedado allí sin moverse al tiempo que recordaba las palabras de Sasuke advirtiéndole de un chakra rondando en el aire— Ese maldito…
—Su chakra es diferente —Dijo Kakashi— Es detestable para nosotros.
—¿A qué te refieres? —Preguntó Boruto alarmado viendo como varias personas se tocaban los brazos y el pecho desesperadamente.
—Por alguna razón, cada vez que ese sujeto expulsa chakra, nuestro propio chakra reacciona negativamente, como si fuera veneno… —Logró decir Hatake tocándose el brazo que comenzaba a tiritarle— Tú y Sasuke al ser descendientes de ellos no parecen afectados…
—Si —Aseguró Naruto viendo a su hijo preocupado unos momentos, pero al notar que estaba bien suavizó su expresión— Kakashi-sensei…
Kakashi asintió, entendiendo el mensaje y de un rápido movimiento tomó a Boruto para alejarlo.
—¡PAPÁ! —Se quejó el menor de inmediato.
—Lo siento, Boruto —Dijo Naruto decidido viendo a todas las personas de su aldea retorcerse dolorosamente. Apretó los puños agradeciendo su descendencia o de lo contrario no podría hacer nada para ayudarles.
El brillo azul del chidori de Sasuke apareció ante sus ojos y no dudó en ir hacia la batalla que ocurría más adelante uniéndose a su amante a la tarea de atacar a Otsutsuki.
No iba a dejar que siguiera lastimando a personas inocentes.
Él había prometido con su vida que los protegería, a todos ellos.
Y por, sobre todo, protegería a Sasuke.
Otsutsuki soltó un golpe a Sasuke en el rostro y él no dudó en atajarlo en el aire.
—Estoy bien —Aseguró el Uchiha una vez que sus pies estuvieron contra el suelo. Con su sharingan pudo ver una nueva descarga de chakra haciendo que activara el susanoo con el que rodeó el cuerpo de ambos para protegerlos.
—Escucha, Sasuke —Dijo entonces Naruto, dejando salir más chakra de Kurama para reforzar la armadura sobre ambos— Tenemos que terminar con esto rápido.
Sasuke volteó a ver a Naruto. Sus ojos se agrandaron ante la determinación que cubría los azules ojos de su amante que le sostenía la mirada con decisión.
Algo dentro de él se removió, como cuando ambos estaban frente a frente a punto de iniciar un combate en donde ellos mismos eran los contrincantes.
En donde ninguno estaba dispuesto a aceptar la derrota.
Torció una sonrisa y estiró su mano para apoyarla en el hombro de su pareja. La persona que más amaba en el mundo, el cual puso su propia mano sobre la suya apretándola en un gesto que decía más que mil palabras.
—¡Molestos! —Gritó Otsutsuki a lo lejos.
Sasuke asintió con la cabeza y Naruto le sonrió en respuesta antes de que ambos voltearan en la misma dirección.
—¡VAMOS, SASUKE!
Igual que la última vez que habían combatido juntos contra Momoshiki, dejó salir todo su chakra de manera amenazante mientras intentaba golpear al enemigo junto a Naruto.
El suelo debajo de ellos se abrió en respuesta a una descarga de chakra mutua, pero no era suficiente como para distraerlos.
Ahí, ambos, peleando con el mismo objetivo en mente.
No necesitaban nada más.
Las descargas de chakra de Otsutsuki no eran nada a comparación del poder que entre ellos podían formar juntos. Un poder que nadie podría igualar.
El rasengan de Naruto golpeó el estomago de Otsutsuki y Sasuke aprovechó la oportunidad para que una de las enormes flechas del susanoo golpeara el cuerpo de ese ser divino que no era rival para ellos.
Si estaban juntos, nadie podía vencerlos.
Nadie.
Sasuke admiró la expresión concentrada de Naruto que no paraba de planear ataques combinados junto a él en una fracción de tiempo admirable. No importaba, cuando estaban en batalla, lo entendía mejor que a él mismo.
Las llamas negras del amateratsu intentaron quemar el brazo del enemigo que no dudó en quitarse con el propósito de impedir que se expandiera el jutsu al resto del cuerpo haciendo que Sasuke sonriera por haber logrado ganar tiempo para que Naruto apareciera detrás y lo golpeará limpiamente con un rasengan shuriken enorme estampándolo contra el suelo.
