—¿Y cuáles son los planes para este día? —Pregunta Elle sentado desde la cama, viendo a Light sacando una prenda y otra de su maleta, buscando el atuendo perfecto.
—Iremos a una orquesta filarmónica y luego a cenar a un restaurante llamado House Of Meat.
—¿House of Meat? —Enarca una ceja— No sé si su nombre no es lo suficientemente obvio pero en ese lugar solo sirven carne.
—Sí, Uhm… bueno… no creo que me haga daño comer un pedacito. —Carraspea la garganta, removiéndose nervioso.
—¿No te parece que estás llevando todo esto muy lejos? Una cosa es que por agradarle te fuerces a escuchar esa música que sabes que te aburre, pero otra es que vayas en contra de tus propios ideales. ¿Dónde queda el “procuro que todos mis productos sean libres de crueldad animal” o el “en mis tiempos libres subo entradas a un blog donde pretendo enseñarle a la gente que se puede llevar una alimentación balanceada sin lastimar a esos pobres seres que no se pueden defender al no saber hablar”? Son tus palabras, Light. ¿Todo eso se va a la mierda por un tipo?
El castaño se muerde los labios mientras se rasca con desesperación la coronilla. —¿Y qué se supone que debo hacer? Yo solo quiero gustarle al hombre del que me enamoré.
—No Light, tú no te enamoraste de Teru —se pone de pie y camina hacia él hasta quedar frente a frente—. Tú te enamoraste de mí, de mis historias, de mis chistes. Era conmigo con quien hablaba, no con Teru.
—Hablaba con un mentiroso, no lo olvides.
—Sí, lo sé. Debí ser sincero desde que lo nuestro se volvió especial y es un error que estoy pagando muy caro. —Comienza a recoger la ropa que el otro ha desperdigado en la cama y la devuelve a la maleta.
—¿Qu-Qué haces? —En un acto reflejo le arrebata una de las prendas y la resguarda contra su pecho.
—Te hice una reservación en un hotel, yo lo pago. No es lujoso pero conozco al dueño y me ofreció una buena oferta.
—¿Me estás corriendo? —se lleva indignado una mano al pecho, ante lo cual Elle se relame los labios.
—Mi familia ha salido, me gustaría que te fueras mientras ellos no estén, será más fácil. Si lo haces cuando vuelvan te acosarán con preguntas, prefiero manejar esa situación solo, y tranquilo inventaré algo en donde el único culpable sea yo.
Light parpadea mientras abre los labios, sin saber qué decir en un principio.
—Pe-Pero tu mamá dijo que haríamos galletitas cuando volvieran, ¿¡cómo voy a dejarla así!?
—¡Tú no viniste aquí a hornear galletitas, Light! —alza la voz un poco, hablando entre dientes. Ojalá el otro entendiera que él la está pasando mal con todo esto— Viniste a conocer a tu príncipe azul, y te tengo noticias: la suerte está de tu lado. Apenas cruzaste palabras ayer con el tipo y ahora ya te invita a una cita, lo más probable es que también quiera que pases la víspera de navidad con él, entonces no tiene caso que sigas fingiendo ser mi novio.
—Sí… pero…
—Oye… —Elle interrumpe, acercándose de nuevo a él y enmarcándole el rostro con las manos— eres alguien increíble, hubiera sido el hombre más feliz si al final te fijabas en mí pero no fue así. Ha llegado el momento de que nuestros caminos se separen. Ve y vive ese sueño que viniste buscando cuando decidiste cruzar el país. —Al finalizar se atreve a acortar la distancia y rozar esos labios con los suyos, sin llegar a ser un beso. Tal vez fue algo atrevido sin embargo quería llevarse al menos eso de quién hasta hace unos días había sido la persona más increíble que alguna vez conoció. Acto seguido se aleja y dando media vuelta le dice que le da unos minutos para que termine de empacar mientras él espera en el auto.
Light traga saliva una vez se queda solo. Por una parte no sabe qué pensar del contacto que hubo entre ellos, sin embargo no puede negar que fue de su agrado, es como si chispas hubieran viajado por su cuerpo cuando sus labios se juntaron. Por otro lado todo esto de hospedarse en un hotel le deja una sensación amarga; ya fuese a causa de un trato o no, él ya se había hecho la idea que pasaría noche buena con Elle, no con alguien más.
oOo
Ha pasado solo media hora desde que la orquesta apareció en escena, para Light es como si hubieran pasado tres horas. Les dieron un folleto instructivo en la entrada, lo ha usado para cubrirse el rostro cada que quiere bostezar, no sabe cómo ha logrado hacerlo tantas veces sin que su acompañante lo note, daría lo que fuera por estar con Marie horneando galletas, lo único que le impide morir de aburrimiento es viajar a otro sitio o momento con su mente. Recuerda una vez que hablando con Elle hasta la madrugada, éste le comentó de un talento ultra especial que tiene, el cual consiste en decir oraciones completas mientras eructa, como prueba lo hizo decir “mi pilín pertenece a Light Yagami”. Se muerde los labios para mantener la compostura, preguntándose cómo puede ser tan asquerosamente gracioso.
