-¡No!... ¡déjame! -exclamó poniendo sus manos en el pecho de Harry para empujarlo con todas sus fuerzas, pero Harry dejó caer todo su peso sobre él para rodearlo luego con los brazos- ¡maldito Potter!... -jadeó sofocado- ¡ya tuviste un buen polvo!... ¿!que mas quieres?!
-No Draco... -respondió mirándolo- lo tuviste tú, falta mi parte...
-¡No maldito imbécil!... -dijo sin dejar de forcejear.
-Vamos Draco... -dexclamó sujetándole las muñecas contra el piso- no me digas que no te gustó.
Por toda respuesta, Draco escupió el rostro que tenía a escasos centímetros del suyo con todo el desprecio del que fue capaz.
Harry se quedó petrificado y sin quitar la expresión de asombro lo miró durante unos segundos, segundos en los que Draco sonrió con malicia.
-¿Y bien Potter?... ¿quedó clara mi respuesta?... la chupas bien... ¿y qué?... no has sido el único que lo ha hecho... aunque hayas sido tú precisamente quien vino a buscarme me deja sorprendido, no sé si finalmente te volviste loco, alguien te hechizó o bebiste una poción mal hecha de Longbotton... lo que si te digo es que no obtendrás más de mi para que luego vayas pregonándolo a los cuatro vientos ¿entendiste?... soy quien toma a las demás chicas tontas que buscan un poco de mi atención... soy yo quien decide con quien hacerlo... y sobre todo... decido con quien no.
-¿Ya acabaste?
-Si tarado... ahora quítateme de encima... pesas.
Sin decir nada Harry tomó las muñecas de Draco y las sujetó con una sola mano, la cual colocó en el suelo, quedando justo encima de la cabeza del rubio, luego,con la mano libre limpió de su rostro la saliva mientras Draco esperaba impaciente a que lo soltara.
-Bueno... -dijo finalmente Harry- yo...
-¿Podrías ahorrarte tu discurso filosófico?... interrumpió- no tengo tu tiempo.
-No, no he terminado... vas a escucharme hasta el final, tal como lo hice yo contigo.
-Qué considerado de tu parte el escucharme... -dijo sarcástico- pero esto ya me hartó... quiero irme.
-Mira Malfoy... -comenzó a decir, pero se quedó callado al darse cuenta de que no sabía que decirle ¿explicarle lo de la poción?... imposible ¿entonces?...
-Mira Potter... -dijo interrumpiendo sus cavilaciones- si lo que quieres es que no le diga a nadie de esto, no te aflijas... yo tampoco estoy tan deseoso de que los demás sepan que tus asquerosas manos me tocaron, así que...
-Basta... -exclamó comenzando a enojarse- intenté ser paciente, pero ya me cansé...
-¿Y?... ya déjame ir, me fastidias.
-En primera... -dijo Harry tomado una decisión- no soy ninguna de las chicas bobas con las que te has acostado...
-Eso puedo verlo...
-¡Cállate!... -gritó haciendo que Draco se quedara estupefacto al verlo hablar con tal determinación- segunda... tú no eres quien decide en este momento... y tercera... quien lo decide ahora... soy yo -y sin decir más se inclinó y lo besó en los labios, Draco intentó voltear la cara pero el moreno adivinando este movimiento, enredó su mano libre en la larga cabellera platinada impidiéndole el movimiento; Draco mantuvo la boca cerrada hasta que los esfuerzos de Harry dieron fruto y lograron entrar en ella; en eso Harry se separó un poco y murmuro: -cuidado con esos dientes Dragón... no querrás hacerme enojar...
Draco lo miró con los ojos muy abiertos, nunca en su vida había visto a Harry con esa expresión, ni siquiera cuando se enfrento al colacuerno húngaro, así que no hizo ningún intento por morderlo, entonces Harry pasó de su boca a su cuello, besando, lamiendo, chupando...