La luz del rasengan iluminó cada rincón en medio de esa oscura noche que comenzaba a pasar rápidamente en medio del combate y Sasuke se quedó allí admirando esa luz.
Admirando la luz de su vida.
El rasengan podía brillar, sí. Pero nada brillaba más que el propio Naruto sonriendo victorioso ante la ausencia del Otsutsuki que parecía haberse desintegrado producto de la técnica que tanto le orgullecía.
Sasuke lo observó, más majestuoso que antes, con esa expresión madura que le erizaba la piel al igual que ese chakra que para los demás era tan tenebroso pero que para él era lo más hermoso que pudiera sentir en su vida.
—¡SASUKE! —Gritó Naruto con la respiración agitada mientras caminaba hacia él despacio por el cansancio.
Sasuke por algún motivo no pudo moverse y simplemente se quedó ahí esperando por él. Como siempre lo había hecho, dándose cuenta que parecía ser lo único que había aprendido a hacer bien con el paso de los años.
Esperarlo…
Esperar que Naruto viniera a su rescate.
Normalizó su respiración agitada producto del combate y estiró su brazo en un gesto que pareció iluminar aún más al hokage, pues sacando fuerzas de quien sabe donde comenzó a correr a su dirección dispuesto a corresponder su gesto con el abrazo que esperaba.
Tan, pero tan brillante.
La única luz de su vida
La única cosa buena que le habían regalado después de tanto sufrimiento.
Él, quien era el amor de su vida.
La persona que era tan diferente a él…
La persona que tanto amaba.
Esperó pacientemente por él hasta que lo tuvo cerca, dispuesto a fundirse en esos brazos que solo sabían amar.
—Sasuke.
Pero el abrazo fue diferente al que esperaba y la calidez por la que estaba esperando pasó a ser un frio doloroso presionando contra su estómago.
—Lo siento…
—Naruto.
Con miedo bajó la mirada hacia aquella zona que sintió fría viendo como algo largo se presionaba contra su propio estómago amenazante.
Viendo como ese mismo objeto había atravesado a Naruto que no dudó en protegerlo con su propio cuerpo. Su mano inmediatamente tembló ante la imagen delante de él sin poder creerlo.
—Sasuke —Dijo Naruto antes de toser sangre manchando la ropa del Uchiha quien cayó de rodillas junto a él.
—Naruto… ¿Qué… —Sasuke sin saber qué hacer comenzó a presionar la herida para evitar que saliera más sangre de ella— ¿Porqué…?
—Me impresiona que se haya dado cuenta a tiempo.
Sasuke escuchó atentamente la voz cansada de Otsutsuki que había logrado esquivar por poco el rasengan de Naruto, aprovechando el pequeño momento de debilidad para atacar al que estuviera más cerca. Lastimosamente para él, Naruto había visto el ataque directo a Sasuke en medio de su marcha por lo que por instinto corrió hacia él para protegerlo con su propio cuerpo.
—C-creo… que fue algo estúpido —Comentó Naruto adolorido viendo como las manos de Sasuke se manchaban con su sangre.
—¡Estúpido! —Regañó Sasuke con urgencia al ver la cantidad de chakra que Naruto estaba perdiendo. Con fuerza siguió presionando la herida al punto que hizo a Naruto quejarse.
—Sasuke…
—No digas nada —Lo mandó a callar el Uchiha con la desesperación palpable en el rostro.
Naruto le sonrió y casi de inmediato volvió a toser sangre, pero no apartó la sonrisa de su rostro observando como su pareja contraía el suyo asustado por su estado— Lo siento, Sasuke.
—¡Cállate! —Demandó Sasuke asustado al ver que la sangre no paraba de salir— Eres un imbécil… un imbécil….
El séptimo hokage rio pese al dolor que esa simple acción le producía y alzó una mano hacia el rostro de Sasuke para apartar el cabello que le impedía ver esa bonita cara haciendo que el Uchiha frunciera los labios, luchando con las lágrimas que ese gesto le producían.
—Tan hermoso.
