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Fugitivos II: ¿Una razón para vivir? por diidi1897

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Notas del capitulo:

¡Hola!

 

"El balcón pt.1: Mundo externo. La perspectiva de Sean"

 

-¿Y? ¿Qué fue lo que descubriste?-pregunté en cuanto Noé tomó asiento frente a Tomás y yo.

Noé suspiró

-En realidad… nada-respondió y liberé todo el aire que había estado conteniendo ante la incertidumbre. Ahí se iba una de mis ideas.

Después de la plática que tuve con Emil, le mencioné las dos ideas que, aunque las recordé al momento, ya existían en la profundidad de mi mente. Eran ideas que prefería no tocar por el momento, pero resultaban ser las únicas que podían otorgarnos una gran ventaja ante el problema que acechaba a Daniel.

La primera opción se trataba de contactar a Noé para pedirle que leyera la mente de Daniel y nos explicara un poco sobre lo que estaba sucediendo en su interior, pero ahora veía que se trató de un intento en vano; en verdad creí que, con sus habilidades, al ser superiores a las de Tomás, podría darnos una pista ante lo que estábamos enfrentándonos.

Escuchar la negativa de Noé me hacía sentir aún más presionado en llevar a cabo la segunda opción. Opción que no quería utilizar por el momento, pero si no había otra alternativa…

-Escuché muchos susurros que no entendí y vi a Daniel, pero estaba desnudo y su piel era blanca-dijo Noé después de unos cuantos segundos que estuvimos en silencio-Estando aquí, en la cafetería del hospital, no puedo escuchar ni ver nada más en su mente. Por eso tuve que hacerme pasar como personal médico para tener contacto con él y conseguir una mejor sinapsis pero, aun así, el resultado fue muy vago-negó levemente-El hecho de que ahora pueda entrar a su mente, es sorprendente. Antes ni siquiera hubiera podido escuchar los susurros-dio una mordida al bizcocho que había pedido y después tomó un sorbo de café

-¿Conseguiste hablar con ese Dany que viste?-Tomás preguntó y yo me dediqué en beber lo que me quedaba de café

-No-respondió-Cada que me acercaba, él se alejaba. Y si le hablaba, él solo se me quedaba viendo. Nada más-

-Entonces no pudiste tener ninguna interacción…-Tomás mencionó-¿Y los susurros? ¿Entendiste algo?-

-Nada. Eran muchos por segundo-masticó el último trozo de su biscocho y tragó antes de hablar-Aunque… tal vez esto sea de interés, pese a que yo no lo entendí-mi atención volvió a centrarse en él-Todo el tiempo estuve en un cuarto oscuro. En ese cuarto oscuro, 4 puntos aleatorios eran iluminados por una luz muy tenue, pero no había nada en esos 4 lugares-¿4 puntos?-En medio de ese cuarto oscuro, vi a Daniel y eso fue todo-

-¿No existe otro detalle que estés pasando por alto?-pregunté

-Eso es todo-reafirmó y terminó su café

-¿Por qué esos 4 puntos aleatorios estaban iluminados?-interrogué

-Puede tratarse de fragmentos de la memoria o acciones del pasado y futuro que crean un gran impacto ¿Cuál impacto? No se sabe-Tomás elevó ambos hombros ante su propia pregunta-Pero algo es seguro-volteó a verme-Siempre que la mente busca resaltar algo es porque ahí se debe prestar atención-

-Pero si esos lugares están vacíos…-dudé

-O la mente los bloqueó para evitar a los intrusos y solo Daniel sabe de qué se trata o… puede que incluso él lo desconozca-dijo-Tenemos lo mismo: Nada. Todo es cuestión de qué tan cooperativo sea Dany-

-Platiquen con él-nuestra atención retornó a Noé-Daniel no es testarudo y si se le explican bien las cosas, suele entender y comprender la situación-recargó su espalda en el respaldo de la silla-Puede que haya cambiado en éste tiempo, pero…-negó levemente-Tal vez él sigue siendo el mismo que conozco. Al fin y al cabo, fuimos amigos durante más de 10 años-

Le di un punto positivo porque sus palabras tenían bases sólidas. Tenía fundamentos claros.