-Basta Potter... -dijo intentando que su voz sonara firme pese a los escalofríos que la lengua de Harry le provocaban- dije... dije que no...
-Mmm... y yo dije... -respondió chupándole un pezón- que aquí... quien manda... soy yo...
Esas palabras hicieron despertar de nuevo el orgullo Malfoy haciendo que Draco comenzara a forcejear.
-¡Ya déjame Potter!... ¡ya estuvo bueno de este jueguito!
-¿Jueguito?... -respondió mordiéndole suavemente un hombro- yo no estoy jugando.
Draco ya no respondió, la boca de Harry amenazaba con arrancarle un gemido y eso si que nunca se lo perdonaría, así que comenzó a patear intentando soltarse; Harry dejó de besarlo, levantó la cara y con la mirada busco algo que sirviera a sus propósitos, pronto lo encontró, con su mano libre alcanzó la cinta de una bata de baño que alguien había dejado en una banca, con ella ató las manos de Draco a la banca que estaba sujeta al piso y habiéndolo inmovilizado se levantó, tomó su varita y aplicó un hechizo silenciador al vestidor, no sin antes cerrarlo por dentro para que nadie pudiera entrar ni oír nada desde afuera, entonces regreso con Draco quien lo miraba queriendo fulminarlo en ese mismo instante; Harry se recostó junto a él e intentó separarle las piernas, Draco juntó sus rodillas al tiempo que mil maldiciones salían de su boca.
-¡Vaya!... -silbó Harry- ¡que vocabulario! ¿tu padre te ha oído hablar así?
-¡Maldito Potter!... -siseó Draco- ¡te lo advierto...!
-Pareces una serpiente acorralada -dijo sonriente- esa manera que tienes de arrastrar las palabras... en este momento me parece... mmm... -Harry ya no dijo nada, lo que hizo fue meter su lengua en el oído de Draco haciéndolo jadear.
-¡Ah!
-Te gusta, ¿verdad, Draco?... este es uno de tus puntos débiles.
-Muérete...
-¿Qué tal esto? -dijo mordiéndole el cuello.
-¡Oh!
-Si, también te gusta ahí... eres muy sensible ¿sabes?
-Púdrete idiota... -No queriendo demorar mas lo que tanto deseaba, Harry se sentó e intentó meter su mano por debajo de las piernas de Draco, quien rápidamente se lo impidió girando el cuerpo- ¡aleja tus manos infeliz!
-Querido Draco... -dijo besándole la mejilla- será mejor que cooperes... sino te dolerá mas... porque no me iré de aquí sin habértela metido hasta el fondo... no me iré sin oír antes como gritas mi nombre mientras te hago el amor...
-¡Primero muerto maldito imbécil!
-De acuerdo, conste que te lo advertí... -dijo levantándose.
-¡No te atrevas maldito! -Harry sonrió mientras untaba un poco de saliva en su miembro ante el horror de Draco- ¡te mataré!... ¡¿oíste?!... ¡te mataré!
Harry siguió sin decir nada, lo que hizo fue abrir las piernas de Draco quien intentó cerrarlas con fuerza, pero Harry logro abrirlas y colocarse en medio de ellas; viendo que Harry hablaba en serio, el corazón de Draco comenzó a latir mas de prisa.
-¡Infeliz maldito hijo de puta!
-Tranquilo... -dijo Harry colocando su pene en la rosada entrada.
-¡No lo...! -Draco ya no terminó de hablar al sentir como el pene de Harry comenzaba a empujar queriendo entrar- ¡no lo hagas!
-Shhh... tranquilo, relájate... -Susurró al tiempo que su cadera empujaba poco a poco en un suave vaivén mientras sujetaba su propio pene.
-¡Maldito Potter!.... ¡detente!
-No puedo Dragón... no puedo... -dijo Harry quien con suaves embestidas termino por penetrarlo por completo.
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