—Naruto —Lo llamó Sasuke sosteniendo esa mano que sintió demasiado fría— Dijiste que estaríamos juntos…
—Lo recuerdo —Dijo Naruto quitando la mano de la herida que no paraba de sangrar— También… dije que te protegería con mi vida…
Sasuke dejó de luchar con sus lágrimas al ver como el cuerpo de su amante no dejaba de temblar, volviéndose más frio a medida que pasaban los minutos y la sangre no dejaba de salir.
En el momento que Naruto comenzó a cerrar los ojos, se desesperó, atinando a remecerlo para mantenerlo con él.
—Naruto, no… No —Rogó desesperadamente, como nunca lo había hecho en su vida, haciendo que Naruto riera por lo bajo otra vez.
—¿Me amas? —Preguntó entonces el hokage comenzando a sentirse mareado.
—Te amo… —Respondió inmediatamente Sasuke.
Por instinto, su cuerpo cubrió el de su amante y lentamente bajó la cabeza para apoyar sus labios con los contrarios sintiendo el sabor a sangre en ellos, lo cual le removió el estómago con fuerza.
—¡TE AMO! —Gritó tan fuerte que probablemente lo escucharían desde lo más profundo de Konoha.
Naruto volvió a besarlo, con menos fuerza que la que había usado él como si estuviera usando en ello las últimas fuerzas que le quedaban.
—Yo… Siempre voy a estar contigo. Siempre voy a protegerte con mi vida, Sasuke.
Sasuke lloró desesperadamente aferrándose a ese cuerpo, negándose a perderlo.
Negándose a perder la única luz de su vida.
Naruto le sonrió antes de cerrar los ojos por el cansancio y Sasuke volvió a remecerlo queriendo que se mantuviera despierto allí con él, pero nada. No hubo reacción.
Su luz…
La luz que tanto amaba…
¿Porqué todo estaba tan oscuro de repente?
—¡NARUTO! —Gritó en medio de su llanto, dejando que todo lo que siempre había guardado dentro de su pecho saliera, dejando a la luz al débil y miserable Sasuke Uchiha que era en el fondo y que solo Naruto conocía.
¿Por qué él no podía ser feliz?
¿Por qué ellos no podían ser felices?
¿Dónde había quedado su destino juntos?
Era injusto.
Se aferró a la ropa de Naruto que estaba llena de sus lágrimas y de la sangre que ya no salía. Tomó las manos de Naruto con la suya y las llevó hacia su propio cuello recordando la sensación que producían los dedos de este presionando esa zona, quitándole el aliento.
¿Porqué no fue él quien murió en esa ocasión?
Ah… cierto. No murió, porque creyó que por fin podrían ser felices.
“Siempre voy a estar contigo. Siempre iré hacia ti, Sasuke.”
—Mentiroso —Dijo en respuesta, negándose a soltarlo— Eres un mentiroso…
Dolía.
Dolía porque Naruto había vuelto a traicionarlo.
Dolía porque por su culpa Naruto nunca pudo ser feliz como habían prometido ser.
Por su culpa…
Todo por su culpa.
Porque era un maldito egoísta.
“Te amo, Sasuke”
—Yo también te amo… —Sus lágrimas bajaron hacia el rostro de Naruto dolorosamente mientras luchaba contra el nudo de su garganta— Dijiste que lo resolveríamos, que haríamos el camino juntos… entonces ¿Porqué me estas dejando? —Regañó negándose a aceptar que el otro ya no estaba escuchándolo.
Negándose a aceptar que esa persona tan maravillosa dejara de existir.
Él, quien siempre volvía lo imposible en posible, no iba a irse.
Nunca iba a irse.
Naruto había dicho que nunca iba a dejarlo otra vez…
Naruto se lo había prometido y él nunca faltaba a su palabra.
—Hey, Naruto —Dijo entonces, en un susurro con la voz igual de miserable que él— Dijiste que estaríamos siempre juntos. Entonces….
Se negaba a aceptar que esa aldea volvía a arrebatarle a un ser amado. Al más increíble de todos ellos.
