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Sacrificial bull. por Master weasel

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Notas del capitulo:

ADVERTENCIA: ESTA PARTE TIENE UNA DESCRIPCION SEMI GRAFICA DE UN SUICIDIO. Recomendamos discrecion en este capitulo :s

Las sidestory son historias que no tienen a los principales, pero que se van a ir uniendo dentro del contexto de la historia :x

Sacrificial bull.

Side story 1. 

 

En el otoño en que Midoriya se fue de Musutafu, a la par de su viaje, dos jóvenes se subieron en un tren hacia Kyoto. 

 

"...En el occidente, la palabra Yokai se refiere solo a los monstruos presentados en la cultura japonesa, mientras que en su país de origen, pueden referirse a cualquier tipo de espectro o entidad sobrenatural, incluidos monstruos conocidos en la cultura popular como sirenas, o hadas"

 

- No es por meterme, pero, ¿qué tanto lees en tu celular Oboro?

- Ah nada, solo un artículo de una de esas páginas de curiosidades. Al parecer en la era antes de los quirk las personas eran muy supersticiosas y hacían todo tipo de rituales para ahuyentar a los espíritus y demás. Algunos científicos sospechan que quizás todo eso que se vio eran apariciones parciales de los quirks en personas, pero no lo tienen comprobado.

 

Shota Aizawa, un caucasico joven de cabello negro desaliñado y con semblante cansado, y Oboro Shirakumo, un chico moreno con un cabello azul cielo que simulaba a un cumulo de nube, eran estudiantes universitarios. Ambos tenían 20 años y ambos eran amigos, a pesar de que uno estudiaba pedagogía, y el otro criminalística. 

 

Los dos eran jóvenes graduados de la UA, una de las más prestigiosas preparatorias con programa de héroes que podían ofrecer las academias de Japón. Si bien el trabajo de héroe era muy bien reconocido, debido a la demanda dentro de los sistemas de justicia, y a la competencia de los allegados, subir de rango en el escalafón era difícil. Conseguir un sueldo muy remunerado dentro de un trabajo sumamente arriesgado era difícil. Por ello, mucha gente optaba por entrar a estudios adicionales, para mejorar su desempeño, su trabajo y poder administrar con el tiempo su propia agencia. Eso, o tener un segundo trabajo mientras iba en la fracción underground, grupos de héroes que eran contratados por agencias de gobierno y de seguridad pública para la resolución de casos. 

 

Más del 90% de los que se graduaron de academias de héroes deciden trabajar como sidequicks y estudiar la universidad a la vez, algo que no era desaprovechado por las agencias e instituciones educativas, y les daba facilidades tanto financieras como temporales a los estudiantes. Oboro y Shota no desaprovecharon su oportunidad cuando la agencia donde trabajaba como sidekicks se los ofreció, y cada uno decidió ir a lo que buscaban en vocación, Shota a entrenar mejor a la nueva generacion de heroes, pues para él parecía que las cosas cada vez estaban más peliagudas con el crimen en Japón, y Oboro al peritaje, pues deseaba no solo ser héroe, si no detective. 

 

- Olvidaba tu fascinación por lo sobrenatural. 

- Cosas X, me gusta porque lo encuentro divertido. No creo que realmente haya monstruos o fantasmas acechando en las sombras, pero es interesante ver cómo la gente realmente pensaba que algo así podía pasar. 

 

Repentinamente el tren se paró. Los pasajeros comenzaron a hacer murmullos de queja. 

 

"Estimados usuarios, les pedimos por favor conserven la calma. La línea está experimentando fallas técnicas"

 

- ¡No puede ser! Nuestras clases comienzan en media hora - se quejó Oboro.     

- Creo que tendré que mandarle un correo a Mikami sensei.

 

Fue que una presencia fría recorrió la espina de Aizawa. No sabía porque, pero presentía que alguien lo observaba. Repentinamente una mujer gritó, los demás se apresuraron a calmarla. 

 

- Ayane, ¿qué sucede? - escuchaba Aizawa murmurar a la amiga de la dama escandalizada. 

- ¡Creí ver a un hombre partido a la mitad en el vagón!

- ¿No será tu quirk empático que te está jugando una mala pasada? Todo el mundo está nervioso y molesto - le respondió la amiga. 

 

En ese segundo, el teléfono de Aizawa sono. El joven lo levantó rápidamente y vio la llamada. Era de su jefa, la heroína underground Molases, una mujer que podía secretar una sustancia adhesiva lo suficientemente fuerte como para pegar lo que fuese a cualquier superficie. Ella trabajaba como perito para la policía, por lo que los casos de investigación de ciertas procuradurías de justicia también iba a parar a manos de los dos muchachos. 

 

- Aizawa, ¿está contigo Shirakumo? 

- Si.

- ¿Dónde están?

- Íbamos rumbo a la escuela. 

- Me llamó el comandante Fujima, si están cercanos a la línea 13 del metro a Kyoto, necesito que vayan con los oficiales de policía y recaben información hasta que llegue yo. Luego mandaré un correo a sus profesores excusando su ausencia. 

- ¿Qué sucedió?

- Un hombre se lanzó a las vías mientras el comandante lo iba siguiendo. Al parecer era un distribuidor de droga.