Noé fue el único que se mantuvo junto a Daniel sin importarle lo “peligroso” que resultaba ser por la inestabilidad que existía en sus poderes o por ese nulo interés que Daniel demostraba por todos y por todo. Siempre lo vi a él hablar y a Daniel “escuchándolo”. Comían juntos, iban de un lado a otro juntos… eso me parecía suficiente para formar lazos.

Era una relación extraña, sí. Pero en ese tiempo no había mucha oportunidad para buscar amistades. No había oportunidad ni razón para ser cercano con las personas que nos rodeaban porque, un día tu amigo podía estar y al siguiente, ya no. Incluso, algún día, te podían poner a pelear contra él y siempre debía existir un ganador y un perdedor.

Las relaciones dentro del laboratorio o eran nulas o eran temporales. Nada existía para siempre.

Tomás suspiró

-Creo que no nos queda más opción. Tenemos que hablar con Dany para explicarle la situación-volteé a verlo-Y no hay mejor persona para ésta tarea…-volteó a verme-Que tú-aparté mi mirada

-Es la segunda opción que tengo. Tendré que contarle todo para que vuelva a confiar en mí-

-¿Y si no funciona?-Noé preguntó.

Guardé silencio durante un momento

-No tengo más opciones-me sinceré.

En verdad, después de éste plan, no había más planes. Era todo lo que tenía

-Entonces… esperemos que todo resulte para bien-Noé se levantó de su asiento-Yo me retiro-

-¿Tan pronto?-Tomás preguntó y también se levantó

-Tengo que regresar al laboratorio. Ya terminé la misión que me asignaron-sonrió

-¿Por qué no te quedas con nosotros?-incluso a mí se me hizo complicado reconocerme a mí mismo haciendo esa pregunta.

Nuestra mesa quedó en silencio y ambos, Tomás y Noé, se me quedaron viendo.

Noé me ganó en reaccionar ante la impresión

-Ya tengo otros planes-de nuevo sonrió-Aun así, gracias por la inesperada invitación-dio unos pasos para alejarse de la mesa-Espero haber sido de ayuda. No vemos-se despidió y salió de la cafetería sin mirar atrás.

Su partida me pareció demasiado rápida. Muy fugaz

-¿Qué fue eso, Sean?-Tomás volvió a sentarse

-¿A qué te refieres?-me hice el desentendido

-A esa “invitación”-su voz salió alterada-Tú nunca haces ese tipo de invitaciones y menos a alguien que no conocemos de nada-

-Si lo conocemos-

-No conocemos su personalidad ni sus intenciones. Continúa relacionándose con el laboratorio y eso es peligroso para nosotros-lo observé

-¿No te parece que eso es lo que debiste decirme antes de citarlo en el hospital?-conseguí dejarlo callado-Regreso en un momento-me levanté de mi asiento y salí trotando de la cafetería rumbo al lugar donde suponía se encontraba Noé.

Lo busqué con la mirada y cuando lo divisé saliendo por la puerta principal, corrí para alcanzarlo. Cuando llegué a su lado, lo tomé de un hombro para detenerlo

-Noé-lo llamé y él dio media vuelta

-¿Sean? ¿Qué pasa?-se notaba su sorpresa al verme-¿Se me olvidó algo?-negué y ambos quedamos de frente

-No…-dije-Solo quería darte las gracias-su sorpresa perduró-Gracias por haber venido-rematé.

Poco a poco, su sorpresa fue cambiando a una sonrisa de extrañeza

-No fue nada-elevó ambos hombros-Lo hice por la amistad que existió entre Daniel y yo. Creo que, si no lo hubiera tenido junto a mí, jamás habría sobrevivido por mi cuenta-lo escuché con atención-Todo me resultó tan extraño… el que tú y él se marcharan de un día para otro… sigo sin comprenderlo-negó levemente-Sé que por ahora Daniel está enfermo, pero gracias por cuidar de él-

-¿Por qué no quieres saber lo que le ocurrió? ¿Por qué no preguntas sobre lo que le ha pasado? No lo entiendo-quise resolver mi gran duda.