—Si tu no vuelves… si tú te vas… —Empezó a decir, sintiendo la presencia de Otsutsuki acercarse, pero no hizo ningún amago de moverse pese a ello, quedando completamente expuesto a un ataque a propósito— Entonces yo también debo irme.
Sasuke se agachó cerca del oído de Naruto, sin importarle la sensación de peligro que crecía rápidamente en él ante el chakra de Otsutsuki que estaba cada vez más cerca.
Él no tenía intensión de esquivar su ataque de todas formas.
—Déjame ser yo quien vaya a tu encuentro esta vez… —Pidió, acariciándole el rostro al Naruto que para él solo dormía.
Al Naruto que seguía viéndose perfecto para él.
Que seguía iluminando sus últimos minutos de vida.
Sintió a Otsutsuki detrás y cerró los ojos en respuesta mientras ladeaba una sonrisa, dejando que la ilusión de reencontrarse con Naruto en la otra vida lo consolara y apaciguara cualquier dolor que pudiese venir.
Porque ellos estarían juntos.
Juntos, amándose libremente como siempre debió ser.
Completamente felices.
—¡Pronto le harás compañía a esa molestia! —Gritó Otsutsuki detrás de Sasuke formando una esfera de chakra, más pequeña que las anteriores, que acercó al cuerpo del Uchiha que no movió ni un músculo para detenerlo.
Sasuke sintió la energía venir y esperó aferrado al cuerpo de Naruto, esperando ansioso la continuación que podría traerle la paz que siempre deseó junto a la persona que amaba.
—¡MUERE!
—Espérame, Naruto.
Sasuke pronunció su nombre para que fueran sus últimas palabras…
Y él lo escuchó alto y claro.
Sasuke abrió los ojos sorprendido al sentir como de pronto el cuerpo debajo suyo se movió violentamente hacia adelante y pasaba los brazos a su alrededor que comenzó a cubrirse con el chakra del zorro que emergió con una fuerza tal que envió lejos al Otsutsuki a escasos centímetros de él.
Conmocionado sintió que su propio cuerpo temblaba al notar como esos brazos que creía que nunca volverían a abrazarlo se cernían a su alrededor.
—Creo haberte dicho…
Las manos frías lo apretaron contra su cuerpo permitiéndole sentir como poco a poco el calor volvía a ese cuerpo al que había decidido aferrarse hasta su último aliento.
—Que iba a protegerte con mi vida ‘ttebayo.
Alzó el rostro con miedo, creyendo que su mente atormentada que solo conocía el dolor estaba jugando con él, mostrándole una imagen falsa antes de su esperada muerte. Pero no era así.
Tan brillante como siempre.
Tan lleno de vida como solo él podía estar.
Naruto le sonrió con determinación y con su ceño fruncido aparentemente molesto con él por haberse rendido, dejando su vida en manos del enemigo a pesar del esfuerzo que había hecho para protegerlo.
—Naruto… —Mencionó llevando su mano hacia el rostro de su amante que recargó la mejilla en ella cariñosamente como siempre lo hacía, demostrándole que efectivamente era él y que no era una ilusión o una de las sombras que nunca se iban de su cabeza.
—Sasuke —Respondió Naruto poniéndose de pie junto a él con algo de dificultad, sin soltarlo de sus brazos ni perder el contacto visual— Mientras sigas diciendo mi nombre, yo volveré a ti. Siempre ‘ttebayo —Prometió Naruto con determinación— Siempre iré hacia ti, Sasuke.
Naruto limpió las lágrimas de su amante y depositó un suave beso en la frente de este lleno de un cariño difícil de entender incluso para él mismo.
—Aún si tengo que luchar contra la muerte misma, volveré a ti, porque nuestro destino es estar juntos ‘ttebayo —Prometió agradeciendo el llamado que hizo que su corazón volviera a latir lo suficiente para que Kurama terminara el trabajo rápidamente usando todo el chakra que tenía reservado— Además, entre las promesas que he hecho, hay una que te hice años que sigue vigente ¿La recuerdas?
Sasuke no tardó en recordar esas palabras que tanta gracia le habían provocado una vez cuando estaba cegado por el odio que le imposibilitaba ver el peso que tenia su lazo con Naruto. Asintió en afirmación ladeando una sonrisa, dejando que la determinación del otro alimentara la suya propia recomponiéndolo.
