Basado en la canción de Mocedades
La batalla contra Thanos se había llevado muchas vidas, quebrando y haciendo pedazos ilusiones, pero lo habían vencido. Sin embargo también había forjado amistades y unido corazones, que en algunos casos, estos estaban destinado a ser uno solo a pesar de estar en cuerpos diferentes
Se sentó en la cama y un suspiro salió de sus labios mientras alzaba la vista para ver las nubes cubriendo la luna igual de inalcanzable que él. Él que cada noche lo visitaba para jurarle amor eterno una vez más
El mundo fue sólo de los dos
Y para los dos
Su hogar unas nubes tendidas al sol.
En sus miradas amor; en sus respuestas sí
Y para su dolor un solo fin
A pesar del tiempo aun recordaba las sonrisas sinceras que le regala, el brillo en sus ojos al mirarlo, la caricia por cada milímetro de su piel, las peleas que terminaban en apasionados besos que abrían paso a interminables noches de amor desmedido
Él se fue, los cabellos pintados de gris
Ella dejó de cuidar las flores del jardín
Y le decía ven, tenemos que vivir
Cuarenta años ya habían pasado desde la vez que se habían jurado amor frente a un juez, ¿Quién lo diría? Cuarenta años, cuatro hijos y diez nietos. Una vida maravillosa que se vio truncada. Un paro cardiaco habían dicho los médicos, él sabía la verdad. Él se la había dicho muchas veces
***FLASHBACK***
Sentados en el jardín y tomados de las manos conversaban entre risas del rubio y cejas fruncidas de Tony Stark
- Vamos Tony – dijo su esposo – no seas rencoroso
- Mis donas son sagradas y lo sabes – dijo Tony sin mirarlo
- Igual que… – dijo Steve acercándose para besarle el cuello
- Capipaleta… – dijo Tony cerrando los ojos sonriendo – los niños nos ven
- Ya es hora que sepan… – dijo Steve
- Eres un… – dijo el moreno alejándose mientras daba manotazos al viento y se escuchó la carcajada del soldado
- Papi mira – dijo Peter haciendo técnicas con su balón
- Vas muy bien, campeón – dijo Tony
- Yo soy papá – dijo Peter
- ¡No! – protesto Harley – ¡yo soy papá!
- Tú eres moreno como papi – dijo Johnny– No puedes ser papá
- ¡papá – grito el pequeño moreno – dile que puedo ser tú! – pero sus padres lo ignoraron ya que estaban besándose nuevamente
- Te amo – dijo Steve – nada me va separar de ti. Ni la muerte
***FIN DEL FLASHBACK***
Ese día Johnny había ido a visitarlo. Ver una calca fiel del hombre que tanto amaba le había provocado un ataque de nervios y le habían dado a tomar más medicamento. Quizás por eso fue que vio entrar a su esposo
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
Y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven
- Hermoso – dijo Steve sonriendo
- Steve – con voz emocionada – viniste – susurro sonriendo y con lágrimas en los ojos
- Como iba dejar esperando al hombre más importante de mi vida – dijo Steve limpiándole las lágrimas – ¿Me extrañaste?
- Más que a nada – dijo Tony
- Te amo papi – dijo Johnny
- Y yo te amo Steve – dijo Tony cerrando los ojos mientras su hijo le acariciaba su cabello
Y ella gritó no señor ya lo ven yo no estoy loca
Estuve loca ayer pero fue por amor
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
Después de ver a su papi, Johnny había pasado al consultorio del Bruce que no tenía buena cara
- ¿Las cosas se están complicando, cierto? – preguntó Johnny
- Me temo que sí, Johnny – dijo el Bruce – No está respondiendo adecuadamente. Tony se desconecta más seguido. Y solo ve a tu padre. Su mundo es él
- ¿Qué podemos hacer? – pregunto Morgan limpiándose una lagrima y el Bruce exhalo
En el hospital en un banco al sol
Se la puede ver
Sonreír, consultando su viejo reloj
Pensando que ha de venir aquél que se marchó
Y se llevó con él su corazón
- Ya llegue – dijo Steve sentándose a su lado con una sonrisa radiante
- ¿Dónde te habías metido? – dijo Tony cruzando los brazos molesto – seguro firmando autógrafo para tus fans
- Nada de fans, mi rollito de canela berrinchudo – dijo Steve sonriendo
- Yo no soy berrinchudo – dijo Tony – ¿Qué traes allí?