Desde que me contacté con él, sus palabras fueron pocas y las preguntas inexistentes. Se notaba que Noé tenía interés en el bienestar de Daniel, por eso nos había ayudado pero, aun así, realizó pocas preguntas acerca de todo

-No quiero relacionarme más de la cuenta. Comprendo que soy parte de su pasado y que acercarme supondría hacerlo recordar su vida en el laboratorio-negó levemente-Él debe avanzar al igual que tú y todos los demás-sonrió-Yo también estoy avanzando, pero a mi manera. No tengo a nadie más que a Miriam. Y ella tampoco tiene a alguien. Así que, somos el equipo perfecto-elevó ambos hombros-Los dos nos encontramos luchando por la misma causa de erradicar a todos los laboratorios y… por ahora vamos bien-asentí-Si nos involucramos con Daniel o con ustedes, tendríamos que cuidarnos aún más-

-Podemos trabajar en conjunto-ofrecí porque, aparte de todas mis dudas, mi objetivo también era la creación de una organización.

Sabía que él y Miriam luchaban por la misma causa que Tomás, Maxim, Heinz, August y yo. Terminar con los laboratorios y el sometimiento de nuestros semejantes, era nuestro impulso

-Por ahora creo que debes cuidar a Daniel. Pero cuando se recupere… ya tienes mi número-sonrió-Podremos seguir intercambiando información por medio de correo o encontraremos alguna manera-revisó su celular-Ya tengo que irme-avisó-Estaremos en contacto, Sean-estiró una mano hacia mí y se la estreché

-Estamos en contacto-aseguré.

Y lo vi partir.

_________________________________________________________________________ 

Inhalé una buena cantidad de aire y por fin me decidí en abrir la puerta.

Di un paso al interior y primero lo busqué en el sofá, pero no estaba ahí. Después, mi mirada fue hacia su cama y lo encontré acostado en medio de ella. Estaba cubierto por sus mantas desde los pies hasta su cabeza pese a que la temperatura general de la habitación era bastante buena.

El frío del exterior calaba, pero el interior era muy agradable.

Noté movimiento en las piernas de Daniel y, con su desayuno entre mis manos, me acerqué a su cama

-¿Daniel?-dejé su plato con sopa de verduras y su taza con té de canela sobre la mesa de noche para tomar asiento a su lado-Te traje el desayuno-lo agité un poco del hombro hasta que, poco a poco, se enderezó. Y lo primero que hizo al abrir sus ojos por completo, fue tomar un pañuelo desechable de la caja que tenía a su lado para sonarse la nariz.

Después estornudó un par de veces.

Daniel había recibido el alta desde hace tres días. La hipotermia se le había tratado, pero ahora se encontraba resfriado. Iván le mandó reposo absoluto más la recomendación de la ingesta diaria de comidas calientes.

Y su recuperación marchaba bien; solo sus ojos y nariz se veían ligeramente irritados por el uso continuo de los pañuelos, pero para aliviarle esa molestia, al igual que la nariz congestionada, Daniel se encargaba de untarse pomada de eucalipto en el pecho para que, por lo menos, pudiera descansar bien durante las noches.

Su resfriado ya estaba progresando, pero aún debíamos continuar con las comidas y bebidas calientes para evitar una recaída.

En los tres días que Daniel llevaba de alta, se había mantenido en un estado somnoliento. Comía bien, pero hablaba poco. Y, mientras tanto, yo tenía muchas dudas en la cabeza. Quería hablar con él. Quería que habláramos para que dejara atrás su desconfianza y me platicara del porqué tomó la decisión de salir rumbo a la nada.

¿En verdad quería escapar?

¿Su otra personalidad o personalidades lo habían incitado?

¿Lo habían obligado?

O… ¿Nadie lo incitó y tampoco lo obligaron porque fue él quien tomó esa decisión?

Quería creer en las hipótesis de Emil. Quería creer en que la mente de Daniel se encontraba sometida por sus otras personalidades y que no era él quien me estaba apartando, pero el comportamiento arisco que tenía hacia mí, me hacía pensar en muchas posibilidades.

Posibilidades en las que siempre terminaban con lo mismo: Era mi culpa. No podía pensar en otra cosa.

Y la única manera que encontraba de poder enmendar esa culpa, era siendo honesto con él, debía…

-¿Puedo comer la sopa?-reaccioné ante las palabras de Daniel

-Ah sí, claro-le entregué el plato y su cuchara.