—Tenla en mente, teme —Advirtió Naruto viendo ahora en dirección a Otsutsuki que lucía agotado, pero aun así planeaba acabar con ambos. Como si eso fuera posible— Porque si realmente tenemos que morir, lo haremos juntos ‘ttebayo. Moriremos juntos, Sasuke.
Sasuke creyó en esas palabras.
Porque efectivamente, Naruto siempre cumplía las promesas que hacía.
—Usuratonkachi —Dijo Sasuke entonces en respuesta, viendo hacia Otsutsuki también dejándose acariciar una vez más por la brillante existencia de Naruto— Deberías reconsiderar esa propuesta, porque después de que acabemos con él, voy a darte una paliza por el susto que me has dado.
Naruto sonrió divertido ante esa queja guardándose cualquier comentario que tuviera para defenderse al sentir la mano de Sasuke presionando la suya.
—Entendido —Dijo entonces, sintiendo que su cuerpo terminaba de sanarse y que por alguna razón parecía más fuerte que antes.
Otsutsuki cansado de la espera corrió hacia ellos con una descarga de chakra en sus manos.
—¡Sasuke! —Gritó llamándolo con la misma convicción que este lo había hecho para traerlo de vuelta antes de que cruzara al otro mundo y ambos se pusieron en marcha.
El chakra de Kurama cubrió el susanoo de Sasuke fusionándolos para creer un último jutsu que se estampó contra el del Otsutsuki sobrepasándolo en cantidad logrando golpearlo directamente hasta elevarlo al cielo junto a un montón de rocas que empezaron a aprisionarlo junto al jutsu para que no tuviera oportunidad de escapar.
—Chibaku tensei.
En el momento que Sasuke apretó su mano el jutsu se expandió dentro de la prisión de roca haciendo que el cuerpo de Otsutsuki se presionara dolorosamente con el chakra que comenzó a quemarle la piel hasta desintegrarlo completamente, volviéndolo polvo que se perdió en el aire.
Naruto volteó a ver a su alrededor dándose cuenta recién del lugar a dónde habían ido a parar en medio de esa pelea. La montaña de los hokages.
Se sobó la nuca viendo el desastre que había provocado sobre los edificios que se habían construido allí agradeciendo el hecho de que ellos siempre fueran los primeros en evacuar dado a la complejidad del terreno, por lo que intuía ante la falta de presencia de chakra en el lugar, que habían deshabilitado apenas escucharon la primera explosión.
—Ah, esto será difícil de reparar —Comentó imaginándose el papeleo que traería consigo aquello.
Sasuke, que seguía intentando aterrizar en la realidad, evitó hacer cualquier comentario y entrecerró los ojos ante la repentina luz del amanecer que le dificultó la visión unos momentos. Puso su mano sobre la frente para sopesar la brillante luz que le imposibilitaba ver con claridad el paisaje delante de él y al hacerlo una nueva luz, mucho más brillante que la del sol naciente, llegó a sus ojos iluminando todo a su alrededor despidiendo cada rastro de la tormentosa y solitaria noche.
Sus ojos negros se entrecerraron en respuesta, pero no se apartaron de esa espalda tan magnifica al igual que su portador.
Naruto se había detenido a admirar la vista de toda Konoha que comenzaba a cobrar vida a medida que los rayos del sol iban avanzando hasta rodearla por completo. Los aldeanos que se habían mantenido quietos y con expresiones de dolor producto de la energía del enemigo empezaron a aglomerarse bulliciosamente frente a la torre hokage mientras sus caras iban adoptando una expresión de jubilo al saberse fuera de peligro.
El hokage sonrió orgulloso, alzando la mano para saludar a los aldeanos que notaron su presencia lejana. Pero Naruto no acudió al llamado de inmediato y haciendo oídos sordos momentáneamente a las personas que le esperaban abajo volteó hacia su pareja que solo podía verlo desde atrás, incapaz de dar un paso hacia él, demasiado conmocionado.