Nunca llegaron a tener sexting, pero cuando tenían ganas de ser vulgares era común que usaran frases como: «quisiera ser pirata para descubrir el tesoro que tienes entre las patas», «¿cuánto por estrellarme los huevos?», «en el salpicón de mi vida, tu banana es mi fruta preferida». “Piropos de albañiles” como decían ellos, los cuales jamás haría ni con sus amigos más cercanos, fue por la confianza que sentía con Elle. Ni siquiera lo hacían porque les pareciera excitante, simplemente lo hacían por diversión. Sin embargo, recuerda que Elle le explicó que a Teru no lo va a conquistar siendo un “ofrecido” sino más bien debe mantenerse elegante, si le hiciera un comentario así, por más cómico o inocente que fuera, lo más probable es que no sea tomado de la mejor manera.
Su escape de la realidad llega a su fin cuando Teru se pone de pie, es entonces que se percata que todos en el lugar están dejando sus asientos.
—¿Qué te pareció? —Pregunta el de anteojos mientras caminan hacia la salida.
—¡Me encantó! —Light sonríe, rogando que no le pregunté sobre cuál fue su favorita o cosas así porque hasta ahí llegaría su mentira.
Por suerte Teru comienza a hablar del recital, lo cual es aburrido pero al menos no hace preguntas. Lo que empieza como algo bueno pronto comienza a molestar a Light. Llegan al restaurante y en todo el camino Teru no ha dejado de hablar, no sabe ni en qué momento dejaron el tema de la filarmónica atrás para enfocarse en su trabajo, en cómo se desenvuelve un abogado en una ciudad tan pequeña. Las cosas empeoran cuando el mesero llega a tomar la orden.
—Dos filetes término medio con papas sazonadas y verduras al vapor, por favor. —Teru se adelanta a ordenar por los dos, el mesero dice que volverá pronto y se marcha— Es mi plato favorito, ya verás que te encantará.
Light sonríe porque aún está dispuesto a seguir con su plan, sin embargo no puede evitar recordar cuando el señor Lawliet le ofreció tocino, en esa ocasión Elle respondió por él, tal y como Teru acaba de hacerlo. La diferencia es que esa vez Elle demostró la atención que le prestaba en todas esas llamadas y mensajes, además lo hizo sentir como si estuviera cuidando de él y le importaran sus ideales, mientras que Teru no se molestó en preguntarle antes.
—Todas estas cabezas son falsas, ¿no? —Pregunta Light, aprovechando el segundo de silencio en el que Teru se dispuso a beber agua. Hay algo del lugar que le ha incomodado desde que llegaron: la cantidad de cabezas de animales, la mayoría alces, empotrados en la pared.
—Son reales —Teru sonríe como si fuera un orgullo—. Algunos cazadores las traen como trofeos y el restaurante las cuelga con una bonita placa donde aparece el nombre del cazador, además de un plato de costillas gratis.
—Costillas y una placa, eso vale la vida de un animal… —Murmura Light más para sí mismo.
La comida llega en ese instante, por lo que su comentario pasa desapercibido. No obstante lo más difícil apenas empieza, no se atreve a tomar el cuchillo y tenedor, sobre todo al ver que Teru corta un pedazo y la carne sigue roja por dentro.
—Y… dime, ¿qué es lo que más te gusta de estas fechas? —Light intenta generar un tema de conversación para disimular el hecho de que no va a tocar esa carne.
—Las odio. —La respuesta es tajante, sin darle oportunidad al otro de prepararse.
—¿Po-Por qué?
—La navidad representa al consumismo, me parece una tontería trabajar duro todo un año para derrocharlo en estas fechas.
—Bueno, eso no te lo niego —ríe nervioso, atravesando con el tenedor a un pobre brócoli—. Pero también es una época para reunirte con tu familia, ¿no crees?
—¿Familia que no ves todo el año pero que se acuerdan de ti solo para navidad? —Enarca una ceja sarcásticamente.
—Por eso dicen que la Navidad es mágica. —Se remueve en el asiento, aún con esa sonrisa nerviosa en su rostro.
—Más que mágico me parece hipócrita —encoge los hombros, limpiándose la comisura de los labios—. En lo personal no soporto la navidad y todas sus costumbres, como esa tontería de salir a cantar villancicos, ¿quién hace eso?
Light aparta la mirada, sus nervios cambiando a incomodidad.
—Había olvidado… —carraspea la garganta, procurando no verlo mucho—, le prometí a mis tíos que volvería temprano. Lamento no habértelo dicho antes.
—No te preocupes —agita las manos sonriendo, restándole importancia—. Aunque veo que no probaste la carne.
—Lo siento estoy… lleno.