Él empezó a comer en silencio y no pude hacer nada más que observarlo todo el tiempo. En algunos momentos tuve que sostener su plato mientras él le daba sorbos a su té y… esa fue nuestra única interacción hasta que terminó de desayunar.

Me levanté de la cama y mientras recogía sus trastes, Daniel empezó a recostarse. Cuando lo vi acomodar sus mantas, decidí hacer un intento más

-Daniel-terminó de acomodarse y sus ojos irritados se enfocaron en mí-¿Podemos hablar?-cerró sus ojos y negó mientras se cubría con las mantas.

Lo observé en silencio durante algunos segundos y recapitulé las palabras que le había dicho. Tal vez, había cometido un error

-De acuerdo-tomé asiento a su lado-No es necesario que hables, pero sí me gustaría que me escucharas-coloqué mi mano sobre su hombro-¿Está bien?-

No encontré movimiento alguno de su parte hasta que, escuché un gimoteo. No le quité las mantas de encima y esperé con paciencia hasta que él mismo descubrió su rostro

-Sean…-se enderezó sin dejar de llorar y lo único que pude hacer fue entregarle un pañuelo desechable para que se sonara la nariz y limpiara sus lágrimas. Durante todo ese momento mantuvo oculto su rostro

-Solo necesito que me escuches ¿De acuerdo?-repetí

-No confío en ti, Sean-dijo mientras sonaba su nariz.

Escuchar esas palabras provocaron que quisiera desistir en explicarle todo, pero decidí continuar porque, al saber un poco respecto a lo que podría existir detrás de esas palabras, había una leve llama de esperanza en que esas no fueran palabras del “verdadero” Daniel

-¿Eso es lo que tú crees?-acomodé su gorro azul marino-¿O es lo que alguien más te está diciendo?-sus movimientos se detuvieron y, con notable sorpresa, volteó a verme

-¿Cómo…?-

-Emil y yo estuvimos platicando y él cree que podrías estar presentando un trastorno de identidad disociativo-expliqué aprovechando que Daniel me prestaba atención-Existe la posibilidad de que más de dos identidades habiten dentro de ti. Y eso solo lo puedes saber…-

-No-respondió de manera brusca-Eso no puede ser, yo soy yo y…-

-Shhh-le pedí que guardara silencio-Sé que mientes-hicimos contacto visual durante un instante. Él apartó su mirada

-No estoy mintiendo, esto…-

-Te conozco-continué con un tono de voz tranquilo-Estás mintiendo tan bien que me doy cuenta de la mentira-su entreceja se relajó-Sé que escuchaste a August-mantuvo la mirada baja-Sé que nos escuchaste-afirmé-Y…-su tenue llanto me detuvo.

Esperé a que se calmara y fue él quien habló

-Tú y los demás me mienten y me ocultan la verdad-ahí estaba. Entonces sí era verdad que Daniel mentía porque creí que nosotros le mentíamos

-No sé lo que los demás te han dicho, pero Daniel-tomé su rostro entre mis manos y lo obligué a verme-Escúchame muy bien-advertí-Jamás, pero jamás, te he mentido-sus lágrimas rodaron por sus mejillas e intentó ocultar su rostro, pero lo impedí

-Claro que sí-lloriqueó-No me dijiste lo de Ana-

-Quise decírtelo, pero sucedió cuando tú apenas habías recibido el alta del hospital y estabas recuperándote. Cada que intentaba decírtelo surgían más asuntos que lo impedían-

-¿Qué asuntos?-

-Daniel…-

-¿Qué asuntos?-exigió saber

-Como cuando te caíste de las escaleras o cuando empezaste la psicoterapia con Emil. Sabíamos que la noticia de Ana podría afectarte de alguna manera y por eso se acordó que íbamos a esperar para decírtelo. Pero en verdad planeábamos decírtelo-remarqué.

Daniel colocó sus manos sobre las mías para apartarlas

-Fue mi culpa…-murmuró mientras cubría su rostro y empezaba a llorar-Mi culpa…-repitió

-¿Qué dices?-intenté ver su rostro, pero él se resistió

-Fue mi culpa la muerte de Ana-su voz salió amortiguada por sus manos y por el llanto, pero conseguí entender sus palabras

-Por supuesto que no fue tu culpa, Daniel. No eres culpable de nada-¿Por qué se creía culpable?