—Todo acabó, Sasuke —Afirmó Naruto, con una expresión suave hacia su amante dando unos pasos hacia él con toda la intensión de abrazarlo, pero el llamado de un montón de voces vitoreando su nombre lo detuvo por la sorpresa, interrumpiéndolo. Volvió a ver qué estaba sucediendo más abajo encontrándose con todos los aldeanos ya reunidos alrededor de la torre, impacientes.
Las voces de los aldeanos gritando el nombre de Naruto inundaron los oídos de Sasuke provocándole una sensación reconfortante en el pecho haciendo que su corazón temblara emocionado.
“Este lugar, está lleno de gente que nos quiere”.
Le había dicho Naruto y él, por primera vez, se permitió pensar realmente en ello, tomándola como una verdad indiscutible ante la evidencia que tenía delante de él.
Naruto se le quedó viendo sin saber qué hacer y Sasuke negó con la cabeza ante ello ladeando una sonrisa por lo que decidió ir por su cuenta a su encuentro.
—La gente lo espera, Hokage-sama —Dijo cuando pasó por su lado con una expresión divertida al ver el desconcierto que pareció provocar su acción en Naruto que de inmediato lo siguió hacia abajo, cayendo ambos sobre la torre hokage en donde Shikamaru les esperaba.
El Nara se acercó con un poco de dificultad ante el dolor que sentía en el cuerpo, pero que no era suficiente para borrar su sonrisa aliviada de verlos sanos y a salvos— Hombre, que problema —Se quejó a ninguno en particular y le extendió la capa de hokage a Naruto quien no tardó en tomarla.
—Somos ninjas, todo lo que hacemos es problemático —Comentó Naruto con simpatía enviándole una última mirada a Sasuke antes de acercarse hacia la gente que no paraba de llamarlo y que no hizo más que gritar aun mas fuerte cuando por fin tuvieron al hokage delante de ellos.
El hokage observó a los aldeanos que alzaron las manos hacia él en un gesto agradecido por haberlos salvado de una nueva amenaza trayéndole tantos recuerdos del pasado en el que lo habían recibido como un héroe, reconociéndolo por primera vez.
La primera vez que toda esa gente permitió aceptar a la persona que toda su vida había tachado como un monstruo que debía desaparecer.
“Este lugar, está lleno de gente que nos quiere”.
Volvió a recordar Sasuke las palabras de Naruto al verlo compartir su dicha con todas las personas que él denominaba como “su familia” pese a todo el daño que le había provocado. Algo que solo el noble y puro corazón de su amante podría hacer…
Amar incondicionalmente y sin rencor.
La voz de Naruto llenó el lugar con el discurso que todos parecían estar ansiosos de escuchar y Sasuke solo pudo poner el rostro en blanco mientras apreciaba el momento que tan irreal parecía para él.
Apreciando lo que realmente era ver a una persona cumplir su sueño después de todo el esfuerzo que había realizado para llegar hasta allí.
Apreciando cómo todos los que alguna vez maldijeron en voz baja la existencia de Naruto estaban allí, apoyándolo y agradeciendo su existencia.
Naruto detuvo su discurso un momento para voltearse hacia él y sonreírle, haciendo que su pulso rápidamente comenzara a acelerarse, pero no por temor a que Naruto hiciera algo que los delatara delante de tanta gente. No, esta vez él no sintió ese miedo que le impedía ser feliz.
—Lo más importante de todo —Dijo entonces Naruto sin quitar la mirada de él en ningún momento— Es que sé que hay una persona en mi vida con la que siempre podré contar y que sin él no podría estar en donde estoy ahora mismo —Aseguró Naruto con convicción y Sasuke sintió un nudo formarse en su garganta sin saber cómo responder a esa mirada tan cálida que en ningún momento le hizo sentir que le estaba presionando para que tomar una decisión en ese mismo momento. Naruto solo lo estaba reconociendo delante de toda la multitud que se puso ansiosa por verlo al lado del hokage para agradecerle también— Sasuke, mi rival, mi lazo más fuerte, gracias por existir. Gracias por darme la oportunidad de compartir un lugar en tu vida a pesar de todo lo que hemos pasado ‘ttebayo.
Sasuke solo podía verlo en medio del bullicio que se había formado viniendo de la gente que no paraba de llamar ahora por su nombre, pero él solo estaba consciente en el hombre que le sonreía abiertamente… el hombre que lo amaba, como nadie lo había amado antes y como nadie podría amarlo alguna vez.