—Entonces pidamoslo para llevar. —Teru sonríe, levantando una mano para llamar al camarero.
Light no es lo suficientemente descortés para decirle que no comerá eso aunque se lo envuelvan en oro, así que solo asiente agradeciendo la amabilidad.
De vuelta a casa el tema sobre su trabajo como abogado vuelve a aparecer. Light no es que esté tentado a hablar de su empleo en una tienda de conveniencia, y aunque quisiera no tendría oportunidad de hacerlo cuando el otro no da chance a hacerlo. Se siente decepcionado después de la plática en el restaurante porque a él le encanta la navidad, sin embargo Teru sigue siendo un hombre guapo y quiere convencerse de que no es el fin del mundo solo porque no compartan el amor por estas fechas, sin darse cuenta que realmente no comparten casi nada.
—Déjame aquí. —Dice Light de pronto cuando están a una sola cuadra de la casa, no puede pedirle que lo lleve al hotel cuando le dijo que sus “tíos” le pidieron volver temprano— Es que tu auto es muy ruidoso y quizá mi abuelo ya esté dormido. —Añade lo último porque Teru parece confundido.
—Entiendo… —aparca junto a la acera y luego se ladea en el asiento— No sé tú pero yo la pasé muy bien hoy.
Light sonríe, dentro de todo cree que no estuvo tan mal. No todas las primeras citas deben ser perfectas, él tiene un amplio repertorio de citas desastrosas.
Sin embargo, cualquier esperanza de que todo mejore se derrumba al momento que Teru acorta la distancia y lo besa. El beso es corto y podría decir que no sintió nada porque no estaba preparado, pero en la mañana tampoco lo estaba y aún así hubo chispas por todo su cuerpo. Con Teru simplemente no hubo nada.
—Oh, perdón —dice de prisas el de anteojos. Light se da cuenta que es muy probable que su cara no haya sabido disimular la confusión—. Me apresuré ¿no es cierto?
—Tranquilo… yo… —se relame los labios, intentando asimilar el choque que fue haber pensado en Elle luego de haber sido besado por el que se supone era su príncipe azul— Debo ser sincero contigo… no creo que vaya a funcionar.
Teru asiente cabizbajo. —Está bien, agradezco tu sinceridad. De todas formas yo la pasé bien y disculpa si me sobrepase.
—No, tranquilo. —Agita las manos de prisa. Pese a que se aburrió de sobremanera y descubrió que ese hombre no es alguien con quien congeniaría, tampoco le agrada la idea de haber jugado con él, por lo que decide decirle una verdad a medias para hacer menos feo este momento— Yo también la pasé bien, es solo que tú sabes que yo no vino aquí. Luego de las fiestas debo volver a mi ciudad y no quisiera que nos engancháramos demasiado.
—Tienes razón —sonríe, sintiéndose un poco mejor—. Lo importante es que la pasamos bien y ojalá cuando te vayas me saludes por mensaje de vez en cuando.
—Tenlo por seguro que así será. —Light sonríe y acto seguido le da un abrazo antes de bajar del auto.
Agita la mano desde afuera y una vez que lo ve lo suficientemente lejos, saca su celular para pedir un uber que lo lleve al hotel.
—Elle dijo que terminaron porque encontraste en su celular fotografías en situaciones comprometedoras con alguien más.
El castaño se paraliza al escuchar esa voz detrás de él. Aprieta los ojos deseando que sea un espejismo mientras voltea con miedo, pero al abrirlos se da cuenta que no es una jugarreta de su mente: Josh está ahí, sosteniendo unas bolsas del supermercado.
—Señor Lawliet, puedo explicarlo… —murmura casi sin aliento.
—Lo que vi no necesita explicación —frunce más el ceño—. Por eso toda esa historia se me hacía tan extraña. Elle podrá ser muchas cosas pero conozco su corazón y él no haría algo así.
—Le juro que no es lo que parece. —Junta las manos en son de súplica y desesperado da un paso hacia él, el mismo paso que el otro retrocede.
—No me interesan tus explicaciones o motivos. Lo único que te pido es que no te vuelvas a acercar a mí hijo. —Finaliza con la misma rabia, acto seguido da media vuelta y mientras se aleja murmura sobre el error que fue darle la bienvenida a su familia.
Light traga saliva, sin poder moverse, solo viendo a ese hombre cada vez más lejos. Luego de unos segundos se cierra por completo el abrigo y se abraza a sí mismo, de pronto hace más frío. Se queda ahí un par de minutos más, dejando que el peso de sus acciones hagan mella. En algún punto se lleva una mano a la mejilla, dándose cuenta que está llorando, llorando una noche antes de la víspera de Navidad, luego de haber atravesado el país en busca del amor de su vida.
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Notas de autor.
Ya casi es navidad y les deseo que pasen unas lindas fiestas, ya sea de la manera que prefieran celebrarlas. Les mando mucho cariñito y ánimos para soportar los últimos días que le quedan a este 2021 jajaj.