-¡Sí lo soy!-descubrió su rostro y vi sus ojos rojos e hinchados-¡Si desde un principio me hubiera resistido a escapar contigo, tú y los demás podrían haber continuado juntos!-

-¡No habrías conseguido resistirte!-tuve que alzar la voz para recalcarle ese punto-Aquella vez yo te obligué-no Daniel, no era tu culpa. La culpa de todo era mía-Escúchame-intenté tomar su rostro entre mis manos, pero se resistió.

Lo intenté un par de veces más hasta que le gané en velocidad

-He tomado malas y muy malas decisiones, pero no me arrepiento de haberte obligado a escapar conmigo-Daniel negó y su rostro se deformó por el llanto

-Sean no…-

-Déjame terminar. No te he dicho todo lo que ha pasado. He conseguido ocultarte la información, pero jamás fue una opción mentirte-dije-Te pido que me escuches. Voy a ponerte al tanto de todo lo que ha sucedido y te vas a dar cuenta de que nada ha sido tu culpa ¿De acuerdo?-no hubo reacción por parte de Daniel-Solo necesito que me escuches. Necesito que tú me escuches-enfaticé el “tú” porque no quería a sus otras personalidades rondando cerca-Daniel ¿Vas a escucharme?-mantuve su rostro entre mis manos y solo hasta que asintió, lo solté-Voy a platicarte desde que volvieron a capturarte-aclaré-Pero antes…-tomé un pañuelo desechable y me encargué de secar sus lágrimas. Después le entregué otro para que se sonara la nariz-¿Mejor?-

-Sí…-murmuró con voz ronca-Te escucho-

-De acuerdo-suspiré-Después de que te capturaron, empezamos a trabajar en conjunto para crear un plan de rescate. Lucy, James, Tomás, Ana y August ayudaron desde el principio y de ellos nació la idea de conseguir más ayuda. En poco tiempo juntamos a una gran cantidad de personas con poderes que nos ayudaron a recolectar información de los laboratorios con el objetivo de encontrarte-hice una pequeña pausa para asegurarme de que Daniel me estaba escuchando

-¿Por qué te detienes?-con esa pregunta confirmé su atención

-No es nada-le resté importancia a mi pausa-¿Te acuerdas de Claudio y Maxim?-Daniel asintió-Claudio y otra persona de nombre Sergei, son conocidos de Lucy. Ella los contactó para que se unieran a nosotros. Y Maxim, junto a Heinz, son mis conocidos. A ellos dos los conocí mientras estaba haciendo una misión fuera del laboratorio-empecé a platicarle todo lo que aconteció entre Maxim, Heinz y yo desde que nos conocimos hasta el momento de nuestro “reencuentro”.

_________________________________________________________________________ 

  

-También obtuvimos ayuda de personas anónimas que tenían conexiones directas con algunos laboratorios-decidí dejar de lado el nombre de Noé y de Miriam porque fue decisión de ellos el pasar inadvertidos. No quisieron que Daniel supiera de ellos. Ni ahora, ni nunca. Así que, aunque lo consideré como ocultarle información, se trataba de una decisión personal

-¿Y sabes quiénes son esas personas?-su pregunta me tomó por sorpresa

-Sí, pero ellos prefieren mantenerse en el anonimato-no mentí

-¿Por qué?-

-Como ellos aún tienen nexos con los laboratorios…-elevé ambos hombros-Sería muy complicado revelar su identidad hasta que no estén por su cuenta-tampoco mentí porque el tema lo dejé como una posibilidad abierta-Pero la información que aportaron fue muy valiosa para encontrarte-volteé a verlo y lo encontré observándome con mucha atención-Fueron ellos los que nos enviaron las coordenadas exactas del lugar en donde te tenían encerrado-apartó su mirada-Cuando llegamos al lugar Maxim, Ana y August fueron quienes te rescataron porque nos dividimos en dos equipos para abarcar más locación. Después de algunos obstáculos, los tres te llevaron al hospital de Iván y, ya sabes, empezaron a tratar tus heridas-relamí mis labios-Durante un tiempo no supe a dónde te habían llevado porque…-negué-No querían que cometiera alguna tontería-

-¿Tontería?-

-Bueno, quisieron evitarlo. Pero aun así, tiempo después hice varias “tonterías”-me reí

-No lo entiendo…-negó levemente-Tú nunca haces tonterías-sus hombros se encogieron y me dio una de esas miradas que pertenecían al “antiguo” Daniel. Eran miradas en las que me sentía admirado por él.