Naruto no lo estaba poniendo a prueba o forzándolo. Naruto solo estaba aclarando que lo amaba, poco importándole que alguien malinterpretara sus palabras porque no era algo de importancia para él. Naruto lo amaba más de lo que le podría llegar a importar lo que la gente pensara de ellos.
Porque Naruto nunca había sentido temor de confesar su amor por él y ahora se lo estaba demostrando, con esa determinación furiosa que le hacia temblar el cuerpo de excitación.
“Este lugar, está lleno de gente que nos quiere”.
Sasuke dio un paso hacia adelante sin dudarlo y caminó hacia él aceptando el llamado silencioso que había estado ignorando desde que había decidido formar una vida juntos otra vez. Ahora para siempre.
Cuando Naruto le sonrió dejando atrás aquella sorpresa que le había provocado la determinación que vio claramente grabada en sus ojos negros, Sasuke se dio cuenta de todos los errores que había cometido.
“Ya no estamos solos, Sasuke”.
No, no lo estaban y si el mundo les daba la espalda seguirían sin estarlo. Porque ellos no necesitaban de nadie más para sentirse acompañados.
Naruto le extendió la mano para darle un apretón en la suya, dándole una oportunidad de retractarse, pero Sasuke mantuvo la mirada fija en todas las personas que le observaban con atención. En primera fila, Boruto, Sarada y Kakashi que de pronto parecían demasiado nerviosos. Ladeó una sonrisa ante ello.
“Ya no más”.
Ya no había nada que temer.
Ellos que eran capaces de morir para estar juntos, ¿Por qué deberían sentir miedo?
Sasuke estrechó más fuerte la mano de Naruto y ante la sorpresa de este lo agarró del cuello de la ropa tirando de él hacia adelante para fundir sus labios en un ardiente beso que no sería fácil de olvidar.
Naruto sonrió en medio del beso mientras envolvía al Uchiha por la cintura, cerrando los ojos para disfrutar de aquel momento por el que tanto esperó.
La mitad de los aldeanos gritaron en sorpresa mientras que la otra mitad cayó en un absoluto silencio sin poder creer lo que veían. Boruto, quien en todo momento había estado con el corazón en la boca notó la reacción del público y supo que tenía que hacer algo. Entonces Boruto volteó a ver a los adultos una vez más y sonrió antes de comenzar a hacer una gran ovación que fue seguido rápidamente por Kakashi y una avergonzada Sarada, uniéndose al poco tiempo Mitsuki.
Sakura que estaba al otro extremo apretó los puños y frunció el ceño formando una sonrisa mientras veía el cuadro delante suyo que lejos de provocarle dolor le llenó de orgullo por lo que sin dudarlo se unió a los aplausos junto a Hinata que tardó un poco en seguirla haciendo que rápidamente los demás aldeanos comenzaran a imitarlos, gritando palabras de apoyo para su hokage y su nueva pareja.
Pareja que en el fondo todos sabían que podría suceder tarde o temprano si es que no lo había sido antes.
Naruto y Sasuke rompieron su apasionado beso para verse a los ojos, sabiendo que nada volvería a ser lo mismo. Mantuvieron sus brazos bien envueltos en la cintura del otro mostrándole al mundo que su amor era real y no algo fugaz.
Sabían que su amor no sería fácil y que muchas dificultades les esperaban, pero también sabían que mientras estuvieran juntos podrían manejar lo que el mundo tuviera preparado para arrojarles.
Ellos que solo sabían tomar decisiones incorrectas.
Se sonrieron mutuamente y alzaron la cabeza sin temor delante de toda la aldea iniciando la nueva vida en la que nada iba a separarlos.
La nueva vida que se encargarían de llevar adelante sin temor a las consecuencias de sus decisiones incorrectas.
Ellos que se habían traicionado.
Ellos que se habían amado.
Ellos que se amaban.
Ellos que eran tan incorrectos cuando estaban separados y tan perfectos cuando estaban juntos.
Y ellos que se negaban a aceptar una vida en la que no estaban juntos.
Fin.