- Nada – dijo Steve sonriendo
- Como que nada – dijo Tony forcejando para tomar lo que Steve tenía en sus manos detrás de la espalda – ¡Steve, compraste mis donas favoritas! Te amo tanto – grito y lo beso abrazándose a su cuello – ya se habían acabado las mías
Desde la ventana del consultorio del Bruce, Johnny veía a su papi abrazar el aire como si de su padre se tratara. Otro paciente le arrebato la caja vacía que Tony tenía entre sus manos, por lo que el moreno se lanzó sobre él para golpearlo sin contemplaciones. Morgan, Johnny, Peter, Harley y el Bruce salieron en tropel hacia el jardín donde estaba Tony
- ¡Suéltenme! – gritaba Tony desesperadamente luchando con los enfermeros – ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! ¡Steve trajo esas donnas para mí! ¡Suéltenme!
- Tranquilízate, Tony – decía el Bruce
- ¡Son mis donnas! – gritaba el moreno – ¡devuélvanmelas!
- ¡Papi! – decía Johnny llorando mientras Peter la abrazaba
- Loco – dijo el paciente con el cual había tenido el altercado –, hablas con tu marido muerto
- ¡Yo no estoy loco! – grito Tony – ¡Diles Steve! ¡Diles! ¡Tú me los trajiste!
- Cálmate amor – decía Steve
- Llévenlo adentro – ordenó El Bruce
Y los enfermeros se llevaron al moreno entre forcejeos y gritos. Fueron horas eternas esperando, hasta que tres horas después Bruce había salido cabizbajo, aunque se alcanzaban a ver sus ojos rojos. Sus sobrinos se habían puesto de pie de un salto, pero él solo había movido la cabeza negativamente.
Peter había abrazado a Johnny y Morgan que lloraban desesperadamente, mientras Harley apoyaba su espalda a la pared llorando en silencio, dejándose caer hasta sentarse en el suelo
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
Y unos hombres vestidos de blanco le dijeron ven
Tony Stark llego a uno de los jardines más hermosos que había visto en su vida. Miraba todo asombrado. Lleno de vida, de colores.
- Bienvenido – dijo una voz y el moreno miro hacia allá
- ¿Natasha? – dijo el moreno sorprendido y lo abrazo desesperadamente
- Tranquilo Tony – dijo Natasha acariciándole el cabello
- Yo también quiero un abrazo – dijo Howard
- Papá – dijo aferrándose a él
- ¿Mi rollito de canela? – dijo una mujer detrás suyo
- ¡Mamá! – y se arrojó a sus brazos – ¡Mamita! ¡No sabes cómo te extrañe!
- Mi bebe – decía María
Y ella gritó no señor ya lo ven yo no estoy loca
Estuve loca ayer pero fue por amor
Y los muchachos del barrio le llamaban loca
- Tienes unos nietos precioso – dijo Tony deprisa – son cuatro. Se llaman…
- Peter, Johnny, Harley y Morgan – dijo María sonriendo suavemente
- ¿Los conocen? – dijo Tony sorprendido y todos sonrieron dulcemente
- ¿Y por mí no vas preguntar, mi bello genio? – pregunto una voz detrás de él, y parecía que el mundo se le había detenido
- Steve… – susurro el moreno –, mi amor – y sin dudarlo se arrojó a sus brazos para besarlo apasionadamente, como tantas veces lo había hecho en vida – te amo, te amo, te amo, te amo – repetía sin cesar cada vez sus labios se separaban un instante para respirar
No vendrá, él la espera en sus nubes al sol
En ese mundo que ayer tan sólo fueron dos
En ese mundo que triunfó el amor
Era domingo, Steve y Tony estaban abrazados mientras conversaban en voz baja apoyados en el tronco de un árbol
- Llegaron – dijo Tony sonriendo
- Nuestra familia está nuevamente reunida – dijo Steve respirando hondo – te amo mi sexi genio
Un beso suave los unió mientras sus hijos y sus familias se sentaban al alrededor de ambas tumbas. El dolor había cedido en sus hijos y ahora se aferraban al recuerdo de la vida que habían tenido, al igual que la promesa de algún día volver a verlos tan enamorados como siempre
Y los muchachos del barrio le llamaban loca