Ya había pasado bastante tiempo desde la última que me había dedicado.

Y, además de la mirada, sus palabras me hicieron ser más honesto como jamás esperé

-Yo quería verte. Necesitaba verte-dije-Crearon mucho misterio innecesario alrededor de tu salud y llegué a imaginar lo peor-negué mientras relamía mis labios-Me desesperé ante el silencio que se empeñaban en mantener y aunque investigué e intenté persuadirlos de decirme algún detalle, no lo conseguí. Así que me enfoqué en otras cosas como intentar averiguar la identidad de las personas que nos dieron la dirección exacta del lugar en donde te tenían encerrado, pero en ese entonces tampoco lo conseguí. Me frustré durante unos días, pero después conseguí el nombre completo de Iván y empecé a investigarlo. Fue cuestión de tiempo para dar con el hospital, pero aun así, no pude ir a verte porque James me dijo que necesitaban de tus expedientes antiguos-

-¿Los del primer laboratorio?-asentí-¿Regresaste a ese lugar?-

-Fue gracias a August, Ana, Tomás y Heinz que conseguí entrar y salir en una sola pieza-sonreí-Obtuvimos tus expedientes y, además, me encargué de Victoria-la boca de Daniel se entreabrió y me adelanté a sus preguntas-Para éstos días, ella debe estar muerta-

-¿Por qué dices eso?-susurró

-El día que fui por tus expedientes-expliqué-Le inyecté una cantidad controlada de mi poder-Daniel pareció comprenderlo al instante

-Nadie además de mí, soporta tus poderes-asentí

-Antes de que James y yo viajáramos a Munich, yo ya sabía el nombre del hospital de Iván. Incluso conseguí entrar en la base de datos para revisar las listas de pacientes y no encontré tu nombre, pero sí el de Maxim y el de Ana que eran marcados como responsables de un paciente anónimo-me aclaré la garganta-Éste último dato nadie más lo sabe-sonreí de lado-Y estaría bien que así se mantuviera porque si James o Iván se enteran de esto, no sé qué pasará-

Daniel asintió en señal de complicidad y exhalé con alivio

-Bien. Después de eso…-hice memoria-Llegamos al hospital e Iván nos mostró fotografías de tus heridas-tomé una mano de Daniel y revisé el área de su muñeca que se encontraba cubierta por una venda nueva. Las fotografías de cada herida continuaban frescas en mi mente, pero ahora ya no eran más que cicatrices. El paso del tiempo se veía reflejado en la mejoría física de Daniel-Y me enteré de que Maxim te había donado una película de piel, pero al final no resultó compatible-volteé a verlo-¿Comprendes? Maxim te donó piel pese a que no te conocía-resalté porque, además de que quería “limpiar” mi nombre, también quería que los demás salieran menos perjudicados

-¿Maxim?-interrogó y asentí

-Me hubiera gustado donarte todo lo que necesitabas en ese tiempo, pero… así fue como sucedió-suspiré-En ese entonces te encontrabas entubado y estabas en cuarentena-recordar esos días y ver ahora a Daniel, me hacía sentir mejor-En verdad te veías muy mal-mi mirada se encontró con la de Daniel hasta que yo la aparté-Me sometí a varias pruebas de compatibilidad porque yo quería ser quien te donara un nuevo injerto de piel, pero los resultados salieron con cero compatibilidad-

-Pero… nosotros siempre hemos sido compatibles-estuve de acuerdo con sus palabras