 

Aizawa se quedó un rato parado en silencio, entre la conmoción por la mujer y lo que le dijo su jefa. Después, leyó el letrero de su tren. Ellos iban en la línea 13 que salía de Musutafu hacia la prefectura de Kyoto. Su amigo Shirakumo, que estaba ayudando a la otra chica a calmar a la mujer asustada, recibió un jalón en su camisa por parte de su amigo pelinegro. 

 

- ¿Qué pasó?

 

Aizawa le pidió que se acercara y le dijo algo al oído. 

 

- Llamó la jefa Molases, tienen el tren detenido porque alguien se lanzó a la vías. 

- ¡¿QUE?! 

- No hagas escándalo, estupido. No podemos poner más nerviosa a esta gente - le dijo en voz baja - Mueve tu trasero, tenemos que ver cómo salir de aquí para dar el reporte.  

 

Los jóvenes fueron abriéndose paso entre la gente para ver que de poco en poco, las caras de los ocupantes se veían mas y mas horrorizadas. Algunos en los vagones frontales estaban teniendo crisis nerviosas y pronto Aizawa se dio cuenta del porqué. Las ventanas del último sitio al que llegaron estaban manchadas de sangre, y probablemente dos o más pasajeros vieron al sujeto lanzarse. 

 

No tenían idea de cómo iban a salir de ahí. Pero afortunadamente, notaron a un policía arriba del vagón, el cual estaba llamando a una ambulancia. 

 

- Disculpe oficial - le dijo Aizawa, el hombre volteo hacia los universitarios - Eraserhead y Cloud 9 de la agencia de investigación de la heroína Molases, somos sidekicks. El comandante Fujima la mandó a llamar, pero no va llegar al instante.  

 

Aizawa le mostró al oficial su licencia de héroe bajo el nombre de agencia, y el sujeto de azul se sorprendió. 

 

- Llegaron rápido, ¿cómo fue que entraron sin que los viéramos? 

- No me lo va a creer de lo conveniente que fue todo esto, pero estábamos dentro del tren - le respondió Shirakumo con vergûenza. 

- De acuerdo muchachos, vengan - dijo mientras hacía una seña a su compañero para que abriera la puerta de forma manual - Pero tengan cuidado al pisar.

 

Afuera estaba peor, algunas personas estaban siendo confortadas por personal de enfermería, la policía estaba desplegada poniendo cinta amarilla, y mientras, en el fondo, otro joven héroe estaba ayudando a la policía a evacuar a los civiles fuera y evitando que más gente entrara. Aizawa sabía que pronto evacuarían el tren, pasaría la gente de peritaje y abrirìan una carpeta de investigación, sobre todo porque su jefa le había confesado que quien se había lanzado frente al tren era un criminal. 

 

Los muchachos pronto se percataron de la presencia del comandante Fujima, un hombre ancho, mas no obeso, con el cabello negro con una linea de canas y unos dedos con uñas largas y puntiagudas. Su quirk, Zap como lo llamaba, le permitía hacer lo mismo que una pistola taser al encajar sus uñas en la carne de una persona. Era por eso que había decidido ser policía. En ese momento estaba fumando un cigarro con cara de pocos amigos con una mano el bolsillo, y observando todo el desastre. 

 

- Comandante...

- Ah, chicos - dijo el hombre notando la presencia de Aizawa y Shirakumo - ¿Donde esta Molases?

- Viene en camino, ¿que paso? - le pregunto Shirakumo

- Seguíamos a un sospechoso, Toya Setsuno era su nombre, implicado en el tráfico de una nueva droga sintética que empezaron a distribuir en Osaka. Se llama trigger o algo así. Al parecer era el jefe de distribución de este lado de la zona, o eso nos dijo el informante. El problema fue que cuando dimos con él, justo antes de arrestarlo, agarró camino hacia la estación y se lanzó frente al tren - el oficial exhaló humo molesto - Una situación desafortunada, y que solo complica el asunto. Espero que ustedes y Molases tenga tiempo para ayudarnos a arrestar a su círculo de narcomenudistas antes de que se dispersen. 

 

Mientras Shirakumo hablaba con el comandante, Aizawa miraba a la multitud siendo evacuada. Entre ellos pudo notar a un joven de lentes, quizás de unos 15 años, de vistosos ojos verdes, cabello rubio en punta y con una chamarra donde tenía metidas las manos en los bolsillos. Otra particularidad era que tenía un par de piercings en las orejas y uno en la ceja, pero eso no era lo que le hacía desentonar de los otros adolescentes ahí en el metro. Por alguna razón ese jovencito le causaba cierta inquietud al joven héroe, como si lo que estuviera viendo ahí no fuera un niño, sino un animal salvaje.

 

El problema fue que cuando el chico notó que Shota tenía su vista fija en él, le sonrió con su boca llena de dientes blancos, donde varios colmillos afilados quedaban a la vista. Era como si aquel chico le estuviera implicando a Aizawa que habia hecho algo malo, y que se iba a salir con la suya. 

 

- Shota - escucho detrás de él a Shirakumo, quien lo sacó de trance.

 

En el segundo que se volteo; el muchacho ya no estaba a su vista. Shota solo escucho el sonido de las sirenas de la ambulancia llenando el recinto antes de volver al trabajo.

 

Notas finales:

Un saludo muy cordial tengan todos los lectores, espero esten pasandola bien. Cuidense mucho, dejen sus comentarios y estrellas


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