-Y sí lo éramos. Pero después de que hubo un cambio químico en la estructura de tu ADN, mis resultados salieron negativos en todo lo relacionado a ti-relamí mis labios-Empecé a investigar ese cambio. Primero trabajé solo, pero después de que Ana, August, Tomás, Maxim y Heinz decidieran unirse, investigamos aún más. Estaba seguro que el cambio surgió por tu tiempo en el segundo laboratorio, así que, necesitábamos de los expedientes que te abrieron en ese lugar. Primero, nos enfocamos en investigar unos cuantos laboratorios para saber cuáles estaban relacionados o tenían algún tipo de nexo con la zona cero; el lugar en donde te encontramos-aclaré-Sabiendo eso, podríamos dar con el laboratorio matriz-

-Se escucha complicado…-

-Y lo fue-estuve de acuerdo-Pero aprovechamos las investigaciones para realizar escapes masivos, robo de información y daños en los sistemas principales de algunos laboratorios. Conseguimos muchas cosas positivas y negativas, pero entre las peores, provocamos que los laboratorios empezaran a comunicarse entre ellos para intentar evitar más ataques, así que decidimos dejarlo durante unas cuantas semanas-guardé silencio para pensar mejor en mis siguientes palabras-Ese tiempo coincidió cuando recibiste el alta y me dediqué a ti-encogí mis hombros-Descuidé por un momento la actividad de los laboratorios y me parece que fue en esos días cuando dieron con la ubicación de la fábrica-

-Entonces si fue…-

-No, espera-lo detuve porque ya sabía lo que iba a decir. Daniel iba a continuar culpándose, pero había otro dato que él debía saber y que lograría quitarle esa culpa

-El tiempo con el que les avisé fue con más de un día de antelación-dije-No quiero decir que ellos fueron los descuidados y se confiaron, pero en realidad, así fue-las cejas de Daniel se curvearon hacia abajo-Les mandé instrucciones claras de lo que debían hacer en cuestión de horas, pero ellos decidieron pasar una última noche en la fábrica-negué levemente-Cuando escuché su versión fue la conclusión a la que llegué, pero no mencioné nada-exhalé-También supe que Ana se envalentó de más y tomó decisiones muy arriesgadas. Quería defender la fábrica y aunque August, Tom, Maxim y Heinz se unieron, fueron superados en número por los del laboratorio-Daniel mantuvo la mirada baja-No tienes la culpa de nada. Ellos tomaron sus decisiones y aunque tal vez no fueron las mejores, al fin y al cabo, fueron suyas-

Esperé algún comentario por parte de Daniel, pero como se quedó en silencio decidí continuar

-Después de la muerte de Ana, cada quien tomó un rumbo diferente. Claudio regresó a Italia, Heinz y Maxim siguen realizando algunas misiones y Sergei se marchó tiempo antes. James, Tomás, Lucy y Ben vinieron a Munich y August tomó otro rumbo-relamí mis labios-Es verdad que August me contactó y entre los dos continuamos trabajando para desmantelar algunos laboratorios. Al principio lo noté muy sediento de venganza; cuando me marcó al teléfono por primera vez, lo noté muy fuera de sí y primero le aconsejé que se calmara, pero llegó a actuar con descuido y por eso estuvo a punto de ser capturado-

Dudé en continuar, pero al darme cuenta de que Daniel me observaba, decidí seguir. Había prometido contarle todo y eso iba a hacer

-Por un tiempo me dejé envolver por sus palabras de rabia y de odio. August estaba empeñado en que destruyéramos los laboratorios con todo su personal dentro. Decía “Esos malditos bastardos se lo merecen”, “Terminemos con ellos de una vez por todas” y cosas parecidas-negué-Su impulso era el asesinato de Ana y yo solo podía pensar en todo lo que te habían hecho-volteé a verlo y nuestras miradas se encontraron-Es irónico, pero por estar pensando en vengarte, te descuidé a ti-sonreí sin muchas ganas-Tuviste las recaídas y tu salud empeoró cuando más cegado estaba-suspiré-Cuando llegaste a un límite, Iván platicó conmigo y me hizo la pregunta que necesitaba para tomar el camino definitivo-aparté la mirada-Me preguntó si en verdad me importabas o no y… claro que me importas-mi mirada retornó a él-En verdad me importas-le aseguré-He cometido muchos errores, pero Daniel-de nuevo tomé su mano-En verdad me importas-

-Sean…-

-Aún no digas nada. Todavía me queda aclararte el último punto-pasé saliva-Antes de que Iván platicara conmigo, Maxim se unió a la investigación que August y yo teníamos. Conseguimos grandes avances y dimos con un laboratorio que era dirigido por Zhúkov; mejor conocido como “El comandante”-noté que Daniel se estremecía por la simple mención de ese distintivo-¿Lo recuerdas?-

Me atreví a preguntárselo

-No…-dudó-Pero sí he escuchado que lo mencionan en mis pesadillas-me extrañé

-No sabía que seguías teniendo pesadillas ¿Desde cuándo regresaron?-

-Nunca se han ido-sus hombros se encogieron

-Todos estos meses… ¿Seguías teniendo pesadillas? ¿Por qué no me lo habías dicho?-

-Ya no les tomo importancia. Siempre es lo mismo-¿Se acostumbró?-Primero no sueño nada, pero si me despierto a mitad de la noche, lo único que tengo son pesadillas-

-Pero Daniel…-

-No quiero hablar de las pesadillas-ahora fue su turno de interrumpirme-¿Qué sucedió con Zhúkov?-

Por el momento, el tema de las pesadillas lo dejé pasar

-Encontramos su laboratorio. El laboratorio en donde estabas antes de que te mandaran a la zona cero-decidí omitir que August, Maxim y yo, dimos con la ubicación del laboratorio que tenía nexos con la zona cero antes de que Miriam se reuniera con nosotros.

Ella terminó creyendo que yo no sabía nada, pero en realidad, ya sabía sobre ese laboratorio y, estaba unos pasos más adelante porque, lo que ella no sabía, era que el comandante se encontraba “desaparecido”

-Pasamos mucho tiempo investigando y analizando el movimiento en general del laboratorio. Nos aseguramos de que era el laboratorio que estábamos buscando y, una vez que no hubo dudas, empezamos a formar un plan-relamí mis labios-Dos semanas antes de que empezaras la terapia con Emil, llevamos a cabo el plan y secuestramos a Zhúkov. August se encargó de hacerlo hablar y lo primero que descubrimos fue el nombre de los responsables que revelaron nuestra ubicación-observé a Daniel-¿Recuerdas a los gemelos que Lucy y James nos presentaron?-

Daniel lo pensó durante unos cuantos minutos y después asintió

-Bueno, ellos fueron los culpables-afirmé-Ellos realizaron una llamada anónima al equipo de búsqueda de Zhúkov y dieron nuestra ubicación a cambio de una cantidad miserable de dinero. Resultaron ser unos traidores-de tan solo pensar en todo lo que habían provocado…-Los buscamos y me encargué de hacerles pagar-observé a Daniel

-¿Qué les hiciste?-susurró

-También les inyecté una dosis de mis poderes. Pero fue una dosis menor y, por lo tanto, el tiempo de muerte se alargó a tal vez un año-para ese momento, ellos también debían estar muertos-Después obtuvimos los expedientes que te hicieron en ese lugar y… me enteré de todo lo que te hicieron-asentí un par de veces-Me enteré de todo-repetí y no quise ver el rostro de Daniel, así que, me mantuve viendo hacia el frente-Sé sobre el procedimiento que te realizaron para quitarte tus poderes y, aunque me sorprendió saber que lo hicieron para salvarte la vida, sé que el proceso fue doloroso…-

Escuché el llanto de Daniel y quise reconfortarlo, pero lo vi abrazándose a sí mismo. Mantuvo oculto su rostro entre sus rodillas

-Daniel…-coloqué una mano sobre su hombro

-Detente…-murmuró-No quiero escuchar más-sollozó

-De acuerdo-suspiré con alivio.

Pese a que le había dicho todo, aún quedaba una parte por aclararse y de la que no había obtenido respuesta.

No sabía nada de lo que Daniel vivió después de que lo llevaron a la zona cero. Eso, solamente lo sabía Daniel.

Y era el tema que más dolores de cabeza me estaba generando para tomar una decisión definitiva.

 

Notas finales:

¡Muchas gracias por leer!

Les recuerdo que éste es el antepenúltimo capítulo <3

Nos leemos


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